Ensayo KarlMarx

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Karl Marx, el influyente filósofo, economista y sociólogo del siglo XIX, es

conocido por su análisis crítico del capitalismo y su visión transformadora de la


sociedad. Aunque a menudo se le asocia con teorías económicas y políticas,
es esencial comprender cómo sus ideas centrales reflejan un profundo
humanismo. Este ensayo explorará las ideas esenciales de Marx sobre el
individuo y la sociedad, destacando su enfoque humanista que busca la
emancipación y la realización plena del ser humano

La base de la concepción marxista del potencial humano son sus ideas sobre
las capacidades y las necesidades de los seres humanos. Es decir, los seres
humanos poseen tanto capacidades (facultades y aptitudes), como
necesidades (deseos que no se obtienen de forma inmediata). Algunas de ellas
son naturales, apenas distinguibles de las de los animales, sin embargo,
existen necesidades y capacidades propias de la especie, que son las que nos
hacen humanos.

La perspectiva marxista abordó la conciencia como el núcleo del potencial


humano. La perspectiva materialista histórica sostiene que la conciencia de las
personas está estrechamente vinculada a las condiciones materiales de su
existencia. Esto significa que la forma en la que pensamos, percibimos, y
entendemos el mundo está moldeada por las estructuras económicas y
sociales en las que vivimos. No solo la conciencia distingue la naturaleza
humana de los animales, sino también su relación con los tipos de actividades
que las personas desempeñan. Es decir, para Marx la verdadera distinción del
potencial humano era la capacidad de controlar la actividad mediante la
conciencia.

Las personas, su conciencia y sus actividades necesariamente se relacionan


con el entorno que les rodea. Los humanos establecen objetivos para sus
pensamientos y acciones, e interactúan con otros seres humanos y
principalmente, con la naturaleza que les rodea. En esta relación se distinguen
tres componentes fundamentales: percepción, orientación y apropiación. La
percepción es el contacto con la naturaleza a través de los sentidos. Este
proceso aislado probablemente no sería muy útil. Es necesaria la orientación,
que establezca un marco de las diversas percepciones del mundo. Finalmente,
a través de sus capacidades creativas, las personas actúan sobre la naturaleza
con el objetivo de satisfacer sus necesidades.

A partir de esta lógica, se establece una analogía entre estos componentes


(percepción, orientación, apropiación) y la sociedad primitiva, el capitalismo y el
comunismo. En la sociedad primitiva los medios de producción no estaban muy
desarrollados, las personas empleaban recursos naturales para satisfacer sus
necesidades. Esto provocó que el desarrollo de las capacidades de las
personas en esta época fuera muy limitado, lo cual también influyó en que las
necesidades de las personas eran mínimas en este período, así como su
capacidad de pensamiento.

El capitalismo, en tanto, suprimió el desarrollo de la capacidad creativa,


sustituyéndola por la apropiación. El individuo durante el capitalismo se
enfocaba en obtener dinero para poseer las mercancías que deseaba. Sin
embargo, Marx visualizó el comunismo como la fase en que, una vez
eliminadas las fuerzas estructurales que distorsionaban la naturaleza humana,
el potencial humano podría expresarse en un grado desconocido.

Marx argumenta que, en una economía capitalista, el trabajador se convierte en


un “producto” de su propio trabajo. En lugar de controlar su actividad laboral y
encontrar satisfacción en ella, el trabajador vende su fuerza de trabajo a los
dueños de los medios de producción (capitalistas) a cambio de un salario. Esta
relación de trabajo aliena al individuo de su propio proceso de producción y de
la mercancía que crea.

Marx critica la alienación del individuo en el contexto del sistema capitalista.


Argumenta que el trabajo en el capitalismo aliena al individuo de su propia
actividad productiva y, por ende, de su esencia humana. En lugar de encontrar
satisfacción y autorrealización en el trabajo, el individuo experimenta alienación
al convertirse en un simple engranaje de la maquinaria productiva. Esta
alienación se manifiesta en la pérdida de control sobre el producto del trabajo,
la falta de conexión con otros trabajadores y la separación del propio ser.

Marx aboga por la abolición de esta alienación mediante la creación de una


sociedad en la que el trabajo sea un medio para la autorrealización y el
desarrollo humano integral. En este sentido, la crítica de Marx al sistema
capitalista refleja su profunda preocupación por liberar al individuo de las
cadenas de la alienación y permitirle desarrollar sus potencialidades.

Creía en una sociedad donde el trabajo fuera una expresión auténtica de las
capacidades individuales, donde la producción estuviera controlada por los
propios trabajadores y donde la solidaridad y la cooperación reemplazaran a la
competencia.

Desde una perspectiva humanista, Marx concibe la sociedad como un conjunto


de relaciones sociales que deben ser redefinidas para promover la libertad y el
florecimiento humano. La lucha de clases, central en su teoría, no es solo una
lucha económica, sino también una lucha por la emancipación humana. Marx
argumenta que la sociedad capitalista crea divisiones sociales que perpetúan la
opresión y la desigualdad, impidiendo así la realización completa de las
capacidades individuales.

La superación de estas divisiones implica una transformación radical de las


estructuras sociales y económicas. Marx vislumbra una sociedad sin clases,
donde la propiedad privada de los medios de producción sea abolida, y la
cooperación reemplace a la competencia como principio organizativo. En esta
sociedad comunista, los individuos estarían libres de las restricciones
impuestas por las relaciones de producción capitalistas, permitiéndoles
alcanzar su pleno potencial como seres humanos.

En resumen, las ideas esenciales de Karl Marx sobre el individuo y la sociedad


reflejan un profundo humanismo que busca la emancipación y la
autorrealización. Su crítica a la alienación en el trabajo y su visión de una
sociedad sin clases apuntan hacia la creación de condiciones que permitan a
los individuos liberarse de las limitaciones impuestas por el capitalismo. A
través de su análisis crítico y su visión transformadora, Marx contribuye a la
tradición humanista al buscar una sociedad en la que cada individuo pueda
alcanzar su pleno desarrollo y contribuir al bienestar común.

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