NIETZSCHE
NIETZSCHE
NIETZSCHE
Biografía.
1
El rechazo amoroso por parte de Lou Andreas-Salomé terminó por arrojarlo
sobre los libros y profundizar en su mala salud y locura.
Los últimos años los pasó con su madre, cuando ella murió, con su hermana,
hasta que finalmente murió en 1900, cuando estaba en la cumbre de su fama.
Etapas y obras:
2
humano, La gaya ciencia, o Aurora. En esta etapa, critica el cristianismo como forma
de dominio sobre el ser humano, y utiliza la historia para criticar la metafísica.
En la tercera etapa, o filosofía del mediodía, es donde está el grueso de su
teoría filosófica más estudiada, más original. Sus conceptos fundamentales son de
esta etapa. La obra más famosa, también: Así habló Zaratustra.
Cada parte de esta obra trata sobre una idea:
● Prólogo: Dios ha muerto, superhombre y último hombre.
● Primera parte: superhombre.
● Segunda parte: voluntad de poder.
● Tercera parte: eterno retorno.
● Cuarta parte: diversas cuestiones, pero apenas nada novedoso.
En la cuarta etapa, o filosofía del atardecer, ataca de lleno la moral, la
cultura y la religión occidentales. Lo hace desde obras como Genealogía de la
moral, Más allá del bien y del mal, Ecce Homo, etc.
2. METAFÍSICA.
Al igual que ocurría con Marx, con Nietzsche no podemos hablar tampoco de
un sistema metafísico al uso, porque este autor es complementamente
antimetafísico; su obra es una crítica a los sistemas metafísicos tradicionales.
La crítica a la metafísica tradicional que desarrolla Nietzsche no la
encontramos en un solo libro, sino que es transversal a su obra, a sus diferentes
épocas.
2.1. El vitalismo.
Debemos encuadrar a nuestro autor en la filosofía llamada “vitalista”.
El vitalismo es la corriente de pensamiento que sostiene que existen fuerzas
que no pueden explicarse materialmente, que no son reducibles a fenómenos físicos
y químicos conocidos por las ciencias.
Autores vitalistas han sido Bergson y Shopenhauer. Este último ha influido
considerablemente en Nietzsche, especialmente en el concepto de “voluntad de
poder”. Schopenhauer lo llamaba simplemente voluntad.
3
No obstante, no podemos afirmar que todas las corrientes vitalistas sean
iguales, sostengan lo mismo, porque se diferencian entre sí en múltiples facetas.
Cuando hablamos de vitalismo en Nietzsche realmente estamos hablando de
la afirmación de lo vital, de la vida, y la negación de aquello que no es vida. Y en
aquello que no es vida podemos incluir el mundo de las ideas o el más allá cristiano;
es decir, aquello que no es terrenal.
Podemos entender el vitalismo de Nietzsche desde múltiples perspectivas,
atendiendo a su dimensión ontológica y a su dimensión gnoseológica o
epistemológica. Ontológicamente hablando, “vida” es todo lo que es sustancia del
hombre, el hombre está inserto en la vida y es vida. Y si hablamos en sentido
gnoseológico, “vitalismo” significa que conocemos mediante la vivencia de la
realidad, no razonándola. Por lo tanto, vitalismo e irracionalismo están unidos.
La vida no tiene ningún fundamento externo, no hay nada fuera que funde la
vida. En este sentido, no tienen cabida los dualismos de la metafísica tradicional.
4
pasiones más terrenales, las emociones más naturales, todo aquello que surge de
nuestro interior.
En este sentido, Nietzsche critica las filosofías platónica y cristiana. Sostiene
que el “transmundo” de las ideas que sostiene Platón no es más que la muestra de
un profundo temor, un intento por racionalizar el caos, por parar el movimiento del
mundo, por intentar comprender un mundo que en lo más profundo es puro caos.
Nietzsche se opone a todo dualismo. El dualismo sostiene que existen dos
sustancias, y en el ámbito, dos mundos: terrenal y de las ideas.
Lo hace mediante tres críticas:
a) Tradicionalmente hemos considerado que el mundo de los sentidos
era menos perfecto que el mundo de las ideas y los conceptos,
precisamente por el cambio continúo. Tendemos a asociar que el
cambio es imperfecto, y lo invariable no. Pero Nietzsche considera que
aplicar conceptos estáticos para inmovilizar el cambiante mundo no
demuestra que el mundo sea imperfecto (aunque acepte que lo es),
solo que no somos capaces de conocerlo realmente mediante la
razón. Es decir, en todo caso muestra la insuficiencia de la razón, o la
imperfección de la razón. Puede que la razón no sea la mejor
herramienta.
b) El mundo de las ideas, el “más allá”, todas las recompensas futuras,
no son más que ilusiones que nos ponen delante, nadie garantiza que
se vayan a cumplir. ¿Quién lo garantiza?, ¿Platón?, ¿la Biblia?
c) Postular estos mundos suprasensibles no significa otra que huir a
mundos de fantasía, huir de una realidad que tiene facetas dinámicas,
que unas veces nos concede placer y otras, dolor. Estos mundos son
frutos del resentimiento humano por no poder aceptar la realidad de la
vida.
3. ÉTICA.
5
por ejemplo, de la etapa del mediodía; en Así habló Zaratustra están muy presentes
las cuestiones morales.
Los señores son los dominantes, los fuertes, las clases altas. Los dominantes
aman la vida, y odian la humildad y el miedo. Es una moral activa, creativa de
valores, que propone la existencia de un superhombre ateo, que atiende a sus
instintos y pasiones y no a la razón.
Los esclavos prefieren la igualdad, la compasión, la dulzura. Son las clases
bajas y los oprimidos los que rehúyen de la vida y buscan un refugio en otros
mundos ilusorios, otros “trasmundos”. Es una moral pasiva, fruto de la resignación
ante los poderosos, que se identifica con lo servil, y que históricamente se da en
movimientos como la Ilustración, la democracia o el socialismo.
6
Frente a esta ética de los débiles, Nietzsche propondrá una ética natural que
afirme la vida, sea instintiva, y admita el cambio y la multiplicidad de perspectivas.
3.2. El nihilismo.
7
b) Nihilismo activo y creador.
Nietzsche es un pensador nihilista en el sentido de que propone
destruir todos los valores vigentes y crear unos nuevos. Este nihilismo es símbolo
del auge del poder, un poder que necesita destruir los valores tradicionales, porque
estos no pueden caer por sí mismos. Los antiguos valores son destruidos a “golpe
de martillo” , “muere Dios”, lo matan, y entonces solo pueden surgir nuevos valores.
Pero deben ser generados, debe existir una fuerza creadora.
El león, en Así Habló Zaratustra, destruye los antiguos valores para dar paso
al superhombre, representado por el niño.
A) Voluntad de poder:
B) Eterno retorno:
8
En La Gaya Ciencia hay un fragmento que alude a la idea del “eterno
retorno”.
Esta idea no solo la explora en La gaya ciencia, sino también en Así habló
Zaratustra, en múltiples capítulos y fragmentos. En ocasiones adquiere tintes
cosmológicos: concibe que el número de átomos y la cantidad de energía del mundo
son finitos y al ser el tiempo infinito, todo está condenado a repetirse. En otras
ocasiones, habla de un enano (el espíritu de la pesadez) que se posa sobre el
hombro, y le muestra el eterno retorno. Esta es la pesadez inicial de percibir la idea
del eterno retorno, una pesadez que debe ser transformada mediante la voluntad de
poder. En otro capítulo, “el convaleciente”, habla de la figura de la serpiente como el
eterno retorno, difícil de asimilar inicialmente.
Esta idea no es original de Nietzsche, sino de los antiguos clásicos,
concretamente del estoicismo. Los antiguos no concebían el mundo linealmente,
como un progreso indefinido y cambiante, sino como una sucesión de creaciones y
destrucciones del mundo. Esta idea es similar a la de los hinduistas. Es una
concepción circular del tiempo.
9
Entonces, Nietzsche plantea la posibilidad de que pensemos qué ocurriría si
nos diésemos cuenta que todo lo que hemos vivido en esta vida y todo lo que
vamos a vivir fuera a repetirse eternamente, que tras morir volviésemos a realizar de
nuevo todos los acontecimientos que ya hemos realizado y vamos a realizar. En
analogía con el mundo actual, podríamos decir que nuestra vida sería como una
película que vamos a ver eternamente. En ella estarían no solo todos los
acontecimientos externos, sino también nuestros pensamientos y otros aspectos
mentales.
Este concepto posee una gran intensidad moral. Nos obliga a actuar de modo
que una gran sucesión infinita de repeticiones no nos perturbe. Si vivimos nuestra
vida de la mejor manera posible, que estemos orgullosa de ella, que todo lo que
hagamos lo hagamos con alegría y disfrute, que aceptemos lo mejor posible lo que
nos ocurre, pero luchando por cambiar aquello que no nos gusta, lograremos una
buena vida Es decir, que si supiéramos que vamos a vivir de nuevo esta vida
dijéramos que sí, sin dudarlo, que ha valido la pena. Aprovechar todos los instantes
que nos ofrece la vida, saborearlos.
Solo mediante la aceptación sin miedo del eterno retorno podemos
transformar el nihilismo en activo. En el eterno retorno habrá un olvido constante,
habrá dolor olvidable, el olvido nos permitirá afirmar la vida. Si asumimos que cada
aspecto de la vida se va a repetir eternamente ya no veremos nada moral en ello,
los asumiríamos en sí mismos.
Según diversas interpretaciones, este despertar implica que realmente no
repetiremos lo mismo una y otra vez, sino que al darnos cuenta de que existe la
posibilidad de un eterno retorno, podemos despertar a la idea de transformar
nuestra vida; por lo tanto, al despertar, despertamos a un eterno retorno creativo, no
de las copias de lo mismo, sino de los simulacros.
Es decir, la aceptación del eterno retorno sería una invitación a transformar
moralmente nuestra vida, a hacernos responsables de nuestras acciones, a ser
conscientes de que tenemos el poder de transformar nuestras acciones, nuestra
vida, para ser digna de ser vivida eternamente.
4 EPISTEMOLOGÍA.
10
4.1. El perspectivismo.
11
vez su contrario. A no es b, es decir, a no puede ser b. Nietzsche es contradictorio,
su perspectivismo aúna perspectivas contradictorias, no tiene cabida este principio.
Nietzsche dice: ““El hombre nada más que desea la verdad en un sentido
análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas
que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sus consecuencias e
incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o
destructivos” (Sobre verdad y mentira)
12
Es decir, Nietzsche acaba con el concepto de verdad como algo objetivo.
Algo que solo dependa del lenguaje y sus reglas. Por lo tanto, Nietzsche no asume
las tesis del positivismo, la idea de que debe haber una correspondencia entre la
expresión y lo expresado, entre las palabras y los hechos.
13
4.4. Genealogía y crítica a la historia.
5. ANTROPOLOGÍA.
Las características del superhombre, tras pasar por los tres estadios, son el
anhelo de vivir, la autosuperación, los nuevos valores y el arraigo a la tierra y los
instintos, las jerarquías, eterno retorno.
14
5.1 Crítica del alma y concepción del cuerpo.
15
El cuerpo, en Nietzsche, pasa a ser el verdadero centro de todo, como un
centro de gravedad, con múltiples fuerzas implicadas, múltiples instintos y
emociones. Dirá “Cuerpo soy yo íntegramente, y ninguna otra cosa; y alma es un
suceso en el cuerpo”.
En definitiva, es un campo de batalla y un centro de gravedad, porque en él
se integran todas las fuerzas, compitiendo unas con otras, las pulsionales junto a la
conciencia, cada una buscando apropiarse una parte.
Y respecto a la conciencia, relacionada con la idea del alma, no es nada de lo
que hasta entonces se creía, ni luz ni vida, sino un espejismo resultado de los
impulsos inconscientes corporales, como un mero reflejo momentáneo.
Y ocurre que, cuando la conciencia trata de dominar al cuerpo, este es
olvidado, los instintos y pulsiones no son reconocidos.
El concepto de voluntad de poder está íntimamente relacionado con las
fuerzas del cuerpo. Este concepto alude al interés por incrementar el poder, un
poder móvil, siempre dominante, luchando por el control.
Y es que en Nietzsche la vida tiene dos principios: conservación y aumento.
Ambas están relacionadas.
Lo que se conserva trata de aumentar, la vida se conserva en la medida en
que aumenta gracias a lograr las cosas necesarias. En este sentido, la voluntad de
poder es vida en pos de la satisfacción de los deseos. Solo así se logra la
conservación. Y esta voluntad no se caracteriza por solo querer las demás cosas,
sino por quererse a sí misma, aspirando a crecer ella misma, porque solo así podrá
conservar lo logrado por la conquista.
En este sentido, existe un claro vínculo entre epistemología y antropología,
entre verdad y voluntad de poder. La voluntad de poder establece por conquista lo
que es verdadero y lo que es falso, lo que es deseable y lo que no. Y el mundo
funciona como un collage de voluntades de poder enfrentadas.
16