Anamnesis en PROSA

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III.PROBLEMA ACTUAL.

La paciente ha estado experimentando pérdida de memoria en momentos


aleatorios durante los últimos cuatro años. Estas pérdidas se manifiestan
especialmente en situaciones donde está concentrada en una tarea, como
cocinar o hacer compras, y luego es interrumpida por conversaciones u
otras distracciones. En estos momentos, se olvida de lo que estaba
haciendo o pensando, lo que la lleva a cometer errores como no recordar si
mezcló los ingredientes de una receta o si añadió los condimentos correctos.
También le ocurre al hacer compras, olvidando productos importantes, lo
que la obliga a regresar al mercado para adquirir lo que olvidó.
Este problema de memoria ha comenzado a afectar su vida cotidiana,
generándole inconvenientes menores pero repetitivos. Para hacer frente a
estos episodios, ha adoptado algunas estrategias, como hacer listas de
compras para recordar lo más importante, pero el problema persiste, de tal
manera que afecta su capacidad de realizar tareas diarias de forma
eficiente.

La gravedad de este problema ha sido evaluada como moderadamente


grave. También ha mencionado que la causa subyacente podría ser la
tensión familiar, derivada de problemas maritales. Hasta el momento, ha
buscado ayuda de un psicólogo personal y de su médico general. Considera
que una posible solución sería iniciar terapias familiares y abrir un
diálogo sincero con su familia, con la esperanza de que esto le ayude a
reducir el estrés y mejorar su bienestar general.

IV. INFANCIA Y NIÑEZ

La paciente describe una infancia relativamente tranquila y normal en términos de


desarrollo. Nació en el hogar familiar, en Hualgayoc, Cajamarca, con la asistencia de su
abuela como partera. El embarazo transcurrió sin dificultades, a término, y el parto fue
natural y sin complicaciones. No tuvo problemas respiratorios ni de salud graves al
nacer, y fue alimentada exclusivamente con lactancia materna durante sus primeros seis
meses de vida, ya que no existían otras alternativas alimenticias disponibles en ese
momento.

Durante su niñez, fue cuidada principalmente por su madre, quien mostró una actitud
tranquila y deseosa ante su llegada. Su desarrollo físico fue acorde con los tiempos
esperados: comenzó a hablar alrededor de los tres años, aunque sus primeras palabras
fueron más bien balbuceos, y empezó a caminar entre los dos y tres años, ayudada por
un corral improvisado.

La paciente no presenta antecedentes de enfermedades significativas durante su


infancia, salvo por episodios comunes de gripe y tos. Tampoco experimentó enuresis
nocturna ni otros síntomas neuróticos prominentes. Sin embargo, menciona haber tenido
miedos nocturnos, especialmente temor a la oscuridad, que sus padres, en lugar de
mitigar, intensificaban contándole historias que incrementaban el miedo para que de
esta manera evitara salir durante las noches. Menciona haber tenido pataletas cuando
sus padres le negaban cosas que ella pedía, lo que parece haber sido la principal
manifestación de su descontento. No tuvo conductas relacionadas con la masturbación
infantil o fantasías sexuales, debido a la falta de información y a que esos temas eran
tabú en su entorno.
En cuanto a sus relaciones familiares, encontró en sus hermanos una fuente de unión y
diversión. Jugaba a menudo con muñecas, canicas, voley, y le gustaba "torear" a los
perros como forma de entretenimiento. Describe su infancia como "bonita", marcada
por la alegría de jugar y compartir con sus hermanos, a pesar de la pérdida temprana de
su padre, un evento que marcó un cambio significativo en su vida.

V. EDUCACIÓN O ESCOLARIDAD.

Inició su etapa escolar a los seis años, comenzando en un colegio nacional


exclusivamente para mujeres en Hualgayoc, Cajamarca, donde cursó hasta el quinto
grado de primaria. Al asistir al colegio, iba acompañada de sus hermanas, sobrinas y
primas, con quienes se reunía durante el recreo. Su primera impresión del colegio fue de
temor e impresión, ya que había escuchado acerca de los castigos severos que se
impartían en la dirección. Esta sensación de miedo también fue compartida por las
personas que la llevaban al colegio.

Durante su tiempo en la escuela, la paciente no disfrutaba mucho de asistir, aunque era


consciente de que no tenía otra opción. A pesar de su miedo, logró integrarse en un
grupo de amigas, que describe como un conjunto variado de niñas "burlonas, traviesas y
tranquilas". Ella no lideraba dentro del grupo, sino que era una integrante más.

La paciente estudió en dos colegios durante su etapa escolar. El primero fue el colegio
nacional de mujeres en Hualgayoc, donde cursó la primaria. Tras la muerte de su padre,
la familia se mudó, lo que provocó un cambio de colegio para la secundaria, la cual
completó en la Institución Educativa Scipión E. Llona en Miraflores. Su rendimiento
académico fue bajo, ya que, tras la pérdida de su padre, se vio obligada a trabajar para
ayudar a mantener a su familia, lo que limitó su capacidad de enfocarse en sus estudios.
Aun así, logró terminar la primaria a los 12 años y la secundaria entre los 16 y 17 años,
aunque con dificultades.

En cuanto a su relación con los profesores, la paciente recuerda que mantenía una
cordialidad mutua con ellos, y cree que la consideraban una alumna responsable y
trabajadora, a pesar de las limitaciones que enfrentaba. Sin embargo, su rendimiento no
fue destacado, ocupando los últimos puestos en su clase debido a su necesidad de
equilibrar el trabajo con el estudio. Sus asignaturas preferidas eran lengua, religión e
historia, mientras que las matemáticas eran la materia que menos le gustaba y en la que
peor le iba. En contraste, religión era la asignatura en la que destacaba. A pesar de sus
dificultades académicas, siempre participaba en las actividades extracurriculares, como
las actuaciones escolares.

A lo largo de su educación, nunca repitió un año, a pesar de su bajo rendimiento


académico y sus problemas de concentración y atención. Asistía regularmente a clases y
se sentía integrada en su grupo de compañeros, con quienes compartía juegos y trabajos.
Tras finalizar la secundaria, decidió continuar sus estudios en una carrera técnica en
enfermería, que cursó en el Instituto Loayza a los 22 años aproximadamente. Esta
decisión estuvo motivada por su deseo de trabajar en el área de la salud, y culminó con
éxito su formación gracias a una constancia otorgada por el instituto, que le permitió
ejercer como técnica en enfermería.

VI. RELACIONES INTERPERSONALES

La paciente describe su capacidad para establecer amistades. Durante su etapa de


estudios técnicos, tuvo amigos cercanos con quienes compartía tiempo, saliendo a tomar
café y conversando. No obstante, a pesar de ser una persona amigable y social,
actualmente no cuenta con muchas amistades con las que se relacione de manera
regular. En sus reencuentros ocasionales con amigos, disfrutan de actividades como
tejer, conversar al aire libre y tomar café, recordando momentos del pasado. Estas
reuniones la hacen sentir jovial, comunicativa y alegre, ya que revive recuerdos
compartidos en su juventud.

En cuanto a sus relaciones con el sexo opuesto, la paciente menciona haber tenido dos
enamorados, a los 14 y 19 años. La relación más significativa fue la primera, que
terminó debido a episodios de infidelidad y maltrato físico, comportamientos que la
paciente no toleraba. Posteriormente, a los 19 años, se casó con su actual esposo. La
paciente valora las relaciones de pareja como espacios donde la conversación y el
diálogo son esenciales para fomentar la colaboración en las actividades diarias.
Considera que una buena relación de pareja se construye sobre la base de la
comunicación

la paciente comenta que, durante su infancia y adolescencia, el sexo era un tema tabú en
su hogar. No recibió instrucción sexual formal ni se abordaban estos temas
abiertamente. Sus padres mantenían una actitud reservada y había poca información
disponible en su entorno. Sus primeros conocimientos sobre la sexualidad los obtuvo al
enamorarse de su primera pareja, lo cual marcó el inicio de su conciencia sobre el tema.

Con el tiempo, la paciente ha llegado a sentir que la información que posee sobre la
sexualidad es suficiente y adecuada. Ahora es capaz de conversar abiertamente sobre
estos temas, sobre todo con sus hijos, a quienes les brinda orientación. Considera que la
educación sexual es sumamente importante, especialmente para prevenir enfermedades
de transmisión sexual y embarazos no deseados, destacando que, en su época, estos
temas no eran discutidos en profundidad.

En cuanto a su historia sexual, la paciente recuerda que tomó conciencia de sus


impulsos sexuales con su primera pareja. Sin embargo, esta experiencia le generó
angustia y culpa, sintiéndose como si hubiese cometido un grave error, debido a la falta
de información en su crianza. Con relación a la masturbación, anteriormente la
consideraba una práctica negativa, influenciada por las creencias de sus padres, pero
actualmente ha cambiado de perspectiva y la considera una actividad normal, aunque
señala que nunca la ha practicado.

Durante la pubertad, la paciente recuerda haber sentido los cambios en su cuerpo de


manera extraña. Percibía el crecimiento corporal, pero se sentía incómoda y rara, ya que
no tenía a nadie con quien conversar al respecto. Tenía temor de abordar esos temas con
su madre, lo que la llevó a vivir estos cambios de manera solitaria.

Su primera menstruación ocurrió a los 10 años, y al no tener información previa sobre el


tema, la experiencia le generó mucho miedo. Se asustó al no saber qué ocurría, lo que la
llevó a consultar con su madre, quien la guió en ese momento, brindándole la
orientación que necesitaba.

En cuanto a su ciclo menstrual, señala que no era regular, con una frecuencia de
aproximadamente 25 a 28 días y una duración de cuatro días. Sufría de cólicos durante
esos días, lo que afectaba su estado de ánimo, haciéndola sentir incómoda y con
malestar.

La paciente menciona que tuvo su primera relación sexual a los 16 años, pero esta
experiencia le resultó negativa. Se sintió mal después, debido a que tenía la idea de que
había hecho algo incorrecto, probablemente influenciada por la falta de educación
sexual durante su crianza.

Actualmente, la paciente no mantiene relaciones sexuales. En cuanto al matrimonio, lo


considera una institución importante que formaliza la familia. Para ella, el matrimonio
es positivo, ya que fomenta el respeto mutuo entre las parejas y permite alcanzar una
relación estable.

Sobre los métodos anticonceptivos, menciona que ahora está informada gracias a
charlas médicas recientes, aunque en su juventud no tuvo acceso a esa información.

Respecto a su relación de pareja, reconoce que ha tenido conflictos con su esposo por
diferentes motivos, aunque no detalla la naturaleza de estas discusiones.

IX. CAMBIOS DE RESIDENCIA

El entrevistada nació en Hualgayoc, donde vivió durante su niñez y preadolescencia,


hasta los 12 años. El ambiente de su ciudad natal era un campo abierto, tranquilo y libre
de peligros, lo que le brindó una infancia segura y en contacto con la naturaleza. Sin
embargo, a los 12 años, tras el fallecimiento de su padre, experimentó un cambio
importante en su vida que la llevó a mudarse a Lima. Este suceso marcó un giro
profundo en su vida familiar, y poco después su madre también se trasladó para vivir
con ella en la ciudad.

No recuerda la fecha exacta de la mudanza, pero recuerda que el ambiente en Lima era
muy diferente al de su ciudad natal: más urbanizado y con un ritmo de vida mucho más
acelerado, lo cual fue un contraste importante para ella. La adaptación no fue fácil, ya
que al mudarse sola, sin familiares cercanos, el cambio le causó mucho estrés y
sufrimiento emocional. La decisión de mudarse fue tomada por sus tíos cercanos,
quienes decidieron que lo mejor para ella era mudarse a la ciudad.

En su nueva residencia enfrentó varios desafíos, principalmente de índole económica, lo


que generó dificultades adicionales en su adaptación. Además, no tenía amistades, lo
que agravaba su sensación de aislamiento, ya que no conocía a nadie más allá de sus
tíos. Actualmente, vive en un ambiente tranquilo y sin mayores inconvenientes. Aunque
sus relaciones con los vecinos no son muy cercanas, son tratables y mantienen una
convivencia pacífica. En cuanto a problemas con la justicia, no ha tenido ningún
conflicto, ya que su conducta siempre ha sido acorde a los valores inculcados durante su
crianza.

X. HÁBITOS E INTERESES

En cuanto a sus hábitos e intereses, el paciente menciona que le gustan los deportes,
aunque actualmente no practica ninguno. En sus momentos libres, disfruta de
actividades como tejer, realizar caminatas cortas y conversar. Sin embargo, le gustaría
realizar caminatas largas, aunque debido a problemas de salud ya no le es posible.

Tiene un grupo de amistades, pero no mantienen una comunicación frecuente, ya que no


viven cerca unos de otros. No bebe con frecuencia, pero cuando lo hace, es en ocasiones
familiares. No fuma ni consume ningún tipo de droga. En cuanto a sus ideas políticas,
prefiere no opinar, ya que no le gustan los debates relacionados con este tema.

XI. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES

Durante su infancia, el paciente no recuerda haber padecido enfermedades


significativas, excepto por las comunes como la gripe y la tos. La enfermedad más
significativa que tuvo ocurrió a los 38 años, cuando sufrió una herida en el cuello
uterino. Esta lesión no fue tratada a tiempo, lo que desencadenó un diagnóstico de
cáncer. Pese a ello la paciente no ha tenido intervenciones quirúrgicas previas,
exceptuando el tratamiento relacionado con el cáncer mencionado anteriormente.

No ha experimentado accidentes significativos, como caídas, atropellos o quemaduras.


En términos de salud neurológica, el paciente ha presentado episodios de pérdida de
memoria en ciertas ocasiones, lo que ha generado cierta inquietud. Se han realizado
diversos exámenes auxiliares, como rayos X, tomografías y ecografías abdominales, que
han ayudado a evaluar su condición médica. No se reportan antecedentes de
enfermedades neurológicas en su familia. Además, no hay casos de enfermedades
psiquiátricas, aunque se menciona que un tío sufrió de alcoholismo, lo cual es relevante
en el contexto familiar.

Historia Familiar

Padre: El padre del paciente falleció aproximadamente a los 42 años debido a un


accidente en una excavación de mina. El paciente tenía alrededor de 9 años en el
momento de su muerte y no estuvo presente durante el incidente. No había padecido
enfermedades antes de su fallecimiento. Su carácter era serio y estricto, aunque también
amable con sus hijos. Solía salir a beber con sus amigos los fines de semana y, aunque
bebía y fumaba ocasionalmente, no se reportan problemas graves relacionados con estas
actividades. Trabajó como capitán en una mina llamada El Dorado y había completado
la educación universitaria, aunque no obtuvo un título.

Madre: La madre del paciente murió a los 85 años por enfermedades generalizadas. El
paciente tenía 54 años cuando falleció y estuvo presente en el hospital en el momento de
su muerte. Antes de fallecer, no padecía enfermedades significativas. Su carácter era
recto y estricto, siendo poco cariñosa debido a su naturaleza reservada. Le gustaba
asistir a fiestas patronales y no consumía alcohol ni tabaco. Trabajó como ama de casa y
no tuvo acceso a la educación formal por la época en que vivió. En la familia no hay
antecedentes de enfermedades neurológicas, aunque un tío por parte de padre sí sufrió
problemas de alcoholismo. No se conocen otros casos de enfermedades mentales o
comportamientos inusuales.

Dinámica Familiar: El paciente se mudó a la capital, Lima, a los 12 años, y tuvo una
crianza muy estricta, sin ser engreído. Sus padres eran exigentes en cuanto a sus
estudios, y la madre era la figura más severa, aplicando castigos físicos como correazos,
lo que le causaba tristeza. No había premios, solo palabras motivadoras. Se identificaba
más con su madre, con quien pasaba más tiempo, aunque mantenía una buena relación
con sus hermanos y se comunicaban bien. Sus padres se llevaban con respeto mutuo,
aunque el padre a menudo se dejaba llevar por el alcohol, lo que generaba incoherencia
en sus acciones y palabras.

Religión: la paciente fue criada en la religión católica, pero actualmente participa en la


comunidad de Testigos de Jehová.

Hijos: la entrevistada tiene dos hijos. El primero, Evans Pauletth Meza Gonzales, de 33
años, soltera y con educación universitaria incompleta, trabaja en servicio al cliente y
tiene una relación tensa con su madre, deseando que su hija sea más comunicativa y
responsable. El segundo hijo, Donnie David Meza Gonzales, de 22 años, reside en
Lima, es estudiante universitario y ha mantenido una buena relación con su madre,
siendo considerado el hijo más confiable y tratable.