CAP 4 Los Tiempos Del Tiempo

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84 LOS 11EMPOS DEL 11EMPO

4. EL OBSERVADOR Y EL TIEMPO

Nt
se dibujan los caracteres en sus rasgos esenciales; sus perfiles se esbozan sin prdi
suponer que constituyan una entdad gusamente
n ro homogenea. Aparecen
las novelas de Dickens, no en las de }Calla. Las figures son las que encontramo
en los relatos moralizantes, en las novelas edificantes yen las hagiOgrafas, es del
cir, en los escritos que presentan en forma de relato unas formas de vida que se;
han de imitar (pag. 302).
Mientras que en los •

mitos personales y familiares, al igual que en log


culturales, los personajes son «figures" estaticas y estilizadas, reducidas a
unos rasgos esquemdticos, en las histories no mfticas los personajes son
"cat acteres" reales, de came y hueso y pueden ser descritos de una mane-I
ra dinamica, libre, abierta al cambio. En los primeros capftulos de este libro hemos presentado, de un mo-
Una distincien mds, en la que vamos a fijarnos, es la que se da entre sis-I do general, nuestra vision del tiempo. Hemos elegido el tiempo como cla-
tema y narracion. "Sistema", por definici6n, exige necesariamente 'ilia ve de lecture, perspectiva privilegiada para observer las relaciones hu-
mension especial, pues di-
se refiere a un grupo de elementos que estan en re-I manas, dejando en un segundo piano otros puntos de vista como el in-
lacien recfproca dentro de unos hmites (boundary). consciente, el poder, las emociones o el conocirniento. Por clue el tiempo
Como diremos eri el ca- -
pftulo siguiente, a principios de los aflos setenta hemos trabajado Con el
y no el espacio? El tiempo tiene necesidad del espacio y el espacio del
plantearniento sistemico-cibernetico de Palo Alto, que se basaba principal- tiempo. Kant en el ambito de la filosoffa, Piaget -en el de la psicologfa, y•
mente en la dimension sincrenica. Despues hemos introducido el tiempo. es-
Einstein en - el de la ffsica -por ejemplo-, han concebido el tiempo y el
La narracien, por el contrario, se refiere propiamente a la temporalidad, pacio como realidades estrechamente vinculadas. En este libro hablamos
mds que a la dimensi6n especial. En ella el devenir humano es historia que pocas veces del espacio de forma explicita, pero el espacio está presente
acontece en el tiempo. Por esta breve descripcien resulta claro que pira no- en todas nuestras refiexiones. Cuando hablamos de emundo interno»,
sotros ha sido facil aceptar tambien el pensamiento narrativo. Podemos ' "mundo externo", "horizonte", "perspectiva", "dimension temporal", "sis-
decir que hoy nos servimos de ambas perspectives en una "vision binocu- tema", «estructura", etcetera, estos -y otros muchos- conceptos presupo-
lar", que nos permite orientarnos en el tiempo yen el espacio." Como afir- nen una representacion, un marco espacial, necesarios para el conoci-
me Bateson: dos puntos de vista son mejor que uno.
miento.'
Es normal que ya otros autores hayan considerado el tiempo como una
dimensiOn importante tambitn en la psicoterapia>pero nosotros lo hemos
elegido como punto central de nuestra investigaciem, como Optica para ob-
server las interacciones. En la perspectiva de la cibemetica de segundo orden
podemos decir que esa eptica representa una prernisa epistemologica o un
pre-juicio (bias, en ingles) del observador.
Para nosotros, el tiempo no es solo un media pare estructurar las sesio-
nes o un ritmo que se deba seguir para establecer contacto con los clientes,
sino la meta de nuestras intervenciones, que pretenden favorecer la armo-
nfa y posibilidad de evoluciem, cuando estas -como sucede frecuentemente
en los casos con que nos encontramos- faltan: 4c6mo cambiar un horizon-
te temporal? eComo introducir movilidad en el tiempo detenido de un de-
primido? i• Que hacer para recrear las conexiones diacremicas perdidas en la
historia fragmentaria de un esquizofrenico? ,Como devolver la capacidad
de evoluciem a personas que parecen haber perdido la noci6n de futuro? Y
finalmente, zoom° se puede usar la perspectiva temporal para observer
y comprender la sincronfa y la falta de la misma entre individuos, families,
sistemas sociales?, e thmo podemos favorecer la armonfa entre los diversos
tiempos individuales y sociales?
EL OBSERVADOR Y EL TIEMPO 87

86 LOS TIEMPOS DEL TIEMPO El metodo de Palo Alto estaba basado en el modelo sistemico y en la ci-
bernetica de primer orden o cibemetica del sistema observado. Para ello
Nosotros estudiamos las relaciones desde la perspectiva de la terapia' era necesario un observador separado de la realidad observada. El equipo
sistemica. Observar las relaciones a traves de la 6ptica del tiempo puede trataba de familiar una hip6tesis sistemica sobre la forma en que la fami-
iluminar aspectos olvidados en la actividad terapeutica. Nos ocuparemos a lia se habfa organizado al manifestarse el sfntoma o los sfritomas; la hip6-
continuaci6n de algunas aplicaciones del planteamiento sistemico a la con- tesis correspondfa, por tanto, a lo que se definfa como juego familiar",
sulta y a la psicoterapia. Pan que resultara eficaz, halt que formular la hipotesis sistemica ad hoc,
es decir, representar el juego familiar o, al menos, corresponder de alguna
LA CONSULTA Y LA TERAPIA SISTEMICAS manera a el, como una Have encaja en su cerradura.
En la mayor parte de los casos al equipo le resultaba posible llegar fa-
Contaremos brevemente la historia del planteamiento sistemico, tal cilmente a un acuerdo sobre la hipotesis sistemica y proponer tratamientos
como lo puso en practica el grupo de Milan (Mara Selvini Palazzoli, Luigi eficaces. De hecho, muchas familias sin miembros psicaticos conclufan la
Boscolo, Gianfranco Cecchin y Giuliana Prata) con el fin de orientar al lee-1 terapia despues de unas pocas sesiones. Incluso en algunos casos de psico-
tor pan que pueda seguir el desarrollo de las ideas de los tiltimos veinte j sis aguda result6 posible alcanzar exitos evidentes; pero en los casos de psi-
altos. Somos conscientes de que esta descripcion es la nuestra y que, pori cosis crOnica la terapia se bloqueaba facilmente, y solfa superar las diez se-
hacerla en el momento presente, vendra a ser algo pasado para nuestros lec-i' siones, mlmero maxima previsto por el contrato inicial.
tores, que a su vez la interpretaran desde su propio presente. Y sabemos 1 (Selvini Palazzoli, Boscolo y otros,
El libro Paradoja y contraparadoja
ademas que, como todos los relatos, tambien el nuestro describe de nuevo 1975), que describe el trabajo realizado con quince familias, que tenfan un
el pasado, interpretandolo segfin los sistemas de significado del presente. miembro diagnosticado como esquizofrenico, cuenta que establecer una
De manera que contar nuevamente esta historia es tm niodo, por un lado, relaci6n con aquellas familias era coma entrar en un laberinto. Era dificil
de renovar viejas acciones y, por otro, de construir puentes que e prayed- I encontrar hip6tesis que tuviesen un sentido para todos los miembros del
tan hacia el futuro. De este modo entramos en el «milk autorreflexivo" del equipo; el resultado era un sentimiento de confusi6n y frustracion. Como
pasado, presente y futuro en el momenta preciso en que escribimos nues- , Bowen (1978), el grupo estudiaba los sintomas dentro de un juego de tres
tra historia.2 generaciones. En este juego, el paciente designado ocupaba una posici6n
A principios de los afios setenta, el grupo de Milan, despues de un pe- I ; especial, en la que se concentraba el maxima grado de disconformidad, con
riodo de terapia de la familia de orientaci6n psicoanalftica (1967-1971), I 4 la consiguiente incertidumbre sobre la percepcian de sf mismo y de los de-
adopt6 elmetodo llamado de Palo Alto, un modelo sistemico influido por mas, sensaciem de insensatez y confusion. Para la comprensi6n del sinto-
las ideas de Gregory Bateson, Jay Haley, Don Jackson, Milton Erickson ma psicenico era fundamental la teorfa del doble vincula (Bateson, Jackson
(Watzlawick, Beavin y Jackson, 1967; Haley, 1963). En este primer tieriodo y otros,1956), de la que hemos hablado en el capftulo 3, basada en las pa-
de actividad del grupo, que dur6 basis 1975, la terapia se ofrecfa siempre a radojas resultantes de la confusion de los niveles 16gicos.
toda la familia en la que se habfa presentado un problema, aunque el pro- El objetivo de la terapia era eliminar las configuraciones rfgidas de
blema fuese de uno solo de sus miembros (el «paciente designado"). comportamientos «disfimcionales", dejando espacio a la posible apariciem
Un espejo unidireccional separaba la sala de terapia de la sala de obser- de donfiguraciones mas funcionales. Tal objetivo se consegufa por medio
vacion. El equipo terapeutico se reunfa normalmente antes de cada sesi6n, de la connotaci6n positiva de todos los comportamientos, fueran sinto-
para formular una hipotesis de trabajo a partir de las informaciories reel-i maticos o no (reformulaciem paraddjica), y por media de los rituales fami-
bidas previamente. Despues el terapeuta --y, con mas frecuencia, una pareja hares?
de terapeutas- daba inicio a la sesion mientras que el resto del equipo ob- , La publicaciem de los trabajos de Bateson en el libro Steps to an Ecology
servaba detras del espejo. Tanto los terapeutas como el equipo de observa-1 of Mind (1972a) descubriOil grupo nuevos horizontes en tomo a 1975. El
cian podfan interrumpir la sesi6n; en ambos casos el terapeuta y el equipo modo de pensar y trabajar cambia radicalmente. Se intentaba llevar la
se reunfan brevemente en la sala de observaciem, para tener un intercam- epistemologfa cibemetica de Bateson a la praxis clinic& y pensar de un
bio de ideas. Al final de la sesi6n el terapeuta y el equipo. se reunfan duran- modo sistemico para actuar de un modo sistemico.
te un tiempo mas largo, a veces incluso durante una hora, tiempo eh el que Respecto a las posiciones del Mental Research Institute de Palo Alto, los
el trabajo de equipo consistfa en la formulaci6n de una serie de hipatesis, escritos originales de Bateson representaban un modelo sistemico Inas
que desembocaban en una hipatesis sistemica que daba un sentido a los puro y, a la vez, mas complejo. La distinciem entre el mapa y el territoria,
comportamientos observados, relacionados con el sintoma. Despues, a par- las categorfas 16gicas del aprendizaje, el concepto de mente como sistema
Ur de la hip6tesis sistemica, se preparaba una «intervenciem final", que po- y de sistema como mente, la nociem de epistemologfa cibemetica, y la in-
dia consistir en una reformulaci6n, una prescripciem con una tarea que troduccian de la semantica asumieron una posiciem central. La aplicacion
habfa que realizar en casa, o un ritual. Luego el terapeuta o la pareja de te-
rapeutas tenfan que explicar a la familia la intervenciem final.
EL OBSERVADOR Y EL TIEMPO 89

88 LOS TIEMPOS DEL TIEMPO vas conexiones entre ideas, signticados y comportamientos. Estas nuevas
conexiones pueden cambiar la epistemologfa o las premisas personales, los
de estas ideas a la praxis clinica dio origen al desarrollo de un nuevo me- iioatulados inconscientes (Bateson, 1972) de los diversos miembros de la
todo de recogida y tratamiento de informaciones y de intervencian en los familia. Las preguntas circulares han pasado a ser, por sf mismas, una in-
sistemas humanos. Se enunciaron tres principios con los que dirigir una tervencian, tal vez la mas importante para el terapeuta sistemico.
sesian: formulaciOn de hipotesis, acircularidacb, y neutralidad, que llega- Las preguntas circulares, propuestas inicialmente en el artfculo *Hy-
ron a ser el rasgo distintivo del modelo (Selvini Palazzoli, Boscolo y otros, - thesizing-Circularity-Neutrality*, pasaron a ser despues objeto de estu-
po
1980b). Clio y de una clasificacian mas precisa por pane de diversos autores, entre
La formulacian de hip6tesis organiza los darns provenientes de la ob- t los cuales se encuentran: Hoffman (1981), Penn (1982, 1985), Tomm
servacion. Se considera que una hip6tesis es sistemica si tiene en cuenta (1984, 1985, I987a,b, 1988), Deissler (1986), Fleuridas, Nelson y Rosen-
todos los componentes del sistema analizado, y propane una explicaci6n 1 thal (1986), Borwick (1990). Trataremos brevemente dos de estas clasifi-
de sus relaciones, que no es ni verdadera ni falsa, sino sencillamente un
medio para la inves6gaci6n. El terapeuta examina la plausibilidad de las ca Kaomm,
: Fi°n rlesT uno de los primeros estudiosos de las preguntas circulares,
propias hipthesis a partir de las retroacciones verbales y no verbales de los las ha clasificado en diversas categorfas, segtin sus objetivos y sus caracte-
clientes. rfsticas. Nos lirnitaremos a la primera clasificacien de Tomm que, toman-
La circularidad es precisamente el principio mediante el cual el tera- do en consideracian la intencion del terapeuta al plantear las preguntas, las
peuta se apoya en tales retroacciones para verificar las propias hipetesis y ha dividido en preguntas circulares informativas y preguntas circulares re-
proponer otras nuevas. Es importante seguir cambiando las propias hip6- Ilexivas. Las primeras tienen principalmente el objetivo de recoger infor-
tesis para evitar la trampa de la *hipatesis verdadera*, que provocarfa rigir macien, las segundas el de provocar cambios (estos dos objetivos no se ex-
dez en la interacci6n y darfa termino al proceso. Las hipatesis proceden de cluyen mutuamente y, con frecuencia, las preguntas tienen un catheter
la interacci6n recursiva entre terapeuta y familia. En este sentido, *ser mbcto). La diferencia entre preguntas informativas y preguntas reflexivas
realmente seguidor de Bateson* significa atribuir la formulacian de hip6- : esta, no tanto en la formulacion, cuanto en el lugar que las preguntas ocu-
tesis, no al terapeuta o a los clientes por separado, sino a arnbos -a la vez. pan en el timing del dialogo: una misma pregunta, dependiendo del mo-
Bateson (1979) se preguntaba: cuando un hombre corta un drbol, jclande • mento en que se plantea, puede asumir un catheter informativo o reflexivo
esth su mente? Y respondfa que la mente es el circuito que vincula al hom-'` (Tomm, 1985, 1988).4
bre, al hacha y al arbol. Can otras palabras: mente y sistema son sirianimos. • ' Tanto las preguntas informativas como las refiexivas tienen una funcian
De un modo andlogo, uno puede preguntarse zdande esta la hip6tesis?,'een analoga: investigar y poner de manifiesto diferencias y, por tanto, relacio-
la mente del terapeuta o en Otto lugar? En los alias setenta se decla que la , nes. Las diferencias tenidas en cuenta por Tomm pueden ser categaricas
hip6tesis se hallaba en la mente del terapeuta, mientras que hoy clicimos" (*la contraposicien dialectica entre una percepci6n, o un concepto, y otra
que se encuentra, sin duda, en el contexto de la interaccien. percepcion u otro concepto*, Tomm, 1985, pag. 39) o temporales.
Las preguntas circulares -que no se han de confundir con el Concept()
de circularidad que se acaba de exponer- se definfan, en la niedida en que Las preguntas sabre las diferencias temporales son, de alguna manera, mas
el terapeuta hacfa preguntas a los miembros de la familia s- abre los. COM- complejas. Se concentran en una diferencia entre diferencias categbricas en dos
portamientos de dos o mas de pus componentes. Estas preguntas se habfan • f momentos distintos, es decir, se concentran en un cambio (...) Si se detecta un
planteado path obtener informaciones -y no tanto darns-: Bateson, de hecho, -1 cambio, el terapeuta puede hacer preguntas sobre los sucesos que pueden ha-
sostenfa que una informaci6n es *una diferencia que produce una diferen- berlo motivado, teniendo en cuenta que los recuerdos del pasado estan en el pre-
cia*, es decir, una relacion, yen esto se distingue de un data, sente (pag. 41).
-
Las preguntas circulates tienen tambien otra consecuencia importante:
sithan a cada miembro de la familia como observador de los pensamientos, Klaus Deissler, que ha definido su modelo sistemico como PST (basado
emociones y comportamientos de los otros; de esta forma, crean en la terapia en las tres coordenadas: persona, espacio, tiempo), ha destacado tambien
una comunidad de observadores. Par media de tales preguntas se' cuestio- la importancia de las diferencias temporales. En su modelo las preguntas
na nuestro egocentrismo: cada miembro de la familia es dicho.en lugar de . *explicativas*, centradas en el pasado, tienen un efecto de auto-confirma-
decir, escucha la opinion que el otro tiene sabre el y, de esta manera, tiene . ci6n de las premisas de los clientes; las de conservaciOn*, centradas en el
mas posibilidades de conocerlo. presente, pueden tener un efecto de confirmacion, aunque tambien pueden
Para conocer con mayor profundidad el proceso podemos decir 'clue la crear una situacian nueva; pero son las preguntas *de soluciam,, centradas
informacian obtenida con las preguntas circulares es recursiva. Tanto la fa- en las perspectivas futuras, las que tienen mayor posibilidad de producir si-
milia como el terapeuta, mediante las preguntas, cambian constantemente tuaciones nuevas.
su propia comprension, a pat-fir de la informaciem ofrecida por la otra par-
te. Las preguntas circulares contienen informaci6n sabre diferencias, nue-
EL OBSERVADOR Y a TIEMPO 91
LOS IIEMPOS DEL TIEMPO
90 Boscolo y Cecchin continuaron su propia investigacien, que sigui6 un
proceso distinto, bastante marcado por un cambio de contexto. En 1977 los
La neutralidad es el principio que resulta mas diffcil de comprender dos terapeutas habfan comenzado a impartir un curso de formacion sobre
fuera de una vision diacrOnica. Del mismo modo que »es inipoiible no co- la terapia familiar sistemica, &rigid° a grupos de diez a quince profesiona-
municar», resulta tambien imposible ser neutral en el moment° de la ac- les provenientes de los ambitos mas diversos (en su mayorfa de los centros
ci6n. Por ejemplo, cuando el terapeuta pide a un miembro de tine familia . pfiblicos). Uno o dos terapeutas, que eran normalmente alumnos, atendfan
que describa las emociones y los comportamientos de otros miembros de • • a las families, mientras que detras del espejo les observaban los demas
la familia, lo sittia en una posici6n active, con frecuencia ventajosa respec- alurnnos, junto con dos profesores. De esta forma se peso de la investigaci6n
to de los otros. La neutralidad, tat como la defini6 originariamente el gru- sobre la terapia a la investigacion sobre formacion y terapia. Los roles se
po de Milan, es un proceso que se desarrolla en el tiempo. El terapeuta no volvieron mas complejos: por ejemplo, un profesor podia encontrarse en un
crea alianzas o coaliciones, ni con los miembros de una familia ni con sus determinado momento en el papel de terapeuta, profesor, supervisor.
ideas. Naturalmente, esto se ha de considerar en su dimerisiOn diacr6nica. Despues, a principios de los altos ochenta, Boscolo y Cecchin comenza-
Pot ejemplo, en el curso de una sesi6n el terapeuta, para no perder iu pro- ron a viajar por diversos pafses, exponiendo y aplicando su metodo en con-
pia espontaneidad y para evitar un bloqueo, puede poneise a fitior de una sultas, workshop, seminarios y encuentros. En sus viajes pudieron conocer
de las panes; pero despues -con la ayuda de sus colegas que estan dares del , a diferentes colegas y organizaciones, desde los pequefios centros de higie-
espejo o, si trabaja solo, por medio de la reflexion en el intervalo entre una ne mental alas chnicas, hospitales, universidades y otras instituciones. Di- •
sesi6n y otra- puede conseguir de nuevo la neutralidad. °tie es una post- ,versos equipos, en Europa y en America, comenzaron a experimenter lo
cion relacional favorecida por una visi6n circular de la realideci;-ds una po- ,que se empezaba a conocer como «el metodo de Milan".
sicien de curiosidad (Cecchin, 1987), que favorece la apericiOn.de diversas ' Tuvieron particular importancia los encuentros personales, incluso pro-
ideas y puntos de vista. ' el '
, longados, con Humberto Maturana, Heinz von Foerster y, !nes tarde, con
Con el desarrollo de las teorfas sisternicas ha sido necesario -revisar la
-preridfa en , .Ernst von Glasersfeld. Maturana puso en un lugar central al observador:
noci6n misma de neutralidad. Este concepto, tat coma se eorn «Tod° to que se dice, es un observador quien lo dice » (Maturana y Varela,
los altos setenta por la cibernetica de primer orden, prenuponfi la sepa-
raci6n entre observadores y observados. Al teraiSiiita le resultiba hosible , 1980). Un concepto primario en su reflexion era el de autonomfa organiza-
dora de los sistemas vivos. Este concepto le llev6 a considerar imposibles
colocarse en el punto de llegada o »meta» a la que tenfari qtiddirigirse los , las «interacciones instructivas» o interacciones que pudiesen obtener di-
clientes. La asunci6n posterior de la cibernetica de segunde Orden eam- rectamente -un cambio en el sistema vivo: el sistema responde segan su
bi6 la situaci6n. Es imposible la separaciOn entre observador y pbser- :propia organizacien y en coherencia con su propia historia. Segun Matu-
vado; el sistema tiene que incluir las dos panes, conic) -Coal el terapeuta )1 rana y Varela la realidad aparece en el lenguaje a traves del consenso: en
no puede ser realmente «neutral»; porque, al formar pane del aistema, no I. este perspective, hay tantas realidades como conversaciones. Von Foerster
puede ser neutral respecto de sf mismo, de sus prOpioi firejuiCios-, de sus I introdujo el concepto de cibernetica de segundo orden, o cibernetica del
propias ideas. Lo mismo vale para el equipo, que tiene un punto de vista sistema observador: el observador entra en la descripcien de lo observado;
mas abstracto que el del terapeuta que se encuentra en la sesien, pew' de manera que observador y observado no se pueden separar. Finalmente
que, a su vez, no puede dejar de verse condicionado por sus propias pre- Von Glasersfeld abri6 el camino a los conceptos del constructivismo radical.
misas. ' 1 •--p; La union de estas actividades y de estos encuentros tuvo como con-
Se han propuesto muchas ideas para integrar o corregir el concepto de secuencia la superacion del marco de la familia, para abrazar una gama
neutralidad, entre ellas la de «curiosidad» (Cecchin, 1987) o la de «fiCultipar- mas amplia de sistemas humanos en interacci6n. Se fij6 la atenci6n en el
cialidad» (Hoffman, 1988). Nosotros preferimos actualrnente hitter de una sistema observador, y no -como antes- en el observado. Ambos se conside-
tendencia a la neutralidad, una tendencia que debe ser una isp-kie de asfn- raban ahora como «mentes», dotadas del mismo grado de organizaciOn:
tota ideal pan el terapeuta o para el equipo terapeut 4 pre4 o
sics ro,,quit ;p.or d_e-
los clientes observan a los terapeutas, lo mismo que los terapeutas a los
finicion, es inalcanzable. clientes. Como consecuencia -y de un modo coherente con las perspectives
En 1979 el grupo de Milan se dividi6. Selvini Palazioli y Prata dejaron constructivistas y de cibernetica de segundo orden- en la terapia no se des-
el Centro para continuer su investigaci6n sobre la familia. Dicha investiga- tacaba tanto el comportamiento observado cuanto el comportamiento, las
ci6n, basada en la cibernetica de primer orden, trataba de «deseubrir» po- ideas, las teorfas, las premises personales de los miembros del sistema ob-
sibles organizaciones familiares (»juegos») especfficasipenenecientes a servador. Ya no se pensaba que la familia era una »maquina homeostatica»
sfndromes especfficoS, como la anorexia o la psicosis.'Despues, en 1983, que el terapeuta debfa, en primer lugar, conocer y, despues, reparar. Se co-
Anna Maria So-
Mara Selvini Palazzoli, Stefano Cirillo, Matteo Selvini 3, menz6 a prestar mayor atencien a lo que sucedfa en la sesi6n: al intercam-
rrentino formaron un equipo pare continuar la investigaci6n sobre las ti- bio de informaciones, emociones y significados entre terapeutas y clientes;
I giochi
pologfas familiares, cuyos resuhados se publicaron en el tiolumen
psicotici nella farniglia [Los juegos psicaticos en la familial ,(1988).
. EL OBSERVADOR I; EL TIEMPO
93
92
LOS TIEMPOS DEL TIEMPO 4 Examinar atentamente las situaciones, no solo en los contextos psi.
es decir, mas al proceso terapeutico que a la intervention final. En el pe- 4 coterapeuticos, sino tambien en owes contextos: asistencia, rehabilitation,
organization institutional.
node precedente esta representaba el c/ou del encuentro entre equipo SI fa- Considerar no solo las intervenciones verbales, como en el case de la
milia, y de ella dependfa exclusivamente que hubiera posibilidad o no de 4 psicoterapia, sino tambidn otras intervenciones basadas en la acci6n.
que se pusiera en marcha un cambio. Si este no se daba, el equipo consi-
A medida que se avanzaba se cafa en la cuenta de que la ensefianza ofre-
deraba que la hip6tesis sistemica sobre la que se habfa preparado la inter-
cida a los alumnos consistfa no en una tecnica, sino en un modo nuevo de
vention final no era ad hoc, es decir, no correspondfa a la organizaciOn del very de actuar. Este nuevo modo de verse puede referir a la aepistemologfa
sistema observado. cibemetica. de Bateson. Cada alumno tenfa que aprender a actuar median-
Examinado a la luz de estas nuevas reflexiones, el metodo de trabaja del te un analisis sistemico del propio contexto de trabajo, que podia sugerirle
grupo experiment6 un nuevo cambio (Boscolo, Cecchin y otrosr 1987). Te-
las tecnicas adecuadas. Por eso se advierte a los alumnos que comienzan
rapeuta y equipo dejaron de tener en cuenta solo al sistema forrnado per la -
un curse, que no reproduzcan en sus ambientes de un modo exacto las tec-
familia que se presentaba a las sesiones, y comenzaron a formular hipOte- nicas que se aplican en el Centro. Asf, el trabajo con la familia puede ser
sis sobre el «sistema significativo. relacionado con el prObletria- presenta-
como tin laboratorio donde se aprende a pensar y a actuar de una manera
do. Por sistema significativo se entiende el sistema de relaciones entre las sistemica.
personas implicadas en el problema presentado. Per definition incluye al 4
paciente designado y puede abarcar a los miembros de su familia nuclear,
a las familias de origen (incluidos los difuntos mas impoitantes), los con- TIEMPO Y MODELO SISTEMICO DE MILAN
temporaneos del paciente, la escuela, el trabajo y, sobre tbdo, los Profesio-
La actitud de los terapeutas del grupo de Milan hacia el tiempo ha se-
nales, los expertos, y los servicios sociales y sanitarios que hayan Podido
guido su propia evolution, si se prefiere, su ehistoria natural..Cuando, a
entrar en contacto con el paciente. Naturalmente, el sistedm significativo
incluye tambien al terapeuta, como observador, con sus propias teorias y . principios de los afios setenta, el primer grupo de Milan abandon6 el mo-
prejuicios. Los terapeutas trataban de coinprender las foriiial .6-4tle los delo psicoanalftico y asumi6 el del Mental Research Institute de Palo Alto,
- se concentr6 exclusivamente en el presente, a diferencia de lo que sucedfa
pattern de ideas y significados, aparecidos cone! tiempo en la c6nipleja ied entonces en el modelo psicoanalftico, cuyo interes principal estaba en el
del sistema significativo, contribuyen a la creaci6n, por.corisenso,- de la
g '.44)i.; pasado. Un famoso ejemplo de Watzlawick, Beavin y Jackson (1967) corn-
imagen clinica observada.s
Este paso, de la familia a un sistema mas amplio,- se hizo necesatio y pars la situation presente a una posici6n en una partida de ajedrez: el ju-
surgi6 por la interaction entre docentes y alumnos en los Primeros grupos , gador experto, observando una determinada posici6n en una partida pue-
de formation. La mayorfa de los alumnos trabajaba en los seStios de reconstruir de una manera plausible la secuencia de movimientos que
cos, y esto sigmificaba que la hip6tesis del terapeuta tenfa qtie incluir, como ha llevado a dicha posici6n; por eso el conocimiento del presente es el fini-
co necesario, especialmente desde un punto de vista operativo.
minim°, al paciente, a la familia, al que les enviaba a la terapia; Y a la corn-
pleja organization del servicio, con sus reglas y con profesionales mas o En coherencia con estas premisas, el grupo de Milan en su primer pe-
menos competentes y con distintos planteamientos tecnicos. riod°, de 1971 a 1975, concentr6 todo su interes en el presente, mientras que
Los conceptos de Maturana, Varela, von Foerster y you Glasersfeld hi- el pasado era tenido en cuenta solo a partir del memento de la aparici6n
cieron que se tuviesen en cuenta, cada vet que se analizaba un sisteina, las del sfntoma. La investigatiOn estudiaba las relaciones que se creaban en
tome al sIntoma.
posiciones de cada uno de los observadores que formaban parte dersiste-
ma significativo. Cuanto mas se tienen en cuenta los diversos ltigirei des- Cuando, despues de 1975, se introdujeron las preguntas circulares ye!
de donde se observa, mas se conoce un sistema. Si el terapeutat Si vet de proceso de formulation de hipatesis, la direccian de la sesiOn resultaba
formular su hip6tesis a partir de sus propios prejuicios y de su propio lugar mas complicada. Pam formular una hipOtesis habfa que preguntarse c6mo
de observaci6n, trata de imaginary relacionar entre sf las posibles hip6te- se habfa organizado el sistema: sentir la curiosidad de descubrir de que
sis o puntos de vista de los otros miembros del sistema significativo del que modo el sistema habfa encontrado, entre las muchas posibles, precisa-
forma parte, puede, de este modo, construir una hipertesis riles compleja, mente aquella organization que se Wind delante en el «aqui y ahoran de la
con varias perspectivas y, en cierto modo, colectiva. La hipotesis personal, sesion. Los terapeutas comenzaron a interesarse per la manera en que el
que cone el riesgo de ser unidimensional, llana como una imagen monocu- sfntoma se habf a ido formando. Se preguntaban donde tenfan su origen
lar, es sustituida per una hipetesis compleja, pluridimensional, dotada de los tipos de relaciones observados, se trataba de rastrear la 16gica de la su-
profundidad, que ofrece una imagen estereosc6pica del sistema. cesiem de las interacciones pasadas, valiendose de una perspectiva trans-
La consecuencia final del dialog° entre docentes y alumnos fue la intro- generational. De este modo se analizaba la continuidad entre pasado y
presente.6
ducci6n de una dimensi6n macrosistemica en el trabajo. De esta manera se
ha llegado a:
OBSERVADOR Y EL TIE-MP° 95
Los nemPos DEL TIEMPO De igual modo, el diethe (individuo, pareja, familia) visto por los tera-
94
peutas, es una entidad ainedita» en cada sesiOn. El terapeuta hace posible
Pero concentrarse demasiado sobre el pasado comportaba el riesgo de que se atentlen las relaciones de causalidad secuencial y la cohcepciOn de-
construir explicaciones lineales-causales del sintoma. Analizar preferente- terminista que inmoviliza al cliente en aquella vision especffica de la reali-
mente el pasado puede encerrar el sistema observado en el embudo de la r dad que es la fuente de sus angustias. Par eso se considera el sistema como
necesidad: solo existe esta realidad, luego es la tinica posible, luego hay una una entidad sierripre dispuesta a transformarse en entidades diversas, es
secuencia de acontecimientos necesarios que tenfa que producir la situa- decir, dispuesta a construirse un firturo.
ciOn actual. Aplicar con convicciem esta idea sigmifica tambien sustituir la Si -tal como pensamos- el cambio,es imprevisible, hay sin embargo una
visi6n sistemica (el presente crea su
pasado) por una vision deterrninista relacion entre la teorfa del carnbio adoptada por el terapeuta y el cambia
(es el pasado el que determina el presente). mismo. No tratamos en este momenta la relacion entre los significados
se dio cuenta de que a veces se quedaba detenido en la hipOtesis ' atribuidos al cambio por parte de terapeutas de diversas escuelas, que va-
El grupo
formulada sobre el ajuego familiar en la primera sesiOn. Se producfa asf una Irian notablemente. Nos ocupamos, por el contrario, de la relaciOn entre
situaciOn bloqueada, como en un fotograma: como silos terapeutas retuvie- tiempo y cambia en la teorfa del terapeuta. Comenzaremos can un ejem- .
sen a la familia en el tiempo, considerando los posibles cambios como alga I plo, tornado de la experiencia psicoanalftica de uno de los autores.
sincr6nica, que !
anadido a la situaci6n inicial. Se basaban en una perspectiva
prevalecfa claramente sobre la perspectiva diacremica. Fue necesario tin tiem- En el programa de training psicoanalitico que yo segufa, el alumna tenfa que
po para dame cuenta y convencerse de que la familia era la que se vela en el analizar tres casos clinicos bajo la supervisien de un profesor. Era ml segundo
momenta en que se la vela y no la del pasado, la de la primera sesiOn? Si te- paciente: un hombre de treinta aims, con el que habfa comenzado un analisis
que constaba de tres sesiones por semana. Era verano y ml profesor estuvo dos
nfa lugar un cambio, habfa que incluirlo en una nueva hip6tesis y la familia
tenf a que ser considerada como una nueva familia, del mismo modo que el meses de vacaciones, de modo que pasaron tres meses antes de que pudiese in-
formarle sobre la marcha de las sesiones. Despues de aquellos tres meses ml pa-
sistema terapeutico tenfa que ser considered° como un sistema nuevo. ciente ya no presentaba los sfittomas iniciales; al contrario, se encontraba bien
Se abandon6 tambien la tendencia a mirar la terapia como una rrhis- y habta comenzado a decir que estaba curado y que se podia concluir el analisis.
toriat, coherente organizada en secuencias, en una serie de pasos necesa- Al final de la presentaciem del caso ml profesor no manifesto el entusiasmo
rios. Puesto que la intervencien de la primera sesiOn crea un sistema nue- que yo me esperaba. Me pregunt6 que valoraciem had yo de la situaci6n. Res-
Na hay .
vo, distinto del que existfa previamente, cat sesi6n es eta primera» . . pondf tfmidamente que estaba de acuerdo con .ml paciente. No me esperaba
tecnicas que vinculen una sesiOn, en una relaci6n especffica, con las que aquel gjarro de agua frfac la presunta mejorla del paciente era fruto de una use-
preceden y las que siguen. Solo los acontecimientos que se manifiestan en ; duccion* del analista y de una tfpica uhuidalacia la curacionz y, poi tanto, de
el presente de la sesiOn determinan el curso de la misma. El recuerdo de las una resistencia. Me quede atemito, pert tuve que renunciar a ml convicci6n de que
que vale
sesiones precedentes sinre solo de rnarco amplio (loose frame), el analisis estaba a punto de acabar: segufa siendo un alumna y tenfa que obe-
decer. Observe la rnisma expresion de desencanto en el rostra de mi paciente
como transfondo y da un sentido a la conversaci6n que se mantiene. cuando le manifeste, evidentemente con un lenguaje no tecnico, que la mejorfa
Es mas, la historia que se relate en las sesiones no tiene un desarrollo era una .huida hacia la curaciOnn. Sentfa curiosidad por saber si el paciente
lineal, no es una narraci6n tradicional. Cada sesi6n cuenta una historia dis- aceptarfa ml idea, como yo habfa aceptado la de ml profesor. As! (tie. Y el anali-
tinta. Al mismo tiempo, el sistema terapeutico que vive aquella historia, sis continuo durante mucho tiempo. Sc puede decir que el paciente me habfa
como ya se ha dicho, viene definido tambien por sus estados precedentes, obedecido y yo habfa obedecido a ml profesor. Pero, e a quien habfa obedecido
es decir, por las sesiones anteriores. El sistema tiene en sf Inismo gran parte el profesor? A sus maestros y a los libros de tecnica psicoanalftica, que prescri- •
de las informaciones para poder cambiar y no se puede predecir cuando, ben un tiempo determinado para llevar a cabo un
cuanto y c6mo cambiare..9 curiosamente semejante a
El terapeuta se encuentra asf en una posici6n Este caso adquiri6 una importancia particular por suscitar an interes
la del indfgena de las isles Trobriand -con su cultura no lineal y centrada por el tiempo. Se puede decir que favorecio el desarrollo de una insight, de
en el presente-, citado por Ornstein (1975): un tomar conciencia de la relacion entre tiempo y teorfa, entre tiempo y
cambia. La duracion que an terapeuta preve para una terapia esta clara-
En general cuando nosotros observamos el proceso de maduraciem de una mente relacionada cone! tiempo previsto en su teorfa. Par ejemplo, el tiem-
vemos una secuencia. En el tiempo que dam ese po que duraba an analisis de tipo freudiano en aquella epoca variaba de
planta (por ejemplo, un yarn)
yarn que pasa de ser maduro a ser demasiado madu-
proceso miramos al mismo tres a cinco alias, con una frecuencia de tres o cuatro sesiones por semana;
ro. El monje zen no comparte nuestra visi6n y tampoco el indfgena de las isles an analisis de tipo kleiniano podia durar todavfa mds, incluso hasta ocho
Trobriand. El yam maduro (que en la lengua de las Trobriand se dice taytu) per- allot Tal relacion -coma aparece ilustrado por el ejemplo- prescribfa los
manece como yam maduro. Cuando aparece un yam demasiado maduro es una . momentos en que podfan aparecer cambios importantes, hasta llegar a la
entidad diferente, sin ninguna conezion causal o secuencial can el yarn maduro.
yowana.
Es una entidad completamente distinta y recibe an nombre diferente:
OBSERVADOR Y EL TIEMPO
97
• •, .
96 LOS TIEMPOS DEL TIE MPO En la mayorfa de los caSos observados las terapias concluyeron con éxi-
tes de la decirrth sesion. Pero en algunos casos, particularmente en las
curaciona (aunque este Ultimo rennin° no forma parte del vocabulario - 'n • 'as con enfermos psicaticos crenicos, al final de la decima sesi6n no se
psicoanalitico). „ Sfari manifestado cambios suficientes para concluir la terapia, por lo que
Cuando el grupo de Milan comenz6 el tratamiento de families -y-parejas, un nuevo ciclo de din sesiones; algunas de estas familias dejaban
en 1967, segufa el metodo psicoanalftico, con una frecuencii de una o this ..„*c udir sin concluir este segundo ciclo. Estos fracasos en casos tratados
sesiones por semana, durante periodos muy largos, incluso dtianti inante periodos muy largos, hasta de dos o tres aims, se contraponfan cu-
Evidentemente, la frecuencia de las sesiones y la duraci6n de la ieripias ririsarnente al exit° inesperado con familias que interrumpfan el tratamien-
eran coherentes con la teorfa psicoanalftica. Si tuviesemos qtie interp-retar 'e propia iniciativa, con frecuencia en las primeras sesiones, sin adver-
esa practica desde una perspectiva constructivista podrfamoi decir que, .741nr H.Stiquiera a los terapeutas. De hecho algunas catamnesis sobre casos de
desde el comienzo de la terapia, los terapeutas, junto con los clienteitrea- 'out,
p- es decir, de abandono espontaneo de la terapia por parte de los
ban una realidad en la que no podfan esperarse cambios significatiCos an- eirtes antes de la tercera sesi6n, revelaron sorprendentemente que en al-
tes de uno o dos afios. nos de estos casos, despues de dejar la terapia, se habfa producido una
La asuncien, ya citada, del metodo estrategico de terapia breve del Meri- 17 iev6luciein positiva muy significativa. Fue un fenemeno curios°, en ciertos
tal Research Institute de Palo Alto, en 1971, Ilev6 a proyectar terapias que 14"-- ,isctos desconcertante, pues en algunos de estos casos habfa problemas
no debfan durar mas de cliez sesiones, con una frecuencia semanal. La nue e?,:italmente serios. Era diffcil explicar cemo se pudieron manifestar cambios
va praxis introducfa, al mismo tiempo, la idea del principiry tah importantes, en un tempo tan breve, en familias que no colaboraron.
Gran parte de las familias manifestaban cambios significativas dentro del il.".• Una de las hip6tesis mas plausibles para explicar tales cfugas terapeu-
periodo prescrito. Y lo que es mas importante: se producfan dambios re- ti
-cas,), era que las familias dejaban la terapia porqUe hal:4a comenzado un
pentinos y notables, con facilidad, antes de la octava o la novena iesion. En .cimbio que amenazaba su cohesion interne, y corrfan el peligro de dividir-
on-as palabras, las expectativas de cambio antes de la decima sesion tenfan se. Con el lenguaje de aquella epoca se decfa que la familia, como sistema
como efecto practico la aparicion de los rriismos cambios: • , ' ..vivo, tenfa dos tendencies: una hacia la homeostasis, la otra hacia la evolu-
Durante algu'n tiempo dentro del grupo tuvieron lugar vivas disdusiones '1. Cien. Estas familias trataban de frenar la evoluciem puesta en marcha brus-
sobre la validez de los cambios conseguidos con el mddelo"piicoanalftic6 -; .carnente con el abandono de la terapia.
respecto a los frutos del modelo estrategico. Despues se acord6 cpie se tra:', .,Estos inesperados resultados catamnesicos provocaron el entusiasmo en
taba de un falso problema. Lo que qued6 fue la importancia de la relacion la investigacion y, durante un breve period°, el grupo entre en tam especie de ,
entre tiempo, teorfa y cambio y se cay6 en la cuenta de la opoitunidid de ego-trip. Se pensaba que, cuando la terapia pa:saba de la cuarta o la quinta se-
una cierta flexibilidad del terapeuta respecto de la relacien tiemPo-cim .bid; esto significaba que los terapeutas no eran capaces de identificar o ac-
el terapeuta tendrfa que adaptarse a los tiempos de los clientes, que natu: mar en los *pintos nuclearesa del sistema, en los cuales se suponfa que con-
ralmente son distintos en las diversas circunstancias.'Un inalista que no -, vergfan todas las funciones del sistema. Una acci6n sobre los apuntos nuclea-
espera acomportamientos normalesa antes de los tres afios de duracien del ; resa podia producir el maxim° cambio con el minim° esfuerzo (Selvini
psicoanalisis, o un terapeuta «breve » que no los espera despues de la deci- Palazzoli, Boscolo y otros, 1975). Las mismas familias, especialmente ague-
ma sesiem son rfgidos (intransigentes) porque imponen a los clientes su llas que tenfan un miembro psicetico, se enrargaron de hacer que el grupo •
propia expectativa de cambio. Es una actitud analoga a la de los padres qui episara tiertaa y de curarlo de la uomnipotencia terapeuticaa.
no estan dispuestos a moclificar su expectativa temporal coniespecto al. Con todo, este conjunto de experiencias tuvo un efecto importante: el
paso de sus hijos de la adolescencia a la madurez. . r cambio tenfa que ser considerado no solo como un proceso continuo, sino
Un fenemeno interesante -referente a la duracien de la terapia- fue que: tambien y sobre todo como proceso discontinuo. Estas ideas encontra-
a causa de la lejanfa geografica, result6 necesario distanciar mas las sesio: ron despues su marco teerico a las teorfas de los sistemas disgregadores
nes en el caso de unas pocas familias que venfan de muy lejas: la frecuen: de Prigogine (Prigogine y Stengers,I979) yen la teorfa de las catastrofes de
cia vino a ser de una sesi6n al mes. Se comprob6 con sorpresaa Thom (1972).
familias no solo obtenfan mejores resultados que las otin,,sind qui Podemos afiadir ademas una sencilla consideracien: todos los sistemas
ademas daban la impresien de que la frecuencia mensual Se adaptaba mer vivos tienen en sf mismos sus propias posibilidades de evolucien y de auto-
jor a sus exigencias, aunque se trataba de familias con probleinas graves. organizacien. Es suficiente crear un contexto apropiado para que puedan
En consecuencia, se decidi6 aplicar el interval° mensual a todis las demal evolucionar espontineamente. La metafora del rfo estancado puede repre-
familias y se obtuvieron resultados mas que satisfactorios. Des-de entonces sentar con sencillez la misma idea. Es suficiente eliminar el obstaculo y el
el interval° mensual pas6 a ser una de las caracterfsticas mas conocidas del rio puede por sf mismo llegar al mar, sin esperar a que el lecho sea pacien-
modelo de Milan y se dejo de hablar de aterapia breves para definirla coma temente reconstruido.
oterapia breve-largaa: breve por el 'lamer° de sesiones, larga por la dura:
ci6n total del proceso terapeutico.
EL OESERVADOR Y EL TIEMPO
LOS IIEMPOS DEL TIEMPO 99
98
1rle destruir las ambigtiedades y los dilemas relacionales; si esto se consigue,
CAMBIO CONTINUO Y DISCONTINUO g.::elsiStema se puede liberar de la oscilacian y buscar sus propias soluciones.
.:::La terapia opera, pues, de un modo discontinuo.
Las diferentes teorfas psicoterapeuticas postulan diversas relaciones en- Ya en Paradoja y contraparadoja (Selvini Palazzoli, Boscolo y otros,
tre tiempo y cambio. Todas las terapias centradas en la modificaciOn del t44. 975) el grupo de Milan habfa propuesto una concepci6n discontinua del
sintoma postulan una idea de cambio discontinua. Por ejemplo, en la terl- s,Fea- mbio: un cambio fipor saltos», en contraposician al cambio gradual
pia del comportamiento aplicada a un caso de fobia, el terapeuta necesita un s- aceptado previamente. Nosotros pensamos que nuestra terapia tiende, des-
cierto periodo de tiempo para conseguir que el cliente no sea sensible-a- la r; pri rnera sesi6n, a poner en marcha posibles cambios no vinculados a
angustia producida por el sfntoma de la fobia; al desaparecer este, se consi 14_ 'ii jgrati
a programa ni a pasos establecidos de antemano (cada sesion es la
den que la terapia ha concluido. Lo mismo vale para las terapias del corn- cati 7.— warn era) Esto
• significa aceptar el riesgo de que el usalto» produzca cam-
portamiento basadas en el condicionamiento operante, es dear, en facilitar -* mbios inesperados o no deseados por los mismos terapeutas. En un cierto
la aparici6n de comportamientos mils aceptables. De modo analog°, en las.,..41 sentido exige renunciar a cualquier pretension de omnipotencia terapeuti-
terapias estrategicas (Haley, 1963; Watzlawick, Beavin y Jackson, 1967) el k' - ea; y devolver a la vida toda su capacidad de evoluci6n.
objetivo es que el sfntoma desaparezca. No es casual que todas estas teri.: 1 -...'Esto no quiere decir que no tengamos nuestra propia ideologfa. Por otra
pias pertenezcan al grupo de terapias breves, que esperan que el cambio se e r parte no serfa posible no tener una ideologfa. Tratamos continuamente de
:. .L li ser conscientes de ella y de no usarla para condicionar a los demas. Consi-
produzca en un periodo de tiempo preciso. - e'
4k
En la terapia psicoanalftica el sfntoma es considerado un epifenemeno,i• If deramos terapeuta como una persona que facilita, que es capaz -como un
una expresian de profundos conflictos pslquicos intemos. La simple desa- catalizador- de iniciar en el cliente un cambio:Esto requiere evitar -en lo
parici6n del sfntoma no significa curaci6n, puesto que el sintoma puede ri• , posible- ofrecer soluciones a los pacientes, y construir con dos un contex-
verse sustituido por otros, mientras los conflictos no se resuelvan.,E1 pi- 11 ! to en el que puedan encontrar sus propias soluciones. Mas adelante veremos
coanalisis, a pesar de las numerosas modificaciones te6ricas y tecnicas que coma se puede interpretar el proceso en terminos de amundos posibles».
ha experimentado con el paso de los arms, con sus manifestaciones recien- Podemos leer de nuevo desde esta perspectiva el artfculo (tPerche un
tes que lo aproximan a la hermeneutica y al deconstruccionismo (Jervis, - lungo intervallo tra le sedute?» (Selvini Palazzoli, 1980), que proponfa al-
1989), supone un proceso de crecimiento del cliente en la relaciem con el gunas hipenesis para explicar el motivo por el cual en la terapia familiar las
analista. Es evidente que este proceso requiere una actividad larga y dificiF- sesiones distanciadas, una vez al mes, daban mejor resultado que las sema-
Por este motivo el tiempo del psicoanalisis es un tiempo continuo. Tera- .4, nales. La idea fundamental era que, si en una sesion se iniciaban cambios
peuta y paciente, en la interacci6n dos, tres o cuatro veces por semana, ter- debidos a la perturbachin introducida por el terapeuta, era necesario un
minan por modificar mutuamente sus tiempos y ritmos. Es una experiencia cierto tiempo para que el sistema familiar encontrase un nuevo equilibria.
comUn que el tiempo del paciente se mide siguiendo el ritmo de las sesiones." Si la sesiem siguiente tenfa lugar antes de que se consiguiese dicho equili-
De esta manera terapeuta y paciente evolucionan juntos de manera conti- bria, el proceso terapeutico podia experimentar complicaciones, su ritmo
nua, sin darse cuenta. El cambio, ademas de lento, es gradual y progresivo. • se podia ver reducido y el terapeuta podia sentirse desilusionado.
A veces puede darse un cambio de gran importancia, que puede analizarse, (7,'4 Alguien ha definido este proceso terapeutico coma Amuerde y huye»
interpretarse y considerarse estable en una serie sucesiva de sesiones. 1 and run), proceso al que normalmente ponen fin el terapeuta o el equipo(bit te-
En la terapia sistemica la idea central es que los sintomas Aparepen (71 rapeutico con la comunicaciem del anal de terapia», en el momenta en que
misma o con los aemas (los -i - se comprueba un cambio muy significativo, cuando haya motivos para espe-
familiares tienen una particular importancia) piercleii- sr-licad-o-o rar que continue espontineamente en el futuro, sin la presencia del terapeuta.
qt -Fen S-iln_iE-afir
.-Tie -os o—lb
an -17_
1-
6 r Eirestos casas as, sintornatasp- A la familia que experimenta este tipo de cambio se le encomienda la tarea -y
nieriersentido de dilemas relacionaleiTen larnie una persona se pregun- i -1 se le da tambien la libertad- de dirigir su propio cambio. En este sentido la
ta: ozCual es mi lugar en nu familia? .1:11.16 quieren de ml? Mi madre, zme 1.! terapia sistemica insiste sabre el futuro, el tiempo de la posibilidad.
prefiere a m1 o a mi herrnano? zCual es mi lugar en el mundo?»; etcetera. ! 4 Estas ideas estan en clara consonancia con aquel otro principio nuestro,
Tales dilemas relacionales surgen, naturalmente, tambien en otros contex- ; , ; recien enunciado, de que el sistema -individuo o familia- tiene dentro de si
tos como la escuela, el trabajo, el grupo de gente dela misma edad. Un sfn- i•-,; la informacien y la capacidad para su posible evoluciem. Esta clara que in-
toma puede aparecer si en el grupo al que uno pertenece hay secretos o se , . terpretar este axioma de un modo demasiado literal puede llevar a conclu-
dan coaliciones de las que se excluye a uno de los miembros. La persisten- ,.: siones extremas: bastarfa encontrar la intervenciem justa y un (mica mo-
cia del sfntoma, manifestacian de los dilemas relacionales, mantiene a los ! menta de discontinuidad podrfa resolver cualquier problema .en una sola
miembros del sistema oscilando entre las altemativas. larataaniembro I sesien: es evidente que se trata de una conviccian que carece por cornpleto
qus_padece el sfntoma, en particular, es como si el tiempo_se-detuziese• hay de realism°. La experiencia ensefia que son necesarios varios encuentros
iina clara perdida de capacidad de evoluci6n. th La accion terapeutica trata
EL OBSERVADOR Y EL TIEMPO 101
,
100 LOS TIEMPOS DEL TIEMPO
Ia epoca de los pionergsàe contribuyeron a la formacion de Estados Uni-
dos. Ese mito, que ha iluminado durante mas de dos siglos la vida de sus
cliente-terapeuta para que puedan aparecer nuevas perspectivas, nuevas habitantes y que tuvo su momento culminante despues de la segunda gue-
soluciones. A veces, como en los casos de psicosis ethnica, no es suficiente
rra mundial, lleg6 a su ocaso con la guerra de Vietnam. Lo cual ha tertido
ni siquiera la terapia, pues son necesarias otras intervenciones, por ejem-
como consecuencia, en la conciencia colectiva -no solo en la americana-,
plo: el ingreso en un hospital, la asistencia social, la rehabilitaci6n.
El intervalo de un mes en la terapia familiar -intervalo necesario, como la creaci6n de an clima de confusion, de dada y la revisien de las premisas
sobre las que se habfa apoyadb aquel mito.
ya se ha dicho, para que el sistema familiar consiga un nuevo equilibrio- es
pasado, presente y futuro estan unidos en un (mica anillo recursivo, en
claramente arbitrario. Hemos llegado incluso a proponer extraiias hip6te-
el que cada uno recibe su significado de los otros dos. Sin embargo, hay que
sis para justificar su validez: ciclos menstruales, fases lunares, meses del ca-
subrayar que el presente ocupa un lugar mas importante en el anillo auto-
lendario, etcetera. Pero hay una cosa cierta: como parecfa que este inter- rreflexivo. Como dirf a san Agustin, todos los problemas son problemas del
valo lo aceptaban de buena gana la mayorfa de las familias, tambien nosotros presente. Para el fil6sofo de Hipona hay problemas pasados en el presente,
lo adoptibamos con agrado porque nos facilitaba mucho la organizaci6n de
nuestro trabajo. Esta clam que cualquiera que sea el intervalo de tiemp6apli- y problemas futuros en el presente, ademis de los problemas presentes en
cado, se corm siempre el riesgo de la rigidez. A veces, para las dOs primeras el presente. Pero ningin problema existe fuera del presente, o mejor dicho,
sesiones citamos a la familia cada dos semanas y despues cada mes o des-• i si esta fuera del presente, ya no es un problema, es el recuerdo o la posibi-
lidad de un problema.
pues de un intervalo mayor. Otro factor que influye en la organizaciOdde los I
intervalos entre las sesiones es el contexto de trabajo: trabajar solo O en equi- Puede suceder que un suceso concreto -como una traici6n, una ruptu-
po, trabajar en un servicio ptiblico o privado. Hay que subrayar que; si bier) ra, una guerra o una muerte- adquiera an significado totalizador que por
. es cierto que los cambios en el sistema terapeutico son discoritinuos, tam- si solo condiciona, a pesar del paso del tiempo, los .acontecimientos del pre-
bien es cierto que los cambios acontecen dentro de una relation' continua." sente y configura decisivamente las perspectivas de futuro. En estas cir-
Finalmente queremos recordar que el intervalo mensual, tisadOT.COn fre- - cunstancias, parece como si el anillo autorreflexivo se destrozase y se
cuencia y bastante adecuado para la terapia de la familia, resulta -segan . sustituyese por una cadena lineal, determinista: el suceso, que «es pasado,
ejerce un infiujo determinante sobre el presente y sobre el futuro, sin ver-
nuestro punto de vista- demasiado largo para la terapia individual: para la 1
cual es mas indicado un intervalo semanal o quirtcenal. El interYalo <Spam° . , se, por su parte, modificado. Ejemplos de este proceso pueden ser: an due-
en la terapia individual es mas breve que en la terapia familiar, pues en la . lo no superado, las dificultades postraumaticas. de los soldadoi-al volver
terapia individual es necesaria una mayor frecuencia de las iesiones para de la guerra- obsesionados por recuerdos o suefios egrgados de ansiedad o de
facilitar un clima de continuidad enia relaciOn terapeuta-cliente, rnientras terror, una infidelidad conyugal cuyas repercusiones ernotivas contimian
que en la familia existe ya una red de relaciones entre sus miembros;lo bloqueando la relacion de la pareja, condicionando toda su existencia.
. . _ que ' En su articulo oDa Versailles alla cibemetica,, Bateson ofrece un ejemplo
disminuye la necesidad de un contacto mas frecuente con el terapeuta.
histerico may elocuente. Paco antes del final de la primera guerra mundial
los aliados propusieron alas alemanes unas condiciones de rendicien favo-
EL ANILLO AUTORREFLECIVO DE PASADO, PRESENTE Y FUTURO rables, recogidas en las catorce clausulas, presentadas pUblicamente por el
.- presidente Wilson, segUn las males no habria ni anexiones, ni reparaciones
Queremos ahora analizar con mayor profundidad la relacion entre el
observador y las ties dimensiones del tiempo: presente, pasado y futuro. de guerra, ni destrucciones. En el tratado de Versalles los aliados no mantu-
Cada sistema tiene una historia, un pasado que contribuye a definirlos sig- vieron las promesas, provocando un clima de resentimiento, falta de con-
nificados de los acontecimientos presentes; estos, a su vez, definen el pasa- fianza y odio, que fue la causa que dio origen despues a la segunda guerra
do. De esta forma se crea un anillo autorreflexivo en el que pasado y pre- mundial. Los que la declararon estaban convencidos de que actuaban movi-
sente se influyen recfprocamente. El anillo results mas complejo si se tiene dos por razones casuales, atribuibles al d presente", mientras que en rea-
en cuenta el futuro, que recibe su significado del pasado y del presente y, a lidad estaban influidos por los efectos de unos acontecimientos del pasado.
su vez, influye sobre ellos: las expectativas, los planes, los proyectos contri- El cormin denominador de todos estos ejemplos es que las ideas vincu-
buyen a dar un significado a las acciones presentes que, a su vez, condicio- ladas a un acontecimiento asumen una posici6n predominante en la con-
nan la selecci6n que la memoria realiza (el pasado). ciencia individual o colectiva, en perjuicio de otras posibles ideas sobre el
Por ejemplo, un mito familiar que tiene sus rakes en el pasado influye mismo acontecimiento, o de ideas, recuerdos, expectativas relacionadas
en las percepciones y en las acciones del presente y condiciona los aconte- con otros sucesos. Con otras palabras, se puede decir que gel sistema se
cimientos futuros que, a su vez, podrin modificar el mito e incluso hacer hace rigido”. tin ecosistema es tanto mas flexible, adaptable, gnomial”,
que desaparezca y que surjan otros mitos, creandose otros anillos autorre- cuanto mas abiertos estan sus circuitos recursivos de modo que la infor-
flexivos. Ofrecemos un segundo ejemplo, tornado de un grupo humano mu- macion puede circular libremente. Sobre la base de esta formulaci6n se
cho mas numeroso: el .mito del American dream, cuyas rafces se hunden en
EL OBSERVADOR Y EL TIEMPO
. . 103
comportamientos o las mismas .eXplicaciones. Se basan en premisas deter-
102 LOS 77EMPOS DEL TIEMPO
ministas. Con frecuericia nuestros clientes tienen una concepcion lineal del
tiempo, una concepcion »historica», en la que el pasado determina el pre-
puede sostener que la terapia sistemica, en particular mediante el uso de sente y condiciona notablemente el futuro. Una posibilidad de provocar el
las hip6tesis y las preguntas circulares, crea un contexto en el que las »h.
carribio, como ya se ha dicho, es crear un contexto que modifique las pre-
gideces» presentes se destruyen, permitiendo la apertura de nuevos circui- misas deterministas de los clientes, favoreciendo su creatividad.
tos y, con ello, de nuevas ideas y mievas perspectivas.
Hay una idea que »explica» -y nos parece interesante- cam° puede su-
Esto sucede, como ha subrayado san Agustin, en el presente, en el »aqui ceder esto: se refiere a la logica y a la creaci6n por consenso de una serie de
y ahora», al hacer presentes los problemas del pasado y del futuro. En el .
mundos posibles. »Mundo posible» es una expresion usada en la 16gica for-
psicoandlisis esto se realiza en el andlisis de la transferencia y de la contra-
mal pan referirse a las diversas situaciones que se pueden verifican La ex-
transferencia, mediante el cual se vive de nuevo el pasado. En otros mode- presion fue introducida por Leibniz en el Discurso de Metaftsica, en
los terapeuticos, como el behaviorism° ,y, en cierta medida, tambien el es- el que
el filesofo expres6 la que es su afirmacion tal vez mas celebre: »El nuestro
trategico y estructural, mediante prescripciones de conducta para el pre- es el mejor de los mundos posibles » (Allwood, Anderson y Dahl, 1977).
senie. En algunas corrientes mas recientes de la terapia psicoanalltica o
sistemica (Anderson y Goolishian, 1988), asf como en la hermeneutica, se des- El mundo real es simple -yo dirfa que incluso demasiado simple-, es esque-
taca la importancia de la conversacien y de los significados que aparecen mdtico, sustancialmente pobre [...1 La Ilegada de la mente humana lo cambia
en el »aqui y ahora». todo. A aquel tinier) mundo esquernatico le anade una pluralidad extraordina-
Un model° terapeutico interesante, centrado en el futuro, es el de Mil- ria de mundos diversos. De la pobreza se pasa a la riqueza, de las cadenas de Me-
ton Erickson, retomado y desarrollado despues por De Shazer (1981). = a la libertad. Creo que en esto radica el profundo valor de la concepci6n de
Erickson, en su trabajo Pseudo-Orientation in Time as a Hypnotic Procedu- • Leibniz, que ha puesto de manifiesto lo que ha sucedido realmente cuando en el
re (1954), describe la hipnosis como una tecnica no solo de regresiOn al pa- (--„ universo ha aparecido el hombre. En un cierto sentido, han nacido una mirfada
de universos nuevos (Toraldo di Francia, 1990, pag. 26).
sado, sino tambien de orientacion para el futuro, en la que se sugiere al
cliente que ya ha conseguido aquellos objetivos que expresan sus discos ac-
tuales. De Shazer (1981), sin servirse de la hipnosis, consigue unos objeti- La tendencia, en el lenguaje coma', es la de razonar siguiendo una 16-
vos similares: gica predicativa o proposicional (Allwood, Anderson y Dahl, 1977). Una
logica de este tipo considera tin solo mundo posible, enunciando sus pro-
pias verdades como absolutas, como si nuestras afirmaciones sobre el
El terapeuta y el cliente programan juntos, consciente y deliberadamente, lo
que se le pedira al cliente pan obtener la soluci6n deseada. Parece que en la si- mundo se fuesen vinculando mediante conclusiones incontrovertibles deri-
tuacion terapeutica la simple descripci6n detallada de un futuro en el cual el vadas de las premisas. La funcibn de la terapia serfa la de encauzar hacia
una logica modal, en la que se admite la existencia de diversos mundos posi-
problema ya esta resuelto ayuda a crear la expectativa de que el problema se re-
solvera. Y parece que esta expectativa, una vez formulada, puede ayuciar al" bles. Nelson Goodman (1978) sostiene que para una persona es importante,
cliente a pensar y a comportarse de modo que pueda llevar a efecto las propias ..,-- en su vida diaria, pensar que la tierra es plana, pues en caso contrario ten-
expectativas. drfa dificultades; sin embargo para un astronauta es importante pensar que
la tierra es redonda, de lo contrario correrfa grandes peligros. Ambas afir-
Hacer presentes el pasado y el futuro en la relacion terapeutica tiene la rnaciones -via tierra es plana», »la tierra es redonda»- son validas, dentro
finalidad de introducir circularidad y flexibilidad en el sistema, de modo de dos mundos posibles diferentes o dos ambitos descriptivos diferentes.'
que desaparezcan las vacilaciones, las coacciones, los bloqueos, y el tiem- Giuliano Toraldo di Francia (1990) expresa la misma idea al poner de
po pueda volver a transcurrir libremente. Telfener (1987, pags. 34 y sigs.) relieve que laacontradicciones entre la teorfa de la relatividad general -que
sintetiza bien c6mo puede suceder esto: se ocupa del mundo macrosc6pico- y la mecanica cuantica -valida en el
mundo subatomico- no impiden que los ffsicos puedan aplicar estas teo-
Una renovada atenci6n hacia el tiempo pennitira desvincular el presente del rfas, cada una en su propio ambito descriptivo.
pasado y del futuro; una lecture distinta del presente pennitira seleccionar un Podemos decir que nuestro conocimiento del mundo exterior no deriva
nuevo pasado e imaginer mas futuros probables. Pues el carnbio es la regla de de un simple reflejo de su imagen, sino que es una construcciem dindmica
transformacien que permite incluso desvincular el futuro del pasado, y romper del observador que compara el mundo »real» con los mundos posibles, in-
una secuencia frecuentemente dada por supuesta por quien acude a una terapia. troduciendo el tiempo.

MUNDOS POSIBLES Un mundo posible no es una estructura sincr6nica, sino el desarrollo .dia-
cronico de una estructura: es una historia. Tal vez el universo sincranico pueda
En la bibliograffa se relacionan con frecuencia sistemas »patolOgicos» y I
sistemas »rigidos», es decir, sistemas dotados de una escasa o nula flexibi-
lidad. Estos ultimos tienden a reproducir los mismos pattern, los mismos
,
104 LOS "[TEMPOS DEL TIEMPO CLOS T1EMPOS EN LiCRELACION DE CONSULTA Y DE TERAP1A7
parecernos may simple. Pero en cuanto introducimos la dimension hist6rica
todo se enriquece y se welve mas complejo de an modo maravilloso (Toraldo di
Francia, 1990, pag. 29).
La teorfa de los mundos posibles se puede inscribir en la leigica modal,
como observe Jerome Bruner (1986):
En la nueva y nits poderosa logica modal, no se pregunta si una proposicien 0
es verdadera o falsa, sino en que tipo de mundo posible set-la verdadera. En caso
de que fuese posible demostrar que es vcrdadera en todos los mundos posibles fri
-en el sentido en que, por ejemplo, es verdadera en todos los mundos posibles la ‘- t•r
afirmaciem oun soltero es un hombre que no se ha casados-, entonces se math- c
rfa (con una certeza casi total) de una verdad que no deriva del mundo, sino de jeada dialog° tiene su tiempo y su.ritnio, tiempo y:ritmo que proeiden
la naturaleza del lenguaje. tle la interacci6n entre los tiempos individualee de lOitaiticipantes en -el F
alba En este capftulo estildiaremos la imporiancia del analisis de las in-
Es posible interpretar cualquier discurso -dentro de ciertos lfmites- se- teracciones temporales en la sesiem de terapia ode consulta. Nos ocupare-
gUn16gicas diferentes, y cada lecture es correcta en el marco de las premi- mos, pot- to tanto, de algunos aspectos relativos al tiempo de los clientes, at
ses del mundo que se constituye de esta'manera -en el sentido ciue Good- tiempo del terapeuta o del consejero, a los tiempos del equip°, pan Heger
man (1978) da at termino »mundo»-. El modo de interpreter nuestros dichos 0 - finalmente a describir el modo en que estudiamos y utilizamos el tiempo
y nuestros hechos tiene muchas consecuencias. en nuestra vide. Cambiar en nuestro trabajo.
los fundamentos de tales interpretaciones (premises) es una de las condi- a
ciones para poder cambiar.
Pongamos un ejemplo. Si an padre nos dice: hijo no es autosufi- LUNTExroi iiE cbKisurn YDE 1tLkPIA SISTEITMCKS,
ciente", esta expresando un enunciado con valor de necesidad, valid° en to- Queremos describir y clarificar aquf, de un modo preliminar, los con-
dos los mundos posibles. Por su parte la afirmaciem: »Quiza mi hijo no sea -I ceptos de consulta y terapia sistemica y su eVolucion. En el campo alnico
autosuficiente» implica: »Este enunciado es posible, es decir, verdadero en 4 relativo a las intervenciones sobre la familia, durante macho tiempo se ha
algan mundo posible". El trabajo terapeutico tiende a eliminar las afirma- hablado preferente o exclusivamente de »terapia»; en la bibliograffa espe-
clones con valor de necesidad pan introducir afirmaciones con valor de I cializada el termino »consulta» era realmente ins6lito. En los afios ochen-
posibilidad. Con frecuencia aplicamos el terrnino »idea» como expresion ta el inter& por la consulta y por su relacien con la terapia ha aumentado
de un mundo posible. Por ejemplo: cCuando tuvo la idea de que su hijo no fl progresivamente. Ademas, algunos autores, aunque trabajen en an contex-
es autosuficiente? LCOmo tuvo equella idea? zQue podrfa suceder para que to clinic° con individuos, parejas o families han renunciado tout court a la
otra idea la sustituyera? zQuien es, entre las personas a las que mis apre- definiciem de aterapia» (vease Hoffman, 1988).
cia, la que podrfa ayudarle a cambiar de idea sobre la autosuficiencia de su libro publicado heed ds Sjkiteks- Consultation A New-PeR-
hijo?.Supongamos que la idea de que no es autosuficiente cambia dentro ft pecipTe forEathily:Therapy (Wynne -McDaniel y Weber, 1986), lia
- -istiide'"
pu
de an afio, (;que cambiara entonces en su familia?», etcetera. manifilst5 las iazones y la utilidad del cafnbio diberstiectiva
- de la terapia)
La lOgica modal es utilizable en una perspective diacr6nica, es decir, en (Oa - cOnsulta en el'eampo Clfrii66)Entre las rezones se han aducido sobre
.un contexto temporal que permita relacionar un enunciado con enuncia- todo las ffiaattitudes e inadecuaciones de las tipologfas de los trastornos
dos correspondientes verificados en otros opuntos» del continuum tempo- familiares: segem algunos ningtin esquema de clasificaciOn es conceptual-
ral (Allwood, Anderson y Dahl, 1977). En nuestro trabajo procedemos de mente adecuado pare describir los problemas de las familias÷a
an modo analog°. Los mundos posibles sugeridos por las hip6tesis siste- cquecurialamilia -es 4pato1egica»,..pateigena», esti. Aenferrnac y
. pot Si nal
micas -formuladas y sometidas a verificacien en el curso de la consulta o tse-sira uniterapia,.tiene cada.vez menos fa-radar-1a; de hecho los promo-
de la terapia- pueden no solo modificar el amundo real» de los clientes, teirrs-de los movirnientos de auto-iyu—da-, por ejemplo, no aceptan el con-
sino tambien ayudarles a perisar en terminos de mundos posibles. MI, sei cepto de patologfa familiar.
puede decir que la consulta o la terapia no crean solo un contexto de apten-. ptrarazon esta en-el hecho de quereon cierta frecuencia,los tlienteSebt
dizaje sino an contexto de deutero-aprendizaje (aprender a aprender). Jtçan unaintreVilta con an expert° pan recibir aclaraciones sobre ligii-
peracien de algunas • dificultadesSabfe- un eatado. de inalestar o ecletsufit-

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