Sobre La Muerte y Los Moribundos

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Sobre la muerte y los moribundos

Penguin Random House 12reimpresion Enero 2020

II. Prologo
Este libro es el resultado de un experimento que da una nueva e interesante oportunidad de
reconsiderar al paciente como ser humano, hacerle participar en los diálogos, y aprender de él lo
bueno y lo malo del trato que se da al paciente en los hospitales.

III. Cuerpo del trabajo


1 Sobre el miedo a la Muerte
Para nuestro inconsciente es inconcebible imaginar un verdadero final de nuestra vida aquí en la
tierra. La muerte se asocia con un acto de maldad, algo que exige pena y castigo. No nos gusta
admitir el cólera respecto a la muerte; según la edad se mantendrá un dolor no revelado y se
considerará algo terrible y misterioso. Al paciente se le trata como a una persona sin derecho a
opinar y hoy sufre más emocionalmente.
2 Actitudes con respecto a la muerte y los moribundos
Si hiciéramos una reflexión sobre nuestra propia muerte, quizá se logrará una tendencia menor a
la destrucción; lograríamos alcanzar la paz sino nos enfrentáramos a la realidad de la muerte y la
aceptáramos. Los médicos jóvenes aprenden a prolongar la vida, pero no se les habla del
concepto “vida”. La necesidad de negación de un paciente es directamente proporcional a la del
médico; el médico debe examinar su actitud hacia las enfermedades para hablar sin excesiva
ansiedad.
3 Primera fase: negación y aislamiento
La negación funciona como amortiguador después de una noticia inesperada, se debe charlar del
tema cuando pueda el paciente y esté dispuesto a afrontarlo. La negación existe más al principio
de una enfermedad grave que hacia el final, después viene el aislamiento y entonces se puede
hablar de su salud. Intentamos averiguar sus necesidades, conocer sus puntos débiles y fuertes,
indicios visibles u ocultos para determinar hasta qué punto un paciente quiere afrontar la realidad.
4 Segunda fase: ira
La primera fase se sustituye por ira, rabia, envidia y resentimiento; la ira se desplaza en todas
direcciones y proyecta contra lo que les rodea. Pocas personas se ponen en el lugar del paciente
y se preguntan de dónde puede venir su enojo. Tenemos que aprender a escuchar a nuestros
pacientes y aceptar su ira irracional, sabiendo que el alivio que experimentan al manifestarla les
ayudara a aceptar mejor sus últimas horas.
5 Tercera fase: pacto
El pacto es un intento de posponer los hechos, un premio a la buena conducta, fija un plazo de
vencimiento impuesto por uno mismo y una promesa de que no se pedirá nada más si se
concede. La mayoría se hacen con Dios y se guardan en secreto, las promesas pueden
relacionarse con una sensación de culpabilidad oculta.
6 Cuarta fase: depresión
La ira y rabia serán sustituidos por una sensación de pérdida. Es el dolor preparatorio por el que
ha de pasar el paciente desahuciado para disponerse a salir de este mundo. Existen dos tipos de
depresión: reactiva y preparatoria. Si se permite expresar el dolor, encontrará mucho más fácil la
aceptación final y estará agradecido a los que tiene a su lado. La depresión preparatoria es
necesaria si el paciente ha de morir en una fase de aceptación y paz.
7 Quinta fase: aceptación
Si un paciente ha tenido bastante tiempo y se le ha ayudado a pasar por las fases antes descritas,
contemplara su próximo fin con relativa tranquilidad. No es una fase feliz, está casi desprovista de
sentimientos; es cuando la familia necesita más ayuda, compresión y apoyo. Los pacientes
mueren con más facilidad si se les ayuda a desligarse lentamente de todas las relaciones
importantes de su vida.
8 Esperanza
Es el deseo de que todo tiene un sentido, de que al final falta la pena que hayan aguantado un
poco más. Si un paciente deja de manifestar esperanza, generalmente es señal de muerte
inminente. Los conflictos en lo que se refiere a esperanza surgen dos fuentes: la transmisión de
una sensación de desesperanza por parte de la familia y la incapacidad para aceptar la fase final
de un paciente.
9 La familia del paciente
La respuesta de la familia contribuirá mucho a la respuesta que de él paciente a su enfermedad.
Se provocan cambios relevantes en la casa, es adaptar su plan de vida a exigencias nuevas. La
gente tiende a disimular sus sentimientos ante el paciente, pero la persona moribunda puede ser
de gran ayuda para sus parientes a la hora de hacerles afrontar su muerte. El vacío se siente
después del entierro, dejemos que el pariente hable, llore o grite si es necesario.
10 Algunas entrevistas con pacientes moribundos
Algo de lo que compartían los pacientes: La oración creo que ha sido lo más importante; otro se
ha de encargar de mí y eso es muy difícil de aceptar; quería saberlo todo, me habría gustado
mucho si el doctor me hubiera hecho participar; que ellos no tengan que disimular frente a mí;
pasara lo que haya de pasar; cuando estas enfermo estas solo porque la gente no puede estar
siempre contigo. Si un paciente no tiene la oportunidad de compartir sus preocupaciones se siente
disgustado y deprimido.
11 Reacciones ante el seminario sobre la muerte y los moribundos
La mayoría de los pacientes saben que su muerte es inminente, tanto si se les ha dicho como si
no. Los médicos que hablan a sus pacientes sin quitar toda la esperanza han apoyado al
seminario. Mucho personal del hospital niega la existencia de pacientes moribundos; los médicos
manifestaron menos ganas de participar; las enfermeras sentían que les faltaba mucho
entrenamiento en aquel terreno; los estudiantes hicieron varios intentos antes de resistir una
entrevista
12 Terapia del enfermo de muerte
El terapista intentara entender al paciente con sus palabras y actitudes, el paciente captara la
señal y se abrirá o hará entender que no es el momento. Se necesita de una persona comprensiva
que tenga tiempo para sentarse a escuchar. Quien tiene la fortaleza de sentarse con un paciente
moribundo sabrán que el momento no es espantoso ni doloroso, sino el pacifico cese del
funcionamiento del cuerpo
IV. Resumen objetivo de la obra
La mayoría de los pacientes saben que su muerte es inminente, tanto si se les ha dicho como si
no. Los pacientes pasan por las fases de: negación y aislamiento, ira, pacto, depresión y
aceptación. En estas fases suele estar presente la esperanza. La comunicación con la familia y el
médico es fundamental para que el paciente lleve mejor su proceso.
V. Opinión personal
Al ser la muerte un tema tabú nos limita a cuestionarnos que creemos y sentimos, esto se verá
reflejado al momento de vivir nuestra propia muerte o bien al acompañar a un ser querido. Es
importante sentir y definir para nosotros que es la muerte, hacer las paces con ella para así vivirla
desde una forma mucho más humana, recordando que la comunicación sera siempre clave en ese
momento, ya sea para nosotros o para quien acompañamos.

VI. Características y datos importantes del autor


Elisabeth Kubler – Ross fue una psiquiatra y escritora suiza. Estudio medicina en la Universidad
de Zurich, al casarse se fue a vivir a Estados Unidos, en 1965 muda a Chicago donde comenzó a
centrarse en pacientes terminales comenzando sus seminarios. Fundo Shanti Nilaya, un centro de
curación en California; escribió diversos libros y gano distintos reconocimientos.

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