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El Hombre y sus Dioses

Juan David Aguilar Garcia-2457022

Josue Cruz Espinal -2456628

Universidad del Valle-Sede Palmira

Comprensión y Producción de Textos Académicos

Tecnología en Agroforestería

2024
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Resumen

Dios y la Filosofía:

En este apartado se explora la relación entre la filosofía y la religión en la búsqueda de

comprender lo desconocido y dar sentido al mundo. Se abordan distintas perspectivas filosóficas

sobre Dios, incluyendo la visión panteísta de Spinoza, la crítica de Feuerbach sobre la

proyección de cualidades humanas en la idea de Dios, y los argumentos racionales de Santo

Tomás de Aquino para la existencia de Dios.

Dios como Única Sustancia (Baruch Spinoza):

Spinoza propone una visión panteísta en la que Dios es la única sustancia existente, identificando

a Dios con la naturaleza misma. Esta perspectiva desafía la concepción tradicional de un Dios

personal y trascendente, presentando a Dios como una realidad omnipresente e impersonal.

Dios Imagen y Semejanza (Feuerbach):

Feuerbach argumenta que la idea de Dios como imagen y semejanza del ser humano surge de la

proyección de nuestras propias cualidades y necesidades en una entidad divina. Propone que la

religión es la expresión de las aspiraciones y deseos humanos, invitando a la humanidad a

centrarse en el mejoramiento de la vida en la Tierra en lugar de la adoración de un ser divino

externo.

Existencia de Dios (Santo Tomás de Aquino):

Santo Tomás de Aquino ofrece argumentos racionales para respaldar la existencia de Dios,

incluyendo la vía del movimiento, la causalidad eficiente y la contingencia. Busca demostrar que

la existencia de Dios puede ser fundamentada en la razón y la observación del mundo, integrando

la teología con la filosofía.

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Práctica y Cultos a los Dioses:

En este apartado se exploran las prácticas religiosas y los cultos a los dioses como parte integral

de la experiencia humana a lo largo de la historia. Se abordan diferentes formas de honrar a lo

divino, buscar su favor y protección, y establecer una conexión significativa con lo trascendente.

Ofrendas, Purificación y Servicio:

Las ofrendas a los dioses son actos rituales que expresan devoción y gratitud hacia lo divino,

buscando fortalecer la relación entre lo humano y lo sagrado. Se presentan en altares sagrados o

templos como muestra de respeto y reverencia, con el propósito de obtener la bendición y

protección divinas.

Sacrificios y Autosacrificios:

Los sacrificios y autosacrificios en honor a los dioses reflejan la profunda devoción de los

creyentes y su deseo de comunión con lo divino. Estas prácticas, que van desde rituales

ceremoniales hasta gestos simbólicos, buscan aplacar la ira de los dioses, asegurar buenas

cosechas y expresar gratitud por los favores recibidos.

Ocultismo:

El ocultismo y los dioses han mantenido una estrecha relación a lo largo de la historia,

fusionando creencias y prácticas místicas para buscar la conexión con lo divino y lo

trascendental. Desde tiempos antiguos, el ocultismo ha sido parte integral de las religiones y

tradiciones espirituales, utilizando prácticas como la astrología, la adivinación y la magia para

acceder a conocimientos y poderes más allá del alcance de lo cotidiano.

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Tabla de contenido

Resumen...............................................................................................................................2
Introducción..........................................................................................................................3
El Hombre y sus Dioses......................................................................................................4
1. Dios y la filosofía.............................................................................................................5
1.1. Dios como única substancia (Baruch Spinoza)............................................................6
1.2. Dios imagen y semejanza (Feuerbach).........................................................................7
1.3. Existencia de Dios (Santos Tomas de Aquino)............................................................8
2.Practica y cultos a los Dioses............................................................................................9
2.1.Ofrendas, purififación y servicio.................................................................................10
2.2.Sacrificios y autosacrificios.........................................................................................11
2.3.Ocultismo.....................................................................................................................12
Conclusiones.......................................................................................................................14
Referencias Bibliográficas..................................................................................................17
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Introducción

La relación entre el hombre y sus dioses ha sido un tema fascinante que ha permeado la

historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales. A lo largo de los siglos, las creencias

religiosas han servido como pilares fundamentales en la vida de las sociedades, proporcionando

explicaciones para los fenómenos naturales, consuelo en tiempos de adversidad y un marco

moral para la conducta humana. Desde las civilizaciones antiguas hasta la era moderna, la

búsqueda de lo divino ha sido una constante en la experiencia humana, manifestándose en una

diversidad de prácticas, rituales y sistemas de creencias.

En este trabajo, se hallara la compleja relación entre el hombre y sus dioses a lo largo de

la historia, desde las concepciones antiguas hasta las perspectivas filosóficas contemporáneas. Se

analizará cómo diferentes culturas han interpretado y venerado a sus deidades, así como las

prácticas rituales y ceremoniales que han caracterizado la adoración religiosa en diversas

sociedades. También analizaremos las contribuciones de destacados filósofos como Baruch

Spinoza, Ludwig Feuerbach y Santo Tomás de Aquino, quienes han ofrecido perspectivas únicas

sobre la naturaleza de lo divino y su relación con la humanidad.

A través de este estudio, nos proponemos comprender la evolución de las creencias

religiosas y su impacto en la vida individual y colectiva de las personas a lo largo del tiempo.

¿Cómo han influido las concepciones religiosas en la cultura, la política y la moralidad de las

sociedades? ¿Qué papel han desempeñado los rituales y prácticas religiosas en la formación de

identidades culturales y en la búsqueda de significado y trascendencia? ¿Cuál es el lugar de la

religión en el mundo contemporáneo, caracterizado por una diversidad religiosa y espiritual sin
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precedentes? Estas son algunas de las preguntas que abordaremos en nuestro análisis de la

relación entre el hombre y sus dioses.

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El Hombre y sus Dioses

La relación entre el hombre y los dioses nos adentra en un viaje fascinante a través de las

creencias religiosas a lo largo de la historia humana. Desde tiempos antiguos, las personas han

buscado explicaciones para los fenómenos naturales, asignando a fuerzas como el sol, la luna y

el mar un carácter divino. Estas deidades representaban aspectos esenciales de la existencia

humana y eran objeto de rituales y sacrificios.

A medida que las civilizaciones progresaban, también lo hacían sus sistemas de creencias

religiosas. Se establecían rituales formales y se creaban dioses específicos para cada cultura. A

pesar de las variaciones en las representaciones divinas, se observaban patrones comunes en las

creencias religiosas de diferentes pueblos, todos ellos enfrentando temores ante los fenómenos

que no podían controlar.

Con el tiempo, el avance del conocimiento humano comenzó a desafiar las creencias

religiosas tradicionales. El surgimiento de la filosofía ofreció nuevas perspectivas sobre la

naturaleza del universo y del ser humano. Se comenzaron a cuestionar las explicaciones míticas

en favor de un enfoque más racional y científico del mundo.

La desaparición de antiguas culturas y la llegada de nuevos paradigmas de pensamiento

marcaron un cambio en el ámbito religioso. La aparición del cristianismo y otras religiones

monoteístas transformaron las creencias y prácticas espirituales de muchas sociedades, mientras

que el humanismo empezó a influir en la forma en que las personas percibían su lugar en el

universo.

En la actualidad, nos encontramos en una era de diversidad religiosa y espiritual. Las

antiguas tradiciones coexisten con nuevas formas de espiritualidad, y la búsqueda de sentido y

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trascendencia sigue siendo una inquietud fundamental para muchos. Aunque la humanidad ha

avanzado en su comprensión del mundo, la cuestión sobre el origen y propósito de la vida sigue

siendo un misterio que motiva a explorar nuevos horizontes en la búsqueda de lo divino.

1. Dios y la filosofía

En la presencia de la percepción humana el con templamiento de las ideas, de una deidad

suprema se puede interpretar de una manera: la filosofía metafísica, a menudo el conocimiento

choca con muchos de los sucesos en una medida de precepto o reglas de la realidad ¿cómo

conocer o acercarse a lo desconocido?, si por medio del conocimiento se puede conocer lo

desconocido, y si hay una manera más que la religión.

La filosofía y la religión han estado entrelazadas a lo largo de la historia, ya que ambas

buscan comprender lo desconocido y dar sentido al mundo que nos rodea. Mientras que la

religión se basa en la fe y la revelación divina, la filosofía se apoya en la razón y la lógica para

explorar conceptos como la existencia de Dios y la naturaleza del universo. Sin embargo, ambas

disciplinas comparten el objetivo común de buscar la verdad y ofrecer respuestas a las preguntas

fundamentales de la existencia humana. En última instancia, cada individuo puede encontrar su

propio camino hacia la comprensión de lo divino, ya sea a través de la fe, la razón o una

combinación de ambas.

1.1. Dios como única substancia (Baruch Spinoza)

Según Spinoza en su libro “ética demostrada según el orden geométrico” Spinoza nos

hace saber una de las proposiciones más importantes: Todo lo que concebimos que está en la

potestad de Dios, es necesariamente. En efecto, todo lo que está en la potestad de Dios debe (por
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la proposición anterior) estar comprendido en su esencia de tal manera que se siga

necesariamente de ella, y Es por tanto necesaria. Spinoza presenta su filosofía panteísta. Afirma

que Dios es la única sustancia existente y que todo lo que existe es una manifestación de esa

única sustancia. Dios, según Spinoza, es la naturaleza misma, y todo en el universo es una

expresión necesaria de la esencia divina, Spinoza define a Dios como “substancia que consiste en

infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.” La existencia de

Dios no es contingente ni depende de nada externo; es una existencia necesaria. Todo lo que

existe, incluyendo nosotros mismos, es una modificación o modo de esa sustancia única.

La filosofía panteísta de Spinoza desafía las concepciones tradicionales de Dios como un

ser separado y trascendente, proponiendo en su lugar una visión en la que Dios y la naturaleza

son una misma entidad. Para Spinoza, la realidad es una red compleja de causas y efectos que

surge necesariamente de la naturaleza divina. Esta perspectiva elimina la noción de un Dios

personal que interviene en los asuntos humanos y, en cambio, presenta a Dios como una realidad

omnipresente e impersonal que se manifiesta en todas las cosas. Al comprender que todo en el

universo es una manifestación de la misma sustancia divina, Spinoza nos invita a contemplar la

interconexión y la unidad subyacente en todo lo que nos rodea.

1.2. Dios imagen y semejanza (Feuerbach)

Tenemos en cuenta por la religión que somos imagen y semejanza de Dios, pero la puesta

de Ludwig Feuerbach en su obra “La esencia del cristianismo” nos muestra una perspectiva

distinta, Las necesidades y características propias se la adjudicamos a el concepto de Dios

dándole énfasis a su misma proposición, nosotros creamos a Dios

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Argumenta que la verdadera esencia de la religión es la expresión de las aspiraciones y

deseos humanos, y que al comprender esto, la humanidad puede emanciparse de la adoración de

un ser divino externo y centrarse en el mejoramiento de la vida humana en la Tierra.

Feuerbach sostiene que la idea de Dios como imagen y semejanza del ser humano surge

de la proyección de nuestras propias cualidades y necesidades en una entidad divina. En lugar de

ser una entidad separada y superior, Dios es una construcción de la mente humana que refleja

nuestros anhelos, valores y aspiraciones. Desde esta perspectiva, Feuerbach invita a la

humanidad a liberarse de la dependencia de un ser divino externo y a reconocer que la verdadera

fuente de significado y trascendencia reside dentro de cada individuo y en las relaciones sociales

que construimos. Al comprender que somos responsables de la creación y mantenimiento de la

idea de Dios, podemos enfocar nuestros esfuerzos en la construcción de un mundo más justo,

equitativo y humano.

1.3. Existencia de Dios (Santos Tomas de Aquino)

Tomas de Aquino nos demuestra, por medio Razonamiento, en su obra “Summa

Theologica” que la existencia de Dios es posible con sus 5 vías tomistas a diferencia de Spinoza

Dios como única substancia y con similitudes en la importancia de un ser supremo argumenta

que La causa es necesaria para un efecto estás son las 5 vías para la demostración de la existencia

de Dios.

Santo Tomás de Aquino ofrece una variedad de argumentos racionales que respaldan la

existencia de Dios. Estos argumentos incluyen desde la observación del movimiento en el mundo

hasta la contingencia de los seres y la existencia de un ser necesario que sustente la realidad. A

través de un análisis filosófico riguroso, Santo Tomás busca demostrar que la existencia de Dios
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no es solo una cuestión de fe, sino que también puede ser fundamentada en la razón y la

observación del mundo que nos rodea. Al integrar la teología con la filosofía, Tomás de Aquino

proporciona un marco intelectual que busca conciliar la fe con la razón, ofreciendo a aquellos

que buscan comprender la naturaleza de Dios un camino basado en el pensamiento lógico y la

observación empírica.

1.Vía del movimiento: Todo lo que se mueve es movido por algo más. Esto lleva a la

conclusión de que debe existir un primer motor inmóvil que mueva todo sin ser movido por

nada.

2.Vía de la causalidad eficiente: Todo efecto tiene una causa. Si seguimos retrocediendo

en la cadena de causas, debe existir una causa primera, es decir, un ser necesario que no depende

de ninguna otra causa para existir y que es la causa de todo lo demás.

3.Vía de la contingencia: Todo lo contingente (aquello que podría no haber existido) tiene

una razón de su existencia. Si todo fuera contingente, en algún momento nada habría existido.

Por lo tanto, debe existir un ser necesario que sea la causa de la existencia de todo lo contingente.

2.Practica y cultos a los Dioses

A lo largo de la historia de la humanidad, las prácticas y cultos a los dioses han sido una

parte integral de la experiencia religiosa de las sociedades en todo el mundo. Desde las

civilizaciones más antiguas hasta las más contemporáneas, la adoración de divinidades y la

participación en rituales religiosos han desempeñado un papel central en la vida espiritual y

cultural de las personas.

Estas prácticas y cultos varían enormemente en forma y contenido, desde simples actos

de devoción hasta elaboradas ceremonias y festivales. Sin embargo, todos comparten un

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propósito común: honrar a lo divino, buscar su favor y protección, y establecer una conexión

significativa con lo trascendente.

A lo largo de los siglos, estas prácticas han evolucionado y se han adaptado a los cambios

en la sociedad, la política y la cultura. A pesar de estas transformaciones, la necesidad

fundamental del ser humano de buscar un significado más allá de lo material y de encontrar

consuelo en la fe y la espiritualidad ha perdurado a lo largo del tiempo.

2.1.Ofrendas, purififación y servicio

Las ofrendas a los dioses son actos rituales en los que se presentan regalos simbólicos

como muestra de devoción, gratitud y respeto hacia lo divino. Estas ofrendas pueden incluir una

amplia variedad de elementos, desde alimentos y bebidas hasta objetos preciosos y símbolos

religiosos. La práctica de ofrecer dones a los dioses se remonta a las civilizaciones más antiguas

y se encuentra en muchas tradiciones religiosas en todo el mundo.

El propósito principal de las ofrendas es establecer una conexión íntima con lo divino y

ganar su favor y protección. Se cree que al presentar obsequios a los dioses, se fortalece la

relación entre lo humano y lo sagrado, y se invoca su bendición para diversos aspectos de la

vida, como la salud, la prosperidad y la protección contra el mal. Además, las ofrendas pueden

ser una expresión de gratitud por los dones recibidos o una forma de buscar orientación y ayuda

en momentos de necesidad.

En muchas culturas, las ofrendas se realizan en altares sagrados, templos o santuarios

designados para este fin. Estos lugares son considerados como puntos de encuentro entre lo

divino y lo terrenal, donde los fieles pueden expresar su devoción y recibir la gracia de los

dioses. Los objetos ofrecidos suelen ser cuidadosamente seleccionados y preparados con
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reverencia y respeto, y pueden incluir alimentos cocinados, frutas, flores, velas, incienso u otros

objetos simbólicos.

2.2.Sacrificios y autosacrificios

Los sacrificios y autosacrificios en honor a los dioses han sido una práctica común en

diversas culturas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad. Estas ofrendas, que van

desde simples gestos simbólicos hasta rituales elaborados y a menudo sangrientos, reflejan la

profunda devoción y el deseo de comunión con lo divino por parte de los creyentes. A lo largo de

los siglos, estas prácticas han evolucionado y han adoptado diversas formas, pero siempre han

sido consideradas como una forma de comunicarse con los dioses y buscar su favor, protección o

perdón.

En muchas culturas antiguas, los sacrificios eran una parte integral de la religión y la vida

cotidiana. Desde los aztecas en Mesoamérica hasta los antiguos griegos en el Mediterráneo, los

sacrificios de animales, e incluso de seres humanos, eran realizados en honor a los dioses como

parte de rituales ceremoniales y festivales religiosos. Estas ofrendas tenían como objetivo aplacar

la ira de los dioses, asegurar buenas cosechas, proteger a la comunidad de la guerra o

simplemente expresar gratitud por los favores recibidos.

Los autosacrificios eran también una práctica extendida en muchas culturas antiguas,

donde los individuos ofrecían algo de sí mismos como muestra de devoción o penitencia. Desde

la flagelación y la mutilación ritual hasta el ayuno y la abstinencia sexual, los autosacrificios

podían adoptar diversas formas y grados de intensidad. En algunas culturas, como la de los

mayas en Mesoamérica, los sacerdotes realizaban autosacrificios dolorosos, como la perforación

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de la lengua o el pecho, como parte de rituales religiosos destinados a obtener la favorabilidad de

los dioses y asegurar la supervivencia de la comunidad.

Aunque hoy en día estas prácticas pueden parecer extrañas o incluso bárbaras, es

importante entenderlas dentro de su contexto cultural y religioso. Para muchas sociedades

antiguas, los sacrificios y autosacrificios eran una parte fundamental de su vida espiritual y su

relación con lo divino. A través de estos actos, buscaban establecer una conexión más estrecha

con los dioses y garantizar su protección y favor. Aunque pueden parecer extremos desde nuestra

perspectiva moderna, los sacrificios y autosacrificios ilustran la profundidad de la fe y la

devoción humanas a lo largo de la historia

2.3.Ocultismo

El ocultismo y los dioses han mantenido una estrecha relación a lo largo de la historia de

la humanidad, fusionando creencias, prácticas místicas y rituales para buscar la conexión con lo

divino y lo trascendental. Este fascinante vínculo entre lo oculto y lo divino ha influido en

diversas culturas y religiones en todo el mundo, dando forma a sistemas de creencias y prácticas

rituales que persisten hasta nuestros días.

Desde tiempos antiguos, el ocultismo ha sido parte integral de las religiones y las

tradiciones espirituales de muchas civilizaciones. En culturas como la egipcia, la mesopotámica

y la griega, los sacerdotes y los magos desempeñaban un papel fundamental en la comunicación

con los dioses y en la interpretación de los mensajes divinos. Estas figuras expertas en lo oculto

utilizaban prácticas como la astrología, la adivinación y la magia para acceder a conocimientos y

poderes más allá del alcance de lo cotidiano.

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En el antiguo Egipto, por ejemplo, los sacerdotes practicaban rituales de mumificación y

ofrendas a los dioses como parte de su búsqueda de la inmortalidad y la vida después de la

muerte. En la antigua Grecia, los misterios eleusinos y los cultos órficos exploraban conceptos de

muerte y renacimiento a través de rituales secretos y experiencias místicas. Estas prácticas

ocultas no solo buscaban influir en el mundo terrenal, sino también en el mundo espiritual,

estableciendo un puente entre lo humano y lo divino.

A lo largo de la historia, el ocultismo ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios

culturales y sociales, manteniendo su relevancia en diversas formas. Durante la Edad Media

europea, por ejemplo, el ocultismo estaba estrechamente ligado a la alquimia y la búsqueda de la

piedra filosofal, una sustancia legendaria que se creía capaz de conferir la inmortalidad y el

poder divino. Los alquimistas, inspirados por la idea de la transmutación de los metales y la

búsqueda de la perfección espiritual, realizaron experimentos y rituales en su búsqueda del elixir

de la vida.

En la era moderna, el ocultismo ha experimentado un resurgimiento, influido en parte por

movimientos espirituales como el esoterismo y el neopaganismo. En la actualidad, muchas

personas recurren al ocultismo en busca de orientación espiritual, autoconocimiento y

empoderamiento personal. Prácticas como la astrología, la cartomancia y la magia siguen siendo

populares, mientras que nuevas formas de ocultismo, como la brujería moderna y el chamanismo

urbano, continúan surgiendo y evolucionando.

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Conclusiones

Practica y culto a los dioses

-A lo largo de la historia humana, las prácticas y cultos dirigidos a las divinidades han

actuado como un elemento unificador, simbolizando la continua búsqueda de significado,

conexión espiritual y transcendencia. A través de ceremonias y actos de devoción, las

comunidades han hallado consuelo y guía en momentos de transformación y adversidad,

subrayando así la relevancia perdurable de la fe en nuestra existencia.

-Las ofrendas, la purificación y el servicio a los dioses son componentes fundamentales

en la vivencia religiosa de numerosas culturas. Estas acciones no solamente evidencian el anhelo

humano de conexión y benevolencia divina, sino que también funcionan como instrumentos para

reforzar la unidad espiritual dentro de la comunidad. A través de estas expresiones de devoción,

las personas hallan sentido, seguridad y equilibrio en su relación con lo trascendente.

-Las prácticas ancestrales subrayan la compleja relación entre la humanidad y lo sagrado,

destacando el papel del sacrificio como un medio para buscar la comunión espiritual y la gracia

divina. A través de estos actos de devoción, las personas expresan su reverencia hacia lo divino y

buscan encontrar significado y protección en su relación con los dioses.

- El ocultismo ha sido un componente esencial de la vivencia religiosa en numerosas

culturas, moldeando la forma en que se percibe y venera a las deidades. Aunque su expresión y

práctica pueden variar, el ocultismo en el contexto religioso a menudo involucra la búsqueda de

sabiduría, poder y conexión espiritual más allá de lo evidente y superficial.

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Dios y la filosofía

-La interrelación entre filosofía y religión se revela en su búsqueda conjunta por

comprender lo desconocido y otorgar significado al mundo. Mientras la religión se apoya en la fe

y la revelación, la filosofía emplea la razón y la lógica. A pesar de sus diferencias metodológicas,

ambas comparten el propósito de buscar la verdad y abordar las interrogantes esenciales de la

existencia humana. En última instancia, cada individuo puede hallar su propio camino hacia la

comprensión de lo divino, ya sea a través de la fe, la razón o una amalgama de ambas

perspectivas

-La filosofía panteísta de Spinoza nos invita a replantear nuestras concepciones

tradicionales sobre la naturaleza de Dios. Según su visión, Dios no es un ser separado y

trascendente, sino la única substancia existente que se manifiesta en todas las cosas. Esta

perspectiva desafía la idea de un Dios personal e interventor, presentando en su lugar una

realidad omnipresente e impersonal. La comprensión de que todo en el universo es una expresión

de la misma esencia divina nos lleva a reflexionar sobre la interconexión y la unidad intrínseca

en el cosmos. ¿Cómo impacta esta visión panteísta en nuestra percepción de la realidad y en

nuestra relación con el mundo que nos rodea? ¿De qué manera esta concepción de Dios como

única substancia influye en nuestra comprensión de la existencia y en nuestras acciones

cotidianas?

-Feuerbach nos desafía a reflexionar sobre la naturaleza de la creencia en Dios como

imagen y semejanza del ser humano también nos brinda una perspectiva distinta no al teísmo y

existencia solamente si no en la religión, algunas preguntas que surgen para realizar el ejercicio

del conocimiento son, ¿De qué manera nuestras propias experiencias, valores y necesidades

influyen en nuestra concepción de lo divino? ¿Cómo afecta esta comprensión de Dios a nuestra
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percepción del mundo y a nuestras relaciones con los demás? Es el viaje dentro del conocimiento

a un ser divino.

-La argumentación de Santo Tomás de Aquino sobre la existencia de Dios nos lleva a

reflexionar sobre la relación entre la fe y la razón y meditaciones metafísicas en materia para

comprender de qué manera el hombre se puede sostener la existencia de un ser suprema, algunas

de las dudas surgidas en medio de la redacción de este texto fueron. ¿Cómo pueden coexistir la

fe religiosa y la razón filosófica en la comprensión de la existencia divina? ¿En qué medida los

argumentos racionales de Aquino pueden influir en la percepción de la realidad y en las

creencias individuales?
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