Pavel Florenski - La Columna y El Fundamento de La Verdad-Ediciones Sígueme (2010)
Pavel Florenski - La Columna y El Fundamento de La Verdad-Ediciones Sígueme (2010)
Pavel Florenski - La Columna y El Fundamento de La Verdad-Ediciones Sígueme (2010)
LA COLUMNA
Y EL FUNDAMENTO
DE LA VERDAD
Ensayo de teodicea ortodoxa en doce cartas
TRADUCCIÓN Y EDICIÓN DE
FRANCISCO JOSÉ LÓPEZ SÁEZ
EDICIONES SÍGUEME
SALAMANCA
2010
Cubierta diseñada por Christian Hugo Martín
ISBN: 978-84-301-1728-4
Depósito legal: S. 718-2010
Fotocomposición Rico Adrados S.L., Burgos
Impreso en España / Unión Europea
Imprime: Gráficas Varona S.A.
CONTENIDO
I. Al lector ................................................................................. 35
II. Carta primera: Los dos mundos ............................................. 41
III. Carta segunda: La duda ......................................................... 47
IV. Carta tercera: La unidad trinitaria ......................................... 75
V. Carta cuarta: La Luz de la Verdad .......................................... 91
VI. Carta quinta: El Paráclito ...................................................... 121
VII. Carta sexta: La contradicción ................................................ 149
VIII. Carta séptima: El pecado ....................................................... 169
IX. Carta octava: La Gehenna ...................................................... 201
X. Carta novena: La criatura ...................................................... 245
XI. Carta décima: La Sofía ........................................................... 291
XII. Carta decimoprimera: La amistad ......................................... 349
XIII. Carta decimosegunda: Los celos ............................................ 403
XIV. Posfacio .................................................................................. 419
«Cada vez que uno entra en la iglesia, cada vez que se dispone a ce-
lebrar, experimenta un sentimiento de renovación. Como si lo vie-
ras todo por primera vez, hasta tal punto todo este ámbito colma el
corazón y la fe de admiración y ternura. Como si después de una
larga ausencia del hogar retornases a la casa paterna, y al llegar con-
templases todo aquello que te es más querido.
La Iglesia es nuestra patria metafísica, y en esto reside el poder de
su encanto. La Iglesia es reconocida por la memoria (conforme a la
anámnesis de Platón). Efectivamente, la Iglesia suscita en nosotros
el recuerdo del otro mundo, refleja los rasgos del otro mundo».
Anotación en el Diario del 3 de noviembre de 1916. Durante la no-
che. Preparación para el servicio divino (Pável Florenski, Filosofía
del culto, Moscú 2004, 485).
1. P. Florenskij, La sal de la tierra. Relato de la vida del staretz hieromonje Isidor, del
skit de Getsemaní, compilado y expuesto ordenadamente por su indigno hijo espiritual Pa-
vel Florenskij, Sígueme, Salamanca 2005.
10 Presentación
gico della parola», Medusa, Milano 2003, en Pensar y educar, Anuario del Instituto Superior
de Filosofía San Juan Bosco, Burgos, nº 0 (dic. 2007) 183-213; Comentario a «Non dimenti-
catemi. Le lettere dal gulag del grande matematico, filosofo e sacerdote russo», Oscar Mon-
dadori, Milano 2000, en ibid. nº 1 (dic. 2008) 241-264. Y en segundo lugar, una interesante
recolección de artículos, con abundante material fotográfico, que puede servir como intro-
ducción a diversos aspectos del pensamiento del filósofo y del artista; se trata de un número
monográfico sobre Florenski en Númenor, Revista de literatura y pensamiento, XX (2009) nº
22, dirigida por un grupo literario de Sevilla.
6. Remito a algunos estudios extranjeros de gran valía, puerta de acceso obligado para
acceder a la obra florenskiana: N. Valentini, Pavel A. Florenskij: La sapienza dell’amore. Teo-
logia della bellezza e linguaggio della verità, Edizioni Dehoniane, Bologna 1997; L. Zák, Ve-
rità come ethos. La teodicea trinitaria di P.A. Florenskij, Città Nuova, Roma 1998 (ambos au-
tores han introducido y estudiado el texto de diversas traducciones de Florenski al italiano);
M. Zust, À la recherche de la Vérité vivante. L’expérience religieuse de Pavel A. Florensky
(1882-1937), Lipa, Roma 2002, con una riquísima bibliografía organizada según la cronolo-
gía de sus escritos.
7. Florenskij aparece citado en la encíclica del Papa Juan Pablo II Fides et Ratio, dentro
de una corriente de autores que han elaborado su pensamiento en la “circularidad” entre la ra-
zón y la fe: «La fecundidad de semejante relación se confirma con las vicisitudes personales
de grandes teólogos cristianos que destacaron también como grandes filósofos, dejando es-
critos de tan alto valor especulativo que justifica ponerlos junto a los maestros de la filosofía
antigua. (…) La fecunda relación entre filosofía y palabra de Dios se manifiesta también en
la decidida búsqueda realizada por pensadores más recientes, entre los cuales deseo mencio-
nar, por lo que se refiere al ámbito occidental, a personalidades como John Henry Newman,
Antonio Rosmini, Jacques Maritain, Étienne Gilson, Edith Stein y, por lo que atañe al orien-
tal, a estudiosos de la categoría de Vladimir S. Soloviov, Pavel A. Florenskij, Petr J. Caadev,
Vladimir N. Losskij. Obviamente, al referirnos a estos autores, junto a los cuales podrían ci-
12 Presentación
con las aguas que destilan de aquella cima nevada el valle reseco de nues-
tra cultura y la tierra resquebrajada de nuestra eclesialidad.
tarse otros nombres, no trato de avalar ningún aspecto de su pensamiento, sino sólo proponer
ejemplos significativos de un camino de búsqueda filosófica que ha obtenido considerables
beneficios de la confrontación con los datos de la fe. Una cosa es cierta: prestar atención al
itinerario espiritual de estos maestros ayudará, sin duda alguna, al progreso en la búsqueda
de la verdad y en la aplicación de los resultados alcanzados al servicio del hombre. Es de es-
perar que esta gran tradición filosófico-teológica encuentre hoy y en el futuro continuadores
y cultivadores para el bien de la Iglesia y de la humanidad» (nº 74).
Presentación 13
15. E. Trubetskói comenta a este respecto: «Quizá, en toda la literatura mundial, si se ex-
ceptúan las Confesiones de san Agustín, no existe un análisis más clarividente y atormenta-
do del alma humana, lacerada por el pecado y por la duda, y ninguna obra ha sabido mani-
festar con tanta claridad la necesidad de una ayuda de lo Alto para venir en socorro de la duda
16 Presentación
del hombre, como la de P. Florenski»; E. Trubetskói, Svet Favorskij i preobrazhenie uma: Vo-
prosy Filosofii 12 (1989) 114. Para G. Accarini, la obra fundamental de Florenski, «más que
un trabajo especulativo, es una confesión valiente, a veces despiadada, pero siempre y en
cualquier caso llena de esperanza, en la cual él, basándose en aquel inmenso tesoro inicial que
es la experiencia eclesial, afronta el problema radical de la vida humana buscándole una so-
lución que no contenga incerteza. El mensaje es precioso, porque el autor nos ofrece el sen-
tido de algo que el espíritu del tiempo actual frecuentemente nos hace olvidar: el sentido de
la persona, de sus valores, de su dignidad y, sobre todo, de su inmensa y vinculante libertad»;
G. Accarini, La ricerca di una nuova via spirituale in «Colonna e fondamento della verità»
di Pavel Florenskij: Rivista di filosofia neo-scolastica 67 (1975) 737.
16. «El sistema de Solov’ëv nos aparece precisamente como la síntesis de la dogmática
cristiana con la intuición de un ser resplandeciente de belleza, que se encarna en el mundo pa-
ra transfigurarlo. La intuición de este ser, que recibe el nombre de Sofía to# Qeo#, es la
fuente vital de la filosofía de Solov’ëv, mientras que la doctrina sofiánica, que la desarrolla,
es su centro unificador»; D. Stremooukhoff, Vladimir Soloviev et son oeuvre messianique,
L’Age d’Homme, Lausanne 1975, 7.
17. P. Florenski, Dogmatismo y dogmática, en Obras en cuatro tomos, t. I, Moscú
1994, 561.
Presentación 17
22. A pesar de las similitudes innegables con el lenguaje del esoterismo, no pienso que
los temas más arriesgados de esta obra, a pesar del constante sincretismo del autor, puedan
ser calificados de gnósticos. El intento de Florenski consistiría más bien en enraizar en la
gran tradición eclesial y devolver a ella, con libertad carismática, los elementos de verdad que
la herejía parcializa y desvirtúa. Por muy nuevo que a oídos occidentales pueda sonar el te-
ma de la divina Sofía, en realidad las reflexiones de Florenski hunden sus raíces en el estilo
y los temas de la primerísima teología eclesial, la teología judeocristiana, tan presente, de un
modo más o menos consciente, en todo el pensamiento religioso ruso. Invito al lector y al es-
tudioso a no buscar las concordancias del pensamiento florenskiano en los libros sobre el
gnosticismo, sino a acudir a las fuentes que nos informan de la fe de las primeras comunida-
des judeocristianas, para hallar una sorprendente concordancia de pensamiento, sentimiento,
esperanza, tono y motivos de fe; cf. E. Testa, La fede della Chiesa madre di Gerusalemme,
Edizioni Dehoniane, Roma 1995; Id., Maria terra vergine, volume I: I rapporti della Madre
di Dio con la SS. Trinità (Sec I-IX), Franciscan Printing Press, Jerusalem 1985.
22 Presentación
23. P. Florenski, Notas sobre cristianismo y cultura, escrito en 1923, en Obras en cuatro
tomos, t. 2, Moscú 1996, 551. Sobre la significación ecuménica de Pável Florenski, cf. N.
Kauchtschischwili, La cultura e l’unità dei cristiani in Pavel Florenskij: Studi ecumenici 3-
4 (1986) 321-347.
Presentación 23
SOBRE LA TRADUCCIÓN
todoxia, en Obras en cuatro tomos, t. 2, 545-546. Otras críticas, duras y al mismo tiempo ex-
presión de un aprecio y de un amor profundos hacia su propia Iglesia, las encontramos en el
curso de sus lecciones: El puesto en la historia de la cultura de la concepción cristiana del
mundo y sus presupuestos, en Ibid., t. 3(2), Moscú 1999, 461-463.
Presentación 25
29. J.-C. Larchet, Thérapeutique des maladies spirituelles. Une introduction à la tradi-
tion ascétique de l’Église orthodoxe, Cerf, Paris 1997, 10-11.
26 Presentación
Las notas a pie de página son todas del traductor. Su finalidad es acla-
rar términos especiales, justificar las opciones de la traducción, señalar la
proveniencia de algunas citas del texto de Florenski o explicitar detalles
que son conocidos para el lector ruso, pero precisan de una explicación pa-
ra el extranjero. Las notas finales que coronan la obra, a pesar de su proli-
jidad, forman parte del tejido argumentativo del texto y constituyen una de
sus mayores riquezas. La traducción ha sido difícil, y quizá no del todo sa-
tisfactoria: un trabajo completo hubiera requerido la confirmación detalla-
da de todas las citas, esfuerzo imposible para una sola persona. Me he limi-
tado a insertar algunas aclaraciones donde era posible y requerido, y a
señalar la publicación ulterior de otras obras del mismo Florenski, tanto en
ruso como en traducción, a las que él mismo hace referencia. El lector en-
contrará en estas notas libros inaccesibles y, quizá, alejados de sus intere-
ses, pero son obras (provenientes de toda la literatura europea) que orien-
taban la investigación de los estudiosos rusos en el tiempo de la redacción
de la obra y testimonian la amplitud de miras y la energía de la labor inte-
lectual que precedió a la revolución y que en gran parte fue sofocada por
35. Cf. T. Xpidlík, La doctrine spirituelle de Th. Le Reclus. Le Coeur et l’Esprit, OCA
172, Roma 1965.
36. T. Xpidlík, La spiritualité de l’Orient chrétien, II, La prière, 183.
37. Cf. M.-D. Chenu, La teologia come scienza del XIII secolo, cap. 6º: Scienza e Sa-
pienza, Jaca Book, Milano 21985, 133-141.
38. Sobre la distinción de S. Agustín entre scientia y sapientia cf. los siguientes pasajes
del De Trinitate, PL 42: XII, 2 (sólo el hombre percibe, en el mundo corpóreo, las razones
eternas); 3 (la razón superior, a la que pertenece la contemplación, y la inferior, que es diná-
mica); 4 (la imagen de Dios se encuentra en la parte superior del alma, que contempla las ra-
zones eternas); 14 (diferencia entre sabiduría y ciencia; por la sabiduría tiene lugar el cono-
cimiento de las cosas eternas); XIII, 1 (el cometido de la sabiduría y de la ciencia a la luz de
las Escrituras); 19 (sabiduría y ciencia en el Verbo Encarnado).
28 Presentación
ella. Además del valor histórico de estas notas científicas, que constituyen
a veces verdaderos tratados concentrados acerca de los temas más dispares,
las indicaciones de estas copiosas notas pueden servirnos también a noso-
tros para orientarnos en una investigación ulterior sobre cada tema. He aco-
modado en la medida de lo posible la forma de citar del autor a los modos
actuales. He traducido sólo los títulos rusos, dejando en el original las ci-
tas en otras lenguas europeas.
INVITACIÓN A LA LECTURA
guía, mera orientación, y dejarse llevar por la mano maestra del autor. Y La
columna está construida con el arte suficiente para guiar por sí misma y
apasionar desde el primer momento a quien decida dejarse conducir por ca-
minos insospechados al fondo teológico del corazón creyente: la patria
eclesial de la Memoria divina, refugio para la inteligencia huérfana de los
tiempos que vivimos.
Adentrarse directamente en este libro supone una verdadera aventura
del espíritu, un crecimiento interior. Entra desarmado, querido lector: los
espacios de estas Cartas sólo son respirables para quien no ha renunciado
a la inocencia, y sólo se vuelven comprensibles a una cierta ingenuidad.
¿Pero no es la ingenuidad, cuando nace de la fortaleza de la Verdad, otro
nombre del asombro…?