Trastorno Límite de Personalidad
Trastorno Límite de Personalidad
Trastorno Límite de Personalidad
A pesar de que la persona con este trastorno muestra una inteligencia normal, su
desempeño a nivel académico puede ser inferior al de sus compañeros, debido
precisamente a su inestabilidad en cuanto a sus intereses y una inconstante
capacidad de trabajo, lo que agrava sus sentimientos de frustración y
desesperanza, aumentando su sufrimiento psicológico.
En los últimos años hemos pasado de una casi inexistencia diagnóstica del mismo
a una autentica inflación de casos, diagnosticando como tal otras entidades
clínicas por no decir otras situaciones que no son, en sí mismas, patológicas como
niños consentidos, maleducados, psicópatas que no son trastorno de personalidad
y todo aquella situación que aparece en nuestras consultas y que no sabemos
filiar en el concreto espacio de lo categorial.
Existe un lógico y polémico debate entre la biogenia o psicogenia del TLP, son
muy numerosos los estudios que abogan por una u otra opción, de cualquier
manera defender como única la existencia de una u otra es absurdo y además
científicamente insostenible, es evidente que la génesis del trastorno límite de la
personalidad es una aglutinación de diversos factores y circunstancias genéticas,
bioquímicas, neurofisiológicas y también aprendidas, trasmitidas y moduladas de
una forma dinámica desde la infancia a la etapa adulta, no siendo desdeñable una
vulnerabilidad en el sujeto con trastorno límite de la personalidad.
Tabla 1
Sustrato psicosocial
Todos estos criterios dificultan la relación con los demás y consigo mismos.
Sustrato biológico
Tabla 2
(1)AUTOENGAÑO.
(2)EL MIEDO A SÍ MISMOS.
(3) LA TOMA DE DECISIONES ERRONEAS.
(4) LOS MECANISMOS DE DEFENSA.
(5) LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR.
(6) LA HERIDA NARCISISTA.
(7) EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA.
(8) EL SINDROME DE ARROGANCIA.
(9) LA SOMATIZACION
Tabla 3
En la Tabla 3 enumeramos los síntomas ocultos que tienen que ver con su
relación con el entorno que les rodea, con el cómo establecen y efectúan sus
relaciones interpersonales, la aparición de uno o varios de estos síntomas y según
la intensidad con la que se presentan condicionan el ser y el estar en el mundo de
estos pacientes, como vivencian a quien les rodea, a su familia, a sus parejas, su
medio laboral, sus relaciones sociales. Estos síntomas, en definitiva, son los
responsables de la “imagen” que el paciente da al exterior y consecuentemente el
exterior “devuelve” e interacciona en función de cómo es esta.
El paciente con TLP tiene integrado de una forma inconsciente que EL "OTRO"
ES UN SUJETO MANIPULABLE, la dinámica que este establece en su relación
con los demás pasa por utilizar las relaciones interpersonales como una forma de
explotación, la mayoría de las veces sin un fin concreto y en muchas ocasiones
con un resultado negativo, el paciente, por su victimismo, hace que los demás
estén pendientes de él, los utiliza, pero al no ser una manipulación consciente y
planificada puede volverse contra él, lo cual hace que su ira aparezca al no
encontrar la atención y los cuidados que pretende obtener que en definitiva son el
fin último de esa conducta manipuladora inconsciente. El resultado positivo o
negativo de esta “manipulación” hacia el otro, influye en que el paciente viva a los
demás como muy buenos o muy malos y esta vivencia es lo que conforma el
criterio diagnostico 2 del DSM, la alternancia extrema entre la idealización y
devaluación del otro.
La mayor parte de los pacientes con trastorno límite tiene una "SEDUCCION" Y
"ENCANTO", es una capacidad inconsciente que les sirve para “enganchar” a
determinadas personas, es bien sabido como estas personas tienen una innegable
atracción para muchas personas, hasta bien avanzado el trastorno han dejado en
el camino una legión de admiradores a pesar de haberles hecho sufrir. Este
síntoma oculto explicaría la conducta de promiscuidad sexual que estos pacientes
tienen cuando se une a una falta de control de impulsos. La gran cantidad de
excusas, disculpas, etc, que tienen para justificar sus incumplimientos laborales
sociales y personales están bañados de esta seducción, a la cual se acostumbran
y cuando les falla, dada su reiteración y abuso, les provoca una terrible frustración
que al no soportarla les lleva a la ira desproporcionada.
Una expresión que escuchamos con demasiada frecuencia a los pacientes con
trastorno límite es la de que NADIE LES ENTIENDE, justifican sus conductas más
disparatadas argumentándolas como si fueran tan normales, siendo la falta de
comprensión de los que les rodean lo que hace que esas conductas sean
"diferentes". Este síntoma está cargado de victimismo y justificación, de falta de
empatía ya que, curiosamente, estos pacientes difícilmente entienden o
comprenden las reacciones reprobatorias de los demás hacia ellos, exigen que los
demás entiendan su conducta pero no pueden entender que les censuren a
sabiendas de lo negativo de su acción.