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El Evangelio

Prólogo
Prefacio de
Introducción
1 ¿Qué es el Evangelio?
2 El Poder del Evangelio
3 El Evangelio en la predicación
4 El Evangelio en la vida del creyente
5 Falsos Evangelios
6 ¿Es verdad que Latinoamérica necesita ser re-evangelizada?
7 El Evangelio y los avivamientos verdaderos
Agradecimientos especiales
Referencias
Índice de citas bíblicas

Prólogo

1 Corintios 1.21

Prefacio de

Introducción

¿Otro libro más sobre el Evangelio? ¿No es acaso un tema básico?

Se que a muchos hermanos les puede parecer que es lo más básico y el comienzo de todo,
pero es un error pensar eso. El Evangelio, el mensaje de la buena noticia de Jesús, no solo
debe entenderse a la ligera como algo inicial, si no como el tema central de toda la Biblia y
por tanto la urgencia y necesidad de entenderlo bíblicamente.

¿Hay alguna manera de entender el evangelio que no sea bíblica?

Claro que sí, muchas veces podemos caer en el error de al pensar que este tema es básico y
no lo estudiamos conforme a las Escrituras de forma profunda y en el contexto de la
historia de la Iglesia, de forma que podríamos caer en una distorsión del mismo o en un
evangelio diluido.

Y entendiendo que hay una gran necesidad de entenderlo bíblicamente, se entiende que hay
una gran necesidad de predicarlo como se ha entendido bíblicamente
Y entendiendo que hay una necesidad y urgencia de predicarlo bíblicamente hay una gran
necesidad también de evaluar el fruto de Dios en las multitudes evangelizadas bíblicamente

CAPITULO 1. ¿Qué es el Evangelio?

En la biblia cuando leemos acerca del evangelio, se usa el término griego “evangelio” (ev-
angelion) que quería decir buenas noticias.

! ¡Un “ev-angel” era la noticia de un gran evento sucedido que cambiaba la condición de
los oyentes y requería urgente una respuesta (como las nuevas de una victoria en la guerra o
el ascenso al trono de un nuevo rey)!

Por lo tanto, conforme las Escrituras, el evangelio es la noticia de lo que Dios ha hecho
para lograr la salvación a través de Jesucristo en la historia.

El evangelio entonces está claro, es algo que ha pasado y que debemos creer.

El evangelio entonces está claro no es ley, que requiere que la ejecutemos para ganarnos
algo. El evangelio es un anuncio que declara que Jesús lo pagó todo por su pueblo en todo
el mundo.

El evangelio entonces está claro no es tampoco un consejo de lo que debemos hacer para
alcanzar a Dios.

Nosotros no podemos ganarnos esta salvación, no podemos mantenerla con obras ni


evidenciarla con tradiciones. Solamente la recibimos por gracia y la aceptamos rendidos.

El evangelio es gracia, es decir un regalo que no merecemos, y no un mérito.

El evangelio sígnico que: “Soy escogido, perdonado y aceptado por Dios a través de Cristo,
por lo tanto, se va evidenciar en mi obediencia”

En contraste las religiones del mundo, incluso muchas que se hacen llamar cristianas
proclaman en el fondo de su mensaje : “Obedezco, por lo tanto, soy aceptado”, “soy salvo
por Cristo, pero debo mantenerme a salvo por obras”, “soy salvo por Cristo, pero debo
evidenciar mi salvación con las reglas de la organización religiosa”

De esta manera, el evangelio difiere en dos aspectos con de la religión centrada en el


hombre y la falta de religión.
Puedes buscar ser tu propio “señor y salvador” al quebrantar la ley de Dios y ser un
irreligioso.

Pero también pretender ser tu propio “señor y salvador” o tratar de compartir el mérito
(explícita o implícitamente) cuando crees que al obedecer la ley (o las reglas de la iglesia,
organización religiosa etc.) con el propósito de ganar y/o mantenerte en tu salvación.

Así, la incredulidad en el evangelio verdadero aleja de Dios a los no creyentes, y una falta
de profunda convicción en el mismo, también es la principal causa de falsas conversiones,
temor, y orgullo religioso en muchos que se llaman así mismo cristianos, porque de
entender mal el mensaje del evangelio nuestros corazones continúan actuando sobre la base
de la premisa “Obedezco, por lo tanto, soy aceptado” y entonces se crea lo que se conoce
como legalismo, que tiene varios matices y grados, pero al fin y al cabo es una creencia
fuerte en que se puede confiar en que nos mantenemos a salvo por reglas particulares de
una denominación o el cumplimiento de la ley.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados
en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.” – Efesios 2:8 -10(RV60)

El texto podría traducirse "por gracia habéis sido salvados a través de la fe, y especialmente
no de vosotros, es don de Dios".

¿De dónde más amados hermanos provendría por completo la Gracia y la fe que nos fueron
dadas si no es un regalo de Dios a un ser que estaba completamente muerto en sus delitos y
pecados? (Efesios 2:1-3).

Es cierto entonces que, aunque las buenas obras no pueden hacernos ganarnos ni mantener
la salvación, son tan importantes que Dios nos creó a fin de que podamos hacerlas. Somos
hechura de sus manos: lo que él hizo, un producto exclusivo de Dios (cf. Sal. 100:3).

Es a Él a quien debemos toda nuestra existencia tanto espiritual como física. Nuestro nuevo
nacimiento mismo como creyentes es obra de Dios (Juan. 3:3, 5). Somos creados “en Cristo
Jesús”, porque separados de él nada somos y nada podemos hacer (Juan. 15:5; cf. 1 Co.
4:7).

Como “hombre en Cristo”, el creyente constituye una nueva creación, según previamente lo
había dicho el apóstol (2 Co. 5:17): “Por tanto si alguno está en Cristo, es una nueva
creación: las cosas viejas pasaron ya, he aquí que todo se ha hecho nuevo”.

Esta salvación que tenemos que no ganamos y nunca pondríamos mantener, esta fe que no
nacido de un corazón muerto si no de uno renacido, es en su totalidad un regalo inmerecido
de Dios, y no algo que tengamos que hacer para acceder a la salvación y menos mantenerla
una vez salvos.

¿Qué nos dice este evangelio?

“Porque no me avergüenzo del evangelio…” – Romanos 1:16

El apóstol Pablo no habría dicho estas palabras si no sintiera que el mundo desea
avergonzarlo por su fe, si no estuviera rodeado por una cosmovisión anticristiana que busca
humillarlo por lo que cree.

“Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría,


agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” – 1 Corintios 1-21

Nos dice un mensaje que al mundo le parece una locura, algo de que avergonzarse.
Hagamos una suposición aquí. Si no fuera así no tendría sentido hacer tal declaración. En
realidad, el evangelio siempre será considerado “vergonzoso” por la cosmovisión
anticristiana de este mundo. ¿Por qué digo eso?

A. El Evangelio me dice que soy pecador.

Me dice que he roto la ley de un Dios Santo y Justo, que no dará por inocente al culpable y
que no he buscado ser feliz en la verdadera fuente de felicidad que es Dios mismo ( Salmos
16.11) por tanto soy idolatra. Expone mi rebelión ante mi Creador y me videncia como un
enemigo que lo aborrece cautivo de sus propios deseos en medio de mi muerte espiritual
(Romanos 1:18-32; Efesios 2:1-3). Nadie quiere que le digan que es pecador, y que esta
condenado, pero eso es lo que nos dice la Biblia (Romanos 3). Si no entendemos que somos
pecadores que hemos quebrantado la ley de Dios, nunca llegaremos a ver nuestra necesidad
de Cristo.

B. El Evangelio nos dice que solo hay un camino al cielo.

El posmodernismo nos ha enseñado todo lo contrario, que hay muchos caminos al cielo y
muchos caminos a Dios, solo tienes que elegir tu el camino que le convenga a tu corazón
para ir al cielo.
Es difícil responder a eso, ¿no? Recuerdo la respuesta de un amigo hace unos años al
predicarle el evangelio: "Qué bueno amigo, que la iglesia funcione para ti, pero no funciona
para mí". Ese tipo de respuesta es bastante común hoy en día. Afirmar la exclusividad de
Cristo no le cae bien a la mayoría de la gente.

3. El Evangelio nos dice que Dios la segunda persona de la santísima Trinidad, encarno en
un hombre.

Durante 2000 años, a muchos les ha parecido vergonzoso decir que Jesús era Dios
encarnado, Dios en la carne. Pero eso es lo que la Biblia nos dice – “Y el Verbo se hizo
carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Como cristianos, afirmamos que Jesús era
completamente Dios y completamente hombre. Es precisamente por eso que Jesús pudo ser
Redentor. Solo alguien con la misma esencia divina podría absorber la ira de un Dios eterno
(Isaías 53:1-.10)

4. El Evangelio nos dice que un día estaremos ante el tribunal de Cristo.

Esta es otra pregunta difícil de aceptar para el hombre moderno. Hemos llegado a creer que
no somos responsables ante nadie y que nadie tiene derecho a juzgarnos, ni siquiera
Dios. Incluso muchos que se hacen llamar cristianos, que tienen parte en la teología
liberal/modernista, odian la idea del justo juicio de Dios y niegan doctrinas cardinales como
la sustitución de Jesús por nosotros. Pero la Biblia enseña que todos compareceremos ante
el tribunal de Cristo donde daremos cuenta de todo lo que hemos hecho. Nuestra única
esperanza será la obra mediadora de Jesús. Si no puedes decir de corazón que la sangre de
Jesús ha cubierto tu pecado, si no puedes decir que Cristo expió tus pecados, que el recibió
la ira de Dios por ti, entonces Dios te pedirá cuentas.

5. El Evangelio nos dice que no podemos ganarnos con obras nuestro camino al cielo.

El ser humano natural y religioso piensa que en lo espiritual también merecemos como en
lo material una recompensa por nuestros esfuerzos. No importa cuantas obras morales,
reglas cumplamos, tradiciones sigamos y cuánto bien creamos que hemos hecho las cosas,
nunca será suficiente para alcanzar la santidad que Dios requiere para ser salvo. (Isaías
64:6). La única forma en que podemos ser salvos es por la obra regeneradora del Espíritu
Santo(nuevo nacimiento) y confiando en la obra consumada de Cristo. Debemos aceptar
que el mérito infinito de Cristo es suficiente para satisfacer las exigencias de la justicia de
Dios. Y debemos darnos cuenta de que nuestra propia actuación nunca podría ser suficiente
ante ese mismo Dios justo y santo. No importa que reglas sigas, que ropa te pongas, que
comas o dejes de comer, que tradición observes, no sirve de nada, Cristo es todo y solo El
santifica y salva.
6. El Evangelio nos enseña que la sabiduría del hombre es locura para Dios y que la fuerza
del hombre es debilidad para Dios.

Queremos ser vistos como sabios. Queremos mostrar nuestro conocimiento y aprendizaje
según los estándares de las ideologías de este mundo. Queremos ser exitosos según los
estándares y sabiduría caída. Pero la Biblia enseña que “lo insensato de Dios es más sabio
que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres”. (1 Corintios. 1:25)
El hombre pecador no quiere admitir que toda su sabiduría y entendimiento es locura para
Dios. Los corazones humanos cuando no tienen a Dios, rechazan esta idea y se avergüenzan
de esta verdad.

7. El Evangelio nos dice que necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en


Cristo para nuestra salvación.

Al hombre moderno le gustaría pensar que es autónomo, que no necesitamos a nadie y


mucho menos a Dios. Entonces, cuando escuchamos un mensaje que nos exige humildad y
rendición, ese mensaje será visto como vergonzoso ,ofensivo y finalmente rechazado. Pero
el Evangelio nos dice que necesitamos a Jesucristo. No hay otra manera de ser salvos de
nuestro pecado. Dios hizo provisión para nuestra necesidad a través de la persona y obra de
Jesucristo.

Entonces… “la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los
que se salvan es poder de Dios”. (1 Corintios 1:18)

Ahora no es cosa de tener una visión pesimista. Bien podríamos aceptar que el mundo ve el
mensaje del Evangelio como una completa ofensa. Sin embargo, si eres un verdadero
creyente, te gloriarás en el mensaje de la cruz. Te gloriarás y te regocijarás en el don de
Dios, que es la vida eterna (Romanos 6:23). La solución no es minimizar la ofensa del
evangelio, o evitar que este mundo intente avergonzarnos, sino predicarlo fielmente y orar
para que Dios le de vida a los muertos, y cambie el corazón de piedra por un corazón viva
los que están afuera, necesitados de Dios, que Elo abra los ojos de los ciegos y rescate las
almas de los que están pereciendo.

¿Para quienes es el evangelio?

Millones de cristianos ciertamente saben que Jesús ordenó a sus discípulos al final de su
ministerio que "id y haced discípulos a todas las naciones [pueblos]" (Mateo 28:19).
Honramos respetuosamente la última misión increíble que otorga con su gran título: La
Gran Comisión. Sin embargo, si nos damos cuenta de que nuestros hechos miden nuestra fe
(la Biblia dice que lo hacen), millones de nosotros creemos en secreto, en el fondo, que
Jesús pronunció esas palabras sin la advertencia adecuada a sus discípulos. .

Leyendo ligeramente los cuatro Evangelios, la Gran Comisión parece quedar en un segundo
plano al final del cuerpo principal de la enseñanza de Jesús. Era como si nuestro Señor,
después de haber confiado todo lo que había en su corazón, estuviera a punto de chasquear
los dedos y decir: "Oh, sí, amigos, y por cierto, una cosita más.

Quiero que todos ustedes difundan este mensaje a todas las personas del mundo,
independientemente del idioma y la cultura. Eso sí, la premisa es que tengas el tiempo y la
voluntad. "

¿Jesús "de repente" dio a sus discípulos la gran comisión? ¿Se los arrojó en el último
minuto sin una advertencia razonable y se fue antes de que tuvieran la oportunidad de
discutir su viabilidad con él? ¿No podría proporcionar una demostración razonable para
hacerlo?

Como cristianos, cuántas veces hemos leído los cuatro evangelios y enfrentado la tarea sin
discernir la abundancia de evidencia que Dios proporciona. Considere, por ejemplo, cómo
Jesús compasivamente usó los encuentros con gentiles y samaritanos para ayudar a sus
discípulos a pensar a través de las culturas.

Un centurión romano

En una ocasión (Mateo 8:5-13), un centurión romano gentil hizo una súplica a Jesús a favor
de su siervo paralítico. Los judíos en esta ocasión instaron a Jesús a que los ayudara,
señalando. “Este hombre merece su ayuda porque amó a nuestro país y nos construyó una
sinagoga”, explicaron.

De hecho, las paredes y columnas de una sinagoga, probablemente construida por el mismo
centurión, ¡todavía se encuentran cerca de la orilla norte del Mar de Galilea después de
2000 años! Pero observe las implicaciones del razonamiento judío. En efecto, estaban
diciendo que ni el Centurión ni su patético sirviente paralítico merecían la ayuda de Jesús si
el Centurión no los hubiera ayudado de esta manera. ¡Son tan únicos! No es sorprendente
que Jesús tuviera que suspirar de vez en cuando: “¡Oh generación incrédula y pervertida!...
¿Hasta cuándo estaré con vosotros?” (Mateo 17:17).

Jesús respondió al centurión: "Iré y lo sanaré". En ese momento, el centurión dijo algo
completamente inesperado: "'Señor, no soy digno de que vengas a mi casa. Solo di una
palabra, y lo haré y mi siervo será sanado, porque yo mismo soy de los que obedecen las
órdenes de mis superiores, y tengo soldados debajo de mí...' Cuando Jesús escuchó esto, se
asombró", está escrito en Mateo. ¿Qué clase de milagro es este? Sencillamente, la
experiencia militar del centurión le enseñó algo sobre la autoridad. Así como el agua
siempre fluye, la autoridad siempre fluye en la cadena de mando. Quien se somete a la
autoridad de un superior tiene también derecho a ejercer el poder sobre un subordinado. El
centurión señaló que Jesús actuó en completa subordinación a Dios: ¡Jesús, por lo tanto,
debe tener autoridad completa sobre todo lo que está debajo de él en la escala más grande
de todo el universo!¡ Como resultado , Jesús debe tener la habilidad insondable de mandar
que el cuerpo enfermo del niño se adapte a un estado de buena salud!

" Os aseguro " , dijo Jesús a los que se quedaron, "que no he encontrado en Israel a nadie
con tanta fe".Como en muchos otros discursos, Jesús aprovechó la ocasión para demostrar a
sus discípulos que los gentiles pueden tener fe , incluso una fe tan grande como la de los
judíos.¡ Y también son vulnerables a la gracia de Dios !Los banquetes se utilizan
típicamente para celebrar.¿Qué pistas puedes obtener sobre el futuro banquete al que
asistirán Abraham y los invitados gentiles ?¡No crea en los rumores sobre el fracaso de la
Gran Comisión en seguir adelante.

Jesús, decidido a sacar lo mejor de la situación , continuó diciendo: “Les digo que muchos
vendrán del oriente y del occidente [Lucas un escritor gentil, agrega en su carta paralela: “y
del norte y del sur”] y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino
de los cielos. Pero a los súbditos del reino [ello podría referirse solamente a los judíos como
el pueblo elegido de Dios] se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y
rechinar de dientes.” (Mateo 8:7-12; Lucas 13:28,29).

Los banquetes se utilizan típicamente para celebrar.¿Qué pistas puedes obtener sobre el
futuro banquete al que asistirán Abraham y los invitados gentiles ?¡No creas que las pistas
sobre la Gran Comisión para seguir y cumplir el llamado de Dios pueden ser más claras que
la imagen del banquete en el cielo que los salvadores de varios lugares celebrarán junto a
Abraham !¡ Pero hay mucho más !

2.El Poder del Evangelio

“…, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.” Romanos 1:16

Como vimos aunque el mundo sin Cristo, el hombre no regenerado, el ser humano que no
ha nacido de nuevo vea el mensaje del evangelio como una ofensa e intente avergonzarnos,
nosotros debemos confiar en el poder de Dios en El para salvar.
¿Qué hace el Evangelio?

Encontramos en Romanos 3:21-26 lo siguiente:

“ Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y
por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que
creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que
es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y
el que justifica al que es de la fe de Jesús.”

Leemos claramente en este pasaje que Dios ya nos imputo su justicia es decir puso su
justicia de manera gratuita a nuestro favor al sumergirnos en Cristo (1 Corintios 12:12-13)
y que Dios ya nos justificó, es decir que esa justicia ahora la considera como nuestra, e
implica que él ya nos ve aceptos Efesios 1:6 dice: “para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado”.

El Evangelio y su poder conforme las Escrituras

Como vimos el apóstol Pablo dice que no se avergüenza del evangelio, porque el evangelio
es el poder de Dios, y podemos ver en las Escrituras las manifestaciones poderosas de Dios
cuando su Palabra es predicada para salvación de los que escuchan y para crecimiento de su
Iglesia.

Una de las más poderosas predicaciones la vemos en el libro de los Hechos de los
Apóstoles en el capítulo 2.

“ Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones
judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. porque
estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas
esto es lo dicho por el profeta Joel:
Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo;
El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre
vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de
él, como vosotros mismos sabéis; a este, entregado por el determinado consejo y anticipado
conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual
Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido
por ella. Porque David dice de él:

Veía al Señor siempre delante de mí;


Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,
Y aun mi carne descansará en esperanza;
Porque no dejarás mi alma en el Hades,
Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Me hiciste conocer los caminos de la vida;
Me llenarás de gozo con tu presencia.

Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue
sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y
sabiendo que con juramento Dios le había jurado que, de su descendencia, en cuanto a la
carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la
resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A
este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la
diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado
esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están
lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Y con otras muchas palabras testificaba y
les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron
su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.” – Hechos 2:14-42

- El Evangelio lleno de poder a su iglesia


- El Evangelio fue usado para darle vida espiritual a miles de personas
- El Evangelio es prometido para la vida diaria de la Iglesia en cada cristiano, su
familia y como comunidad de los Santos.
-
El Evangelio y su poder en la historia de la Iglesia

3.El Evangelio en la predicación

Si tenemos series expositivas de la Biblia o predicaciones temáticas para enseñanza de la


iglesia local pero cada mensaje no tiene clara la cruz y el evangelio entonces no estamos
predicando el evangelio y es posible que evidenciemos no haberlo entendido.

4.El Evangelio en la vida del creyente


Entonces, si sabes que “no hay condenación para los que están en Cristo Jesús”
(Romanos8:1), ¿cuál es el incentivo para llevar una vida virtuosa y obediente? Todos los
incentivos del mundo. A continuación, presentamos solo tres aspectos de la motivación:

1. Vivimos en obediencia porque queremos deleitarnos en el Señor que nos salvó.

Cuando Él murió en la cruz, no se “agradó a sí mismo” (Romanos 15:1-3). En un sentido,él


puso colocó su felicidad dentro de nuestra felicidad. Es decir, Él identificó tanto sucorazón
con nuestros intereses que aquello que nos produce a nosotros bienestar yplacer,
automáticamente le produce placer a Él.

Por lo tanto, cualquiera que haya experimentado la gracia y el amor de Dios en elevangelio
se da cuenta de que en su interior crece un deseo de darle deleite y placer aDios. Ahora ya
no le servimos solamente para obtener cosas de Él.

Como Él coloca su felicidad dentro de la nuestra, ahora nosotros ponemos nuestrafelicidad


dentro de la Suya. Nuestro deleite es saber que Él se deleita.

2. Vivimos en obediencia porque queremos parecernos al Señor que nos salvó.

Existe un profundo instinto humano para imitar aquello que admiramos y honramos.

Para honrar a las personas célebres, por ejemplo, hacemos imágenes de ellos, estatuas
ycuadros, e incentivamos a la gente para que los imite.

Una vida piadosa es la forma más profunda de honrar a Aquel que vivió y murió
paraservirnos y salvarnos. Nos convertimos a nosotros mismos en imágenes de Él.

3. Vivimos en obediencia porque queremos acercarnos a Él y tener comunión con Él.

En la religión, acudimos a Dios porque Él es útil para conseguir lo que más desea
nuestrocorazón.
!

En el evangelio, acudimos a Dios porque Él es hermoso. Lo buscamos simplemente


paraobtener a Dios mismo. Deseamos sentir Su presencia y sabemos que la forma de
hacerloes vivir para imitarlo.

En resumen, el evangelio hace que la ley de Dios sea un instrumento de belleza y no


unacarga. Podemos usarla para deleitarnos, parecernos y tener comunión con Aquel que
nossalvó, y no para llamar Su atención o procurar Su favor. Ahora corremos la carrera “por
elgozo que está puesto delante de nosotros”, en lugar de obedecer “por el miedo que
vienedetrás de nosotros”.

3. “Bueno, si sabes que siempre serás perdonado, entonces, ¿qué incentivo existepara
arrepentirse?” Formula algunas respuestas.

Es importante considerar cómo el evangelio impacta y transforma el acto mismo


delarrepentimiento. En la religión, el propósito del arrepentimiento es básicamente
mantenerfeliz a Dios para que Él continúe bendiciéndonos y contestando nuestras
oraciones. Estosignifica que el “arrepentimiento religioso” denota egoísmo, auto justicia y
amargura en lomás profundo.1. El arrepentimiento religioso denota egoísmo. En la religión
sentimos remordimiento porel pecado principalmente debido a sus consecuencias para
nosotros. El pecado nos traerácastigo y queremos evitarlo. Por tanto, nos arrepentimos.

El evangelio nos dice que el pecado en última instancia no puede llevarnos a lacondenación
(Romanos 8:1). Su atrocidad es, por lo tanto, lo que éste le produce a Dios:le desagrada y le
deshonra.

Por consiguiente, en la religión, el arrepentimiento es egocéntrico; el evangelio lo


hacecentrado en Dios. En la religión, principalmente lamentamos las consecuencias
delpecado, pero en el evangelio lamentamos el pecado en sí mismo.2. El arrepentimiento
religioso denota auto justicia. El arrepentimiento fácilmente seconvierte en un mecanismo
para expiar el pecado. El arrepentimiento a menudo seconvierte en una forma de auto
flagelación por medio de la cual convencemos a Dios (y anosotros mismos) de que
realmente sentimos nos sentimos tan miserables y estamos tanllenos de remordimiento, que
merecemos ser perdonados.
!

Sin embargo, en el evangelio, sabemos que Jesús sufrió y Él fue miserable por
nuestropecado. No nos hacemos sufrir con el propósito de merecer el perdón.
Simplementerecibimos el perdón que Cristo ganó.

En Juan 1:8 dice que Dios nos perdona porque Él es “justo”. Esta es una
declaraciónextraordinaria. Sería injusto por parte de Dios si alguna vez nos negara el
perdón,¡porque Cristo ganó nuestra aceptación!

En la religión, ganamos nuestro perdón con el arrepentimiento, pero en el


evangeliosimplemente lo recibimos.3. El arrepentimiento religioso denota amargura en lo
más profundo. En la religión, nuestraúnica esperanza es tener una vida suficientemente
buena para que Dios nos bendiga. Por

“Bueno, si sabes que siempre serás perdonado, entonces, ¿qué incentivo existepara
arrepentirse?” Formula algunas respuestas.

Es importante considerar cómo el evangelio impacta y transforma el acto mismo


delarrepentimiento. En la religión, el propósito del arrepentimiento es básicamente
mantenerfeliz a Dios para que Él continúe bendiciéndonos y contestando nuestras
oraciones. Estosignifica que el “arrepentimiento religioso” denota egoísmo, auto justicia y
amargura en lomás profundo.1. El arrepentimiento religioso denota egoísmo. En la religión
sentimos remordimiento porel pecado principalmente debido a sus consecuencias para
nosotros. El pecado nos traerácastigo y queremos evitarlo. Por tanto, nos arrepentimos.

El evangelio nos dice que el pecado en última instancia no puede llevarnos a lacondenación
(Romanos 8:1). Su atrocidad es, por lo tanto, lo que éste le produce a Dios:le desagrada y le
deshonra.

Por consiguiente, en la religión, el arrepentimiento es egocéntrico; el evangelio lo


hacecentrado en Dios. En la religión, principalmente lamentamos las consecuencias
delpecado, pero en el evangelio lamentamos el pecado en sí mismo.2. El arrepentimiento
religioso denota auto justicia. El arrepentimiento fácilmente seconvierte en un mecanismo
para expiar el pecado. El arrepentimiento a menudo seconvierte en una forma de auto
flagelación por medio de la cual convencemos a Dios (y anosotros mismos) de que
realmente sentimos nos sentimos tan miserables y estamos tanllenos de remordimiento, que
merecemos ser perdonados.

Sin embargo, en el evangelio, sabemos que Jesús sufrió y Él fue miserable por
nuestropecado. No nos hacemos sufrir con el propósito de merecer el perdón.
Simplementerecibimos el perdón que Cristo ganó.

En Juan 1:8 dice que Dios nos perdona porque Él es “justo”. Esta es una
declaraciónextraordinaria. Sería injusto por parte de Dios si alguna vez nos negara el
perdón,¡porque Cristo ganó nuestra aceptación!

En la religión, ganamos nuestro perdón con el arrepentimiento, pero en el


evangeliosimplemente lo recibimos.3. El arrepentimiento religioso denota amargura en lo
más profundo. En la religión, nuestraúnica esperanza es tener una vida suficientemente
buena para que Dios nos bendiga. Por

11

lo tanto, todo caso de pecado y arrepentimiento es traumático, antinatural ycompletamente


amenazante.

Solo bajo una fuerte coerción una persona religiosa admite que ha pecado, porque suúnica
esperanza se encuentra en su bondad moral.

Pero en el evangelio, el saber que somos aceptados en Cristo hace que sea más fáciladmitir
que somos imperfectos, porque sabemos que Dios no se va a deshacer denosotros si
confesamos las verdaderas profundidades de nuestra pecaminosidad.a. Nuestra esperanza
está en la justicia de Cristo, no en la nuestra. Por lo tanto, no estan traumático admitir
nuestras debilidades y fallas.

En la religión, nos arrepentimos cada vez menos. Pero mientras más aceptados yamados en
el evangelio nos sentimos, nos arrepentiremos más y más frecuentemente.

Y aunque, por supuesto, siempre existe algo de amargura en cualquier arrepentimiento,en el


evangelio existe una dulzura en última instancia.a. Esto crea una nueva dinámica radical
para el crecimiento personal.b. Mientras más vemos nuestras propias imperfecciones y
pecados, más preciosa,electrificante y asombrosa nos parecerá la gracia de Dios.c. Pero, por
otro lado, mientras más conscientes somos de la gracia de Dios y laaceptación en Cristo,
seremos más capaces de dejar caer tus negaciones yautodefensas, para admitir el carácter y
las verdaderas dimensiones de tu pecado.

El creyente y sus relaciones personales

El religioso a menudo usa las relaciones para convencerse a sí mismo de que es unapersona
valiosa y digna. Con frecuencia esto crea algo llamado “codependencia”, unaforma de
salvación propia a través de necesitas a la gente o de necesitar que la gente lonecesite (por
ejemplo, salvarse a uno mismo por salvar a otros).

Por otro lado, el irreligioso a veces reduce el amor a una sociedad negociada para
elbeneficio mutuo. Uno solo se relaciona mientras no le cueste nada.

Por tanto, la opción (sin el evangelio) es utilizar egoístamente a los demás, ¡oegoístamente
dejar que los demás nos usen!

Pero en Cristo vemos a un hombre que se sacrificó incondicionalmente por nosotrosporque


nos ama, no porque nos necesita.

Cuando entendemos tanto la humildad emocional (“Soy tan pecador que él tuvo quemorir
por mí”), como la riqueza emocional (“Él me ama tanto que murió gustosamente pormí”),
entonces tenemos el impulso para servir humildemente a los demás, pero no acausa de una
necesidad inapropiada.

Sí nos sacrificamos y hacemos compromisos, pero no por una necesidad deconvencernos a


nosotros mismos o a los demás que somos aceptables. Por tanto,podemos amar lo suficiente
a la persona como para confrontar y, sin embargo, quedarnoscon la persona cuando eso no
nos beneficie.

El creyente y el sufrimiento
Sufrimiento

El religioso cree que Dios le debe una vida feliz, puesto que el sentido primordial de
teneruna vida buena es poner a Dios en una deuda con él. Por tanto, cuando el religioso
sufre,debe enojarse con Dios (“He estado viviendo con rectitud, ¿y esto es lo que recibo?”)
oenojarse consigo mismo (“Debe ser que no estaba viviendo con rectitud”), ¡o ambascosas
al mismo tiempo!

Por otro lado el irreligioso hace absolutamente todo lo posible para evitar el sufrimiento.No
le ve ningún provecho. Su presencia hace que la vida no tenga sentido.

Pero la cruz nos muestra que tenemos un Dios que sufre. El evangelio, por un lado, selleva
nuestra sorpresa y nuestro resentimiento por causa del sufrimiento. Lo vemos a élsufriendo
por nosotros, sin ninguna queja de su parte.

Por ello sabemos que merecemos perdernos por la eternidad, pero por misericordianunca
recibiremos lo que merecemos. Esto elimina la autocompasión.

Por otro lado, sabemos que Dios no podría castigarnos por nuestro pecado, ya que
Cristopagó por todos nuestros pecados y Dios no puede recibir dos pagos. Esto significa
quecualquier sufrimiento que recibamos no es retribución, sino instrucción.

Si enfrentas el sufrimiento con un entendimiento claro de la justificación solamente


porgracia, tu gozo en esa gracia se hará más profundo. Pero si enfrentas el sufrimiento
conuna mentalidad de justificación por obras, el sufrimiento te quebrará, no te edificará.
“Élsufrió, no para que no suframos, sino para que, en nuestro sufrimiento, podamos llegar
aser como él”.

Ya que tanto el religioso como el irreligioso ignoran la cruz en formas diferentes,


ambosquedarán confundidos y devastados por el sufrimiento.

El creyente y la Familia
!

La religión puede convertirte en un esclavo de las expectativas paternales, mientras quela


irreligión podría no ver ninguna necesidad de una lealtad familiar ni de guardarpromesas y
pactos si éstos no “suplen mis necesidades”.

El evangelio te libera de hacer de la aprobación paternal un absoluto o una salvación


psicológica, puesto que señala cómo Dios se convierte en el Padre por excelencia. De esta
manera, no serás ni demasiado dependiente ni demasiado hostil con tus padres.

5.Falsos Evangelios

“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os
hemos anunciado, sea anatema” - Gálatas 1:8

En la actualidad mucho de los falsos evangelios aun dentro de la iglesia evangélica


protestante en todas las denominaciones esta basado en un error de hace un par de siglos.

A inicios del siglo 18 en Escocia un teólogo llamado John Glass (1695-1793) tomo
métodos de interpretación de la biblia, tomados de la escuela critica es decir del liberalismo
teológico, y llego a conclusiones como que el Reino de Dios era de una naturaleza
solamente espiritual y que estaba divorciado de toda naturaleza física , política y
psicológica. Esto claro no era nada nuevo, en la historia de la Iglesia hubieron muchos
grupos que se aislaban de todo y entendían que todo "era mundano" incluso sus cuerpos y
debían aislarse de todo para vivir un pietismo extremo.

Robert Sandeman, (1718 -1771) termino por hacer estas ideas mucho más extensas, con sus
escritos que lograron influenciar a una parte del cristianismo protestante a pesar de haber
sido refutadas por muchos de los más eminentes teólogos de su época y posteriormente.
Hombres como Andrew Fuller en el siglo XIX y Martyn Lloyd Jones, refutaron
contundentemente a Sandeman y las ideas de Glass, lamentablemente su influencia quedo
en muchos y aun parece estar en gran parte de la iglesia evangélica de hoy.

¿Qué sistema es este?

La fe que Dios nos concede en el nuevo nacimiento es evidenciada en arrepentimiento, así


lo enseña la biblia y el cristianismo histórico.

"Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." - Romanos 10:17
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi
Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por
obra" Ezequiel 36:26-27

El arrepentimiento es un sentir real, un dolor por haber roto la ley de Dios y un deseo de
abandonar los viejos caminos para rendirnos ante el Rey Cristo una evidencia que Dios ha
hecho una obra sobrenatural en el corazón del ser humano que se manifiesta en fe y
arrepentimiento para vida y en frutos dignos de este arrepentimiento.

No es solo un entendimiento superficial.

Pero según Sandeman, la fe, solamente era un reconocimiento intelectual, es decir estar de
acuerdo que "se es pecador”, "que si no acepto a Cristo me voy al infierno”, para luego
basado en esta fe, tomar una decisión por Cristo.2

¿Notas la diferencia?, la biblia y más de dos mil años de iglesia enseñan que debe haber una
transformación un nuevo nacimiento, Sandeman enseña que debes solo decidir
externamente basado en un sentir o en una aceptación de tu mente del asunto.

¿Les parece familiar? ¿No es acaso mucho del evangelismo de nuestros días cargado de
esta idea?

Consecuencias de un evangelio falso

Esta idea trae consecuencias y son dos

a. Libertinaje (Burla a la gracia de Dios y confianza en un concepto errado de su


amor)

b. Legalismo (Doctrina que enseña que se puede mantener la salvación, santificarse o


evidenciar madurez espiritual, cumpliendo reglas, tradiciones, costumbres etc.)

Y en medio de este escenario de dos bandos que parecen contraponerse, pero están
partiendo de la misma base vamos a ver algunas observaciones.

A. Falsas conversiones

a.En el legalismo

Como Sandeman, enseñan que se debe tomar una decisión externa por Cristo, solo que está
enfocada en una decisión de cambio moral personal. A veces matizada con amenazas de
condenación extremas o de “quedarse el día de la venida de Cristo”.

Un evangelio que enfatiza que la salvación depende de la decisión humana y no de la obra


de Dios termina creando, personas que creen que deben ganarse su salvación, mantenerla
(bajo peligro de perderla si cae, o no cumple las reglas de la iglesia), o que debe
evidenciarla con costumbres, tipos de vestimenta, comida, y otras tradiciones de su
organización.

Un cristiano que no ha nacido de nuevo realmente de nada le sirve todo este tipo de obras
externas particulares para agradar a Dios, por que si Cristo no es tu identidad nada mas le
agradara. Muchos son salvos en este sistema, pero en si crea mucha gente religiosa que
lucha con normas moralistas para tratar de no perderse y no se aferra realmente a Cristo. No
hay diferencia entre este tipo de creencia con otras religiones no cristianas.

Dios no quiere que cambien primero y luego le muestren a Dios ese cambio para aceptarlos,
tampoco quiere que decidan cumplir las reglas de una iglesia y que eso sea lo que los
mantenga a salvo, Dios quiere que venga tal como están, tal como son, para transformarlos
Él no las costumbres. Dios nos santificara, no nos va santurronear, Dios mortificara el
pecado en nosotros cada día en nuestra lucha, no va moralizarnos y hacernos obedientes a
reglas humanas.

No somos aceptados por cumplir las reglas o normas de una iglesia en particular, si no que
somos aceptados como sus hijos en Cristo como nuestra identidad (Juan 1:12-13; Efesios
1:6)

b.En el libertinaje

Como Sandeman, enseñan que se debe tomar una decisión externa por Cristo, solo que está
enfocada en un amor que no cambia, en un Dios que ama incluso el pecado de las personas.

La corriente liberal/modernista esta entrando con este concepto no bíblico de amor, donde
Dios deja de ser Santo y Justo y aun deja de ser Amor bíblicamente para convertirse en
cómplice religioso del pecado de la humanidad. Esta corriente tiene una agenda y se esta
metiendo incluso en colegios y universidades a través de comunidades para eclesiásticas
que paradójicamente se hacen llamar bíblicas cuando sus conceptos están alejados de una
exegesis seria e interpretación literal y contextual del texto sagrado.

Un amor que no transforma no es un amor bíblico. Decisiones para un Cristo que no


cambia a los que “salva” no es un evangelio verdadero y por tanto sus “convertidos” no son
salvos, no son convertidos solo son religiosos engañados por una Gracia barata y falsa que
les va costar la eternidad.

Dios ama al mundo y Dios ama a los perdidos, Dios quiere que vengan a El tal como son,
pero no los quiere dejar tal como están, por que el estado en el que están es condenados y
culpables y Dios quiere que se arrepientan y crean en el Evangelio conforme las Escrituras
para cambiar esa naturaleza por una nueva y hacerlos nuevas criaturas (2 Corintios 5:17)

B. Iglesias y liderazgos ilegítimos


a. En el legalismo

“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de
los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.” – 1 Pedro
5:1-3

En el idioma inspirado del nuevo testamento, es decir el griego, la palabra ancianos (es
presbyteros de lo cual derivamos la palabra presbiteriano.) aparece sin el artículo
determinado y enfatiza entonces la función de este oficio. La palabra anciano no se refiere
a la edad de la persona si no al cargo que lleva en la iglesia como oficial de la misma.
Así como en Israel había ancianos que gobernaban las sinagogas, los ancianos de la iglesia
son los que llevan como un rol el liderazgo de las iglesias locales que están establecidas
(Hechos. 11:3; 21:18).

Los apóstoles ordenaban ancianos (pastores, obispos, supervisores, es lo mismo) en cada


iglesia local (Hechos. 14:23), y así tenía que seguir la iglesia ordenando ancianos cuanto
más se extienda el reino hasta nuestros días. (Tito. 1:5).

Pedro es apóstol, pero está en una función de uno más de los ancianos, esto nos enseña que
él no se pone por encima de los demás pastores si no que esta junto a ellos en la toma de
decisiones. El gobierno bíblico ideal de una iglesia es un gobierno plural de ancianos, no un
gobierno de un solo pastor que decida por todo. Es algo que muchos debemos meditar,
reconsiderar y reformar en nuestras iglesias en la actualidad si queremos hacer iglesia
conforme al corazón de Dios.

Lamentablemente el legalismo cambia los conceptos bíblicos, en este caso de que es un


anciano o pastor. El legalismo como vimos es una confianza en las obras de la carne,
costumbres, tradiciones, para mantenerse a salvo, evidenciar ser salvo etc. Esta idea trae
consigo liderazgos tiranos de hombres (incluso mujeres) que creen que tienen un estatus
por encima de los demás creyentes y llegan a formarse iglesias y pastorados ilegítimos.

Su motivación es la tiranía, el legalismo su bandera.

Un pastor bíblico es consciente que su identidad es Cristo al igual que todos sus hermanos
en la fe, y que lo que tiene es una ordenación al pastorado (otros le llaman consagración) la
cual es un llamado a un rol no a una jerarquía como bien lo entendía incluso un Apóstol que
vio al mismo Señor Jesucristo como Pedro. Pedro no se creía “el ungido” de forma mas
especial que sus hermanos, no se creía infalible, no pretendía pastorear solo, no ponía la
iglesia como si fuera su propiedad por que la cabeza es Cristo, sin embargo el legalismo
hace todo lo contrario a lo que Dios manda y hacia Pedro.

El legalismo crea pastores autosuficientes que no rinden cuentas y que nadie pastorea ni
puede pastorear por que ya hace mucho no se consideran ovejas. Crea patrones de conducta
orgullosos, que terminan creando ministerios que no han sido llamados por Dios por
pastores no ordenados por El, mediante el formato de “plantación de iglesias por
divisiones”.

Muchas iglesias de Sudamérica no han sido plantadas con apoyo ministerial, o enviadas, si
no que son producto de divisiones insanas. Si bien unas pocas tienen una historia sincera y
un por que de esa división que llevo a formarse una iglesia nueva, la gran mayoría de casos
documentados son iglesias que se formaron a raíz de problemas con el ego de sus lideres,
pastores o hasta ovejas que no lideraban que tenían influencia y aspiraban a tener poder
sobre otras personas. Nada que ver con la gloria de Dios en la plantación de iglesias en la
formación de congregaciones con un liderazgo bíblico y en el buen testimonio para con los
de afuera. Muchos de estos hombres o mujeres que deciden empezar una iglesia dividiendo
otras generalmente tienen un mal testimonio y no cumplen con los requisitos del obispo y
algunos que tenían un testimonio bueno lo destruyen en el momento que causan la división.

Se formen en su mayoría entonces iglesias ilegitimas y pastorados ilegítimos, situación que


no se soluciona diezmando a una denominación para que les dé “cobertura” para tratar de
disimular el mal testimonio a Dios no podemos engañarle a Dios, si no se hacen las cosa
conforme su Palabra entonces estamos en pecado continuo.

Por gracia muchas de estas iglesias con el tiempo son conscientes de sus inicios errados, y
de que deben reconsiderar su doctrina eclesial y se ponen a cuentas, se sujetan a un
presbiterio o asamblea que verdaderamente los va guiar hacia una reforma eclesial, una
evaluación de sus ancianos, la ordenación de estos y otros y a darle la gloria a Cristo con
una iglesia conforme a la Palabra de Dios.

b. En el libertinaje

“De la sinagoga de Satanás, de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten, te
daré algunos.” – Apocalipsis 3:9

Este texto habla de falsos creyentes tanto libertinos como legalistas. En este caso vamos a
entender el lado libertino. Un falso evangelio, con un Jesús “inclusivo”, que no transforma
la vida de nadie, que ama a todos como para dejarlos tal como están(…muertos en sus
delitos y pecados” – Efesios 2.1-3), entonces va traer a Iglesias que dicen ser Iglesias pero
no lo son, cristianos que dicen ser cristianos pero no lo son, pastorados y liderazgos que
dicen ser de Dios pero no lo son.

El libertinaje de la teología liberal, permite entonces la formación de organizaciones que se


hacen llamar iglesias pero que en nombre del “amor” negarían incluso doctrinas
fundamentales y apoyarían doctrinas de demonios que Dios reprueba.

Como es el caso del pastor estadounidense Rob Bell que tiene una doctrina llamada
Universalismo, donde enseña que incluso un no cristiano que negó a Cristo como Mahatma
Gandhi puede estar en el cielo. Para Bell “El Amor gana” en alusión que Dios tiene una
especie de amor injusto que no requiere ni siquiera del sacrificio de Cristo como expiación.
Para Bell y otros liberales, el sacrificio de Cristo es una imagen mas de un mártir que de
alguien que esta pagando por los pecados recibiendo la ira de Dios.

Así muchos dicen ser pastores, teólogos aun de fraternidades teológicas conocidas , y
muchas organizaciones para eclesiásticas y hasta supuestas iglesias, dicen ser cristianos
pero no tienen una confesión de fe conservadora doctrinal y conforme lo que enseñan,
envían a miles al infierno , demostrando que no lo son.

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Avivamiento 1 gran despertar

Avivamiento 2 gran despertar

Avivamiento Gales

Avivamiento Azusa

Avivamiento en Cali

Avivamiento en Africa

Avivamiento en las Islas Hebridas

Avivamiento en Almolonga
1- Daniel B.Wallace, Greek Grammar Beyond the Basics: An Exegetical Syntax of the
New Testament (Grand Rapids: Zondervan, 1996), 335.

2- Robert Sandeman, Letterson Theron and Apasio(New York:John S.Tylo 1838).244

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