Grecia Desde Argentina 2023

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

GRECIA DESDE ARGENTINA

CLAUDIO KATZ

Grecia enfrenta el mismo drama que padeció Argentina a mitad del 2001. El gobierno de la
Alianza preservaba la política neoliberal de Menem y el explosivo endeudamiento del estado
empujaba al país hacia la cesación de pagos. En los años 90 estos compromisos saltaron de
84.000 a 147.000 millones de dólares y el pago de los intereses asfixiaba las finanzas públicas.
Estos desembolsos triplicaban los gastos corrientes, superaban en seis veces las erogaciones
de la asistencia social y eran 23 veces mayores a los recursos destinados a los planes de
empleo.

Periódicamente se improvisaban refinanciaciones de emergencia para evitar el default. Los


vencimientos se reciclaban con créditos a tasas usurarias (“blindaje”) y con desesperados
intercambios de títulos para posponer los pagos (“mega-canje”). Los acreedores descontaban
la inviabilidad de estas operaciones y la tasa de “riesgo-país” -que medía la vulnerabilidad del
deudor- se mantenía en niveles exorbitantes .

Grecia se desliza hacia el mismo precipicio. Arrastra un endeudamiento total semejante al


argentino de esa época y recurre a los mismos planes para socorrer a los acreedores. Aceptó
hace un año un rescate para escapar al ahogo y afronta ahora una crisis mayúscula de
insolvencia.

Este contexto condujo hace una década a la catástrofe social de Argentina (54% de pobres,
35% de desempleo. Se redujeron los sueldos y se aumentaron los impuestos indirectos, junto a
varias disminuciones del presupuesto educativo y sucesivas prolongaciones de la edad
jubilatoria. Estos mismos atropellos repiten los gobernantes griegos, que en el último año
recortaron un 20% el empleo público, amputaron el 10% de las pensiones, incrementaron el
impuesto al valor agregado y destruyeron sin ningún miramiento la educación y la salud.

Hace diez años el gobierno argentino ya habían consumado las principales privatizaciones de
los bienes públicos (petróleo, electricidad, telefonía, gas) y prometía acelerar los traspasos
pendientes (Banco Nación, empresas provinciales, lotería, universidades). En Grecia se ultiman
ahora los detalles de un remate masivo de las propiedades del estado (correo, puertos,
empresas de agua). Sólo la Acrópolis ha quedado excluida de esa venta general, que algunos
capitalistas alemanes pretenden extender a varias islas.

IMPACTOS DIFERENTES La crisis griega es más explosiva que su antecedente argentino por la
magnitud de los desbalances. Con porcentajes similares de pasivos totales, el déficit fiscal del
primer país alcanza el 10,5% frente al 3,2% que tenía el segundo. Más significativas son las
diferencias en la situación del bloque acreedor. Mientras que los prestamistas de Argentina
tuvieron varios años para reacomodarse, los bancos europeos trabajan contra reloj para
rehacer su patrimonio. Cuando se declaró el default en el Cono Sur la mayor parte de los
bancos ya había traspasado sus acreencias. Por esta razón, el FMI toleraba la cesación de
pagos.

La crisis argentina nunca presentó ese nivel de dramatismo. Esta diferencia es tomada en
cuenta por los analistas que rememoran el shock del “corralito” y evalúan su posible repetición
actual. En el cenit del desplome del 2001, los bancos sufrieron un retiro masivo de fondos que
el gobierno contrarrestó confiscando a los pequeños ahorristas. Esa expropiación desató una
gran conmoción, pero no desbordó las fronteras nacionales. La deuda griega se encuentra por
el contrario muy enlazada al sistema financiero europeo y está nominada en la moneda de
toda la comunidad. Por esta razón una corrida de depósitos podría tener alcance continental
inmediato. Los bancos del Viejo Continente no sólo cargan con la pesadilla de la deuda pública,
sino que afrontan graves insolvencias de empresas. Este peligro no ha quedado disipado por
las “pruebas de resistencia” que recientemente se realizaron para simular situaciones de
quebranto.

EL CÍRCULO VICIOSO DEL AJUSTE Tal como ocurrió con Argentina en el 2001, llueven los
insultos de los gobernantes derechistas contra los griegos. Presentan a esta comunidad como
un conglomerado de haraganes que engañaron a los bancos, dilapidando los cuantiosos
créditos que recibieron por la buena voluntad de los prestatarios. Esta misma fábula difundían
los funcionarios norteamericanos de la administración Bush, cuándo descalificaban a los
argentinos. Los medios de comunicación dominantes encabezan esta campaña, propagando la
absurda creencia que los griegos disfrutan de un envidiable nivel de vida, a costa del norte de
Europa. Este mito no resiste la menor corroboración, puesto que todos los indicadores sociales
desfavorecen a la periferia de la región.

En Argentina. Hace diez años la economía se encontraba estrictamente atada a un régimen de


convertibilidad con el dólar, que obligaba a deprimir los ingresos para asegurar el pago de la
deuda. Cuando ese sistema estalló los ultra-liberales propusieron reforzarlo mediante una
dolarización completa (como en Ecuador o Panamá). Se anulaba la moneda nacional,
quitándole al estado el último recurso vigente para contrarrestar el ajuste deflacionario.

Los neoliberales no pueden presentar actualmente ningún imaginario de salida de la crisis,


puesto que todos sus modelos se encuentran en terapia intensiva. Ya nadie se acuerda de los
elogios que prodigaban a la Argentina en los años 90, pero están muy frescas sus
ponderaciones del esquema irlandés. Este ensayó transitó por todos los calvarios que
actualmente se promueven para Grecia.

INUTILIDAD DE LAS REFINANCIACIONES

Es equivocado suponer que esa refinanciación será más digerible, si se efectiviza junto a
medidas de regulación financiera, control de la especulación o eliminación de los paraísos
fiscales. Grecia tampoco logrará un respiro por la simple reducción de las tasas de interés, si
persisten los pagos a los acreedores. La deuda es tan monumental que ni siquiera con un
crecimiento continuado del 8% anual durante 20 años, lograría disminuir su pasivo a los
parámetros iniciales de la Unión Europea.

En los momentos de crisis aguda los socialdemócratas buscan escapatorias y tratan de


disfrazar su alineamiento explícito junto a los bancos y contra los pueblos. En la coyuntura
europea esa mascara está cayendo y los brutales atropellos contra los trabajadores se aplican
sin ninguna anestesia.

ENSEÑANZAS

Argentina declaró el default en forma involuntaria, cuando el país se quedó sin fondos. Grecia
podría consumar esta acción antes de perder sus recursos. Tiene la posibilidad de anticiparse y
actuar mientras los acreedores afrontan el gran lastre de títulos incobrables, que acumulan en
sus carteras. No hay que darle tiempo a los financistas para que transformen esos papeles en
obligaciones ajenas. En Grecia existe actualmente la posibilidad de llevar a cabo la auditoria.
Esta acción permitiría anular la porción ilegitima de los pasivos y facilitaría la constitución de
un registro de los propietarios de los títulos.

SENDEROS DE RECUPERACIÓN

Luego de tocar fondo, la economía argentina inició un sostenido proceso de crecimiento. Este
reflote se apoya en la ampliación de las exportaciones y en la restauración del consumo
interno.

¿Si Grecia ingresa en una cesación de pagos podría repetir esta trayectoria? Es evidente que la
economía mediterránea no cuenta con los recursos naturales, ni el tipo de inserción
internacional que permitieron la recuperación argentina

LA MISMA SUBLEVACIÓN

Ambos países cuentan con un rico historial de luchas sociales.

Luego de once paros e incontables manifestaciones se observa en las últimas semanas una
nueva irrupción masiva. Se multiplican las ocupaciones de las plazas, los enfrentamientos con
la policía y el desborde de las direcciones sindicales. Como hace diez años en Buenos Aires, los
militantes de Atenas organizan acampes, resisten los desalojos y lideran asambleas populares.
La juventud converge con los trabajadores, forjando el mismo reencuentro que tuvieron en
América del Sur, los piquetes de los desocupados con las cacerolas de la clase media.

En síntesis, la llamarada de los griegos se extiende por Europa y ese impacto definirá quién
carga con las consecuencias de la crisis. Este proceso es seguido con enorme atención en
América Latina. Muy pocas noticias se aguardan con tanta esperanza, como una victoria
popular en Europa

También podría gustarte