TEMA 2,3, 4 CONSTITUCION Manual-Ensen-Anza-De-La-Constitucio-N-Web
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ASIGNATURA
EDUCACIÓN CONSTITUCIONAL
ISBN: 978-9945-651-02-7
9 789945 651027
Asignatura
EDUCACIÓN CONSTITUCIONAL
Manual
ASIGNATURA
EDUCACIÓN CONSTITUCIONAL
Manual
ASIGNATURA EDUCACIÓN CONSTITUCIONAL
Manual
ISBN: 978-9945-651-01-0
ISBN: 978-9945-651-04-1 (digital)
2. El Estado dominicano...................................................................................................................24
2.1. Elementos constitutivos: población, territorio y poder soberano..................................................... 24
2.2. La soberanía del Estado dominicano........................................................................................................... 26
2.3. El respeto de la dignidad humana como fundamento del Estado................................................... 27
2.4. Un Estado unitario.............................................................................................................................................. 28
2.5. Un Estado Social y Democrático de Derecho............................................................................................ 28
2.6. La soberanía en el Estado y el mandato representativo....................................................................... 31
2.7. Un Estado de partidos....................................................................................................................................... 33
2.8. El régimen presidencial como sistema de gobierno.............................................................................. 35
Desde sus inicios, el Tribunal Constitucional ha desplegado importantes esfuerzos para que el
mandato contenido en el referido artículo 63.13 cobre vida en todas las aulas del sistema educativo
de nuestro país. Por ello, en los años 2012, 2016 y 2020 se suscribieron acuerdos de colaboración
interinstitucional con el Ministerio de Educación (MINERD), a partir de los cuales se han desarrollado
iniciativas novedosas en procura de una formación sólida en materia constitucional. Es lamentable
que, a pesar de los esfuerzos, nuestros estudiantes del sistema escolar aún no cuenten con una
asignatura sobre la Constitución, como sí ocurre con las materias tradicionales y con otras que se
han ido incorporando en el currículo educativo.
Sin embargo, debemos reconocer que el escenario ha sido distinto en el ámbito de la educación
superior. Ello a pesar de que la enseñanza de la Constitución en las universidades e instituciones
de educación superior (IES) se puso sobre la mesa con posterioridad. No fue hasta el año 2021
cuando el Tribunal Constitucional suscribió un acuerdo de colaboración interinstitucional con el
Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT). En el marco de este convenio nos
comprometimos a promover la creación de una asignatura sobre la enseñanza de la Constitución
para ser impartida en todas las carreras, tanto a nivel técnico superior como de grado.
1
Artículo 63 de la Constitución de la República Dominicana.
2
RAY GUEVARA, (Milton), «Presentación de los jueces del Pleno en la Provincia La Romana», 7 de julio de 2016, en Discursos del
presidente del Tribunal Constitucional, Vol. II, Tribunal Constitucional de la República Dominicana, Santo Domingo, 2018, p. 257.
Los días 12 de diciembre de 2022 y 15 de febrero de 2023 realizamos sendas reuniones con rectores
y máximas autoridades de las universidades del país para conocer más de cerca sus impresiones de
cara a la implementación de la asignatura.
Como un hecho histórico sin precedentes, la mañana del 27 de julio de 2023 el Consejo Nacional de
Educación Superior, Ciencia y Tecnología (CONESCyT) aprobó mediante la Resolución núm. 19-2023
la inclusión obligatoria de la asignatura sobre la enseñanza de la Constitución en todas las IES de
nuestro país.
Como bien se desprende del programa de asignatura propuesto, la materialización del artículo
63.13 de la Constitución exige la impartición de una materia específica que sistematice en un mismo
programa académico los contenidos mínimos que todo ciudadano y ciudadana debe conocer y
que, al mismo tiempo, favorezca la coherencia y coordinación entre las distintas instituciones que
conforman el Sistema Nacional de Educación Superior. Esto no impide la enseñanza transversal
de nuestra Carta Magna, la cual, por el contrario, debería mantenerse paralelamente. Máxime
teniendo en cuenta que la Constitución es un verdadero proyecto fundamental de nación, aquello
que nos une y que representa nuestra brújula o carta de ruta como país.
Este manual de educación constitucional es por y para ustedes. Es un insumo que procura contribuir
con la formación constitucional en el ámbito de la educación superior. Representa un legado del
esfuerzo conjunto del Tribunal Constitucional y del MESCyT. Además, se ha alimentado de los
aportes realizados por las IES y otros actores clave que han asumido el proyecto con entusiasmo y
aires de esperanza.
Haber sido testigo de la aprobación de la asignatura por parte del CONESCyT es una de las mayores
satisfacciones que he tenido en mis 12 años al frente del Tribunal Constitucional. Sin dudar, los
miembros del CONESCyT, liderados por el Ministro de Educación Superior, Dr. Franklin García
¡Enhorabuena!
Eso es precisamente lo que tomó en cuenta el Tribunal Constitucional cuando presentó el proyecto
de la Enseñanza de la Constitución al Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología
(CONESCyT), organismo que lo aprobó a unanimidad.
La Constitución dominicana se rige «por los valores supremos y los principios fundamentales
de la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la
convivencia fraterna, el bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz» (preámbulo).
Basada en esos principios, la Constitución establece los fundamentos legales y los derechos
esenciales que rigen la convivencia de los ciudadanos, por lo que su estudio y comprensión son
imprescindibles para la construcción de una sociedad de ciudadanos informados y comprometidos
con el bien común.
Nuestra Constitución es clara y precisa cuando manda en su artículo 63, acápite 13, la enseñanza de
la Constitución en las instituciones de educación pública y privada, con carácter de obligatoriedad,
afianzando la instrucción en la formación social y cívica de los derechos y garantías fundamentales,
de los valores patrios y de los principios de convivencia pacífica.
También felicito a todo el personal del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología
(MESCyT), en especial al Viceministerio de Educación Superior, y a la Dra. Rosalía Sosa Pérez,
Hago extensivo mi reconocimiento a los Rectores del Sistema de Educación Superior por la
receptividad al acoger la propuesta y al Señor Presidente de la República, Luis Abinader, quien,
con su visión histórica, apoyó este esfuerzo extraordinario que viene a fortalecer los cimientos
democráticos e institucionales de la República Dominicana.
En efecto, no es suficiente con que la Constitución proclame una serie de principios y valores
idóneos para una convivencia pacífica, cooperativa y democrática, ni con que recoja un buen
catálogo de derechos y deberes fundamentales y establezca un diseño institucional adecuado
para un funcionamiento político respetuoso de la libertad a la que aspiramos las personas en las
sociedades modernas. Todavía es necesaria, como decimos, una cultura de la Constitución porque
la razón de ser última del derecho es de tipo práctico, a saber, posibilitar y estimular la humanización
de la vida, lo cual requiere que los contenidos constitucionales pasen a formar parte de nuestras
ideas, valores y prácticas en las diversas dimensiones que entretejen nuestras existencias.
Señalamos, antes de nada, que hemos tratado de permanecer en la doble perspectiva axiológica
(valorativa) y divulgativa –no por ello carente de rigor– que corresponde a un manual de esta
naturaleza. Ello nos ha conducido a seleccionar cuidadosamente los contenidos constitucionales en
materia de características del Estado dominicano, diseño institucional, valores, principios, derechos
y garantías, deberes, símbolos patrios, etcétera. Y, al mismo tiempo, a evitar cuestiones jurídicas de
carácter técnico y debates doctrinales que, por más que sean relevantes, parecen innecesarios a los
efectos de un proyecto de educación constitucional.
Digamos, en segundo lugar, que el manual ha sido elaborado en el marco del Centro de Estudios
Constitucionales, que es una dependencia del Tribunal Constitucional. Sin embargo, no aspira a
Una tercera advertencia es relativa a nuestro uso del género gramatical. Hemos permanecido
atentos a la exigencia de un lenguaje inclusivo en cuanto al género, pero no hemos optado por
la estrategia del desdoblamiento o empleo de pares de femenino y masculino para no dificultar la
lectura. En todo caso, se aplica totalmente a este manual el señalamiento hecho por la Constitución
en su artículo 273 acerca de sí misma: «Los géneros gramaticales que se adoptan en la redacción
del texto de esta Constitución no significan, en modo alguno, restricción al principio de la igualdad
de derechos de la mujer y del hombre».
Por último, cabe advertir que, aunque la Constitución actualmente vigente es resultado de la
reforma de 2015, nos hemos referido a ella con la denominación de ‘Constitución de 2010’ por ser la
habitual y porque la reforma de ese año representó un salto cualitativo en la historia constitucional
dominicana, quedando plenamente asumido el Estado Social y Democrático de Derecho, mientras
que la de 2015 se limitó a abrir la posibilidad de una segunda elección presidencial consecutiva
(artículo 124).
Cordialmente
Los autores
1. EL ESTADO MODERNO
1.1. Definición
Según la definición más usual, el Estado es aquella organización social que ejerce poder sobre la
población de un territorio delimitado. En ella están presentes, como puede verse, los elementos
constitutivos del Estado, que son la población, el territorio y el poder.
Ahora bien, si tenemos en cuenta que en todas las sociedades humanas ha existido algún tipo
de ejercicio de poder por parte de una persona o grupo de personas sobre la población asentada
en un determinado territorio, tenemos que concluir que dicha definición nos impide captar la
peculiaridad del Estado, fenómeno típicamente moderno, por relación a las formas políticas que lo
precedieron históricamente.
Dicho de otro modo, necesitamos introducir en la definición una importante precisión: el poder
del que en ella se trata es un poder soberano, es decir, un poder político supremo. En las formas
políticas premodernas, la noción de soberanía tenía muy poca pertinencia o, la mayor parte de las
veces, era nula. En cambio, en la conformación de los Estados modernos resulta trascendental.
De ahí que resulte impropio utilizar el término ‘Estado’ para hacer referencia a realidades como
el Imperio Egipcio o el Cacicazgo de Higüey, entre otras muchas. El Estado propiamente dicho,
o sea, el que incluye y hace valer la noción de soberanía, es una entidad política surgida, más
o menos, a finales del siglo XV y comienzos del XVI en Italia, Francia, España e Inglaterra en el
contexto histórico de las luchas de las monarquías para el logro de dos grandes propósitos: por un
lado, su emancipación respecto de la autoridad imperial y de la papal; por el otro, su constitución
como instancia de poder político centralizado frente a la división medieval de dicho poder entre
múltiples señores feudales (marqueses, condes, duques, etcétera).
1
TC/0037/12 de 7 de septiembre de 2012, 2.4.15.
1.3. La soberanía
Ya hemos sugerido que soberanía significa supremacía o, lo que es igual, máxima superioridad
jerárquica. Ahora tenemos que distinguir con Georg Jellinek entre la ‘soberanía del Estado’ y la
‘soberanía en el Estado’: «Aparecen... dos distintas soberanías: una que corresponde al Estado, y
otra a la persona que representa el órgano supremo del mismo (...) La cuestión acerca del poder
supremo en el Estado no tiene nada que ver con la del poder supremo del mismo. Órgano soberano
en el Estado y Estado soberano son, pues, dos cosas enteramente distintas»3.
De la soberanía en el Estado nos ocuparemos un poco más adelante, cuando estudiemos el
principio democrático. La que ahora nos interesa es la soberanía del Estado.
Suele atribuirse a Jean Bodin, jurista y filósofo francés del siglo XVI, la conceptualización clásica
de la soberanía estatal. Según él, son entes políticos soberanos aquellos que «pueden dar ley a los
2
TC/0315/15 de 25 de septiembre de 2015, 11.14.
3
JELLINEK (Georg), Teoría general del Estado, Fondo de Cultura Económica, México D. F., México, 2000, pp. 418-419.
4
BODIN (Jean), Los seis libros de la República, 3ª edición, Editorial Tecnos, Madrid, España, 1997, p, 52.
5
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, citada en TC/0315/15 de 25 de septiembre de 2015, 11.3-4.
6
WEBER (Max), Economía y sociedad, Fondo de Cultura Económica, México D. F., México, 1964, p. 1056.
2. EL ESTADO DOMINICANO
2.1. Elementos constitutivos: población, territorio y poder soberano
Los elementos que constituyen el Estado dominicano son, al igual que los de cualquier otro Estado, su
población, su territorio y su poder soberano, que ahora nos proponemos abordar de forma sucesiva.
7
JORGE GARCÍA (Juan), Derecho constitucional dominicano, 3ª edición, Tribunal Constitucional, Santo Domingo, República
Dominicana, 2016, p. 78.
8
El Tribunal Constitucional ha abordado la cuestión de la nacionalidad en la sentencia TC/0168/13 de 23 de septiembre de 2013.
Ese mismo artículo constitucional declara que el territorio nacional dominicano es inalienable, lo
cual significa que en modo alguno puede ser vendido o cedido. Los números 10 y 11, por su parte,
están dedicados al régimen y a los tratados transfronterizos.
C) Poder soberano. El poder que es condición necesaria para la existencia del Estado dominicano,
como de todo Estado, se caracteriza por su soberanía. Ahora bien, para mantener el paralelismo con
la presentación anteriormente realizada de los elementos constitutivos de los Estados en general,
vamos a tratar sobre dicha soberanía en el apartado que sigue.
9
JORGE PRATS (Eduardo), Derecho constitucional, volumen I, 3ª edición, Editorial Ius Novum, Santo Domingo, República
Dominicana, 2010, p. 607.
10
TC/0152/13 de 12 de septiembre del 2013.
11
RAY GUEVARA (Milton), «Prólogo», en FRANCO (Francisco), Constitución de la República Dominicana interpretada por el Tribunal
Constitucional dominicano, Tribunal Constitucional, Santo Domingo, República Dominicana, 2020, p. 8.
12
ROUSSEAU (Jean-Jacques), El contrato social, 12ª edición, Ediciones Austral, Madrid, España, 2007, p. 35.
13
TC/0093/12 de 21 de diciembre de 2012, 9.3.2. Pueden verse también las Sentencias TC/0203/13 de 20 de noviembre de 2013,
10.g. y TC/0111/19 de 27 de mayo de 2019, 11.21.
14
SEN (Amartya), Desarrollo y libertad, Editorial Planeta, Barcelona, España, 2000, p. 87.
15
WEBER (Max), Ensayos sobre metodología sociológica. Amorrortu Editores, Buenos Aires, Argentina, pp. 79-93.
16
TC/0093/19 de 18 de septiembre de 2019, 11.9.
17
BEARD MARCOS (Alba Luisa), Voto salvado, en TC/0362/19 de 18 de septiembre de 2019, 29.
Ciudadanía Ciudadanía
En un régimen parlamentario, como el que existe, por ejemplo, en Alemania, España o Italia, los
ciudadanos eligen directamente solo a quienes van a ejercer el Poder Legislativo, los cuales, a su vez,
son los responsables de conformar el Poder Ejecutivo. Se trata de un esquema de interdependencia
de los poderes porque el Legislativo puede derrocar al Ejecutivo (sea por moción de censura
promovida por el primero o por cuestión de confianza presentada por el segundo) y el Ejecutivo,
por su parte, puede disolver el Legislativo, en cuyo caso debe convocar elecciones. Se añade que
el régimen parlamentario no hace coincidir en la misma persona la jefatura del Poder Ejecutivo y
la del Estado.
En cambio, en un régimen presidencial, como el que existe en Estados Unidos, México y Argentina,
entre otros países, los ciudadanos eligen directamente a los responsables del ejercicio tanto del
Poder Legislativo como del Poder Ejecutivo. Aquí estamos ante un esquema de independencia de
ambos poderes. Eso significa que, como consecuencia de esa legitimidad democrática directa de
la que ambos gozan, ni el Legislativo puede derrocar al Ejecutivo ni el Ejecutivo puede disolver el
Legislativo. Además, en este tipo de régimen el jefe del Poder Ejecutivo es también el jefe del Estado.
Pues bien, el régimen fijado por la Constitución dominicana es, como decimos, de tipo presidencial.
Tanto el presidente de la República como los legisladores son elegidos directamente por voto
popular (artículos 77 y 124), lo cual refleja un esquema de independencia de ambos poderes. Y,
además, el presidente de la República es, al mismo tiempo, jefe del Estado y jefe del gobierno o
Poder Ejecutivo (artículo 122).
Para poder cumplir los fines que hemos presentado en la unidad I los Estados necesitan apoyarse
sobre un sistema robusto de normas jurídicas que ordenen tanto el accionar de las instituciones
públicas como las relaciones de los particulares entre sí y con el Estado. Por eso, en esta unidad
vamos a analizar el concepto y el fundamento de las normas jurídicas en el ordenamiento jurídico
dominicano, su sistema de fuentes, su norma superior y la principal institución encargada de
garantizarla.
18
CICERÓN (Marco Tulio), Cartas a los familiares II, Editorial Gredos, Madrid, España, 2008, p. 111.
19
SOSA PÉREZ (Rosalía) y GARCÍA FERMÍN (Franklin), Introducción al estudio del Derecho, Editora Universitaria (UASD), Santo
Domingo, República Dominicana, 2016, pp. 128-135.
2.1. La Constitución
La Constitución, que es esa norma jurídica suprema, contiene la consagración de los derechos
fundamentales de las personas y la organización del poder del Estado que ha surgido de un pacto
político fundacional. Además, establece los mecanismos válidos para la creación de otras normas
jurídicas, expresa la realidad política de un país, es un símbolo de cohesión para sus habitantes y
una expresión del desarrollo cultural alcanzado por ellos21. Se trata de un producto de la historia,
de circunstancias y de realidades que varían de país en país y de época en época.
20
KELSEN (Hans), Teoría pura del Derecho, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México, México D. F., México, 1982, p. 232.
21
MANILI (Pablo), Manual de derecho constitucional, Editorial Astrea, Buenos Aires, Argentina, 2019, p. 5.
22
Se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional.
Puede también llamarse Acuerdo, Carta (cuando crea una organización internacional), Protocolo (es tratado accesorio),
Convención, Pacto, Concordato, Armisticio y Estatuto. Un tratado es un negocio jurídico, una manifestación de voluntad en la
que las partes se comprometen a unas obligaciones de las que derivan derechos.
Requisito de
Tipos de leyes Materias que regula
aprobación
Como puede observarse en la tabla, la aprobación de las leyes orgánicas, dada la importancia de
las materias sobre las que versan, requiere de un consenso de los legisladores superior al necesario
para las demás leyes.
Se denomina proyecto de ley a una propuesta con vocación legislativa susceptible de ser aprobada
por los órganos constitucionales competentes para tales fines. El procedimiento para la formación
de las leyes es el siguiente:
El proyecto de ley se somete a dos discusiones distintas en una de las cámaras con intervalo de un día o, si es declarado de urgencia, en dos
sesiones consecutivas. Si el proyecto de ley es aprobado en una de las cámaras, pasa a la otra para su discusión bajo las mismas formalidades.
La segunda cámara aprueba el proyecto. La segunda cámara modifica el proyecto y lo devuelve a la cámara inicial
para una única discusión.
Envía la ley al Poder Ejecutivo. La cámara inicial acepta La cámara inicial rechaza la modificación
la modificación. y lo devuelve a la otra cámara.
Costumbre y otras
23
LASALLE (Ferdinand), ¿Qué es una Constitución?, Editorial Ariel, Barcelona, España, 2004, p. 101.
24
Para lo que sigue sobre los procedimientos para acceder al Tribunal Constitucional puede verse, sobre todo, la Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales (núm. 137-11), disponible en línea: https://www.
tribunalconstitucional.gob.do/transparencia/base-legal-de-la-instituci%C3%B3n/leyes/ley-no-137-11-org%C3%A1nica-del-
tribunal-constitucional-y-de-los-procedimientos-constitucionales/ [consulta el 19 de junio de 2023].
25
En una de sus sentencias el Tribunal Constitucional ha considerado que los particulares poseen interés legítimo y jurídicamente
protegible cuando identifica que la persona que interpone su acción goza de sus derechos de ciudadanía. En cambio, cuando se
trata de instituciones, estas deben demostrar que se encuentran constituidas y registradas de conformidad con la ley, contando
así con personería jurídica y capacidad procesal para actuar en justicia, así como probar la relación entre su objeto o uno de sus
derechos y la aplicación de la norma atacada (TC/0345/19 de 16 de septiembre de 2019, 8.o).
Para estar en condiciones de cumplir sus fines el Estado necesita contar no solo con un sistema
robusto de normas jurídicas, sino también con una estructura de instituciones que respondan a
un sistema coherente de frenos y contrapesos. En esta unidad vamos a analizar el significado y
fundamento del principio de separación de poderes y las principales instituciones del sistema de
frenos y contrapesos de la República Dominicana.
26
MONTESQUIEU, El Espíritu de las leyes, tomo I, Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, España, 1906, pp. 227 y ss.
27
MADISON (James), «Sobre los medios de dar eficacia en la práctica al principio de la separación de poderes», en HAMILTON
(Alexander), MADISON (James) y JAY (John), El federalista, Ediciones Akal, Madrid, España, 2015, p. 384.
28
MONTESQUIEU, El Espíritu de las leyes, obra citada, tomo I, p. 237.
- Promulgar y publicar las leyes y resoluciones del Congreso Nacional y cuidar de su fiel ejecución.
- Expedir decretos, reglamentos e instrucciones cuando sea necesario.
- Nombrar o destituir los integrantes de las jurisdicciones militar y policial.
- Celebrar y firmar tratados o convenciones internacionales.
- Disponer cuanto concierna a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, mandarlas por sí mismo o a través del ministerio
correspondiente, conservando siempre su mando supremo.
- Tomar las medidas necesarias para proveer y garantizar la legítima defensa de la Nación en caso de ataque armado actual o
inminente por parte de una nación extranjera o poderes externos.
- Declarar, si no se encuentra reunido el Congreso Nacional, los estados de excepción.
- Adoptar las medidas provisionales de policía y seguridad necesarias.
- Disponer todo lo relativo a las zonas aéreas, marítimas, fluviales, terrestres, militares y policiales en materia de seguridad nacional.
- Conceder indultos los días 27 de febrero, 16 de agosto y 23 de diciembre de cada año.
- Hacer arrestar o expulsar a los extranjeros cuyas actividades sean o puedan ser perjudiciales al orden público o la seguridad
nacional.
- Prohibir, cuando resulte conveniente al interés público, la entrada de extranjeros al territorio nacional.
- Designar los titulares de los órganos y organismos autónomos y descentralizados del Estado, así como aceptarles su renuncia y
removerlos.
- Celebrar contratos, sometiéndolos a la aprobación del Congreso Nacional cuando contengan disposiciones relativas a la afectación
de las rentas nacionales, a la enajenación de bienes del Estado, al levantamiento de empréstitos o cuando estipulen exenciones
de impuestos en general.
- Depositar ante el Congreso Nacional las memorias de los ministerios y rendir cuenta de su administración presupuestaria,
financiera y de gestión ocurrida en el año anterior.
- Someter al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado para el año siguiente.
- Dirigir las negociaciones diplomáticas y recibir a los Jefes de Estado extranjeros y a sus representantes.
- Autorizar o no a los ayuntamientos a enajenar (vender, donar, ceder) inmuebles y aprobar o no los contratos que hagan, cuando
constituyan en garantía inmuebles o rentas municipales.
Como puede observarse, también en las atribuciones del presidente de la República Dominicana
identificamos herramientas del sistema de frenos y contrapesos características del principio de
separación de poderes.
En ese mismo orden, el Poder Ejecutivo se relaciona con el Legislativo en el proceso de formación
de las leyes, puesto que el presidente, además de tener iniciativa legislativa y la facultad de poder
observar la ley, desempeña la función de promulgarla y publicarla.
Al mismo tiempo, con el Poder Judicial, se relaciona, por ejemplo, a través de la atribución
presidencial de conceder indultos. El indulto no es más que una gracia otorgada por el presidente
de la República para perdonar y liberar a una persona que está cumpliendo una pena privativa de
libertad que ha sido impuesta en virtud de una sentencia dada por el Poder Judicial.
Con los gobiernos locales o municipales se relaciona cuando corresponde a la Presidencia autorizar
la enajenación (venta o donación) de inmuebles municipales.
Por otra parte, para el despacho de los asuntos de gobierno el presidente cuenta con la colaboración
inmediata del vicepresidente y de los ministros.
El vicepresidente de la República es elegido conjuntamente con el presidente, en la misma
forma, por igual período y con la exigencia de los mismos requisitos. De acuerdo con el artículo
19 de la Ley Orgánica de la Administración Pública (núm. 247-12), tiene como funciones, entre
otras, 1) colaborar con el presidente en la dirección de la acción gubernamental, 2) presidir
determinadas reuniones del Consejo de Ministros en representación del presidente y de los
órganos colegiados, 3) coordinar la ejecución de las políticas, planes, programas y actividades
que le atribuya el presidente, 4) suplir las faltas temporales y definitivas del mismo y 5) ejercer las
atribuciones legales que este le delegue.
Los ministerios son los órganos esenciales del Poder Ejecutivo para la planificación, dirección,
coordinación y ejecución de la función administrativa del Estado. El artículo 24 de la Ley
Orgánica de la Administración Pública (núm. 247-12) les encarga, en especial, la formulación,
29
HAMILTON (Alexander), «El poder judicial y su permanencia con la condición de buena conducta», en HAMILTON (A.), MADISON
(J.) y JAY (J.), El federalista, obra citada, pp. 549 y 551.
30
TC/0001/15 de 28 de enero de 2015, 9.1.2.
31
En el capítulo relativo a las garantías nos referiremos a otras instituciones de rango constitucional y a sus principales objetivos.
32
TC/0350/19 de 16 de septiembre de 2019, 11.w.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
El logro del interés general y la satisfacción de las necesidades de las personas de un Estado requieren
el funcionamiento organizado de un entramado de instituciones que, en su conjunto, conforman lo
que se denomina Administración Pública. En la República Dominicana está organizada, a grandes
rasgos, en dos niveles: Administración central y Administración local.
En esta unidad nos proponemos explicar cómo se organiza la Administración Pública para la
prestación de los servicios públicos y el régimen general aplicable al personal que se encuentra a
su servicio, incluyendo la proscripción de la corrupción.
1. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1.1. Concepto
Por Administración Pública se entiende el «conjunto de órganos y entidades que, encuadrados en
el gobierno estatal... o local, sirven con objetividad los intereses generales ejecutando las leyes y
prestando los servicios públicos correspondientes»33. Su objetivo principal es satisfacer el interés
general y las necesidades de sus usuarios y/o beneficiarios. Y eso con pleno sometimiento al
ordenamiento jurídico del Estado y en condiciones de eficacia, jerarquía, objetividad, igualdad,
transparencia, economía, publicidad y coordinación, como establecen el artículo 138 de la
Constitución dominicana y el 5 de la Ley Orgánica de la Administración Pública (núm. 247-12).
La Administración Pública, como señala la definición que acabamos de ofrecer, está conformada
por instituciones que tienen el carácter de entes o de órganos públicos. Pues bien, en su artículo
6 esa misma Ley núm. 247-12 identifica como entes públicos «el Estado, el Distrito Nacional, los
municipios, los distritos municipales y los organismos autónomos y descentralizados provistos
de personalidad jurídica de derecho público, titulares de competencias y prerrogativas públicas».
Y su artículo 50 define los organismos autónomos y descentralizados del Estado como aquellos
33
Diccionario panhispánico del español jurídico, disponible en línea: https://dpej.rae.es/lema/administraci%C3%B3n-
p%C3%BAblica [consulta el 12 de julio de 2023].
34
ESTEVE PARDO (José), Lecciones de Derecho administrativo, 9ª edición, Editorial Marcial Pons, Madrid, España, 2019, p. 431.
35
TC/0349/16 de 28 de julio de 2016, 10.n.
36
En este sentido puede verse, además del artículo 147 de la Constitución, la posición del Tribunal Constitucional expresada en
TC/0349/16 de 28 de julio de 2016, 10.o.
37
TC/0322/14 de 22 de diciembre de 2014, 11.9. Este criterio ha sido reiterado en numerosas sentencias del Tribunal. Así, entre
otras, TC/0395/18 de 11 de octubre de 2018, TC/0293/20 de 21 de diciembre de 2020, TC/0373/20 de 29 de diciembre de 2020,
TC/0377/20 de 29 de diciembre de 2020, TC/0105/22 de 8 de abril de 2022 y TC/0240/22 de 4 de agosto de 2022.
Debemos añadir que el artículo 4 de la mencionada Ley núm. 107-13 concretiza el alcance del
derecho a la buena administración mediante un catálogo de 32 derechos subjetivos de orden
administrativo. Con ellos se busca fundamentalmente que, en su relación con la Administración,
el ciudadano vea garantizado su derecho a 1) la tutela administrativa efectiva y el debido proceso,
2) la participación pública en aquellos procesos que son de su interés, 3) exigir la responsabilidad
patrimonial del Estado y de los funcionarios a su servicio en caso de que el mal funcionamiento
de la Administración pueda causarle un daño y 4) ser tratado en condiciones de igualdad, salvo si
se trata de personas en situación de discapacidad, niños, niñas, adolescentes, mujeres gestantes o
adultos mayores, quienes deben recibir una atención especial y preferente.
Forman parte del derecho a la tutela judicial efectiva y el debido proceso precisado por esta ley,
entre otras cosas, 1) que las personas sean tratadas con cortesía y respeto, 2) que sus solicitudes
sean objeto de resoluciones y actuaciones conformes a derecho, debidamente motivadas y dictadas
en un plazo razonable, 3) que sean oídas y puedan defenderse y 4) que tengan la posibilidad de
presentar quejas, reclamaciones y recursos ante la Administración.
Sobre el contenido del derecho a la buena administración el Tribunal Constitucional ha enfatizado
que «las instituciones públicas están en la obligación de ofrecer una pronta respuesta a los
ciudadanos que acuden a solicitar un servicio. Esta respuesta puede ser positiva o negativa, y, en
el caso de resultar de esta última naturaleza, debe justificarse o motivarse y, en la eventualidad de
no hacerlo, no se estarían observando los principios de transparencia y eficacia consagrados en el
referido artículo 138 de la Constitución de la República»38.
38
TC/0237/13 de 29 de noviembre de 2013, 9.m.
39
PAREJO ALFONSO (Luciano José), «Administración y función pública», Documentación administrativa, núm. 243, 1995, p. 79,
disponible en línea: https://revistasonline.inap.es/index.php/DA/article/view/5406/5460 [consulta el 5 de julio de 2023].
Esa misma ley aclara en el párrafo I de su artículo 6 que el régimen general de la función pública
coexiste con otros regímenes de carreras administrativas especiales, como la docente, la diplomática
y consular, la sanitaria y la del Ministerio Público, establecidos por otras leyes. Ahora bien, a pesar
de la existencia de esos regímenes especiales, los principios y disposiciones fundamentales de la
Ley de función pública son aplicables a todos los regímenes de carrera e, igualmente, su contenido
se aplica de forma supletoria en todo cuanto no esté previsto en las leyes correspondientes (párrafo
artículo 1).
Con la aprobación de la Ley de función pública se creó en 2008 la Secretaría de Estado de
Administración Pública, hoy Ministerio de Administración Pública. Es el órgano rector del empleo
público y de los distintos sistemas y regímenes previstos por dicha ley, del fortalecimiento
institucional de la Administración Pública, del desarrollo del gobierno electrónico y de los procesos
de evaluación de la gestión institucional.
Las atribuciones que le confiere de forma expresa la ley son, entre otras, las siguientes: 1) propiciar
y garantizar el más alto nivel de efectividad, calidad y eficiencia de la función pública del Estado, 2)
garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los servidores públicos, 3) diseñar, ejecutar
y evaluar las políticas, planes y estrategias nacionales en materia de empleo público, 4) velar por
el cumplimiento de la Ley de función pública y 5) coordinar, supervisar y evaluar la implantación
de los distintos sistemas de carrera administrativa que prevé esta ley y los sistemas de gestión
institucional.
El artículo 37 de esa misma ley determina que, además de esos requisitos generales exigibles para el
ingreso en el servicio público, el candidato que pretenda incorporarse a las carreras administrativas
general y especiales, tiene que 1) acreditar el cumplimiento de los requisitos mínimos señalados
para el cargo o clases de cargos, 2) tener edad inferior a los 55 años y no ser acreedor del beneficio
de jubilación o pensión, 3) demostrar mediante concurso de libre competición que posee la
idoneidad que demanda el cargo o clase de cargos, 4) superar el ciclo de inducción obligatorio y 5)
superar también el período de prueba de 12 meses.
En lo que respecta a las condiciones de trabajo, la Ley de función pública prevé que la jornada
semanal de trabajo no puede ser inferior a las 30 horas ni superior a las 40 horas semanales. Están
exceptuados aquellos casos en que, debido a situaciones especiales e intereses de la Administración,
los titulares de los órganos y entidades demanden una jornada superior (artículo 51).
Por otro lado, el artículo 58 de esa mima ley indica que los servidores públicos tienen, entre otros,
derecho a: 1) disfrutar de vacaciones anuales remuneradas, 2) recibir formación y capacitación
adecuadas para el mejor desempeño de sus funciones, 3) obtener licencias en los casos legalmente
previstos, como matrimonio, maternidad o enfermedad, 4) recibir jubilación y pensión, 5) tener
garantizadas condiciones y medio ambiente de trabajo sanos y 6) constituir y organizar asociaciones
de servidores públicos, así como federaciones y confederaciones de las mismas, con vistas a la
protección de sus derechos e intereses.
40
TC/0169/16 de 12 de mayo de 2016, 10.8.
41
TC/0362/19 de 18 de septiembre de 2019, 11.14.
42
COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Corrupción y derechos humanos: estándares interamericanos, 2019, p. 43,
disponible en línea: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/CorrupcionDDHHES.pdf [consulta el 1 de agosto de 2023].
43
TRANSPARENCY INTERNATIONAL, Barómetro global de la corrupción en América Latina y el Caribe 2019. Opiniones y experiencias
de los ciudadanos en materia de corrupción, 2019, disponible en línea: https://www.transparency.org/files/content/pages/2019_
GCB_LAC_Full_Report_ES.pdf [consulta el 25 de julio de 2023].
44
Apropiación por cualquier funcionario o empleado de cualquier dinero, propiedad, suministro o valor a un uso o fin distinto de
aquel para el cual le fue entregado o puesto bajo su custodia.
45
Extracción arbitraria hecha por un funcionario público en provecho propio.
46
Incurre en soborno el servidor que, por dádiva o promesa, presta su ministerio para efectuar un acto que, aunque justo, no esté
sujeto a salario.
El título II de la Constitución está dedicado en su totalidad a los derechos, con sus correspondientes
garantías, y a los deberes fundamentales. En esta unidad nos ocuparemos solo de los derechos y de
los deberes. Las garantías serán estudiadas en la unidad IX, es decir, las trataremos separadamente
a causa de su amplitud y de su importancia para la efectividad de tales derechos.
47
ARENDT (Hannah), Los orígenes del totalitarismo, Alianza Editorial, Madrid, España, 2006, p. 420.
48
HÄBERLE (Peter), Teoría de la Constitución como ciencia de la cultura. Editorial Tecnos, Madrid, España, 2000, p. 3.
No está de más recordar que, aunque sin llegar a pronunciar la palabra ‘dignidad’, el sentido de
la misma quedó nítidamente estampado en el sermón del cuarto domingo de adviento de 1511
predicado por Antonio de Montesinos en la ciudad de Santo Domingo. En él el fraile dominico
censuró severamente a los colonizadores en estos términos: «Decid, ¿con qué derecho y con qué
justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? (...) ¿Estos, no son hombres? ¿No
tienen almas racionales?»51. La racionalidad de los indios, distintivo de su humanidad, les valía el
derecho a tener derechos: he ahí el argumento de Montesinos.
Suele reconocerse a Immanuel Kant, ya en el siglo XVIII, el mérito de haber logrado la mejor expresión
de la concepción moderna de la dignidad. No olvidemos, sin embargo, que su pensamiento en este
punto fue una sedimentación de la tradición cultural que hemos esbozado a través de algunos de
sus mejores representantes. Vale la pena citar a ese filósofo con una cierta extensión porque «la
comprensión de la dignidad humana en el contexto constitucional sigue teniendo como elemento
central la aportación kantiana a la imagen del hombre»52.
49
AQUINO (Santo Tomás de), Suma de teología, 4ª edición, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, España, 2001. Las citas se
encuentran, respectivamente, en los siguientes lugares: I, c. 29, a. 3, ad 2; II-II, c. 63, a.1, obj. 1; I, c. 99, a. 3, sed.
50
PICO DELLA MIRANDOLA (Giovanni), Discurso sobre la dignidad del hombre, Ediciones Winograd, Buenos Aires, Argentina, 2008,
p. 207.
51
Según la reproducción de LAS CASAS (Bartolomé de), «Historia de las Indias», en Obras completas, tomo II, 2a edición, Fondo de
Cultura Económica, México D. F., México, 1965, p. 441.
52
GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ (Ignacio), Dignidad de la persona y derechos fundamentales, Editorial Marcial Pons, Madrid, España, 2005,
p. 196.
Para tratar de poner orden en las anteriores consideraciones, se hace necesario distinguir entre el
fundamento de la dignidad humana y su significado:
– La dignidad de todos y cada uno de los seres humanos se fundamenta en que son personas,
es decir, individuos que, puesto que están dotados de racionalidad, son capaces de actuar a
partir de sus propias decisiones (autonomía o libertad), dando así una u otra orientación a sus
respectivas existencias.
– Que todo ser humano es digno significa que posee un valor inherente y absoluto –sagrado,
dice el artículo 38 de la Constitución– por el mero hecho de ser persona, o sea, totalmente
al margen de cualquier particularidad económica, profesional, sexual, étnica, ideológica,
nacional, etaria, religiosa, etcétera que pueda diferenciarle de otras personas.
Dicho valor inherente y absoluto implica que ningún ser humano tiene algo equivalente que pueda
sustituirle y que nunca debe ser utilizado como un mero medio para el logro de cualesquiera fines.
Se habla a menudo del ‘derecho a la dignidad’. Así lo hace la Constitución en el párrafo de su artículo
49, pero eso debe ser bien entendido. En modo alguno se trata de que una persona tenga derecho
a adquirir dignidad, la que alguien tenga a bien otorgarle o la que ella vaya a conseguir. Ya la tiene:
es un individuo racional, con capacidad de actuar libremente, y, por ello, es absolutamente valioso
desde su mismo origen. De hecho, es la propia Constitución la que proclama que la dignidad del
ser humano es «innata» (artículo 38), en consonancia con el reconocimiento de que «todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos» contenido en el artículo 1 de la
53
KANT (Immanuel), Fundamentación para una metafísica de las costumbres, 2ª edición, Alianza Editorial, Madrid, España, 2012, pp.
137, 138, 148 y 150 respectivamente.
54
TC/0296/18 de 31 de agosto de 2018, 9.j.
55
FERRAJOLI (Luigi). «Los fundamentos de los derechos fundamentales», en DE CABO (Antonio) y PISARELLO (Gerardo), Los
fundamentos de los derechos fundamentales, Editorial Trotta, Madrid, España, 2001, p. 316.
56
Citado por MARINA (José Antonio) y DE LA VÁLGOMA (María), La lucha por la dignidad. Teoría de la felicidad política, Editorial
Anagrama, Barcelona, España, 2000, pp. 60-61.
57
Citado por GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ (I.), Dignidad de la persona y derechos fundamentales, obra citada, p. 87.
58
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia C-221/94, 6.2.4, disponible en línea: https://www.corteconstitucional.gov.
co/relatoria/1994/C-221-94.htm [consulta el 2 de junio de 2023].
59
Citado por GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ (I.), Dignidad de la persona y derechos fundamentales, obra citada, p. 87.
60
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia C-221/94, 6.2.4, disponible en línea: https://www.corteconstitucional.gov.
co/relatoria/1994/C-221-94.htm [consulta el 2 de junio de 2023].
Esta distinción de generaciones de derechos no pretende que exista algún tipo de jerarquía
entre ellos, pretensión que, por lo demás, tampoco tendría fundamento en la Constitución
dominicana, según la cual todos tienen el mismo peso. Dicha distinción solamente evidencia
que tienen un carácter evolutivo, lo que significa que nos encontramos ante una historia abierta.
Todo indica que los derechos fundamentales conocerán otros desarrollos en función de las
futuras condiciones históricas y de las nuevas amenazas que en ellas se ciernan sobre la dignidad
de las personas.
Es cierto que el sistema de derechos fundamentales del que hoy disponemos en la República
Dominicana representa una excelente concreción de las exigencias del respeto de la dignidad
humana en el actual contexto histórico. Pero también lo es que la historia es cambio y que, para
poder cumplir con su objetivo de proteger la dignidad de los seres humanos, dicho sistema deberá
completarse, ampliarse, profundizarse... en definitiva, cambiar.
61
TC/0031/13 de 15 de marzo de 2013, 7.2.
62
TC/0426/18 de 12 de noviembre de 2018, 10.11.
63
TC/0109/13 de 4 de julio de 2013, 10.1.h. Puede verse también TC/0167/13 de 17 de septiembre de 2013, 10.27.
64
TC/0042/12 de 21 de septiembre de 2012, 11.z.ee. Otro tanto en TC/0011/12 de 3 de mayo de 2012, 11.G.
65
TC/0167/13 de 17 de septiembre de 2013, 10.27. En ese mismo sentido TC/0011/12 de 3 de mayo de 2012, 11.H.
66
ALEGRE MARTÍNEZ (Miguel Ángel), «Los deberes en la Constitución española: esencialidad y problemática», Teoría y realidad
constitucional, núm. 23, 2009, p. 288, disponible en línea: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3003948.pdf [consulta el
22 de septiembre de 2023].
67
JORGE PRATS (E.), Derecho constitucional, obra citada, volumen II, p. 139.
68
RAY GUEVARA (Milton), «Presentación de la 2ª edición», en VILLAVERDE GÓMEZ (Carlos) y TENA DE SOSA (Carlos), editores,
Constitución comentada, 3ª edición, Fundación Institucionalidad y Justicia, Santo Domingo, República Dominicana, 2012, p. 28.
En esta unidad estudiaremos los derechos civiles y políticos que recoge la Constitución dominicana.
Los derechos civiles y políticos son categorías de derechos distintas, pero incluimos ambas en
esta unidad porque, en general, protegen libertades individuales. Además, presentaremos los
mecanismos que permiten a los ciudadanos su intervención en la vida pública.
69
LOCKE (John), Segundo tratado sobre el gobierno civil, 2ª edición, Editorial Tecnos, Madrid, España, 1997, p. 86.
70
Diccionario panhispánico del español jurídico, disponible en línea: https://dpej.rae.es/lema/derechos-civiles-y-pol%C3%ADticos
[consulta el 23 de junio de 2023].
71
El matrimonio infantil está prohibido en la República Dominicana desde el año 2021, con la promulgación de la Ley que modifica
y deroga varias disposiciones del Código Civil y de la Ley No. 659 del 1944, sobre actos del Estado Civil (núm. 1-21).
72
TC/0050/13 de 9 de abril de 2013, 9.1.2.
73
SANTANA NINA (Patricia M.) y MOLINA PEÑA (Ivanna), Interacciones entre el referendo y el Tribunal Constitucional. La sujeción de
las leyes al control de constitucionalidad y de convencionalidad, Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung, Santo Domingo, República
Dominicana, 2021, disponible en línea: https://library.fes.de/pdf-files/bueros/fescaribe/18150.pdf [consulta el 2 de junio de
2023].
74
RODRÍGUEZ (Namphi), «Ley de Iniciativa Legislativa Popular», periódico digital acento.com, 10 de julio de 2021, disponible en
línea: https://acento.com.do/opinion/ley-de-iniciativa-legislativa-popular-8963444.html [consulta el 26 de junio de 2023].
75
MORICETE FABIÁN (Bernabel), «Comentario al artículo 37», en ACOSTA DE LOS SANTOS (Hermógenes), coordinador, La
Constitución de la República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, tomo 1, Escuela Nacional de la Judicatura,
Santo Domingo, República Dominicana, 2023, p. 240.
76
TC/0966/18 de 10 de diciembre de 2018, 10.6.
77
MORICETE FABIÁN (Bernabel), «Comentario al artículo 38», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución de la
República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, p. 259.
78
MUÑIZ MENA (Aldemaro), «Comentario al artículo 39», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución de la
República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, p. 267.
La seguridad personal representa «una obligación de medios planteada contra el Estado, obligado
a respetar la convivencia social fundada sobre reglas estables y regulares, que permitan a los
individuos el ejercicio sin sobresaltos de su libertad individual»82.
79
Se trata de la Ley núm. 12-00 que modifica la parte final del art. 268 de la Ley electoral núm. 275-97 en lo relativo a la nominación de
candidatos exigiendo una proporción mínima de un 33% de mujeres.
80
TC/0159/13 de 12 de septiembre de 2013, 9.11.
81
TC/0233/13 de 29 de noviembre de 2013, 10p y 10q.
82
VARGAS GUERRERO (José Alejandro), «Comentario al artículo 40, numerales 8 y 9» en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador,
La Constitución de la República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, p. 300.
Es en la legislación penal donde se concretan las formas de condena de los ataques contra este
derecho mediante la comisión de determinados delitos. Es el caso, por ejemplo, de la Ley sobre
violencia intrafamiliar y contra la mujer (núm. 24-97), que viene a desarrollar el numeral 2 del artículo
42 de la Constitución, en el cual «se condena la violencia intrafamiliar y de género en cualquiera de
sus formas. El Estado garantizará mediante ley la adopción de medidas necesarias para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer».
El artículo constitucional 42.3, por su parte, establece que «nadie puede ser sometido, sin
consentimiento previo, a experimentos y procedimientos que no se ajusten a las normas científicas
y bioéticas internacionalmente reconocidas. Tampoco a exámenes o procedimientos médicos,
excepto cuando se encuentre en peligro su vida».
Digamos a este último respecto que en República Dominicana existe el Consejo Nacional de Bioética
en Salud84. Es el órgano responsable de autorizar cualquier investigación o experimento sobre
humanos. Su misión principal es garantizar que estas investigaciones se lleven a cabo respetando
los principios bioéticos, metodológicos y científicos, enfatizando la autonomía de los participantes
y buscando siempre su mayor beneficio, de modo que no se cause daño individual ni colectivo y
que se cumpla con las normas y principios nacionales e internacionales en la materia.
El derecho a la integridad personal garantiza una protección global de la persona frente a cualquier
forma de violencia, tanto física como psíquica.
83
TC/0100/14 de 10 de junio de 2014, 11.11.
84
Página web oficial de CONABIOS: https://conabios.gob.do.
85
LIRANZO (Chanel) «Libre desarrollo de la personalidad», periódico digital elcaribe.com, 31 de mayo de 2023, disponible en línea:
https://www.elcaribe.com.do/opiniones/libre-desarrollo-de-la-personalidad/ [consulta el 1 de julio de 2023].
86
TC/0337/21 de 1 de octubre de 2021, 10.35.
Este derecho puede ser ejercido a través de un recurso que se llama hábeas data. Está contenido
en el artículo 70 de la Constitución y faculta a toda persona física o jurídica para exigir que le sea
entregada la información que sobre ella conste en registros públicos o privados. En la unidad IX
atenderemos nuevamente al hábeas data.
El propio artículo 44 establece una reserva de ley, es decir, que la regulación específica del contenido
y de las limitaciones de cada uno de estos derechos se deja al criterio del legislador. Tendrán así que
desarrollarse a través de leyes complementarias las implicaciones legales en torno a este conjunto
de derechos relacionados con la intimidad y el honor personal.
Con este derecho estamos en condiciones de exigir el respeto de nuestra esfera interna y que
nadie afecte a nuestro honor con injurias o calumnias, es decir, con falsas calificaciones de nuestras
personas.
87
MORICETE FABIÁN (Bernabel), «Comentario al artículo 44», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución de la
República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, p. 400.
Pueden darse situaciones, como ya sabemos, en que los ciudadanos vean limitadas las
posibilidades de ejercicio de algunos derechos fundamentales. En lo que tiene que ver con la
libertad de tránsito, así sucedió durante la pandemia del Covid-19, cuando, por razones de salud
pública, se decretó un estado de emergencia, que es uno de los estados de excepción estudiados
en la unidad V. Se estableció un toque de queda y, en consecuencia, quedó prohibido el tránsito
a ciertas horas.
Gracias al reconocimiento de este derecho se consigue que las personas tengan libertad de
movimiento, es decir, que puedan trasladarse de un lugar a otro dentro de la República Dominicana,
sin necesidad de justificación alguna y por cualquier motivo (laboral, recreativo, familiar, etcétera).
88
CANÓ ALFAU (Julio César), «Comentario al artículo 46», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución de la
República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, p. 430.
89
MARIOT (Mario N.), «Comentario al artículo 47», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución de la República
Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, obra citada, tomo 1, pp. 449-450.
En la unidad I hemos señalado que el principio del Estado Social expresa el compromiso de la
República Dominicana con la satisfacción de los derechos sociales, económicos y culturales
proclamados por la propia Constitución. Ahora bien, todavía es necesario aclarar qué y cuáles
son esos derechos, cuándo se verifica su inclusión en los textos constitucionales y cuáles son los
motivos principales que impulsan su reconocimiento y protección. En esta unidad nos ocupamos
de los derechos económicos y sociales.
2. LA LIBERTAD DE EMPRESA
El artículo 50 de la Constitución reconoce la libertad de comercio, empresa e industria. Con ese
reconocimiento se protege la iniciativa económica privada como elemento esencial de una
economía de mercado.
Dicha libertad puede ser entendida como la «prerrogativa que corresponde a toda persona de
dedicar bienes o capitales a la realización de actividades económicas dentro del marco legal del
Estado y en procura de obtener ganancias o beneficios lícitos»90. Comprende, entre otras garantías,
«la libertad contractual, es decir, la capacidad de celebrar los acuerdos que sean necesarios para el
desarrollo de la actividad económica» y «la libre iniciativa privada»91.
Para garantizar efectivamente este derecho, la Constitución prohíbe la existencia de monopolios,
salvo en provecho del Estado. Además, su creación y organización debe hacerse por ley. El Estado
debe promover la competencia libre y leal y adoptar las medidas necesarias para evitar los
efectos negativos del monopolio y del abuso de posición dominante. Pueden existir excepciones
90
TC/0049/13 de 9 de abril de 2013, 9.2.2.
91
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, citada en TC/0049/13 de 9 de abril, 9.2.2.
92
Para mayor información, puede consultarse el portal web de la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana: https://eted.gov.
do/index.php/sobre-nosotros/quienes-somos.html
93
TC/0137/20 de 13 de mayo de 2020, 12.14.
94
TC/0027/12 de 5 de julio de 2012.
3. EL DERECHO DE PROPIEDAD
La Constitución dominicana garantiza el derecho de propiedad privada. Su artículo 51 establece
a este respecto que «toda persona tiene derecho al goce, disfrute y disposición de sus bienes».
Utilizamos el término ‘bienes’ en el sentido de «cosas materiales apropiables, así como todo derecho
que pueda formar parte del patrimonio de una persona». La propiedad, por su parte, «comprende
todos los muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales y cualquier otro objeto
inmaterial susceptible de valor»95.
Sin embargo, la Constitución no se limita a reconocer el derecho de propiedad, sino que, además,
obliga al Estado a promover «el acceso a la propiedad, en especial a la propiedad inmobiliaria
titulada» (artículo 51.2). En lo que respecta a la propiedad inmobiliaria ubicada en la Zona
Fronteriza, indica que su régimen de adquisición y transferencia «estará sometido a requisitos
legales específicos que privilegien la propiedad de los dominicanos y dominicanas y el interés
nacional» (artículo 10.2).
Por otro lado, el artículo 51 de la Constitución establece que, junto a la utilidad individual, «la
propiedad tiene una función social que implica obligaciones». No puede entenderse al margen de
dicha función, lo cual implica que «utilidad individual y función social definen... inescindiblemente
95
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, citada en TC/0017/13, 10.s.
96
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA, citado en RAY GUEVARA (Milton), Voto salvado, en TC/0037/16 de 29 de enero de 2016,
20.
97
TC/0334/14, de 22 de diciembre de 2014, 9.2.6 y 9.2.7.
98
Ibidem, 9.1.1 y 9.2.6.
99
Ibidem, 9.2.7.
100
Sobre seguridad alimentaria puede consultarse la Ley que crea el sistema nacional para la soberanía y seguridad alimentaria y
nutricional en la República Dominicana (núm. 589-16); especialmente su artículo 5.8. También PROGRAMA ESPECIAL PARA LA
SEGURIDAD ALIMENTARIA – CENTROAMÉRICA, Seguridad alimentaria y nutricional. Conceptos básicos, disponible en línea:
https://www.fao.org/3/at772s/at772s.pdf [consulta el 23 de junio de 2023].
101
Al respecto, Ley sobre discapacidad en la República Dominicana (núm. 5-13), artículo 130, párrafo.
102
RAY GUEVARA (Milton), Voto disidente, en TC/0072/15 de 23 de abril de 2015, 34.
9. EL DERECHO A LA VIVIENDA
La Constitución determina que «toda persona tiene derecho a una vivienda digna con servicios
básicos esenciales» (artículo 59). En consecuencia, no se considera como vivienda cualquier
espacio o infraestructura que pueda albergar a una persona, sino aquella que resulte acorde con
su dignidad.
Aunque la Constitución no proporciona un concepto de vivienda digna o adecuada, se entiende
que esta debe cumplir como mínimo con ciertos requisitos relativos a la seguridad de la tenencia,
la disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura, la asequibilidad, la
habitabilidad, la ubicación e, incluso, la adecuación cultural103.
Parece claro que no resulta factible que el Estado construya viviendas para toda la población,
pero sí debe establecer las condiciones necesarias para que este derecho sea efectivo para
103
COMITÉ DE LAS NACIONES UNIDAS DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, Observación general núm. 4:
el derecho a una vivienda adecuada, disponible en línea: https://www.escr-net.org/es/recursos/observacion-general-no-4-
derecho-una-vivienda-adecuada-parrafo-1-del-articulo-11-del-pacto [consulta el 6 de julio de 2023].
104
ALTO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS, El ACNUDH y el derecho a la seguridad social,
disponible en línea: https://www.ohchr.org/es/social-security [consulta el 30 de septiembre de 2023].
105
Además del artículo 61 de la Constitución, puede verse el artículo 11.f de la Ley General de Salud (núm. 42-01).
106
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, citada en TC/0111/19 de 27 de mayo de 2019, 11.35.
107
TC/0096/12 de 21 de diciembre de 2012, 10.m.
108
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO, citada en TC/0280/21 de 8 de septiembre de 2021, 10.l.
109
TC/0280/21 de 8 de septiembre de 2021, 10.k.
110
TC/0096/12 de 21 de diciembre de 2012, 10.m.
111
TC/0058/13 de 15 de abril de 2013, 10.2.6.
Los derechos culturales, deportivos, colectivos y difusos y del medio ambiente forman parte del
catálogo de derechos humanos, integrándose, más exactamente, algunos de ellos en la segunda
generación y otros en la tercera. Además, estos derechos son reconocidos por nuestra Constitución
como fundamentales, razón por la cual en esta unidad nos proponemos conocer su contenido,
la organización administrativa del Estado para su protección y las principales precisiones sobre
sus respectivos alcances llevadas a cabo por nuestro Tribunal Constitucional en su condición de
intérprete definitivo de la Constitución.
112
UNESCO, La preservación del patrimonio cultural, una auténtica fuerza para construir un mundo mejor, disponible en línea: https://
www.unesco.org/es/cultural-heritage-7-successes-unescos-preservation-work?hub=365 [consulta el 23 de junio de 2023].
113
TC/0758/17 de 7 de diciembre de 2017, 9.m.
114
TC/0626/15 de 18 de diciembre de 2015, 2.6.3.
115
TC/0071/15 de 23 de abril de 2015.
116
TC/0125/18 de 4 de julio de 2018, 10.x.
117
TC/0037/16 de 29 de enero de 2016, 10.n.
118
TC/0217/21 de 28 de julio de 2021, 12.6.ii.
119
GIDI (Antonio), Derechos difusos, colectivos e individuales homogéneos, citado por AGUIRREZABAL GRÜNSTEIN (Maite), «Algunas
precisiones en torno a los intereses supraindividuales (colectivos y difusos)», Revista Chilena de Derecho, vol. 33, núm. 1, p. 74,
disponible en línea: https://www.scielo.cl/pdf/rchilder/v33n1/art05.pdf [consulta el 18 de septiembre de 2023].
120
ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, Datos sobre la acción climática, disponible en línea: https://www.un.org/es/
climatechange/science/key-findings#physical-science [consulta el 12 de octubre de 2023].
121
COMISIÓN MUNDIAL SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO, Nuestro futuro común, n. 27, disponible en línea: https://
www.ecominga.uqam.ca/PDF/BIBLIOGRAPHIE/GUIDE_LECTURE_1/CMMAD-Informe-Comision-Brundtland-sobre-Medio-
Ambiente-Desarrollo.pdf [consulta el 1 de julio de 2023].
122
ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, Resolución No. 70/1. Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el
desarrollo sostenible, disponible en línea: https://unctad.org/system/files/official-document/ares70d1_es.pdf [consulta el 1 de
julio de 2023].
Una de las características principales del derecho a un medio ambiente sano consiste en su estrecha
vinculación con otros derechos de igual jerarquía. La degradación severa del medio ambiente afecta
muy negativamente al bienestar de las personas porque limita notablemente las posibilidades de
disfrute de otros derechos, también de rango fundamental, como el derecho a la vida, a la salud o
a la intimidad. Con ello se va minando el respeto de la dignidad humana, fundamento de todos los
derechos.
El órgano rector en materia de medio ambiente es el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, creado mediante la Ley que crea la Secretaría de Estado de medio ambiente y recursos
naturales (núm. 64-00). Con la aprobación de esta ley se reorganizó toda la gestión medioambiental
en la Republica Dominicana, transfiriendo a este nuevo ministerio todas las funciones en materia de
medio ambiente y concentrando en la nueva estructura todas las instituciones que anteriormente
desempeñaban funciones de este tipo en la Administración central.
Entre las novedades aportadas por esta ley debemos mencionar la regulación del derecho de
toda persona a disfrutar de un medio ambiente sano en un momento en que todavía no había
sido aprobada la reforma constitucional de 2010. También resultó novedosa la regulación de
determinadas técnicas modernas para la protección y gestión de los recursos naturales, tales
como 1) el estudio de evaluación de impacto ambiental, 2) el sistema de consulta pública para la
autorización de proyectos de impacto, 3) la determinación de las sanciones en base al criterio de
salarios mínimos para que no pierda vigencia su función de castigo al infractor y 4) el establecimiento
de un sistema de responsabilidad objetiva frente a la comisión de daños ambientales, entre otras.
Algunas sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional han contribuido a delimitar mejor
el alcance de protección del derecho a un medio ambiente sano. Entre ellas, la que ordena la
paralización de los trabajos de explotación minera realizados por la sociedad comercial Falconbridge
Dominicana, S. A. en Loma Miranda (provincia La Vega). A ese respecto, el Tribunal señaló que:
En este punto, debemos precisar que las medidas destinadas a la preservación del medio
ambiente, al tener un alcance general que traspasa el ámbito nacional, por propugnar, como
parte del sostenimiento ecológico del planeta, la protección de los recursos eco sistémicos,
hidrológicos y de biodiversidad existentes en cada Estado, la misma deviene en configurar la
Otras decisiones reseñables del Tribunal Constitucional en lo que respecta al alcance del derecho a
un medio ambiente sano en sus diversos aspectos han sido las siguientes:
– Consideró conforme a derecho la orden dictada por el Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales de paralización de las operaciones y de incautación de los equipos y
madera encontrados en las instalaciones de un aserradero que funcionaba clandestinamente
en la comunidad de Pinar Quemado124.
– Rechazó la instalación de un aserradero dentro del área comprendida en el Parque Nacional
Juan Bautista Pérez Rancier de Valle Nuevo125.
– Se pronunció sobre el nivel de ruido producido por un centro recreativo, considerado como
un episodio de contaminación acústica, ordenando el control del mismo dentro de los niveles
legalmente establecidos126.
– Confirmó la decisión que ordenaba la suspensión de los trabajos de ebanistería de una tienda
de muebles en razón de los fuertes ruidos producidos por la actividad y de la emisión de
partículas sólidas127.
– Validó la decisión de retiro de propaganda política en un momento en que todavía no se había
realizado la proclama electoral, argumentando que la saturación propagandística en esas
circunstancias constituye un caso de contaminación visual128.
123
TC/0167/13 de 17 de septiembre de 2013, 10.32-33.
124
TC/0372/19 de 18 de septiembre de 2019.
125
TC/0021/17 de 18 de enero de 2017.
126
TC/0392/19 de 1 de octubre de 2019.
127
TC/0384/16 de 11 de agosto de 2016.
128
TC/0307/16 de 20 de julio de 2016.
129
Resolución No. 64/292 de 28 de julio de 2010, disponible en línea: https://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/
opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=4cc9270b2 [consulta el 10 de julio de 2023].
130
Resolución No. 70/1, citada.
131
COMISIÓN OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE, Informe nacional voluntario 2021. Crecimiento con equidad y respeto al
medio ambiente, p. 13, disponible en línea: https://mepyd.gob.do/wp-content/uploads/drive/DGIP/Informe%20nacional%20
voluntario/Informe%20Nacional%20Voluntario%202021-RD.pdf [consulta el 19 de julio de 2023].
132
TC/0049/12 de 15 de octubre de 2012, 10.k. La cita incorporada es de la Observación general núm. 15 del Comité de Naciones
Unidas sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales del año 2002.
133
TC/0482/16 de 18 de octubre de 2016, 10.1.r.
GARANTÍAS FUNDAMENTALES
Es necesario que los derechos fundamentales estén garantizados. Por más que una Constitución
contenga un amplio catálogo de derechos y deberes, si no ofrece garantías corre el riesgo de
convertirse en un puñado de hojas de papel. El reconocimiento de los derechos fundamentales es
necesario, pero insuficiente para que estos sean respetados.
Muchas dictaduras han estado acompañadas de reconocimiento constitucional de derechos
fundamentales, no así de una protección real de los mismos. Sin mecanismos de protección, la
consagración de derechos es una simple declaración de buenas intenciones. Su efectividad
quedaría sujeta a la voluntad política de los dirigentes de turno.
Pues bien, nuestra Constitución «garantiza la efectividad de los derechos fundamentales, a través
de los mecanismos de tutela y protección, que ofrecen a la persona la posibilidad de obtener la
satisfacción de sus derechos, frente a los sujetos obligados o deudores de los mismos» (artículo
68).
En este capítulo veremos qué y cuáles son las principales garantías consagradas en la Constitución
para su protección.
1. EL CONCEPTO DE GARANTÍAS
Tomando como base lo anterior, podemos establecer que las garantías fundamentales son los
mecanismos o medios de protección de los derechos fundamentales, destinados a asegurar la
vigencia real y efectiva de estos. Nuestra Constitución consagra las principales134. Veamos.
2. TIPOS DE GARANTÍAS
El capítulo II del título II de la Constitución se denomina De las garantías de los derechos
fundamentales. Se refiere, más exactamente, a la tutela judicial efectiva y al debido proceso, al
134
Recordemos el artículo 74.4 de la Constitución sobre la interpretación y reglamentación de los derechos y garantías
fundamentales reconocidos en la Constitución. En él se indica que «no tienen carácter limitativo y, por consiguiente, no
excluyen otros derechos y garantías de igual naturaleza».
135
GARCÍA MORILLO (Joaquín), «Las garantías de los derechos fundamentales (I). Las garantías genéricas. La suspensión de los
derechos fundamentales», en LÓPEZ GUERRA (Luis), Derecho Constitucional, volumen I, 8ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2010,
p. 398.
136
JORGE PRATS (E.), Derecho constitucional, obra citada, volumen II, p. 87.
137
TC/0050/12 de 16 de octubre de 2012, 9.1.1.
De ese artículo se desprenden elementos muy importantes sobre la naturaleza, las características
y la finalidad del amparo.
En primer lugar, todas las personas (físicas y morales) podemos acudir a los tribunales, ya sea por
nosotros mismos o a través de quienes nos representen, con la finalidad de obtener la protección
de nuestros derechos fundamentales. No es obligatorio contar con un abogado para ejercer esta
acción.
En segundo lugar, para poder acudir a los tribunales mediante una acción de amparo no es
necesario que la violación del derecho se haya consumado. También es posible acudir a esta vía
cuando nuestros derechos fundamentales se vean amenazados. Además, no importa en absoluto
si la vulneración o la amenaza provienen de una autoridad pública o de particulares. Tampoco si
las mismas han sucedido por una acción o por una omisión, es decir, a causa de algo que el sujeto
obligado debió haber hecho y no hizo.
138
Entendemos por admisión la «declaración de un órgano judicial o administrativo que acepta tramitar un recurso o un escrito,
porque reúne las condiciones formales, y resolver en cuanto al fondo» (Diccionario panhispánico del español jurídico, disponible
en línea: https://dpej.rae.es/lema/admisibilidad [consulta el 3 de agosto de 2023].
139
JORGE PRATS (E.), Derecho constitucional, obra citada, volumen II, p. 399.
140
Sobre el procedimiento que debe seguirse, pueden verse los artículos 76 y siguientes de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
y de los procedimientos constitucionales (núm. 137-11).
141
En este punto nos remitimos a la unidad II del manual, en la cual hemos abordado las competencias del Tribunal Constitucional,
incluyendo el recurso de revisión en materia de amparo.
142
Un ejemplo es la sentencia TC/0415/16 de 13 de diciembre de 2016, mediante la cual el Tribunal Constitucional ordenó al
Ministerio de Educación de la República Dominicana «cumplir con lo establecido en los artículos 151 y 152 de la Ley núm.
66- 97, de Educación, y el artículo 52, literal “a”, del Reglamento del Estatuto del Docente, y efectúe el pago de los incentivos
laborales al personal técnico docente que haya cumplido con las evaluaciones por desempeño, a partir de octubre de dos mil
doce (2012), tal y como lo dispone el Acta de la Tercera Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Educación (CNE), del catorce
(14) de septiembre de dos mil once (2011)».
143
Artículo 114 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales (núm. 137-11): «El Tribunal
Superior Electoral será competente para conocer de las acciones en amparo electoral conforme a lo dispuesto por su Ley
Orgánica. Párrafo.- Cuando se afecten los derechos electorales en elecciones gremiales, de asociaciones profesionales o de
cualquier tipo de entidad no partidaria, se puede recurrir en amparo ante el juez ordinario competente».
144
Artículo 44.2 de la Constitución: «Toda persona tiene el derecho a acceder a la información y a los datos que sobre ella o sus
bienes reposen en los registros oficiales o privados, así como conocer el destino y el uso que se haga de los mismos, con las
limitaciones fijadas por la ley. El tratamiento de los datos e informaciones personales o sus bienes deberá hacerse respetando los
principios de calidad, licitud, lealtad, seguridad y finalidad. Podrá solicitar ante la autoridad judicial competente la actualización,
oposición al tratamiento, rectificación o destrucción de aquellas informaciones que afecten ilegítimamente sus derechos».
También puede verse el artículo 64 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y de los procedimientos constitucionales (núm.
137-11).
Los principales órganos de las Naciones Unidas son: La Asamblea General, el Consejo de Seguridad,
el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de
Justicia y la Secretaría. Estos órganos son esenciales para que la organización pueda cumplir sus
propósitos.
En lo que respecta a la protección y promoción de los derechos humanos, la Organización de las
Naciones Unidas cuenta con órganos específicos que se encargan de esa labor. Algunos son creados
a través de tratados internacionales (mecanismos convencionales) y otros mediante resoluciones
administrativas (mecanismos extra convencionales).
A) Mecanismos convencionales de protección de los derechos humanos
En los tratados internacionales de derechos humanos que han sido creados por las Naciones
Unidas se establecen una serie de obligaciones jurídicas en esta materia para aquellos Estados que
oficialmente decidan aceptarlas y cumplirlas en sus respectivos países (Estados Partes).
Actualmente, en nueve de estos tratados se instauran comités u órganos de control que evalúan
y vigilan el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados Partes. Los comités están
Los habitantes de nuestro país pueden presentar quejas o denuncias ante el Comité de Derechos
Humanos, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y el Comité sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad por vulneraciones de sus derechos consagrados en
los tratados que dichos órganos se encargan de vigilar. El Estado dominicano ha reconocido esa
posibilidad solo a estos tres comités.
Para que una queja sea aceptada 1) debe ser realizada por escrito, por la propia víctima, por su
representante o por un tercero, 2) debe estar firmada y presentada en uno de los idiomas oficiales
de las Naciones Unidas (árabe, chino, español, francés, inglés y ruso), 3) la víctima debe estar bajo
jurisdicción del Estado demandado, 4) debe denunciarse la violación de un derecho contenido en
el tratado, 5) la queja no puede haber sido presentada ante otra instancia internacional y 6) deben
haberse agotado previamente las instancias o recursos estatales.
Además, el Estado denunciado debe ser parte del tratado en cuestión y, con anterioridad al hecho
denunciado, tiene que haber reconocido la competencia del comité para recibir y examinar
denuncias de particulares. Es necesario que la denuncia contenga 1) los datos personales básicos,
2) la exposición de los hechos en que se basa la denuncia, 3) la descripción de los recursos internos
agotados, 4) los motivos por los que los hechos descritos constituyen una violación del tratado en
cuestión, 5) los derechos consagrados en el tratado que fueron violados y 6) los tipos de reparación
que se pretende obtener del Estado Parte.
B) Mecanismos extra convencionales de protección de derechos humanos
La Comisión de Derechos Humanos, actual Consejo de Derechos Humanos, ha creado mediante
resoluciones procedimientos especiales que constituyen mecanismos encargados de evaluar, vigilar,
asesorar e informar sobre la situación de los derechos humanos. Se denominan procedimientos
o mandatos geográficos cuando son realizados en determinados países o territorios. En cambio,
reciben el nombre de procedimientos o mandatos temáticos cuando versan sobre un derecho
humano específico en todo el mundo.
Estos procedimientos especiales están a cargo de un Relator Especial, un Representante Especial
del Secretario General, un Representante del Secretario General o Experto Independiente o un
CIUDADANÍA INTEGRAL Y
CONVIVENCIA PACÍFICA Y DEMOCRÁTICA
En esta unidad estudiaremos los valores y símbolos patrios con el propósito de resaltar su
importancia y el respeto que merecen. También presentaremos los elementos esenciales que nos
permitan construir entre todos una ciudadanía integral, articulada por los valores y principios
esenciales que permiten gozar de una convivencia pacífica en un Estado Social y Democrático de
Derecho.
145
MÉNDEZ CABRERA (José Ml.), «Comentario a los artículos 29 a 36», en ACOSTA DE LOS SANTOS (H.), coordinador, La Constitución
de la República Dominicana comentada por jueces y juezas del Poder Judicial, tomo 1, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo
Domingo, República Dominicana, 2023, p. 225.
146
GÓMEZ RAMÍREZ (Wilson), Duarte y la simbología patriótica, Tribunal Constitucional, Santo Domingo, República Dominicana,
2022, pp. 5 y siguientes, disponible en línea: https://www.tribunalconstitucional.gob.do/cec/publicaciones/duarte-y-la-
simbolog%C3%ADa-patrio-tica/ [consulta el 4 de octubre de 2023].
El Escudo Nacional tiene los mismos colores de la Bandera Nacional dispuestos en igual forma.
Lleva en el centro la Biblia abierta en el Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 32, y encima
una cruz, los cuales surgen de un trofeo integrado por dos lanzas y cuatro banderas nacionales
sin escudo, dispuestas a ambos lados; lleva un ramo de laurel del lado izquierdo y uno de palma
al lado derecho. Está coronado por una cinta azul ultramar en la cual se lee el lema ‘Dios,
Patria y Libertad’. En la base hay otra cinta de color rojo bermellón cuyos extremos se orientan
hacia arriba con las palabras ‘República Dominicana’. La forma del Escudo Nacional es de un
cuadrilongo, con los ángulos superiores salientes y los inferiores redondeados, el centro de cuya
base termina en punta, y está dispuesto en forma tal que resulte un cuadrado perfecto al trazar
una línea horizontal que una los dos verticales del cuadrilongo desde donde comienzan los
ángulos inferiores.
147
Ibidem, p. 12.
148
LEGSA, ¿Qué significa patria?, disponible en línea: https://legsa.com.mx/pyru/patria [consulta el 15 de julio de 2023].
149
BAR-TAL (Daniel), «Patriotismo como creencia fundamental de la pertenencia de grupo», Psicología Política, núm. 8, 1994, pp. 74
y 78, disponible en línea: https://www.uv.es/garzon/psicologia%20politica/N8-4.pdf [consulta el 1 de agosto de 2023].
150
GARCIMARTIN (Carlos), «Cohesión social, instituciones y fiscalidad en América Latina», en ZAMORA (Inmaculada), coordinadora,
La cohesión social en América Latina, Programa EUROSOCIAL, Madrid, España, 2015, p, 23, disponible en línea: http://sia.
eurosocial-ii.eu/files/docs/1423562120-E9_EUROSOCIAL_web_df.pdf [consulta el 28 de julio de 2023].
151
MINISTERIO DE DEFENSA, Libro blanco de defensa de República Dominicana, 2022, p. 67, disponible en línea: https://mide.gob.do/
wp-content/uploads/2023/02/Libro-Blando-comprimido.pdf [consulta el 8 de agosto de 2023].
152
Ibidem, p. 67.
153
DELGADO HERENCIA (César Hildebrando), «Ciudadanía integral desde la educación básica en el Perú [I]. El paradigma
de la ciudadanía en la educación básica. Un caso de diversificación curricular para la educación de jóvenes y adultos
(EBA)», Pacarina del Sur, núm. 41, 2019, disponible en línea: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_
content&view=article&id=1807&catid=10 [consulta el 25 de julio de 2023].
154
EDITORIAL GRUDEMI, Democracia, 2019, disponible en línea: https://enciclopediadehistoria.com/democracia/ [consulta el 26 de
julio de 2023].
155
RAMÍREZ GÓMEZ (Andrés), «Aproximación a un concepto constitucional de escuela de formación ciudadana», Opinión jurídica,
núm. 20, 2011, disponible en línea: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-25302011000200012
[consulta el 13 de agosto de 2023].
156
«La enseñanza de la Constitución y la difusión de los valores patrios: rompiendo fronteras por una nueva generación
constitucional», conferencia en el ciclo Constitución y diáspora dominicana: avances y retos, 2022, reseñada en línea: https://
www.tribunalconstitucional.gob.do/sala-de-prensa/noticias/ense%C3%B1ar-la-constituci%C3%B3n-es-educar-en-
democracia-afirma-milton-ray-guevara/#:~:text=Ense%C3%B1ar%20la%20Constituci%C3%B3n%20es%20educar%20en%20
democracia%2C%20afirma%20Milton%20Ray%20Guevara [consulta el 3 de agosto de 2023].
El desarrollo de la cultura de paz tiene lugar por medio de la educación. De ahí que sea tan importante
trabajar para que los miembros de una sociedad estén formados en valores constitucionales y
conozcan los derechos fundamentales recogidos en la Carta Magna. Como bien afirma el artículo 4
de la Declaración y programa de acción sobre una cultura de paz, «la educación a todos los niveles es
157
ROJAS BONILLA (Elsa), «La cultura de paz y su importancia en el proceso de formación ciudadana en el contexto educativo
colombiano», Varona. Revista Científico Metodológica, núm. 66 supl. 1, 2018, disponible en línea: http://scielo.sld.cu/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=S1992-82382018000300021 [consulta el 24 de julio de 2023].
Nuestra Constitución, por su parte, en su artículo 39.4 proclama la igualdad de mujeres y hombres
y condena expresamente la discriminación de género: «La mujer y el hombre son iguales ante
la ley. Se prohíbe cualquier acto que tenga como objetivo o resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos fundamentales de
mujeres y hombres. Se promoverán las medidas necesarias para garantizar la erradicación de las
desigualdades y la discriminación de género».
Además, en el numeral 15 de este mismo artículo se pone de manifiesto la importancia que se
atribuye a la no discriminación de género en lo que respecta a las funciones políticas, un sector
de actividad tradicionalmente integrado sobre todo por hombres: «El Estado debe promover y
garantizar la participación equilibrada de mujeres y hombres en las candidaturas a los cargos de
elección popular para las instancias de dirección y decisión en el ámbito público, en la administración
de justicia y en los organismos de control del Estado».
Al mismo tiempo, no debemos olvidar que, para poder avanzar en desarrollo social, es fundamental
que adquiramos conciencia de la importancia de la protección del medio ambiente. Pensemos, por
ejemplo, en las llamadas ‘tres erres’ del reciclaje: reducir, reciclar y reutilizar158. Se trata de un sencillo
ejercicio que todas las personas podemos implementar para mitigar la contaminación dando un
mejor y segundo uso a todos los desechables que gastamos en nuestras casas.
Este es otro eje, el medioambiental, debe ser prioritario para la creación de una ciudadanía integral.
De hecho, la Constitución menciona la defensa del medio ambiente como un deber fundamental
de todos los ciudadanos: «Desarrollar y difundir la cultura dominicana y proteger los recursos
naturales del país, garantizando la conservación de un ambiente limpio y sano» (artículo 74.11).
El Estado debe llevar a cabo acciones que estimulen una conciencia pública favorable al medio
ambiente en las diferentes y graves problemáticas que hoy le afectan. Es una responsabilidad
conjunta apoyar una ciudadanía ambiental que mejore las condiciones de vida de todos.
Mencionamos como último desafío que incumbe a cada miembro de la sociedad dominicana
actuar en favor del fortalecimiento de una cultura de paz. Nos referimos a situaciones cotidianas
en las que nos vemos involucrados, a veces por simple casualidad, y que nos ofrecen la posibilidad
de actuar en defensa de la paz. Por ejemplo, si somos testigos de un accidente de tránsito en el
que un motor choca contra un automóvil debemos llamar al 911, número del Sistema Nacional de
158
Se trata de una iniciativa de la organización ecologista Greenpeace, que fomenta hábitos sencillos para una conciencia de
reciclaje en la población.
159
PODER JUDICIAL, Fiscalías barriales, disponible en línea: https://observatoriojusticiaygenero.poderjudicial.gob.do/redes/
ministerio_publico/fiscalias_barriales.aspx [consulta el 2 de octubre de 2023].
160
RAY GUEVARA (Milton), «Generación constitucional y el futuro dominicano», conferencia en la quinta Jornada de justicia y derecho
constitucional, en Discursos del presidente del Tribunal Constitucional, volumen II, pp.562-563, disponible en línea: https://www.
tribunalconstitucional.gob.do/sobre-el-tc/pleno/magistrados/milton-l-ray-guevara/conferencias/discursos-del-presidente-
del-tribunal-constitucional-volumen-ii-2015-2018/ [consulta el 15 de julio de 2023].
ISBN: 978-9945-651-02-7
9 789945 651027