Leer en Comunidad - Habitar, Documento Base
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Jornadas de Bibliotecas
Escolares Abiertas 2024
HABITAR 9 de Agosto PROYECTAR 1 de Noviembre
1
Leer en Comunidad
Jornadas de Bibliotecas Escolares Abiertas 2024
2
ÍNDICE
4 Sobre la organización general de las Jornadas
37 Bibliografía
3
SOBRE LA ORGANIZACIÓN GENERAL DE
LAS JORNADAS
4
Habitar 2024
Habitar nuestra voz. Contar a otros y contar con
otros
“Los primeros que inventaron, que dieron un nombre a las constelaciones,
eran contadores de cuentos. Al trazar una línea imaginaria entre ellas, les
confirieron una imagen, una identidad. Se ensartaban las estrellas en esa
línea al igual que se van ensartando los acontecimientos en un relato. El
imaginar las constelaciones no modificó las estrellas, ni tampoco el negro
vacío que las rodea. Lo que cambió fue el modo de leer el cielo nocturno.”
5
Introducción
Antes de dar comienzo a esta propuesta, deseamos poner en palabras
nuestro saludo y agradecimiento a todas las comunidades educativas. Las
experiencias que recibimos a través de los formularios oportunamente
compartidos dan cuenta del compromiso con que cada comunidad lleva
adelante estas propuestas. Documentar los procesos y posteriormente
trabajar sobre estos relatos pedagógicos permite elaborar una posible
hoja de ruta para la realización de un repositorio de experiencias de valor
pedagógico que aporten sentido a la construcción de los aprendizajes en
comunidad y enriquezcan los caminos lectores de nuestras y nuestros
estudiantes.
En la jornada Descubrir 2024, pudimos observar cómo se amplió no-
toriamente la participación respecto del año pasado, asimismo, la pro-
puesta de narración oral fue, en muchos casos, un desafío que significó
movilizar otros saberes. Celebramos la importante participación de na-
rradoras y narradores bonaerenses en los distintos niveles educativos. La
invitación a la escucha abrió la puerta de las escuelas a abuelos y abue-
las cuentacuentos, veteranos de Malvinas, grupos scouts, referentes co-
munitarios, grupos de ex estudiantes, investigadores y escritores loca-
les. En las experiencias hay un sentido antropológico de la escucha, que
incluye lo literario pero que también lo excede. En este aspecto podemos
afirmar que en muchos casos se vio reforzado el sentido de comunidad.
6
“En esta oportunidad los profes relataron sus actividades extraescolares como artistas. Una ex-
periencia muy interesante, ya que las y los estudiantes pudieron escuchar y conocer a sus profes
desde otra mirada. El ambiente muy cálido, no faltaron las risas, las anécdotas, ni los mates.”
(Escuela de Artes Visuales N°501, Chivilcoy)
“este 10 de mayo compartimos colectiva- “Se realiza la apertura con invitados especia-
mente los Institutos 167, 33 y el CIIE Ali- les de la Biblioteca Rincón de Infancias de la
cia Strasser una Jornada en la Plaza San República de los niños. Su narradora cuenta
Martín de la ciudad de Tres Arroyos para re “Malena, leer para creer”. Luego cada sala re-
descubrir los relatos orales. Al sol en la plaza cibe 3 familias las cuales con diferentes re-
compartimos relatos propios, viejos relatos cursos narran historias diversas. La Jornada
orales, poesías, capítulos de novelas y junto fue abierta y simultánea en las 8 secciones
a la circulación de los mates circularon las para 158 estudiantes. Recibimos también la
palabras”. Sin dudas una positiva jornada de bibliomóvil de la Biblioteca cultural Alejo Igle-
encuentros para hacerse preguntas, volver sias de la localidad de Villa Elisa.”
a construir sentidos y retomar ese hilo de la
memoria para continuar tejiendo algo nuevo (Jardín Municipal N°14, Diego Sappa, La Plata)
a partir de lo que hay.”
(CIIE Alicia Strasser-ISFDyT167- ISFDyT33, Tres
Arroyos)
7
Fundamentación
“(...)“(...) creemos
creemos queque
la la narración
narración oralofrece
oral ofreceununtipo
tipode
derelación
relación que
que la
la virtua-
lidad aún no ha conseguido: sentir la vibración de otro ser humano que se
lidad aún no ha conseguido: sentir la vibración de otro ser humano
introduce
introduce enen nuestrointelecto,
nuestro intelecto,enennuestra
nuestraimaginación,
imaginación,apenas
apenas con
con su voz,
su cuerpo y sus palabras.”su(Escenarios
cuerpo y sus depalabras.” (Padovani,
la narración 2014, p. 102)
oral. Padovani.
8
Esta es también una invitación a volver a habitar las historias primigenias,
las que ya fueron pulidas por el tiempo y se transmitieron oralmente por
generaciones: los mitos y las leyendas, los cuentos maravillosos, los rela-
tos del campo. Esto nos permitirá conocerlas por primera vez o revisitarlas
con una nueva mirada. Comprender esos procedimientos es otra manera de
acercarnos a la teoría literaria desde la experiencia.
Objetivos específicos
1. Desarrollar la capacidad de narración en voz alta de literatura sin sopor-
te visual y poder hacerlo cada vez durante tiempos más prolongados de
manera progresiva.
2. Establecer relaciones entre lo que se narra y la propia biografía tanto
vital como lectora.
3. Seleccionar textos para la narración oral, teniendo en cuenta al audito-
rio y construir progresivamente un criterio propio y una mirada crítica
acerca de las obras.
4. Aceptar el desafío que supone hablar en público a través de una obra
de literatura oralizada.
5. Poner en juego recursos de la expresión oral como la gestualidad cor-
poral, las entonaciones, los matices de la voz, las tensiones, etcétera;
aportando a la construcción de sentidos del texto que se narra.
Marco conceptual
La narración como una práctica cotidiana de las y los estudiantes
La narración no es una actividad ajena a las y los estudiantes. La capacidad
de narrar, de contar historias es un saber que se practica desde la infancia y
se ejercita cotidianamente. “Un día en la vida de cualquiera de nosotros está
hecho también de las historias que contamos y nos cuentan, de la circulación
de relatos que intercambiamos y desciframos instantáneamente en la red de
la vida social. Estamos siempre convocados a narrar. ´Contame’ es una de las
grandes exigencias sociales”. (Ong, 2021, p. 13)
Se trata de narrar y contarle algo a alguien, pero también contar con una
otra, un otro disponible para escuchar esa historia, para “prestar oídos” y,
9
en ese gesto, hacerse parte de lo que se cuenta, formando una comunidad.
“Contar, entonces, por lo menos en un doble sentido, en una doble configura-
ción: contar a otros y contar con otros” (Skliar, 2023, p. 32). Para Byung - Chul
Han1 es la narración lo que eleva a la vida por encima de la mera factici-
dad. Narrar consiste en hacer que el transcurso del tiempo tenga sentido,
consiste en darle al tiempo un comienzo y un final. Sin narración la vida es
meramente aditiva.
Una o un estudiante que cuenta algo que ocurrió en su día, estructura la
anécdota en una secuencia. Simultáneamente, pone en juego su expresivi-
dad buscando atrapar la atención de sus oyentes, estableciendo una cons-
trucción compartida de la narración, acelerando el ritmo del relato frente
a signos de aburrimiento, deteniéndose para generar más complicidad.
Utiliza elementos lingüísticos y paralingüísticos, cambia la tonalidad de su
voz, hace pausas, gesticula, usa interjecciones y onomatopeyas, etc. Toda
conversación, cuando es algo más que el intercambio de información, es la
construcción oral de una narrativa.
Reconocer procedimientos para la narración oral
La propuesta plantea hacer conscientes los mecanismos narrativos y expre-
sivos que se ponen en juego cotidianamente para incorporarlos como cono-
cimientos, técnicas y habilidades que las y los estudiantes puedan aplicar a
la narración de literatura. Y, a lo largo del proceso, que recorran un camino
de búsqueda de la propia voz, de la capacidad de expresarse en voz alta, de
superación de posibles obstáculos.
Cuando se narra, las palabras, los gestos, los matices y las entonaciones
de la voz operan con una intencionalidad comunicativa y artística: que la y
el oyente logre imaginar los acontecimientos, que ingrese a ese mundo que
propone la narradora o el narrador. Además, una secuencia de hechos se
encadena en un orden particular, se establecen relaciones de sentido y la
historia –algo que no estaba allí– se hace presente. La narración estructura
la experiencia y otorga un sentido que no tiene de otra manera.
1
A Han, B. C. (2023). La crisis de la narración. Herder.
10
En palabras de Graciela Falbo: “Narrar es más que la actividad de organizar
un relato en sí. Aun en el relato más modesto, narrar es sintetizar en una prác-
tica (por parte del que relata como de quien escucha) distintas actividades de
la inteligencia estéticas, lógicas, afectivas, perceptivas, sensibles, memorís-
ticas, etc. Al narrar confrontamos ideas, recuperamos memoria, restituimos
singularidades, comparamos, ampliamos nuestra mirada con otras” (Falbo,
2017, p. 81)
En la narración oral de literatura todos estos procedimientos se ponen en jue-
go en relación a sucesos que no le ocurrieron a quien narra, por lo que debe
realizar un proceso activo de interiorización del texto. Para poder transmitir a
la o el oyente la historia, primero deberá “imaginar con sus cinco sentidos” lo
que le ocurre al protagonista y el ambiente que lo rodea. Previamente, tendrá
que seleccionar un texto cuya historia la o lo conmueva, refleje y emocione.
Para entrar en la narración, en esa experiencia de la que habla Graciela Mon-
tes –que no es del orden del tener sino del ser–, la memoria entra en juego
en su calidad de herramienta, lejos del aprendizaje repetitivo, se propone
como un instrumento para recoger las claves del texto que actúan como dis-
paradores del desarrollo narrativo. Una memoria que (al igual que la escucha
en la primera jornada) es activa, va en busca del texto y se apropia de él. Una
apropiación que puede ser reinterpretativa, en la medida en que es personal,
que retiene las claves más importantes de la secuencia de acontecimientos
y que puede ser enriquecida -si lo fuera necesario- con detalles surgidos de
su imaginación. Como resultado de estas prácticas, se fortalecen habilida-
des y competencias fundamentales para el aprendizaje; la narración tiene
como consecuencia una comprensión profunda del texto leído.
11
La narración y los cuentos maravillosos
“Ningún poeta habría dicho a su público algo tan poco cautivador como: ‘las
mentiras socavan la confianza’. En su lugar, preferiría contar la historia del
pastor bromista que se divertía alarmando a la gente de la aldea con sus
gritos ('¡Qué viene el lobo!’)”(Vallejo, 2019, pp. 101 y 102)
La adaptación de una obra literaria a la oralidad es un proceso complejo
que requiere conocimientos específicos que exceden los propósitos de esta
Jornada. Por eso, se propone tomar textos de la tradición oral, estos consti-
tuyen un legado de narradoras y narradores que los transmitieron oralmente
por generaciones. Mitos, leyendas, cuentos maravillosos, historias de píca-
ros, cuentos tradicionales del campo argentino; todos ellos responden a las
reglas que requiere la oralidad: abundan en repeticiones, poseen una estruc-
tura que permite que sean recordados y narrados con mayor facilidad, están
formalmente organizadas de manera diferente a un texto literario escrito,
se establecen otros códigos entre lector y texto, es decir que es diferente la
intencionalidad de la autora o el autor frente al quehacer del lector/oyente.
Según Prat Ferrer:
“La tradición oral se caracteriza por una expresión concisa y sencilla. Sobre
todo en el relato, al narrador no le gusta tener que memorizar un número
excesivo de palabras. Solo lo necesario es recordado; el resto es recreado y
se expresa en un lenguaje sencillo. La tradición oral se pone de manifiesto
en la importancia que nombres y verbos tienen en los mensajes; en ella, la
adjetivación es muy sencilla, y las estructuras sintácticas complejas, en es-
pecial las subordinantes, son desechadas. La tradición oral, por lo general,
conserva estructuras y funciones narrativas más que palabras. Los detalles
son irrelevantes si no son funcionales. Cuando un elemento o una palabra no
se comprende o no se recuerda, se cambia por otro; se produce una sustitu-
ción económica que busca los sonidos más parecidos para el lector. Los tex-
tos folclóricos prefieren nombrar a describir y dan pocos detalles, pero si es
necesario dar un detalle descriptivo, este aparece sin que deje lugar a dudas,
por medio de comparaciones hiperbólicas o marcando de manera parecida el
efecto que produce la cualidad descrita”. (Ferrer, 2013, p. 31)
12
Respecto a la organización de la estructura narrativa de los cuentos tradi-
cionales y sus personajes, se recomienda consultar las funciones de Pro-
pp2. Comprendiendo la estructura subyacente, será más fácil para las y los
estudiantes reconstruir la trama al momento de narrar.
En el caso de seleccionar textos escritos y de autores contemporáneos es
importante saber que si se repite un texto de memoria -utilizando cada pa-
labra del texto escrito- con los aditamentos de la expresión gestual, tonal e
incluso la utilización artística y personal de silencios, esta es una interpreta-
ción, así como un cantante interpreta una canción sin necesidad de leer la
partitura, el intérprete de un texto, a la manera de los antiguos juglares, es-
tará recitando una obra. Para que ese texto sea una narración indefectible-
mente deberá sufrir algún tipo de adaptación y ese procedimiento debe ser
realizado con conocimiento de las funciones dentro del universo ficcional.
La propuesta de narrar cuentos tradicionales no se justifica solo por tener
su origen en la oralidad. Es conocido el encanto que los cuentos maravillo-
sos tienen sobre las y los niños y pequeños, sin embargo, todas las perso-
nas sucumben ante su belleza y potencia narrativa. En palabras de Bruno
Bettelheim: “Como en todas las grandes artes, el significado más profundo de
este tipo de cuentos será distinto para cada persona, e incluso para la misma
2
Analizando la estructura de los cuentos tradicionales, el teórico ruso Vladimir Propp definió una serie de ele-
mentos recurrentes en ellos. Estos elementos son funciones de la trama de la narración y de los personajes
que se repiten con frecuencia en las historias.
1- El alejamiento. Un miembro del grupo se aleja. 2- La prohibición. Al héroe se le prohíbe algo. 3- La trans-
gresión. El héroe transgrede la prohibición. 4- El conocimiento. El héroe y su antagonista entran en contacto.
5- La información. El antagonista obtiene información sobre su víctima. 6- El engaño. El antagonista engaña
a su víctima. 7- La complicidad. La víctima, engañada, ayuda al antagonista. 8- El daño. El antagonista causa
daño a un miembro del grupo. 9- La mediación. Se pide u ordena al héroe partir para reparar el daño. 10- La
aceptación. El héroe toma la decisión de partir. 11- La partida. El héroe parte. 12- La prueba. El héroe es so-
metido a una prueba para obtener una ayuda. 13- La reacción. El héroe supera la prueba o no logra hacerlo.
14- El regalo. El héroe recibe la ayuda, un objeto mágico para su travesía. 15- El viaje. La búsqueda del héroe
lo conduce a otros lugares. 16- La lucha. El héroe y su antagonista se enfrentan. 17- La marca. El héroe es
marcado por el enfrentamiento. 18- La victoria. El héroe derrota a su antagonista. 19- La enmienda. Se repara
el daño. 20- El regreso. El héroe regresa a casa. 21- La persecución. El héroe es perseguido en su regreso.
22- La ayuda. El héroe recibe la ayuda de alguien. 23- El regreso como incógnito. El héroe regresa sin ser re-
conocido. 24- El fingimiento. Un falso héroe hace suyos los logros del real. 25- La tarea difícil. El héroe se en-
frenta a una tarea difícil. 26- El cumplimiento. El héroe cumple con la tarea. 27- El reconocimiento. El héroe es
reconocido. 28- El desenmascaramiento. El falso héroe es desenmascarado. 29- La transfiguración. El héroe
toma una nueva apariencia. 30- El castigo. El antagonista recibe su castigo. 31- La boda. El héroe se casa..
Fuente: Propp, Vladimir, Morfología del cuento, Akal, Madrid, 1998
13
persona en diferentes momentos de su vida”. (Bettelheim, 1976, p. 18). Vale
recordar que los cuentos tradicionales no surgen teniendo como destina-
tario exclusivo al público infantil, sino a toda la comunidad, en el momento
de descanso de las tareas diarias. Muchos, incluso, se contaban luego de
que las y los más pequeños ya estuvieran dormidos. Recurrir a los textos
narrativos de tradición oral, entonces, implica reconocer su importancia en
nuestra cultura, su potencia narrativa y su eficacia para vivenciar emociones
y tribulaciones atemporales y universales a través de sus personajes.
14
ORIENTACIONES PARA LA REALIZACIÓN
DE LA JORNADA
Nos prepararnos para las jornadas
15
El día de la jornada
El día de la Jornada debemos procurar que el ambiente sea acogedor para
las y los oyentes reunidos, que invite a la escucha y brinde confianza y se-
guridad a las y los narradores. Para ello es conveniente que el lugar donde
se realice esté destinado sólo para ese fin mientras suceda el encuentro y
prever, si fuera necesario, la provisión de un equipo de audio y micrófonos,
controlando su buen funcionamiento.
“El ambiente donde transcurre la jornada debe estar pensado para la narra-
ción. Es recomendable realizar una ronda donde quien narra pueda ver a las
y los oyentes. Se aconseja no ubicar al narrador delante de una puerta o ven-
tana, de esta forma se puede evitar que haya distracciones que rompan la
concentración de quienes escuchan, con la entrada o salida de personas por
detrás de este”. (DGCyE, 2024, p. 24).
16
Las y los estudiantes contarán a la comunidad el origen del relato que eligie-
ron para compartir: cómo llegaron hasta él, por qué lo eligieron entre otros y
qué los conmovió. En el caso de que los relatos seleccionados formen parte
de las colecciones presentes en la biblioteca, compartir este recorrido resul-
tará enriquecedor para que quienes hayan presenciado el encuentro puedan
ir en su búsqueda y revivir la narración, a la vez que tomar contacto con la
materialidad del libro.
17
Después de la jornada
18
sonas en torno a la lectura). Si es posible, deben superar los 1440 píxeles
y los videos ser grabados en calidad HD, razón por la que se recomienda
también que sean breves.
• Que la orientación de las fotos sea horizontal.
• Que los videos se envíen en crudo (sin música o efectos agregados)
para su posterior edición.
Las imágenes que incluyan personas menores de edad o adultas
reconocibles deben contar con la correspondiente autorización de uso
de imagen. Estas serán conservadas por la institución educativa.
19
ANEXO I
Actividades previas sugeridas
Índice de actividades
1. Objetos para inventar historias
2. ImproBlaBla
3. Oraciones encadenadas
4. Cartas que cuentan
5. Cadena de lectores
6. Abracadabra
7. “Me acuerdo…”
8. Una versión de la Biblioteca Humana
9. ¿Qué hubiera pasado si…?
10. De payadores a freestylers
11. Laboratorio de lecturas
12. Teatro leído
13. Improvisación a partir de roles
14. Las mismas palabras, diferentes voces
15. El mago
20
1. Objetos para inventar historias
Nivel sugerido: Primaria - Secundaria - Superior - Jóvenes, Adultos y
Adultos Mayores.
Desarrollo: La o el docente lleva una caja con objetos diversos, curiosos y
disímiles. Les pide a las y los estudiantes que elijan uno y cuenten una histo-
ria inventada de quién era su dueño, por qué era valioso y cuál fue el camino
que recorrió hasta llegar a la caja. Se sugiere, además, leer historias donde
la o el protagonista realice la misma operación narrativa, es decir, contar una
historia a partir de un objeto. Ejemplo El espejo africano de Liliana Bodoc.
Complejidad añadida: Las historias que se narren pueden ser recopiladas y
escritas en un cuaderno del grupo destinado a tal fin.
2. ImproBlaBla
3. Oraciones encadenadas
21
ción con la anterior, deberá continuar con las ideas (personajes, situaciones,
conflicto, etcétera) esbozadas antes para poder conformar la historia: se
trata de crear colectivamente una narración improvisada. Puede grabarse la
actividad para luego transformarla en una narración.
5. Cadena de lectores
22
Complejidad añadida: Una vez que la cadena de lectores esté en marcha, se
propone a las y los estudiantes un momento de encuentro que puede tener
lugar en la biblioteca o en el aula para que seleccionen cuáles de las histo-
rias compartidas son más adecuadas para la narración ante un auditorio.
6. Abracadabra
Existen otros cuentos a los que se podría adaptar la actividad, como “Doña
Clementina Queridita, la achicadora”, de la misma autora.
7. “Me acuerdo…”
Desarrollo: Por turnos, las y los participantes narran una anécdota personal.
Esta actividad propone transmitir la memoria emotiva que les despierta el
acontecimiento, a través de la implementación de estrategias expresivas y
narrativas.
23
Se puede pensar en una disposición espacial particular, como una ronda u
otra que la o el docente proponga para dar lugar a la voz y el relato de cada
participante.
Variante para Superior - Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores: las y los parti-
cipantes narran una anécdota relacionada con un acontecimiento relevante
para la localidad, la región o el país. Como condición para estructurar la
narración es necesario que cada participante precise la época, el lugar, las
o los protagonistas, el entorno y los detalles del acontecimiento. Recuperar
la memoria de qué estaba haciendo, qué impacto le produjo y, en el caso de
que haya intervenido, de qué manera lo hizo.
8. Biblioteca humana
24
Variante Biblioteca
Nivel sugerido: Primaria - Secundaria - Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores
- Superior.
Desarrollo:
La variante que proponemos parte del libro Fahrenheit 451, la clásica novela
de Ray Bradbury. En ella, los libros se queman porque la lectura fue prohibi-
da por ley, en consecuencia, algunos hombres y mujeres deciden salvar las
obras más relevantes, memorizándolas y convirtiéndose en libros vivientes.
25
10. De payadores a freestylers
Se propone a las y los estudiantes elegir entre todas y todos aquellos que
pueden ser narrados oralmente. Se realiza una primera narración oral y se
evalúa si son adecuados, las dificultades que presentan y cómo podrían ser
recibidos por la audiencia en una presentación posterior.
26
12. Teatro leído
27
variante puede ser manipulando la respiración de diferentes maneras, por
ejemplo: inspirando una vez y leyendo el mayor tiempo posible.
15. El mago
28
ANEXO II
Recomendaciones para la narración oral
La narración oral es un saber que necesita una formación y una preparación
especial que se desarrollan en distintos ejes que dialogan: el texto, su vincu-
lación con la narradora o el narrador y su corporalidad –la voz, intencionali-
dad gestual y corporal- que le imprime a la hora de hacerlo colectivo.
En este caso, la propuesta es que las y los docentes y bibliotecarios guíen
a las y los estudiantes en sus primeros pasos en la narración oral. Lo más
importante en este proceso será que las actividades preparatorias a realizar
estén en consonancia con el Nivel y la Modalidad Educativa, y su conoci-
miento del grupo concreto. El objetivo es que las y los estudiantes ganen
confianza alentando un ambiente lúdico y que favorezca la expresión.
En ese sentido, sería importante incluir dentro del equipo organizador a do-
centes de la institución que posean conocimientos de técnicas de expresión
corporal que puedan colaborar con sus saberes específicos: profesoras y
profesores de Educación Física, de Teatro, de Expresión corporal.
Es fundamental que la narración se desarrolle en un clima de cuidado y
respeto hacia quienes asumen el desafío. Cabe destacar que una o un es-
tudiante que es capaz de narrar un texto frente al grupo, por un momento,
rompe con la lógica de contención que éste le brinda para asumir el desafío
de guiar con su cuerpo, su voz, la aventura compartida de vivenciar una
historia, se convierte temporalmente en transmisora o transmisor cultural
frente a sus pares.
Se recomienda que para llevar adelante la narración se implementen técni-
cas de relajación, entre ellas fundamentalmente la práctica de la respiración
costo-diafragmática (inspirar lentamente por la nariz y luego espirar por la
boca utilizando el diafragma). Esta técnica favorece el fluir del aire, tan ne-
cesario para poder disponer cómodamente de la voz como un instrumento,
así como para brindar una sensación de bienestar y confianza a quien narra.
29
"Yo creo que hasta cierto punto es inevitable no ponerse nervioso antes
de narrar. Ya sea narrar frente un grupo desconocido, frente a tu familia,
o frente a tus amigos (...) Me acuerdo que las primeras veces narrando
me ponía super nervioso, me temblaban las manos, me temblaba la voz,
sentía que me olvidaba la historia... pero es oficio, y en el oficio uno va
mejorando, va mejorando, y después uno se siente más cómodo en ese
ámbito que es la narración".
(Jerónimo Santos, estudiante y narrador)
La entrevista completa se encuentra en el Anexo III. Recursos audiovisuales.
1. El cuento
La primera actividad que debe realizar un narrador es apropiarse del texto.
La elección es fundamental a la hora de contar. Debe ser una historia que
despierte en nosotros las ganas de contarla.
Se deberá reconocer muy bien la estructura del cuento. Para internalizarla
se deberá leerlo varias veces. Es recomendable hacer un esquema del cuen-
to que identifique apertura, sucesión de hechos, climas y cierre del cuento.
La memorización. No es necesario recordar palabra por palabra, si el cuento
no lo requiere. Solo en el caso de que tenga una estructura de repetición de
algunas palabras que juntas dan sentido al relato. Esto se da generalmente
en los cuentos tradicionales, de fórmula o en los que están escritos a la
manera de estos. Por ejemplo, todas y todos podemos reconocer la frase:
“Soplaré, soplaré y tu casa derribaré” y el cuento sin ella no tendría el mismo
efecto y sentido.
30
• ¿Cómo?: Escribieron cartas que lanzaron a las nubes…hicieron barrile-
tes con dibujos de gotas…
• ¿Qué pasó después?: la lluvia cayó generosa, abundante, haciendo ríos y
rutas para los barquitos de papel y regó los campos…
2. El silencio
Es parte del relato. No es necesario decirlo todo, ni llenarlo todo con pala-
bras, hay que dejar espacio para el recogimiento, para el suspenso, para el
accionar de la mirada/de las miradas.
3. El cuerpo
31
quien narra parece ver al contar. Por ejemplo, acompañar la direccionali-
dad de un personaje que entra o sale en la espacialidad del relato.
4. El público
Es importante leer lo que sucede alrededor. Se mide el grado de implica-
ción con la escucha, en consecuencia habrá que ir flexibilizando el texto
de acuerdo a ello. La complicidad con el auditorio requiere que la narración
transcurra en esa construcción compartida, en ocasiones se puede sumar
la participación activa alternando con frases que el auditorio complete o
repita si el cuento lo permite.
32
ANEXO III
Recursos audiovisuales
Los recursos audiovisuales pueden encontrarse en: Jornada Habitar 2024.
Recursos audiovisuales
Allí se encuentran videos con entrevistas a narradoras y narradores, a capa-
citadores en narración y a estudiantes narradores.
33
ANEXO IV
Itinerarios de lecturas posibles
En estos enlaces encontrarán posibles textos e itinerarios de lecturas para
facilitar la selección. De todas maneras, el primer y mejor lugar para iniciar la
búsqueda será la propia biblioteca institucional o, en caso de no contar con
ella, la biblioteca pública o comunitaria más cercana.
En la página Continuemos estudiando, aparecen itinerarios propuestos por
cada nivel y modalidad en https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/
En el sitio del Plan Provincial de Lecturas y Escrituras en la sección Recur-
sos, accederán a materiales para las lecturas: https://continuemosestudian-
do.abc.gob.ar/tag/cuentos-poemas-y-mas/
A su vez, en el siguiente enlace, podrán encontrar un documento que enume-
ra las colecciones entregadas a las escuelas por los diferentes Programas y
Planes de Lectura nacionales y provinciales: https://abc.gob.ar/secretarias/
sites/default/files/2024-05/Desarrollo%20y%20gestio%CC%81n%20de%20
colecciones%20en%20las%20bibliotecas%20de%20instituciones%20edu-
cativas.pdf
Inicial y Primaria
En la página Continuemos estudiando, se hallan disponibles cuentos que
pueden ser leídos por las y los estudiantes. https://continuemosestudian-
do.abc.gob.ar/contenido/?_tipos_de_contenido=recursos&_niveles=prima-
ria&_formatos=cuento
Entre ellos, podrían seleccionarse aquellos que pertenecen a la tradición
oral: Cuentos de tramposos, Ricitos de oro, Aladino y la lámpara maravillo-
sa, Caperucita Roja, El hombrecito de jengibre, Hansel y Gretel, El gato con
botas, La bella durmiente, La Cenicienta. La versión podrá ser seleccionada
de acuerdo a la edad del auditorio, es interesante que las y los estudiantes
comparen diferentes versiones, de manera de comprender más profunda-
mente cada cuento.
34
También pueden seleccionarse algunos relatos de:
Cuentos y leyendas de la Argentina de Berta Vidal de Battini:
https://www.cervantesvirtual.com/obra/cuentos-y-leyendas-popula-
res-de-la-argentina-tomo-i--0/
Antología Literaria Leer x Leer:
https://www.educ.ar/recursos/157987/leer-x-leer
Secundaria y Superior
Por otra parte, en el catálogo de la colección Identidades Bonaerenses (CAR-
TOGRAFÍAS; p:157) podrán acceder a recomendaciones de itinerarios para
Nivel Secundario y Nivel Superior. En particular, para esta jornada, propone-
mos dos:
Narrativa de tradición oral:
De boca en boca. Buenos Aires, de Graciela Falbo
Leyendas mapuches contadas para niños, de Diego Remussi.
Mapuches. Huellas en la tierra, de Nahuel Sugobono.
Teatro
Rectángulo de San Andrés, de Mauricio Kartún.
Made in Lanús, de Nelly Fernández Tiscornia.
La patria al hombro, una compilación de Adriana Tursi.
35
Sugerencia de itinerario con leyendas urbanas y cuentos de terror
La leyenda urbana como subgénero narrativo comparte rasgos con los
cuentos de tradición oral. De esta manera, se trata de un tipo de relato que
habilita las narraciones orales. Estas pueden ser recopiladas por las y los
estudiantes en la comunidad educativa, para luego compartirlas en el aula y
la biblioteca. Un ejemplo posible es el cuento “El hombre gato” presente en
De boca en boca. Buenos Aires. En el libro Villa Celina de Juan Diego Incar-
dona, en la misma colección, el autor además cuenta un relato sobre cómo
vivieron en el barrio los acontecimientos relacionados con este personaje
del folclore urbano.
Asimismo, de acuerdo al nivel lector del público es posible utilizar los cuen-
tos de la Antología Buenos Aires Fantástica, con la ventaja de poder selec-
cionar un cuento de la zona incrementando el interés de las y los oyentes.
https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/contenido/buenos-aires-fan-
tastica/
Otros textos de tradición oral que pueden utilizarse en Secundaria y Superior
pueden ser los cuentos del campo, por ejemplo:
Los cuentos del viejo Varela, de Wimpi; http://www.autoresdeluruguay.uy/bi-
blioteca/Wimpi/lib/exe/fetch.php?media=fogon_viejo_varela.pdf
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BIBLIOGRAFÍA
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