Literatura Completa Segundo Bach 2
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EL MODERNISMO
A principios del siglo XX, España se encuentra en una crisis profunda porque ya no
hay imperio: crisis económica por la pérdida de mercados americanos y deudas de
guerra; crisis política ya que los partidos se turnan el poder y salen desprestigiados;
crisis social porque el desarrollo de la industria que da fuerza al proletariado que se
asocia y se enfrenta a los patronos, y la burguesía lo hace con los grandes
terratenientes.
Rubén Darío manifiesta en sus libros las características del modernismo. Azul
constituye el primer libro de modernismo hispánico e incluye cuentos y prosas
líricas. Entre sus temas están la mitificación del pasado indígena “Caupolicán”, la
sacralización de la naturaleza “Estival”, el erotismo “Invernal” y la búsqueda del ideal
poético y la belleza asociado al color azul. En Prosas Profanas profundiza en temas
ya explorados: el escapismo a la Edad Media “Cosas del Cid”, los cuentos de hadas
“Sonatina”, la Francia versallesca “En un aire suave”. El azul da paso al cisne
“Blasón” y late una armonía cósmica “Yo persigo una forma”. Se alcanza así un nivel
máximo de sensorialidad y exuberancia manifestado en tercetos o sonetos
alejandrinos. Cantos de vida y esperanza suponen la inflexión consciente en su
trayectoria “Yo soy aquel que ayer”. El escapismo se concreta en la reflexión
existencial “Nocturno”, “Lo fatal” y la reivindicación de lo español “A Goya”, “Soneto
a Cervantes”, frente a lo americano “A Roosevelt”.
El modernismo en España entró tarde y fue breve aunque, el propio Rubén señaló el
valor de nuestra literatura en precedentes de técnica y actitud en José Zorrilla y
Rosalía de Castro.
La poesía de Valle Inclán incluye libros. Aromas de leyenda, formado por 14 poemas
en una Galicia rural y religiosa con expresión de rechazo a lo contemporáneo; La
pipa Kif con deformación esperpéntica que el autor desarrollaría en su teatro y
novela. Y El pasajero que reúne motivos decadentes como el satanismo y
fascinación por el pecado “Rosa de bronce”, la mujer fatal en “Rosa de oriente”, la
muerte “Rosa de Job”. Las sonatas (sonata de primavera, sonata de estío, sonata
de otoño y sonata de invierno) constituyen la manifestación más destacada de la
prosa modernista española, su protagonista el marqués de Bradomín, aristócrata
amoral y exquisito que relata unas memorias ficticias en primera persona: viaje a
Italia, amor de primavera, estancia en México. Están saturadas de complacencia
con el mal, perversión sexual pero envueltas en musicalidad, rica adjetivación y
recursos estilísticos.
Por último fue relativamente popular un tipo de teatro poético con claves
modernistas, su principal representante fue Francisco Villaespesa cuyos
argumentos eran históricos o de leyenda El alcázar de las perlas. Los hermanos
Machado escriben dramas en verso, La Lola se va a los puertos y Valle Inclán,
alejado siempre del realismo, evolucionó desde teatro modernista que embellece la
realidad, El marqués de Bradomín, hacia técnicas más desgarradoras como el
esperpento.
Pío Baroja supone la más grande aportación a la novela abierta con libertad
absoluta y gran espontaneidad como reflejo de la concepción de la vida. Capta el
ambiente y el aliento vital con un ritmo dinámico, acción trepidante, escenas
dialogadas, cambios de escenario y suspense. Baroja ha influido notablemente en la
novelística del siglo XX con su párrafo corto y su desfile de personajes, destaca la
trilogía “La lucha por la vida”: La busca presenta a dos jóvenes que buscan un futuro
de una sociedad injusta. Mala hierba y Aurora roja desarrollan sus respectivas
historias que son fracasos. También destaca la “Patria vasca” con El mayorazgo
Labraz o La famada Zalacaín el aventurero. El árbol de la ciencia plantea la
desorientación existencial del hombre inadaptado en la que los personajes Andrés e
Iturrioz son los alter ego del escritor en su juventud y en su madurez.
Los temas más tratados de Antonio Machado serán bien reconocibles. Aborda
España y su paisaje desde una perspectiva historicista para reflexionar sobre el
pasado de nuestro país, su presente y su futuro de las gentes españolas. También
se centra en su yo interior, su intimidad, sus recuerdos, sus sensaciones en diálogo
con la tarde, la fuente añorando la infancia, el paso del tiempo buscando a Dios y
sintiendo la muerte. Su producción poética experimenta una evolución vital e
ideológica. Sus primeros poemas fueron formalistas y modernistas, Soledades.
Posteriormente su mirada se centra en el paisaje y el hombre castellano en Campos
de Castilla destacando “A un olmo seco”, “Campos de Soria”, “A José María
Palacios” “El romance: La tierra Alvargonzález”. Finalmente adquiere un tono
reflexivo en Nuevas Canciones.
Los novecentistas comparten una sólida formación intelectual por sus estudios
universitarios y sus viajes por Europa que se traduce en una visión del mundo
cosmopolita y un fuerte carácter europeo Confían en el progreso social y de
pensamiento con gran optimismo intelectual. Rechazan lo pasional tendiendo a un
tono grave intelectual minoritario preocupándose por el lenguaje, la obra bien hecha
huyendo de lo fácil y teniendo como guías intelectuales a José Ortega y Gasset y
Eugenio D’Ors.
Juan Ramón Jiménez fue un poeta preocupado por los aspectos teóricos de la
poesía. Su evolución lírica supone un intento de captar la esencia del mundo. Su
creación es la búsqueda de la palabra , de la expresión poética perfecta con
cambios de tono, temática y estilo. Así comienza con una obra de juventud
modernista en Áreas tristes, Jardines lejanos. En su etapa sensitiva en la que
abunda la adjetivación, la sonoridad, etc. Posteriormente se produce una depuración
intelectual en la que le poeta elimina lo superficial en Diario de un poeta
reciencasado, habrá versos sin rimas, sin medidas exacta y sin adjetivación
sensorial en el que que el poeta se funde amorosamente con la naturaleza y desea
un conocimiento profundo de las cosas con un lenguaje escueto y aparentemente
simple. Culmina su obra con una etapa de suficiencia, de poesía desnuda y
esencial, de contenido centrado y símbolos difíciles en Espacio y Dios deseado y
deseante. Espacio es un poemario en la que el poeta se siente en plenitud, casi un
dios fundido con el universo, destacando el ritmo de los poemas, el segundo es un
libro casi místico en el que Dios casi se identifica con la belleza absoluta.
El futurismo supone una manifestación vital que exalta la civilización mecánica y las
conquistas de la técnica, su manifiesto fue publicado en el diario Le Figaro por
Marinetti y en él se muestra admiración por la velocidad, el coraje y la rebeldía. La
literatura escogerá nuevos temas y mitos: la máquina de vapor, el avión, la
electricidad, el deporte. Con un lenguaje que suprime sintaxis y categorías para
tener un gran dinamismo y rapidez verbal. Por ejemplo “35 bujías" “Madrigal al
billete de tranvía”. El cubismo literario procede de deshacer la realidad para
recomponerla libremente mezclando conceptos, ideas, imágenes, etc. A esto se le
añade especiales disposiciones tipográficas de los versos que forman imágenes
visuales. Un ejemplo sería los caligramas de Apollinaire, otros artificios como el
collage serán aprovechados por otros movimientos de vanguardias
Podemos de una forma global dividir su trayectoria en tres etapas. Hasta 1927 hay
una etapa de tanteos modernistas, García Lorca, y enseguida se dejan influir por las
vanguardias. Pedro Salinas futurista, Gerardo Diego regeneracionista. Otros sienten
deseo de perfección formal buscando los clásicos como Alberti; hasta la Guerra Civil
evolucionan adquiriendo personalidades propias que atienden a la rehumanización
destacando la influencia del surrealismo. Finalmente una tercera etapa tras la
Guerra Civil en la que el grupo se rompe, muerto Lorca, y parten al exilio muchos de
ellos salvo Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, que encabezaron
la llamada poesía desarraigada.
Sus temas son los propios de la lírica pero desde la perspectiva novedosa por el
contacto vanguardista . La ciudad es el protagonista central y construirá no un
marco sino un símbolo del universo: un cosmos moderno resultante de cosificar la
naturaleza por medio del desarrollo técnico. Por tanto, la naturaleza también cambia
y se cosifica ligándola a objetos cotidianos, lo inmediato, el mundo particular
percibido como fragmentario y caótico. En el amor renuncia a lo sentimental y se
recupera su proyección clásica individual, es decir, la pasión que proporciona al ser
humano el triunfo sobre el caos del mundo. Recuperan la tradición popular, sentir el
pueblo especialmente Alberti y Lorca de raíces andaluzas. Finalmente respondieron
a lo que su sociedad les demandaba como intelectuales y artistas siendo explícito
su compromiso con el arte y con el hombre, es decir, compromiso político y social.
El 27 manifestó su obra como grupo poético al que se ligaron otros artistas como
Luis Buñuel en cine o pintura como Salvador Dalí o Ramón Gaya. Y destacando las
Sinsombrero grupo de mujeres que con su obra hacen entender la cultura de la
época (Maruja Mallo, María Zambrano, Rosa Chacel).
Para Jorge Guillén la poesía tiene un poder creador por su inclinación a la poesía
pura. Es considerado el discípulo más directo de Juan Ramón, se trata de una
poesía entusiasta y vital que cuenta lo cotidiano y lo estiliza para sumergirnos en un
mundo perfecto y ordenado en Cántico. En ella proclama “el mundo está bien
hecho''. Con Clamor su poesía dará un giro temático ya que los honores
contemplados les hacen plasmar “un mundo mal hecho”. Sin embargo con su estilo
depurado alentará que la poesía es “cántico a pesar del clamor”
Gerardo Diego elaboró las dos versiones poéticas del 27. Fue profesor,
conferenciante, crítico literario, musical y taurino. Tomó parte por el bando
sublevado y permaneció en España tras la Guerra Civil. Su inclinación por el arte
vanguardista lo lleva al creacionismo en Manual de Espumas en el que presenta
extraordinarias imágenes, temas intrascendentes y falta de signos de puntuación.
También destacó versos humanos y realizó poesía tradicional. Dámaso Alonso hace
confluir su dimensión de poeta existencial con su obra crítica estilística y filológica.
Escribió como poesía pura Poemas puros, poemillas de la ciudad conmovido por la
Guerra Civil y la posguerra, publica Oscura Noticia e Hijos de la ira que inaugura la
llamada poesía desarraigada de carácter existencial.
Luis Cernuda es una poesía romántica cuyo ideal consiste en unir poesía y vida
desnudando su alma y cantando con profundidad y belleza su deseo amoroso
homosexual. Su lírica carece de estridencias y está basada en la contemplación y la
reflexión aprendidas de los románticos ingleses y las formas clásicas de los
románticos alemanes. En Un río, un amor encontramos una voz personal, libre y
atrevida en sus sentimientos, es su primer paso hacia una poesía surrealista. Los
placeres prohibidos expresa el deseo de la insatisfacción en torno a la oposición,
realidad y deseo. Finalmente su crisis personal fruto del aislamiento y la soledad lo
inclina al denunciar la hipocresía burguesa en Donde habita el olvido.
INTRODUCCIÓN
EN PLENA GUERRA
TRAS LA GUERRA
LA NARRATIVA DE POSGUERRA
Los maestros de la narrativa de posguerra parten del realismo tradicional y llegan a nuevas
formas. Camilo José Cela publica La familia de Pascual Duarte, revelación como drama
rural. En La colmena, más de trescientos personajes muestran la vida del Madrid de
posguerra, su miseria material y moral de vidas sin sentido. Con San Camilo 1936,
incorpora nuevas técnicas y en Mazurca para dos muertos retoma la Guerra Civil.
MIGUEL DELIBES
Miguel Delibes ofrece una producción constante y regular. La sombra del ciprés es
alargada plasma la vida cerrada en la ciudades castellanas. El camino es un bello cuadro
de la infancia desde el paso de la juventud a la madurez. En Cinco Horas con Mario,
extenso monólogo interior crítico con la clase media, Carmen repasa, ante el cadáver de su
marido, una vida matrimonial deteriorada. Con Los santos inocentes vuelve al paisaje y
a la vida rural con un sentido lírico para denunciar el clasismo social y El hereje, novela
histórica sobre el destino del hombre, que dedicó a Valladolid.
Gonzalo Torrente Ballester es un intelectual sobre el proceso creativo. Escribo Los gozos
y las sombras, obra realista de cánones tradicionales y experimenta nuevos recursos en La
saga/fuga de J.B., fábula mítica en la que confluyen lo céltico y lo gallego.
REALISMO APROBLEMÁTICO
La novela social del “mediosiglo” muestra la realidad social en su diversidad. Por un lado,
se asocia a un realismo “aproblemático”, es decir, reflejo social sin partido del autor donde
la novela actúa como un “espejo”, El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio.
REALISMO CRÍTICO
Pero por otro lado a un “realismo crítico” que analiza las contradicciones sociales para
comprender los conflictos. Hay una conciencia de grupo en la generación de los 50, para
manifestar la desigualdad, la injusticia y la falta de libertad con un lenguaje vivo, estructura
lineal, presencia de lo testimonial, desapareciendo el protagonista sustituido por un
conjunto de personajes.
AUTORES AÑOS 60
Destaca Juan Benet por la creación de un universo mítico, con su propia geografía
imaginaria: “Región”, donde se desarrollan Volverás a Región y Herrumbrosas lanzas.
POSMODERNIDAD
LA DEMOCRACIA
Juan Marsé, en Si te dicen que caí, analiza con gran equilibrio formal la sociedad catalana
de la posguerra; y en El embrujo de Shanghái prima el argumento y el placer de narrar.
Eduardo Mendoza escribe La verdad sobre el caso Savolta, novela policiaca de nuevas
técnicas con elementos del género: espionaje, violencia, sexo. El misterio de la cripta
embrujada une lo policiaco y el folletín con humor e ironía; y La ciudad de los prodigios
es una fábula imaginativa que critica la Barcelona de la modernidad.
AÑOS 80
Por un lado, la novela de intriga y aventuras, de estilo ágil y directo, temporalmente lineal,
diálogos rápidos y personajes bien dibujados.
Antonio Muñoz Molina escribe novela de corte policiaco: El invierno en Lisboa con jazz
y mundo marginal; Plenilunio, con cierta intención política y El jinete polaco, recreación
histórica de recuerdos y emociones.
Manuel Vázquez Montalbán se sirve de la novela negra para analizar nuestra sociedad
con el detective Pepe Carvalho como protagonista, en obras como Yo maté a Kennedy,
Asesinato en el Comité Central o Los mares del sur.
Arturo Pérez Reverte es un escritor efectivo que ha conseguido grandes éxitos con El
maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El club Dumas y la serie de El capitán Alatriste.
Por otro lado, existe una novela de análisis de los sentimientos centrada en
consideraciones personales.
Juan José Millás analiza con argumentos elaborados, matices de los sentimientos. Plasma
la memoria de una generación en Visión del ahogado y la historia personal en El desorden
de tu nombre.
Javier Marías destina un lugar central a la introspección en Corazón tan blanco y Mañana
en la batalla piensa en mí, donde la intriga, el amor y la tensión se funden.
NOVELA FEMENINA
Por último, destaca una “novela femenina”, cuya pionera es Rosa Montero con Te trataré
como una reina; y Almudena Grandes, que procede de la novela erótica con Las edades
de Lulú y Malena es un nombre de tango, en la que la protagonista lleva las riendas de
su historia.
TEMA 6: LA POESÍA
INTRODUCCIÓN
Tras la Guerra Civil española (1936-39), la figura del general Franco dominó todos los aspectos de
la vida del país, incluida la cultura. Muchos artistas e intelectuales de la época se vieron obligados a
exiliarse, otros acabaron malogrados; mientras que sólo aquellos afines al régimen o que se
sometieron a la censura, pudieron permanecer en España. Teniendo esto en cuenta, podemos
hablar, dentro de la poesía de posguerra, de diferentes grupos, generaciones o tendencias.
LA GENERACIÓN DEL 36
GENERACIÓN DEL 36
Por un lado, podemos señalar la llamada “generación del 36”. Dentro de ella, se agrupan aquellos
poetas cuyas obras reflejaron las graves consecuencias sociales y políticas de la guerra en un
intento de rehumanizar la poesía, centrándose en la expresión de preocupaciones y sentimientos
humanos, individuales o sociales.
MIGUEL HERNÁNDEZ
Uno de los autores más representativos de este grupo generacional fue Miguel Hernández, “ese
genial epígono del 27”, tal y como lo denominaba Dámaso Alonso. Su poesía destaca por el tono
enérgico y apasionado, integrando en ella muy hábilmente las influencias de la poesía clásica
castellana con movimientos de vanguardia y el estilo de poetas contemporáneos como Aleixandre
y Neruda.
La Guerra Civil supondrá un punto de inflexión en sus temas y modos expresivos: de su primera
etapa, caracterizada por el virtuosismo formal y la complejidad lingüística, podemos destacar obras
como Perito en lunas o El rayo que no cesa; de la segunda etapa, que se inicia con el arranque
del conflicto bélico, podemos incidir en obras como Viento del pueblo, El hombre acecha o
Cancionero y romancero de ausencias, con un marcado compromiso político y social.
POESÍA ARRAIGADA
Por otro lado, la dictadura se esforzará por difundir los valores tradicionales, idealizando el pasado
histórico y artístico. Como vehículo de todo ello, aparecerá un tipo de poesía a la que Dámaso
Alonso bautizará con el nombre de “Poesía arraigada”. Sus autores ofrecen una visión serena del
mundo a través de un estilo sobrio y empleando formas métricas clásicas. Dentro de esta tendencia
podemos destacar la figura de Luis Rosales con obras como La casa encendida o Abril.
POESÍA DESARRAIGADA
Junto a aquellos poetas afines a la dictadura, también hemos de mencionar a aquellos que
permanecieron en España, pero que tuvieron que someterse a la censura, aunándose en lo que
Dámaso Alonso denomina “Poesía desarraigada”. Estos poetas transmiten en sus obras una
profunda angustia, fruto de esa visión caótica de la realidad que los circunda. Suelen emplear un
tono dramático y un lenguaje directo, desgarrado, de gran fuerza expresiva.
Dentro de este grupo destacaremos las figuras del propio Dámaso Alonso cuya obra más
sobresaliente es Hijos de la ira. Junto a él, otros nombres relevantes de esta tendencia poética serán
Manuel Altolaguirre con obras como Las islas invitadas; Emilio Prados con Llanto en la sangre;
León Felipe con Español del éxodo o Juan Gil-Albert con obras como Misteriosa presencia.
POESÍA SOCIAL
A partir de 1950, el punto de mira se centra en los intereses colectivos de la sociedad, surgiendo así
la llamada “Poesía social”. Ésta busca convertirse en herramienta de transformación social
siguiendo la línea iniciada antes de la Guerra Civil por autores como A. Machado o Miguel
Hernández. La situación de España, la injusticia social y el anhelo de paz y libertad se convertirán
en sus temas más recurrentes. Entre los autores más destacados de esta vertiente, podemos citar a
Blas de Otero, con obras como Pido la paz y la palabra y Gabriel Celaya, con Movimientos
elementales.
POESÍA DE LOS 60
La década de los sesenta fue un periodo de crecimiento económico que coincide con la crisis
política y social de la dictadura. Durante los primeros años de esta década, se publicarán dos
antologías poéticas que marcarán una nueva forma de hacer poesía: Veinte años de poesía
española y Poesía última. En ambas aparecen composiciones de autores jóvenes con el objetivo
de renovar el género lírico, con un enfoque humanista y que se aunarán bajo el epígrafe de
“generación de los 60”.
Los autores más representativos serán: José Hierro, con obras como Tierra sin nosotros o
Cuaderno de New York; Claudio Rodríguez, con Don de la ebriedad o Conjuros; Ángel González
con Breves canciones para una biografía o Áspero mundo; José Ángel Valente con obras tan
importantes como Poemas a Lázaro o Mandorla; o Jaime Gil de Biedma con Moralidades y
Poemas póstumos.
POESÍA DE LOS 70
En la década de los setenta, surgió la llamada “generación del 68”, también conocida como los
Novísimos. Como rasgos comunes, podemos señalar el rechazo del realismo social, influencias
heterogéneas del cine, de la publicidad, de la televisión…, el refinamiento, la artificiosidad y el
culturalismo.
Entre los grandes nombres de este grupo generacional, podemos señalar a Pere Gimferrer, con
obras tan sobresalientes como La muerte en Beverly Hills; Leopoldo M.ª Panero con Poemas del
manicomio de Mondragón; o Antonio Colinas con Truenos y flautas en un templo.
CONCLUSIÓN
En definitiva, durante este largo y difícil período de la historia, la poesía se convierte en el faro que
guía a los intelectuales, en un amplio abanico de tendencias. Como diría Dámaso Alonso: “Para
otros el mundo nos es un caos y una angustia, y la poesía, una frenética búsqueda de ordenación y
de ancla
EL TEATRO DESDE 1936
El periodo 36-39 fue teatralmente intenso y no se notó el inicio de la guerra con obras
burguesas a lo Benavente: visión conservadora de la sociedad, ideología y propaganda calan
en un teatro de circunstancias que conciencia a los espectadores y a los convalecientes y las
autoridades republicanas crearán el Consejo Nacional del teatro. Los nacionales también pero
en menor medida ya que su ideología estaba plasmada en el teatro burgués. Los años
posteriores a la guerra son muy pobres por la falta de iniciativa empresarial y obras de baja
calidad que ganaron a un público que quiere olvidar.
Al final de los 40 escritores hábiles dignificaron la escena con una comedia de evasión.
Lograron éxito respetando el principio de dar al público lo que espera. Alejandro Casona fue
autor de éxito antes de la guerra con La sirena varada, en la contienda con Prohibido
suicidarse en primavera y en su exilio argentino con La dama de Alba. Casona no rompe ni
en temas ni en formas, y frente al público generado, los críticos rechazaron su aptitud
escapista. También destacaremos a Edgar Neville y Victor Ruiz Iriarte con El aprendiz de
amante o Juego de niños, en la que destaca la construcción de la obra bien hecha, la calidad
literaria en los diálogos, la visión amable e irónica de la vida y la voluntad de hacer sonreir.
Miguel Mihura representa la cota más alta del teatro cómico. Sus elementos teatrales son la
relación hombre-mujer, la crítica a los convencionalismos sociales, su sentido del humor y la
caracterización psicológica de los personajes con Tres sombreros de copa o Ninette y un
señor de Murcia, rompe los esquemas tradicionales y se basa en la creación de efectos
cómicos con giros lingüísticos inesperados, respuestas absurdas, según el estilo implantado
en “La codorniz”, revista cómica que dirigió.
Antonio Buero Vallejo representa un nuevo teatro fruto de su compromiso con la realidad
inmediata, la búsqueda de la verdad, de inquietar y remover la conciencia española. Su
producción dramática comienza con Historia de una escalera. Posteriormente, destaca el uso
del “efecto inmersión” en obras como En la ardiente oscuridad, El sueño de la razón, La
detonación, etc. en las que el espectador es obligado a compartir una percepción sensorial
especial - ceguera, sordera- del personaje principal, con el fin de identificarse con este. Buero
Vallejo supone la vuelta a un realismo temático, crítico y a la superación de la retórica y lo
formal.
EL TEATRO DESDE 1936
Alfonso Sastre había creado con Alfonso Paso el grupo experimental “Arte Nuevo” como
forma de rechazo al teatro propuesto en los escenarios de la época. Tras su inicio con El cubo
de basura produce Escuadra hacia la muerte, representada sólo dos veces por la censura y
que representa un grito de protesta contra la militarización. Muestra una actitud de denuncia
en Muerte en el barrio o La mordaza. Finalmente creará la “tragedia compleja” en La taberna
fantástica, obra en la que se denuncia la situación marginal de algunos grupos sociales, con
humor amargo, personajes populares y lenguaje jergal.
Paralelo a la denuncia, las carteleras son ocupadas por autores preocupados por la obra bien
hecha. Antonio Gala tiene una postura estéticamente rezagada y conservadora en Los verdes
campos del Edén, aunque se advierte un giro hacia la tragedia grotesca en Noviembre y un
poco de hierba. En sus últimas obras Gala pierde todo acento crítico entregándose a lo
comercial. También fueron significativos: el teatro español independiente (TEI), escuela de
formación de actores; Els Joglars, que entra desde los setenta en los circuitos comerciales y
el teatro subterráneo, escrito y leído en público, pero que no llegó a representarse por la
censura.
Fernando Arrabal representa el teatro del exilio. Sus éxitos son grandes en Francia (Las
cumbres del triciclo o El cementerio de automóviles). Arrabal es uno de los dramaturgos más
representados en el mundo y aporta a nuestro teatro contemporáneo un espíritu vanguardista,
gran innovación y lenguaje barroco.