Reseña Observatorios Ciudadanos Nuevas Formas de Participación de La Sociedad

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Política, Globalidad y Ciudadanía

Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública


Universidad Autónoma de Nuevo León
Vol 1. Núm 1. enero-junio 2015, pp. 126-129
ISSN: 2395-8448

Reseña
Natal, A., y Díaz, O. (2014)
Observatorios Ciudadanos: nuevas formas de participación de la sociedad
(1er. Edición). México: Gernika. 295 págs. ISBN:978-607-9083

Miguel Eduardo Alva Rivera


Estudiante de la Licenciatura en Políticas Públicas, Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Lerma
Email: [email protected]

Fecha de envío: 1 de junio 2015


Fecha de aceptación: 5 de junio 2015

Los observatorios ciudadanos (OC) se han constituido como un mecanismo innovador


de participación social dentro de los procesos de formación de la agenda pública y de
formulación de las políticas públicas en México. En este sentido, los OC buscan conformarse
como un nuevo actor social que medie entre la ciudadanía y el gobierno, por medio del
monitoreo de este último, así como en un enlace que permita a diferentes sectores de la
ciudadanía involucrarse en los asuntos públicos y las labores públicas del Estado. Sin embargo,
pese al potencial que tienen los OC como mecanismo de gobernanza y de empoderamiento de
la sociedad civil, la literatura especializada les ha prestado escasa atención. El libro Observatorios
ciudadanos: nuevas formas de participación de la sociedad, coordinado por Alejandro Natal y Oniel
Díaz, busca contribuir a llenar este vacío en la literatura
Los colaboradores del libro desarrollan, a lo largo de diez capítulos, un primer
acercamiento hacia esta nueva figura de participación ciudadana en el marco de los procesos
contemporáneos de gobernanza, en los cuales el involucramiento de los ciudadanos a través de
las organizaciones sociales se vuelve cada vez más relevante, a través de un papel más
institucionalizado de su intervención en las arenas pública y gubernamental. El texto se puede
dividir en dos partes, la primera, de carácter más teórico, comprende los primeros cuatro
capítulos y ofrece al lector una serie de marcos analíticos que permiten contextualizar y
entender el papel de los OC en los procesos de participación ciudadana y de rendición de
cuentas social. La segunda parte ofrece una reflexión, a partir de estudios de caso sobre
diversos tipos de OC en México, sobre los avances y áreas de oportunidad que permitan
enriquecer futuras investigaciones sobre el tema.
En el capítulo introductorio del libro, Natal y Díaz proponen un marco de análisis de los
OC como nueva figura de participación social, destacando tres características estructurales que
han favorecido su surgimiento y posterior desarrollo: 1) la idea creciente de gobernanza, que
enmarca el desarrollo de las relaciones de cooperación entre actores sociales y el gobierno; 2) la
consolidación técnica y política de la sociedad civil, que le ha permitido incidir de manera más

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evidente en políticas públicas y; 3) un entorno favorable constituido por 3 factores: a) mayor
cultura democrática, b) mayor masa crítica, educada y activa y, c) un cierto desarrollo de TICs,
que permitan un mayor grado de accesibilidad de la ciudadanía a información de los procesos
políticos que surgen en su entorno. En su análisis, los autores proponen una clasificación que
permite entender con mayor claridad las tareas propias de los observatorios, identificando
cuatro tipos diferentes: académicos, públicos, internacionales y ciudadanos. Esta clasificación
establece una línea de discusión para los demás capítulos del libro, poniendo mayor énfasis en
los observatorios ciudadanos, los cuales se plantean a partir de su autonomía e independencia,
como los más trascendentales en términos de deliberación, reflexión e incidencia en la
implementación de políticas públicas a partir del empoderamiento de diversos actores sociales.
De manera similar, el capítulo de Martínez, Valencia y Díaz profundizan, con base en la
clasificación expuesta en el primer capítulo, el papel de los diferentes tipos de observatorios en
términos de su representatividad para con la ciudadanía, así como en los procesos de rendición
de cuentas. De acuerdo con los autores, mientras que los observatorios ciudadanos están más
cerca de los modelos de rendición de cuentas social, los observatorios públicos son quizás más
cercanos a los modelos de rendición de cuentas transversal. En este sentido, los autores
señalan la importancia de que esta nueva figura asociativa se someta, al igual que los actores
gubernamentales, a mecanismos de rendición de cuentas con el fin de ganar mayor
reconocimiento y legitimidad ante la sociedad. De manera complementaria el capítulo tercero
de Figueroa y Ranchero señala la importancia de la participación ciudadana por medio de
organizaciones de la sociedad civil (OSC), incluyendo a los observatorios ciudadanos, en los
procesos de toma de decisiones colectivas. Los autores argumentan que el ejercicio de
organización y consolidación por parte de la sociedad civil no es “fruto de un día”, al estar
respaldada por un importante crecimiento de las OSC dentro de la última década, a partir del
establecimiento de marcos normativos que les han permitido involucrarse en el quehacer
público. No obstante, como los autores exponen, la tarea pendiente es analizar las actividades
concretas de las OSC, así como la interacción que mantienen con las autoridades públicas.
El último capítulo de esta primera parte concluye con la aportación de Natal y Lara,
quienes analizan la relación entre el nivel de educación de la sociedad, el surgimiento de los OC
y la construcción de opinión pública, a partir del análisis geográfico del crecimiento de estas
figuras asociativas en todo el país. Este marco de análisis propuesto consigue mantener una
línea explicativa en torno a la importancia del estudio de este nuevo actor social, y aportar
datos empíricos relevantes sobre el desarrollo de los mismos. Los resultados que arroja este
ejercicio demuestran que efectivamente el nivel educativo de la sociedad y el acceso a las
diferentes TICs juegan un papel fundamental en el nacimiento y la operación de los OC. La
pertinencia de este ejercicio analítico es de gran importancia y sugiere que debe de existir un
entorno favorable con los tres factores que proponen Díaz y Natal en el capítulo introductorio,
para que se establezca de manera efectiva una figura asociativa de esta naturaleza.
En la segunda parte del libro se incluyen diversos estudios de caso de OC, los cuales nos
permiten conocer el grado de incidencia que tienen los observatorios en la arena pública, así
como los problemas a los cuales se enfrentan al tratar de incidir en las agendas tanto de la
opinión pública como gubernamental. El capítulo de Lara, por ejemplo, analiza el caso del
Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), a partir de un marco de análisis
sistémico en donde se considera al observatorio como un sistema, con el propósito de

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entender de manera más precisa las relaciones que se establecen en su entorno, a partir de tres
niveles de análisis: a) interno; b) como un todo a nivel agregado y; c) las relaciones externas
con otros actores relevantes. Esta clasificación permite desagregar y clarificar las herramientas
y recursos con los que cuenta un observatorio, dentro de los cuales resaltan los recursos
humanos, al contar el CIEP con un núcleo profesional en los temas que aborda, que le permite
generar información valiosa para otros actores y para la ciudadanía, pero con la desventaja de
no manejar un lenguaje suficientemente digerible para la mayor parte del sector social a quien
va dirigido.
La relevancia de un tema o bien el interés del gobierno por el mismo, es un incentivo
para que se generen mecanismos de inclusión social y participación ciudadana, que le permitan
al gobierno legitimar las acciones que promueva en representación de dichos intereses. Este
puede ser el caso de los Observatorios Ciudadanos Municipales de Seguridad Pública, que
como lo explica Blásquez nacen en el marco del eje transversal de una política federal. Estos
observatorios se muestran como un mecanismo de inclusión social fundamentado en la
relevancia del monitoreo ciudadano en el quehacer de los cuerpos policiales, en pro de evitar
operaciones de corrupción al interior de ellos. Sin embargo en su estructura, se nota una
ausencia de planeación en los ejercicios de inclusión de estos mecanismos, al tomar en cuenta
únicamente a personal capacitado para el seguimiento y generación de datos valiosos en pro
del mejoramiento de políticas de seguridad, lo que excluye a la mayoría de una ciudadanía que
no cuenta con estas capacidades. Es de esta manera como se evidencia un punto de comunión
entre los dos casos ya mencionados, la necesidad de contar con personal capacitado que pueda
llevar a cabo el ejercicio de seguimiento y generación de información valiosa, que le permita en
consecuencia al OC, situarse ante el gobierno como un actor importante en la arena pública.
¿Quién vigila a los que vigilan? Es el nombre del capítulo que desarrolla Díaz y Sánchez,
y que de una manera muy interesante aborda el tema de los medios de comunicación y su
relación con la sociedad civil. Los Observatorios de Medios en México han surgido
gradualmente a partir de la demanda de la democratización de los medios en este país, son el
resultado en muchos casos de la cooperación entre el sector social y la academia, por lo que
han logrado influir de manera limitada pero cada vez más constante, en la demarcación de
políticas públicas en diferentes ámbitos, además de establecer redes de cooperación entre las
mismas, con la finalidad de reducir los costes de transacción invertidos para el ejercicio de sus
funciones. No obstante, si bien realizan una labor de vigilancia, no dejan de ser una fuente de
demandas sociales, por lo que basándose en el marco analítico expuesto en el primer apartado,
es necesario que se sometan al ejercicio de rendición de cuentas por parte de la sociedad a
quienes representan. El capítulo concluye que, si bien los observatorios de medios han
realizado aportaciones relevantes en pro de la democratización de los medios, su incidencia en
las políticas públicas de radiodifusión y telecomunicaciones es limitada debido a la asimetría de
poder entre estos y las empresas dominantes del sector.
Sin duda, el libro de observatorios ciudadanos nos brinda un gran acercamiento a este
nuevo mecanismo de participación social, por lo cual y como se establece en su inicio, cumple
con el cometido de introducir al lector a un marco de análisis teórico y conceptual de esta
nueva figura social. Acertadamente, el libro complementa la parte teórica con la experiencia de
algunos ejemplos de OC en México, entendiendo que estos casos, no son un estudio

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representativo de la figura de OC, puesto que la diversidad de características con las que puede
contar cada observatorio, pueden acrecentar las herramientas analíticas respecto al tema.
Dado el poco estudio de los OC en México, es prematuro emitir críticas constructivas
respecto a este texto, sin embargo seguramente una tarea pendiente de los autores ante este
tema, será la construcción de participación ciudadana en las labores del Estado, ya que como se
ha descrito parece ser que los mecanismos de inclusión ciudadana están dirigidos a una élite en
el sector social, aquellos que cuentan con la educación suficiente para generar información que
le valga tener un lugar en algún OC.

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