1Jn 2 1-2
1Jn 2 1-2
1Jn 2 1-2
“Hijitos míos, …”
Vemos como el apóstol juan escribe esta carta a sus hijos espirituales, y podemos observar una
muestra de amor en esta parte púes comienza por decir en el capítulo DOS “hijitos míos”, pero
también podemos ver esa autoridad que tiene Juan como anciano por el conocimiento de la
palabra de Dios.
Entendemos también que le está escribiendo a creyentes, a aquellos que han creído en cristo
Jesús y le han recibido en su corazón y como consecuencia han sido hechos hijos de Dios (juan
1:12).
También podemos ver una manifestación de amor de parte de Dios para con sus hijos, de
cuidarnos y proveer su palabra para que venzamos al pecado, veamos lo siguiente:
Y dice que estas cosas las ha escrito con un propósito claro: “para que no pequéis;…”
Primeramente veamos el contexto de lo que Juan viene hablando para saber cuáles son estas
cosas que ha escrito…
((1Juan 1:5-10))
Desde el vr 5 del capítulo 1 nos muestra que Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en Él, que
Dios es santo, santo, santo y ninguno que esté en la condición de pecador puede tener
comunión con Él…que ninguno que ande en tinieblas puede decir que tiene comunión con Dios,
pues es un mentiroso y no practica la verdad… pero que si andamos en luz cono él está en luz
tenemos comunión los unos con los otros y la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, y
ahora si fallo lo que debo hacer es confesar mis pecados con un corazón arrepentido porque su
promesa es que si confieso mi pecado Él es fiel y justo para perdonarme y limpiarme de toda
maldad para mantener esa comunión con Dios y como consecuencia con mis hermanos en
Cristo.
Y dice que estas cosas nos han escrito con un propósito y es para que no pequemos, si
sabemos que Dios está en luz debemos procurar entonces tener comunión constante con Él, y
como consecuencia debemos vivir una vida de santificación constante…
Algunos hemos entendido que como todos fallamos y si confesamos nuestro pecado Dios nos
perdona entonces podemos pecar voluntariamente y no pasa nada pedimos perdón y ya…. Y
toman con ligereza el pecado…pero no es así, Dios quiere que no pequemos, con ese propósito
dejó su palabra, para que no pequemos.
- Que como siervos de Dios tenemos una meta específica y debe ser la santificación
constante.
“La labor, aunque es individual de estar en la palabra para no pecar, también debe ser aplicada
en el contexto del cuerpo de Cristo cuidándonos unos a otros”
Entendemos que como hijos de Dios hemos de guardar su palabra para no pecar, sin embargo,
debemos entender que nuestra vieja naturaleza continúa con nosotros hasta que Cristo venga o
hasta que Dios nos recoja.
Esta vieja naturaleza es pecaminosa y tiene una inclinación natural hacia el pecado, es algo con
que luchamos día tras día.
Santiago 1:14-15 “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado,
siendo consumado, da a luz la muerte.”
Hay que entender también que sin cristo estábamos bajo el dominio del pecado, y nos dominaba
a su antojo, pero al recibir a Cristo, Cristo nos ha librado del dominio del pecado y nos hace
libres del pecado.
Ahora, Dios nos ha equipado con el Espíritu Santo y con su palabra para que no pequemos, sin
embargo, a veces terminamos fallando, y pecamos
¿Que es pecado?:
1Jn 3:4 “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley.”
Si el pecado es infringir de la ley de Dios, entonces puedo pensar que pecado es hacer lo
que Dios te pide en su palabra que no hagas, pero también es no hacer lo que Dios te
pide que hagas… y lo uno como lo otro desagrada a Dios.
- No mentiras, pero mientes… infringes la ley de Dios
- No cometerás adulterio … pero lo haces infringes la ley de Dios
- No robaras, pero robas… infringes la ley de Dios
Pero también Dios dice en su palabra amarás a tu prójimo como a ti mismo
No dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre
Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones
Antes bien crecer en la gracia y el conocimiento….
Y aunque sabemos que ya el pecado no debe gobernar en nuestras vidas, no obstante,
sabemos que nuestra naturaleza pecaminosa o carnal, sigue presente en nuestras vidas,
será llevada a tentaciones, que al no estar firmes o permaneciendo en el Señor,
seguramente caeremos en ellas llegando a pecar, tristemente
Pero algo alentador que podemos encontrar en este pasaje es que tenemos a Cristo que
aboga por nosotros y nos defiende ante el Padre.
Y lo que podemos captar es que a pesar que el pecado afecta nuestra relación con Dios, nuestro
servicio al Señor, nuestra vida espiritual… tenemos un abogado que nos defiende ante la corte
de Dios, donde estamos nosotros los acusados por el pecado, el acusador el diablo, el juez justo
el padre y nuestro abogado defensor nuestro Señor Jesucristo.
Y dice “que tenemos”, tiempo presente continuo, ya lo tenemos desde el momento en que
colocamos nuestra fe en Cristo Jesús y lo dejamos entrar en nuestro corazón, desde ese
momento el Señor es nuestro abogado
(Apo 12:10) “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la
salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha
sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de
nuestro Dios día y noche.”
- Hebreos 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él
se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
- Romanos 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el
que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
- (Juan 14:16-17) Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros.
El señor Jesucristo (en el cielo) intercede por nosotros continuamente contra las
acusaciones del enemigo y el espíritu santo (en la tierra, en nuestro corazón) intercede
por nosotros con gemidos indecibles por nuestras oraciones para llevarlas a Dios como
debe de ser
Romanos 8:26-27 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues
qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
“a Jesucristo el justo.”
(Hebreos 4:14-15 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.)
(Filip 2:6-8 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.)
(Mat 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir.)
(Hebreos 7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha,
apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;)
ES QUIEN NOS RECONCILIA CON EL PADRE
a. AL SER NUESTRO SUSTITUTO
“Y él es la propiciación por nuestros pecados; …”
Es que debemos entender que es nuestro abogado porque Él es la propiciación por
nuestros pecados.
Propiciación = expiación
Es apaciguar la ira de Dios por medio de un sacrificio, es satisfacer la ira de Dios por el
cumplimiento del juicio de Dios con derramamiento de sangre.