0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas

La Lluvia

Cargado por

isidro.iii005
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas

La Lluvia

Cargado por

isidro.iii005
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

La lluvia

La lluvia (también pluvia)1 (del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de


tipo hidrometeorológico que se inicia con la condensación del vapor de agua que
forma gotas de agua, las cuales pasan a formar las nubes y cae al suelo. El calor
atmosférico origina el ascenso de las nubes y su enfriamiento, con lo cual crece el
tamaño de las gotas de agua y su mayor peso las hace precipitarse hacia
la superficie terrestre, dando origen así a la lluvia. Para lo perteneciente o relativo
a la lluvia, se utiliza el adjetivo «pluvial».2

Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es


la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o de
gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no sería
lluvia, sino virga, y si el diámetro es menor, sería llovizna.3 La lluvia se mide
en litros caídos por metro cuadrado.4

La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y,


especialmente, la humedad atmosférica. El agua puede volver a la tierra, además,
en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la superficie contra la que
choque, el sonido que producirá será diferente.

La lluvia, como fenómeno atmosférico, es quizá el más importante para preservar


de la naturaleza, porque sirve para que las plantas crezcan, lo que tiene diversas
funciones, entre ellas para la sociedad humana la de hacer crecer los cultivos de
alimentos.

Formación[editar]
Lluvias orográficas.
La lluvia puede originarse en diferentes tipos de nubes,
generalmente nimboestratos y cumulonimbos, así como en diferentes sistemas
organizados de células convectivas: la persistencia de lluvia abundante requiere
que las capas de nubes se renueven continuamente por un movimiento de
ascenso de las más inferiores que las sitúe en condiciones propicias para que se
produzca la lluvia. Únicamente así se explica que algunas estaciones
meteorológicas, como las de Baguio (en la isla de Luzón, en las Filipinas), haya
podido recibir 2239 mm de lluvia en cuatro días sucesivos. Todo volumen de aire
que se eleva se dilata y, por consiguiente, se enfría. La ascensión de las masas de
aire puede estar ligada a diversas causas, que dan lugar a diversos tipos de
lluvia:5

 Lluvias de convección. Al calentarse las capas bajas que están en


contacto con la superficie terrestre, el aire se hace más ligero, se
expande, pesa menos y sube. Al subir se enfría, se condensa y se
produce la precipitación. Son lluvias características de las latitudes
cálidas y de las tormentas de verano de la zona templada.6
 Lluvias orográficas. Se producen cuando una masa de aire húmeda
choca con un relieve montañoso y al chocar asciende por la ladera
orientada al viento (barlovento). En la ladera opuesta al viento
(sotavento) no se producen precipitaciones, porque el aire desciende
calentándose y se hace más seco.7
 Lluvias frontales o ciclonales. Se producen en las latitudes templadas, al
entrar en contacto dos masas de aire de características térmicas
distintas, como las provocadas por el frente polar (zona de contacto
entre las masas de aire polares —frías— y tropicales —cálidas—), que
aparece acompañado de borrascas, que son las causantes del tiempo
inestable y lluvioso.8
 Frente frío.
 Frente cálido.
 Frente ocluido.

Gotas de agua[editar]
lágrima, como mucha gente cree. B) Las gotas muy pequeñas son casi esféricas. C) Las
gotas más grandes se aplastan en la parte inferior por la resistencia del aire y tienen la
apariencia de un pan de hamburguesa. D) Las gotas grandes tienen una gran cantidad de
resistencia de aire, lo que hace que empiecen a ser inestables. E) Las gotas muy grandes se
dividen por la resistencia del aire.
Las gotas no tienen forma de lágrima (redondas por abajo y puntiagudas por
arriba), como se suele pensar. Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras
que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los 0,5 y los 6,35 mm,9
mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo
de su intensidad y volumen.

Distribución y utilización[editar]
La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será aprovechada
para las plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se incrementen por
medio de los barrancos y escorrentías que, a su vez, aumentarán las reservas de
pantanos y de embalses, y otra parte se infiltrará a través del suelo, y, discurriendo
por zonas de texturas más o menos porosas, formará corrientes subterráneas que
o bien irán a parar a depósitos naturales con paredes y fondos arcillosos y que
constituirán los llamados yacimientos o pozos naturales (algunas veces formando
depósitos o acuíferos fósiles, cuando se trata de agua acumulada
durante períodos geológicos con un clima más lluvioso), o acabarán
desembocando en el mar. La última parte se evaporará antes de llegar a la
superficie por acción del calor.

Las dimensiones de una cuenca hidrográfica son muy variadas, especialmente


cuando se trata de estudios que abarcan una área importante. Es frecuente que
en la misma se sitúen varias estaciones pluviométricas. Para determinar la
precipitación en la cuenca en un período determinado se utilizan algunos de los
procedimientos siguientes: método aritmético, polígonos de Thiessen u
otras interpolaciones, y el método de las isoyetas.

Medición[editar]
La precipitación se mide en milímetros de agua, o litros caídos por unidad de
superficie (m²), es decir, la altura de la lámina de agua recogida en una superficie
plana es medida en mm o L/m² (1 milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de
agua por m²).

La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con los pluviómetros. La


medición se expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía
en una superficie horizontal e impermeable durante el tiempo que dure la
precipitación o solo en una parte del periodo de la misma.

 Pluviómetro manual: es un indicador simple de la lluvia caída. Consiste


en un recipiente especial cilíndrico, por lo general de plástico, con una
escala graduada en donde todas las marcas están a igual distancia
entre sí. La altura del agua que llena la jarra es equivalente a la
precipitación y se mide en mm.
 Pluviómetros totalizadores: se componen de un embudo o triángulo
invertido, que mejora la precisión y recoge el agua en un recipiente
graduado. A diferencia del anterior, cuanto más hacia abajo están, las
marcas de los milímetros se van separando entre sí cada vez más, lo
cual compensa el estrechamiento del recipiente. El mismo tiene esa
forma para dar más precisión en lluvias de poco volumen y facilitar su
lectura. El instrumento se coloca a una determinada altura del suelo y
un operador registra cada 12 horas el agua caída. Con este tipo de
instrumento no se pueden definir las horas aproximadas en que llovió.
 Pluviógrafo de sifón: consta de un tambor giratorio que rota
con velocidad constante. Este tambor arrastra un papel graduado; en
la abscisa se tiene el tiempo y en la ordenada la altura de la
precipitación pluvial, que se registra por una pluma que se mueve
verticalmente, accionada por un flotador, marcando en el papel la altura
de la lluvia.
 Pluviógrafo de doble cubeta basculante: el embudo conduce el agua
colectada a una pequeña cubeta triangular doble, de metal o plástico,
con una bisagra en su punto medio. Es un sistema cuyo equilibrio varía
en función de la cantidad de agua en las cubetas. La inversión se
produce generalmente a 0,2 mm de precipitación, así que cada vez que
caen 0,2 mm de lluvia la báscula oscila, vaciando la cubeta llena,
mientras comienza a llenarse la otra.
Parámetros que caracterizan la lluvia[editar]
La lluvia puede ser descrita en los siguientes términos:
 Intensidad. Se define como la cantidad de agua que cae por unidad de
tiempo en un lugar determinado. Existe una relación entre la intensidad
de la lluvia y su duración: para un mismo período de retorno, al
aumentarse la duración de la lluvia disminuye su intensidad media. La
formulación de esta dependencia es empírica y se determina caso por
caso, basándose en los datos observados directamente en el sitio de
estudio o en otros sitios próximos con las características
hidrometeorológicas similares. Dicha formulación se conoce como
relación Intensidad-Duración-Frecuencia, o comúnmente conocida
como curvas IDF.10
 Duración. La duración del episodio de lluvia o tormenta varía
ampliamente, oscilando entre unos pocos minutos a varios días.10
 Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría el agua
precipitada sobre un m² de superficie horizontal impermeable, si la
totalidad del agua precipitada no se escurriera. Esta dimensión es la
que se mide en los pluviómetros. Generalmente se expresa en mm
(1 mm de agua sobre 1 m² equivale a 1 litro).
 Frecuencia. La frecuencia de un determinado episodio pluvial,
estrechamente relacionado con el llamado tiempo de retorno, se define
como el promedio de tiempo que transcurre entre los acaecimientos de
dos episodios de tormenta de la misma característica. Para estas
determinaciones se toman en cuenta la duración o la altura, y,
eventualmente, ambas.
 Distribución temporal. La distribución temporal de una tormenta tiene un
rol importante en la respuesta hidrológica de cuencas en términos de
desarrollo del hietograma de una tormenta.10
 Distribución espacial. Las tormentas que cubren áreas grandes tienden
a tener formas elípticas, con un ojo de alta intensidad ubicado en el
medio de la elipse, rodeado por lluvias de intensidades y alturas
decrecientes. El ojo de la tormenta tiende a moverse en dirección
paralela a los vientos prevalentes durante el período en que se da el
fenómeno.
Clasificación según la intensidad[editar]
Lluvias en el huracán Ernesto.
Oficialmente, la lluvia se adjetiviza11 respecto a la cantidad de precipitación por
hora (Tabla 1). Una de las expresiones más empleadas en los medios de
comunicación es la de lluvia torrencial, que comúnmente se asocia a
los torrentes y, por lo tanto, a fenómenos como las inundaciones repentinas,
deslaves y otros con daños materiales.

Tabla 1. Clasificación de la precipitación según la intensidad

Clase Intensidad media en una hora (mm/h)


Débiles ≤2
Moderadas > 2 y ≤ 15
Fuertes >15 y ≤ 30
Muy fuertes >30 y ≤ 60
Torrenciales >60
Fuente: AEMET

Otra forma de clasificar la precipitación, independientemente de la anterior, es


según el índice n o índice de regularidad de la intensidad (Tabla 2).1213 Este índice
mide la relación entre la intensidad y la duración de una precipitación dada, tanto
en el ámbito de la meteorología como en el de la climatología. En este último
ámbito, las curvas que describen dicho comportamiento se conocen como Curvas
IDF o de Intensidad-Duración-Frecuencia.14

Tabla 2. Clasificación de la precipitación según la regularidad

n Variabilidad de la intensidad Interpretación del tipo de precipitación


0,00-0,20 Prácticamente constante Muy predominantemente advectiva o estacionaria
0,20-0,40 Débilmente variable Predominantemente advectiva
0,40-0,60 Variable Efectiva
0,60-0,80 Moderadamente variable Predominantemente convectiva
0,80-1,00 Fuertemente variable Muy predominantemente convectiva
Fuente: Divulgameteo

Clasificación de precipitaciones acuosas[editar]


 Lluvia. Es un término general para referirse a la mayoría de
precipitaciones acuosas. Puede tener cualquier intensidad, aunque lo
más frecuente es que sea entre débil y moderada.
 Llovizna (o garúa). Lluvia muy débil en la que a menudo las gotas son
muy finas e incluso pulverizadas en el aire. En una llovizna la
pluviosidad o acumulación es casi inapreciable. Popularmente se le
llama garúa, orvallo, sirimiri, pringas o calabobos.
 Chubasco (o chaparrón). Es lluvia de corta duración, generalmente de
intensidad moderada o fuerte. Los chubascos pueden estar
acompañados de viento.
 Tormenta eléctrica. Es lluvia acompañada por actividad eléctrica y,
habitualmente, por viento moderado o fuerte, e, incluso, con granizo.
Las tormentas pueden tener intensidades desde muy débiles hasta
torrenciales, e, incluso, a veces son prácticamente secas. La
combinación de tormentas secas y chubascos puede presentarse en
cualquier caso. Es decir, un chubasco fuerte con tormenta tiene un área
pluvial reducida, la cual puede estar rodeada por una especie de círculo
de mayor tamaño donde se dejan sentir los truenos y relámpagos pero
no llueve.
 Aguacero. Es lluvia torrencial, generalmente de corta duración.
Sinónimo de chubasco o chaparrón.
 Monzón. Lluvia muy intensa y constante propia de determinadas zonas
del planeta con clima estacional muy húmedo, especialmente en
el océano Índico y el sur de Asia.
 Manga de agua (o tromba). Es un fenómeno meteorológico de
pequeñas dimensiones pero muy intenso, que mezcla viento y lluvia en
forma de remolinos o vórtices.
 Rocío. No es propiamente lluvia, sino una forma de condensación de la
humedad del ambiente en las noches frías y despejadas, cuando el
vapor de agua se condensa formando pequeñas gotas en las hojas de
las plantas o en otras superficies frías.
Nombres coloquiales[editar]
A las lluvias de fuerte intensidad se les suelen dar diferentes nombres en diversos
países, por
ejemplo: tempestad (Argentina y Uruguay), temporal (Argentina, Chile,y
Uruguay), chaparrón (Argentina, España, México, Perú y Uruguay), zamanzo de
agua (algunas zonas de Andalucía), palo de agua (Canarias, Colombia —en
la Región Caribe—, Panamá , Venezuela y Cuba), aguacero (Argentina, Ecuador,
Colombia, —en la Región Andina—, México, Puerto Rico y República Dominicana)
y chubasco, etc.

Impacto[editar]
Agricultura[editar]
Las precipitaciones, especialmente las pluviales, tienen un efecto decisivo en la
agricultura. Todas las plantas necesitan al menos algo de agua para sobrevivir,
por lo tanto, la lluvia (que es el medio de riego más eficaz) es importante para la
agricultura. Si bien un patrón de lluvia regular suele ser vital para la salud de las
plantas, demasiada o muy poca lluvia puede ser dañina, incluso devastadora para
los cultivos. La sequía puede matar los cultivos y aumentar la erosión,15 mientras
que el clima demasiado húmedo puede causar el crecimiento de hongos
dañinos.16 Las plantas necesitan distintas cantidades de precipitación para
sobrevivir. Por ejemplo, ciertos cactus requieren pequeñas cantidades de agua,17
mientras que las plantas tropicales pueden necesitar hasta cientos de litros por
año para subsistir.

En áreas con estaciones húmedas y secas, los nutrientes del suelo disminuyen y
la erosión aumenta durante la estación lluviosa.18 Los animales tienen estrategias
de adaptación y supervivencia para el régimen más húmedo. La estación
seca anterior provoca escasez de alimentos en la estación pluviosa, ya que los
cultivos aún no han madurado.19 Los países en desarrollo han observado que sus
poblaciones muestran fluctuaciones estacionales de peso debido a la escasez de
alimentos que se observa antes de la primera cosecha, que se produce al final de
la temporada de lluvias.20 La precipitación se puede recolectar mediante el uso de
tanques de agua, tratados para uso potable o no potable en interiores o para
riego.21

Cultura y religión[editar]
Las actitudes culturales hacia la lluvia difieren en todo el mundo. En climas
templados, las personas tienden a estar más estresadas cuando el clima es
inestable o nublado, con un impacto mayor en los hombres que en las mujeres.22
La lluvia también puede traer alegría, ya que algunos la consideran relajante o
disfrutan de su atractivo estético. En lugares secos, como la India,23 o durante
períodos de sequía,24 la lluvia levanta el ánimo de las personas. En Botsuana, la
palabra setsuana para lluvia, pula, se usa como el nombre de la moneda nacional,
en reconocimiento a la importancia económica de esta en su país, ya que cuenta
con un clima desértico.25 Varias culturas han desarrollado medios para hacer
frente a la lluvia y han desarrollado numerosos dispositivos de protección, como
paraguas e impermeables, y dispositivos de desviación, como canalones y
desagües pluviales, que conducen las precipitaciones a las alcantarillas.26 Muchas
personas encuentran el olor durante e inmediatamente después de la lluvia
agradable o distintivo. La fuente de este aroma es el petricor, un aceite producido
por las plantas, luego absorbido por las rocas y el suelo, y luego liberado al aire
durante la lluvia.27

Tláloc, deidad mesoamericana de la lluvia.


La lluvia tiene un significado religioso importante en muchas culturas.28 Los
antiguos sumerios creían que la lluvia era el semen del dios del cielo Anu,29 que
cayó del cielo para inseminar a su consorte, la diosa de la tierra Ki,29 provocando
que ella diera a luz a todas las plantas de la tierra.29 Los acadios creían que las
nubes eran los pechos de la consorte de Anu, Antu, y que la lluvia era leche de
sus mamas.29 Según la tradición judía, en el 1 a. C., el hacedor de milagros
judío Honi ha-M'agel puso fin a una sequía de tres años en Judea dibujando un
círculo en la arena y rezando para que llueva, negándose a abandonar el círculo
hasta que su oración fue concedida.30 En sus Meditaciones, el emperador
romano Marco Aurelio conserva una oración por la lluvia hecha por
los atenienses al dios celestial griego Zeus.28 Se sabe que varias tribus nativas
americanas han realizado históricamente danzas de la lluvia en un esfuerzo por
fomentar las precipitaciones.28 En los Estados Unidos de la actualidad, varios
gobernadores estatales han celebrado días de oración por la lluvia, incluyendo un
día en el estado de Texas en 2011.28 Los rituales para provocar el llover también
son importantes en muchas culturas africanas.31

Inundaciones[editar]
Artículo principal: Inundaciones
Las inundaciones son un peligro de origen natural que se presenta cuando el agua
sube mucho su nivel en los ríos, lagunas, lagos y mar; entonces, cubre o llena
zonas de tierra que normalmente son secas. Son una de las catástrofes que
mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que durante el
siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es más
de la mitad de los fallecidos por desastres originados por la presencia de un
peligro de origen natural en el mundo en ese periodo. La lluvia excesiva durante
períodos cortos de tiempo puede causar inundaciones repentinas.32

Goteras y filtraciones de agua[editar]


Como consecuencia de las lluvias y la continua deposición de grandes cantidades
de agua en zonas y áreas mal desalojadas, se pueden producir lo que
comúnmente denominamos como goteras. Así pues, acompañadas de filtraciones
de agua, este problema representa una de las amenazas más latentes para la
gran mayoría de viviendas.

También producen un aumento de la humedad ambiental y si se dejan pasar


pueden llegar a anegar e inundar habitaciones enteras,33 lo cual hace que una
correcta impermeabilización sea crucial de cara a mantener el correcto estado de
la vivienda.

Por esta razón, arreglar y localizar una gotera suele ser una de las tareas más
importantes y a la vez más difíciles pero, por otra parte, también necesarias.
Disponer de filtraciones de agua en una vivienda puede llegar a ser algo realmente
molesto y peligroso, lo que hace que sea importantísimo ponerles solución cuanto
antes.

Uno de los métodos que más se suele emplear para impermeabilizar el edificio o
la vivienda en cuestión suele ser la utilización de diferentes tipos de telas
asfálticas. Actualmente, encontramos tres modelos que son los que reúnen las
características adecuadas y que se recomiendan tanto para impermeabilizar una
azotea como para eliminar las goteras en una terraza.

 Aluminio: disponen de un color cromado y son perfectas para proteger


todo tipo de superficie de los cambios bruscos de temperatura. Ideales
para zonas exteriores.
 Pizarra: diseñada únicamente para combatir y reparar tanto las
filtraciones de agua como las humedades en terrazas y azoteas.
Altamente resistente e increíblemente dura, por lo que resulta muy
conveniente instalarla en cualquier tipo de superficie.
 Interiores: este último tipo se aconseja para utilizar a modo de
complemento en combinación con diferentes tipos de telas, puesto que
no son tan resistentes. Ideales para ponerlas debajo de tejas y
cerámicas.

También podría gustarte