Historia, Origen de Los Derechos Humanos

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UNIDAD DE FORMACIÓN ESPECIALIZADA

CURSO VIRTUAL
ABC DE LA IGUALDAD SUSTANTIVA
CURSO ABC DE LA IGUALDAD SUSTANTIVA

Módulo IV “Igualdad sustantiva como un derecho de las mujeres”

I.- Derechos humanos de las mujeres.

1. Origen de los Derechos Humanos.


La necesidad de proteger los derechos humanos no es una idea nueva
pues entre los años 575 a 530 AC encontramos algunas acciones que han
fundamentado el desarrollo de dichos derechos; siendo así que el Rey
Persa Ciro El Grande, estableció un modelo de administración en el cual se
retoman los primeros esbozos de un documento similar a una declaración
de derechos humanos en la que se otorgaba la libertad a los esclavos y se
reconocía el derecho a mantener la religión que la persona profesaba.
Años después, el tema de derechos humanos se retoma en Occidente,
como una demanda de la modernidad impulsada por la burguesía, como un
intento de frenar el poder y los privilegios de las monarquías. Por tal razón,
tanto la Declaración de los derechos del hombre de la Revolución Francesa
como la constitución de los Estados Unidos de América, reflejan
concepciones que están basadas en el derecho natural.
En 1776, se promulgó la Independencia de los Estados Unidos de América
de la corona inglesa, estableciendo en su acta de independencia la
siguiente declaración:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son
creados iguales; que son dotados por su creador de ciertos derechos
inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad”. Este hecho histórico dio pie a que en el año de 1787 se aprobara
la Constitución de los Estados Unidos, la cual contiene una carta de
derechos que reconoce la garantía de derechos de las personas frente al
poder del Estado incluyendo la libertad de expresión, el derecho a la
religión, el derecho a no ser encarcelado sin razón.
En 1789, se da la Revolución Francesa, basada en los principios de la
igualdad y la libertad, abolió la monarquía, creó la plataforma de la
República Francesa y adoptó la Declaración de los Derechos del Hombre y
de los Ciudadanos la cual proclamó que “a todos los ciudadanos se les
deben garantizar los derechos de libertad, propiedad, seguridad y
resistencia a la opresión”.
Más recientemente, luego de diversas guerras que atravesaran los países
europeos, contribuyeron a la creación de documentos para proteger
algunos derechos.
Luego de finalizar la II Guerra Mundial, se impulsó la creación de las
Naciones Unidas cuyo propósito básico era “reafirmar la fe en los derechos
humanos fundamentales en la dignidad y el valor de la persona humana”,
promulgando posteriormente la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, la cual fue aprobada en Paris por la Asamblea Nacional de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Dicha Declaración modificó el
término derechos del hombre por “derechos humanos”, reconociendo que
todas las personas deben de gozar los mismos derechos; a su vez,
constituye una herramienta que recopila un conjunto de normas y principios
que garantizan a la persona su dignidad humana frente a los poderes
públicos; y representa un importante consenso sobre la dignidad que debe
conferirse a todo ser humano y sobre la voluntad de la sociedad de respetar
los derechos básicos de todos/as por igual.1

2. Elementos básicos de los Derechos Humanos.

Definición de Derechos Humanos:

“Son un conjunto de principios, preceptos y reglas a las que están sometidas


las relaciones humanas en toda relación civil, a cuya observancia, las
personas pueden ser compelidas por la fuerza. Pero también se puede definir
que los derechos humanos son derechos inherentes a nuestra naturaleza y sin
los cuales no podemos vivir como seres humanos, incluso no podemos
renunciar a ellos, y nadie, bajo ninguna circunstancia, puede restringir a otra
para que no los ejerza”.

Fuente: Carrera Lugo, María Elena. “Los Derechos Humanos de las Mujeres:
una reflexión histórica”. Mujeres y Punto pág. 3

La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en su


artículo 1 que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos y, dotados como están en razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros” y en su artículo 2
menciona que “toda persona tiene los mismos derechos y libertades
proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de cualquiera otra índole, origen,
nacionalidad o condición social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición”.
A pesar de ello, no fue sino hasta la Conferencia Mundial de los Derechos
Humanos desarrollada en 1993, donde los Estados reafirmaron, mediante

1
Facio, Alda (2003). LOS DERECHOS HUMANOS DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y LAS POLITICAS
PÚBLICAS. Otras Miradas [en línea]. 2003, 3(1), 15-26[fecha de Consulta 24 de Enero de 2022]. ISSN: 1317-
5904. Disponible en: https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=18330102
la declaración de Viena, que estos derechos nacen con la persona y que su
protección es responsabilidad de todo el Estado. Estableciendo que los
derechos humanos se basan en el principio fundamental de que todas las
personas poseen una dignidad humana inherente y tienen igual derecho de
disfrutarlos, sin importar su sexo, raza, color, idioma, nacionalidad de origen
o clase, ni sus creencias religiosas o políticas. En esa conferencia también
se reconocieron específicamente los derechos humanos de las mujeres, así
como las obligaciones de los Estados de protegerlos, promoverlos y
garantizarlos, incluyendo el derecho de vivir libre de la violencia de género.
Sin embargo, un problema importante de los derechos humanos es que la
mayor parte de los sistemas o mecanismos regionales o internacionales
que se han implementado para la defensa y reconocimiento de los
derechos humanos están enmarcados a partir de un modelo masculino, por
lo que no se han tomado en cuenta las experiencias y circunstancias
específicas de las mujeres.2

3. Características de los Derechos Humanos.


Los Derechos Humanos tienen características que los hacen iguales en
todo el mundo, entre las cuales se mencionan las siguientes:

Tabla N° 1 Características de los Derechos Humanos


Característica Significado
Significa que no se pierden por el
 Imprescriptibilidad
simple paso del tiempo.

Significa que no se pueden separar de


 Inherencia
la persona humana.

Implica una restricción de dominio de


los derechos humanos, es decir, no se
 Inalienabilidad
pueden vender ni transmitir la posesión
o el uso de ninguna forma.
Se encuentra estrechamente
relacionada con el rechazo a cualquier
posible jerarquización. Los Estados no
 Indivisibilidad están autorizados a proteger y
garantizar una determinada categoría
de derechos humanos en
contravención a otra, sino que todos

2
Ibídem pág. 16
éstos merecen la misma atención y
urgencia.
Pone énfasis en la interrelación y
 Interdependencia dependencia recíproca entre las
diferentes categorías de derechos.
Enfatiza la relación de los derechos en
los actos violatorios, cuando se
 Integralidad
violenta un derecho es muy probable
que también otros sean vulnerados.
Los derechos humanos pueden
desplazar cualquier otra pretensión
 Tiene carácter absoluto moral o jurídica, colectiva o individual,
que no tenga el carácter de derecho
humano.
Los derechos humanos se adscriben a
todos los seres humanos, como
consecuencia, éstos derechos son
 Universalidad
exigibles por todos los seres humanos
en cualquier contexto político, jurídico,
social, cultural, espacial y temporal.

Fuente: Serrano, S y Vásquez, D. Fundamentos teóricos de los Derechos Humanos.


Características y principios. FLACSO. México.

Los derechos humanos al ser indivisibles, inalienables y universales deben


ser entendidos desde una perspectiva de género porque de lo contrario, no
se estaría hablando de derechos humanos, sino de los derechos del
hombre.3

Durante mucho tiempo se planteó la idea que los derechos humanos


dependen de una lógica jerarquizada en la cual se priorizan los derechos
civiles y políticos (pues se consideran de cumplimiento inmediato) sobre los
derechos económicos, sociales y culturales (pues existe el mito que éstos
derechos son de tipo programático). Esta situación contradice el hecho que
todos los derechos son igualmente importantes para alcanzar la dignidad
humana, lo cual se basa en que todos los derechos humanos son
universales, indivisibles e interdependientes, por lo que la comunidad
internacional debe tratar los derechos humanos de forma global y de
manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo

3
Ibídem. Pág. 17
peso tal como lo estableció la ONU en la Declaración y Programa de Acción
de Viena, aprobada por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en
1993.4

4. Tipificación de los Derechos Humanos.

Los derechos humanos suelen clasificarse de acuerdo al desarrollo


histórico de los mismos por lo que se distinguen generalmente tres
generaciones:

 Derechos de Primera Generación:


Surgieron de la Revolución Francesa cuando el pueblo se reveló contra la
monarquía absoluta. En esta generación se encuentran los denominados
derechos civiles y políticos; son los que corresponden al individuo frente al
Estado o frente a cualquier autoridad, por lo que el Estado tiene el deber de
respetarlos siempre y solo pueden ser limitados en casos y bajo las
condiciones previstas en la Constitución.
El titular de los derechos civiles es el ser humano en general y el titular de
los derechos políticos es todo ciudadano.

 Derechos de Segunda Generación:


Comprenden los derechos económicos, sociales y culturales que son los
derechos de contenido social para procurar las mejores condiciones de
vida.
Amplían la esfera de responsabilidad del Estado pues imponen un deber
hacer positivo por parte del Estado en cuanto a la satisfacción de
necesidades y prestación de servicios.
Su titular es el individuo en comunidad que se asocia para su defensa.
Su reclamo es mediato e indirecto pues está condicionado a las
posibilidades económicas del país.
Se consideran legítimas aspiraciones de la sociedad.

 Derechos de Tercera Generación.


También son conocidos como Derechos de los pueblos o Derechos de
solidaridad.
Hacen referencia a tres tipos de bienes que se pueden englobar en paz
(que hace referencia a los derechos civiles y políticos), desarrollo (derechos

4
Molina, Gerardo. Derechos económicos, sociales y culturales. Universidad Libre de Colombia. Pág. 23
económicos, sociales y culturales) y medio ambiente (de cooperación entre
los pueblos)
Estos derechos pertenecen a grupos imprecisos de personas que tienen un
interés colectivo común.
Requieren para su cumplimiento de prestaciones positivas (hacer, dar) y
negativas (no hacer) tanto de un Estado como de toda la Comunidad
Internacional.
Su titular es el Estado, pero también pueden ser reclamados: ante el propio
Estado (en el caso de grupos pertenecientes al mismo), ante otro Estado
(en el caso de la Comunidad Internacional, es decir de nación a nación).5

5. ¿Por qué es necesario un marco normativo para sustentar los


derechos de las mujeres?

Si anteriormente se ha mencionado que los derechos humanos son


inherentes a todos los seres humanos, ¿por qué entonces se habla de los
derechos de las mujeres? Para responder esa pregunta, es necesario partir
que no siempre los derechos de las mujeres han sido reconocidos, mucho
menos respetados, afectando así a más de la mayoría de los seres
humanos, es decir afectando el libre ejercicio y goce de los derechos por
parte de las mujeres.

Recordemos que tal como se ha mencionado anteriormente, la DUDH,


establece el marco básico en el que “todos los seres humanos nacen libres
e iguales en dignidad y en derechos”. Pero al analizar las graves
violaciones a los derechos humanos a lo largo de la historia, se puede
observar fácilmente como se ha tratado de invisibilizar las afectaciones
directas a los derechos de las mujeres, pues constantemente se ha
considerado a las mujeres como seres diferentes o inferiores, lo que ha
llevado a que sean tratadas como seres “dependientes o no ciudadanas”.

Alda Facio, señala que en la lucha que las mujeres han realizado por el
reconocimiento de su humanidad y sus derechos, se han debido desarrollar
al menos 6 conceptos antes que los derechos humanos internacionales de
las mujeres pudieran ser reconocidos los cuales se mencionan a
continuación:

 Las personas individuales tuvieron que adquirir derechos frente al


estado bajo leyes internacionales. Así se contó con tratados internacionales

5
Aguilar Cuevas, Magdalena. Las Tres Generaciones de los Derechos Humanos. Pág. 94.
que otorgaban derechos a las personas contra los Estados con respecto a
la esclavitud y la guerra y se combatió el tráfico de mujeres.

 El concepto de derechos humanos internacionales tenía que ser


aceptado. La magnitud de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la
necesidad de proteger a las y los individuos de abusos en tal escala, ofreció
suficientes incentivos a los estados para acordar la necesidad de un
sistema de protección de los derechos humanos; así se creó la carta de las
Naciones Unidas en 1945 y la Declaración Universal de Derechos Humanos
en 1948. Eleanor Roosevelt fue la responsable de promover que en dicho
documento se sustituyera el término hombre o ciudadano por el término
“humanos”.

 Se tenía que considerar a las mujeres capaces de tener derechos


legales. Este obstáculo era muy real, ya que las leyes mismas se los habían
negado durante siglos. A través de la historia había habido muchas/os que
defendían los derechos de las mujeres, pero no fue sino hasta el siglo
dieciocho que un movimiento de mujeres tomó forma. Dos mujeres
prominentes entre éstas fueron Mary Wollstonecraft, quien publicó la
Reivindicación de los Derechos de las Mujeres, en 1779 y, Olympe de
Gouges, quien escribió, en 1971 su Declaración de los derechos de la
Mujer, basado en los principios encontrados en la declaración de los
derechos del Hombre y el Ciudadano francés. (En esta obra, Olympe de
Gouges hacía una denuncia de la negación de los derechos hacia las
mujeres, una crítica que postulaba la dignidad de las mujeres y exigía el
reconocimiento de sus derechos y libertades fundamentales; proponiendo la
emancipación femenina en sentido de igualdad de derechos, la
equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación a los varones.6
Desafortunadamente ella terminó siendo guillotinada y otro grupo de
mujeres que la respaldaban fueron recluidas en instituciones de salud
mental).

 La idea de que hombres y mujeres podían tener iguales derechos


tuvo que ser aceptada.

6
García Campos, Jorge Leonardo. “Olympe de Gouges y la Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadana”. Perseo. Programa Universitario de Derechos Humanos Universidad Nacional Autónoma de
México. Número 3, mayo de 2013. México.
 El feminismo tenía que desarrollar metodologías y teorías que
pusieran las vidas de las mujeres en primera fila y que borraran la distinción
artificial entre las esferas pública y privada. Las metodologías género
sensitivas y las teorías de género desarrolladas durante los años setenta y
ochenta en todo el mundo demostraron que el género no solamente se
refería a las maneras en las cuales los roles, las actitudes, los valores y las
relaciones con respecto a los niños y niñas, mujeres y hombres se
construyen en las sociedades: demostraron que el género también
construye instituciones sociales como el Derecho, el control social, la
religión, la familia, el imaginario, la ideología entre otros, las cuales crean
posiciones sociales distinguibles para una asignación desigual de derechos
y responsabilidades entre los sexos. El desarrollo de perspectivas de
género ayudó a visibilizar las relaciones de poder entre los sexos y por lo
tanto, la increíble discriminación padecida por las mujeres en todas las
esferas a través de todo el mundo.

 El sesgo androcéntrico en la teoría y práctica de los derechos


humanos internacionales tenía que ser develada. Esto no se empezó a dar
sino hacia el final de los años ochenta, cuando las pensadoras feministas
iniciaron su crítica del paradigma de los derechos humanos y a proponer
uno más inclusivo, género sensitivo, que incluyera mujeres de todos los
colores, edades, capacidades, regiones y prácticas sexuales, religiosas y
culturales.7

Producto de este análisis, se ha podido identificar que en la realidad, para


desarrollar y concretar los Derechos Humanos de las Mujeres, no ha
bastado contar con documentos que respalden los Derechos Humanos para
garantizar a todas las personas el acceso a estas normas, principios o
preceptos y que puedan ejercerlos, gozarlos y disfrutarlos plenamente;
pues existen factores como sexo, raza, religión, pensamiento, clase social,
orientación sexual entre otros que afectan diferentemente a hombres y a
mujeres.

Por esa razón, es importante reconocer que el hecho de haber disfrazado el


reconocimiento de la humanidad de las mujeres al obligarlas a ser
englobadas por el término “derechos del hombre”, ha afectado de gran
manera el pleno goce y reconocimiento de sus derechos y ha dado lugar a

7
Facio, Alda (2003). LOS DERECHOS HUMANOS DESDE UNA PERSPECTIVA DE GENERO Y LAS POLITICAS
PUBLICAS. Otras Miradas [en línea]. 2003, 3(1), 15-26[fecha de Consulta 24 de Enero de 2022]. ISSN: 1317-
5904. Disponible en: https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=18330102 págs. 19-20
la discriminación, pues la mayoría de los documentos en los cuales se han
ido formulando ,los derechos humanos, han sido diseñados con base a una
ideología androcéntrica, en la cual las mujeres son vistas como seres de
segunda categoría que requieren de la representación de una figura
masculina para poder tener acceso a algunos derechos que ya eran
gozados por los hombres. Siendo así que debido a su condición de ser
mujer, estén más expuestas a graves violaciones de sus derechos tales
como violación sexual, el embarazo forzado, los matrimonios infantiles, la
trata de personas, trabajos de servidumbre o trabajos menos remunerados,
dificultades para tener acceso a créditos bancarios, a poseer la tierra, a
heredar, limitaciones para tener acceso a educación, salud integral,
participación política y ciudadana, trabajo digno entre otros.8
Además de estas graves afectaciones a sus derechos humanos, las
mujeres han debido de presentar sendas batallas en la lucha por que se les
considere humanas y poder contar con garantías legales que les permita
gozar y ejercer plenamente sus derechos humanos.
Muchas de las mujeres que han librado esas batallas han sido cruelmente
castigadas ya sea porque han sido asesinadas, confinadas injustamente en
instituciones de salud mental o han sido expuestas al escarnio público.
La lucha de los grupos feministas por lograr en primer lugar la conquista de
algunos derechos como lo constituye el derecho al voto y posteriormente el
hecho de dignificar a la mujer al ser considerada como un ser humano, es
decir diversificando lo que se entiende por ser humano alejándose así de
considerar a lo humano como sinónimo de hombre; ha permitido iniciar el
camino hacia la eliminación de todas las formas de discriminación contra
las mujeres demandando la adopción por parte del Estado de medidas
permitan y garanticen la realización de derechos para todas y todos.
Por esta razón, se han ido desarrollando Convenciones, Conferencias,
Tratados Internacionales que han constituido la base para la formulación de
leyes especiales que desarrollen el tema de los derechos de las mujeres,
permitiendo así contar con un marco normativo que crean la base para
desarrollar planes, proyectos y políticas públicas que promuevan la
igualdad entre el hombre y la mujer, poder modificar las expresiones
culturales y tradicionales que fomentan la discriminación de las mujeres y
reemplazarlas por otras que promuevan el pleno disfrute y ejercicio de sus
derechos humanos.

8
Derechos de las mujeres y niñas. Las mujeres son la mitad de la población mundial y tienen los mismos
derechos que los hombres. Amnistía Internacional
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/derechos-de-las-mujeres/
II.- El aporte de los grupos feministas en la reivindicación de los derechos
humanos de las mujeres.

1. Redefinición del concepto:

Las constantes discriminaciones y violaciones a los derechos de las


mujeres promovidas desde la visión androcéntrica de la sociedad patriarcal,
han impulsado las luchas de los movimientos de mujeres que desde su
incursión en las esferas sindical, política, social o gremial, han dado como
resultado la re conceptualización del concepto de Derechos Humanos, pues
el conocimiento construido desde la teoría feminista encaminado a superar
todas las formas de subordinación y discriminación, ha permitido dar paso a
nuevos avances en materia de los derechos de las mujeres.9
Ciertamente la lucha de las mujeres por promover sus derechos inició con
la gestión de alcanzar el voto femenino, pero se ha ido transformando a lo
largo del siglo XX, a partir de la inserción de la mujer en diferentes espacios
y ámbitos sociales, pues al verse directamente afectadas en el ejercicio de
sus derechos, inician una cruzada por la defensa de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales, dando así lugar a procesos de
crecimiento, desarrollo personal y de identidad colectiva contribuyendo a la
re conceptualización de los Derechos Humanos. Y es que las críticas que el
análisis de género hace al reconocimiento de una sociedad que sitúa al
hombre como centro y parámetro de lo universal, ha permitido señalar que
la invisibilización histórica de las mujeres ha afectado su inclusión en la
“humanidad” y ha generado diferencias que dan lugar a la discriminación
contra las mujeres.
La teoría feminista permite considerar a los sujetos en sus contextos y
especificidades con sexo, cuerpo, edad, color, raza e insertos en tiempos y
lugares particulares, además de demandar la igualdad con relación a los
hombres, igualdad que a la vez considere la diferencia y una valoración de
la humanidad de las mujeres y es que junto a la contextualización del sujeto
mujer, se reconoce también su “derecho a tener derechos”.10
Antes que fuera considerada “sujeto”, es decir al aceptar su inclusión en el
término “hombre”, la mujer ve expuesta su autonomía, pues el sistema
patriarcal, reconoce y promueve la subordinación de la mujer para

9
Monzón, Ana Silvia. Cuaderno de Debate Las Mujeres, los feminismos y los movimientos sociales en
Guatemala: Relaciones, articulaciones y desencuentros. Flacso- Guatemala. Pág 7
10
Arendt, Hanna. Los orígenes del Totalitarismo. Ediciones Planeta Agostini. 1994. Barcelona.
garantizar así la autonomía del hombre11, situación que se reproduce al
interior del modelo de familia patriarcal, donde el hombre constituye la
cabeza del hogar y el hecho de asumir la responsabilidad de la
representación social, legal y económica de la familia, ocasiona las
representaciones de poder por parte del hombre, lo que ha afectado
seriamente la autonomía jurídica, sexual y reproductiva de las mujeres
además de limitar su participación en el ámbito público y su acceso a las
esferas de toma de decisiones.12 Esta ampliación de las autonomías de la
mujer ha dado paso a exigir los derechos sexuales y reproductivos
impulsando al mismo tiempo un cambio de paradigma, pues modifica la
asignación histórica que responsabiliza exclusivamente a las mujeres de las
tareas de cuido y crianza de los hijos e hijas, requiriendo así compartir esa
responsabilidad con los hombres; a la vez que rescata a la sexualidad
como un atributo humano asignado a hombres y mujeres.
Aunado a la redefinición del concepto de Derechos Humanos, la lucha
feminista permitió visualizar que tanto la doctrina como la práctica de los
Derechos Humanos, no cubrían el ámbito privado, por lo que la violencia de
género que se da al interior de la familia, contradice el carácter indivisible e
interdependiente de los Derechos Humanos impidiendo el goce y ejercicio
de los derechos de las mujeres requiriendo de la creación de la normativa
jurídica en materia de protección legal contra la violencia que se ejerce en
el hogar.
Sin embargo a pesar de los avances en materia legal, existen otras formas
de violencia que aún no cuentan con adecuada protección, como el acoso
sexual en el trabajo, la violencia sexual en conflictos armados internos, la
trata, el comercio sexual la “cosificación” de las mujeres en los medios de
comunicación. La incorporación parcial de los intereses y necesidades de
las mujeres en estatutos de derechos puede limitar el abordaje integral de
los derechos humanos de las mujeres y afectar la realización de aquellos ya
consagrados en la tradición de los Derechos Humanos.13

2. Cambio de perspectiva en torno a los Derechos Humanos.

Los movimientos de mujeres plantearon el paso de una concepción


jurídica de los derechos a una “cultura de Derechos Humanos”. La
creación de una cultura de derechos humanos requiere el aporte de
varias disciplinas y de sectores sociales para la consecución de una

11
Fries, Lorena. Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafíos. Pág. 50
https://www.flacso.edu.ec/portal/modules/umPublicacion/pndata/files/docs/safisfries.pdf
12
Ibídem.
13
Ibídem. Pág. 51
cultura de la constitución. En la cultura de los derechos humanos están
implicados gobernantes y gobernados; poderes políticos y ciudadanía.
Se requiere difundir, divulgar y dar a conocer el catálogo de derechos
para prevenir su infracción. Teniendo que formar parte de la educación,
desde el nacimiento, la familia, la escuela y la universidad, lo que, sin
duda, fortalecerá la democracia.14

A pesar de los avances jurídicos recopilados en Convenios, Pactos y


Programas de Acción de las Naciones Unidas, no se ha logrado
concretar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, pues están
expuestas a múltiples formas de discriminación que impiden el goce de
sus derechos humanos. Por esa razón, los movimientos feministas
plantearon este cambio en la perspectiva de los Derechos Humanos,
para abarcar tanto el ámbito público como el privado, donde el Estado
ya no aparece como el único violador de los derechos Humanos, sino
que también asume el papel de garante de los derechos pues junto a
los individuos15, debe garantizar el acceso, la difusión y la protección de
los derechos humanos, incorporando a la familia y la educación en la
transmisión de valores que promuevan un cambio en el paradigma que
promueva relaciones de respeto e igualdad entre hombres y mujeres.

Las mujeres han jugado un papel determinante en la figura de


Defensoras de los Derechos Humanos y a la vez exigir el cumplimiento
de las obligaciones del Estado. Esta situación las hace estar expuestas
a la violencia y a los riesgos específicos del género; pues a menudo se
considera que el trabajo de las defensoras de los derechos de la mujer
se opone a las nociones tradicionales que la familia y los roles de
género de la sociedad imponen; lo que puede generar la hostilidad de la
población y las autoridades. Por consiguiente son víctimas de la
estigmatización y el ostracismo de los dirigentes comunitarios, los
grupos religiosos, las familias y las comunidades que consideran que,
con su labor, atentan contra la religión, el honor y la cultura.16

Para poder provocar el cambio en la cultura que permita modificar el


paradigma que sustenta las relaciones desiguales de poder, se requiere
de un conjunto de medidas que abarque los distintos ámbitos de
institucionalidad, de manera que integralmente modifique los patrones

14
Fuertes-Planas, Cristina. Cultura y transmisión de los derechos humanos. Estudios sobre el Mensaje
Periodístico Vol. 19 Núm. Especial marzo (2013) 187-195
15
Fries, Lorena. Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafíos. Pág. 52
16
Los Derechos de la mujer son derechos humanos. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.
2014
culturales; que promueva una reflexión y una práctica que permita
pensar lo humano desde dimensiones que incorporen la diferencia
femenina, no sólo para sumarse al estado de cosas, sino para participar
desde un lugar en el mundo, es decir, decidir sobre los hechos
fundamentales de su vida y participar en la construcción de la sociedad
en que viven, alcanzar una plena ciudadanía y acceder a la igualdad.17

3. Cambio de enfoque sobre el desarrollo y la incorporación de las


mujeres en el derecho al desarrollo.

Según el PNUD, “el desarrollo humano es un proceso en el cual


se amplían las oportunidades del ser humano, significa crear un
entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad
sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de
acuerdo a sus intereses. Conlleva la capacidad de las personas
de disfrutar de una vida prolongada, tener acceso a los recursos
necesarios, adquirir conocimientos y poder participar en la vida en
comunidad”.

PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano. 1999

Durante muchos años, la figura de la mujer y lo femenino han estado


excluidos de las estrategias de desarrollo; pues al ser lo masculino el
centro de la sociedad, los esfuerzos de los Estados estaban dirigidos
a los hombres debido a que las mujeres carecían de valor humano.
Con la creación de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de
la Mujer y la adopción de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, se comienza a señalar que las desigualdades constituyen
un obstáculo para el logro de la igualdad. En este período
comprendido de 1945 a 1962 los esfuerzos por alcanzar el desarrollo
de las mujeres se centran en el objetivo del logro de la igualdad
jurídica. En esta etapa, se consideraba que el concepto de desarrollo
estaba orientado a que los países del Tercer Mundo alcanzaran los
niveles de bienestar que tenían los países desarrollados. La mujer
era vista como un impedimento para alcanzar el desarrollo, pues al
no contar con educación, estar subordinadas y relegadas al ámbito

17
Fries, Lorena. Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafíos Pág. 52
privado, no estaban inmersas en el trabajo productivo, se hacía más
difícil su incorporación al mundo moderno.
En una segunda fase (1963 a1975), se menciona por primera vez a
las mujeres en el desarrollo cuando se habla de la necesidad de la
“plena integración de las mujeres al esfuerzo total del desarrollo” y se
contempla el derecho de las mujeres a disfrutar de los beneficios del
desarrollo y a ser integradas al proceso como una condición para el
logro de las metas y la obtención de una paz duradera.18 Así surge el
enfoque “Mujeres en el Desarrollo” (MED) de donde se desprenden
acciones encaminadas a lograr la igualdad, específicamente en el
orden legal.
La tercera fase está comprendida entre los años de 1976 a 1985, la
cual está marcada por una importante concientización internacional
en cuanto a la situación de la mujer en el desarrollo.
A partir de los años 80 surge como una propuesta del análisis
impulsado por los grupos feministas el enfoque Género en Desarrollo
(GED) el cual mediante la incorporación de la perspectiva de género
pretendía identificar y superar los obstáculos que generan las
desigualdades e incorporar a las mujeres en el desarrollo analizando
la situación de la mujer y cómo le afectan los factores como pobreza,
superpoblación, analfabetismo, desnutrición entre otros. Los
resultados obtenidos de dicho análisis, catapultaron en el año de
1979 la adopción de la Convención para la Eliminación de toda
Forma de Discriminación contra la Mujer, la cual es considerada
como la carta fundamental de los derechos humanos de las mujeres.
En esta etapa cambia el enfoque de desarrollo y se considera a la
mujer como “agente y beneficiaria del proceso de desarrollo en todos
los sectores y niveles”.

La cuarta fase (1986 a 1995) incorpora el enfoque de género en la


construcción de políticas públicas que incluyen el valor de la
diversidad y están encaminadas a integrar cambios que eliminen los
factores que causan la exclusión, la subordinación y la discriminación
de las mujeres.

Se incrementa la presencia de las mujeres en los procesos de


desarrollo, junto a la exigencia de incorporar a las mujeres como

18
García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming ¿De qué
estamos hablando? Marco conceptual, elaborado para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para
américa Latina y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-PNUD.
actoras políticas interesadas y dando respuestas a sus intereses y
necesidades. Se aplican los criterios de Derechos Humanos que
exigen a los Estados ser garantes de los derechos humanos así
como incorporar políticas públicas encaminadas a enfocar los
esfuerzos al logro de la igualdad sustantiva.

En el año de 1994 se desarrolló la Conferencia Internacional sobre la


Población y el Desarrollo. En su Programa de Acción se refirieren los
derechos de la mujer, como la igualdad entre los sexos, la familia, la
salud reproductiva, el control de la natalidad y la planificación
familiar, la salud de la mujer, así como la inmigración y la educación
de la mujer. Un aspecto importante del Programa de Acción es que
se basa expresamente en los derechos humanos y proclama que
“Promover la equidad y la igualdad de los sexos y los derechos de la
mujer, así como eliminar la violencia de todo tipo contra la mujer y
asegurarse de que sea ella quien controle su propia fecundidad son
la piedra angular de los programas de población y desarrollo.19

A pesar de los esfuerzos realizados por las estrategias de incluir a


las mujeres en el desarrollo, la incorporación de la cultura de
Derechos Humanos y de los intentos por generar políticas, planes y
programas con enfoque de género que permitan alcanzar la igualdad
sustantiva, aún persisten obstáculos para concretar la igualdad entre
hombres y mujeres pues aún existen patrones culturales que
sostienen la subordinación de las mujeres y las mantienen en
situación de discriminación impidiendo que alcancen el goce y pleno
ejercicio de sus derechos humanos.

III.- La igualdad

La igualdad quedó establecida en la Declaración Universal de los Derechos


Humanos de 1948, como principio básico. Este principio universal establece
que todos los seres humanos somos iguales ante la ley, sin distinción alguna, y
que tenemos derecho a todos los derechos y libertades establecidos en la
declaración.

Alda Facio, afirma que: “el derecho humano a la igualdad es indispensable


para poder gozar de los otros derechos”.

19
Informe de la conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, El Cairo. 1994. Publicación de
las Naciones Unidas.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de igualdad entre mujeres y
hombres?

Para poder dar respuesta a esa pregunta debe partirse del hecho que el
concepto de igualdad ha variado históricamente pero su fundamento está
basado en reconocer la igual dignidad que todos los seres humanos tienen por
el hecho de serlo, por lo que se sostiene que la dignidad es innata a la persona
e inalterable por razón de las circunstancias. Para comprenderla mejor se
requiere hacer mención al carácter multidimensional de la igualdad que
contempla el análisis de la igualdad como:

 Principio
 Valor fundamental /principio jurídico/ideal normativo.
 Concepto.

1. Igualdad como principio

Según el autor español Antonio Pérez Luño, para entender la igualdad


como principio se requiere considerarla como un enunciado que encierra
un valor fundamental que en el ordenamiento jurídico establece que el
principio de igualdad, obliga a los poderes públicos a dispensar un trato a
las personas acorde con su dignidad y que no puede ser diferenciado para
bien o para mal en atención a sus características subjetivas, salvo que
tengan una relevancia objetiva y razonable que justifique esa diferencia.
Además la igualdad tiene un carácter principista que posee consecuencias
jurídicas de las cuales la más importante es la generalidad y el que no
haya excepciones o privilegios que nieguen la igualdad y promueve las
condiciones concretas que la garanticen. Por ello representa un ideal
normativo dada la existencia de diferencias diversas entre los seres
humanos.20

Evangelina García Prince cita que la Declaración de Independencia de los


Estados Unidos (1776) constituye el primer texto legal en el que se incluye
a la igualdad como un principio doctrinario y normativo; posteriormente
apareció como un principio fundamental de la Revolución Francesa. Ya en
1948 la igualdad aparece enunciada como principio sustantivo en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y a partir de ese
momento es retomado en la mayoría de constituciones como un principio
o valor que define entre otros el Estado de Derecho. Sin embargo, a pesar
de que la igualdad es un principio que se encuentra explícito en los textos

20
Pérez Luño, Antonio Enrique: Dimensiones de la igualdad. Cuadernos “Bartolomé de las Casas”, núm. 34,
fundación el Monte. Editorial Dikinson. Madrid, 2005.
jurídicos, en la realidad, prevalecen los patrones culturales que respaldan
el poder masculino que se apropia, domina y excluye a las mujeres.

2. Igualdad como concepto

Según la RAE, igualdad es un término que proviene del latín aequalitas y


tiene varios significados entre los que se mencionan:

 Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad


o cantidad.
 Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que
uniformemente componen un todo.
 Principio que reconoce la equiparación de todos los ciudadanos
en derechos y obligaciones.
 En matemática se entiende como la equivalencia de dos
cantidades o expresiones, (lo que implica que para que dos
factores sean iguales deben de tener similar valor).

Como concepto relacional, la igualdad expresa la relación existente entre


dos objetos, o personas o condiciones y determina por que pueden ser o
no considerados como iguales y tácitamente, implica quiénes o qué
representarían aquello que es desigual. Es evidente entonces que la
igualdad es una normativa a definir, una situación a construir, sobre la
base de la existencia de un “punto de comparación”, que es el aspecto
sobre cuya base se realiza la comparación.

Evangelina García Prince.

La jurista Alda Facio expresa que en el campo de lo social y


especialmente desde el punto de vista de los derechos humanos, la
igualdad es una situación o contexto donde las personas tienen los
mismos derechos y las mismas oportunidades en un determinado aspecto
o nivel general, por tanto para la igualdad de sexo o de género hace
referencia a la eliminación del estándar masculino en el acceso a las
oportunidades existentes para que puedan repartirse de manera más justa
entre hombres y mujeres; sin embargo ella establece que el significado de
igualdad no hace alusión a que los sexos/géneros sean idénticos en
capacidades, naturaleza o cualidades sino que alude a algo muy distinto:
que sin importar si son idénticos o diferentes deben tener acceso a las
oportunidades por igual.21

El concepto de igualdad ha sido deconstruido y resignificado para asignar


el mismo valor a todo lo referido a la mujer o a lo femenino en
comparación con lo referido al hombre o a lo masculino, pues la igualdad
significa eliminar las diferencias que impiden el desarrollo y la diversidad,
porque hablar de igualdad es hablar de diferencias, sin que estas
determinen una desvaloración; es eliminar lo masculino como el patrón
humano a seguir.22

Sin embargo, en el sistema patriarcal, históricamente las mujeres han sido


catalogadas como seres diferentes; existiendo una férrea oposición a
considerarlas como seres equivalentes o como personas igualmente
diferentes y concibe a la igualdad como un hecho y no como un valor. En
la otra cara de la moneda, dentro de este sistema, se reconocen las
capacidades, habilidades y naturaleza de los hombres y en sus orígenes.
Rousseau, cita que “la igualdad se mide en relación con las capacidades
y méritos de cada individuo”. Con base a esa premisa Alda Facio
reflexiona que las personas que viven la desigualdad y la discriminación
se enfrentan a la exigencia de demostrar que son iguales, en el sentido de
similares a los hombres, quienes ya gozan de los derechos.

3. Igualdad como derecho

Como derecho, la igualdad puede ser definida como una capacidad que
poseen todas las personas. Dicha capacidad está formalmente
establecida, es decir garantizada y respaldada por el Estado en su marco
jurídico, y dota a las personas de fundamentos legales para exigir trato
ciudadano equivalente en su acción frente a los poderes públicos, en los

21
Facio, Alda. La Responsabilidad Estatal frente al Derecho Humano a la Igualdad. Primera edición
electrónica, 2016. Página 22
22
Delgado Ballesteros, Gabriela. Educación para la igualdad. Hacia la Igualdad Sustantiva en México: Agenda
prioritaria. Primera Edición .CNDH México. 2019. Pág. 27.
instrumentos y en todas las instancias de la acción pública. De esta
manera la igualdad es el derecho primordial de la ciudadanía.23

Desde la perspectiva de los derechos humanos, la igualdad no es un


hecho sino un valor establecido precisamente ante el reconocimiento de la
diversidad humana.

Los derechos humanos no son hechos sino valores, por tanto la igualdad
como derecho humano no alude a los primeros sino a los segundos.
Desde el ámbito de los derechos humanos, la igualdad entre los sexos no
sugiere que hombres y mujeres somos idénticos, ni siquiera que seamos
semejantes en capacidades y naturaleza, sino que somos equivalentes;
esto es que valemos lo mismo como seres humanos a pesar de tener o no
diferentes habilidades, capacidades y naturaleza. 24

El hecho de identificar que los hombres y mujeres son diferentes y


visibilizar que dicha diferencia es una de las principales causas de
discriminación hacia las mujeres fue el hecho que lleva a incluir en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos la afirmación que todas
las personas nacemos “libres e iguales en dignidad y derechos”25.
Posteriormente los Tratados Internacionales han ido desarrollando el
concepto de igualdad como un derecho humano. En la CEDAW se
visibiliza el vínculo entre derechos a la igualdad y no discriminación de las
mujeres y la responsabilidad estatal que conllevan los derechos humanos.

A la vez, el reconocimiento de la diversidad humana constituye la base


para exigir que el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres admitiera
que estas pueden sufrir discriminación por el hecho de ser mujeres; y que
a la vez pueden ser objeto de múltiples formas de discriminación debido a
la presencia de otros factores tales como raza, nacionalidad, religión,
estatus, edad, clase, ideología, orientación sexual e identidad de género
entre otros lo cual se conoce como discriminación interseccional, la cual
afecta de distinta forma y medida a las mujeres en comparación a los
hombres. Es por eso que el derecho a la igualdad es el derecho a gozar
de todos los derechos humanos.

23
García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming ¿De qué
estamos hablando? Marco conceptual, elaborado para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para
américa Latina y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-PNUD. Página 37
24
Ibid. Página 24
25
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 1.
4. Diferencias entre igualdad y equidad

Existe una confusión respecto a los conceptos de igualdad y equidad, la


cual tiene su origen en las discusiones y presiones que grupos de trabajo y
ONGs realizaron antes de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín,
1995) por incluir en la redacción de la Plataforma de Acción de dicha
Conferencia el término igualdad o el de equidad. Mientras algunos grupos
pujaban por mantener el término de igualdad, el grupo de representantes de
América Latina decidió apoyar la sustitución de igualdad por el término
equidad; pues consideraban que la equidad permitiría incluir un trato
diferente para cada género dependiendo de sus necesidades y al mismo
tiempo contribuiría a alcanzar la igualdad real en lugar de una igualdad
formal pues habían comprobado que a pesar del hecho de contar con un
marco normativo que impulsaba la igualdad, no se habían alcanzado los
resultados esperados. Sin embargo, la equidad tampoco obtuvo los
resultados esperados pues al ser considerada como una meta social, los
gobiernos pueden excusarse aludiendo toda clase de justificaciones,
mientras que la igualdad es un derecho humano y por lo tanto una
obligación legal a la que no pueden sustraerse los Estados, por esa razón
se ha insistido en recuperar el uso del término igualdad.26

5. Principios de Igualdad y Equidad.

5.1 Principio de igualdad.

El principio de igualdad tiene un carácter multifacético y su construcción se


ha visto enriquecida por elementos teóricos – doctrinarios que han variado
constantemente en la historia. Existen varios sentidos que confieren al
principio de igualdad un carácter complejo. Entre estos se mencionan:

Tabla N° 2 Elementos teóricos –doctrinarios del Principio de Igualdad.

Las mujeres y hombres son iguales en el sentido de


La equivalencia humana. que son humanamente equivalentes o equipolentes,
es decir de igual valor humano.
La igualdad de derechos y La igualdad se refiere no sólo a cuestiones normativas,
trato jurídico a las capacidades consagradas como derechos en las

26
Facio, Alda. ¿Igualdad y /o equidad? , Área de Género del Centro Regional del PNUD. Nota para la Igualdad
N°1. Panamá.2011.
leyes, sino también a cuestiones fácticas, es decir al
trato que se recibe en virtud de tales capacidades, es
decir igualdad de recibir igual protección de la Ley e
igual tratamiento y respeto ante la Ley: se trata pues
de entender la igualdad en la Ley (derechos
consagrados) y como igualdad ante la ley (trato
jurídico recibido)
La igualdad ante la ley se refiere a la garantía de que
todos recibirán igual protección de la ley y recibir igual
protección y respeto por quienes tienen
institucionalmente la responsabilidad de hacer cumplir
la ley.
Aun cuando la no discriminación es política y
jurídicamente un principio complementario, no es
equivalente al de igualdad.
Es un principio que ha logrado notable desarrollo
La no discriminación
gracias a la doctrina de los derechos humanos.
El Artículo 1 de la CEDAW brinda un concepto de
discriminación contra la mujer. De hecho la CEDAW es
un instrumento de los derechos de las mujeres que
tiene como propósito eliminar la discriminación.
La igualdad en la diferencia y en la diversidad supone,
en primer lugar, su reconocimiento y, luego, que se
La admisión de la diferencia o respeten y se proteja la integralidad de los derechos,
diversidad lo cual no descarta de ninguna manera la necesidad
de normativas específicas en ciertos casos, si
contribuyen al logro de la igualdad real y sustantiva
como en el caso de las medidas de acción positiva.
Se basa en la postulación ampliamente admitida de
que sin libertad no hay igualdad. Se articula
coherentemente con la posibilidad del ejercicio de la
igualdad de derechos en forma definitiva.
La autonomía está referida a la libertad de las
La autonomía personal personas, independientemente de su género o alguna
otra característica que pueda dar lugar a
discriminaciones, para decidir las acciones que van a
emprender, las aspiraciones que desean lograr y los
atributos personales que quieren desarrollar y que
según su criterio son valiosos para ellas mismas.
Fuente: García Prince, Evangelina.
Ideas para hacer un uso coherente de los principios de igualdad y equidad.

Alda Facio expresa que existen tres ideas claras para hacer un uso coherente de
los principios de igualdad y equidad las cuales se plantean a continuación:

a. El derecho a la igualdad implica el derecho a la no discriminación.

La Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las


formas de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW) así como otros
instrumentos legales internacionales de derechos humanos establecen que
el derecho humano a la igualdad siempre va aparejado al de no
discriminación, por esa razón los derechos humanos garantizan la igualdad
y prohíben la discriminación basada en sexo. Señalando que se puede
medir o evaluar objetivamente cuándo hay igualdad porque según la teoría
de los derechos humanos sólo habrá igualdad si no hay discriminación ni
directa ni indirecta, contra ninguna mujer.

La CEDAW señala que la “discriminación contra la mujer” denotará:

“toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por


objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, o ejercicio
por la mujer independientemente de su estado civil, sobre la base de la
igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política económica, social, cultural y civil o
en cualquier otra esfera”.

Artículo 1 CEDAW

Al contrario de la igualdad, la equidad no está aparejada a la no


discriminación, por lo que la equidad no exige eliminar los aspectos que
producen discriminación.

b. La igualdad trae consigo obligaciones legales para los Estados.

Los grupos que defienden la idea de sustituir la igualdad por el término


equidad, consideran que la equidad de género se refiere a los mecanismos
por medio de los cuales se logrará la igualdad entre mujeres y hombres. A
pesar de esta afirmación, el Comité de la CEDAW no acepta dicha
explicación pues no basta con declarar la igualdad entre hombres y mujeres
en la constitución política o en las leyes de cada Estado (lo que se conoce
como igualdad formal) sino que el derecho a la igualdad entre hombres y
mujeres requiere que cada estado implemente acciones específicas y
concretas para eliminar la discriminación real y comprobada contra las
mujeres para que puedan disfrutar de su derecho humano a la igualdad (lo
que se conoce como igualdad sustantiva o real).

Esto requiere que los Estados cumplan con la obligación legal de promover
políticas y acciones que sean necesarias para eliminar todas las formas de
discriminación que se encuentren en la legislación, las costumbres o en los
comportamientos de las personas para que las mujeres puedan gozar de
todos los derechos humanos sin distinción.27

El Comité enfatiza que los Estados tienen la obligación de garantizar la


igualdad entre mujeres y hombres y no implementar planes y políticas de
equidad de género, ya que pueden llevar más bien a una profundización de
la desigualdad entre los sexos porque la equidad no exige eliminar las
desigualdades y discriminaciones que existen contra las mujeres.28

c. La igualdad implica trato idéntico o diferenciado entre hombres y


mujeres.

Según la teoría de los derechos humanos, la igualdad exige un tratamiento


no discriminatorio, que redunde en el pleno goce de los derechos humanos.
Para cumplir con ello el principio de igualdad requiere que a veces se les dé
un tratamiento idéntico a hombres y mujeres, y a veces un tratamiento
distinto. Este trato diferenciado, se basa en uno de los principios
fundamentales del derecho constitucional y de la teoría de los derechos
humanos que es discriminatorio tratar a diferentes como si fueran idénticos
y por ende, el principio de igualdad exige que el derecho y las políticas
públicas no traten a hombres y mujeres como si fueran idénticos.

27
Facio, Alda. La Responsabilidad Estatal frente al Derecho Humano a la Igualdad. Primera edición
electrónica, 2016. Página 56
28
Recomendaciones generales aprobadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la
Mujer. Recomendación general N° 25 Medidas especiales de carácter temporal (párrafo 1 del artículo 4 de la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
Tabla N° 3 Comparativo entre la definición de igualdad entre mujeres y
hombres y la definición de Equidad de Género
Definición igualdad entre mujeres y Definición Equidad de Género
hombres
“Trato idéntico o diferenciado entre “Trato imparcial de mujeres y
hombres y mujeres que resulta en una hombres, según sus necesidades
total ausencia de cualquier forma de respectivas, ya sea con un trato
discriminación contra las mujeres por idéntico o con uno diferenciado”
ser mujeres, en lo que respecta al
goce y ejercicio de todos sus
derechos humanos”.

La distinción entre ambos términos es que mientras que el concepto de


igualdad exige que el trato, ya sea idéntico o diferenciado, resulte en que
las mujeres no sufran ninguna forma de discriminación, el de equidad no
hace referencia a eliminar las desigualdades ni discriminaciones que sufren
todas las mujeres en todo el mundo.29

Las medidas de acción positiva, o medidas afirmativas o la discriminación


inversa son los instrumentos que permiten instrumentar el trato diferencial,
ya que son las que permiten eliminar las desventajas.30

Son medidas dirigidas a eliminar las desigualdades existentes contra


grupos históricamente discriminados. Son medidas temporales con
las que se pretende suprimir y compensar las desventajas
Acción positiva existentes. En el caso de la discriminación por género, las medidas
de acción positiva tienden a eliminar las desigualdades que
históricamente sufren las mujeres como consecuencia de los roles y
los estereotipos que las sociedad les impone.
La CEDAW establece en su artículo 4.1 que los Estados pueden
tomar medidas especiales de carácter temporal que aceleren el logro
Medidas de la igualdad de facto entre el hombre y la mujer sin que éstas sean
afirmativas interpretadas como discriminatorias para los hombres.
Estas medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de
igualdad de oportunidad y trato.

29
Facio, Alda. La Responsabilidad Estatal frente al Derecho Humano a la Igualdad. Primera edición
electrónica, 2016.
30
García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming ¿De qué
estamos hablando? Marco conceptual, elaborado para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para
américa Latina y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-PNUD. Páginas 49 y
50.
Conocida también como discriminación positiva son medidas
Discriminación encaminadas a promover la igualdad de oportunidades entre
inversa hombres y mujeres, en particular para corregir las desigualdades de
hecho que afecten a las oportunidades de las mujeres.

5.2 Principio de equidad.

Es importante enfatizar que la igualdad y la equidad no son sinónimos, ni


intercambiables, pues la equidad tiene como propósito último contribuir a lograr la
igualdad por encima de las diferencias que puedan existir. Evangelina García
Prince menciona que la equidad se hace presente en el trato que se brinda a las
necesidades e intereses de las personas que son diversas o diferentes y que es la
equidad la que permite dar un trato diferente a quienes están en desventaja.

Según Yolanda D’ Elia y Thais Maingon la equidad se define como “un principio
asociado a valoraciones éticas, morales y políticas sobre la idea de lo que es
justo”.

La equidad es un principio ético-normativo, asociado con lo justo, que comprende


los siguientes aspectos:

 Parte de un algo fundamental (necesidad, capacidad o potencial) en el que


nadie debe estar en desventaja.
 Tiene carácter social y no solamente individual.
 Incide en la distribución de poder, derechos, oportunidades y opciones.
 Tiene por función cerrar las diferencias injustas.

Los principios de igualdad y equidad son interdependientes: ninguno es suficiente


sin el otro. La equidad se asocia con oportunidades, mientras que la igualdad tiene
que ver con el reconocimiento social y legal de derechos y el ejercicio de poder.

En el proceso de desarrollo del principio de igualdad se ha identificado la


necesidad de relacionarlo con otros conceptos como la igualdad de oportunidades,
igualdad de trato o trato equivalente y la igualdad de resultados.
5.3 La igualdad de oportunidades.

La igualdad de oportunidades, comprende la remoción de obstáculos o barreras.


Para lograrlo, se requiere tomar medidas especiales tales como las acciones
positivas para compensar las desventajas.

El ejemplo de los competidores en una carrera sirve para evidenciar que no puede
conseguirse la igualdad si se comienza la carrera desde diversos puntos de salida.
De este modo, la aproximación a la igualdad sustantiva desde la igualdad de
oportunidades se dirigirá a igualar el punto de partida.

El principio de igualdad de oportunidades se ocupa de la redistribución del acceso


a las distintas posiciones de la sociedad, pero no de la distribución de las
posiciones mismas. El problema consiste en acoplar personas con dotes
desiguales a posiciones que rinden una remuneración o un poder o un prestigio
desiguales. La solución consiste en hacerlos accesibles a todos de acuerdo con
una base competitiva.31

Únicamente equipara las condiciones de partida, pero la persona debe de acceder


por sí misma a los derechos que establece la ley.

Es una dimensión de la equidad y se expresa como condición que asegura a la


persona tener la posibilidad real de ejercer los derechos que legítimamente posee.

Las acciones del Estado que tratan de concretar el principio de igualdad de


oportunidades se encaminan principalmente al campo de la educación, la
separación de cargas familiares en el caso de las mujeres, la concientización de la
sociedad entre otros. 32

Para garantizar que la igualdad sustantiva se vuelva realidad, no solo se debe


invocar a la igualdad de oportunidades, la cual se establece en toda política
pública y hace referencia a que todas las personas tengan las mismas
posibilidades de acceder a los recursos y a los servicios. También es necesario
considerar otras igualdades como son: la igualdad en el trato, la participación y los
resultados. La igualdad debe medirse en función de que se haya logrado un
proceso tal de igualdad e igualitario.33

31
Pérez Portilla, Karla. Igualdad Sustancial. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM. México. pág 155 https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv
32
ibídem
33
Delgado Ballesteros, Gabriela. Educación para la igualdad. Hacia la Igualdad Sustantiva en México: Agenda
prioritaria. Primera Edición .CNDH México. 2019. Pág. 26.
5.4 Igualdad de trato o trato equivalente.

Se define como la equivalencia (la igual valoración) que se concede u otorga a las
características diferenciales de las personas, en la asignación, dotación,
distribución y otorgamiento de medios y beneficios dirigidos a favorecer el ejercicio
de los derechos de mujeres y hombres aun cuando sus aspiraciones, necesidades
e intereses sean diferentes. Comúnmente es definida como ausencia de
discriminación basada en la presencia de alguna de las características que
pueden dar lugar a desventajas en el ejercicio de los derechos.

Recibir igualdad de trato se refiere a que las diferencias desventajosas sean


consideradas en su justo peso, sean solventadas con trato diferencial hacia los
grupos o personas, para que éstas lleguen a los mismos resultados, en términos
de ejercer el derecho en forma igualitaria.34

5.5 Igualdad de resultados.

Se refiere a asegurar y garantizar el ejercicio de cualquier derecho para todas y


todos por igual, sin discriminaciones y con oportunidades y trato que favorezca
dicho ejercicio.

Se establece que es discriminatorio todo trato que tenga por resultado la


desigualdad, porque apela a la igualdad de resultados; lo que quiere decir que, si
una mujer se le da un trato idéntico al del hombre y ese trato la deja en una
posición inferior, esa acción es discriminatoria, aunque la intención haya sido
lograr la igualdad.35

El resultado que persigue la igualdad es que las personas puedan gozar y ejercer
sus derechos. Esto requiere eliminar cualquier distinción, exclusión o restricción
basada en el sexo que puedan anular el goce y ejercicio de esos derechos.

34
García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming ¿De qué
estamos hablando? Marco conceptual, elaborado para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para
américa Latina y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-PNUD. Página. 56
35
Delgado Ballesteros, Gabriela. Educación para la igualdad. Hacia la Igualdad Sustantiva en México: Agenda
prioritaria. Primera Edición .CNDH México. 2019. Pág. 27.
El Principio de Igualdad se complementa con otros conceptos tales como:

5.6 Igualdad formal, igualdad de derecho o igualdad de jure.

La concepción del principio de igualdad en la época moderna está interrelacionado


con la idea que al eliminar ciertos privilegios que tenían algunos grupos, se
lograría la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. La aceptación del principio
de igualdad formal ha constituido un paso significativo en el camino hacia la
igualdad en muchas sociedades. A pesar de ello; durante mucho tiempo se ha
excluido de ciertos derechos o prerrogativas a determinados grupos, como las
mujeres, pues no eran consideradas como ciudadanas.

Con la inclusión de la humanidad de las mujeres en el concepto de derechos


humanos, se fortaleció la creación del marco normativo que contiene medidas
jurídicas para asegurar a las mujeres la igualdad de oportunidades ante la ley. Sin
embargo, la mera igualdad ante la ley no garantiza el disfrute real de los derechos
para las mujeres o para las personas que se ven expuestas a cualquier clase de
discriminación; pues la asimetría que hay en el disfrute de los derechos iguales es
resultado de las desigualdades reales que existen en la sociedad. Por tanto por sí
sola la igualdad formal no garantiza eliminar la discriminación.

La CIDH ha sostenido que si bien la igualdad formal ante la ley no garantiza la


eliminación de los casos de discriminación en la práctica, el reconocimiento de la
igualdad formal ante la ley hace posible el incentivo de transformaciones en la
sociedad que refuercen el respeto por la igualdad ante la ley.36

La igualdad de jure o de derecho, representa un vínculo y capacidad jurídica


definida por derechos y garantías que son refrendadas por el Estado. Supone
una titularidad de derechos que opera legítimamente al margen de las
diferencias y diversidades que puedan ser socio culturalmente significativas.

Evangelina García Prince.

La igualdad en el ejercicio de los derechos humanos ha sido hasta hace poco


interpretada de manera restrictiva como igualdad formal una igualdad abstracta
que era tal en la medida en que la normativa nacional o internacional contuviera
un texto que afirmara que las personas somos iguales ante la ley y la prohibición
de ser discriminados por diversas condiciones. Sin embargo, el enfoque de género

36
CIDH. Informe sobre pobreza y derechos humanos en las Américas. Doc. 147.7 septiembre 2017.
ha permitido establecer que la igualdad reconocida en la ley no basta para que en
las relaciones sociales concretas podamos efectivamente gozar de igualdad.37

5.7 Igualdad sustantiva/ igualdad real o de hecho o igualdad de facto.

Las críticas presentadas desde los círculos feministas académicos y del activismo,
deslegitimaron el concepto idealista de la igualdad de la época moderna,
constituyéndose en la base para legitimar el concepto de la igualdad de hecho o
de facto.

A pesar de los esfuerzos realizados por los Estados por sancionar las medidas
jurídicas que permitieran asegurar a la mujer la igualdad de oportunidades ante la
ley, garantizando así la igualdad de jure, se observó que persistía la discriminación
de facto y la de jure, por lo que se consideró que hacía falta un compromiso
político y económico visible por parte de los gobiernos y de las organizaciones no
gubernamentales para eliminarla. Uno de los obstáculos para eliminar la
discriminación de facto es que la mayoría de las mujeres y de los hombres no
tienen conciencia de los derechos que corresponden por ley a la mujer ni
comprenden plenamente los sistemas jurídicos y administrativos que deben
servirse para ejercerlos.38

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha distinguido la igualdad


formal y real como distintas acepciones para comprender la protección y el goce
de los derechos humanos. El sistema interamericano no sólo recoge una noción
formal de igualdad, limitada a exigir criterios de distinción objetivos y razonables y,
por lo tanto, a prohibir diferencias de trato irrazonables, caprichosas o arbitrarias,
sino que avanza hacia un concepto de igualdad material o real que parte del
reconocimiento de que ciertos sectores de la población requieren la adopción de
medidas afirmativas que permitan su equiparación. Ello implica la necesidad de un
trato diferenciado cuando, debido a las circunstancias, la igualdad de trato
suponga suspender o limitar el acceso a un servicio, bien o el ejercicio de un
derecho.39

La Convención CEDAW introduce el concepto de discriminación y a la vez


mandata a los Estados Partes a eliminar la discriminación contra la mujer, al
37
Salgado, Judith. “Género y derechos humanos”. FORO Revista de derecho, N°5, UASB- Ecuador/ CEN.
Quito, 2006 pag.9

38
ONU. Consejo Económico y social. Comisión de la Condición Jurídica y social de la Mujer. Temas
Prioritarios: Igualdad: Eliminación de la Discriminación de jure y de facto contra la mujer. Informe del
Secretario General. Documento E/CN.6/1992/ 7. Pag 5
39
CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en las Américas, párrs. 89-99
mismo tiempo introduce la obligación de los Estados a mejorar la situación de
facto de la mujer, adoptando políticas y programas concretos y eficaces. El Comité
de la CEDAW opina que un enfoque jurídico no es suficiente para lograr la
igualdad de facto con el hombre, que el Comité interpreta como igualdad
sustantiva.40

La CEDAW señala que para alcanzar la igualdad sustantiva se requiere:

 Que la mujer tenga las mismas oportunidades desde un primer momento y


que disponga de un entorno que le permita conseguir la igualdad de
resultados.
 No es suficiente garantizar a la mujer un trato idéntico al hombre.
 Debe tenerse en cuenta las diferencias biológicas que hay entre la mujer y
el hombre y las diferencias que la sociedad y la cultura han creado.
 En ciertas circunstancias será necesario que haya un trato no idéntico de
mujeres y hombres para equilibrar esas diferencias.
 El logro de la igualdad sustantiva también exige una estrategia eficaz
encaminada a corregir la representación insuficiente de la mujer y una
redistribución de los recursos y el poder entre el hombre y la mujer.41

La igualdad sustantiva supone la modificación de las circunstancias que


impiden a las personas ejercer plenamente sus derechos y tener acceso a
oportunidades de desarrollo mediante medidas estructurales, legales o de
política pública.

Fuente: ONU Mujeres.

La CEDAW y su Comité han ido desarrollando el concepto de igualdad que se


basa en estos tres principios y constituyen la igualdad sustantiva:

40
Recomendación general N° 25 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
Medidas especiales de carácter temporal párrafo 8.
41
Ibid.
Principio de no
discriminación.

Igualdad
sustantiva

Principio de Principio de
responsabilidad igualdad ante
Estatal la ley.

Fuente: CEDAW

6. Principio de no discriminación

Este mandato de no discriminación debe entenderse en dos sentidos:

 No significa que se excluya por completo toda posible distinción


normativa, sino aquella que se considere discriminatoria.

 No significa tampoco que pueda exigirse un tratamiento distinto, como si


se tratase de una obligación emanada de la situación de vulnerabilidad
prevista normativamente a través del mandato de no discriminación;
aunque un tratamiento diferente puede venir impuesto, pero tendrá que
ser también normativamente, es decir con base jurídica, dado que no
existe un criterio que siempre y en todo caso obligue a la diferenciación.

7. Principio de Responsabilidad Estatal

Los derechos humanos generan tres niveles de obligaciones para el


Estado:
Tabla N° 4 Obligaciones del Estado frente a los Derechos Humanos.

Obligación del Estado Significado.


Constituye la obligación más inmediata y básica de
los derecho humanos, en tanto implica no interferir
con /o poner en peligro los derechos. Se trata de una
obligación que tiende a mantener el goce del
Respetar derecho, y su cumplimiento es inmediatamente
exigible cualquiera que sea la naturaleza del
derecho. Ninguno de los órganos pertenecientes al
Estado debe violentar los derechos humanos, ni por
sus acciones ni por sus omisiones.
Es una obligación de los agentes estatales en el
marco de sus respectivas funciones para crear el
Proteger marco jurídico y la maquinaria institucional necesaria
para prevenir las violaciones a los derechos
humanos.
Esta obligación no sólo tiene el objetivo de mantener
el disfrute del derecho, sino también el de mejorarlo
y restituirlo en caso de violación.
Según la CIDH, la obligación de garantizar implica el
deber de los Estados Partes de organizar todo el
aparato gubernamental y, en general, todas las
estructuras a través de las cuales se manifiesta el
ejercicio del poder público, de manera tal que sean
capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno
ejercicio de los derechos humanos. Esta obligación
Garantizar o cumplir implica cuatro deberes mutuamente
complementarios para hacer efectivo el goce y
disfrute de los derechos humanos:
 Creación de la maquinaria institucional
esencial para la realización del derecho.
 Provisión de bienes y servicios para satisfacer
los derechos.
 Investigar, sancionar y reparar las violaciones
a derechos humanos.
 Promover para lograr cambios en la
conciencia pública.
Fuente: Serrano, Sandra y Vásquez, Daniel. Curso IV. Fundamentos teóricos de los
derechos humanos. Características y principios. Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) México. pág. 35

En caso de incumplir dichas obligaciones, los Estados deben de rendir cuentas


tanto a nivel internacional como a sus ciudadanos de tales violaciones.
Para lograr la igualdad sustantiva en todas las esferas, la CEDAW requiere,
además de acciones estatales en los tres niveles (respetar, proteger y garantizar),
de dos tipos de acciones más por parte del Estado en cada uno de esos niveles:

 Acciones para lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y


mujeres; y
 Acciones para corregir las desigualdades de poder entre hombres y
mujeres.

Lo anterior quiere decir que, en cada uno de esos tres niveles de acción estatal, el
Estado tiene que implementar leyes y políticas para lograr la igualdad, y leyes y
políticas para eliminar la discriminación.42

8. Principio de igualdad ante la ley

La igualdad ante la ley se refiere a la garantía de que todos recibirán igual


protección de la ley y recibir igual protección y respeto por quienes tienen
institucionalmente la responsabilidad de hacer cumplir la ley. Autores como Pérez
Luño, señala que esta igualdad ante la ley, además de los derechos que consagra,
debe de ser interpretada como una exigencia de generalidad, como exigencia de
equiparación, como exigencia de diferenciación y, finalmente como exigencia de
regularidad del procedimiento, lo cual plantea con gran claridad las múltiples y
concretas implicaciones que supone la igualdad ante la ley.43

IV.- Igualdad sustantiva y la reivindicación de los derechos de las mujeres.

Es importante mencionar que el hecho de dar a los Derechos Humanos una


concepción sesgada en la cual algunos derechos adquieren un orden jerárquico
de mayor importancia en desmedro de otros, ha ocasionado una serie de
desventajas para las mujeres. Es por eso que las formulaciones hechas por las
mujeres han tratado de reconocer que el cuerpo habilita para el ejercicio y goce de
los derechos, y en el caso de las mujeres, el cuerpo ha sido históricamente

42
Facio, Alda. El derecho a la igualdad entre hombres y mujeres. Interpretación de los principios de igualdad
y no discriminación para los derechos humanos de las mujeres en los instrumentos del Sistema
Interamericano. Instituto Interamericano de Derechos Humanos con el apoyo de Agencia Sueca de
Cooperación Internacional para el Desarrollo y Agencia Danesa de Cooperación Internacional. Página 74
43
García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming ¿De qué
estamos hablando? Marco conceptual, elaborado para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para
américa Latina y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-PNUD. Página.42
negado a través de la violencia en su contra, que se ejerce en todos los lugares
del mundo, en los ámbitos público y privado; en tiempos de paz o de guerra. 44

Fue por esa razón que muchos de los esfuerzos de los movimientos feministas se
orientaron a la creación de un marco normativo que protegiera sus derechos, que
reconociera la diversidad y que eliminara la violencia de género ya sea en el
ámbito público o privado, además de combatir todas las formas de discriminación,
exigir sus derechos y garantizar la protección y el ejercicio de sus derechos
humanos.

Dentro de los alcances logrados en la reivindicación de los derechos de las


mujeres se encuentra precisamente los adelantos en materia legal que han
favorecido la protección legal de los derechos humanos de las mujeres tanto en la
protección contra la discriminación cuya base es la Convención para la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por
sus siglas en inglés), de la cual se desprende la Ley de Igualdad, Equidad y
Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres (LIE) y de igual manera la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer que es precisamente la base para garantizar la protección de la
violencia contra la mujer, que da origen a la Ley Especial Integral para una Vida
Libre de violencia para las Mujeres (LEIV).

Si efectuamos un repaso histórico para visibilizar cómo se ha desarrollado el


proceso para reivindicar la igualdad y los derechos de las mujeres debemos partir
del hecho que durante casi cinco mil años, las mujeres no solamente han carecido
de derechos sino que ni siquiera eran consideradas humanas, otorgándoles una
categoría inferior que a los hombres. Los cambios que se han dado en este
proceso han sido gracias a la lucha de movimientos feministas que han logrado el
fortalecimiento de la democracia al reconocer el derecho a la ciudadanía de las
mujeres.

Ya en el año 1792 Mary Wollstonecraft argumentaba en su obra “Vindicación de


los derechos de la mujer” que las mujeres no son inferiores al hombre y que a
pesar de no recibir la misma educación ambos debían ser tratados como seres
racionales y que debían tener las mismas oportunidades en la sociedad.

Años más tarde, la lucha por el sufragio además de exigir el derecho al voto,
estuvo acompañada de demandas de las mujeres para mejorar sus condiciones
educativas y el derecho a un trabajo digno y a una justa remuneración; pues el
trabajo femenino no era bien visto por los hombres por considerar que el lugar de

44
Fries, Lorena. Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafíos. Página 51
las mujeres era en su casa. En este entorno, las mujeres iniciaron una lucha por la
reivindicación de los derechos no solo de las mujeres sino de la clase obrera.
Precisamente en la lucha por exigir mejores condiciones laborales, un grupo de
140 mujeres inmigrantes, operarias de la fábrica Triangle en Nueva York, murieron
en un incendio mientras realizaban una huelga. Este trágico hecho tuvo grandes
repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, dando pie a que
este hecho se retomara en las conmemoraciones del Día Internacional de la
mujer, señalándolo como un referente de la lucha de las mujeres por alcanzar sus
derechos y promover la participación de la mujer en la vida política y económica
así como su aspiración a lograr la igualdad sustantiva y erradicar la discriminación
en todas sus formas; por tanto es incorrecto emplear tan importante fecha para dar
continuidad a estereotipos sexistas que denigran a la mujer y perpetúan su estado
de subordinación e inferioridad con respecto al hombre.

Después de alcanzar el derecho al sufragio, la reivindicación de los derechos de


las mujeres se ha centrado en el goce de sus derechos económicos, sociales y
culturales, pues a pesar de constituir más de la mitad de la población mundial,
existe una brecha relacionada al acceso y disfrute de los derechos humanos por
parte de las mujeres, pues están expuestas a múltiples formas de discriminación
que afecta la vida de las mujeres ya sea en el ámbito público o privado, afectando
directamente su salud, sus derechos sexuales y reproductivos, su derecho a una
vida digna, les expone a violencia contra la mujer, migración, conflictos, crisis y
retarda el acceso a la justicia.

Para mejorar este panorama los Estados deben de garantizar la participación de


las mujeres en la toma de decisiones en la vida política y pública, su derecho al
voto y a ser elegidas en cargos de elección pública, el derecho a ocupar cargos
públicos; así como a adoptar medidas para garantizar la participación de la mujer
en igualdad de condiciones con el hombre.

Es importante citar que dentro de las reivindicaciones de derechos de las mujeres


que los movimientos feministas han logrado es el hecho de promover la creación
de un marco normativo que sustente sus derechos humanos así como alcanzar la
inclusión de las mujeres en el concepto de derechos humanos.

Algunos de los derechos de las mujeres están incluidos en el artículo 4 de la


Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer mejor conocida como Convención Belem do Pará. Entre dichos
derechos se mencionan:

• Derecho a la vida.

• A que se respete su integridad física, psíquica y moral.


• A la libertad y la seguridad personal.

• A no ser sometidas a torturas.

• A la dignidad y que se proteja a su familia.

• A la igualdad de protección ante la ley y de la ley.

• A un recurso sencillo y rápido ante los tribunales

• A la libertad de asociación.

• A la libertad de religión y a profesar las creencias propias.

• A la igualdad de acceso a funciones públicas.

• A participar en asuntos públicos incluyendo la toma de decisiones.

En el artículo 6 de dicha Convención se incluye el Derecho a una vida libre de


violencia, el cual comprende:

• Derecho de la mujer a ser libre de toda discriminación.

• Derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones


estereotipados de comportamiento, prácticas sociales y culturales basadas
en conceptos de inferioridad o subordinación.

No se puede obviar en las reivindicaciones a los derechos de las mujeres los


derechos sexuales y reproductivos.

La salud sexual y reproductiva está contemplada en el Plan de Acción de la


Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo donde se establece que
el objetivo de la salud sexual es “el desarrollo de la vida y de las relaciones
personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de
reproducción y de enfermedades de transmisión sexual”.

En el año 2000, en Guatemala, se confirma la Declaración de los Derechos


Sexuales por parte de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Mundial
de sexología (WAS), quienes parten que los derechos sexuales son derechos
humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a
todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental,
la salud sexual debe ser un derecho humano básico.

El término “salud reproductiva” fue acuñado en 1994, en la Conferencia


Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo, en donde se
plasmó su significado y sus alcances en forma de un acuerdo internacional. La
define como un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera
ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el
sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia la salud
reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria, y
sin riesgos, y la libertad para decidir procrear o no, cuándo y con qué frecuencia.
Esta última condición lleva implícito el derecho de la mujer y del hombre a
información y acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, el
derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permitan los
embarazos y los partos sin riesgos y den a las parejas las máximas posibilidades
de tener hijas/os sanas/os.45

Los Estados tienen la obligación de respetar, proteger y velar por el ejercicio de


los derechos relacionados con la salud sexual y reproductiva de la mujer, y los
servicios que atienden este tipo de derechos deben estar disponibles en número
suficiente, ser física y económicamente accesibles, sin discriminación y deben ser
de alta calidad.

A pesar de estas obligaciones, son frecuentes las vulneraciones de los derechos a


la salud sexual y reproductiva de la mujer. Se producen en distintas formas como
no ofrecer los servicios que solo necesitan las mujeres, proporcionar servicios de
mala calidad, condicionar el acceso a la autorización de terceros o llevar a cabo
intervenciones sin el consentimiento de la mujer, como la esterilización forzada,
reconocimientos forzados para constatar la virginidad y abortos forzados. Los
derechos de la salud sexual y reproductiva de las mujeres también están en riesgo
cuando se les impone la mutilación genital femenina y el matrimonio precoz.46

El reconocimiento del derecho a la “orientación sexual”, es relativamente nuevo.


Se origina a partir de la necesidad de grupos de mujeres y hombres de que los
Estados reconozcan su orientación sexual como un derecho. Esta propuesta se
trató en la 61ª sesión de la Comisión de derechos Humanos de las Naciones
Unidas, celebrada en el 2005 en nueva Zelanda y apoyada por 34 países, se
presentó la moción de no discriminación de las personas a causa de su
orientación sexual, incluyendo implícitamente la aceptación de ésta como un
derecho humano. Al aceptar la orientación sexual como un derecho humano, se
debe respetar la identidad de cada una de estas personas, sin discriminaciones,
sin marginación dentro de la sociedad y ser tratadas como el resto de los seres
humanos. Estas personas deben disfrutar de los derechos consagrados en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

45
Programa de Acción de la conferencia Internacional de Población y Desarrollo, El Cairo, 1994.
46
Los Derechos de la mujer son derechos humanos. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.
2014. Página 54
Las distintas reivindicaciones de los derechos de las mujeres que han propuesto
los movimientos feministas, están orientados a reparar la discriminación histórica
de las mujeres así como para atender a sus características biológicas, por lo que
para alcanzar la igualdad sustantiva, se debe de adoptar medidas que consigan la
igualdad de resultados (en algunos casos podría implicar no tratar de igual manera
a hombres y a mujeres ) y aplicarse con arreglo a los derechos humanos, pues la
igualdad sustantiva alude al ejercicio pleno de los derechos universales y a la
capacidad de hacerlos efectivos en la vida cotidiana.

V.- Análisis del ejercicio formal y real de los derechos humanos por parte de
las mujeres.

El análisis sobre la situación de las mujeres en el ejercicio de sus derechos en el


campo formal y real, tiene su base en el enfoque de la perspectiva de género.
Desde este punto de partida, conlleva analizar cómo ejercen sus derechos las
mujeres y cómo los ejercen los hombres.

Como se ha descrito anteriormente, en la actualidad hay avances en el


reconocimiento de la humanidad de las mujeres, en su involucramiento en
diferentes disciplinas académicas, científicas, en los ámbitos políticos, jurídicos y
económicos. Así como también, los elementos que marginan y discriminan a las
mujeres están en la agenda pública y su eliminación se ha establecido a través de
nuevas leyes.

No obstante, a pesar de estos avances, las mujeres continúan –especialmente de


las zonas rurales y marginales urbanas- en situación de pobreza extrema, no
tienen la educación básica universal, escasez o precarios empleos, dificultades
para alcanzar la autonomía entre otros.

Tomando en cuenta estos indicadores y desde una perspectiva de derechos, el


cumplimiento y avance de las metas establecidas para promover y lograr el
desarrollo de las mujeres, este debe ser un proceso de mejoramiento continuo, es
decir, en el marco de los Derechos Humanos – y los principios de igualdad,
universalidad y no discriminación- estos conllevan a no desistir de la
implementación de políticas públicas con enfoque de género por parte del Estado.
VI.- Fundamento de los instrumentos internacionales en materia de derechos
de las mujeres.

La igualdad entre mujeres y hombres es un principio jurídico universal reconocido


en diversos instrumentos legales nacionales e internacionales sobre Derechos
Humanos, ente los que se destaca la Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, este es un instrumento adoptado por
la mayoría de los movimientos feministas y gobiernos de Latinoamérica, porque
tiene entre sus considerandos “la Declaración Universal de Derechos Humanos
reafirma el principio de la no discriminación y proclama que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona puede
invocar todos los derechos y libertades proclamados en esa Declaración, sin
distinción alguna y, por ende, sin distinción de sexo”, asimismo, considera que los
“Estados partes tienen la obligación de garantizar a hombres y mujeres la igualdad
en el goce de todos los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y
políticos”47. Estos considerandos y todo el contenido de esta convención, hacen
que se considere el instrumento que marca la defensa de los Derechos Humanos
de las mujeres.

El adelanto del Estado salvadoreño en materia de los derechos de las mujeres, se


ha manifestado al suscribir declaraciones, convenciones y conferencias regionales
y mundiales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos; la IV
Conferencia Mundial de la Mujer; la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem do Pará); la Declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), entre
otras.

Los fundamentos de estos instrumentos, se ven reflejados en normativas jurídicas


nacionales, especialmente en la Ley contra la Violencia Intrafamiliar, Ley Especial
Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres y la Ley de Igualdad,
Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres. Estas
herramientas, pretenden resolver los problemas de discriminación, marginación y
violencia contra las mujeres en el ámbito privado y público.

47
Considerandos de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer.
VII.- Bibliografía.

 Aguilar Cuevas, Magdalena. Las Tres Generaciones de los Derechos


Humanos.

 Carrera Lugo, María Elena. “Los Derechos Humanos de las Mujeres: una
reflexión histórica”. Mujeres y Punto

 CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en las


Américas, págs. 89-99
 Considerandos de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer.

 Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 1

 Delgado Ballesteros, Gabriela. Educación para la igualdad. Hacia la


Igualdad Sustantiva en México: Agenda prioritaria. Primera Edición .CNDH
México. 2019

 Derechos de las mujeres y niñas. Las mujeres son la mitad de la población


mundial y tienen los mismos derechos que los hombres. Amnistía
Internacional

 Facio, Alda. El derecho a la igualdad entre hombres y mujeres.


Interpretación de los principios de igualdad y no discriminación para los
derechos humanos de las mujeres en los instrumentos del Sistema
Interamericano. Instituto Interamericano de Derechos Humanos con el
apoyo de Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo y
Agencia Danesa de Cooperación Internacional.

 Facio, Alda. ¿Igualdad y /o equidad? , Área de Género del Centro Regional


del PNUD. Nota para la Igualdad N°1. Panamá.2011

 Facio, Alda (2003). LOS DERECHOS HUMANOS DESDE UNA


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Miradas [en línea]. 2003, 3(1), 15-26[fecha de Consulta 24 de Enero de
2022]. ISSN: 1317-5904. Disponible en:
https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=18330102
 García Campos, Jorge Leonardo. “Olympe de Gouges y la Declaración de
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de Derechos Humanos Universidad Nacional Autónoma de México. Número
3, mayo de 2013. México.

 García –Prince, Evangelina (2008), Políticas de igualdad, equidad y gender


mainstreaming ¿De qué estamos hablando? Marco conceptual, elaborado
para el Área de Género del Centro Regional del PNUD para américa Latina
y El Caribe, Agencia Catalana de Cooperación y Desarrollo, Fondo España-
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 Fries, Lorena. Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafíos.


https://www.flacso.edu.ec/portal/modules/umPublicacion/pndata/files/docs/s
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 Los Derechos de la mujer son derechos humanos. Oficina del Alto


Comisionado de las Naciones Unidas. 2014

 Molina, Gerardo. Derechos económicos, sociales y culturales. Universidad


Libre de Colombia

 ONU. Consejo Económico y social. Comisión de la Condición Jurídica y


social de la Mujer. Temas Prioritarios: Igualdad: Eliminación de la
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General. Documento E/CN.6/1992/ 7.

 Pérez Luño, Antonio Enrique: Dimensiones de la igualdad. Cuadernos


“Bartolomé de las Casas”, núm. 34, fundación el Monte. Editorial Dikinson.
Madrid, 2005.

 Programa de Acción de la conferencia Internacional de Población y


Desarrollo, El Cairo, 1994.

 Recomendación general N° 25 del Comité para la Eliminación de la


Discriminación contra la Mujer. Medidas especiales de carácter temporal
párrafo 8

 Salgado, Judith. “Género y derechos humanos”. FORO Revista de derecho,


N°5, UASB- Ecuador/ CEN. Quito, 2006 pag.9
 Serrano, Sandra y Vásquez, Daniel. Curso IV. Fundamentos teóricos de los
derechos humanos. Características y principios. Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO) México

 https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/derechos-de-las-
mujeres/

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