Tanatologia 2

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PSIC.

SARA CAMPOS CHAVOLLA


PSICOTERAPEUTA
TEL: 3 14 11 78 CEL: 9931920934

TANATOLOGÍA
¿Qué es la Tanatología? El conocimiento científico de la muerte, sus ritos y significado
concebido como disciplina profesional, que integra a la persona como un ser biológico,
social y espiritual para vivir en plenitud, es así como se define a la tanatología. Una
definición más concreta es considerarla como “el estudio de la vida que incluye a la
muerte”. Del origen griego thanatos (muerte) y logos (estudio o tratado) el objetivo de la
tanatología es proporcionar ayuda profesional al paciente con una enfermedad en etapa
terminal y a sus familias. La tanatología fue aceptada como ciencia a partir de los años
50’s. Desde su concepción y hasta la actualidad, se ha tratado a la tanatología de manera
interdisciplinaria e incluye la evaluación de nuestra relación con la muerte y no tanto a las
especulaciones o creencias (religiosas, culturales o de otra índole). La meta última del
tanatólogo es orientar al enfermo hacia la aceptación de su realidad, aceptación que se
traduce en esperanza sobre la situación real. Esto incluye una mejor calidad de vida, una
muerte digna y en paz. ¿Qué implica una muerte digna?
 Calidad de vida durante esta etapa final.
 Atención adecuada.
 Ayuda para resolver problemas.
 Morir rodeado de gente cariñosa.
 No ser objeto de experimentación.
 Respetar y darle gusto al paciente.
 Presentar opciones reales para su situación actual.
 No dar expectativas falsas.
La doctora Kübler-Ross, una de las grandes especialistas en tanatología, concebía “la
muerte como un pasaje hacia otra forma de vida”. En base a distintos estudios científicos,
describió que los pacientes terminales pasaban por 4 etapas, muchas de ellas en su fase
de agonía y previo a la muerte:
 Negación: en donde el paciente reacciona así, a manera de defensa, ante la realidad,
buscando otras opciones o buscando evidencias que muestren que el diagnóstico que
reciben es un “error” o quieren cambiar de médico.
 Ira o Enojo: el enfermo se rebela contra la realidad, frecuentemente se pregunta ¿Por
qué yo? Todo le molesta, todo le incomoda, nada le parece bien. Recordar su estado le
inunda de enojo y rencor, a veces se necesita de esta fase para poder aceptar esta
condición.
 Pacto o Negociación: asume su condición, aparece una etapa de tratar de negociar
con el tiempo, dejar de hacer algo para prolongar la vida.
 Depresión: aparece cuando se adquiere conciencia de que todas las fases fracasan y
que la enfermedad sigue su curso hacia el final, apareciendo la dependencia de ciertas
actividades. El “volverse una carga para los demás” facilita la aparición de esta etapa.
 Aceptación: durante esta etapa se van resolviendo varios procesos, problemas o
situaciones que ayudan al paciente a aceptar su condición. La persona prefiere estar
sola, duerme mucho, renuncia a la vida en paz y armonía, no hay ni felicidad ni dolor.
Dentro del estudio de la tanatología se incluyen aspectos tales como
a) Ayudar a crear en las personas sistemas de creencias propios sobre la vida y la
muerte, no como una fantasía o castigo sino como la aceptación de la muerte como un
proceso natural.
b) Preparar a la gente para asumir la muerte propia y la de las persona cercanas.
c) Educar a tratar en forma humana e inteligente a quienes están cercanos a la muerte.
d) Entender la dinámica de la pena desde un punto de vista humano, donde se acentúe la
importancia de las emociones.

Uno de los puntos más importantes dentro la tanatología es el principio de Autonomía el


cual le permite al individuo tomar sus propias decisiones relacionadas con el proceso de
morir. La dignidad de la persona se comprende sólo a través del respecto a la libertad.
Otro de los aspectos importantes dentro de la tanatología es aprender los diferentes
medios por los cuales el paciente puede tener ese principio de autonomía.
Por ejemplo, pueden llevarse ciertas acciones, desde la realización de testamentos (como
testamento vital o jurídico), legados, responsabilidades, o voluntades anticipadas (este
último se refieren a la posibilidad que legalmente se ha establecido en algunos países en
cuanto a solicitar el rechazo a la prolongación de la vida por medios innecesarios en
circunstancias específicas).
Uno de los grandes retos que se tiene con respecto al estudio de la tanatología es educar
a las personas desde niños y jóvenes sobre los aspectos que involucren el respeto al
proceso la muerte.
EL DUELO
El dolor que experimentamos cuando estamos en medio de un proceso de duelo es
inmensamente estresante. Nuestro cuerpo paga un precio muy alto ante este evento tan
significativo en nuestras vidas. Estos síntomas son respuestas perfectamente normales
ante semejante trauma, pero si nos informamos y entendemos que está ocurriendo en
nuestro cuerpo podremos lidiar mejor con esta situación y sabremos si es normal sentir lo
que sentimos o si es necesario buscar ayuda profesional.
Los síntomas más comunes y considerados “normales” cuando estamos sufriendo la
muerte de un familiar o amigo querido son por ejemplo: ganas incontrolables de llorar,
cansancio o letargo, problemas para dormir o exceso de sueño, palpitaciones, dolores de
cabeza, interrupción del ciclo menstrual en las mujeres, falta de aire, molestias
estomacales, irritabilidad, presión alta, pérdida o aumento del apetito, pérdida del cabello,
alucinaciones auditivas o visuales, nauseas, angustia en el pecho y hasta dolores
musculares y articulares. Nuestro sistema inmune también sufre los efectos del estrés por
nuestra pérdida mostrando una caída en los niveles de actividad de los linfocitos-T, que
son células muy importantes para la lucha contra las infecciones como los resfriados y
otras infecciones menores. Otras enfermedades como el asma, la artritis o la diabetes se
pueden intensificar durante esta etapa de sufrimiento.
En cuanto a los síntomas cognitivos, podemos experimentar problemas de concentración
o incapacidad para realizar nuestras tareas diarias. Asimismo, es común que queramos
hablar mucho del fallecido o que por el contrario no queramos mencionarlo a fin de tratar
de olvidar lo sucedido. Las alucinaciones y sueños con el fallecido pueden ser comunes
también. Por momentos podemos olvidar que la persona amada ya no está con nosotros,
pero luego nos damos cuenta que no es así.

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