El Hombre Como Problema
El Hombre Como Problema
El Hombre Como Problema
El ser humano extendió la idea sobrevivencia por la de supervivencia con cuentos populares que
llamaron mitos por la cualidad fantástica que le distinguían y de la misma forma los más letrados,
como Hesiodo, se encargaron de desarrollar organizadamente la anidada cotidianidad, en la
divisoria relación de sus deidades, en este caso Grecia. Consecuentemente Platón se preocupó por
el ser. Mientras la relación Gnóstica del sol por el día y la luna por la noche, les daba razones de
peso para establecer el principio de la teoría Cosmológica del universo que entre Hipocrates y
Empédocles redujeron a una visión de micro mundo que relacionaron con investigaciones
corporales acorde con la época (aproximadamente 450 a.C.) la idea de micro mundo. Los cuatro
elementos (Agua, tierra, fuego y aire) fueron la base de su teoría, la cual llevaron entre el hombre y
su exterior.
El hombre empieza a desarrollar su presente a causa de la idea exterior y empieza a definirse como
un problema por desarrollar gracias al concepto del ser. Los exponentes de su problemática son
Sócrates, Platón y Aristóteles. Estableciendo teorías con relación a un entorno que formó
grandiosas tesis que aún son la base muchos postulados.
LA ANTROPOLOGÍA
La Antropología es una ciencia social que estudia al ser humano de una forma integral.
Para abarcar la materia de su estudio, la Antropología recurre a herramientas y conocimientos
producidos por las ciencias naturales y las ciencias sociales. La aspiración de la disciplina
antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, pero siempre
como parte de una sociedad.
De esta manera, intenta abarcar tanto la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los
modos de vida de pueblos que han desaparecido, las estructuras sociales de la actualidad y la
diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
La antropología estudia los seres humanos desde una perspectiva biológica, social y humanista. La
antropología se divide en dos grandes campos:
La antropología FÍSICA, que trata de la evolución biológica y la adaptación fisiológica de los seres
humanos, y
La antropología SOCIAL O CULTURAL, que atañe a la filosofía y se ocupa de las formas en que las
personas viven en sociedad, es decir, las formas de evolución de su lengua, cultura y costumbres, así
como la evolución de su pensamiento.
La antropología es fundamentalmente multicultural.
Los primeros estudios antropológicos analizaban pueblos y culturas no occidentales, pero su labor
actual se centra, en gran medida, en las modernas culturas occidentales (las aglomeraciones
urbanas y la sociedad industrial).
Los antropólogos consideran primordial realizar trabajos de campo y dan especial importancia a las
experiencias de primera mano, participando en las actividades, costumbres y tradiciones de la
sociedad a estudiar.
A cada tipo de alma le pertenecen unas características esenciales propias. La clasificación es, por tanto,
cualitativa. El alma superior, propia y exclusiva del hombre es la racional. Esta es inmortal y se halla ubicada
en la cabeza.
Las otras dos almas, la irascible y la concupiscible (o apetitiva) son mortales y se hallan situadas
respectivamente, en el tórax y en el abdomen.
El hombre es propiamente su alma, no su cuerpo. Nuestra naturaleza propia es la racionalidad, lo único que
puede distinguirnos de los demás animales. En tanto que cuerpo, no somos nada distinto de aquellos.
Esta división tripartita le permite al filósofo, por una parte, dar cuenta de ciertas tendencias e instintos
humanos y, por otra parte, jerarquizar a la sociedad en distintas clases sociales, según la naturaleza propia de
cada quién, que viene determinada por el mayor peso o predominio de un tipo de alma u otro.
Porque ¿de dónde nacen las guerras, las sediciones, los combates? Del cuerpo, con todas sus
pasiones.
En efecto: todas las guerras no proceden sino del ansia de amontonar riquezas, y nos vemos obligados a
amontonarlas a causa del cuerpo, para servir como esclavos a sus necesidades.
He aquí por qué no tenemos tiempo para pensar en la filosofía, y el mayor de nuestros males consiste que
en el acto de tener tiempo y ponernos a meditar, de repente interviene el cuerpo en nuestras indagaciones,
nos embaraza, nos turba y no nos deja discernir la verdad.
Está demostrado que si queremos saber verdaderamente alguna cosa, es preciso que abandonemos el
cuerpo, y que el alma sola examine los objetos que quiere conocer.
Sólo entonces gozamos de la sabiduría, de que nos mostramos tan celosos; es decir, después de la muerte, y
no durante la vida.
La razón misma lo dicta: porque si es imposible conocer nada en su pureza mientras vivimos con el cuerpo, es
preciso que suceda una de estas dos cosas: o que no se conozca nunca la verdad, o que se conozca después
de la muerte, porque entonces el alma, libre de esta carga, se pertenecerá a sí misma
Pero mientras estemos en esta vida no nos aproximaremos a la verdad sino en razón de nuestro
alejamiento del cuerpo, renunciando a todo comercio con él y cediendo sólo a la necesidad.
El dualismo Sensible/Inteligible de Platón
Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de esta presentación tradicional de la teoría de las
Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo inteligible ("kósmos
noetós") y la realidad sensible o mundo visible ("kósmos horatós"), que aboca a la filosofía platónica a un
dualismo que será fuente de numerosos problemas para el mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles
señalará como uno de los obstáculos fundamentales para su aceptación.
Después, el mundo de las ideas tomó gran parte del trabajo del problema del hombre pues develó la relación
del mismo entre la naturaleza y la sociedad.
En la modernidad, Descartes ejemplifica el hecho de la resolución del problema con la razón, un método que
se desarrolla desde la identificación de una naturaleza imperfecta desde donde podremos identificar
fácilmente la perfección. El siguiente es reconocer a Dios como un elemento que nos brinda la perfección si
nosotros la conocemos desde él mismo. El último designa a Dios como la total perfección, si no hubiera Dios
de todas formas tendríamos una idea de perfección y esa solo podría ser Dios. Kant profundiza el problema a
través de la psiquis como el nacimiento del postulado psicológico.
ANTROPOLOGIA MEDIEVAL
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http://antropologiafilo-once.blogspot.com/2011/02/fiolosofia-mediabal.html
https://bachilleratovirtual.com/aula/mod/lesson/view.php?id=6937