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Introducción

El enfoque intercultural en la atención en salud surge como una respuesta a la


creciente diversidad cultural de las sociedades y a la necesidad de ofrecer
servicios de salud equitativos y culturalmente pertinentes. Reconocer y valorar las
diferencias culturales en el ámbito de la salud no solo implica adaptaciones en los
servicios, sino también la integración de conocimientos y prácticas tradicionales,
especialmente en contextos donde los pueblos indígenas y otras comunidades
étnicas juegan un papel relevante. Este enfoque busca superar las barreras de
acceso a la salud generadas por la discriminación, el desconocimiento de las
cosmovisiones locales, y las diferencias lingüísticas, promoviendo un diálogo entre
la medicina moderna y la tradicional. Así, se generan nuevas estrategias que
mejoran la calidad de los servicios y los resultados en salud, respetando los
saberes y prácticas ancestrales.
Complemento de acciones y formas de atención en salud con
enfoque intercultural.

El enfoque intercultural en la atención en salud busca reconocer y respetar las


diferencias culturales en la prestación de servicios sanitarios, abordando las
barreras culturales y sociales que pueden limitar el acceso equitativo a la salud.
Este enfoque tiene un carácter inclusivo, que promueve la integración de las
prácticas y saberes tradicionales de diferentes grupos étnicos y culturales con la
medicina moderna, con el fin de mejorar los resultados en salud y la calidad de
vida de las poblaciones diversas.

En muchas sociedades, la población está conformada por distintos grupos étnicos


y culturales, cada uno con su propio sistema de creencias, valores y prácticas
relacionadas con la salud y la enfermedad. En América Latina, por ejemplo, los
pueblos indígenas, afrodescendientes y otras minorías culturales tienen una larga
tradición de prácticas curativas que han sido trasmitidas de generación en
generación. Estas prácticas están profundamente enraizadas en su cosmovisión,
que puede diferir significativamente de los enfoques biomédicos que prevalecen
en la medicina occidental.

La atención en salud con enfoque intercultural parte del reconocimiento de que los
sistemas de salud convencionales a menudo no logran responder a las
necesidades específicas de estos grupos, generando desconfianza o rechazo
hacia los servicios sanitarios formales. Factores como la discriminación, las
barreras lingüísticas, y la falta de reconocimiento de las prácticas tradicionales de
salud contribuyen a las desigualdades en el acceso a la atención médica.

Este enfoque toma como principio fundamental el respeto a la diversidad cultural y


la promoción del diálogo entre saberes, lo que implica reconocer tanto la medicina
tradicional como la occidental en la creación de estrategias de atención en salud.
El objetivo es lograr que los servicios de salud sean culturalmente pertinentes,
accesibles y comprensibles para todos los grupos, independientemente de sus
costumbres o tradiciones.

Complemento de Acciones

Las acciones complementarias que sustentan la atención en salud intercultural


incluyen:

1. Reconocimiento de saberes tradicionales: Incorporar en los sistemas de


salud prácticas y conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y
comunidades afrodescendientes, tales como el uso de plantas medicinales,
rituales de sanación, y la participación de curanderos o parteras
tradicionales. Esto no solo fortalece la atención en salud, sino que
contribuye a la preservación cultural.
2. Capacitación intercultural para el personal de salud: Es fundamental
que los profesionales de la salud reciban formación en competencias
interculturales, de manera que puedan comprender las cosmovisiones de
los distintos grupos culturales y ser sensibles a sus necesidades y
expectativas. Esto incluye aprender sobre las prácticas de salud locales,
respetar las creencias espirituales y desarrollar habilidades de
comunicación intercultural.
3. Traductores y mediadores interculturales: En áreas donde el idioma
constituye una barrera, contar con traductores o mediadores culturales es
crucial para asegurar que los pacientes comprendan los diagnósticos,
tratamientos y recomendaciones médicas. Estos mediadores actúan como
un puente entre el sistema de salud y las comunidades, facilitando el
entendimiento mutuo.
4. Estrategias participativas: Involucrar a las comunidades en la
planificación y ejecución de las políticas de salud garantiza que estas
respondan a sus necesidades reales y respeten sus tradiciones. Los
modelos de atención comunitaria participativa permiten a las personas ser
protagonistas de su propio bienestar, fomentando la autogestión y la
corresponsabilidad en salud.
5. Desarrollo de protocolos interculturales: La creación de guías y
protocolos que incorporen criterios interculturales es esencial para asegurar
que la atención sea adecuada a las particularidades culturales. Esto incluye
adaptaciones en el tratamiento, la atención del parto, el manejo de la salud
mental, y la prevención de enfermedades según las prácticas locales.
6. Fortalecimiento de la atención primaria: La atención primaria es un
espacio clave para aplicar el enfoque intercultural, ya que es en este nivel
donde se establece el primer contacto con las comunidades. Un sistema de
salud interculturalizado debe priorizar la atención primaria como medio para
reducir las desigualdades en salud.

Formas de Atención en Salud con Enfoque Intercultural

Existen diversas formas en que se implementa la atención en salud intercultural.


Entre ellas destacan:

 Salud materna y partería tradicional: Muchas comunidades recurren a


parteras tradicionales para la atención del embarazo y el parto. En varios
países, se ha desarrollado una colaboración entre las parteras y los centros
de salud, de modo que se pueda ofrecer una atención integral que combine
los cuidados tradicionales con la medicina moderna. Esto permite reducir la
mortalidad materna y neonatal, respetando al mismo tiempo las costumbres
culturales.
 Uso de medicina tradicional: En lugar de suprimir el uso de remedios
naturales, los sistemas de salud interculturales integran el uso de plantas
medicinales y otras terapias tradicionales como complementos de los
tratamientos biomédicos, siempre que no interfieran con los mismos.
 Atención a la salud mental: En muchas culturas, la salud mental está
relacionada con desequilibrios espirituales o sociales. Los sistemas de
salud interculturales pueden combinar el uso de terapias psicológicas
convencionales con rituales tradicionales de curación o acompañamiento
espiritual, reconociendo la importancia de factores como la pertenencia
comunitaria y las creencias espirituales en el bienestar psicoemocional.
 Prevención y educación en salud: Las campañas de prevención en salud,
como las relacionadas con la vacunación, la nutrición o la higiene, deben
adaptarse a los contextos culturales. Esto incluye el uso de materiales
educativos en idiomas locales y la transmisión de mensajes que respeten y
valoren las creencias tradicionales. La inclusión de líderes comunitarios
como promotores de salud también facilita la transmisión del conocimiento
de manera más efectiva.

Desafíos y Perspectivas

Uno de los principales desafíos en la implementación de un enfoque intercultural


en salud es la coexistencia de paradigmas médicos diferentes que a veces pueden
estar en conflicto. Esto requiere una apertura y flexibilidad tanto por parte de los
profesionales de la salud como de las comunidades.

Asimismo, la falta de recursos y la capacitación insuficiente en temas


interculturales siguen siendo obstáculos importantes en muchos contextos. A nivel
estructural, la integración de la medicina tradicional en los sistemas de salud
formales implica no solo cambios en las prácticas médicas, sino también reformas
políticas y jurídicas que permitan reconocer y proteger estos saberes.

Finalmente, la interculturalidad en salud no se limita a los pueblos indígenas; se


aplica a cualquier población que, por sus características culturales, tenga
necesidades diferenciadas. Esto incluye migrantes, refugiados, y otros grupos
vulnerables, lo que subraya la importancia de diseñar sistemas de salud inclusivos
y respetuosos de la diversidad en todas sus formas.

En conclusión, el enfoque intercultural en salud se basa en el respeto mutuo y el


diálogo entre saberes, donde tanto la medicina moderna como las prácticas
tradicionales pueden coexistir y complementarse para mejorar la atención sanitaria
de todas las poblaciones.

Conclusión

La atención en salud con enfoque intercultural representa un avance significativo


hacia la equidad y la justicia social en los sistemas de salud. A través de la
integración de saberes tradicionales y modernos, la formación intercultural del
personal de salud, y la participación activa de las comunidades, es posible reducir
las desigualdades en el acceso a la salud y ofrecer servicios más inclusivos.
Aunque existen desafíos estructurales y barreras en la implementación de este
enfoque, los beneficios son evidentes: mejora la aceptación de los servicios de
salud por parte de las comunidades y refuerza la confianza entre los pacientes y
los profesionales de la salud. En última instancia, la interculturalidad en salud no
solo es un complemento, sino una necesidad para construir sistemas de salud que
respeten la diversidad cultural y promuevan el bienestar de todas las poblaciones.

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