1898-1921 Las Reformas Militares Fallidas África Como Escenario de La Decadencia Geopolítica y Militar Española

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Cuadernos de Investigación Histórica N.

º 38
Año: 2021
Publicación del SEMINARIO DE HISTORIA “CISNEROS”
de la Fundación Universitaria Española
e-ISSN: 2660-5880
DOI: https://doi.org/10.51743/cih.237
Recibido: 07-09-2021 | Revisado: 07-10-2021 |
Aceptado: 08-10-2021 | Publicado: 26-11-2021

1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS: ÁFRICA


COMO ESCENARIO DE LA DECADENCIA GEOPOLÍTICA Y
MILITAR ESPAÑOLA

1898-1921. THE FAILED MILITARY REFORMS:


AFRICA AS THE SCENE OF SPAIN'S GEOPOLITICAL AND MILITARY
DECLINE

EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS DÍAZ 1

Universidad Rey Juan Carlos.


Universidad de Mayores

1Coronel de Artillería, DEN; Profesor de EAE Business School; Profesor de la Universidad de


Navarra, Miembro del Climate Change and Security Expert Group (United Nations Environment
Programme).
1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 32
Resumen

Las causas del desastre de Annual de 1921, se enraízan con la perdida de las
últimas colonias españolas en América en 1898, y los problemas asociados a un
ejército anticuado, sobredimensionado en número de oficiales, con materiales
obsoletos y presupuestos paupérrimos. Mientras, la intervención de los principales
líderes militares en asuntos políticos era continúa, siendo alguno de ellos
presidentes del consejo de ministros.

No faltaron los intentos de reforma militar incluso antes de 1898, pero todos
resultaron fallidos. Es este aspecto el que leitmotiv de este artículo, pues no se
puede desvincular el desastre de Annual del desastre previo de Cuba, en cuyas
guerras se formaron los lideres militares responsables del de Annual, varios de ellos
– como Silvestre y Berenguer- incluso nacen en Cuba. Tampoco se puede
desvincular el citado desastre del fracaso a la hora de modernizar un ejército que
mantenía una estructura obsoleta, nacida en la Guerra de la Independencia de
1808.

Palabras clave

Desastre de Annual, Reformas militares, Siglo XIX, Reformistas, colonización,


Cuba, Marruecos.

Abstract

The reasons of the 1921 Annual disaster are rooted in the loss of the last Spanish
colonies in America in 1898, and the consequent problems for an outdated army,
oversized in number of officers, with obsolete materials and poor budgets.
Meanwhile, the intervention of the main military leaders in political affairs was
continuous, several of them being presidents of the council of ministers.

Attempts at military reform, even before 1898, were frequent, but all unsuccessful. It
is this aspect that we deal with in this article, since the Annual disaster cannot be
separated from Cuba, in whose wars the Annual military leaders were formed, and
several of them - such as Silvestre and Berenguer - were born in Cuba. Nor can the
aforementioned disaster be separated from the failure to modernize an army that still
maintained a structure born in the 1808 War of Independence.

Key words: Annual Disaster, Military reforms, 19th century, Reformists,


colonization, Cuba, Morocco.

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33 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

1. Introducción
En un artículo firmado con el seudónimo León de Toledo, se afirmaba

Un día hablábamos de las guerras coloniales; reciente aún estaba el descalabro; la


herida manaba todavía sangre, y la conversación fue llevada al reclutamiento de las
fuerzas que la metrópoli debe enviar a su feudo, y de la organización de las tropas
que, en suelo exótico, bajo climas distintos y a voces contrarios al de la tierra patria,
han de compartir por el prestigio de su bandera y por la honra de le nación que los
enviara a la lucha.
Y [el comandante] Burguete 2 me decía, convencido de su afirmación rotunda:
Créame usted, las guerras coloniales deben ser completamente distintas, en la
organización de los elementos combatientes, a las guerras nacionales. En estas no
se precisa reclutamiento; el espíritu colectivo mancillado hace que hasta las piedras
se levanten contra los que osaron profanar el pabellón sacrosanto; ahí está nuestra
guerra de la Independencia; en cambio, cuando la guerra está lejos, cuando no se
ve palpablemente el destrozo moral que supone la derrota, aquélla es impopular, y
la gente va a luchar porque le mandan luchar, no porque su espíritu esté propicio a
vengar la afrenta 3.

1.1 Referencias lejanas: desde la guerra de la Independencia a 1898


El levantamiento de 1808 tuvo como protagonista un ejército popular, algo nuevo
para la Europa napoleónica de comienzos del siglo XIX, y una demostración única
del espíritu nacional. La Constitución de Cádiz 4 dividió las fuerzas militares en dos
grandes grupos: Las tropas de continuo servicio, una fuerza militar nacional
permanente, de tierra y de mar, para la defensa exterior del Estado y la conservación
del orden interior, y las milicias nacionales, de carácter provincial, cuyo servicio -no
continuo- sólo tendrá lugar cuando las circunstancias lo requieran, poniéndose-si
fuera necesario- a disposición del rey, pero únicamente dentro de su provincia 5.

Durante el trienio liberal (1820-1823), las milicias provinciales pasan a ser la milicia
nacional, responsables del orden y la seguridad interna. Cuando la milicia nacional
fue suprimida, en la segunda mitad de siglo, aparecen algunas milicias regionales,
como migueletes y miñones en Vascongadas, los somatenes y mozos de escuadra
catalanes o las milicias canarias. 6

El Directorio de la primera república, pretendía licenciar a soldados y cabos de


diferentes institutos, armar a la milicia nacional, y crear los voluntarios federales. El
proyecto de Constitución federal pretendió un ejército nacional, distribuido según las
necesidades del servicio.

2 Ingresó en el ejército de tierra español, fue pionero de la aviación, ostentaba volando el emblema de

regulares. Ya capitán, luchando contra los insurgentes marroquíes, sería condecorado con la Cruz
Laureada de San Fernando, por su bombardeo y acción heroica, cuyas heridas le provocarían una
muerte prematura.
3 La Correspondencia Militar, (9 de agosto de 1921). Los sucesos de Melilla. p. 1.
4 Título VIII de la fuerza militar nacional
5 https://derechouned.com/historia/siglo-xix/9554-como-era-el-ejército-espanol-en-el-siglo-xix
6 https://derechouned.com/historia/siglo-xix/9554-como-era-el-ejército-espanol-en-el-siglo-xix

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Tras el Pronunciamiento de Martínez
Campos en Sagunto y la restauración
monárquica, Cánovas del Castillo intentó
apartar al ejército de la política. Después
del desastre colonial, el ejército, saturado
de oficiales, necesitaba una reforma, que
de hecho no se produciría hasta la Ley de
retiro de Azaña, en la Segunda República.

Las raíces del desastre de Annual,


profundizan más allá del desastre colonial
de 1898, consecuencia a su vez de la
incapacidad política de reformar un
Ejército que -a todas luces- lo necesitaba.
En palabras del profesor Javier Moreno
Luzón

Esa dimensión reformadora, de la que


apenas se había ocupado la
historiografía, tomó forma en la respuesta
Ilustración 1 Joaquín Magistris (30 liberal a las demandas regeneracionistas,
de enero de 1875). "Entrée a Madrid acentuadas tras la derrota española en la
de S. M. Alphonse XII. Le Monde guerra colonial de 1898 7
Illustré
Los principales actores durante el
desastre de Annual, tenían una vinculación con Cuba. El origen familiar de Silvestre,
como el de tantos oficiales en África y naturales de Cuba —Berenguer, Capaz,
Cavalcanti, Mola, Morales, Temprano—, era militar 8. Cuando Silvestre retorno de
Cuba en el vapor Montserrat, llegaron a La Coruña rodeados de pesadumbres,
abandonos e indignaciones, los repatriados eran el ejército que volvía sin pendons
i clarins. La repatriación se prolongó hasta la primavera de 1900, cuando retornaron
a España los últimos supervivientes —cerca de seis mil ex cautivos— procedentes
de Luzón 9.

Podemos destacar dos repercusiones del conflicto de Cuba para la relación entre el
Ejército y el pueblo:

1) El resentimiento de los militares hacia los políticos, causado por la derrota y el


sentimiento de haber sido utilizados.
2) El crecimiento de un antimilitarismo popular. El reclutamiento para la Guerra de
Cuba afectó a los que no tenían recursos, pues la incorporación a filas podía evitarse
pagando una cuota.
A España solo le quedaban algunos despojos de lo que fuera su imperio: Guinea,
Ifni y Sáhara. Francia, se encontraba también en apuros, tras la retirada de la
columna Marchand ante el ejército de Kitchener en Fachoda en 1898. Los británicos
no permitían a los franceses ocupar los países del Nilo, y los franceses centrarían
sus objetivos en el Norte de África, recuperando la iniciativa colonial. Pero Francia
necesitaba un aliado ni muy poderoso ni muy débil, España.

7 Moreno Luzón, J. (2011) Romanones: historia de una biografía: Cahiers de civilisation espagnole
contemporaine, 8.
8 Pando, J. (1999), Historia secreta de Annual. Ediciones Temas de Hoy. P. 27.
9 Pando, pp. 28-29.

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35 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

Se intentó reformar el Ejército y la Armada – a todas luces anticuados- en muchas


ocasiones, particularmente entre el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo
XX. Hemos agrupado cronológicamente algunos de los citados intentos:

• Proyectos de reforma anteriores a 1898


• Proyectos de reforma tras el desastre de 1898 y hasta la primera guerra mundial.
• Proyectos de reforma entre 1914 y 1922
• Proyectos de reforma posteriores: Primo de Rivera y Azaña
Pero como cuestión previa conviene preguntase…

1.2 ¿por qué estaba España en Marruecos?


España ya había luchado una primera guerra de Marruecos, un enfrentamiento
contra el sultanato entre agosto de 1859 y en marzo 1860, con victoria española. La
presencia de España en Marruecos, respondía tanto a interés propios como de otras
potencias. Tras el episodio de Fachoda, el reino Unido había cedido Marruecos a
Francia, pero los británicos temían que una única potencia en Marruecos, pondría
en peligro las comunicaciones hacia el canal de Suez convirtiendo el estrecho de
Gibraltar en un chokepoint.

Tras la guerra colonial de 1998, cundía descontento dentro del Ejército. Muchos
oficiales no tenían destino, sus sueldos eran exiguos y rechazaban las críticas sobre
su actuación en la guerra. Todo ello, en un marco de aislamiento social, rechazo a
la clase política, y de actitudes patrióticas. Para neutralizarlo, el gobierno trata de
mantener ocupado al Ejército, y se embarca en otra aventura colonial: Marruecos.
Para ello, se firman los tratados de 1904 (1er tratado franco- español), de 1906
(conferencia de Algeciras) y en 1912 (2º tratado franco-español). Por el Tratado de
Fez de 30 de marzo de 1912, España recibió algunos territorios que configuran el
protectorado español de Marruecos.

Pero los desastres no cesarían y el 27 de julio de 1909,


una columna al mando del general Pintos es atacada por
sorpresa en el barranco del Lobo. Mueren más de 1.000
soldados (entre ellos Pintos). Como reacción, el gobierno
español refuerza Melilla llegando a desplegar más de
40.000 soldados. En el mes de noviembre del mismo
año, el ejército español controlaba la zona y las
explotaciones mineras. Así lo recogía el teniente coronel
Gonzalo Calvo

Con el año 1 909 dio el Gobierno español por terminada


la campaña del Rif, pensando desde aquel punto en la
consolidación de la paz en la zona ocupada y en Ilustración 2Portada del
empezar inmediatamente las mejoras que habían de libro de Gonzalo Calvo
(1913) Campaña del Rif
hacer comprender a los indígenas, la nobleza de en 1911-1912
nuestros propósitos y las ventajas que el porvenir les
ofrecía bajo la protección de España.
Como corolario natural de la pacificación, continuó la repatriación de tropas que se
había iniciado con el regreso de la brigada de cazadores procedente de Cataluña.
La base de la repatriación era la idea que, aunque falta de las formalidades legales,

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se tenía ya en principio por el Gobierno y que consistía en declarar reducido el
ejército de Melilla a unos veinte mil hombres, … 10

En 14 de mayo de 1910 se había ordenado un licenciamiento en el Ejército y se


disponía que los cuerpos de guarnición en Melilla quedaran, de forma resumida, con
la siguiente fuerza 11:

Una división de Melilla de dos


Unidad Nº. de brigadas de dos regimientos de
hombres infantería, cada uno de ellos de
Regimiento Melilla 3.026 tres batallones; un regimiento de
Regimiento África 3.o26 caballería con seis escuadrones;
Regimiento San 3.055 un grupo de tres baterías de
Fernando artillería montada; otro grupo de
Regimiento Ceriñola 3.055 tres baterías de artillería de
Cazadores Cataluña 1.024 montaña y un regimiento de
Cazadores Tarifa 1.024 ingenieros. Además, como tropas
Cazadores C. Rodrigo 1.024 afectas a la Capitanía General,
Un grupo 58 tres batallones de cazadores
ametralladoras
Una sección para los 29 El senador y periodista señor
Maestre publicó en el periódico El
cazadores
Mundo, de Madrid, unos artículos
Grupo encuadren 352
sobre la cuestión de Marruecos, y
Regimiento Mª Cristina 548
en uno de 10 de julio hablando de
Regimiento7º Mixto 1.000
nuestra acción en África
Comandancia A. M 605 apellidaba infame derrota al
Compaña mixta S. M 201 combate del barranco del Lobo en
Compaña de Mar 150 julio de 1909 y censuraba
Fuerzas indígenas 410 duramente la gestión del general
Marina. Este parece que
inmediatamente tuvo conocimiento de los artículos y de algo que referente a lo
mismo había dicho el señor Maestre en el Senado, telegrafió al presidente del
Consejo y al ministro de la Guerra presentando su dimisión y manifestando que
consideraba le habían dejado indefenso ante los ataques del señor Maestre a él y
al Ejército. que se batió con bravura 12.

Las operaciones militares en Yebala, se realizaron entre 1911 y 1914, consiguiendo


finalmente la pacificación de gran parte de las zonas más violentas. A continuación,
durante la primera guerra mundial, se vive un periodo de estabilización de líneas
que dura hasta 1919.

En 1913 Canalejas había sido asesinado. Poco había cambiado en el Ejército, sólo
uno de cada cinco comandantes de infantería mandaba tropa; el presupuesto del
ministerio de la Guerra dedicaba 132 millones a sueldos y solo 37 a bienes y
servicios. Los gastos de defensa, orden público y pensiones de guerra constituían
la tercera parte del presupuesto nacional.

10 Calvo, G. (1913). España en marruecos (1910-1913). Campaña del Rif en 1911-1912, Casa
editorial Maucci. pp.7,9
11 Calvo, p. 25
12 Calvo, p. 25

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37 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

En 1914, cuando comienza la primera guerra mundial, Melquíades Álvarez, por


entonces líder del reformismo, se dirigía al general Ramón Echagüe, ministro de la
guerra en el gobierno de Dato:

No es posible, Señor ministro que, en una guerra, que llamáis vosotros función de
policía, y peleando con cábilas, que no es un ejército regular, que son harcas
desharrapadas, aunque valerosas, no es posible que, habiendo obtenido los
resultados que hemos obtenido, se hayan concedido muy cerca de cien mil
recompensas 13

Argumentaba Álvarez que tales medidas no suponían un estímulo para el deber,


sino un incentivo para la codicia y la imprudencia 14.

En julio de 1921, cuando el ejército de Silvestre es destruido, Francia reacciona


inicialmente con desdén, pero también le llegaría su turno y serian igualmente
derrotados en 1925 por el mismo enemigo rifeño 15 . La España contemporánea
nunca había perdido un ejército al completo, en bloque y de forma tan terrorífica 16.
El año «1921», sería sometido a un silencio forzado por parte de las instituciones,
pero en la memoria del pueblo, se conservaría un profundo sentimiento emocional
sobre el desastre de Annual 17.

Antes del desastre de Annual, España tenía un ejército desmoralizado tras la derrota
de 1898, y comprometido en una guerra colonial para la que no estaba preparado.
La ausencia de esa reforma militar tantas veces proyectada y fracasada 18 , se
transformaría en una crisis institucional, que alcanzaría su punto álgido con las
Juntas Informativas de Defensa, que intimidaban al Gobierno y humillaban al Rey.
En 1917, el Gobierno
García Prieto, adopta
sus tesis, pero su líder,
el coronel Márquez,
rechazado por sus
propios compañeros de
armas, tendría que
exiliarse a Cuba,
dejando tras de sí un
ejército dividido y en
proceso de
desintegración .
19
Ilustración 3 De izquierda a derecha, coronel Araujo,
general Navarro, Tte. coronel Manuel López Gómez, ¿Por qué se llegó a esta
embarcados de vuelta a Melilla, enero de 1923.
situación? Por el
fracaso de los numerosos intentos de reforma militar.

13 Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados (DSCD), sesión del martes 19 de mayo de 1914,

pág. 743.
14 Pando, p. 23.
15 Pando, p. 6.
16 Pando, p. 7.
17 Pando, p. 7.
18 Por Cassola, López Domínguez, Linares, o Luque, por ejemplo.
19 Pando, p. 25.

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2. Los intentos de reforma militar


La necesidad de una reforma militar, era evidente para muchos políticos y líderes
militares. Los hechos eran incontestables, el Ejército, incluso antes de la guerra
colonial contra los Estados Unidos, se había convertido en una especie de
dinosaurio: una organización crispante, en parte heredada de la guerra de la
independencia; con un número desproporcionado de mandos -particularmente
generales- en relación con la tropa; con los ascensos por antigüedad bloqueados
por lo ascensos por méritos de guerra; una financiación paupérrima; y un material
muy anticuado. Fueron numerosas, y a veces contradictorias, las reformas
propuestas por los cuantiosos ministros de la Guerra. Examinemos algunas de ellas

2.1 Proyectos de reforma anteriores a 1898


De acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de la Guerra, durante el periodo
transcurrido entre el mes de enero de 1856 y finales de 1860 se habían enganchado
y reenganchado para servir en el Ejército activo 74.000 voluntarios, desde uno a
ocho años, que representan 58.000 enganches y reenganches de 8 años, o sea
4.112 por año.

2.1.1 Ley sobre organización y reemplazo de 1870. Juan Prim

Durante la campaña electoral, progresistas y unionistas había prometido -


incluyendo el general Prim- suprimir las quintas. Pasadas las elecciones, en octubre
de 1868 estalló una insurrección independentista en la isla de Cuba. El ministro de
la Guerra, el general Juan Prim, acuciado por la guerra cubana, tuvo que llamar a
filas a 25.000 reclutas. Prim afirmaba el 8 de febrero de 1870:

Si los sacrificios que al país ha costado el servicio voluntario retribuido hubiesen


dado por resultado la disminución progresiva de la quinta, nada tendría que observar
el Ministro que suscribe, y de buen grado hubiese propuesto a las Cortes medios
para una disminución rápida en el contingente con que se reemplaza anualmente el
Ejército, confiando en que los Sers. Diputados habrían concedido los recursos
necesarios para llegar a la tan deseada abolición de la quinta. Pero para desgracia
ha sucedido todo lo contrario […] de 1857 a 1860 fue necesario pedir 50.000, y en
los [años] de 67 y 68, 40.000 en cada uno; siendo de notar que, si en el año pasado
solo se pidieron 25.000, en este hacen falta muchos más a causa de haberse
agotado la primera reserva por consecuencia del corto contingente del año último y
de las necesidades que han impuesto el envío constante de soldados a la Isla de
Cuba 20.

La campaña contra la quinta del año 1869 constituyó una prueba para el Gobierno,
que nunca logró recuperar el prestigio perdido entre las clases populares 21.

Algunos elementos clave de la propuesta de Prim de 1870 eran:

• Servicio militar obligatorio para todos los españoles al cumplir 20 años de edad.
• El Ejército permanente se dividirá en activo y en primera reserva o reserva activa.

20 Prim, J. (17 de febrero de 1870). Proyecto de ley presentado por el Sr. ministro de la Guerra sobre

organización y reemplazo del ejército. Boletín oficial de la Provincia de Madrid. P. 1.


21 López-Cordón, M. V. (1976). La revolución de 1868 y la I República. Siglo XXI.

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39 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

• La duración del servicio militar para el Ejército


permanente sería de 4 años en armas y 2 más en
la primera reserva
• Queda autorizada la “sustitución” en el servicio
militar antes de ingresar en el Ejército y el cambio
de situación.
• Queda abolida la redención a metálico.
Los aspectos más criticados por la oposición
parlamentaria, eran el servicio militar obligatorio,
sucedáneo de las quintas, y la sustitución en el
servicio militar, mientras se abolía la redención en
metálico. Por aplicación de la ley de quintas, y a
pesar de ser un ejército voluntario, se había
solicitado una media anual de 34.000 reclutas,
sobre un total de 100.000 de tropa 22.

Durante la discusión del proyecto de ley, Juan


Pablo Soler del partido Democrático de Aragón
argumentaba: Ilustración 4 José Luis
Pellicer (25 de agosto de
¡Cual será el desencanto de los pueblos al ver que 1872). Revista satírica Gil
olvidándonos de las promesas y renegando de los Blas
compromisos se pretende conservar la esclavitud de los blancos, que no otra cosa
es la quinta; la esclavitud de las naciones civilizadas, todavía más ignominiosa que
la de los negros en América!

Ángel Carvajal y Fernández de Córdoba 23, del Partido Demócrata-Radical dirigido


por Manuel Ruiz Zorrilla defendía:

En la Ley fijando la fuerza para el ejército en el año anterior, queriendo rendir un


tributo de homenaje a la abolición de las quintas, se dio facultad a los Ayuntamientos
y Diputaciones provinciales que presentaran a sus respectivos cupos en hombres o
en dinero, y en estas fechas la mayor parte de los que optaron por el segundo
extremo no han entregado ni hombres ni dinero[…]Dada la imposibilidad de formar
ejército de voluntarios, no hay más que apelar al sistema forzoso, y para esto existen
dos procedimientos: el de que sean todos soldados, o solo una parte. El proyecto
declara a todos los soldados; pero como no es posible que todos se pongan sobre
las armas, es preciso ver cuántos y cuales se han de poner.

En la redacción final de la ley 24:

• El servicio militar es obligatorio para todos los españoles al cumplir 20 años de edad.
• Se mantiene el derecho a servir voluntariamente en el Ejército
• Cuando los alistamientos voluntarios no basten a cubrir las bajas que resulten en el
Ejército permanente, se destinará por la suerte el número de hombres que fijen las
Cortes, sacados de los jóvenes de 20 años.
• La duración del servicio militar será de 6 años. 4 años sobre las armas y dos en la
primera reserva.
• Se autorizan la sustitución en el servicio militar
• Queda autorizada la redención a metálico.

22 Proyecto de ley presentado por el sr ministro de la guerra sobre organización y reemplazo del
ejército Gaceta de Madrid, n.º 43, de 12/02/1870, pp. 1 a 2
23 Marqués de Sardoal.
24 Gaceta de Madrid, nº 89, de 30/03/1870, p. 1

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Como se puede apreciar no había ningún cambio sustancial.

La disputa entre el modelo de tropa voluntaria y el de quintas no era en absoluto


nueva, y en el ejército, sólo los más pobres, incapaces de redimirse a metálico,
servían como soldados en filas. La ley de reclutamiento y reemplazo de 1875, la
ley constitutiva de 1878 y la reorganización de 1882 articularon un ejército de la
restauración conservador y anticuado 25. La reforma era necesaria.

El Ejército se había convertido en uno de los problemas más graves que sufría la
España de aquel tiempo, con un exceso de oficialidad, corporativismo, excesivo
protagonismo político de los generales, y la inmunidad que gozaban sus altos
mandos (a la vez senadores). Cuando el general Manuel Cassola Fernández,
ministro de la Guerra con Sagasta, ilustrado y brillante, presentó en abril de 1887 el
Proyecto de Ley Constitutiva del Ejército, iniciaría una de las polémicas más largas
de la historia de España, sirviendo posteriormente el citado proyecto, como base
para la reforma de Azaña.

2.1.2 Proyecto de Ley Constitutiva del Ejército de 1887. General Cassola

A finales del siglo XIX, la burguesía española estaba ajena a la carrera de


armamentos y el Ejército era un complejo administrativo 26 y una reserva de poder
político 27. El partido liberal -reformista moderado- tenía una visión de un ejército
moderno acorde con los criterios europeos del momento 28. Así nace la propuesta
de reforma militar del general Manuel Cassola Fernández de 1887, apoyada por
Sagasta y Canalejas, que fracasó en el Parlamento por la oposición del real y muy
distinguido cuerpo de artillería, celoso de sus principios, y del partido conservador 29.

El proyecto implicaba grandes cambios, entre ellos destacamos:

• Un servicio militar obligatorio para todos los españoles sin posibilidad de redención
ni sustitución, lo que afectaba a los privilegios de la burguesía;
• La sustitución del Estado Mayor por un Servicio de Estado Mayor en el que los
oficiales seguían perteneciendo a su arma de origen;

25 Cardona, G. (1985). La reforma militar que nunca existió: Cuadernos Historia 16, nº 197. P. 8.
26 En 1905, la edad media de los tenientes generales eran sesenta y cinco años, mientras había
capitanes, con mando de tropa, de cincuenta y seis
27 Cardona, p. 8.
28 Como después plateara la reforma del general Gutiérrez Mellado, ejecutada por el ministro Narciso

Serra
29 Cardona, p. 8.

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41 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

• La supresión de la dualidad de ascensos y


de las escalas cerradas en artillería y
caballería. La ley de ascensos en el ejército
pretendía que se hiciesen por antigüedad
hasta coronel y por elección a partir de allí.
• La ordenación territorial, reduciéndolo a 8
las regiones militares.
• La creación de un Estado Mayor único
formado por oficiales de academia
provenientes de todas las armas,
• La reducción del número de oficiales en el
Ejército.
Era una propuesta valiente de militares
jóvenes, rechazada por los viejos militares,
que se sentían perjudicados. Tras la
oposición de conservadores y de muchos
liberales, el intento de reforma sería
abandonado por Sagasta en 1888. El
ejército pasó a ser un problema crónico: 499
generales, 528 coroneles, 23.000 oficiales
era un número excesivo para 80.000 Ilustración 5 Arturo Carretero
soldados. Un ejército más moderno como (1881), Retrato de Manuel
Francia tenía seis veces menos oficialidad y Cassola y Fernández, La
dos veces más soldados 30. Ilustración Española y Americana

2.1.3 Reorganización militar en 1893. López Domínguez

José López Domínguez, fue el militar que más


ayudó a configurar la izquierda española. El 6
de enero de 1845, con dieciséis años, ingresó
en el Real Colegio de Artillería en el Alcázar de
Segovia, un centro a la vanguardia científico-
técnica del arte militar 31 . Sería ascendido a
capitán de Infantería, compatible con su
empleo de teniente de su arma, en virtud del
dualismo, que permitía a los oficiales artilleros
mantener la escala cerrada de ascensos por
rigurosa antigüedad.

Formó parte de la comisión de Artillería para


asistir al frente de guerra en Crimea, donde
Ilustración 6 José Luis
Pellicer, (1874) Entrada de Inglaterra, Francia y Piamonte apoyaban a
López Domínguez en Turquía contra las pretensiones soberanistas
Cartagena, La Ilustración de Rusia. López quedaría agregado al cuartel
Española y Americana general del ejército francés al mando del
mariscal duque de Malakoff, e interviene activamente en los trabajos de planificación

30 Encinas Gómez, E. (2019). Gobierno Sagasta de abril de 1886, Historia de España.

http://www.historiadeespananivelmedio.es/19-24-02-gobierno-sagasta-de-abril-de-1886/, ultima
consulta 10 de junio de 2021..
31 Real Academia de la Historia. José López Domínguez. http://dbe.rah.es/biografias/12324/jose-

lopez-dominguez

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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 42
estratégica del sitio de Sebastopol, donde se emplearon todos los adelantos
técnicos de la época.

El segundo gobierno liberal de Práxedes Mateo Sagasta (11 diciembre 1892 a 23


marzo 1895), sería largo para los estándares de la época. En marzo de 1893, López
Domínguez, ministro de la Guerra, creó las Regiones Militares: 1ª Región Militar:
Castilla la Nueva y Extremadura; 2ª Sevilla y Granada; 3ª Valencia; 4ª Cataluña; 5ª
Aragón; 6ª Burgos, Navarra y Vascongadas; 7ª Castilla la Vieja y Galicia. Cada una
tenía al frente un capitán general o teniente general con funciones de capitán
general.

López Intentó reorganizar el Ejército potenciando el ministerio de la guerra a costa


de las poderosas inspecciones de las armas y los cuerpos. Suprimió la Academia
General Militar, pero no pudo resistir las presiones contra la reorganización racional
de las guarniciones militares. Fue muy criticado por la desastrosa organización del
envío de tropas a la guerra de Melilla en 1893 y, por aceptar el presupuesto de paz,
cuando ya se intuía el conflicto con los separatistas cubanos.

El problema de ultramar era difícil de resolver, porque los empresarios españoles


con intereses en Cuba y Filipinas, y los empresarios cubanos, se oponían a los
cambios que eran necesarios. (la esposa de Sagasta tenía inversiones en Cuba, y
la de Romero Robledo era hija del mayor
empresario cubano). Los empresarios
cubanos eran ultraliberales (extrema
derecha).

Su defensa de los oficiales subalternos que


habían arrasado el 13 de marzo de 1895
los locales del diario El Resumen, fundado
por él mismo diez años antes, le enfrentó
con Sagasta, dimitiendo como ministro el
23 de marzo de 1895. El 25 de marzo José
Martí escribió el Manifiesto de Montecristi.

En octubre de 1897, Canalejas, de viaje


por EEUU, vio en Nueva York los
acorazados norteamericanos y afirmo: Una
solo de esos buques bastaría para
deshacer toda nuestra Marina. En
noviembre escribió a Sagasta: La Ilustración 7 Manifiesto
destrucción de la riqueza, el exterminio de Montecristi, firmado por José
la población rural, en suma, la obra de Martí y Máximo Gómez el: 25 de
Weyler nos ha hecho allí (en Cuba) aborrecidos 32.

2.1.4 La derrota en Cuba y el papel del Ejército

En los doce años que pasaron entre el 4 de octubre de 1897 y el 20 de octubre de


1909 se nombraron en España quince gabinetes. La falta de continuidad en el
ministerio de la guerra fue incluso mayor, y en 2 años se nombraron 20 ministros
(algunos en varias ocasiones). Los militares consideraban que era necesaria una

32Domínguez Martínez Campos, E. (2021). El malestar militar del siglo XIX: Asociación Española
de Militares Escritores.

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e-ISSN: 2660-5580.
43 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

mayor continuidad en el período postbélico para la reconstrucción material y política


del país.

Jorge Cachinero cuestiona, de forma apuntada, por qué tras la derrota de 1898 se
frustró una reforma dirigida a una mayor profesionalización, que hubiera equiparado
al ejército español con los restantes ejércitos occidentales, alejándolo del
corporativismo e intervencionismo 33.

Las principales reivindicaciones profesionales del ejército español al concluir la


guerra en ultramar se movían en tres direcciones:

• solucionar los problemas de empleo que generaba la repatriación de los ejércitos


de Cuba. Puerto Rico y Filipinas:
• exigir una mayor asignación presupuestaria para el ministerio de la guerra, y
• realizar una serie de reformas orgánicas en la institución militar, acomodándola a la
nueva situación política española 34
La pérdida de las ultimas colonias creó una situación sin precedentes, que recoge
La Correspondencia Militar en 1998

.. el Sr. Sagasta y sus ministros se entregan en su indolencia verdaderamente


oriental al indiferentismo más completo, aguardando siempre noticias de la capital
de la vecina República, calculando cuándo terminará su misión y haciendo al paso
la maleta por si vienen mal dadas, —que vendrán— porque no parece lógico que
España siga también demostrando su indiferencia ante la ruina definitiva que la
amenaza. En cambio, nadie se preocupa de dar al país lo que quiere ni de facilitarle
lo que necesita, para impedir que llegue al último grado de postración y al último
límite de la miseria... 35

Cinco meses después, ese mismo diario aborda el tema central del presente
artículo, porque no se produce la necesaria reforma militar, que habría modernizado
el ejército y que quizás, hubiera evitado el desastre de Annual. Los militares eran
conscientes de la necesidad

[…] la reorganización del elemento armado que, como en diferentes ocasiones


hemos dicho, es el primer paso para la regeneración de la Patria[…]Pero son tantas
las cuestiones que hay que resolver, tantos y tan arduos los problemas que hay que
dilucidar, que, a nuestro juicio, el ministro de la Guerra pondrá inmediatamente
manos a la obra para presentarla a las Cortes, tan pronto como se verifique la
apertura de las mismas[…] La colocación inmediata de jefes procedentes de los
ejércitos disueltos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas es una necesidad que se impone
acaso como la más urgente de todas aquellas a las que hay que atender en un plazo
perentorio 36

El ejército español reconocía sus problemas orgánicos, planteando las medidas más
urgentes: desde la reforma de la enseñanza impartida en las Academias de Oficiales
hasta el servicio militar obligatorio, la renovación del armamento artillero, la mejora
de las defensas de plazas, la fortificación de costas y ríos, o la elevación del estado

33 Cachinero, J. (1988). Intervencionismo y reformas militares en España a comienzos del siglo XX:

Cuadernos de Historia Contemporánea, 10, Universidad Complutense. pp. 155-184.


34 Cachinero, p. 158.
35 La Correspondencia Militar (6 de octubre de 1898). Indiferentismo gubernamental. p. 1
36 La Correspondencia Militar (6 de marzo de 1899). El ministro de la guerra y el Ejército. p. 1.

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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 44
de fuerzas del ejército en pie de paz a 300.000 hombres, etc. 37 En palabras de
Cachinero:

[…] se puede concluir que tras la derrota de 1898 desde la propia institución militar
existía la consciencia de su débil y pésima organización interna y se expresaba el
deseo de mejorarla. Para ello se buscaba restructurar, aumentar, instruir y armar
convenientemente al ejército español: en definitiva, reformar la institución militar 38.

2.2 Proyectos de reforma tras el desastre de 1898 y hasta la primera guerra


mundial
Adolfo Jiménez-Castellanos y Tapia, último Gobernador y Capitán General español
de Cuba, tiene la triste misión —«á nombre de su Rey»— de hacer la entrega oficial
de la Isla a los americanos:

Señor, en cumplimiento del Tratado de París, de lo acordado por las Comisiones


militares de la Isla y las órdenes de mi Rey, en este momento del mediodía de hoy,
1º de enero de 1899, cesa de existir en Cuba la Soberanía española y comienza la
de los Estados Unidos...

La necesidad de reformar el Ejército era evidente. De entre todos los proyectos de


reforma del Ejército en este periodo, destacaron los formulados por cuatro
generales: Polavieja. Linares. Weyler y Luque.

2.2.1 Programa de defensa nacional de Polavieja

En unas notas que en marzo de 1892 escribió en La Habana, el general Camilo


García de Polavieja destacaba, entre otros aspectos, su temor ante las crecientes
inversiones norteamericanas en sus fuerzas navales, así como las mejoras en las
baterías en Cayo Hueso, Florida, que a su juicio sólo podían responder a un carácter
ofensivo. Analizaba igualmente la influencia de Estados Unidos en Cuba

La corriente americana, que por la frecuencia, facilidad y rapidez de


comunicaciones, por todos los puestos de la isla penetra en su interior, sustituyendo
en usos y costumbres lo yankee a lo español […] No debemos hacernos ilusiones;
nuestros tiempos pasaron en América. En su vida moderna no tenemos cabida. Por
ello no debemos perder el tiempo en más reformas político- económicas para afirmar
lo imposible, nuestro dominio en Cuba […] sino emplearle en el modo y manera de
salir de ella, sin que sufran quebranto nuestra honra y nuestros intereses 39

Polavieja, era un conservador genuino respetuoso con los valores tradicionales de


la nación, pero no era reacio a ciertos cambios que consideraba imprescindibles 40.
Así lo demuestra el manifiesto regeneracionista de Polavieja a la opinión pública
española, de 14 de septiembre de 1898. En el Manifiesto, acusa al Gobierno de
ocultar sistemáticamente a la opinión pública el estado real de la nación:

Yo no fui oído en Cuba, ni lo fui en Filipinas. Mis advertencias, mis comunicaciones,


mis memorias, se perdieron en el vocerío de las disputas parlamentarias, o duermen
bajo el polvo en oficinas que no parecen creadas para el servicio de la nación, sino

37 Cachinero, p. 160.
38 Cachinero, p. 160.
39 García Polavieja, C. (1898). Relación documentada de mi política en Cuba: Impr. de E. Minuesa.

pp. 350-351.
40 Jiménez Núñez, F., López Coira, M. (1986) Exaltación y eclipse del general Polavieja: Revista de

Estudios Políticos (Nueva Época) 54. pp. 205-222

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45 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

para goce y recreo de los familiares, los amigos y los protegidos de nuestros
magnates políticos 41.

Su entrada de Polavieja en el Gobierno de Silvela de marzo de 1899, estaba


condicionada a la aprobación de las reformas que había proyectado para el Ejército.
Aunque sería acusado de militarista, por su negativa a reducir el presupuesto del
ministerio de la guerra, su objetivo
era la modernización y puesta a
punto del Ejército, para lo que era
imprescindible unas inversiones
importantes 42.

Siendo ministro de la Guerra,


esbozó un programa de defensa
nacional —que incluía una ley de
reclutamiento, una reglamentación
de armas y cuerpos y una reforma
de las ordenanzas generales. Su
informe, presentado al consejo de
ministro el 22 de mayo, recogía un
programa para el desarrollo y
organización militar de España:

La paz interior y exterior que


España desea es un sueño
imposible de realizar sin estar
preparados para la guerra, y que
cuanto mayor es el poder militar de
una nación, más se alejan de ella
las probabilidades de una lucha
armada, sus ambiciones Ilustración 8: Joaquín Moya, 1899,
exteriores se encierran en los el cierre de Polavieja, Gedeon 189,
límites que traza la prudencia. Precisamente por no haber estado preparados para
la guerra, y haber sido al mismo tiempo irreflexivos y desconocedores de nuestras
fuerzas, nos precipitamos inconscientemente en una lucha en que perdimos los
restos de nuestro imperio colonial. Si constituimos sólidamente la defensa del
territorio, salvaremos nuestra existencia sin combatir, y por la paz y el desarrollo de
la riqueza, podremos llegar otra vez a ser nación respetada, y a recobrar en el
mundo la posición que nos corresponde

Ante la no aceptación de sus criterios, el 28 de septiembre el general Polavieja


presentó su dimisión. Escribiría Pi y Margal:

Cayó sin haber hecho nada de lo que para la regeneración del país propuso ... Sin
aparato alguno, sin previas consultas, sin vacilaciones de ningún género; también
sin el auxilio de Palacio porque «lo vedó el juego de las institucione» 43.

41 Diario de Sesiones de las Cortes. Congreso. Manifiesto de Polavieja. Sesión 10-IX-1898.


42 Jiménez Núñez, y López Coira, p. 207.
43 Andrés-Gallego, J. (1975), La política religiosa en España, 1899-1913, Editora Nacional. p. 159.

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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 46
2.2.2 Los proyectos de reforma del general Linares

El general, Arsenio Linares y Pombo, siendo ministro de la Guerra en el Gobierno


del también general Marcelo Azcárraga Palmero, de octubre de 1900, presentó 14
proyectos de ley que trataban desde temas administrativos, orgánicos y territoriales,
hasta otros más delicados como eran los ascensos y los sueldos. Proponía: rebajar
las edades para el pase a la situación de reserva, acelerando así los ascensos.
Divide la Península en seis regiones militares, suprime la Junta Consultativa de
Guerra y crea el Estado Mayor Central,
a la vez que trata de homogeneizar los
sueldos y mejorar el rancho de la tropa 44.
El periódico la correspondencia militar
comenta:

Las reformas militares deben discutirse


antes que ningún otro asunto, porque
interesan por igual al Ejersito y al país y
porque el Ejército y el país las han
acogido con aplauso. ¿Qué no habrá
tiempo, a contar desde esta fecha hasta
Navidad, para discutir las reformas? No
lo creemos, porque hallándose
conformes los jefes de las minorías con
aquellas, y no poniendo obstáculos los
diputados militares a la aprobación de
proyectos, dando así una prueba
indiscutible de patriotismo, la obra del
general Linares puede convertirse en ley
Ilustración 9 General Arsenio en tres o cuatro sesiones 45.
Linares y Pombo durante el primer
gobierno de Romanones Pero el proyecto no tendría éxito.

Linares, participo como ministro de la Guerra en el gobierno conservador de Silvela


de diciembre de 1902. Trató de adaptar su anterior proyecto de 1900, con una
propuesta de Reorganización del ejército y de los servicios militares que se incluiría
en el proyecto de presupuestos de 1904 46. la correspondencia militar lo recoge:

En el proyecto de presupuesto redactado por el ministro de la Guerra para 1904, va


comprendida la reorganización que se lleva a cabo en los cuerpos, servicios y
dependencias militares. Esta reorganización tiene por objetivo principal mejorar los
servicios, dotando al Ejército de los elementos que le son indispensables para que
pueda ponerse en condiciones de cumplir su misión; pero como sus necesidades
son muchas, y limitados los recursos de que se dispone, ha sido forzoso en varios
puntos escalonar los créditos para completar la obra 47.

los doce cambios propuestos suponían la reorganización del ministerio de la guerra


y del consejo superior de guerra y marina, la creación del estado mayor central, la
creación de las inspecciones generales de defensas y servicios militares, la creación
del colegio general militar y de la escuela central de tiro, la división militar de la

44 Cachinero, p. 161.
45 La Correspondencia Militar, (6 de diciembre de 1900) Los proyectos del ministro de la guerra. p. 1
46 Cachinero, p. 161.
47 La Correspondencia Militar, (19 de junio de 1903). Las reformas de guerra. p. 1.

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47 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

península en regiones y zonas de reclutamiento, el incremento de la fuerza del


ejército, el aumento de los haberes de la tropa y por último, la homogeneización de
los sueldos de los oficiales 48. Pero tristemente en 1903. como ya ocurriera en 1900.
los proyectos de Linares se quedaron en propuestas 49.

El general Linares regresaría al ministerio de la guerra con los gobiernos


conservadores de Fernández Villaverde en julio de 1903 y Antonio Maura en
diciembre del mismo año. Con este último, serían aprobadas algunas de sus
propuestas por real decreto de 9 de diciembre de 1904 sobre reorganización del
ministerio de la guerra y otras dependencias de la administración central del
Ejército 50.Linares:

• reducía a ocho las secciones del Ministerio de la Guerra,


• restructuraba las juntas de artillería e ingenieros y creaba las de administración y
sanidad militares,
• creaba la dirección de la Cría Caballar y Remonta y la Inspección General de los
establecimientos de Instrucción e Industria Militares;
• transformaba las Academias de las Armas y Cuerpos en escuelas de aplicación y
establecía el Colegio General Militar,
• suprimía la Junta Consultiva de la Guerra y creaba el Estado Mayor Central del
Ejército, con el objetivo de preparar la guerra y centralizar la enseñanza superior del
ejército 51.
2.2.3 Las propuestas del general Weyler

Otro de los generales que en este periodo propuso la reforma de la estructura del
ejército fue Valeriano Weyler y Nicolau, ministro de la guerra en el gobierno liberal
de Sagasta de marzo de 1901. Weyler pretendía estructurar la fuerza armada en la
Península en tres cuerpos de ejército, ubicados en el Norte, Madrid y Andalucía
respectivamente, suprimir o limitar las academias militares y, ampliar la instrucción
militar obligatoria. Como recogía el correo militar:

Pero no podemos sustraernos a la satisfacción íntima que nos produce el haber oído
decir al ministro de la Guerra, con la firmeza del convencido, que se propone que
los batallones que hoy se encuentran en cuadro —¡para vergüenza de España
decimos nosotros!— estén pronto dotados de mil soldados; que inmediatamente se
artillarán nuestras plazas para que puedan responder con éxito a cualquiera
agresión inopinada; quo se modificarán las plantillas, que se suprimirá una parte del
personal burocrático, que se dotará al Ejército de armamento moderno, quo se
realizarán maniobras para que se adelante prácticamente en la instrucción miliar,
que es partidario del cierre temporal de las Academias hasta quo se acabe con la
excedencia, que hoy constituye para la marcha regular del elemento armado un
obstáculo insuperable y, por último, que procurará que dentro de la categoría que
determina la ley, los destinos civiles secubran con los sargentos que se hallen en
condiciones para desempeñarlos 52.

Weyler, ministro de la Guerra en el Gobierno liberal de Montero Ríos de junio de


1905 restableció la extinción de plazas vacantes en las escalas de reserva retribuida

48 Cachinero, pp. 161-162.


49 Cardona p. 8.
50 Cachinero, p. 165.
51 Cachinero, p. 165.
52 La Correspondencia Militar, (5 de diciembre de 1901). Weyler en el parlamento. p. 1.

Cuadernos de Investigación Histórica N.º 38 (2021)


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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 48
en un 25 por 100 53 . De nuevo ministro de la Guerra, en el gabinete liberal del
marqués de Vega de Armijo de diciembre de 1906, dividió el territorio de la
Península en ocho regiones militares, reorganizó algunas tropas y servicios y
aumento las unidades en África y Baleares, creando gobiernos militares en Ceuta,
Melilla y las islas, respectivamente.

Como dice el refrán castellano, de


aquellas chanzas viene estas danzas.
Tras los graves sucesos del periódico
satírico ¡cu-cut!, en un artículo de opinión
firmado con el seudónimo “Z”, publicado
en la correspondencia militar, se afirmaba:

El catalanismo ha sido castigado en


Barcelona como se merece esa secta
criminal que se alimenta en el odio a
España y a la integridad de la Patria... Los
catalanistas, la mayor parte de les cuales
pertenecen a la alta burguesía, á
patronos, que apenas ven sus obreros en
huelga reclaman el auxilio de la fuerza
pública, no dejaban un día y otro sin Ilustración 10: Viñeta aparecida
lastimar el patriotismo de los pundorosos en la revista satírica ¡Cu-Cut!
oficiales que al fin han dado rienda suelta que provocó la ira de los
militares
a su justa indignación… 54

La oposición a Alfonso XIII, por no querer castigar a los militares participantes en el


incidente del semanario satírico catalán ¡Cu-cut!, motivó la dimisión de Montero Ríos
el 1 de diciembre de 1905. En 1905 existía en Cataluña una fuerte tensión entre el
Gobierno central y los militares. La prensa satírica publicaba chistes, sangrientos
muchas veces, y aunque se procesaba a los autores, el sistema de jurados les
absolvía casi sistemáticamente 55.
Montero Ríos sería sustituido por Moret. Así recogía la situación la correspondencia
militar

Cada día tenemos más alejada la solución del conflicto llamado de las jurisdicciones
o cívico-militar, y no por culpa del Ejército, sino de los elementos políticos, que se
empeñan, con perversa intención, en que los españoles vivamos en constante lucha
hasta despedazarnos los unos á los otros. Después de los acontecimientos de
Barcelona se han mantenido los oficiales en una actitud tan correcta, tan prudente,
que ha rayada en heroísmo. Ni las procacidades del marqués de Camps, en el
Senado, ni las insidias y reticencias sangrientas de los catalanistas en el Congreso,
ni los insultos de los socialistas de Alcoy'y Gijón, ni las excitaciones de los logreros
políticos, han conseguido que el Ejército pierda su serenidad y altere su actitud
expectante 56.

Como ministro de la Guerra con el gobierno liberal de Segismundo Moret llegaría


otro de los grandes generales reformistas Agustín de Luque y Coca, partidario de la

53 Mismo nivel que operaba en las escalas activas desde 1903


54 La Correspondencia Militar, (27 de noviembre de 1905) Separatismo criminal...p. 1.
55 Pitarch, J. L. (24 de mayo de 1980) Réquiem por la ley de Jurisdicciones: El País.
56 La Correspondencia Militar, (24 de febrero de 1906). El conflicto aumenta. p. 1.

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49 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

ley de jurisdicciones, o ley para la represión de los delitos contra la Patria y el Ejército
de 1906 57.

En un estudioso sobre la ley de Jurisdicciones, Ricardo Lezcano, señala:

esta bendita ley de Jurisdicciones,


nacida en infausto mes de marzo de
1906 con una aplicación concreta y
una prometida provisionalidad, ha
resistido incólume más de setenta
años, descontando el breve período
de la II República. Y esto a pesar de
sus múltiples defectos de fondo y
aplicación. Porque no sólo nació
con esa especie de pecado original
jurídico, cual es que el estamento
juzgador sea juez, y parte al mismo
tiempo, sino que no fue ni siquiera
necesaria. 58

Ilustración 11: Ley de Jurisdicciones, 24


de abril de 1906, Gaceta de Madrid,
núm. 114, ,

2.2.4 Las propuestas del general Luque

La sensibilidad por la crisis de 1998 no había desaparecido, como se aprecia en


este articulo

Sepa el Heraldo que el Sr. Jiménez Castellanos figura en la historia del Ejército más
como hijo de la fortuna que afortunado guerrero. Nunca se distinguió en nada. Hábil
en las luchas de la vida, supo dirigir su pensamiento y acción siempre derechos al
logro de la posición que ocupa…tenemos quemadas las mejillas por el calor de las
vergüenzas sufridas, aun se sonrojan cuando pensamos en las humillaciones,
bajezas, atropellos y desdichas que nuestro Ejército y los demás españoles del
orden civil padecieron en Cuba bajo el mando del Sr. Jiménez Castellanos, quien
más parecía un general insurrecto que español 59

57 La ley de Jurisdicciones de 1906 otorgaba a la justicia militar juzgar las ofensas orales o escritas

contra “la patria el ejército, la bandera o la unidad nacional”. Tiene una evidente intención anti
catalanista, en un momento de auge de estos movimientos tras el desastre del 98.
58 Lezcano, R. (05 de junio de 1980) La ley de Jurisdicciones o razones de un pesimismo. El País.
59 La Correspondencia Militar, (27 de febrero de 1912). Hablamos y hablaremos. p. 1

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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 50
Tras el Desastre del 98, con menos de 50 años, Agustín de Luque y Coca, seria
ascendido a teniente general. Inicialmente simpatizante de las posturas más
radicales de Ruiz Zorrilla, modera sus
posiciones, y se asocia con Sagasta y
su política posibilista 60.

Entre 1905 y 1917, ocupo


intermitentemente el cargo de ministro
de la Guerra en sucesivos gabinetes
presididos por Segismundo Moret (Ley
de Jurisdicciones) 61 , José López
Domínguez, Canalejas, y Álvaro de
Figueroa, conde de Romanones,
sucesor de Canalejas tras su
asesinato 62.

Con el gobierno de Canalejas promulga


la ley de reclutamiento y reemplazo de
19 de enero de 1912, rectificada el 27
de febrero siguiente, es decir, la ley de
servicio militar obligatorio, que suprimía
la impopular «redención en metálico»:
una vieja aspiración de Cassola,
Ilustración 12 Joaquín Xaudaró 1904,
apoyada por Luque. Igualmente se Escándalo aristocrático, Gedeón.
debe a iniciativas suyas la
promulgación de la Ley de Bases del Ejército de 29 de junio de 1911, así como la
creación de las Fuerzas Regulares indígenas de Melilla 63.

Inmensa satisfacción nos causó, como patriotas, como amantes del Ejército y como
periodistas, las referencias que del consejo de ministros celebrado el martes último,
9 del actual, dio el ministro de Fomento a la Prensa. Según el Sr. Gasset, en ese
Consejo se trató extensamente del voluntariado en África, ¡de la creación de una
unidad de legionarios para el Rif y de la reglamentación de las tropas indígenas. ¡He
ahí todo lo que debió ser preferente objeto de estudio de los Gobiernos españoles
de 1904, y lo que no se ha abordado en el seno de un Gabinete político hasta enero
de 1912! 64

Como recoge Alberto Guerrero Martin 65, el hispanista Stanley George Payne calificó
la reforma de Luque, como el único intento de entidad por mejorar la organización y
el sistema de reclutamiento y de reemplazo del ejército. La ley de 1912 creó una
nueva categoría de oficiales de reserva llamada de complemento 66 Luque pretendía
con los oficiales de complemento reducir el número de tenientes profesionales y

60 Sampedro Escolar, J. L. (2020), Biografía de Agustín Luque y Coca: Academia de las Ciencias y

las Artes militares. https://acami.es/wp-content/uploads/2020/05/Biograf%C3%ADa-de-


Agust%C3%ADn-Luque-y-Coca-web.pdf, consultado el 11 de junio de 2021.
61 Pitarch.
62 Sampedro.
63 Sampedro.
64 La Correspondencia Militar, (12 de enero de 1912). Lo más trascendental. p. 1.
65 Guerrero Martín, A. (2017). El impacto de la Gran Guerra en el Ejército español: Revista de

Estudios en Seguridad Internacional, 3 (2). pp. 129-146.


66 Payne, S. G. (1986), Los militares y la política en la España contemporánea. Sarpe. pp. 113-114.

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International (CC BY-NC 4.0).
e-ISSN: 2660-5580.
51 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

disponer de suficientes oficiales en caso de una guerra, pero fueron escasos, y no


tendrían un impacto en el ya voluminoso escalafón 67.

El ejército como nación en armas se impuso en la mayoría de las naciones europeas


durante la gran guerra. Dos aspectos serían clave: el servicio militar obligatorio y los
oficiales de complemento, que se utilizaría para instruir a los reclutas 68.

A pesar de los numerosos intentos de reforma militar y proyectos de reorganización,


las medidas tomadas por los gobiernos monárquicos, liberales y conservadores, no
pasarían de meras transformaciones administrativas como:

• reducir gastos;
• la creación del Estado Mayor Central, y
• la reducir el número de oficiales en el ejército para lo que se dictaron innumerables
decretos que fueron estableciendo los índices y el ritmo de dicha extinción.
• Las continuas variaciones de ministros de la Guerra sería un impedimento a esa
reducción.
Temas como el de implantación del servicio militar obligatorio, la renovación del
armamento y equipos o el del aumento del estado de fuerza del ejército fueron
continuamente postergados 69. El deterioro del parlamentarismo dejo el poder en
manos del Rey y los militares. El pretorianismo de ejército bloqueó cualquier
reforma, que hubiera mejorado su eficacia

2.3 Programas de reforma tras la primera guerra mundial


Al comienzo de la gran guerra, revive el reformista liberal con la política militar de
Canalejas que, inspirada en Francia, trataba de profesionalizar el ejército. Con el
general Luque como ministro de la Guerra, suprimiría la redención a metálico, e
iniciaría la reorganización. Al activar la ocupación de Marruecos, separa al ejército
de la política doméstica: se ocupa Larache, Arcila, Alcazarquivir en 1911 y Tetuán
1912 70.

67 Cardona, G. (1983). El poder militar en la España contemporánea hasta la Guerra Civil. Siglo

XXI de España. p. 126.


68 García Moreno, J. F. (1988) Servicio militar en España: Servicio de Publicaciones del EME. pp.

26-188
69 Cachinero, p. 166.
70 Cardona p. 8.

Cuadernos de Investigación Histórica N.º 38 (2021)


DOI: https://doi.org/10.51743/cih.237
1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 52
Como ya hemos indicado, el ejército español se había convertido en un instrumento
político y de orden público más que de defensa, en contra de lo que ocurría con
otros ejércitos europeos. Con una estructura muy anticuada, su principal problema
era un abultado escalafón que obligaba a destinar buena parte del presupuesto al
pago de sueldos, quedando muy poco dinero para el resto de partidas, como
material o armamento 71..

La campaña de Melilla de 1909 mostro ciertas


deficiencias del ejército español, como el uso
del célebre rayadillo, o los obsoletos cañones
Sotomayor, fabricados en bronce en lugar de
los Déport fabricado en acero. España en esos
momentos ni necesitaba ni podía permitirse una
defensa exterior, algo que no preocupaba ni a
políticos ni a militares 72.

También el reclutamiento militar fue objeto de


reformas. La Ley de Bases de 29 de junio de
1911 y la Ley del Servicio Militar de 12 de
febrero de 1912 obligaban a todos los jóvenes
españoles a realizar el servicio militar. No
Ilustración 13 oficial médico
obstante, lo que en realidad se hizo, fue matizar
vestido con uniforme "rayadillo"
la redención en metálico con la aparición del durante la segunda campaña de
soldado de cuota, aquel que podía pagar 2.000 Melilla de 1909. Archivo Militar
pesetas y servía solo cinco meses o bien de Ávila
abonaba 1.000 y servía durante diez meses.
Pero en caso de conflicto bélico podían ser movilizados 73.

A partir de 1914 aumenta el interés reformista, tanto en sus aspectos políticos como
en los técnicos. Debido a nuestra neutralidad, mientras se revolucionaban los
métodos de la guerra, los militares españoles, se limitaban a polemizar sobre los
contendientes 74. Pero muchos militares y algunos políticos creían que había llegado
el momento de afrontar reformas profundas, si queríamos disponer de un ejército
eficaz, operativo, y respetuoso con el poder civil 75.

Por vez primera; desde hace algunos años se pone en duda la eficacia de los
ejércitos procedentes del servicio obligatorio y se tiende a volver al ejército de
primera línea profesional, apoyado em un fuerte ejército territorial de reserva,
formado por todos los hombres válidos. Distinguidas personalidades de nuestro
Ejército, escasas en número, pero de gran valía, se muestran partidarias de este
sistema 76.

71 Guerrero Martín, pp. 129-146.


72 Guerrero Martín.
73 Guerrero Martín.
74 Artehistoria (2021). La reforma militar que nunca existió, España y la gran guerra, Artehistoria.

https://www.almendron.com/artehistoria/historia-de-espana/edad-contemporanea/espana-y-la-gran-
guerra/la-reforma-militar-que-nunca-existio/ consultado el 17 de junio de 2021.
75 Cardona, p. 81.
76 La Correspondencia Militar, (10 de febrero de 1912). Influencia de la instrucción sobre el valor de

las tropas. p. 1

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53 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

2.3.1 Las juntas de defensa: el dilema de los ascensos y el pretorianismo

La escala cerrada se consideraba viable solamente cuando su regulación se iniciaba


con el ingreso en las academias 77. La escala cerrada fue una reivindicación de la
mayoría de los militares del siglo XIX para evitar el nepotismo, la corrupción y el
ascenso político. En Artillería, y posteriormente en Ingenieros y Estado Mayor lo
habían aceptado, pero no en Infantería y Caballería, donde el descontento con los
ascensos concedidos en Marruecos eran crecientes 78.

La intención del gobierno de Romanones de exigir pruebas de aptitud física y


profesional como requisito para los ascensos militares fue el detonante de las Juntas
de Defensa. La indignación del arma de infantería, resentida por los ascensos de
Marruecos, se disparó cuando se supo que artilleros e ingenieros eran dispensados
de la prueba. En los regimientos barceloneses de infantería, los oficiales formaron
juntas de defensa, que reivindicaban la reforma de un ejército, desorganizado,
despreciado y desatendido; pero la auténtica reivindicación fue profesional contra
los ascensos de África 79. Las juntas, que provocarían la caída del Gobierno, no
conseguirían la modernización del ejército, y la reforma se limitó a la ley de bases
de 1918 80 , que reguló los ascensos de los oficiales, prohibiendo los ascensos
mediante elección hasta coronel, en tiempo de paz 81.

Un cambio tan profundo y tan vasto de antiguas normas, como significa dicha ley,
no requiere solamente dinero y competencia para ser efectuado con éxito útil y
fecundo, sino que demanda también con un imperioso apremio urgencia en la
ejecución[…] porque no se trata de la construcción de un mecanismo que por si solo
y por el hecho de existir ha de resolver los problemas de la defensa; tratase de
arbitrar medios y facilitar elementos para que el generalato y la oficialidad
perfeccionen y aquilaten sus aptitudes y conocimientos profesionales y para que las
tropas se instruyan y habiliten al ejercicio de la guerra…. 82

La guerra europea, la crisis de 1917 y el pretorianismo de las juntas hicieron renacer


el reformismo militar entre los liberales. El ejemplo francés, estimuló los dos
principales intentos: los de Romanones y Azaña. 83

77 Baquer, M. A. (1971). El ejército en la sociedad española, Ediciones del Movimiento. P. 211.


78 Cardona, pp. 59-60.
79 Artehistoria.
80 Gaceta de Madrid, nº 205, 24 de julio de 1918, p. 222.
81 Artehistoria.
82 La Correspondencia Militar, (24 de julio de 1918). Las Reformas Militares. Hay que empezar a

plantearlas. p. 1
83 Artehistoria.

Cuadernos de Investigación Histórica N.º 38 (2021)


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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 54
Edades de retiro del ejército Destinos jefes y oficiales de infantería, escala activa, en 1919

Alemania
España
fin S. XIX COR TTE COR COMTE CAP
1918 (años)
(años)

Teniente Número
72 63 237 518 1.063 2.317
General total

En
General de
68 60 cuerpo 60 199 223 907
División
armado

General de
64 56
Brigada

Coronel 62 54

Teniente
60 52
Coronel

Comandante 58 48

Capitán 56 45

Tabla 1 Comparativa de edades de retiro entre España y Alemania en 1918 y


Destinos jefes y oficiales de infantería, escala activa, en 1919. Fuente: anuario
militar de España 1918

2.3.2 La política militar de Romanones

Romanones cuestionaba todo el sistema militar español, y consideraba que el


ejército alemán era un ejemplo negativo de nación armada, con oficiales elitistas,
antidemocráticos y sólo capaces de la violencia. En los países democráticos, el
parlamento contaba con el ejército y los oficiales procedían de todas las clases
sociales. Su principal ejemplo era el francés, cuya oficialidad, procedente de la
burguesía -alta y baja- facilitaría la victoria de 1918. Propugnaba la desaparición de
las capitanías generales y gobiernos militares; la transformación del cuerpo de
oficiales, que debía educarse en una cultura científica y literaria suficiente; el número
de oficiales debía reducirse. 84

El ejército había carecido siempre de medios y sin ellos no se podía hacer la guerra.
Para Romanones: Se dirá que el soldado español es el más sobrio del mundo ...,
son cuentos ..., el soldado español, en su mayor parte, entra en filas necesitado más
que ningún otro de estar bien cuidado y bien alimentado. El problema militar, que
las guerras civiles habían desviado de sus obligaciones, consideraba Romanones
que era un problema nacional, y la solución debería ser igualmente nacional. El
resultado deseado por Romanones era un Ejército eficaz, disciplinado y
dependiente del parlamento 85

Para Romanones, que no intentó poner en práctica sus ideas, pese a formar parte
de varios gobiernos, el ejército en España era un desconocido del que nadie tenía
una imagen completa, mientras que el pueblo esperaba la llamada a filas como al
recaudador de contribuciones. Un país no podía tener política internacional sin
disponer de un ejército acorde; pero en España, a pesar de la importancia del
problema militar, el parlamento se inhibía sistemáticamente, no se fiscalizaban las
operaciones militares y no se proporcionaban los presupuestos necesarios.

84 Artehistoria.
85 Artehistoria.

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55 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

3. Tras el desastre de Annual: Reforma militar, asignatura


pendiente
El artículo firmado por León de Toledo, citado en la introducción, continuaba:

Y el mal—añadía mi maestro—tiene un remedio sencillísimo; pero los políticos que


rigen nuestros destinos dan tales pruebas constantes, si no de incapacidad, de
ofuscación, que si el día de mañana tenemos una guerra parecida a las que
desastrosamente acaban de terminarse en ese maldito año de 1898, volveremos a
pasar por las mismas angustias, y tal vez a gustar la amargura de los mismos
reveses. A las guerras coloniales deben ir tropas integradas exclusivamente por
soldados mercenarios, por hombres que acepten la pelea en terreno ingrato como
una profesión, con los que el Estado firme un contrato exigiéndoles a ellos la vida a
cambio do unas ventajas, que podrán determinarse cuáles habían de ser éstas.
Y hoy en esta plaza de Melilla, después de la hecatombe, cuando aún nos dura el
estupor y el duelo, he visto demostrado palpablemente, patentemente, que lo que
decía el laureado militar es una verdad irrefutable […]pues si tiene importancia que
las autoridades militares no se recaten en decir: «¡El Tercio! ¡Tropa de valientes!
¡Legión de héroes! ¡Ellos contribuyeron a que en Melilla reine la paz en los
espíritus!», tiene aún más el que en las cabilas corra de boca en boca que los
alemanes (así llama el moro a nuestros legionarios) son tropa formada por diablos
que combaten como leones. Y mientras aumenta la satisfacción de nuestras
autoridades militares, crece en progresión creciente el miedo en los enemigos del
Tercio 86.

El gran reto del estado tras la guerra del 14, seguía siendo la reforma militar. El
gobierno García Prieto (7-XII-1922), con Romanones, en Gracia y Justicia, y Alcalá
Zamora en Guerra sería otra oportunidad fallida. Alcalá Zamora dimitió le sustituiría
el general Aizpuru. Primo de Rivera fue también un reformista a su modo.
Enfrentado a las ideas de reformismo político en el ejército, trato de progresar en la
reforma técnica, permanentemente bloqueada. Como la clave estaba en la
reducción del cuerpo de oficiales, estudió dos proyectos, que no llego a poner en
práctica e igualó el sistema de ascensos en todos los cuerpos, lo que enfrentó a los
artilleros, y poco más.

3.1 Los proyectos de Manuel Azaña


En 1918, las ideas de Azaña, militante del partido reformista, eran similares a las de
Romanones, inspiradas en las de Cassola y Luque, las plasmaría en su ponencia
La reforma del ejército. De su contacto con los militares extranjeros, sobre todo
franceses, nació su idea de un ejército integrado en el estado democrático, eficaz
en la guerra moderna y disciplinado políticamente. Para Azaña, la neutralidad del
ejército en las cuestiones de orden interno es, en efecto, un postulado de todo
régimen civil. Consideraba necesario que España dispusiera de ejército defensivo
eficaz, separado de la política y preparado para la guerra. Huía del ejército
profesional, que consideraba que carecía del sentido igualitario y ciudadano del
recluta forzoso, y era caro, ineficaz y políticamente peligroso. Su sentido de la
reforma militar pasaba también por la reorganización de la enseñanza, la integración
de la justicia militar en la general del estado, la desaparición de la jurisdicción
territorial de las autoridades militares y la reducción del número de oficiales.

86 La Correspondencia Militar, (9 de agosto de 1921). Los sucesos de Melilla. p. 1.

Cuadernos de Investigación Histórica N.º 38 (2021)


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1898-1921. LAS REFORMAS MILITARES FALLIDAS 56
Al llegar la República, Manuel Azaña, que formaba parte del Comité Republicano,
recupero sus antiguos proyectos de 1918, dando lugar a la reforma militar de la
segunda república. El largo período que ocupó el cargo, el momento de prestigio de
la República, y la inacción política del ejército, le permitieron aprobar unas medidas
que antaño hubieran provocado su destitución 87. El Ejército español había reducido
sus soldados de reemplazo, tras el final de la Guerra de Marruecos, pero no el
número de oficiales. El propio Azaña describió esta situación: No tenemos nada…
no hay cañones, no hay fusiles, no hay municiones. Por otro lado, la
sobreabundancia de mandos hizo que los ascensos fueran lentos y costosos, con
lo que se generó un clima de frustración 88.

4. Conclusiones
Podemos extraer varias conclusiones generales sobre los intentos fallidos de
reforma militar en España centrándonos en el paréntesis histórico entre dos
desastres nacionales, la perdida de las últimas colonias españolas en América y el
desastre de Annual en 1921:

Las raíces más profundas se encuentran en el levantamiento de 1808 y la aparición


del ejército popular. La Constitución de Cádiz está en el origen del problema al dividir
las fuerzas militares en tropas de continuo servicio, para la defensa exterior del
Estado y la conservación del orden interior y las milicias nacionales, cuyo servicio -
no continuo- sólo tendría lugar cuando las circunstancias lo requirieran, una
dualidad que en principio no tenía que haber sido un problema. Pero la citada
dualidad se agrava durante el trienio liberal, cuando se convierten las milicias
provinciales en milicia nacional, y se las hace responsables del orden y la seguridad
interna.

La influencia de los militares en política sería desproporcionada durante todo el siglo


XIX y primer tercio del siglo XX, tanto en el campo político conservador como en el
radical. Aunque ya se era consciente de la necesidad de modernizar el Ejército y la
Armada, y reducir el número excesivo de oficiales, mal pagados y desmoralizados,
y se habían producido varios intentos de reforma, se llega a 1998 con un ejército
profesional mal dotado e instruido, completamente dependiente de un reclutamiento
forzoso muy impopular.

El desastre de 1898 fue sangriento, y el prestigio español se situó en sus niveles


históricos más bajos. El ejército de reemplazo no era el adecuado para luchar en
los ambientes hostiles de Cuba, tan diferentes a los de España. Se hacia urgente
acometer la postergada reforma militar. Con la repatriación del ejército tras la guerra
de Cuba, el problema del exceso de mandos se agudiza y la necesidad de reforma
militar se hace más acuciante. Tras la derrota de 1898 la propia institución militar
era consciente de su debilidad, y mala organización interna y se expresaba el deseo
de restructurar, instruir y armar convenientemente al ejército español: en definitiva,
reformar la institución militar.

Pero los políticos no buscarían la respuesta en la reforma, sino en una nueva


colonización en Marruecos, cometiendo un error muy costoso en vidas humanas.
Pensamos que los políticos del momento -entre ellos algunos militares- trataban de

87 Alper, M. (1983). Una reforma inocente: Azaña y el Ejército: Studia historica. Historia
contemporánea, 1, 31-40.
88 Martínez Hoyos, F. (10 de enero de 2020). ¿Fue Azaña el “triturador” del Ejército?. La

Vanguardia.

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57 EMILIO SÁNCHEZ DE ROJAS

alejar a los militares retornados cuya presencia, constituía en su opinión un riesgo


elevado: la aventura colonial en Marruecos era una oportunidad. Muchos de los
militares que lideraron la presencia española en marruecos, eran nacidos en Cuba,
o habían permanecido mucho tiempo destinados en la isla, la necesaria
modernización militar se sacrifica de nuevo y se retorna a la movilización de las
quintas.

Se produce una división en el Ejército entre los africanistas, con ascensos


fulgurantes, y los militares peninsulares, postergados en sus los mismos. Así se
llega al desastre de Annual, en nuestra opinión, con un ejército mal preparado,
dotado de un armamento obsoleto, y unos mandos poco formados, soberbios y en
muchos casos incompetentes. El desastre se produce bajo el mando de Silvestre,
pero podría haber sido cualquier otro: las raíces del desastre eran profundas y la
ausencia de una necesaria reforma militar, hacia el desenlace previsible.

Después de Annual, tampoco se acometería la acuciante reforma militar y se


mantiene el corporativismo e intervencionismo que había caracterizado las décadas
precedentes. El intento más importante de reforma -en nuestra opinión- sería el de
Azaña, que pretendía para España un ejército defensivo eficaz, neutral en política y
preparado para la guerra. Pero Azaña pensaba que el ejército profesional carecía
del sentido igualitario y ciudadano del recluta forzoso, y era caro, ineficaz y
políticamente peligroso. En nuestra opinión, la reforma de Azaña fue ingenua, tímida
y seria socavada en 1934 por Diego Hidalgo y en 1935 por Gil Robles, muriendo en
1936. Otra vez, el viejo reformismo se había quedado en nada.

Habría que esperar a que un artillero, Manuel Gutiérrez Mellado, acometiera con
éxito esta secular reforma pendiente, reforma integradora que se basaba en parte
en la de Azaña, pero incorporando elementos de las propuestas conservadoras,
como disponer de un ejército totalmente profesional. Pero eso sería mucho más
tarde…

Cuadernos de Investigación Histórica N.º 38 (2021)


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