2.32 A El Museo Como Espacio de Aprendizaje. La Mediación Cultural. El Museo Como Agente de Cambio Social y Desarrollo.

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2.32 A El museo como espacio de aprendizaje. La mediación cultural.

El museo
como agente de cambio social y desarrollo.

El museo como espacio de aprendizaje

Desde el siglo XX han sufrido una especial redefinición tanto en su concepto como en
su esencia, llegando a un nuevo concepto de museo no sólo de carácter público sino
también educativo y social. Esta función didáctica de los museos puede rastrearse
desde antiguo, sufriendo un auge a comienzos del siglo XX y en especial en la
segunda mitad del siglo XX. A través de los llamados Departamentos de Educación y
Acción cultural, como reflejo del museo como transmisor de cultura y como el museo
como instrumento de enseñanza.

Ya a comienzos del siglo XX, algunas instituciones europeas se preocuparon por la


labor didáctica de los museos. Mas allá de la elaboración de los catálogos, se
comenzaron a organizar visitas guiadas. Este es el caso por ejemplo del Museo Real
de Bellas Artes de Bruselas, que, a comienzos del siglo pasado, organizaba visitas
guiadas, en las que era el propio personal del museo, incluyendo su director el que
comentaba las obras. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, se produjo, el final de
la concepción del museo como una institución aislada y elitista. Produciendo uno de
los cambios más importantes, dejar de lado la política museística centrada en el
objeto, a una política centrada en el público, que se traduce en una mayor atención a
los criterios didácticos al montar una exposición.

Así, en el año 1956, se creó el Comité para la Educación y la Acción Cultural


(CECA) del Consejo Internacional de Museos (ICOM). En Europa y en América se
extendió la creación departamento educativos. En el caso de España el pionero fue el
Departamento de Educación del Museo de Arte de Cataluña, creado en 1973 y en
1974 para el ya extinto Museo de Arte Moderno.

Numerosos autores han investigado sobre estos asuntos como es el caso de Horward
Ganer, Francisca Hernández, M.ª del Carmen Valdés Sagüés, María Inmaculada Pastor
Homs o Joan Santacana Mestre.

Según M.ª del Carmen Valdés Sagués, el origen de estos departamentos en nuestro
país se encuentra en la presencia masiva de escolares en los museos, que buscaba en la
pedagogía activa unas visitas distintas hasta el momento a los museos.
Esta atención a la educación implica según Pastor Homs: la formación constante
en materia educativa de los miembros del departamento, la colaboración con otras
instituciones educativas y sociales, la colaboración interdisciplinar en el seno del
museo, así como responder a las demandas del público.

La propia legislación española recoge esta función del museo. El RD 620/1987 de


10 de abril por el que se aprueba el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal
y del Sistema Español de Museos, establece las tres áreas básicas del museo, entre las
cuales el Área de Difusión es la encargada del departamento de educación. El
propio reglamento establece que: esta área atenderá todos los aspectos relativos a la
exhibición y montaje de los fondos en condiciones que permitan el logro de los
objetivos de comunicación, contemplación y educación encomendados al museo.
Para ello se servirá de métodos didácticos de exposición, la aplicación de técnicas de
comunicación y la organización de actividades conducentes a estos fines, según el
artículo 19. Así, en el Plan Museológico dentro del Programa de Difusión y
Comunicación se deberán definir las actividades educativas de la institución indicando
el tipo de público al que están indicadas.

La mediación cultural.

Valdés Sagués distingue tres tipos de educación. En primer lugar, podemos hablar de
la educación formal, que es la educación incluida en el sistema educativo reglado. En
segundo lugar, la educación no formal, que incluye toda actividad educativa
organizada fuera del sistema educativo reglado. Por último, está la educación
informal. Proceso que dura toda la vida y durante el cual los individuos adquieren
conocimiento o habilidades a través de medios muy diversos (como la familia, el
trabajo, la televisión…) de forma espontánea, es decir, sin planificación previa.
Estos tres tipos de educación se solapan ya que no son compartimentos estancos.

En principio, el museo se encuentra situado entre las posibilidades que todo individuo
tiene para aumentar sus conocimientos y para disfrutar. Lo que le sitúa en el ámbito de
la educación informal. Pero si tenemos en cuenta las acciones concretas que realizan
los museos desde sus departamentos de educación y acción cultural, estaríamos como
señala Pastor Homs en el ámbito de la educación no formal, es decir fuera del
sistema educativo, pero de manera organizada y dirigida a determinados sectores de
público.
Incluso debido al desarrollo de los nuevos métodos de enseñanza, como es el caso del
método de aprendizaje por proyectos en vez de por asignaturas, aplicado ya en
Finlandia. El museo también tiene un importante papel dentro de la educación
formal. Según la directora general de educación de Finlandia, los museos tienen la
virtud de convertir a los alumnos en activos, en investigadores, en aprender de una
manera interdisciplinar, con la capacidad de mirar a los problemas desde distintos
puntos de vista. Los docentes pueden aprovechar la exposición para sumarla al
aprendizaje de los centros educativos.

El museo es por tanto el instrumento ideal para crear una consciencia sobre la
protección patrimonial, creando una situación activa de los ciudadanos frente a la
conservación, con el fin de dar a conocer el patrimonio, concienciar a la población para
contribuir a preservarlo, así como proporcionar a la población la posibilidad de
disfrutar del patrimonio y la comprensión de su significado.

Respecto a este último asunto, Joan Santacana, comenta que esta tarea ha sido
abordada tradicionalmente por los museos de ciencias naturales o de historia. Sin
embargo, esta comprensión siempre ha sido más difícil en los museos de arte, hecho
que puede dificultar la importancia del diálogo entre el público y la colección. Por
lo que resulta muy importante prestar atención a los elementos de intermediación, como
es el caso entre otros de: Las informaciones textuales, como es el caso de las
descripciones o las líneas del tiempo; los módulos digitales de información, desde
ordenadores a tablets, que incluyen información adicional de la colección; las
producciones audiovisuales, que complementan o ponen en contexto las piezas como
es el caso de las producciones del Museo Arqueológico Nacional en realidad virtual con
la colaboración de la fundación Samsung y que permite trasladar al visitante a cinco
espacios de la historia de España y relacionados con las colecciones del museo. Así, los
personajes de las obras cobren vida y establezcan el diálogo entre el visitante y la
colección de una manera completamente novedosa.

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ha puesto en marcha un servicio de


mediación cultural. Con el fin de promover nuevas vías de comunicación con el
visitante y de poner a su alcance los contenidos desplegados, tanto en la Colección,
como en las exposiciones temporales. El proyecto de mediación se materializa en
diversas iniciativas entre las que se incluyen el asesoramiento individualizado al
visitante y la posibilidad de acudir a las áreas de interpretación de la Colección. A ello
hay que añadir el desarrollo de un programa de visitas que amplíe las posibilidades de
lectura de esta. Como es el caso de la visita en femenino.

El museo como agente de cambio social y desarrollo.

En palabras de Francisca Hernández, el fin principal de los museos no son las


colecciones sino las personas, consideradas protagonistas de su propia historia y de su
propia cultura, quienes están llamadas no sólo a reproducirlas sino también y, sobre
todo, a reinterpretarlas y transformarlas.

A poco que analicemos nuestra realidad social constatamos que nos estamos moviendo
dentro de una sociedad multicultural globalizada en la que ya no hay lugar para una
cultura uniforme y estática, sino que hemos de acostumbrarnos a vivir dentro de un
mundo donde coexisten diferentes culturas y formas de pensar, que son el resultado de
un intercambio continuo de ideas, pensamientos y comportamientos.

La realidad multicultural de nuestra sociedad se enfrenta, según Bartolomé (2004), a


tres situaciones conflictivas: la desigualdad como consecuencia de percibir la diferencia
cultural como deficiencia y no como posibilidad de enriquecimiento; la exclusión al no
contar con un estatus legal de ciudadanos, y la violencia como condición de estas
situaciones estructurales.

Por esa razón, los museos están llamados a valorar y favorecer la diversidad cultural
como un elemento esencial para la sociedad. En 2017, el lema del día de los museos fue
Museos e historias controvertidas: decir lo indecible en los museos. Este tema resalta el
papel de los museos que, poniéndose al servicio de la sociedad, pueden convertirse en
centros de pacificación de las relaciones entre los pueblos. Igualmente, pone de relieve
como la aceptación de un pasado doloroso constituye un primer paso para imaginar un
futuro común bajo el signo de la reconciliación. Este tema invita al museo a
posicionarse como actor de la asimilación de las historias traumáticas pasadas gracias a
la mediación y a la pluralidad de puntos de vista expresados. El Consejo Internacional
de Museos (ICOM) creó en 1977 el Día Internacional de los Museos para
sensibilizar al público sobre el papel de los museos en el desarrollo de la sociedad.
En 2015 más de 35.000 instituciones en todo el mundo celebraron esta actividad.

El plan Museos + Sociales nace impulsado por el Ministerio de Educación, Cultura


y Deportes con el objetivo de conseguir que las instituciones museísticas se adapten
a las realidades sociales del contexto actual, con la finalidad de ser accesibles y
responder a las necesidades de toda la ciudadanía, en especial, de aquellos colectivos
que mayores dificultades tienen para la visita o que se encuentran en riesgo de exclusión
social. El propósito es, asimismo, dar visibilidad a la necesaria cohesión social y
hacer del museo un elemento de integración y de conocimiento mutuo, espacio donde
poner en común reflexiones y experiencias, nuevas ideas y prácticas, destinadas a
fomentar la convivencia y el respeto y dar respuesta a los cambios sociales, económicos
y culturales.

Multicultural

Los museos han de ser conscientes de que nos enfrentamos a un público plural y
heterogéneo. Eso supone que los museos han de buscar nuevas fórmulas de dirigirse a
los visitantes. Las exposiciones y actividades deben tener una narrativa objetiva, que
nos aproxime a aquellas historias y realidades que no conocemos. El discurso
museológico no puede ser unívoco y monolítico, sino plural y multicultural. Los museos
han de asumir una pedagogía de la inclusión en la que el sentimiento de pertenencia no
se vincule a una identidad cultural determinada, sino que esté abierto a que una persona
pueda tener múltiples pertenencias.

Como ejemplo, tenemos el museo virtual de arte islámico mediterráneo creado en


Londres que pretende demostrar que la cultura islámica forma parte integrante de la
identidad europea. En España contamos con el Museo de Historia de la Inmigración de
Cataluña en Sant Adrià de Besòs, Cuenta con un espacio de exposición permanente que
ofrece al público una visión de la trayectoria humana en el proceso de migraciones
desde la prehistoria hasta el siglo XXI. Dentro del Museo Nacional de Escultura de
Valladolid con su plan Museos para Todos se han impartido Enseñanza de la
lengua española en el Museo para grupos de extranjeros.

Accesible

Pero ¿cómo acercar los museos a aquellos colectivos que cuentan con necesidades
especiales para poder disfrutar de los mismos? Nos estamos refiriendo a las personas
con discapacidades auditivas, visuales o motrices, a las personas mayores, etc., a
quienes se les ha de facilitar el acceso físico, intelectual, cultural y emocional a los
recursos patrimoniales al que tienen derecho. Se necesitan museos sin barreras, con
rampas, ascensores, señalizaciones, barandillas, aseos y servicios de todo tipo que sean
accesibles y que puedan visitarse sin problema alguno. Museo Arqueológico Nacional,
Fundación Orange, con la instalación de bucles magnéticos y dispositivos
museográficos.

Además de considerar otros colectivos, como los presos, como es el caso del Centro
Penitenciario de Pereiro de Aguiar (Ourense) que visitan los museos científicos de la
Coruña. O el proyecto ExtraMuros del Museo Nacional del Romanticismo con la
celebración de talleres para adolescentes ingresados en el Hospital Gregorio
Marañon.

Sostenible

Dentro el plan El Museo Sostenible se compromete con el medio ambiente. Conserva


el patrimonio para las generaciones futuras, buscando concienciar y difundir
hábitos sostenibles. Es un compromiso de los museos con la sociedad del siglo XXI.
Para lograrlo se profundizará en la implantación de hábitos sostenibles basados en
la reducción del consumo, la reutilización y el reciclaje y la implantación de
sistemas de gestión ambiental. El Museo Nacional y Centro de Investigación de
Altamira tiene una visión amplia de la sostenibilidad, del concepto de museo
sostenible, basado en el concepto de la Carta de la Tierra de 2000: Repensar nuestra
forma de ser y estar en el mundo. Por eso genera actividades que invitan a
reflexionar sobre cómo somos ahora y cómo podemos ser en el futuro y en la
implicación del museo en su entorno, haciendo participe de la actividad del museo
a la comunidad local.

Femenino

A raíz de una propuesta realizada por España en el VIII Encuentro Iberoamericano de


Museos (Lisboa, octubre de 2014), se estuvo trabajando en la sexta edición del proyecto
Patrimonio en Femenino, que, por primera vez, se abría a la colaboración de otros
países del ámbito iberoamericano. Así, culminó en el proyecto común "La memoria
femenina: mujeres en la historia, historia de mujeres". El proyecto es un claro ejemplo
de colaboración entre las comunidades autónomas y otras instituciones gestoras de los
museos participantes en la Red Digital de Colecciones de Museos de España.

Precisamente la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género y la Dirección


General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural han firmado un convenio en mayo de
2017 que fomenta el desarrollo conjunto de iniciativas, programas y proyectos tendentes
a promover la sensibilización y prevención de todas las formas de violencia contra la
mujer. Se enmarca dentro del Plan Museos+ Sociales, recogido también en el Plan
Cultura 2020. Como primera actuación a desarrollar en el marco del convenio se
difundirá en los 16 museos el lema de la campaña: ‘Hay salida a la violencia de género
a través de cartelería que de visibilidad a los servicios de atención - teléfono 016- a las
víctimas de malos tratos. Además de otros proyectos como es el caso del Museo
Nacional de Artes Decorativas con su experiencia en el Proyecto Mujeres de
Vallecas de visitas guiadas dirigidas a mujeres con bajos recursos económicos y
formación sociocultural.

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