Conquista y Colonizacion de América

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

Carrera: Trabajo Social

Catedra: Historia de Guatemala


Catedrático: Licenciado. Hernán Oswaldo Centeno
Martínez

Tema:
CONQUISTA Y COLONIZACION DE AMÉRICA

Alumno:

Jakeline Veraly Roldán López

Chiquimulilla, Santa Rosa.


Introducción

A lo largo de la Edad Moderna el poder en Europa basculó entre grandes etapas


de dominio y de grandes conflictos: Entre el Papado y el Estado, la expansión
territorial fu era de Europa (primero hacia América, Asia, Oceanía y África) para
forjar grandes imperios y, por último, la formación de nuevas naciones
La conquista de América, por parte de España, no fue tarea fácil. Colón y su
pequeño grupo de castellanos desembarcaron en una pequeña isla antillana
bautizada, en un principio, con el nombre de La española, pensando que se
encontraban en la famosa Cipango región que suponían estaba situada en la
región oriental asiática. La primera dificultad que tuvieron que superar este
pequeño grupo de españoles en América fue el adaptarse a un clima muy distinto
al europeo y a sus condiciones geográficas totalmente desconocidas con, por una
parte, grandes extensiones de tierras desérticas y, por otra, regiones montañosas
difíciles de superar (la gran cordillera andina).
CONQUISTA Y COLONIZACION DE AMÉRICA
La colonización europea del continente americano fue un proceso histórico
de apropiación y de ocupación del territorio habitado por los indígenas, que
fue avistado por Cristóbal Colón en el año 1492, en representación de la corona
española y de las grandes potencias europeas.

Los principales interesados en el reparto del llamado "nuevo continente" fueron


el Imperio español y el Imperio portugués y, posteriormente, el Imperio británico, el
Reino de Francia y los Países Bajos. También existieron iniciativas menores de
parte de Alemania, Dinamarca, Suecia, Rusia, Italia y Escocia.

Este proceso se inició a finales del siglo XV y culminó con las numerosas guerras
de independencia americana del siglo XVIII. Como consecuencia se originaron
jóvenes repúblicas autónomas que lograron convertirse en los actuales países
americanos.
La Conquista de América. Período de violentos enfrentamientos entre los
invasores europeos y los numerosos pueblos aborígenes americanos, muchos de
ellos conformaban sofisticadas sociedades, como el Imperio azteca y el Imperio
incaico, entre muchas otras sociedades americanas.

La Colonización propiamente dicha. Período en el que se fundó una sociedad


colonial dependiente de Europa, bajo la influencia de la Iglesia católica y de una
estructurada basada en la discriminación de etnias, según las ideologías europeas
de la época, como negros, indios y blancos.

La llegada de los colonos europeos a América no fue precisamente en son de paz.


Fueron con la intención de extender sus imperios e invadir nuevos territorios,
además de las inesperadas riquezas que encontraron y decidieron saquear para
entregar a la corona española.

Los distintos reyes europeos administraron jurídicamente los permisos para la


conquista, que financiaron a la burguesía insurgente de la época y que consistió
en ocupaciones militares y la fundación forzada de los primeros poblados
europeos en el continente.

El proceso de conquista significó someter a las distintas naciones aborígenes que


se resistieron al saqueo, erradicarlas o reducirlas a reservas, como en el caso de
la conquista británica. A eso debe sumarse la debilidad de los pueblos nativos
frente a la viruela y las distintas enfermedades que llevaron consigo los europeos,
cuyas consecuencias se sintieron más allá del fin de la guerra, así como su
aniquilación sistemática en labores forzadas impuestas por sus conquistadores.
Las víctimas totales de la invasión del continente americano se estiman en unos
70 millones de muertos, la matanza más grande en la historia de la humanidad.

La esclavitud
Debido a que las diezmadas poblaciones aborígenes no eran suficientes en
número y en destrezas para el trabajo de fundación y sostén económico de las
nacientes colonias europeas, se inició el traslado forzoso de esclavos africanos
hacia América.

Estos individuos eran arrancados de sus tierras y vendidos a colonos y


latifundistas europeos para iniciar la explotación de los diversos bienes
económicos que abundaban en el Nuevo Continente, ya sea agrícolas, minerales y
pesqueros.

Los negros esclavos fueron despojados de todo tipo de derechos y estaban


sujetos a la voluntad de sus amos blancos, mientras que los indios ocupaban un
estado de semi-esclavitud denominado servidumbre, encargados de tareas
domésticas y exploratorias. Ninguno, sin embargo, era tenido por individuo libre ni
tenía derecho a bienes o a propiedades.

La repartición del continente


A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales
potencias europeas se dio de la siguiente manera:

 La colonia española. La primera y más extensa de todas, ocupó en su mayoría el


territorio de la actual Hispanoamérica, desde el Río de la Plata hasta los territorios
mexicanos, incluyendo parte del Caribe y de las Antillas. Este territorio se dividió
en cuatro grandes virreinatos: el Virreinato de la Nueva España, el Virreinato del
Perú, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata.
 La colonia portuguesa. Abarcó en su totalidad lo que hoy es Brasil, dividida en
quince capitanías de casi doscientos cincuenta kilómetros de ancho cada una,
otorgadas vitalicia y hereditariamente a nobles portugueses encargados de su
explotación comercial. En 1549, sin embargo, el Rey designó a un Gobernador
General para toda la colonia.
 La colonia británica. Mucho más dispersa en el origen de sus colonos, se afianzó
en Norteamérica en competencia con los franceses, a través de trece primeras
colonias constituidas mediante sucesivas oleadas de inmigrantes y sus esclavos
negros entre los siglos XVII y XVIII. Luego de vencer a Francia en la Guerra de los
Siete Años (1756-1763), los ingleses asumieron el control total del territorio del
continente norteamericano. También tuvieron influencia en las Antillas y en el
Caribe.
 La colonia francesa. Se instaló en la América del Norte, más específicamente en
Quebec y otros territorios de la actual Canadá, aunque también en importantes
franjas costeras de lo que hoy es Estados Unidos, amén de algunas islas de las
Antillas. Muchas de estas colonias antillanas eran mayoritariamente negras, a raíz
del colosal movimiento de mano de obra esclava.
 La colonia holandesa. Fue bastante menor en comparación con las anteriores,
pero tuvo importantes asentamientos en Norte América (la actual Nueva York fue
inicialmente una Nueva Ámsterdam holandesa), Brasil y las Antillas menores
(Curazao). Sin embargo, la vida de sus colonias fue más bien efímera.

BASES LEGALES DE LA CONQUISTA Y COLONIZACION DEAMÉRICA


Es sabido que al tiempo de producirse los descubrimientos colombinos existía en España,
desde el punto de vista político, una unidad dinástica, pero no una unidad nacional .A pesar del
matrimonio contraído por Isabel de Castilla con Fernando de Aragon, seguían estos dos viejos
reinos peninsulares manteniendo cada uno de ellos su propia personalidad política y
administrativa. En tierras de castilla, continuaban rigiéndose según las normas jurídicas
peculiares de derecho castellano. En los viejos estados que integraban la Corona de Aragón,
se mantenía igualmente la vigencia de sus derechos particulares: aragonés catalán, valenciano
y mallorquín. Navarra, incorporada pronto al reino aragonés, conservaba en aquellos años
dentro de la península su condición de Estado soberano e independiente. Estas circunstancias
unidas al hecho de que fuera Isabel la que patrocinase los proyectos descubiertos de Colón,
explican históricamente que los territorios de las que se llamaron IndiasOccidentales quedaran
incorporadas políticamente a la Corona de Castilla, y que fuera el derecho castellano y no los
otros derechos españoles peninsulares el que se proyectase desde España sobres estas
comarcas del Nuevo Mundo, modelando originariamente la vida y sus instituciones
corporadas políticamente a la Corona de Castilla, y que fuera el derecho castellano y no los
otros derechos españoles peninsulares- el que se proyectase desde España sobres estas
comarcas del Nuevo Mundo, modelando originariamente la vida y sus instituciones. Pero este
Nuevo Mundo, de contenido tan vasto y tan complejo, presentaba características geográficas,
raciales, sociales y económicas muy diversas. Tan pronto como se superó la primera etapa
insular de la colonización y los españoles se adentraron

Justa Guerra:
En el amoxtli anterior intitulado “Los conquistadores y el ethos caballeresco” hacía
referencia a dos nociones fundamentales en el proceso de legitimación de la
violencia: la guerra justa y la guerra santa. Si bien desde la perspectiva
contemporánea ninguna agresión de una nación o de un grupo humano sobre otro
puede ser justificada ni legitimada, a lo largo de la Edad Media, la cristiandad
occidental elaboró complejas argumentaciones jurídicas y teológicas -herederas
en muchos casos de la antigüedad clásica- para legitimar la guerra de conquista.
En el caso de la conquista de América, estas nociones de larga data se
materializaron en una serie de documentos como las propias Bulas Alejandrinas,
el texto del Requerimiento elaborado por el jurista Juan López de Palacios Rubios
(1450-1524) y particularmente el Tratado sobre las justas causas de la guerra
contra los indios -conocido también como Demócrates alter- redactado por el
teólogo, jurista e historiador Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573) hacia 1547.
El texto de Sepúlveda permaneció inédito hasta 1892 cuando le publicó el
polígrafo español don Marcelino Menéndez y Pelayo -aunque su contenido se
conocía ampliamente por las impugnaciones que había elaborado en su contra el
propio Bartolomé de las Casas- y a lo largo del siglo XX se difundió gracias a la
edición que hiciera el Fondo de Cultura Económica en 1941. Desde las
perspectivas del siglo XXI es fácil desacreditar los argumentos de Sepúlveda, pero
si queremos comprender la complejidad del proceso de la conquista de América
en general, y de la Nueva España en particular, en función de los propios marcos
políticos, jurídicos, sociales, religiosos y culturales de los protagonistas hispanos
que hunden sus raíces en la Edad Media, es necesario ahondar en su estudio.
El concepto de guerra justa se acuñó en la Grecia clásica cuando los helenos
entendieron que la agresión de los persas, un pueblo al que consideraban bárbaro
era ilegítima. Ya en el siglo V a. C. Pericles pronunció un discurso que el
historiador Tucídides hizo famoso en su Historia de las guerras del Peloponeso en
el que consideraba legítimo el uso de la fuerza para proteger a su ciudad -Atenas-
de la injustificada agresión de los espartanos quienes no sólo les impedían
comerciar, sino que además pretendían alterar el orden y el equilibrio geopolítico
entre las ciudades de la Hélade surgido de las guerras médicas. Aristóteles, por su
parte, en la Política señalaba que, por derecho natural, el alma gobierna al cuerpo
y que, en consecuencia, los más débiles debían someterse a los más fuertes. Ya
en época romana, fue Cicerón quien formuló plenamente la idea de la “guerra
justa” para defender a la República de cualquier tipo de agresión. A partir de los
tratados ciceronianos, Isidoro de Sevilla en el siglo VII d. C. formuló en sus
Etimologías la noción de guerra justa que perviviría a lo largo de toda la Edad
Media: “ Guerra justa es la que se realiza por previo acuerdo, después de una
serie de hechos repetidos o para expulsar al invasor […] No se puede considerar
justa ninguna guerra sino la notificada, declarada y que tiene como motivos
hechos repetidos”.
Según el obispo hispalense, para que una guerra pudiese ser considerada justa
debía cumplir tres condiciones fundamentales: a) que fuese declarada por una
autoridad pública, puesto que era a los príncipes a quienes se había
encomendado el cuidado de la República; b) que la causa fuera justa, es decir,
que quienes fueran atacados realmente lo merecieran -por alterar el orden, la paz,
rebelarse contra su señor, agredir injustificadamente a un Estado o población- y c)
que hubiese “una recta intención” encaminada a restaurar el orden, la paz y la
concordia. Del hecho de que una guerra se considerada justa o no se desprendían
una serie de consecuencias jurídicas y prácticas concretas: si la guerra era justa,
el combatiente no cometía asesinato, podía hacerse con el botín ganado al
enemigo y repartirlo y podía ocupar sus territorios y poseerlos por derecho de
conquista. Si una guerra no era justa se consideraba entonces que los
combatientes combatían asesinato y no podían obtener legítimamente el botín de
guerra.
Bulas Papales:
Bulas Alejandrinas es el nombre colectivo que se da al conjunto de documentos
pontificios que se otorgaron a la Corona de Castilla y se le otorga el derecho a
conquistar América y la obligación de evangelizarla, emitidos por la Santa Sede en
1493 a petición de los Reyes Católicos, cuya influencia ante el Papa Alejandro
VI (de la valenciana familia Borja o Borgia) era lo suficientemente poderosa como
para conseguirla.
El 11 de agosto de 1492 fue elegido nuevo Papa el cardenal arzobispo de
Valencia Rodrigo Borgia, que pasó a llamarse Alejandro VI. Este cardenal tenía
una relación estrecha con Isabel y Fernando desde 1472, cuando como legado
popo en la Península había favorecido su reconocimiento como herederos al trono
castellano, sobre todo al facilitarles la bula papal de dispensa que autorizó su
matrimonio a pesar de ser primos segundos. Fernando le había correspondido
dejándole tomar muchas cosas de él, acaparar cargos eclesiásticos en sus
dominios y otorgando favores a sus hijos: ducado de Gandía para Pedro
Luis (1485), arzobispo de Valencia para César (1492) y la mano de María
Enríquez, prima del rey, para Juan (1493).
Negociación
Las negociaciones entre los Reyes Católicos y el Papado se llevaron con tanto
secreto que hasta ahora (1992) no se han encontrado instrucciones ni despachos
diplomáticos sobre ellas. Se cree que el principal negociador por parte de los
Reyes fue Bernardino López de Carvajal, obispo de Cartagena y embajador
permanente en Roma, que pronunció un famoso discurso ante el Colegio
Cardenalicio el 19 de junio de 1493. Por sus servicios, de Carvajal fue
nombrado cardenal a petición de los Reyes el 20 de septiembre del mismo año
Se cree que las bulas fueron escritas en fechas diferentes de lo que indican sus
fechas respectivas. El breve Inter caetera debió ser redactado y firmado durante el
mes de abril, enviado a la península ibérica el 17 de mayo y recibido una o dos
semanas después. Los Reyes Católicos enviaron a finales de mayo instrucciones
a su embajador en Roma para conseguir una bula más favorable, lo que llevó a la
emisión de la bula menor Inter caetera en junio. Esta bula llegó a Sevilla el 19 de
julio y los reyes se la reenviaron a Colón el 4 de agosto. La Eximiae devotionis fue
escrita en julio y la Dudum siquidem en diciembre.1
En las bulas se precisa que se concede el dominio sobre tierras descubiertas y por
descubrir en las islas y tierra firme del Mar Océano, por ser tierras de infieles en
las que el Papa, como vicario de Cristo en la Tierra, tiene potestad para hacerlo.
La concesión se hace con sus señoríos, ciudades, castillos, lugares y villas y con
todos sus derechos y jurisdicciones para que los Reyes Católicos tuviesen tal
dominio "como señores con plena, libre y absoluta potestad, autoridad y
jurisdicción", sin más condición que la de no perjudicar a otro príncipe cristiano
que pudiera tener un derecho reconocido en ellos; y se excluye a toda otra
persona de cualquier dignidad, estado, grado, orden o condición, incluso imperial o
real, en el comercio o en cualquier otra cosa, sin licencia expresa de los Reyes
Católicos. Las bulas, por tanto, decretaban la excomunión para todos aquellos que
osasen viajar a las Indias por el Oeste sin autorización de los reyes de Castilla. La
única contrapartida de la donación es la obligación correspondiente a los reyes de
evangelizar las tierras concedidas.

El tratado de las Tordecillas


El Tratado de Tordesillas fue un pacto firmado el 7 de junio de 1494 entre la
corona española (los reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) y la
corona portuguesa (el rey Juan II de Portugal), con el fin de establecer límites
mutuos a las zonas de exploración y conquista que cada reino tendría en el
llamado Nuevo Mundo, o sea, en el continente americano. El nombre del tratado
proviene de la localidad en que fue suscrito, Tordesillas, ubicada en la actual
provincia de Valladolid, en España.

El propósito de este tratado era preservar la paz recientemente establecida entre


los reinos de España y Portugal, luego de que la firma del Tratado de Alcáçovas
en 1479 pusiera fin a la Guerra de Sucesión Castellana (1474-1479). La situación
entre ambos reinos era tensa, debido a la competencia mutua por el control
marítimo del Atlántico y de las costas africanas, y el regreso en 1493 de la
expedición de Cristóbal Colón del Nuevo Mundo revivió la rivalidad entre ambos
reinos por el control de los territorios recién descubiertos.

El Tratado de Tordesillas, así, estableció las bases para el reparto de los nuevos
territorios, a través de una línea imaginaria trazada a 370 leguas de las islas de
Cabo Verde, separando las áreas de influencia de ambos reinos y garantizando
que ninguno se entrometería en los asuntos coloniales del otro.

El tratado tuvo éxito en impedir la confrontación entre españoles y portugueses,


aunque estos últimos lo violaron de manera sostenida al expandir las fronteras de
su colonia brasileña hacia el oeste, bajo el pretexto de que empleando los
instrumentos de la época, era muy difícil fijar los meridianos con exactitud.
Además, entre 1580 y 1640 el tratado perdió sentido práctico, al estar las coronas
de España y Portugal en manos del mismo monarca español de la Casa de
Austria. Finalmente, fue abolido en 1750, con la firma del Tratado de Madrid.

El Requerimiento:
Fue una fórmula jurídica usada durante la conquista de América y se exigía a los
conquistadores que debía ser leído a viva voz a grupos, asambleas o autoridades
de los pueblos indígenas para informar, como procedimiento previo antes de
emplear las armas, y de obligado cumplimiento, para pedir su sometimiento a los
reyes españoles o sus enviados (los conquistadores). El texto era la
argumentación que apelaba a las causas del derecho natural y justicia de la
Europa cristiana, que de acuerdo a sus creencias, se había oficializado, antes de
emprender ninguna guerra de conquista de las tierras americanas obtenidas por
las corona de Castilla por parte del papado para la evangelización y
establecimiento de la fe cristiana y la leyes imperantes entonces. En caso de
rechazo sería Por medio de éste, se exigía al conquistador que debía informar a
los caudillos indígenas de que el Dios cristiano, según sus creencias, creador de
los primeros hombres, había elegido al apóstol San Pedro y a sus sucesores de
Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad moral a todos los
príncipes de la Tierra. Un Papa posterior, Alejandro VI, había conferido la posesión
de las tierras del nuevo continente al rey de Castilla con el objetivo de extender la
fe cristiana. Por consiguiente, los indígenas recibían la orden de reconocer su
autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos. Toda negativa o toda
tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra inmediata (guerra
justa), haciéndoles reos de muerte o de prisión como rebeldes o infieles. La lectura
de la conminación terminaba con la amenaza de castigo de tomar los bienes de
los beligerantes, de hacerles "todos los males y daños que pudiere" hasta
sujetarles al yugo de la Iglesia y la Corona, si no cumplían con este mandato o
requerimiento, liberando de toda responsabilidad a los combatientes del resultado
de los hechos de armas.
Con la conquista surge la discusión entre Castilla y Portugal sobre la posesión de
las tierras descubiertas y la titularidad de las zonas de expansión en el Atlántico.
Esto se resuelve en 1494 con el Tratado de Tordesillas. De igual forma, el
Requerimiento da lugar a un debate político y moral sobre los derechos de los
indígenas y su condición de hijos de Dios. Mientras los españoles someten a los
habitantes del nuevo continente y los convierten al cristianismo, surge la
preocupación moral sobre la vida y condición de estas personas. Algunos
españoles, como por ejemplo Bartolomé de las Casas, se manifestaron
públicamente sobre este tema.
En 1511 el dominico fray Antonio de Montesinos también trata esta cuestión.
Dirigiendo un sermón a sus fieles de La Española denuncia el mal trato a los
habitantes del nuevo continente, lo que provoca al año siguiente en Burgos una
junta de teólogos y juristas para discutir el problema. Esta junta reconoce que los
indios son hombres libres, pero que deben someterse a la Corona de España en
virtud de las bulas.
Teólogos y juristas piensan que deben ser instruidos en la fe, que tengan casas y
haciendas propias y que trabajen a cambio de un salario. Se cree que estos
ignoran la concesión del papa a los reyes de Castilla, por ello deben explicarse a
través de una declaración que ha de ilustrar la existencia de Dios, de cómo
Jesucristo concedió el principado al papa y de cómo uno de los pontífices hizo
donación de sus tierras a los españoles y que en consecuencia son dueños de
esas tierras. Esto es lo que contenía esa explicación de pertenecimiento de los
territorios en proceso de conquista a España recogida en el requerimiento.
Fue redactado por el jurista Juan López de Palacios Rubios en 1512, que
explicaba que Dios hizo el cielo y el planeta y una pareja de la que todos
provenimos, y que hizo a san Pedro para que fuese el linaje superior del ser
humano el descendiente de este, vivía en Roma y era el papa, quien hizo
donación de todas las Indias a los reyes de Castilla en virtud de ciertas escrituras.

Conclusiones

 La región ha sufrido en los últimos años un acelerado proceso de


colonización ampliando la frontera agropecuaria e incrementando la
población que la habita, todo ello sin contar con el apoyo y dirección de los
Estados, lo cual no ha permitido un desenvolvimiento normal de la
comunidad, creando serios problemas a la población indígena y grandes
tensiones sociales.

 Gran parte de la colonización se ha dado de manera espontánea y sin


ningún tipo de orientación técnica ocasionando un rápido deterioro de los
recursos naturales y generando un bajo nivel de ingreso familiar.

También podría gustarte