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Enlace químico
Un enlace químico es el proceso químico responsable de las interacciones atractivas entre átomos
y moléculas, y que confiere estabilidad a los compuestos químicos diatómicos y poliatómicos. La
explicación de tales fuerzas atractivas es un área compleja que está descrita por las leyes del
electromagnetismo.
Que las cargas opuestas se atraen, porque, al estar unidas, adquieren una situación más estable
(de menor entalpía) que cuando estaban separados. Esta situación de mayor estabilidad suele
darse cuando el número de electrones que poseen los átomos en su último nivel es igual a ocho,
estructura que coincide con la de los gases nobles ya que los electrones que orbitan el núcleo
están cargados negativamente, y que los protones en el núcleo lo están positivamente, la
configuración más estable del núcleo y los electrones es una en la que los electrones pasan la
mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro lugar del espacio. Estos electrones hacen
que los núcleos se atraigan mutuamente.
En un enlace covalente polar, uno o más electrones son compartidos inequitativamente entre dos
núcleos.
Enlace iónico, el electrón de enlace no es compartido, sino que es transferido. En este el electrón
de enlace no es compartido, sino que es transferido el orbital atómico más externo de un átomo
tiene un lugar libre que permite la adición de uno o más electrones. Estos electrones recientemente
agregados ocupan potencialmente un estado de menor energía (más cerca al núcleo debido a la
alta carga nuclear efectiva) de lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En
consecuencia, un núcleo ofrece una posición de más fuerte unión a un electrón de lo que lo hace el
otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo asuma una carga neta positiva, y que el
otro asuma una carga neta negativa. Entonces, el enlace resulta de la atracción electrostática entre
los átomos, y los átomos se constituyen en ((iones)) de carga positiva o negativa.
Todos los enlaces pueden ser explicados por la teoría cuántica, pero, en la práctica, algunas reglas
de simplificación les permiten a los químicos predecir la fuerza de enlace, direccionalidad y
polaridad de los enlaces. La regla del octeto y la (TREPEV) teoría de repulsión de pares de
electrones de la capa de valencia. Teoría del enlace de valencia, que incluye la hibridación de
orbitales y la resonancia, y el método de combinación lineal de orbitales atómicos dentro de la
teoría de los orbitales moleculares, que incluye a la teoría del campo de los ligantes. La
electrostática es usada para describir polaridades de enlace y los efectos que ejerce en las
sustancias químicas.
Las primeras especulaciones respecto a la naturaleza del enlace químico son tan tempranas como
en el siglo XII. Se suponía que ciertos tipos de especies químicas estaban unidas entre sí por un
tipo de afinidad química.
En 1704, Isaac Newton esbozó su teoría de enlace atómico, en "Query 31" de su Opticks, donde
los átomos se unen unos a otros por alguna "fuerza. Las partículas se atraen unas a otras por
alguna fuerza, que en contacto inmediato es excesivamente grande, a distancias pequeñas
desempeñan operaciones químicas y su efecto deja de sentirse no lejos de las partículas.
En 1819, a raíz de la invención de la pila voltaica, Jöns Jakob Berzelius desarrolló una teoría de
combinación química, introduciendo indirectamente el carácter electropositivo y electronegativo de
los átomos combinantes. A mediados del siglos XIX, Edward Frankland, F.A. Kekule, A.S. Couper,
A.M. Butlerov y Hermann Kolbe, ampliando la teoría de radicales, desarrollaron la teoría de
valencia, originalmente llamado "poder combinante" en que los compuestos se mantenía unidos
debido a la atracción entre polos positivo y negativo. En 1916, el químico Gilbert N. Lewis
desarrolló el concepto de enlace de par de electrones, en el que dos átomos pueden compartir uno
y seis electrones, formando el enlace de un solo electrón, enlace simple, enlace doble, o enlace
triple:
Un electrón puede formar parte de las envolturas de dos átomos diferentes y no puede decirse que
pertenezca a uno simplemente o exclusivamente.
Walther Kossel lanzó una teoría similar a la de Lewis, con la diferencia de que su modelo asumía
una transferencia completa de electrones entre los átomos, con lo que era un modelo de enlace
iónico. Tanto Lewis y Kossel estructuraron sus modelos de enlace a partir de la regla de Abegg
(1904).
En 1927, el físico danés Oyvind Burrau derivó la primera descripción cuántica matemáticamente
completa de un enlace químico simple, el producido por un electrón en el ion de hidrógeno
molecular (dihidrogenilio), H2+.1.
Walter Heitler y Fritz London. El método de Heitler-London forma la base de lo que ahora se
denomina teoría del enlace de valencia. En 1929, Sir John Lennard-Jones introdujo el método de
combinación lineal de orbitales atómicos (CLOA o dentro de la teoría de orbitales moleculares,
sugiriendo también métodos para derivar las estructuras electrónicas de moléculas de F2 (flúor) y
las moléculas de O2 (oxígeno),
Esta teoría de orbital molecular representó un enlace covalente como un orbital formado por
combinación de los orbitales atómicos de la mecánica cuántica de Schrödinger que habían sido
hipotetizados por los electrones en átomos solitarios. Las ecuaciones para los electrones de enlace
en átomos multielectrónicos no podrían ser resueltos con perfección matemática (esto es,
analíticamente), pero las aproximaciones para ellos aún producen muchas predicciones y
resultados cualitativos buenos. Muchos cálculos cuantitativos en química cuántica moderna usan
tanto las teorías de orbitales moleculares o de enlace de valencia como punto de partida, aunque
una tercera aproximación, la teoría del funcional de la densidad, se ha estado haciendo más
popular
En 1935, H.H. James y A.S. Coolidge llevó a cabo un cálculo sobre la molécula de dihidrógeno
que, a diferencia de todos los cálculos previos que usaban funciones sólo de la distancia de los
electrones a partir del núcleo atómico, usó funciones que sólo adicionaban explícitamente la
distancia entre los dos electrones.2 Con 13 parámetros ajustables, ellos obtienen el resultado muy
cercano al resultado experimental para la energía de disociación de enlace. Posteriores
extensiones usaron hasta 54 parámetros y producen gran concordancia con los experimentos. Este
cálculo convenció a la comunidad científica que la teoría cuántica podría concordar con los
experimentos. Esta aproximación no tiene relación física con la teoría de enlace de valencia y
orbitales moleculares y es difícil de extender a moléculas más grandes.
EN ENLACE METALICOS FORMAN CRISTALES MATELICOS POR EJEMPLO: Fe, Cu, Au, Ni.
Enlace iónico características: está formado por metal y no metal, no forman moléculas verdaderas
existe como un agregado de aniones y cationes los metales ceden electrones formando por
aniones y los no metálicos aceptan electrones formando aniones.
• Pueden estar unidos por enlaces sencillos, dobles o triples según de los elementos que se unen.
Las características de los compuestos formados por unidos por enlaces covalentes son
• Tienen punto de ebullición y fusión. Son solubles en solventes polares como benceno.
• Covalentes no polares
• Covalentes coordinado
Los elementos químicos se combinan de diferentes maneras para formar toda una variedad de
compuestos inorgánicos y orgánicos. Hay compuestos gaseosos, líquidos y sólidos, los hay tóxicos
e inocuos, mientras que otros son altamente benéficos para la salud. Las propiedades de cada
compuesto dependen del tipo de elemento químico que lo forman, el modo cómo se enlazan (tipo
de enlace químico), la forma y geometría de los agregados atómicos (moléculas) y de cómo estos
interactúan entre sí.
En 1916, el químico alemán Walther Kossel expuso que en las reacciones químicas ocurren
pérdida y ganancia de electrones por parte de los átomos, y por ello estos adquieren la
configuración electrónica de un gas noble. Sin duda Kossel se refería al enlace iónico, y por lo
tanto a los compuestos iónicos.
Posteriormente los químicos norteamericanos Gilbert Newton Lewis e Irving Languor, cada uno
en forma independiente estudiaron los compuestos iónicos y no iónicos (covalentes), comprobando
que los átomos al formar enlace químico adquieren en su mayoría la estructura atómica de un gas
noble (8 electrones en el nivel externo), lo que hoy se llama Regla del Octeto.
En 1923, G.N.Lewis plantea su teoría de enlace por pares de electrones y anuncia que el octeto
se logra por medio de compartición de electrones. Entonces a Kossel lo podemos considerar como
el padre del enlace iónico, y a Lewis el padre del enlace covalente.
En 1926, Walter Heitler y Fritz London demostraron que el enlace covalente en la molécula de
H2 se podría explicar mediante la mecánica cuántica.
La mecánica cuántica describe muy bien a los átomos y estructura electrónica de los mismos; pero
la situación en la molécula es muy diferente debido a la mayor complejidad de esta, el aparato
matemático es mucho más difícil de formular y los resultados menos fáciles de obtener e
interpretar.
Hoy en día, los químicos disponen de métodos de cálculo y de técnicas experimentales muy
sofisticadas que permiten conocer con exactitud la forma, geometría y dimensiones de las
moléculas.
CONCEPTO: El enlace químico es la fuerza que mantiene unidos a los átomos (enlace
interatómico) para formar moléculas o formar sistemas cristalinos (iónicos, metálicos o covalentes)
y moléculas (enlace intermolecular) para formar los estados condensados de la materia (sólido y
líquido), dicha fuerza es de naturaleza electromagnética (eléctrica y magnética), predominante
fuerza eléctrica.
PRINCIPIO FUNDAMENTAL: Los átomos y moléculas forman enlaces químicos con la finalidad de
adquirir un estado de menor energía, para asa lograr una condición de mayor estabilidad. En el
caso de los átomos, la estabilidad se reflejara en un cambio de su configuración electrónica
externa.
La misma energía se requiere como mínimo para romper o disociar el enlace (energía de
disociación)
Las estructuras de Lewis muestran los diferentes átomos de una determina molécula usando su
símbolo químico y líneas que se trazan entre los átomos que suenen entre sí. En ocasiones para
representar cada enlace se usan pares de puntos envés de líneas. Los electrones desapartados se
representan mediante una línea o un par de puntos y se colocan alrededor de los átomos a los que
pertenecen.
A los diferentes átomos se les pone un punto o una cruz alrededor de su símbolo por cada electrón
de la capa de valencia. Como la cantidad máxima de electrones posibles son ocho, se colocan por
parejas: uno en la parte superior, otra en la inferior, un par a la izquierda y otro a la derecha.
Las moléculas más simples tienen un átomo central que queda rodeado por el resto de la
molécula. En las moléculas formadas por varios átomos de un elemento y uno solo de otro
elemento diferente, este último es el átomo central. En los compuestos creados por átomos
diferentes de diferente elemento el menos electronegativo es el átomo central, exceptuando el
hidrogeno. Por ejemplo en el di cloruro de tionilo, el átomo centra el azufre.
Según la regla del octeto, los átomos son más estable cuando consiguen ocho electrones en la
capa de valencia, sean pares solitarios o compartidos mediante enlace covalente.
Sin embargo hay algunas excepciones. Por ejemplo: el hidrogeno tiene un solo orbital con solo un
átomo formando un solo enlace. Los átomos no metálicos a partir del tercer periodo pueden formar
“octetos expandidos” es decir, pueden contener más que ocho orbitales en su capa de valencia.
La atracción electrostática entre átomos de diferente carga eléctrica genera un tipo de enlace
conocido como enlace iónico. Es necesario que para que pueda darse dicho enlace uno de los
átomos pueda ceder electrones y por el contrario el otro pueda ganar electrones, es decir, se
produce la unión entre átomos que pasan a ser cationes y aniones. Este tipo de enlace
generalmente se produce entre un elemento metálico (electropositivo) y elemento no metálico
(electronegativo).
Un ejemplo típico de este tipo de enlace lo es el cristal iónico cloruro de sodio ( NaCl ) sal común.
En este enlace tiene lugar la transferencia de un electrón del átomo de sodio al átomo de cloro,
como se observa a continuación:
Por ejemplo,
durante la reacción del sodio con el cloro:
sodio (en la derecha) pierde su única valencia
de electrones al cloro (a la derecha),
Resultando en...
un ión de sodio cargado
positivamente (izquierda) y un ión de cloro
cargado negativamente (derecha).
Note que cuando el sodio pierde su electrón de valencia, se hace más pequeño, mientras que el
cloro se hace más grande cuando gana una valencia de electrón adicional. Esto es típico de los
tamaños relativos de iones a átomos. Después que la reacción tiene lugar, los iones cargado
Na+ y Cl- se sujetan gracias a las fuerzas electroestáticas, formando así un enlace iónico.
• Los compuestos iónicos tienden a formar sólidos cristalinos con temperaturas muy
altas.
Cristal de Cloruro de Sodio
Un aspecto importante dentro de los enlaces químicos iónicos es el de las fuerzas repulsivas
eléctricas, las fuerzas que mantienen la estructura con el índice de ordenación indicado es debido
a la fuerza de Coulomb, muy intensas, lo cual permite puntos de fusión elevados, para fundir un
cristal iónico se hace necesario deshacer la red cristalina, es decir separar los iones.
Generalmente, un elemento alcalino o del Grupo I A ( Li, Na, K, Rb, Cs, Fr ) y un elemento
halógeno o del Grupo VII A ( F, Cl, Br, I ) , formarán cristales iónicos. Algunos de los compuestos
que mantienen enlaces iónicos se encuentran NaCl, LiF, KBr, NaF, KI, CaO, MgO, BeO, MgS,
BaS, RbSe. (Como se puede observar el enlace se da entre un metal y un no metal)
Primero da nombre al anión y luego al catión. Recuerda que el catión se escribe primero en la
fórmula. Los cationes monoatómicos utilizan el nombre del elemento. Los aniones monoatómicos
toman su nombre de la raíz del nombre del elemento más el sufijo – uro.
Para diferenciar entre múltiples números de oxidación del mismo elemento, el nombre de la
fórmula química debe indicar el número de oxidación del catión. Este se expresa en números
romanos dentro de paréntesis después del nombre del catión. Ejemplo: Fe+² y O ¯² tiene la fórmula
FeO y se llama óxido de hierro. Fe+³ y O¯² tiene la fórmula Fe 2 O 3 se llama óxido de hierro (III)
Si el compuesto tiene un ión poli atómico, simplemente nombra el ión. Ejemplo: NaOH Hidróxido de
sodio.
La temperatura a la que una sustancia cambia de líquido a gas se llama punto de ebullición y es
una propiedad característica de cada sustancia, así, el punto de ebullición del agua es de 100 °C,
el del alcohol de 78 °C y el hierro hierve a 2750 °C.
Punto de fusión: Si sacas unos cubitos de hielo del congelador y los colocas en un vaso con un
termómetro verás que toman calor del aire de la cocina y aumentan su temperatura. En un
principio su temperatura estará cercana a -20 °C (depende del tipo de congelador) y ascenderá
rápidamente hasta 0 °C, se empezará a formar agua líquida y la temperatura que permanecerá
constante hasta que todo el hielo desaparezca.
Igual que en el punto de ebullición, se produce un cambio de estado, el agua pasa del estado
sólido (hielo) al estado líquido (agua) y todo el calor se invierte en ese cambio de estado, no
variando la temperatura, que recibe el nombre de punto de fusión. SE trata de
una temperatura característica de cada sustancia: el punto de fusión del agua es de 0 °C, el
alcohol funde a -117 °C y el hierro a 1539 °C.
Toda la teoría del enlace covalente debe ser capaz de explicar tres aspectos fundamentales del
mismo
Las proporciones en que los átomos entran a formar parte de la molécula y el número total de
átomos de esta.
La geometría de la molécula.
La energía de la molécula.
Solo mediante teorías cuánticas es posible abordar de manera satisfactoria el estudio del enlace
covalente, porque la disminución de energía por formación del mismo es debida fundamentalmente
a que es imposible localizar un cierto electrón en un determinado sitio lo que origina el concepto de
compartición de electrones. Las atracciones electrostáticas también intervienen en el enlace, pero
en mucha menor medida.
ORDEN DE ENLACE: El orden de enlace O.E es., un intento de estimar del numero de enlaces
entre pares de átomos en la molécula y de establecer una relación con la descripción de Lewis.
LONGITUD DE ENLACE: La longitud de enlace es la distancia que existe entre los núcleos de
dos átomos que están enlazados de manera covalente, compartiendo uno o más pares de
electrones. La longitud de enlace está muy relacionado con la energía de enlace, debido a que dos
átomos se unirán covalentemente sólo si estando unidos su estado de energía es menor que
estando separados.