ProcesosBiologicosAnaerobicos-unidad 31

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INTRODUCCIÓN A LOS PROCESOS BIOLÓGICOS ANAERÓBICOS

Ing. Jorge Durán

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1. Características del proceso anaeróbico
Los microorganismos anaeróbicos se encuentran distribuidos en el
ambiente en lugares tan diversos como pantanos, lagunas y el tracto intestinal
de algunos animales de sangre caliente. A través del tiempo, el hombre
aprendió a utilizarlos en procesos depuradores de aguas residuales de
concepción diversa tal como la Cámara Automática inventada por Mouras
(Francia) en 1882, la cámara séptica desarrollada en Inglaterra en 1895, el
tanque Talbot en 1894 (Estados Unidos) o el Tanque Imhoff producido en
Alemania en 1905 (McCarty, 1982).

Desde un punto de vista general, el primer objetivo del tratamiento biológico


de aguas residuales consiste en coagular y remover los sólidos coloidales en
suspensión y estabilizar la materia orgánica. Se entiende por estabilización al
proceso de oxidación de la materia orgánica al punto en que no ejerza
consumo de oxígeno adicional. De este modo se busca reducir, y si es posible
anular, la merma de oxígeno disuelto que tiene lugar en un cuerpo receptor
(río, arroyo, laguna etc.) cuando se descarga agua residual. Cuando se
persigue este objetivo como motivo central del tratamiento, se está intentando
principalmente oxidar el carbono presente en el agua residual.

El principal objetivo del tratamiento biológico anaeróbico consiste en la


transformación del carbono que forma parte de la materia orgánica del agua
residual en biogas, mezcla de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). De
este modo, la materia carbonácea reductora abandona el medio líquido y pasa
a la fase gaseosa en forma estable. Lógicamente, los microorganismos que
desarrollan el proceso también utilizan una pequeña proporción de carbono
para su crecimiento, pero la mayor parte pasa a la fase gaseosa en la forma de
biogas.

1.1 Diferencias entre los procesos biológicos aeróbicos y anaeróbicos

Una de las principales diferencias entre estos dos tipos de procesos


radica en que mientras en sistemas aeróbicos la transformación de materia
orgánica da lugar principalmente a la generación de biomasa y dióxido de
carbono (CO2), en los sistemas anaeróbicos, la transformación de la materia
orgánica se da a través de reacciones en serie donde intervienen
microorganismos fermentadores acidogénicos seguidos de metanogénicos, los
cuales generan metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2) como producto final
de la cadena de transformaciones, a expensas del carbono orgánico
inicialmente presente en el agua residual procesada. La mezcla de gases
producto del proceso biológico anaeróbico se designa a menudo con la
expresión biogas.

Generación de lodo
Como la velocidad de crecimiento de las bacterias metanogénicas es
notablemente inferior a la que presentan las bacterias aeróbicas, para una
conversión dada de materia orgánica, en el proceso anaeróbico sólo una
pequeña proporción de esa materia biodegradable se transforma en nuevas

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células. Esto significa que la mayor parte del residuo orgánico se convierte en
gas metano. De aquí se deduce la ventaja tal vez más importante del proceso
anaeróbico: produce entre 5 y 10 veces menos cantidad de barro residual que
el aeróbico.

Puesta en marcha
Otra consecuencia de la baja velocidad de crecimiento de la biomasa
anaeróbica es la relativamente prolongada puesta en marcha del proceso. Con
frecuencia se requieren períodos de arranque de entre dos y seis meses,
dependiendo de la cantidad y calidad de inóculo con la que se cuente, así
como del tipo de alimentación y de las condiciones ambientales del proceso,
por ejemplo: temperatura, pH, disponibilidad de nutrientes y alcalinidad así
como de la ausencia de inhibidores. La necesidad de prever un período de
puesta en marcha relativamente prolongado para procesos anaeróbicos suele
considerarse como una desventaja frente a procesos aeróbicos.

Temperatura
Generalmente las reacciones bioquímicas resultan más veloces a
medida que se incrementa la temperatura (dentro de un rango limitado). Sin
embargo, las temperaturas necesarias para operar procesos anaeróbicos en el
rango mesofílico (30 a 35°C), donde resultan más eficientes, no son frecuentes
en aguas residuales. Esto implica una desventaja frente a los procesos
aeróbicos, y suele compensarse con un mayor contenido de biomasa en el
reactor biológico.

Conservación de energía
La conservación de energía es otra diferencia importante. Para los
procesos aeróbicos el costo de aeración se incrementa con la concentración de
materia orgánica y por encima de los 5 - 10 Kg DQO/m3 la transferencia de
oxígeno comienza a ser una variable limitante del proceso, por lo cual
generalmente se incrementa el tiempo de residencia del líquido tratado en el
reactor para asegurar la estabilización y oxidación de la materia orgánica.
Mientras tanto, en el proceso anaeróbico la ventaja consiste en que no sólo
resulta innecesario el consumo de energía para la aeración sino que, por el
contrario, se obtiene energía en la forma de metano a partir de esa materia
orgánica. Por lo tanto, cuanto mayor es la concentración de materia orgánica a
tratar, más favorable resulta la utilización de la vía anaeróbica. Algunas
estimaciones indican que para procesos aeróbicos se puede llegar a consumir
entre 500 y 2000 Kw-hr/1000 kg O2 transferidos, mientras que en sistemas
anaeróbicos, dependiendo de la eficiencia del grupo generador, se pueden
obtener alrededor de 3500 Kw-hr/1000 kg DQO transformados en metano.

Espacio de instalación
Como los procesos anaeróbicos no requieren la transferencia de
oxígeno, es posible lograr altas concentraciones celulares y paralelamente
altos niveles de carga orgánica en volúmenes relativamente reducidos. Esta
propiedad permite alcanzar un rango de cargas orgánicas volumétricas
elevadas (3-30 kg DQO/m3*día) frente a las habitualmente utilizadas en
procesos aeróbicos (0,5-3,0 kg DQO/m3*día). Para un mismo efluente, una
mayor carga volumétrica admisible por parte de los procesos anaeróbicos

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significa menor requerimiento de espacio de instalación respecto de un proceso
aeróbico.

Tasa de decaimiento
De la misma manera que los microorganismos que intervienen en el
proceso anaeróbico presentan baja velocidad de crecimiento, también
muestran una tasa de decaimiento muy baja respecto de los procesos
aeróbicos. La consecuencia práctica de este fenómeno es que se puede
acumular biomasa anaeróbica sin alimentación durante períodos prolongados
(ej.: 1 año) para reiniciar la operación del proceso luego de un breve período de
aclimatación (ej.: 15 días). En general, esta característica se puede aprovechar
en el tratamiento de efluentes líquidos producidos en forma estacional. Al
terminar la estación generadora de aguas residuales se deja la biomasa en el
reactor anaeróbico y se interrumpe la calefacción para atenuar el decaimiento
celular. La baja tasa de decaimiento de los microorganismos anaeróbicos
implica una condición ventajosa frente a los procesos aeróbicos cuando es
necesario procesar efluentes líquidos estacionales.

1.2 Etapas del proceso anaeróbico

Según se esquematiza en la FIGURA 1, la degradación biológica


anaeróbica de compuestos orgánicos complejos puede considerarse como un
proceso de tres etapas:

McCarty
McCarty &
& Smith,
Smith, 1986
1986

5% 20%
COMPUESTOS ORGANICOS COMPLEJOS
hidratos de carbono, proteínas, lípidos
HIDROLISIS
COMPUESTOS ORGANICOS SIMPLES 35%
10%
azúcares, aminoácidos, péptidos
ACIDOGENESIS

ACIDOS GRASOS DE CADENA LARGA


propionato, butirato, etc.

13% 17%
ACETOGENESIS

H2, CO2 ACETATO


METANOGENESIS
28% CH4, CO2 72%

FIGURA 1 – Esquema del proceso biológico anaeróbico (adaptado


de McCarty & Smith 1986)

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Hidrólisis: En esta primera etapa los compuestos orgánicos solubles y
suspendidos de alto peso molecular pasan a la forma de compuestos orgánicos
simples.

Acidogénesis: En la segunda etapa ocurre la transformación de las


moléculas orgánicas más pequeñas en varios ácidos grasos volátiles como por
ejemplo ácido butírico o propiónico, para pasar luego a la forma de ácido
acético. En estas dos primeras etapas intervienen bacterias facultativas y
anaerobias, denominadas genéricamente como formadoras de ácido o
fermentativas.

Metanogénesis: En la tercera etapa ocurre la conversión del ácido acético,


dióxido de carbono (CO2) e hidrógeno (H2) a biogas. Esta conversión es
efectuada por bacterias denominadas formadoras de metano o metanogénicas,
las cuales son estrictamente anaeróbicas. La baja tasa de crecimiento de estos
microorganismos hace que la metanogénesis sea generalmente la etapa
limitante del proceso de digestión anaeróbica.

De las tres etapas mencionadas: hidrólisis, acidogénesis y metanogénesis la


segunda es la más rápida mientras que las otras dos etapas son lentas y
pueden llegar a constituirse en la fase limitante del proceso en su conjunto,
dependiendo del tipo de sustrato a procesar. La hidrólisis de la materia
orgánica (carbohidratos, proteínas, lípidos) es un proceso bastante lento
llevada a cabo por enzimas extracelulares. La velocidad de reacción se ve
modificada fundamentalmente por factores tales como el pH y el tiempo de
residencia celular. Los lípidos se hidrolizan muy lentamente, por esta razón la
etapa podría constituirse en limitante para aquellos residuos que presenten alto
contenido de grasas, aceites u otros compuestos de hidrólisis lenta.

1.3 Estabilidad del proceso anaeróbico

La formación de ácidos orgánicos conduce a la producción de ácido


acético a partir de ácidos grasos de peso molecular más alto como el
propiónico, butírico, isobutírico y valérico. En un proceso anaeróbico estable, la
concentración de ácidos grasos es bastante baja (0.1 - 0.3 kg ácido
acético/m3).

En caso de inestabilidad del proceso anaeróbico se observa en forma


sucesiva en primer lugar la declinación de la generación de biogas y luego la
acumulación de ácidos orgánicos no transformados disueltos en el medio
líquido. La acumulación de ácido acético o ácidos intermedios con mayor
número de átomos de carbono en su molécula puede deberse a que el proceso
está operando muy cerca de su carga máxima. Asimismo, estos síntomas
pueden indicar que existen perturbaciones en la cantidad y calidad de la
alimentación del proceso, o bien que se han producido variaciones en las
condiciones ambientales del mismo, por ejemplo, pH, temperatura o presencia
de inhibidores. Como la velocidad de formación de ácidos orgánicos es
relativamente alta comparada con la velocidad de producción de metano, es
fácil prever que un incremento repentino en la concentración de compuestos

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orgánicos fácilmente degradables alimentados al proceso puede producir como
consecuencia una mayor generación de ácidos orgánicos con su
correspondiente acumulación.

La consecuencia práctica del desequilibrio del proceso anaeróbico es la


interrupción de generación de metano, el descenso del pH en el interior del
reactor y la caída de la eficiencia del proceso en la remoción de materia
orgánica

2. Factores ambientales

En su mayor parte, la degradación anaeróbica se lleva a cabo a través


de dos tipos de bacterias: las productoras de ácido, que en general pueden
desarrollarse tanto en presencia o ausencia de oxígeno (facultativas), y las
productoras de metano, que necesitan ausencia total de oxígeno (anaeróbicas
estrictas). A su vez, estos grupos pueden subdividirse en dos subgrupos cada y
uno:

(a) Productoras de ácido


Generadoras de ácido butírico y propiónico.
Bacterias acetogénicas (productoras de ácido acético e hidrógeno).

(b) Productoras de metano


Bacterias metanogénicas acetofílicas (utilizan ácido acético).
Bacterias metanogénicas hidrogenofílicas (utilizan CO2 e H2).

El crecimiento y desarrollo de los microorganismos se ve afectado por


diversos factores ambientales físicos y químicos. No todos los microorganismos
involucrados en el tratamiento anaeróbico presentan el mismo comportamiento
ante una variación determinada, siendo las bacterias metanogénicas las más
sensibles a los cambios ambientales.

Los factores que generalmente revisten mayor importancia son:

u Temperatura
u pH
u Sustancias tóxicas
u Nutrientes

2.1 Temperatura
Las bacterias no poseen medios para controlar su temperatura interna,
por lo que la temperatura ambiental determina la correspondiente a la del
interior de la célula. Por otra parte, la temperatura también afecta variables
propias de los compuestos orgánicos a degradar presentes en el medio, como
por ejemplo, la solubilidad de los lípidos y la de otros polímeros orgánicos, así
como también la disociación de diversos subproductos tales como el amoníaco
y los ácidos orgánicos. Además la temperatura actúa sobre los parámetros

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cinéticos ya que afecta la velocidad de las reacciones enzimáticas, de las
cuales depende la transformación de los compuestos orgánicos. También
afecta parámetros físicos como las velocidades de difusión de las distintas
sustancias y nutrientes en general.

La temperatura de funcionamiento del proceso biológico tiene gran


importancia desde el punto de vista de su costo operativo y muchas veces se
ve condicionada por la temperatura a la cual sale el efluente líquido del proceso
productivo. Sin embargo, cuando la generación de biogas es suficientemente
importante como para justificar económicamente su recuperación, es posible
considerar la calefacción del líquido que ingresa al reactor.

Por otra parte, también es necesario tener en cuenta que para un


efluente particular, si se opera a una temperatura cercana a la óptima, se
puede reducir el volumen de reactor necesario, y por lo tanto el costo de la
instalación del sistema de tratamiento disminuye.

Según la adaptación de los microorganismos a un determinado intervalo


de temperaturas se los puede agrupar en tres tipos: psicrófilos, mesófilos y
termófilos. En forma análoga, los procesos biológicos también pueden
clasificarse de acuerdo con su temperatura de operación en:

u Psicrofílicos: los microorganismos de este tipo se desarrollan entre


0 y 20 ºC, pero los procesos se operan aproximadamente entre 10 y
20 ºC.
u Mesofílicos: si bien hay desarrollo microbiológico entre 20 y 40 ºC,
los procesos de tratamiento normalmente trabajan entre 30 y 35 ºC.
u Termofílicos: aunque los microorganismos pueden vivir entre 45 y
70 ºC, los procesos de este tipo generalmente funcionan entre 50 y
55 ºC.

Dentro de cada uno de estos rangos de temperatura, es posible el


crecimiento microbiano. Sin embargo, para cada especie se definen tres
valores de temperatura característicos (Chernicharo, 1997):

u Temperatura mínima: por debajo de la cual el desarrollo microbiano


es imposible.
u Temperatura óptima: donde el crecimiento es máximo.
u Temperatura máxima: por encima de la cual el crecimiento no es
posible.

En las temperaturas cercanas a la máxima y mínima el crecimiento es


bajo. A medida que se aproxima a la temperatura óptima, la velocidad de
crecimiento aumenta exponencialmente. El proceso anaeróbico puede tener
lugar en un amplio rango de temperaturas, sin embargo, existen dos intervalos
adecuados para la producción microbiana de metano, uno mesófilo (30 a 35
ºC) y otro termófilo (50 a 55 ºC). De acuerdo con el nivel de desarrollo
tecnológico actual, en general el rango mesófilo resulta más adecuado por
razones de economía y estabilidad del proceso.

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Ejemplo 1

Efecto de la temperatura sobre el proceso anaeróbico

El líquido que liberan los residuos enterrados y comprimidos en rellenos


sanitarios sumado al agua de lluvia que se infiltra y percola a través de él se
acumula en el fondo impermeabilizado del relleno y recibe generalmente el
nombre de lixiviado. Cuando la celda del relleno de la cual proviene el lixiviado
es reciente, este líquido resulta concentrado en materia orgánica y por lo tanto
adecuado para el tratamiento anaeróbico. En la bibliografía existen referencias
sobre cultivos aclimatados al tratamiento anaeróbico de lixiviado que pueden
degradar aproximadamente 0,7 kg DQO/kg SSV.día operando a una
temperatura de 30°C (Torres y otros, 1997). Henze ha propuesto una expresión
del tipo Arrhenius para corregir este valor de actividad biológica tomando en
cuenta el efecto de la disminución de la temperatura (Henze y otros, 1982):

Actividad a temperatura T = Actividad a 30°C x 1,11 (T – 30) (1)

Si la temperatura en el líquido desciende a 10°C, puede estimarse la actividad


corregida de la biomasa:

Actividad biológica para 10°C:


0,7 kg DQO/kg SSV.día x 1,11(10-30) = 0,087 kg DQO/kg SSV.día

Biomasa requerida:
El valor de actividad biológica corregido puede ser útil para evaluar el aumento
de requerimiento de biomasa. Suponiendo que el lixiviado presenta una
concentración de materia orgánica de 20.000 mg DQO/L (20 kg DQO/m3), la
cantidad de biomasa requerida para procesar cada m3 de este residuo es:

Biomasa necesaria a 30°C:


3 3
BN30°C = Q*S = 1 m /día * 20 kg DQO/m = 29 kg SSV (2)
AB 0,7 kg DQO/kg SSV.día
Donde:
BN = Biomasa necesaria
Q= Caudal de lixiviado a tratar (m3/día)
S = Concentración promedio del lixiviado (kg DQO/m3)
AB = Actividad biológica

Biomasa necesaria a 10°C:


3 3
BN10°C = 1 m /día * 20 kg DQO/m = 230 kg SSV
0,087 kg DQO/kg SSV.día

Volumen de reactor necesario:


Para una concentración similar de sólidos suspendidos en el reactor, una
menor temperatura operativa implicará un incremento en el volumen de reactor
necesario:

Volumen de reactor necesario a 30°C:


V30°C = BN30°C / SSV = 29 kg SSV / (20 kg SSV/ m3) = 1,5 m3 (3)

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Donde:
V = Volumen de reacción necesario (m3)
BN = Biomasa necesaria (kg SSV)
SSV = Concentración promedio del biomasa (kg DQO/m3)

Volumen de reactor necesario a 10°C:

V10°C = BN10°C / SSV = 230 kg SSV / (20 kg SSV/ m3) = 11,5 m3

Este ejemplo muestra los fuertes contrastes que se registran en el volumen de


reacción necesario a diferentes temperaturas operativas, los cuales tendrán
incidencia sobre el costo de instalación del proceso.

2.2 pH y alcalinidad

Estos factores están íntimamente relacionados entre sí y deben controlarse


para conseguir una operación adecuada del reactor anaeróbico.

El pH puede actuar de dos formas sobre el proceso:

• Directamente, afectando por ejemplo la actividad enzimática como


consecuencia de la modificación de su estructura proteica.
• Indirectamente, modificando el efecto tóxico de algunas sustancias
presentes en el medio líquido, ya sea como intermediarios o como
subproductos del proceso biológico, por ejemplo, ácidos orgánicos,
amoníaco, sulfuro.

El pH óptimo para el sistema depende del tipo de microorganismos


predominantes, los que a su vez están condicionados por el tipo de sustrato.
Las bacterias productoras de metano tienen un crecimiento óptimo dentro del
rango de pH que va de 6,6 a 7,4. Para mantener activo el proceso de
metanogénesis deben evitarse en el reactor biológico valores de pH por debajo
de 6.0 y por encima de 8.3.

Por su parte, las bacterias productoras de ácido son mucho menos sensibles a
la variación de pH que las metanogénicas. Estos microorganismos
generalmente tienen un crecimiento óptimo en el rango de pH entre 5.0 y 6.0 y
además presentan mayor tolerancia a valores de pH inferiores. Esto significa
que la producción de ácidos en un reactor puede continuar a pesar de haber
sido interrumpida la formación de metano debido a bajos valores de pH. Por
esta razón, los controles de pH tienen como principal objetivo evitar el riesgo de
inhibición de las bacterias metanogénicas.

La depresión del pH en un reactor biológico anaeróbico tiene lugar cuando la


alcalinidad del medio no es suficiente para neutralizar la acidez generada en el
proceso. Las dos principales fuentes de acidez en el proceso anaeróbico son:
a) el ácido carbónico (H2CO3), debido al equilibrio CO2/H2CO3 entre el biogas y

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el medio líquido y b) los ácidos orgánicos volátiles generados como
intermediarios del proceso de degradación anaeróbica. Si las fuentes de acidez
exceden la alcalinidad disponible en el medio líquido, el reactor se “acidifica”
inhibiendo a las bacterias metanogénicas y como consecuencia se detiene la
generación de biogas.

Para controlar el pH del medio pueden utilizarse varios productos químicos que
aporten alcalinidad, entre ellos cal hidratada [Ca(OH)2], cal viva (CaO),
carbonato de sodio (Na2CO3), hidróxido de sodio (NaOH), bicarbonato de sodio
(NaHCO3) y bicarbonato de amonio (NH4HCO3). Si bien desde el punto de vista
del costo del reactivo la cal es generalmente el neutralizante más económico,
su uso puede llegar a ocasionar problemas operacionales como consecuencia
de su insolubilidad. El gas carbónico (CO2) reacciona con la cal para formar
bicarbonato de calcio, dando lugar a la formación de incrustaciones y
precipitados indeseables, pudiendo llegar incluso a provocar vacío en los
reactores sellados. Asimismo, dado que el hidróxido de calcio es una base
fuerte, se corre el riesgo de alcanzar un pH final muy elevado en el caso de una
dosificación accidentalmente excesiva.

Por otra parte, el bicarbonato de sodio (Na2CO3) es fácil de manipular, bastante


soluble y su equilibrio químico no depende del gas carbónico para mantener el
pH. Sin embargo, su costo es comparativamente elevado respecto de la cal.

La posibilidad y conveniencia de utilizar amoníaco dependerá de las


condiciones locales y del residuo a tratar. Este producto presenta la ventaja de
dosificar simultáneamente un agente neutralizante y nitrógeno, un nutriente
esencial para el crecimiento bacteriano. Sin embargo, es necesario evaluar si el
efluente a tratar tiene amoníaco en exceso o bien si el mismo proceso
anaeróbico lo genera debido a, por ejemplo, la descomposición de proteínas.
Éste podría ser el caso de, por ejemplo, los efluentes de la industria pesquera
en los que es necesario evitar que pueda ocurrir la inhibición del proceso
biológico debido a concentraciones elevadas de amoníaco.

Ejemplo 2

Alcalinidad requerida para neutralizar la acidez aportada por el CO2

Se desea tratar anaeróbicamente el efluente líquido de una industria de la


alimentación consistente principalmente en hidratos de carbono. El reactor
biológico a utilizar es un lecho granular anaeróbico fluidizado como el que se
muestra en la FIGURA 2, el cual tiene una altura de columna líquida de 20 m.
En el proceso se genera una mezcla gaseosa de metano y dióxido de carbono
(biogas).

Se estima que la composición del biogás que se encuentra en equilibrio con la


fase líquida del reactor es del 30% de CO2 en volumen. Además, se sabe que
el proceso biológico debe mantenerse a 35°C y dentro de un rango de pH
operativo de 6,5 a 7,0.

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FIGURA 2 – Reactor fluidizado de lecho granular

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Se necesita:

• Estimar cuál será el requerimiento de alcalinidad en la alimentación del


reactor debido exclusivamente al biogas.
• Indicar cuánto neutralizante se deberá adicionar diariamente para procesar
1500 m3/d de efluente industiral, si su alcalinidad propia es de 1200 mg/L
expresada como CaCO3.

Datos para 35°C:


Constante de equilibrio para la disociación del primer protón del ácido
carbónico:
(K1) = 4,8 * 10-7

Constante de la ley de Henry para el CO2:


(KH) = 0,0246 moles/atm*L

SOLUCIÓN

CO2

CO3H2 CO3H- + H+

Equilibrio químico CO3H2 / CO3H-:

CO3H2 CO3H- + H+ (4)

K1 = [CO3H-] [H+] / [CO3H2] (5)


Donde:
K1 = Constante de equilibrio para la disociación del primer protón

Luego:
[CO3H-] = K1 [CO3H2] / [H+] (6)

Solubilidad del CO2 en el medio líquido (Ley de Henry):


[CO3H2] = KH * pCO2 (7)

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Donde:
[CO3H2] = Concentración de ácido carbónico
KH = Constante de Henry
pCO2 = Presión parcial de dióxido de carbono

Alcalinidad mínima requerida:


Reeplazando (7) en (5):
[CO3H-] = K1 [KH * pCO2 ] / [H+] (8)

Dado un pH mínimo a mantener y para 35°C:


K1 = 4,8 * 10-7
KH = 0,0246 moles/atm*L
pHMIN = 6,5
Reemplazando en (4) los correspondientes valores de las constantes, se puede
calcular la concentración de ácido carbónico a neutralizar:

[CO3H-] = 4,8 * 10-7 [0,0246 moles/atm*L * pCO2] / [3,1623*10-7]


[CO3H-] = 3,734 * 10-2 * pCO2 [mol/L] (9)

Requerimiento de alcalinizante para neutralizar H2CO3


Para expresar el requerimiento de alcalinidad en mg CaCO3/L, se tiene en
cuenta que un mol de ácido carbónico (CO3H)- se neutraliza con un equivalente
químico de carbonato de calcio (CaCO3), es decir:

PM CaCO3/2 = 100/2 = 50 g/equiv.


[CaCO3] = [CO3H-] * 50 = 3,734 * 10-2 * 50 * pCO2 [g/L]
[CaCO3] = 1867 * pCO2 [mg/L] (10)
Suponiendo una composición del 30% en volumen para el biogas:
[CaCO3] = 1867 * 0,3 * (10+profundidad)/10 [mg/L] (11)
Para el fondo del reactor, profundidad = 20 m
[CaCO3] = 1680 [mg/L]
Cálculo de adición de alcalinidad:
Alcalinidad a adicionar = A. Mínima – A. Propia (12)
Alcalinidad a adicionar = (1680 – 1200) [mg/L]
Alcalinidad a adicionar = 480 [mg/L]
Estimación de alcalinizante a adicionar diariamente:
Alcalinizante = Q * [CaCO3] = 1500 * 0,48 (kg/d) = 720 (kg/d) (13)
Nota: En la práctica, es común trabajar con un exceso de alcalinidad, que asegure un margen
de 0,2 unidades de pH

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2.3 Sustancias tóxicas

El tratamiento adecuado de efluentes que contienen materia orgánica utilizando


algún tipo de proceso biológico, cualquiera sea éste, se logra estableciendo y
manteniendo un ambiente favorable para el desarrollo de los microorganismos
deseados. Para ello es necesario controlar y eliminar los compuestos
inhibidores y tóxicos que puedan afectar la estabilidad del cultivo biológico que
se desea preservar. Existen diversos compuestos orgánicos e inorgánicos que
pueden ser tóxicos o inhibidores del proceso biológico anaeróbico, y es
importante reconocer que algunos de ellos son generados en el mismo
proceso, como es el caso de los ácidos orgánicos volátiles, el sulfuro de
hidrógeno(SH2) y el amoníaco (NH3).

Las bacterias metanogénicas resultan inhibidas con mayor facilidad por toxinas
debido a su escasa velocidad de crecimiento. El lento desarrollo de la biomasa
metanogénica se verifica en la pequeña fracción de sustrato convertida en este
tipo de células así como también en su elevado tiempo de generación. De
todas formas, los microorganismos generalmente poseen una cierta capacidad
de adaptación a las concentraciones inhibitorias de la mayoría de los
compuestos, por lo que puede minimizarse el impacto de la toxicidad aplicando
algunas estrategias preventivas tales como el mantenimiento de tiempos de
residencia celular elevados y la minimización del tiempo de permanencia de las
toxinas en el sistema.

Toxicidad por sales


La toxicidad de las sales que se encuentran disueltas normalmente en las
aguas residuales está asociada generalmente al catión y no al anión. En la
TABLA 1 se presenta una lista de cationes y las concentraciones inhibitorias
correspondientes en orden creciente de inhibición.

TABLA 1 – Concentraciones inhibitorias para algunos cationes


comunmente encontrados en aguas residuales (Speece, 1996)

CATIÓN CONCENTRACIÓN INHIBITORIA


(mol/L) mg/L

Na+ 0.32 7.400


NH4+ 0.25 4.500
K+ 0.15 4.800
Ca2+ 0.12 4.800
Mg2+ 0.08 1.900

Es conveniente destacar que estos valores de toxicidad han sido obtenidos


para cultivos no aclimatados. Cuando se consigue la adaptación de los
microorganismos, los valores tolerables pueden ser considerablemente
superiores (Lettinga y otros, 1996).

Algunos cationes pueden tener un efecto antagónico, reduciendo la toxicidad


del medio. Por ejemplo, los iones de sodio y potasio actúan como antagónicos
entre sí, ubicándose el máximo de este tipo de efecto en concentraciónes

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alrededor de 0,01 M para el ión antagónico. Si el ion antagónico es divalente,
se ha observado que la concentración más efectiva es aproximadamente 0,005
M (Speece, 1996).

Toxicidad por amoníaco


La presencia de bicarbonato de amonio resultante de la digestión de efluentes
ricos en compuestos proteicos o urea, es beneficiosa para el proceso ya que
actúa como fuente de nitrógeno y como regulador del pH a la vez. Sin
embargo, la presencia de amoníaco o de amonio puede tornarse inhibidora del
crecimiento si se encuentra en concentraciones elevadas. El amoníaco se
encuentra en equilibrio con el ion amonio según la siguiente reacción:

NH4+ Ö NH3 + H+ (14)


Ion amonio amoníaco

La concentración de una u otra especie depende del pH del medio. Para


elevadas concentraciones de ion hidrógeno (pH menor o igual a 7.2), el
equilibrio de la reacción se desplaza hacia la izquierda, de forma tal que la
especie predominante en el medio es el ion amonio, y la inhibición pasa a estar
relacionada con esta especie. A mayores valores de pH, la especie
predominante pasa a ser el amoníaco, que puede tornarse el agente inhibidor.

Si bien la aclimatación del cultivo a las condiciones del medio es un factor


importante, en general se observa que las concentraciones de amoníaco por
encima de 150 mg/L son tóxicas para las bacterias metanogénicas, mientras
que el límite máximo tolerado para el ion amonio es del orden de 3000 mg/L.
Puede observarse que la especie no disociada (NH3) es la que presenta mayor
efecto tóxico y por lo tanto es de interés conocer su proporción en el sistema.
La TABLA 2 presenta la fracción de amoníaco (no disociado) respecto del
contenido total de nitrógeno y en función del pH y de la temperatura:

TABLA 2 – Fracción de amoníaco (NH3) en función del pH y la temperatura


(Parkin y Owen, 1986)

Temperatura (°C)
pH 25 35 55

6,5 0,002 0,004 0,12


7,0 0,006 0,011 0,036
7,5 0,17 0,034 0,107
8,0 0,053 0,099 0,274

El amoníaco puede presentar efectos benéficos o nocivos según la


concentración en la que se encuentre, tal como se indica en la TABLA 3:

15
TABLA 3 – Efecto del amonio libre sobre los procesos anaeróbicos
(Chernicharo, 1997 citando a McCarty)

Concentración (mg/L) Efecto

50 – 200 Benéfico
200 – 1000 No presenta efecto adverso
1500 – 3000 Inhibidor para pH > 7.4 – 7.6
Más de 3000 Tóxico

Toxicidad por sulfuro

El azufre se encuentra presente en numerosos residuos industriales y


domésticos que contienen sulfatos, sulfitos o bien en proteínas. Estos
compuestos pueden ser reducidos por bacterias anaeróbicas conocidas por el
nombre genérico de bacterias reductoras de azufre. El H2S generado presenta
las siguientes reacciones de hidrólisis:
H2S Ö H+ + HS- (15)

HS- Ö H+ + S2- (16)

Como en el caso del amoníaco, la disociación del sulfuro de hidrógeno y la


fracción de la especie no disociada (H2S) respecto del total está relacionada
con la temperatura y con el pH del medio y su comportamiento puede
resumirse como sigue:

• A pH menor que 7 predomina la forma no disociada H2S.


• A pH entre 7 y 14 predomina la especie HS-.
• La concentración de S2- es generalmente despreciable para el rango de pH
asociado al tratamiento anaeróbico.

La inhibición por sulfuro se encuentra relacionada básicamente con la


concentración de H2S (especie más tóxica) presente en el medio y, por lo tanto,
con el pH. Para un pH cercano a 7 el 50% del sulfuro total se encuentra como
H2S. A pH menor que 6.5, la toxicidad aumenta. Por otra parte, se observa que
la presencia de hierro reduce la toxicidad debido a la precipitación de sulfuro
ferroso.

El H2S puede estar formando parte de la fase gaseosa del reactor o bien
disuelto en la fase líquida del mismo. La cantidad de H2S gaseoso disuelto en
la fase líquida depende de la capacidad de producción de biogas del sistema
biológico. Cuanto mayor es la producción de metano (CH4), mayor es la
cantidad de H2S gaseoso transferida desde de la fase líquida a la fase

16
gaseosa. De esa forma, la concentración de H2S en el líquido, y por lo tanto su
toxicidad, tenderá a decrecer con el aumento de la concentración de DQO en el
efluente.

Dado que en un medio anaeróbico coexisten, entre otras bacterias,


metanogénicas y reductoras del azufre, la cantidad de sulfuro de hidrógeno
producido depende de algunos factores que tienden a favorecer la
predominancia relativa de alguno de estos grupos, por ejemplo:

• Resultado de la competencia entre las bacterias sulforreductoras y


metanogénicas.
• Relación DQO/SO42- del efluente, cuando la relación es baja tiene lugar una
elevada producción de sulfuros
• Composición del sustrato orgánico.
• pH y temperatura del medio.

Para la operación de reactores anaeróbicos es importante conocer la


máxima concentración permitida de H2S no disociado. De acuerdo con
bibliografía, los reactores con elevada capacidad de retención de biomasa,
como por ejemplo el UASB, pueden tolerar mayores niveles de sulfuro, en el
orden de los 170 mg H2S/L. Por la experiencia reunida hasta el momento,
se pueden tolerar sin inconvenientes concentraciones de sulfuro del orden
de 50 a 100 mg/l. Cuando existe la posibilidad de que la concentración de
sulfuros en el reactor exceda los valores máximos tolerados, deben
considerarse planes de contingencia que incluyan medidas especiales como
por ejemplo:

• Elevar el pH del reactor a fin de desplazar el equilibrio de reacción hacia la


formación de HS- en lugar de H2S, ya que para pH igual a 8 sólo el 10% del
sulfuro se encuentra en la forma no disociada.
• Diluir el efluente con el fin de reducir la concentración de sulfuros en el
reactor.
• Adicionar hierro para retirar sulfuros de la fase líquida por medio de la
precipitación de sulfuro de hierro.
• Aumentar la relación DQO/SO42- de forma tal de favorecer la liberación de
H2S de la fase líquida a la gaseosa.

Toxicidad por metales pesados


Algunos elementos clasificados como metales pesados, que generalmente
forman parte de compuestos inorgánicos, son altamente tóxicos. Este es el
caso del cromo, cadmio, níquel, zinc y cobre entre otros. Asimismo el arsénico
y el cianuro también constituyen tóxicos peligrosos para los procesos
biológicos. Las sales de cobre, zinc y níquel disueltas, aún en bajas
concentraciones, normalmente están asociadas a la mayoría de los problemas
de toxicidad del tratamiento anaeróbico debidos a metales pesados.

17
A pesar de que los sulfuros pueden provocar problemas de toxicidad en un
proceso anaeróbico, su formación también presenta un efecto benéfico: la
precipitación de metales pesados cuyo exceso podrían tener efectos de
toxicidad sobre el cultivo biológico. Por lo tanto, las máximas concentraciones
de metales pesados que pueden ser toleradas en el tratamiento anaeróbico
están estrechamente relacionadas con las concentraciones de sulfuros
disponibles que puedan combinarse con los metales pesados y formar el
precipitado del sulfuro correspondiente. Los sulfuros constituyen compuestos
muy insolubles y por lo tanto “transfieren” el metal pesado de la fase líquida a la
fase sólida, haciéndolos inaccesibles (no biodisponibles) para los
microorganismos. Justamente, uno de los procedimientos más eficaces para
controlar la toxicidad por metales pesados es la adición de cantidades
suficientes de sulfuro de modo de precipitar los metales. Es necesario
aproximadamente 1.0 mg/l de sulfuro (S2-) para hacer precipitar 1.8 a 2.0 mg/l
de metales pesados.

2.4 Nutrientes
Dentro de los requerimientos necesarios para un desarrollo adecuado del
proceso biológico se encuentra la disponibilidad de elementos nutrientes
indispensables para el crecimiento de la biomasa. Las aguas residuales
domésticas contienen generalmente nutrientes orgánicos e inorgánicos
suficientes en cantidad y variedad como para permitir el crecimiento microbiano
con la consecuente degradación de materia orgánica. Los efluentes
industriales, en cambio, con frecuencia no presentan una composición
balanceada de nutrientes, por lo que resulta necesario aportarlos desde el
exterior del proceso, generalmente en la forma de sales.

Los nutrientes generalmente se clasifican en macronutrientes, cuando la masa


que se requiere de ellos para el desarrollo del cultivo es relativamente
significativa (N, P, S, Ca, etc.) y micronutrientes cuando la proporción necesaria
en términos másicos es relativamente pequeña pero indispensable desde el
punto de vista funcional (Fe, Zn, Ni, Co, Mg, etc.)

Para describir los requerimientos nutricionales básicos de un cultivo biológico


utilizado para depurar aguas residuales se emplea a menudo la relación
Carbono/Nitrógeno (C/N). A fin de trabajar con un parámetro asimilable a
distintos tipos de aguas residuales, se utiliza la Demanda Química de Oxígeno
(DQO) como una medida común y equivalente de carbono. Por esta razón,
para expresar el balance de nutrientes generalmente se emplea la relación
DQO/N. El requerimiento de fósforo se considera implícito ya que la relación
N/P es de aproximadamente 7/1.

La evidencia experimental muestra que la proporción de nutrientes mínima


requerida por un proceso biológico varía con la masa de materia orgánica
(medida en DQO) que se está transformando por unidad de tiempo. Cuanto
mayor es la carga orgánica con que opera el proceso, mayor es su
requerimiento de nitrógeno y fósforo. La demanda puede variar entre 1000/7
(DQO/N) para bajas cargas a 400/7 para altas cargas de sustrato. De la misma

18
forma se requiere una relación N/P de aproximadamente 7/1 (Henze y otros,
1982).

Las necesidades mínimas de nutrientes pueden calcularse de acuerdo con la


siguiente expresión:

Rn = DQO ∗ Y ∗ Nbac ∗ SST/SSV


Donde:
Rn = Requerimiento de nutriente (g/L)
DQO = Concentración de DQO del agua residual a tratar (g/L)
Y = Coeficiente de producción de biomasa (g SSV/g DQO)
Nbac = Concentración de nutriente en la célula bacteriana (g /g SST)
SST/SSV = Relación sólidos suspendidos totales/sólidos suspendidos
volátiles. Para la célula bacteriana esta relación generalmente
vale 1,14.

La TABLA 4 muestra la composición química de las bacterias metanogénicas:

TABLA 4 – Composición química de las bacterias metanogénicas (Lettinga


y otros, 1996)

Macronutrientes Micronutrientes
Elemento g / kg SST Elemento g / kg SST
Nitrógeno 65 Hierro 1800
Fósforo 15 Níquel 100
Potasio 10 Cobalto 75
Azufre 10 Molibdeno 60
Calcio 4 Manganeso 20
Magnesio 3 Cobre 10
Zinc 60

3.Aplicabilidad del proceso anaeróbico

El campo de aplicación de los procesos anaeróbicos en la depuración de aguas


residuales se ha ido ampliando gradualmente en los últimos treinta años y
continúa creciendo en forma permanente. Desde el tratamiento de las aguas
residuales de la industria de la alimentación, ricos en hidratos de carbono y
azúcares se pasó al procesamiento de efluentes menos biodegradables como

19
por ejemplo los de la industria de celulosa y papel y ya existen ejemplos a
escala laboratorio y piloto de la degradación de residuos de la industria química
como compuestos orgánicos policlorados. De acuerdo con el desarrollo actual
de la Ingeniería del Tratamiento de las Aguas Residuales existen algunos
criterios básicos que deben tenerse en cuenta a la hora de analizar la
aplicabilidad de un proceso anaeróbico.

¿Cuáles son las características de un agua residual que contribuyen a la


aplicabilidad de un sistema de tratamiento anaeróbico?.
Como en cualquier proceso biológico, resulta viable su utilización cuando se
procesan efluentes líquidos que contienen sustancias biodegradables que
están libres de la presencia significativa de tóxicos. Sin embargo, hay ciertas
particularidades del agua residual que pueden privilegiar esta aplicación:

Concentración de materia orgánica


En general, la conveniencia económica de utilizar procesos anaeróbicos en la
depuración de un agua residual comienza a evidenciarse cuando su
concentración de materia orgánica supera los 2000 mg DQO /L, ya que por un
lado se incrementa el ahorro en energía de aeración debido a que ésta resulta
innecesaria. Por otro lado, crece la cantidad de biogas generable, el cual podría
contribuir a la calefacción del reactor si se aprovechara su poder calorífico. A
pesar de este criterio general, se han desarrollado sistemas anaeróbicos
dedicados al tratamiento de las aguas residuales domésticas que operan a
temperatura ambiente y con bajas concentraciones de materia orgánica
biodegradable.

Temperatura
Cuando la temperatura del efluente líquido a tratar se encuentra en el rango de
30 a 35°C, se dan condiciones óptimas para el proceso anaeróbico. Sin
embargo, cuando la temperatura es inferior, el proceso sigue siendo viable pero
a expensas de una mayor cantidad de biomasa, lo que implica un reactor más
voluminoso (Ver Ejemplo 1).

Alcalinidad
La presencia de una proporción significativa (30% aproximadamente) de
dióxido de carbono (CO2) en el biogas y la generación de ácidos orgánicos
como productos intermedios previos a la metanogénesis, hacen que el proceso
anaeróbico sea generador de acidez (ver Ejemplo 2), y por lo tanto, resulte
preferible económicamente el tratamiento de aguas residuales que presenten
una alcalinidad que, expresada en mg CaCO3/L, sea del orden del 25 al 50%
de la DQO a tratar. Es necesario tener en cuenta que la degradación biológica
de ciertos compuestos que contienen nitrógeno, como por ejemplo las
proteínas, también puede aportar alcalinidad en la forma de amoníaco luego de
su hidrólisis. Asimismo, existen estrategias operativas que permiten reducir
significativamente el requerimiento de alcalinidad por parte del proceso, como
por ejemplo la recirculación de efluente del reactor.

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Potencial de generación de metano
Es importante conocer el potencial de generación de metano de un agua
residual ya que nos puede dar una idea de la energía que es posible recuperar
a partir del tratamiento de este residuo. En principio, es conveniente realizar un
ensayo de biodegradabilidad en el laboratorio para poder conocer en forma
experimental el potencial de generación de metano. Sin embargo, si el agua
residual en cuestión es de biodegradabilidad conocida, entonces es posible
estimar este potencial como sigue:

Conversión de ácido acético en metano:


CH3 COOH Ù CH4 + CO2
(ácido acético) 60 g (metano) 16 g 44 g
Oxidación de ácido acético y equivalencia en DQO:
CH3 COOH + 2 O2 Ù 2 CO2 + 2 H2O
(ácido acético) 60 g (DQO) 64 g 88 g 36 g
Generación de biogas en condiciones normales de presión y temperatura:
16 g CH4 60 g CH3 COOH 1 mol CH4 22,4 L CH4 (CNPT)
60 g CH3COOH 64 g DQO 16 g CH4 1 mol CH4

0,35 L CH4 (CNPT) / g DQO transformado

Si bien la utilización de carbono por parte de los microorganismos anaeróbicos


es generalmente escasa comparada con los aeróbicos, lógicamente es
necesario tenerla en cuenta para hacer un cálculo más ajustado del metano
generable en el proceso. Sobre este punto, se recomienda ver el ejemplo
resuelto de la Guía de Estudio.

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REFERENCIAS

• McCarty, P.L., One Hundred Years of Anaerobic Treatment. In: Anaerobic


Digestion 1981. Hugghes et al. Eds. Elsevier Biomedical Press B.V., 1982.
• McCarty, P.L. y Smith, Anaerobic Wastewater Treatment, Environmental
Science and Technology Vol. 20, 1986.
• Reatores Anaeróbios, Principios do Tratamento Biológico de Aguas
Residuarias, Vol.5, de Carlos Augusto de Lemos Chernicharo, DESA,
UFMG.
• Torres Patricia, Barba Luz E., Riascos Jaime, Vidal Juan Carlos,
Tratamiento biológico del lixiviado producido en rellenos no controlados,
Ingeniería Sanitaria y Ambiental N°35, Diciembre 1997.
• Henze, M. Y P. Harremoes, Review Paper: Anaerobic Treatment of
Wastewater in Fixed Film Reactors, Anaerobic Treatment of Wastewater in
Fixed Film Reactors, IAWPR, 1982.
• Speece, R.E., Anaerobic Biotechnology for Industrial Wastewaters,
Vanderbilt University, 1996.
• Lettinga G., Hulshof Pol L.W. y Zeeman G., Biological Wastewater
Treatment. Part I: Anaerobic wastewater treatment. Lecture Notes.
Wageningen Agricultural University, 1996.
• Parkin, G.F. y W.F.Owen, Fundamentals of Anaerobic Digestion of
Wastewater Sludges, J. Environ. Engr. Div. ASCE, Vol. 112, 1986.

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