Precursores

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Hipólito Unanue (Ian)

Mi nombre es José Hipólito Unanue y Pavón. Nací en Arica, en ese entonces llamado Virreinato del
Perú el 13 de agosto de 1755. Mis padres fueron descendientes directos de españoles Fui un
médico, naturalista, meteorólogo, catedrático universitario, político, precursor peruano de la
independencia, reformador de la medicina, logré fundar la escuela de medicina de San Fernando
convenciendo al virrey Fernando de Abascal su creación, esta escuela es actualmente facultad de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. También fui ministro, diputado y presidente del
Primer congreso constituyente. Muchos hablan que fui de personalidad polifacética, pues mi vida y
obra son reconocidas a través de la historia. Me recuerdan como sabio y precursor de la
independencia peruana.
Fallecí el 15 de julio de 1833, a los 78 años de edad, en la hacienda San Juan de Arona, en Cañete.
Toribio Rodríguez de Mendoza (Juan)
Nací un 17 de abril de 1750 en Chachapoyas, cuando gobernaba en el Virreynato del Perú don José
Antonio Manso de Velasco. Destaqué como un estudiante brillante y obteniendo el grado de doctor
en Teología en la Real y Pontificia Universidad de San Marcos de Lima. Fui Sacerdote, maestro y
tribuno, formé a una nueva generación de patriotas en las ideas revolucionarias. También fue
profesor de Filosofía y Teología en el Real Convictorio de San Carlos, donde también fui Rector.
Fui uno de los primeros en visionar la idea de la independencia. Y me preocupé por la educación
popular. Ante la llegada de Don José de San martín, me uní a sus filas para apoyar la causa
libertadora.
Mariano Melgar (Jhon)

Mi nombre es Mariano Melgar, nací el 11 de agosto de 1790 en Arequipa, Virreinato del Perú.
Mis padres fueron Juan de Dios Melgar Sanabria y Andrea Valdiviezo Gallegos. Fui criado en el
seno de una distinguida familia de holgada posición. Y soy conocido como Poeta e independentista
peruano. Leí a los 3 años, y a los doce años dominé el inglés e italiano, también estudié teología
pero lo abandoné y de adulto ejercí la docencia en Latino, física y matemática. Escribí varias obras
como odas y yaravíes. Luego me uní a la causa libertadora en el ejército de Mateo Pumacahua, me
tomaron prisionero en la batalla de Umachiri y me fusilaron al día siguiente, con apenas 24 años de
edad., el 2 de marzo de 1814.
Próceres
Túpac Amaru (Adrián)
Mi nombre es, José Gabriel Condorcanqui, nací en Surinama el 18 de marzo de 1738 fui un líder
indígena, cacique de Surinama, Tungasuca y Pampamarca. A los 20 años me casé con Micaela
Bastidas y tuvimos 3 hijos. tiempo después organicé una gran rebelión contra el sistema
colonial en el año 1780, cuyo objetivo era la independencia de los indígenas y la restauración del
Imperio Inca. Dirigí un gran ejército y conseguimos la victoria en algunos puntos estratégicos; Sin
embargo, en abril de 1781, las fuerzas de Túpac Amaru II fueron derrotadas por los españoles en
las inmediaciones de la antigua capital y fui capturado, al igual que muchos de mis seguidores. El
15 de mayo fue sentenciado a muerte y a presenciar la ejecución de mi esposa y mis dos hijos
mayores.
El 18 de mayo de 1781, en un evento público celebrado en la Plaza de Armas de Cuzco, fui
ejecutado, no sin antes sufrir varias torturas, una de las cuales consistía en ser amarrado de pies y
manos para que unos caballos tensaran las cuerdas con las que había sido atado, al no lograrlo
decidieron decapitarme.
José Olaya (Saulo)

Yo soy José Olaya, nací en el año 1782, en Chorrillos, Perú. Mis padres fueron José Apolinario
Olaya Melchora Balandra. Fui criado en una familia humilde, indígena, que vivía de la pesca en la
villa de San Pedro de Chorrillos, ranchería de pescadores al sur de Lima. Como era buen nadador,
en 1823, durante la ocupación de Lima por el Ejército realista, serví como emisario secreto y fui
informante del estado de las tropas españolas al Gobierno republicano del Perú, en momentos en
que el presidente José de la Riva Agüero se hallaba refugiado en Callao, pero me detuvieron el 27
de junio de 1823 portando una carta del general Antonio José de Sucre a Narciso de Colinna, me
torturaron y luego me fusilaron el 29 de junio de 1823 en el callejón de Petateros, situado a un
costado de la plaza de Armas de Lima, por ello el ejército peruano me proclamó «Patrono del Arma
de Comunicaciones».
Micaela Bastidas: (Silvia)

Mi nombre es Micaela Bastidas Puyucahua, nací en Pampamarca, Cusco, el 23 de junio de 1744-
fui una prócer de la independencia ya que jugué un papel muy importante en la historia del Perú. Mi
padre fue Manuel Bastidas quien era descendiente de africanos, y mi madre Josefa Puyucahua,
indígena.
Me casé muy joven con Túpac Amaru II y fui su consejera, tuvimos tres hijos: Hipólito, Mariano y
Fernando; mi desempeño tuvo vital importancia en la rebelión de Tinta. Luché no solo por liberar a
mi Patria del yugo español, sinó también por la valoración de la mujer, en 1780 los rebeldes
ganamos a los españoles en la batalla de Sangarará, pero tiempo después cuando íbamos a
ejecutar un enfrentamiento en Cusco para que los españoles se rindan, mi esposo no me escuchó
y ese error nos trajo consecuencias; nos apresaron junto a nuestros hijos y nos ejecutaron en la
plaza de Cusco. A mi hijo mayor le cortaron la lengua, a mi primero me cortaron la lengua y luego
me estrangularon un 18 de mayo de 1781.
María Andrea Parado de Bellido (Kaori)
Yo soy María Andrea Parado de Bellido, nací el 5 de julio de 1761 en Huamanga, Virreinato del
Perú. Mis padres fueron el criollo Fernando Parado y la indígena Jacinta Jayo. Era quechua hablante
y crecí en las alturas de Huamanga sin recibir educación.
A los 15 años me casé con Mariano Bellido y tuve siete hijos: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás,
María, Leandra y Bartola. Al ver que los españoles oprimían a los indígenas decidí unirme para la
libertad patriota junto a mi esposo e hijos, informaba al ejército patriota los movimientos españoles
a través de cartas, al ser descubierta, me torturaron esperando que traicione a mi patria, pero no lo
hice, así que me fusilaron el 1 de mayo de 1822 en Huamanga, mis hijas quedaron abandonadas,
pero Simón Bolívar les dio una casa que era de un español.

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