Apuntes Barroco
Apuntes Barroco
Apuntes Barroco
1.3.1. El conceptismo
Es una tendencia estilística del Barroco que se basa en la idea de concepto, formulada por Baltasar
Gracián. Un concepto es una asociación sorprendente y concisa entre dos palabras o ideas, un juego de ideas
ingenioso y agudo que permite un conocimiento renovado de algún aspecto de la realidad. Los autores con -
ceptistas tienden a un lenguaje conciso, lleno de contenido. Los recursos más utilizados son la antítesis, la
paradoja, la condensación conceptual, las hipérboles, los equívocos y disemias, la combinación de diversas
acepciones de un mismo vocablo, etc. Los escritores conceptistas más notables son Francisco de Quevedo y
Baltasar Gracián.
1.3.2.El culteranismo
Si los escritores conceptistas exprimen las posibilidades de la lengua partiendo de los significados de
las palabras, el culteranismo considera, ante todo, la belleza formal. Frente a la concentración conceptista,
sobresale en los culteranos la ornamentación exuberante. Aunque los temas puedan ser triviales, se utiliza
un estilo esplendoroso que desea llamar la atención sobre el lenguaje mismo. Para ello se emplean numero -
sos recursos: metáforas audaces (así, el pájaro será “flor de pluma” o “ramillete con alas” y el arroyo “cule -
bra que entre flores se desata”), sinécdoques y metonimias, perífrasis, hipérboles, imágenes brillantes, voces
sonoras, procedimientos que buscan la musicalidad del verso (aliteraciones, paronomasias, palabras esdrúju-
las…). La sintaxis se complica con giros procedentes del latín, con violentos hipérbatos, con exagerados
encabalgamientos. El vocabulario es original: incorpora numerosos cultismos léxicos de procedencia latina
(“émulo, náutico, cándido, cerúleo…”) y selecciona los términos por su colorido y suntuosidad (oro, rubíes,
perlas…) Se crea, así, una peculiar lengua poética, característica de Luis de Góngora y sus continuadores.
2. LA POESÍA EN EL BARROCO
2.1.Temas de la poesía barroca
La poesía barroca refleja la conciencia de crisis, el pesimismo y el desengaño característicos de esta
etapa cultural.. Se llevan al extremo los temas renacentistas:
a) El amor es visto como pasión intensa, se resalta su fuerza y adquiere un sentido trascendente, es
decir, se aprecia que perviva más allá de la muerte.
b) La belleza de la mujer amada se aleja de la armonía renacentista y supera a la propia naturaleza.
Vinculada con el tópico del Carpe diem, se destaca el efecto demoledor del paso del tiempo.
c) La naturaleza del Renacimiento se transforma en naturaleza sensual, llena de colores y sonidos.
d) La mitología continúa siendo un punto de referencia y génesis de asuntos que son tratados a veces
con tono noble y solemne y otras con efectos paródicos y burlescos.
Pero hay dos temas típicamente barrocos que se hacen presentes en las diferentes variedades poéticas
de la época: el desengaño y la obsesión por el tiempo y la muerte.
a) El desengaño: el mundo se contempla como un teatro donde todo es apariencia; tomar conciencia
de ello lleva al desengaño. Este desengaño da lugar a una visión pesimista de la vida humana y traslada la
esperanza de felicidad a la vida ultraterrena. La crisis despierta el interés por temas morales y filosóficos: la
vanidad de las cosas, el engaño de las apariencias, el sueño como símbolo de vida y muerte, etc.
b) La muerte: la vida se considera un presente inestable y fugaz, y la muerte acompaña al hombre
siempre en su existencia. Esta idea hace aparecer en la literatura tópicos relacionados con el paso del tiempo
como tempus fugit (‘el tiempo huye’), carpe diem (‘aprovecha el momento’), ubi sunt? (‘¿dónde están? o
memento mori (‘recuerda que has de morir’).
Lope de Vega debe su fama al teatro, pero además fue un destacado prosista y un excelente poeta.
Además de la poesía de tipo dramático, contenida en su teatro, es muy celebrada tanto su poesía lírica como
su poesía épica
, Lope siempre mantuvo la admiración por el virtuosismo culterano. Por eso, en su obra conviven los
más variados estilos. Aunque su poética parte del principio de la claridad absoluta, no renuncia en absolu-
to ni al juego conceptual ni al adorno formal. De ahí la presencia en sus poemas de paradojas, juegos de pala-
bras, correlaciones, antítesis, sutilezas conceptuales, etc. Sin embargo, son, al tiempo, justamente famosas
sus composiciones líricas de tono popular, en las que imita los procedimientos propios de la poesía tradicio -
nal: metros cortos, paralelismo, repeticiones, estribillos, adjetivación colorista, sencillez léxica, etcétera.
Con estos dos grandes poemas lleva Góngora a su culminación el estilo culterano. En ellos, las difi-
cultades se acumulan de tal forma que sólo resultan comprensibles para un lector extremadamente culto. Son
concebidos como un reto a la inteligencia. Por eso, concitaron desde el primer momento la adhesión o el
rechazo absolutos.
La Fábula de Polifemo y Galatea consta de 504 versos en octavas reales y desarrolla el mito clásico
del cíclope Polifemo enamorado de la ninfa Galatea.
Góngora compone las Soledades inmediatamente después del Polifemo. Está compuesto de unos dos
mil versos agrupados en silvas. Esta forma métrica le permite al poeta, con sus largos periodos, mayor liber-
tad sintáctica y, dada la tendencia gongorina en estos poemas culteranos, ello tiene como fruto una lengua
complicadísima en la que la poética cultista llega al límite. Curiosamente, el tema es muy sencillo: el canto
de la vida natural, el desdén de las ambiciones cortesanas. Con un tenue hilo argumental, las Soledades son
tan solo una sucesión de escenas pastoriles y rurales, siempre en el entorno de una Naturaleza literariamente
estilizada.
2.3.3. Lenguaje
Su ambigüedad y multiplicidad de significados, que lo alejan de la lengua natural.
Tendencia constante a la expresión metafórica.
Góngora emplea multitud de cultismos léxicos y semánticos (reincorpora a palabras usuales significa-
dos relacionados con su etimología griega o latina), además de neologismos derivados del latín o el
italiano.
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Sintaxis compleja. Partiendo del modelo latino, el autor utiliza oraciones largas, hipérbatos, encabalga -
mientos y acusativos griegos1, es decir, sustantivos que complementan a un ajdejtivo pero sin concertar
con él sino con el sujeto de la oración.
Frecuentes alusiones mitológicas.
Estilo sensorial. El autor busca ante todo la sonoridad y la brillantez formal.
2.4.1. Temas
a) El amor. Petrarquismo y neoplatonismo, aunque muchas veces el ideal amoroso se ve enturbia-
do por la presencia destructora de la muerte. Al lado de esta poesía amorosa sublime, cuya voz
lírica suele ser la del propio poeta, son frecuentes también las composiciones en las que aborda
el amor en clave satírica, irónica, paródica, cómica o abiertamente erótica. Muy frecuentemente,
el sujeto enamorado no es entonces el propio poeta.
1
Acusativo griego. se aplica cuando las palabras modificantes concuerdan no con las palabras que modifican sino con el sujeto
principal de la proposición, reemplazando así una preposición: Ejemplo: “Por quien los alemanes / el fiero cuello atados/ y los fran -
ceses, van domesticados…”(Garcilaso). Hay que leer “…los alemanes atados por el fiero cuello”. Otro ejemplo de Góngora: “y calza -
da plumas, / tantas flores pisó como él espumas” (con vestido de viento y calzado de plumas).
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fía, astronomía y música. En 1680 compuso el Arco triunfal de Neptuno, alegoría de los virreyes amigos; con
ello alcanzó fama y dinero para sus proyectos.
Hombres necios que acusáis él mismo empaña el espejo Dan vuestras amantes penas
a la mujer sin razón y siente que no esté claro? a sus libertades alas,
sin ver que sois la ocasión y después de hacerlas malas
de lo mismo que culpáis: Con el favor y el desdén las queréis hallar muy buenas.
tenéis condición igual,
si con ansia sin igual quejándoos, si os tratan mal, ¿Cuál mayor culpa ha tenido
solicitáis su desdén burlándoos, si os quieren bien. en una pasión errada:
¿por qué queréis que obren bien la que cae de rogada,
si las incitáis al mal? Opinión, ninguna gana; o el que ruega de caído?
pues la que más se recata,
Combatís su resistencia si no os admite, es ingrata, ¿O cuál es más de culpar,
y luego, con gravedad, y si os admite, es liviana. aunque cualquiera mal haga:
decís que fue liviandad la que peca por la paga,
lo que hizo la diligencia. Siempre tan necios andáis o el que paga por pecar?
que, con desigual nivel,
Parecer quiere el denuedo a una culpáis por crüel Pues ¿para qué os espantáis
de vuestro parecer loco y otra por fácil culpáis. de la culpa que tenéis?
al niño que pone el coco Queredlas cual las hacéis
y luego le tiene miedo. ¿Pues cómo ha de estar tem- o hacedlas cual las buscáis.
plada
Queréis, con presunción necia, la que vuestro amor pretende Dejad de solicitar,
hallar a la que buscáis, si la que es ingrata, ofende, y después, con más razón,
para pretendida, Thais, y la que es fácil, enfada? acusaréis la afición
y en la posesión, Lucrecia. de la que os fuere a rogar.
Mas, entre el enfado y pena
¿Qué humor puede ser más raro que vuestro gusto refiere, Bien con muchas armas fundo
que el que, falto de consejo, bien haya la que no os quiere que lidia vuestra arrogancia,
y quejáos en hora buena.
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GÓNGORA
SONETO CIII
Pagará el hospedaje con la vida; ¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Más le valiera errar en la montaña, Que en vaso de cristal quitas la vida!
Que morir de la suerte que yo muero. ¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!
LOPE DE VEGA
II
Cerrar podrá mis ojos la postrera I
sombra, que me llevaré el blanco día; Un soneto me manda hacer Violante
y podrá desatar esta alma mía que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
hora, a su afán ansioso linsojera; catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía; Yo pensé que no hallara consonante,
nadar sabe mi llama la agua fría, y estoy a la mitad de otro cuarteto;
y perder el respeto a ley severa: mas si me veo en el primer terceto,
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido, no hay cosa en los cuartetos que me espante.
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido, Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
su cuerpo dejarán, no su cuidado; pues fin con este verso le voy dando.
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado. Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
III contad si son catorce, y está hecho.
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado. II
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
Es un descuido que nos da cuidado, áspero, tierno, liberal, esquivo,
un cobarde con nombre de valiente, alentado, mortal, difunto, vivo,
un andar solitario entre la gente, leal, traidor, cobarde y animoso;
un amar solamente ser amado.
no hallar fuera del bien centro y reposo,
Es una libertad encarcelada, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
que dura hasta el postrero paroxismo; enojado, valiente, fugitivo,
enfermedad que crece si es curada. satisfecho, ofendido, receloso;
Este es el niño Amor, este es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada huir el rostro al claro desengaño,
el que en todo es contrario de sí mismo! beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
IV
creer que un cielo en un infierno cabe,
Yo te untaré mis obras con tocino dar la vida y el alma a un desengaño;
porque no me las muerdas, Gongorilla, esto es amor, quien lo probó lo sabe
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;
La vida del Buscón llamado don Pablos. Con El Buscón, Quevedo probó suerte con el género de la
novela picaresca. Parte en su creación del Lazarillo y del Guzmán, pero modifica a su antojo los patrones
genéricos de sus modelos y acaba escribiendo un texto muy original.
Pablos, el protagonista, cuenta episodios de su vida, pero no explica un caso ni aclara la curiosidad de
nadie. Por ello, estructuralmente los sucesos narrados no van unidos entre sí con la finalidad de explicar algo,
sino que son una serie de escenas o cuadros en los que Quevedo despliega toda su maestría de escritor. En
este sentido, la obra es un retroceso en el camino hacia la novela realista: no hay estructura orgánica que
justifique funcionalmente la presencia de los diversos episodios de la obra.
.
La finalidad de la obra es primordialmente estética. Se trata de atraer en todo momento la atención hacia
el lenguaje, de revelar en lo posible la máxima agudeza. No obstante, es bastante verosímil que Quevedo esté
satirizando con el Buscón el anhelo de ascenso social y el deseo de ser noble tan frecuente entre los españo -
les de la época.
Pablos, hijo de un ladrón y de una bruja, confiesa este deseo desde el arranque mismo de la novela, pero
sus pretensiones resultan infructuosas. Cuando Pablos intenta justificarse, el autor pone en su boca palabras
que muestran su bajeza y falsedad o es ridiculizado por un noble. Así el protagonista es siempre castigado
cuando trata de hacerse rico o de pasar por noble. Quevedo refleja en esta obra su abierta oposición a la mo-
vilidad social y, en consecuencia, la defensa de la rígida sociedad estamental en la que cada uno debe perma -
necer dentro de los límites de su condición social de origen. La novela incluye también una crítica contra los
conversos, ya que se insiste en la condición de cristiano nuevo de Pablos.
María de Zayas y Sotomayor es una de las principales representantes de la evolución de la novela corta,
dentro de la variedad de la novela cortesana, a la que aportó la originalidad del punto de vista femenino.
En todas las novelas de María de Zayas se puede apreciar la influencia cervantina, así como los ecos de
la narrativa pastoril y bizantina, como el refinamiento de los escenarios y cierta dosis de idealismo. Además,
es característica de estas obras la introducción de fragmentos en verso.
Los temas principales de sus historias son el amor apasionado y firme, la deshonra y la venganza que
esta desencadena, los celos y el sometimiento de la mujer y la violencia que se ejerce sobre ella, así como la
búsqueda de independencia y libertad por parte de las mujeres.
La autora rechaza la superioridad del hombre y denuncia la marginación y subordinación de la mujer, a
quien se le vedaba la educación y la cultura. Cuestiona, además, el sistema patriarcal, que imponía el matri-
monio como único destino de la mujer en general y como solución en caso de violación.
FRAGMENTOS. EL BUSCÓN.
"-Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen
tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (llo -
raba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían
que donde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia. En
mi mocedad siempre andaba por las iglesias, y no de puro buen cristiano. Muchas veces me hubieran llorado
en el asno si hubiera cantado en el potro. Nunca confesé sino cuando lo mandaba la Santa Madre Iglesia.
Preso estuve por pedigüeño en caminos y a pique de que me esteraran el tragar y de acabar todos mis nego -
cios con diez y seis maravedís: diez de soga y seis de cáñamo. Mas de todo me ha sacado el punto en boca, el
chitón y los nones. Y con esto y mi oficio, he sustentado a tu madre lo más honradamente que he podido.
-¿Cómo a mí sustentado? -dijo ella con grande cólera. Yo os he sustentado a vos, y sacádoos de las cárceles
con industria y mantenídoos en ellas con dinero. Si no confesábades, ¿era por vuestro ánimo o por las bebi -
das que yo os daba? ¡Gracias a mis botes! Y si no temiera que me habían de oír en la calle, yo dijera lo de
cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado."
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El auto sacramental es una obra en un acto, con personajes alegóricos, que desarrolla un tema religioso
con intención didáctica y que concluye con la exaltación de la Eucaristía. Tenía su origen en el teatro religio-
so medieval y su precedente inmediato en las farsas y otras piezas sacramentales y alegóricas del siglo XVI.
Se representaban en plazas públicas con ocasión de la fiesta del Corpus, la asistencia era libre y el
montaje estaba costeado por los ayuntamientos
Los autos sacramentales tenían una gran importancia para toda la organización teatral de la época, porque
proporcionaban un gran prestigio a las compañías elegidas cada año para su representación.
Mezcla de lo trágico con lo cómico: frente a la idea clásica de separar tragedia y comedia, las obras pue -
den mezclar elementos cómicos y trágicos para mayor satisfacción del auditorio.
Ruptura de la regla clásica de las tres unidades (lugar, tiempo y acción): proporciona mayor variedad
y espectacularidad:
o La unidad de lugar exigía que toda la obra se desarrollara en un mismo lugar o lugares próximos,
pero en las comedias españolas es frecuente que los hechos sucedan en lugares muy variados.
o La unidad de tiempo prescribía que el argumento dramático transcurriera como máximo durante un
día, prescripción que no cumplen las comedias barrocas.
o La unidad de acción establecía que los sucesos dramatizados estuvieran todos relacionados con un
caso central y único, lo que frecuentemente se incumple en las comedias del XVII, en las que se
desarrolla una acción principal, cuyos protagonistas son el galán y la dama, y una secundaria, prota -
gonizada por los criados, aunque el carácter de esta segunda acción depende muchas veces del tema
de la comedia.
Personajes de la Comedia Nueva: los personajes que aparecen en las obras se repiten constantemente de
modo que los espectadores los reconocen de inmediato y los autores los crean con facilidad. Son persona-
jes que carecen de complejidad psicológica y que se comportan como meros personajes-tipo cuyas actitu -
des y reacciones son fácilmente previsibles. Desempeñan funciones fijas y se caracterizan por rasgos per-
manentes (idealización del galán y la dama, lealtad de los criados, respeto y honor en el padre, justicia en
el monarca, etc.):
o El galán es siempre un hombre joven, guapo y valiente.
o La dama es hermosa, enamoradiza e inteligente.
o El poderoso que soluciona fácilmente el conflicto.
o Antagonista: suele ser un hombre joven que se opone al galán.
o Criada: confidente de la dama.
o Criado: confidente del galán. Desempeña la función del gracioso.
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En las comedias de Lope y en las de sus seguidores a veces hay muchos personajes aunque tengan míni -
mas funciones para producir una sensación de espectacularidad. Posteriormente, Calderón y sus seguido-
res reducirán el número de personajes, dándole más funciones a cada uno.
El gracioso o figura del donaire: además de ser un personaje que permite dialogar al protagonista y
expresar sus inquietudes sirve para crear momentos cómicos que rebajen la tensión dramática acumulada
en la obra.
El lenguaje de las comedias: se rehúye la expresión culterana y no se abusa de las alusiones bíblicas,
mitológicas o literarias para hacerse comprensible por un público popular. La renovación de la comedia
con Calderón tenderá a un lenguaje más complejo.
El decoro expresivo o poético: se pretende que la lengua se ajuste a la situación y a la condición de los
personajes, de modo que estos hablen conforme a su rango social y ello pueda distinguir, por ejemplo, al
rey del gracioso.
Polimetría y variedad de estrofas: todas las comedias son en verso, como corresponde a la transmisión
oral porque facilita su memorización. Se propone que la métrica se adecue a las situaciones y los asuntos
variando los metros de acuerdo con el pasaje, situación y personaje
Los actores: su papel es, evidentemente, fundamental. Las acotaciones de los textos teatrales les ofrecen
tres tipos de indicaciones:
o Acotaciones gestuales, que tienen como objeto que el actor dé con su cuerpo expresión externa
de un estado físico o anímico (emociones, sentimientos o pasiones).
o Acotaciones que indican el movimiento o posición del actor sobre el tablado.
o Acotaciones relativas a la voz, que especifican entonación, timbre, fuerza y elevación de la enun-
ciación dramática.
4.7. Temas
Los temas de las comedias barrocas son variadísimos:
tipificados, con especial atención a la figura del gracioso, reducción a tres actos o jornadas, lenguaje natural,
decoro poético, polimetría y variedad de estrofas…
Destaca especialmente en las comedias de Lope la inclusión de elementos de carácter lírico (cancio-
nes, villancicos, romances…) procedentes de la poesía tradicional. Los elementos de tipo tradicional o po -
pular se encuentran mezclados con otros creados por el propio Lope, por lo que a veces es difícil determinar
qué pertenece a la tradición y qué es original del autor.
Estas canciones cumplen un papel decisivo tanto desde el punto de vista dramático-argumental como
desde el escénico, y son en muchas ocasiones la base estructural y argumental en que la obra está apoyada.
Así pueden servir para crear un clímax cómico, como la canción que se repite en Las paces de los reyes y
judía de Toledo, o un clímax trágico, como ocurre con la canción que anuncia el destino del protagonista en
El caballero de Olmedo.
Esta importancia de la canción tradicional hay que entenderla dentro de un mundo que revaloriza lo
popular por lo que tiene de intemporal, de reivindicación de un mundo feliz anterior a las perturbaciones y
porque defiende el campo y la tierra como lugar incontaminado: se trata de una defensa de la sociedad nobi -
liaria, basada en la propiedad rural, en la que cada uno ocupa su lugar preestablecido sin cuestionarlo.
En cuanto al lenguaje de las comedias de Lope, se ajusta al gusto variado del público de los corrales,
pero cumple con el precepto que postula el propio Lope para la comedia nueva de adecuarse a las situaciones
y personajes. Pese a que polemizó con Góngora en defensa de una lengua natural, clara y sencilla, no deja de
haber en sus obras cierta complejidad lingüística.
4.9.2.1. Etapas
En la producción teatral de Calderón suelen distinguirse dos etapas:
Dramas, de corte realista, próximos a la comedia nueva de Lope de Vega.
A partir de la composición de La vida es sueño, tiende hacia un drama de tipo filosófico, de
construcción más elaborada en el que son característicos los elementos simbólicos.
Tiende a respetar la unidad de acción: respetando el trazado de los argumentos y evitando la acumu-
lación de accidentes y de intrigas secundarias.
Limita el número de personajes y prefiere destacar uno sobre todos los demás para convertirlo en el
eje sobre el que gira la acción de las obras y en torno al que se organizan los demás personajes.
Los protagonistas suelen tener un carácter intelectual y reflexivo: exponen sus ideas a través de lar-
gos parlamentos, aunque siempre trata de equilibrar en sus obras los monólogos y los diálogos. Son
personajes que se ven sometidos a una norma moral que los obliga a comportarse de una forma determi-
nada. No obstante, pueden utilizar su libertad y no respetar esa libertad moral. En esos casos funciona
en los textos calderonianos una justicia poética que da a cada personaje su merecido.
El lenguaje de Calderón es mucho más artificioso que el de Lope y se advierte el uso tanto de recursos
conceptistas como culteranos, aunque con cierta preferencia por la lengua gongorina. Esto tiene que ver,
claro está, con el tipo de público (cortesano y culto) al que va dirigido su teatro.
El carácter cortesano de las obras de Calderón explica la riqueza decorativa, la aparatosa escenografía,
la música, la alternancia de textos recitados y cantados, la mayor elaboración estilística, etc
Calderón incluye, como Lope, fragmentos líricos, pero estas canciones surgen de la acción y las accio-
nes y no se pueden extraer del contexto como con Lope.
Destaca especialmente en Calderón el uso del símbolo y la alegoría como medios para transmitir deter-
minados contenidos y para plantear problemas universales de la existencia humana.
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Los temas de las comedias de Calderón son los mismos de toda la comedia barroca: la historia y las
leyendas nacionales y extranjeras; los motivos religiosos; la mitología; los conflictos de honra, amor y celos.
Destaca en Calderón el proceso de reflexión intelectual al que somete toda una serie de temas y mo-
tivos que en su momento se habían convertido en tópicos. A través de esos argumentos convencionales, es
capaz de plantear problemas que atañen a la existencia humana.
El teatro de Calderón muestra un momento histórico en que se atisba ya el enfrentamiento que se
producirá en el siglo XVIII entre razón y fe. En numerosos personajes calderonianos coexisten la fe y el
espíritu crítico, la credulidad y el escepticismo, y es que es característico del teatro de Calderón el enfrenta-
miento entre contrarios: el determinismo y el libre albedrío, la fe y la incredulidad, el caos del mundo y la
providencia divina, la vida concebida como esperanza y la existencia representada como castigo.
Muchos personajes calderonianos son individuos arrojados a un mundo inexplicable, ansiosos de
interpretarlo por medios racionales y sometidos a un destino ante el que, impotentes, intentan rebelarse. Cal-
derón niega la posibilidad de explicar el mundo por la razón y considera que sólo puede justificarse acudien -
do a un ser superior, Dios, que así lo ha dispuesto todo.
La explicación religiosa del mundo no impide que algunos personajes tengan un destino trágico,
consecuencia entre el enfrentamiento entre su libertad y su destino. En los textos de Calderón convive la
tragedia clásica griega con la doctrina católica de la libertad, dando lugar a un característico drama trágico
católico. De ahí que el vehículo idóneo de la expresión de estos temas sea el auto sacramental. En esa fu-
sión de liturgia y fiesta que son los autos, es patente la maestría de Calderón para comunicar las enseñanzas
religiosas que habitualmente suelen transmitir esas formas teatrales.
Sin embargo, no puede ignorarse que en las obras de Calderón se entrecruzan y complementan el
sentido trágico y la comicidad irónica. Los elementos cómicos no sólo aparecen en los entremeses, las
comedias y las obras menores, incluso en las tragedias pueden encontrarse momentos y situaciones que sir -
ven de contrapunto a los temas serios que se exponen. Tiene especial importancia en este sentido la figura
del gracioso que va a aligerar el efecto de los personajes serios y honorables y sus parlamentos trascenden-
tes.
No obstante, los rasgos ideológicos de Calderón pueden detectarse indistintamente a lo largo de
toda su obra.
Nos han llegado pocas obras dramáticas de autoría femenina. La mayor parte son comedias y revelan
una voluntad por parte de sus autoras de convertirlas en vehículos de expresión de sus opiniones sobre deter -
minados temas que afectaban a la mujer, contestándolos o reinterpretándolos desde su propia óptica. La cas -
tidad, el honor, el amor, el matrimonio y la amistad entre mujeres son temas centrales en estas obras.
De entre todas las autoras de la época solo destacaremos la figura de Ana Caro Mallén de Soto, aun -
que recordamos que hubo otras autoras como Leonor de la Cueva. La única pieza dramática de esta autora
conocida es La firmeza en la ausencia, de la que se conserva el original autógrafo en la Biblioteca Nacional
de España, aunque parece que no llegó a subirla nunca a los escenarios. Si se representó, debió ser en alguna
casa particular de Madrid. Es una comedia palatina que se desarrolla en la corte del rey Filiberto de Nápoles,
centrada en la capacidad de la protagonista de permanecer fiel a su amado cuando este se ausenta, pese a ser
asediada por el mismo rey. La autora defiende la firmeza en el amor de las mujeres y hace una relación de
mujeres ejemplares de la historia que así lo demuestran.
Además de estas dos autoras, destacan María de Zayas con La traición en la amistad, sor Juana Inés
de la Cruz con Los empeños de una casa y Amor es más laberinto o Feliciana Enríquez de Guzmán con su
Tragicomedia de los Jardines y los Campos Sabeos.
Es una de las dramaturgas más importantes del Siglo de Oro. Fue citada y elogiada por escritores y
escritoras del siglo XVII, quienes la llamaron, de forma tópica: la “décima musa”. Poseía una extraordinaria
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cultura, que se comprueba en las referencias mitológicas e históricas y su dominio de los clásicos, presentes
en sus obras. Se relacionó con diversos grupos literarios y poéticos de Madrid y Sevilla y se considera una de
las primeras escritoras profesionales, ya que cobró por algunas de sus relaciones poéticas y sus obras de tea-
tro.
De toda la producción literaria de la autora, solamente han llegado a nosotros dos comedias, una loa,
un coloquio sacramental, cuatro relaciones y cinco poemas sueltos.
1. Fuenteovejuna.
Fuenteovejuna es un pueblo pequeño que está bajo la jurisdicción del Comendador, Fernán Gó-
mez de Guzmán. Éste es un tirano que no sólo no respeta la ley sino que además abusa de su
estatus y poder, traicionando los principios feudales de protección a los villanos.
Laurencia y Frondoso, dos jóvenes de la villa están enamorados y deciden casarse, pero Fernán Gómez ya la
tenía como próximo objetivo y manda traer a la joven para convencerla o violarla. Frondoso se arma de valor
y la salva humillando al Condestable que promete venganza. La venganza llega el día de la boda de Lauren-
cia y Frondoso, mandando apresar al joven y llevando al Laurencia a palacio.
Ante este suceso y debido al cansancio de todo el pueblo ante la tiranía y crueldad del Condestable,
el pueblo estalla y deciden ir a por Fernán Gómez y asesinarlo. El pueblo armado con piedras, chuzos, ha-
chas y venciendo al temor que produce la guardia del Condestable y el poder de éste, entran en la casa para
salir con la cabeza del Fernán Gómez. Con el Condestable muerto, todo el pueblo pactan no decir quién ha
sido el brazo ejector, simplemente ha sido Fuenteovejuna.
ACTO III. A
ACTO III. B
En el acto III, el pueblo reacciona por fin matando al comendador. Al enterarse de lo ocurrido, los
reyes envían un juez para aclarar el caso y castigar a los culpables, pero a pesar del uso de la tortura no logra
encontrar a ningún responsable individual:
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En el pueblo toledano de Ocaña, el joven labrador Peribáñez se acaba de casar con Casilda. Durante
los festejos de la boda, han sacado unos novillos ensogados, el Comendador que pasaba por allí ha sido derri-
bado por un toro y lo traen desmayado en brazos. Una vez repuesto, se enamora súbita y violentamente de
Casilda. Peribáñez tiene que viajar a Toledo y, aprovechando que Casilda está sola, el Comendador entra en
casa de ésta. Casilda despierta a los segadores y el Comendador, encolerizado, huye. El Comendador, por
orden del rey, pide voluntarios para formar dos compañías, una de hidalgos y otra de labradores, que acudan
a combatir a los moros. Decide nombrar capitán de una de las compañías a Peribáñez para alejarlo de Ocaña.
La compañía labradora se marcha. El Comendador planea entrar en casa de Casilda. Peribáñez, sospechando
la trampa, regresa y se esconde, sin que Casilda lo advierta, en la habitación vecina. El Comendador, ayuda-
do por
la
prima
de
Casil-
da,
Inés,
llega a
pre-
sencia
de
Casil-
da:
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Muere y Peribáñez mata también a Inés y a Luján. Después, marcha con Casilda a Toledo, donde
está el rey, el cual se encoleriza cuando el Condestable le informa de que el Comendador de Ocaña ha sido
muerto por un villano, y ofrece mil escudos a quien entregue al matador. Peribáñez se presenta ante los reyes
con su mujer:
La vida es sueño es una de las obras cumbre de Calderón de la Barca. Su mensaje es característico
del Barroco: los bienes terrenales son vanos y hay que despreciarlos para aspirar a la eternidad. Transforma
la alegría del Carpe diem! del Renacimiento en una meditación sobre la muerte. El tema de La vida es sueño
es el siguiente: El rey de Polonia, Basilio, recluye a su hijo Segismundo desde que nace lejos de la corte con
la única compañía de su guardián Clotaldo. La causa: un horóscopo le ha vaticinado que si Segismundo llega
a reinar, será un tirano cruel. El siguiente fragmento corresponde al principio de la obra, en él Segismundo ,
cubierto de pieles, atado con una cadena, se lamenta de su inexplicable encierro:
Un día Basilio lleva a la corte narcotizado a Segismundo para comprobar la verdad del horóscopo.
Cuando éste, que desconoce su origen, se despierta, se comporta despóticamente y llegar a arrojar a u criado
por la ventana. Segismundo es de nuevo encerrado y Clotaldo le explica que todo ha sido un sueño. El prínci-
pe lo admite, pero algo le hace dudar: el amor que ha despertado en él Rosaura. Una rebelión del pueblo
contra el rey Basilio saca a Segismundo de nuevo de la torre y lo eleva al trono. La lección que ha recibido
anteriormente hace que reprima sus pasiones y se comporte con enorme prudencia. Así es como reflexiona
sobre lo que ha experimentado:
4. El alcalde de Zalamea
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La escena que vas a leer a continuación constituye el final del primer acto de El alcalde de Zalamea.
En ella se expone el conflicto a partir del cual se construye el drama: frente a la justicia militar, encarnada en
don Lope, que defiende su jurisdicción sobre los delitos cometidos por los soldados, Pedro Crespo reclama
sus derechos para proteger su honor ante cualquiera que lo afrente:
ACTO PRIMERO
ISABELA: Duque Octavio, por aquí del bien que llego a gozar.
podrás salir más seguro. JUAN: Mataréte la luz yo.
JUAN: Duquesa, de nuevo os juro ISABELA: ¡Ah, cielo! ¿Quién eres, hombre?
de cumplir el dulce sí. JUAN: ¿Quién soy? Un hombre sin nom-
ISABELA: Mis glorias serán verdades bre.
promesas y ofrecimientos, ISABELA: ¿Que no eres el duque?
regalos y cumplimientos, JUAN: No.
voluntades y amistades. ISABELA: ¡Ah de palacio!
JUAN: Sí, mi bien. JUAN: Detente.
ISABELA: Quiero sacar Dame, duquesa, la mano.
una luz. ISABELA: No me detengas, villano.
JUAN: ¿Pues, para qué? ¡Ah del rey! ¡Soldados, gente!
ISABELA: Para que el alma dé fe