Auscultación y Soma

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Auscultación

Es el proceso mediante el cual se escuchan los sonidos producidos por el cuerpo, ya sea por el
corazón y la circulación de la sangre, el flujo de aire en los pulmones, o los movimientos en el
tracto digestivo. Este procedimiento se realiza utilizando un estetoscopio. El estetoscopio
consta de un receptor que se coloca sobre el paciente, que puede ser una campana o un
diafragma. La campana es adecuada para escuchar sonidos de baja frecuencia, como los ruidos
cardíacos y algunos soplos, mientras que el diafragma es mejor para los sonidos de alta
frecuencia, como la mayoría de los soplos y los ruidos pulmonares. La presión aplicada con la
campana puede modificar la calidad del sonido percibido, haciendo que los ruidos de mayor
frecuencia se escuchen mejor.

El oído humano es capaz de percibir frecuencias entre 16 y 20,000 Hz, con una franja óptima
entre 500 y 4,000 Hz. La mayoría de los sonidos cardiovasculares se encuentran por debajo de
los 500 Hz, lo que puede dificultar su percepción, requiriendo entrenamiento para su correcta
identificación.

Durante la auscultación, es común escuchar ruidos respiratorios y cardiovasculares, mientras


que los sonidos son excepcionales. Los ruidos pueden ser variados, y se les da nombres como
soplos, sibilancias, chasquidos, estertores, o frotes, según su naturaleza o su semejanza a otros
sonidos. El examen auscultatorio debe realizarse en un ambiente silencioso que permita al
examinador concentrarse, evitando distracciones o interferencias.

Sistema osteoarticulomuscular

El sistema osteoarticulomuscular comprende los huesos, las articulaciones y los músculos, que
es responsable de la movilidad y desplazamiento del cuerpo. Este examen es crucial porque
cualquier afectación en este sistema puede impactar en las actividades diarias y el desempeño
laboral.

Procedimiento del Examen Osteomioarticular:

1. Inspección:
o Simetría ósea: Se compara el lado derecho e izquierdo del cuerpo para
detectar asimetrías.
o Deformidades: Se busca la presencia de deformidades óseas.
o Tumefacción o edema: Evaluar las partes blandas en busca de hinchazón.
o Cambios en la coloración cutánea: Puedan indicar inflamación o lesión.
2. Medición:
o Longitud y circunferencia de extremidades: Se mide si brazos, piernas, muslos
y antebrazos tienen la misma longitud y circunferencia para detectar posibles
discrepancias.
3. Palpación:
o Dolor a la palpación: De los músculos y las articulaciones.
o Consistencia del músculo: Evaluar la textura y firmeza del tejido muscular.
o Movilidad pasiva y fuerza muscular: Se evalúa la movilidad de las
articulaciones sin la intervención del paciente (pasiva) y con la intervención
(activa) y se mide la fuerza muscular oponiendo resistencia al movimiento
realizado por el paciente.

Exploración de hombro
1. Inspección:

 Posición del paciente: Preferiblemente sentado, para facilitar la comparación con el


hombro sano.
 Áreas de inspección:
o Se inspecciona el hombro por delante, por detrás, desde arriba y lateralmente.
o Aspecto general: Observar el hombro y la cintura escapular (hombros,
clavículas, escápulas y musculatura adyacente).
o Asimetrías: Se debe prestar atención a la presencia de posibles asimetrías.
o Signos visuales de patología: Aunque es poco común encontrar tumefacción,
eritema o cambios en la conformación, la atrofia muscular del infraespinoso o
supraespinoso puede sugerir un hombro doloroso crónico o una rotura aguda
del manguito rotador.
o Hombro "angular": La atrofia del músculo deltoides puede causar un hombro
"angular", típico en casos de artritis tuberculosa.

2. Palpación:

 Debe ser minuciosa, comparando siempre con el lado sano para ver anomalías.
 Estructuras palpables:
o Eminencias óseas: Acromion, clavícula y apófisis coracoides.
o Articulaciones: Esternoclavicular, acromioclavicular y glenohumeral.
o Tendón largo del bíceps: Se palpa en la corredera bicipital, que puede ser un
punto doloroso.
o Cabeza del húmero: Se palpa bajo el acromion.
o Apófisis coracoides: Se palpa debajo del borde inferior de la unión del tercio
medio con el lateral de la clavícula.
 Detección de anormalidades: Se busca cualquier aumento de temperatura, dolor, o
sensibilidad en estas áreas.

3. Movilidad:

 Movimientos a evaluar:
o Abducción: 0° - 180°
o Aducción: 0° - 45°
o Rotación interna: 0° - 60°
o Rotación externa: 0° - 45°
o Extensión: 0° - 60°
o Flexión: 0° - 160°
 Evaluación de la movilidad:
o Movimiento activo: Se inicia comprobando si el movimiento activo es
doloroso.
o Movimiento pasivo: Posteriormente, se analiza el rango de movimiento
pasivo.
o Movilidad contra resistencia: Finalmente, se explora la movilidad contra
resistencia para evaluar la fuerza y la función muscular en condiciones de
estrés.

Exploración de tobillo y pie

1. Inspección:
 Marcha y calzado: Se debe observar la marcha del paciente y el desgaste del calzado,
ya que ambos pueden indicar alteraciones biomecánicas.
 Forma y actitud del pie: Se evalúa la estructura del pie, tanto en reposo como bajo
carga.
 Estática global del pie y bóveda plantar:
o La altura longitudinal del arco plantar se examina para identificar pies cavo
(aumenta la altura) y pies planos (disminuye la altura).
o Pie plano transversal: Se observa cuando hay hundimiento del arco
transversal, lo que ensancha el antepie.
 Tendón de Aquiles: En la observación posterior, se busca cualquier alteración en el
tendón de Aquiles, como tumefacción debido a inflamación del tendón o de las bolsas
pre o retroaquilianas.
 Deformidades en los dedos:
o Dedos en martillo: Extensión de las articulaciones MTF e IFD con flexión de IFP.
o Dedos en garra: Flexión de las articulaciones IFD e IFP con extensión de las
MTF.
o Hallux valgus: Desviación del primer metatarsiano hacia la línea media y
lateralización del primer dedo (con posible formación de un juanete).

2. Palpación:

 Puntos dolorosos: De áreas sensibles y los puntos dolorosos a lo largo del pie y tobillo.
 Ligamentos y articulaciones: Se exploran los ligamentos y las interlíneas de las diversas
articulaciones, incluyendo las metatarsianas y subastragalinas.
 Diferenciación de tumefacciones:
o Periartritis y edemas (venoso o linfático): Se deben diferenciar de la sinovitis,
donde la presión no deja fóvea y la tumefacción está restringida a la interlínea
articular.

3. Movilidad:

 Articulación tibio-peroneo-astragalina:
o Flexión dorsal: Normalmente de 20-30°.
o Flexión plantar: Llega hasta 50°.
o Evaluación: Con la rodilla en flexión para relajar los músculos gastrocnemios, y
también con el paciente andando de puntillas y de talones.
 Articulación subastragalina:
o Abducción y aducción: Se exploran con el paciente sentado y el pie colgando,
desplazando el talón hacia afuera y hacia adentro.
 Inversión y eversión del pie:
o Evaluación: Dirigiendo la planta del pie hacia el otro pie (inversión) y hacia
afuera (eversión).
 Primera articulación metatarsofalángica (MTF):
o Movimientos: Flexión plantar y dorsal de unos 45° en cada dirección.

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