2.32 A El Museo Como Espacio de Aprendizaje. La Mediación Cultural. El Museo Como Agente de Cambio Social y Desarrollo.
2.32 A El Museo Como Espacio de Aprendizaje. La Mediación Cultural. El Museo Como Agente de Cambio Social y Desarrollo.
2.32 A El Museo Como Espacio de Aprendizaje. La Mediación Cultural. El Museo Como Agente de Cambio Social y Desarrollo.
El museo
como agente de cambio social y desarrollo.
Desde el siglo XX han sufrido una especial redefinición tanto en su concepto como en
su esencia, llegando a un nuevo concepto de museo no sólo de carácter público sino
también educativo y social. Esta función didáctica de los museos puede rastrearse
desde antiguo, sufriendo un auge a comienzos del siglo XX y en especial en la
segunda mitad del siglo XX. A través de los llamados Departamentos de Educación y
Acción cultural, como reflejo del museo como transmisor de cultura y como el museo
como instrumento de enseñanza.
Numerosos autores han investigado sobre estos asuntos como es el caso de Horward
Ganer, Francisca Hernández, M.ª del Carmen Valdés Sagüés, María Inmaculada Pastor
Homs o Joan Santacana Mestre.
Según M.ª del Carmen Valdés Sagués, el origen de estos departamentos en nuestro
país se encuentra en la presencia masiva de escolares en los museos, que buscaba en la
pedagogía activa unas visitas distintas hasta el momento a los museos.
Esta atención a la educación implica según Pastor Homs: la formación constante
en materia educativa de los miembros del departamento, la colaboración con otras
instituciones educativas y sociales, la colaboración interdisciplinar en el seno del
museo, así como responder a las demandas del público.
La mediación cultural.
Valdés Sagués distingue tres tipos de educación. En primer lugar, podemos hablar de
la educación formal, que es la educación incluida en el sistema educativo reglado. En
segundo lugar, la educación no formal, que incluye toda actividad educativa
organizada fuera del sistema educativo reglado. Por último, está la educación
informal. Proceso que dura toda la vida y durante el cual los individuos adquieren
conocimiento o habilidades a través de medios muy diversos (como la familia, el
trabajo, la televisión…) de forma espontánea, es decir, sin planificación previa.
Estos tres tipos de educación se solapan ya que no son compartimentos estancos.
En principio, el museo se encuentra situado entre las posibilidades que todo individuo
tiene para aumentar sus conocimientos y para disfrutar. Lo que le sitúa en el ámbito de
la educación informal. Pero si tenemos en cuenta las acciones concretas que realizan
los museos desde sus departamentos de educación y acción cultural, estaríamos como
señala Pastor Homs en el ámbito de la educación no formal, es decir fuera del
sistema educativo, pero de manera organizada y dirigida a determinados sectores de
público.
Incluso debido al desarrollo de los nuevos métodos de enseñanza, como es el caso del
método de aprendizaje por proyectos en vez de por asignaturas, aplicado ya en
Finlandia. El museo también tiene un importante papel dentro de la educación
formal. Según la directora general de educación de Finlandia, los museos tienen la
virtud de convertir a los alumnos en activos, en investigadores, en aprender de una
manera interdisciplinar, con la capacidad de mirar a los problemas desde distintos
puntos de vista. Los docentes pueden aprovechar la exposición para sumarla al
aprendizaje de los centros educativos.
El museo es por tanto el instrumento ideal para crear una consciencia sobre la
protección patrimonial, creando una situación activa de los ciudadanos frente a la
conservación, con el fin de dar a conocer el patrimonio, concienciar a la población para
contribuir a preservarlo, así como proporcionar a la población la posibilidad de
disfrutar del patrimonio y la comprensión de su significado.
Respecto a este último asunto, Joan Santacana, comenta que esta tarea ha sido
abordada tradicionalmente por los museos de ciencias naturales o de historia. Sin
embargo, esta comprensión siempre ha sido más difícil en los museos de arte, hecho
que puede dificultar la importancia del diálogo entre el público y la colección. Por
lo que resulta muy importante prestar atención a los elementos de intermediación, como
es el caso entre otros de: Las informaciones textuales, como es el caso de las
descripciones o las líneas del tiempo; los módulos digitales de información, desde
ordenadores a tablets, que incluyen información adicional de la colección; las
producciones audiovisuales, que complementan o ponen en contexto las piezas como
es el caso de las producciones del Museo Arqueológico Nacional en realidad virtual con
la colaboración de la fundación Samsung y que permite trasladar al visitante a cinco
espacios de la historia de España y relacionados con las colecciones del museo. Así, los
personajes de las obras cobren vida y establezcan el diálogo entre el visitante y la
colección de una manera completamente novedosa.
A poco que analicemos nuestra realidad social constatamos que nos estamos moviendo
dentro de una sociedad multicultural globalizada en la que ya no hay lugar para una
cultura uniforme y estática, sino que hemos de acostumbrarnos a vivir dentro de un
mundo donde coexisten diferentes culturas y formas de pensar, que son el resultado de
un intercambio continuo de ideas, pensamientos y comportamientos.
Por esa razón, los museos están llamados a valorar y favorecer la diversidad cultural
como un elemento esencial para la sociedad. En 2017, el lema del día de los museos fue
Museos e historias controvertidas: decir lo indecible en los museos. Este tema resalta el
papel de los museos que, poniéndose al servicio de la sociedad, pueden convertirse en
centros de pacificación de las relaciones entre los pueblos. Igualmente, pone de relieve
como la aceptación de un pasado doloroso constituye un primer paso para imaginar un
futuro común bajo el signo de la reconciliación. Este tema invita al museo a
posicionarse como actor de la asimilación de las historias traumáticas pasadas gracias a
la mediación y a la pluralidad de puntos de vista expresados. El Consejo Internacional
de Museos (ICOM) creó en 1977 el Día Internacional de los Museos para
sensibilizar al público sobre el papel de los museos en el desarrollo de la sociedad.
En 2015 más de 35.000 instituciones en todo el mundo celebraron esta actividad.
Multicultural
Los museos han de ser conscientes de que nos enfrentamos a un público plural y
heterogéneo. Eso supone que los museos han de buscar nuevas fórmulas de dirigirse a
los visitantes. Las exposiciones y actividades deben tener una narrativa objetiva, que
nos aproxime a aquellas historias y realidades que no conocemos. El discurso
museológico no puede ser unívoco y monolítico, sino plural y multicultural. Los museos
han de asumir una pedagogía de la inclusión en la que el sentimiento de pertenencia no
se vincule a una identidad cultural determinada, sino que esté abierto a que una persona
pueda tener múltiples pertenencias.
Accesible
Pero ¿cómo acercar los museos a aquellos colectivos que cuentan con necesidades
especiales para poder disfrutar de los mismos? Nos estamos refiriendo a las personas
con discapacidades auditivas, visuales o motrices, a las personas mayores, etc., a
quienes se les ha de facilitar el acceso físico, intelectual, cultural y emocional a los
recursos patrimoniales al que tienen derecho. Se necesitan museos sin barreras, con
rampas, ascensores, señalizaciones, barandillas, aseos y servicios de todo tipo que sean
accesibles y que puedan visitarse sin problema alguno. Museo Arqueológico Nacional,
Fundación Orange, con la instalación de bucles magnéticos y dispositivos
museográficos.
Además de considerar otros colectivos, como los presos, como es el caso del Centro
Penitenciario de Pereiro de Aguiar (Ourense) que visitan los museos científicos de la
Coruña. O el proyecto ExtraMuros del Museo Nacional del Romanticismo con la
celebración de talleres para adolescentes ingresados en el Hospital Gregorio
Marañon.
Sostenible
Femenino