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Albert Practica Final Penal LL

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Sustentante

EDWIN ALBERTO MEDRANO PEREZ

Matricula
2022-1277

Materia
DERECHO PENAL ll

Profesor
Ciro Moises Cornielle

Tema
Practica final derecho penal ll
Introducción

El estudio del Derecho Penal es crucial para comprender la


regulación y sanción de conductas delictivas dentro de una
sociedad. En la República Dominicana, el sistema penal se encarga
de mantener el orden social, proteger los bienes jurídicos y
asegurar la justicia mediante la imposición de penas adecuadas a
quienes infringen la ley. Este campo del derecho aborda desde la
definición de delito hasta la aplicación de penas, pasando por la
clasificación de infracciones y la interpretación de normas. La
presente práctica final examina estos aspectos fundamentales,
proporcionando un análisis detallado de cómo se aplican en el
contexto dominicano.

El análisis del delito como fenómeno social y jurídico revela la


complejidad de su impacto en la sociedad. Como fenómeno social,
el delito genera inseguridad y afecta la convivencia, mientras que,
desde el punto de vista jurídico, implica la violación de normas
establecidas y la necesidad de una respuesta estatal. Esta práctica
explora definiciones del delito según destacados tratadistas del
derecho, el fundamento del estado para imponer penas, y la
clasificación de las infracciones según su gravedad, brindando una
comprensión integral de estos conceptos.

Además, se profundizará en los elementos constitutivos de la


infracción, las fuentes del derecho penal y el alcance de la ley penal
en el tiempo y el espacio, adaptados al contexto dominicano. Temas
específicos como la tentativa, el delito imposible, la influencia de la
edad en la responsabilidad penal de los menores, la legítima
defensa y el estado de necesidad serán abordados para ofrecer una
visión completa del derecho penal. Este enfoque integral permitirá a
los estudiantes de derecho comprender mejor la aplicación práctica
de los principios penales y su importancia en la protección de la
sociedad y la justicia.
El Delito como Fenómeno Social, Jurídico y sus definiciones
por tratadistas del derecho

El delito es un fenómeno que tiene repercusiones tanto sociales como jurídicas.


Como fenómeno social, el delito afecta la convivencia y el orden social,
generando inseguridad y desconfianza en la comunidad. Jurídicamente, el
delito es una acción u omisión que contraviene una norma penal y es
sancionada por el estado. Esta dualidad implica que el delito debe ser
abordado desde una perspectiva integral que considere sus múltiples
dimensiones y efectos en la sociedad y el orden jurídico.

La definición y clasificación del delito varía según las épocas y culturas,


reflejando las normas y valores predominantes en cada sociedad. En la
República Dominicana, el Código Penal establece una serie de conductas
tipificadas como delitos, las cuales son sancionadas con diversas penas. El
análisis del delito desde una perspectiva jurídica implica entender no solo la
letra de la ley, sino también los principios y valores que la inspiran, así como la
manera en que se aplican en la práctica judicial.

Desde una perspectiva social, el delito puede ser entendido como una
manifestación de conflictos y tensiones en la sociedad. Factores como la
desigualdad económica, la falta de oportunidades, y la desintegración familiar
pueden contribuir a la comisión de delitos. Por tanto, abordar el fenómeno
delictivo requiere no solo de respuestas punitivas, sino también de políticas
sociales y económicas que aborden las causas subyacentes del
comportamiento delictivo.
Definiciones por Tratadistas del Derecho
Franz von Liszt define el delito como "la acción típica, antijurídica, culpable y
punible". Esta definición destaca los elementos esenciales del delito: la
tipicidad (conformidad con la descripción legal), la antijuridicidad (contrariedad
con el orden jurídico), la culpabilidad (atribución del hecho al autor en
condiciones de imputabilidad) y la punibilidad (sujeción a una sanción penal).
La claridad y precisión de esta definición la han hecho muy influyente en la
doctrina penal.

Luis Jiménez de Asúa describe el delito como "el acto humano antijurídico,
típico, culpable y punible". Su definición, similar a la de von Liszt, añade la
especificación de que el delito es un acto humano, enfatizando la necesidad de
que la conducta delictiva sea producto de la voluntad humana. Esta perspectiva
subraya la importancia de la intencionalidad y la capacidad de decisión del
individuo en la comisión del delito, aspectos cruciales para la atribución de
responsabilidad penal.
Ambas definiciones reflejan una visión sistemática y estructurada del delito,
centrada en la necesidad de una adecuada tipificación y en la justa aplicación
del derecho penal. Estas concepciones teóricas sirven de base para la
interpretación y aplicación de las leyes penales, y son fundamentales para la
formación de los operadores jurídicos y la comprensión de la justicia penal.
Además, estas definiciones destacan la importancia de la culpabilidad como un
elemento esencial del delito, lo cual es crucial para garantizar la justicia y la
equidad en la imposición de penas.

Fundamento del Estado para Imponer Penas

El fundamento del estado para imponer penas se basa en la necesidad de


mantener el orden social y proteger los bienes jurídicos esenciales. En la
República Dominicana, la Constitución y el Código Penal dominicano
establecen las bases para la imposición de penas, justificadas por la
retribución, la prevención general y especial, y la resocialización del
delincuente. Este enfoque multifacético busca no solo castigar al infractor, sino
también prevenir futuros delitos y rehabilitar al delincuente para su
reintegración en la sociedad.

La teoría retributiva sostiene que la pena es un medio de hacer justicia


retribuyendo al delincuente por el mal causado. Esta perspectiva enfatiza la
proporcionalidad entre el delito y la pena, asegurando que la sanción sea justa
y adecuada al daño causado. Sin embargo, la retribución no es el único
objetivo de la pena; la prevención general y especial son igualmente
importantes. La prevención general busca disuadir a la sociedad en general de
cometer delitos, mientras que la prevención especial se enfoca en impedir que
el delincuente reincida.

La resocialización del delincuente es otro fundamento clave para la imposición


de penas. Este enfoque se centra en la rehabilitación y reintegración del
infractor a la sociedad, promoviendo su reinserción social y laboral. Las penas
deben ser diseñadas de manera que no solo castiguen, sino que también
ofrezcan oportunidades para la educación y el desarrollo personal del
delincuente, reduciendo así las posibilidades de reincidencia y contribuyendo a
la seguridad y estabilidad social a largo plazo.

Infracciones según su Gravedad

Las infracciones se clasifican según su gravedad en delitos y contravenciones


en la legislación dominicana. Los delitos son infracciones graves que afectan
de manera significativa a los bienes jurídicos protegidos, mientras que las
contravenciones son infracciones menos graves, sancionadas con penas
menores. Esta clasificación es esencial para determinar la naturaleza de la
sanción y los procedimientos judiciales aplicables a cada tipo de infracción.

Los delitos suelen implicar una mayor peligrosidad y un impacto más


significativo en la sociedad, por lo que se sancionan con penas más severas,
como la privación de libertad. Ejemplos de delitos incluyen el homicidio, la
violación, y el robo con violencia. Por otro lado, las contravenciones, al ser
menos graves, pueden ser sancionadas con multas, trabajos comunitarios u
otras medidas alternativas a la prisión. Ejemplos de contravenciones incluyen el
incumplimiento de normas de convivencia y las infracciones de tráfico.

La correcta clasificación de las infracciones es crucial para garantizar una


respuesta penal adecuada y proporcional a la gravedad del acto. Esta
clasificación también permite una gestión más eficiente del sistema de justicia
penal, asegurando que los recursos se destinen de manera efectiva a la
persecución y sanción de los delitos más graves. Además, facilita la educación
y sensibilización de la población sobre la importancia de respetar las normas
legales y convivir en armonía.

Elementos Constitutivos de la Infracción

Los elementos constitutivos de la infracción en el derecho penal dominicano


son:

1. Tipicidad: La conducta debe estar descrita en la ley penal. Esto garantiza el


principio de legalidad, asegurando que solo las acciones expresamente
previstas por la ley como delitos pueden ser sancionadas. La tipicidad
proporciona seguridad jurídica y previsibilidad, permitiendo a los ciudadanos
conocer de antemano qué conductas son punibles.

2. Antijuridicidad: La acción debe contravenir el ordenamiento jurídico. No basta


con que la conducta esté tipificada; también debe ser contraria a las normas y
valores del derecho en su conjunto. La antijuridicidad excluye las acciones que,
aunque tipificadas, están justificadas por causas como la legítima defensa o el
estado de necesidad.

3. Culpabilidad: El autor debe ser imputable y haber actuado con dolo o culpa.
La culpabilidad asegura que solo se sanciona a quienes actúan con
conocimiento y voluntad de cometer el delito, o por negligencia. Este elemento
es esencial para la responsabilidad penal, distinguiendo entre actos
intencionales y aquellos resultantes de imprudencia o descuido.

4. Punibilidad: La conducta debe ser sancionable. Esto implica que, además de


ser típica, antijurídica y culpable, la acción debe estar prevista en la ley como
punible, con una pena específica asignada. La punibilidad concreta la
respuesta penal, estableciendo las consecuencias legales de la infracción.

Fuentes del Derecho Penal

- La ley penal: Principal fuente, establecida en el Código Penal y otras leyes


especiales. La ley penal define las conductas punibles y las sanciones
aplicables, proporcionando el marco normativo esencial para la administración
de justicia penal. En la República Dominicana, el Código Penal es la principal
referencia para la tipificación de delitos y la determinación de penas.

- La jurisprudencia: Interpretación de la ley por los tribunales dominicanos. La


jurisprudencia complementa la ley penal al interpretar y aplicar sus
disposiciones en casos concretos. Las decisiones judiciales, especialmente de
las altas cortes, crean precedentes que guían a los jueces en la resolución de
casos similares, promoviendo la uniformidad y coherencia en la aplicación del
derecho penal.

- La doctrina: Opiniones de los juristas y tratadistas del derecho. La doctrina


aporta un análisis crítico y teórico de las normas penales, ofreciendo
interpretaciones y propuestas de reforma. Los trabajos doctrinales enriquecen
el debate jurídico y pueden influir en la evolución legislativa y jurisprudencial,
contribuyendo al desarrollo del derecho penal.

- Los principios generales del derecho: Normas no escritas que orientan la


interpretación y aplicación de la ley penal. Estos principios, como la
proporcionalidad, la igualdad ante la ley, y la irretroactividad de la ley penal
desfavorable, aseguran que la justicia penal se administre de manera justa y
equitativa.

La Ley Penal en el Tiempo y el Espacio

La ley penal en la República Dominicana tiene un ámbito temporal y espacial


que determina su aplicación en diferentes circunstancias.

Ámbito Temporal

La ley penal se rige por los principios de irretroactividad y ultraactividad. El


principio de irretroactividad establece que las leyes penales no pueden
aplicarse a hechos ocurridos antes de su entrada en vigor, garantizando así la
seguridad jurídica y la protección de los derechos fundamentales. Sin embargo,
existe una excepción a este principio: cuando una ley penal posterior favorece
al reo, esta puede aplicarse retroactivamente. Este principio de retroactividad
favorable se basa en la idea de justicia y humanidad, buscando asegurar que
ninguna persona sea sometida a una pena más severa que la prevista por una
ley más benigna.

La ultraactividad, por otro lado, permite que una ley derogada continúe
aplicándose a hechos ocurridos durante su vigencia. Este principio asegura que
las normas jurídicas tengan un efecto continuo y estable, evitando vacíos
legales y garantizando la continuidad de la justicia penal.

Ámbito Espacial
La ley penal dominicana se aplica en el territorio nacional, comprendiendo el
espacio terrestre, aéreo y marítimo bajo la soberanía del Estado. Este principio
de territorialidad asegura que todas las personas dentro del territorio
dominicano, independientemente de su nacionalidad, estén sujetas a las
mismas normas penales.

Además, la ley penal puede tener efectos extraterritoriales bajo ciertos


principios, como la personalidad, la protección y la universalidad. Por ejemplo,
la ley penal dominicana puede aplicarse a delitos cometidos por ciudadanos
dominicanos en el extranjero, si estos afectan bienes jurídicos esenciales del
Estado o de sus ciudadanos. También puede aplicarse a delitos de lesa
humanidad y otros crímenes graves reconocidos por la comunidad
internacional, asegurando así la cooperación internacional en la lucha contra la
impunidad.

La Tentativa y el Delito Imposible

Tentativa

En la legislación dominicana, la tentativa se refiere al inicio de la ejecución de


un delito que no se consuma por causas ajenas a la voluntad del autor. La
tentativa implica que el individuo ha realizado actos preparatorios y ha
comenzado la ejecución del delito, pero algo externo ha impedido su
consumación. Este concepto es importante porque refleja la peligrosidad del
autor y su intención delictiva, permitiendo la intervención del sistema penal
antes de que el daño se complete.

La tentativa es punible en la medida en que demuestra una resolución criminal


clara y concreta. Sin embargo, la pena por tentativa es generalmente menor
que la correspondiente al delito consumado, dado que el resultado lesivo no se
ha materializado. La legislación establece distintos grados de tentativa,
dependiendo de cuán cerca estuvo el autor de completar el delito, lo que influye
en la gravedad de la sanción.

Delito Imposible
El delito imposible ocurre cuando, debido a la inidoneidad del medio o del
objeto, es imposible consumar el delito. Esto puede suceder si, por ejemplo,
alguien intenta cometer un homicidio con un arma descargada o administra una
sustancia inofensiva creyendo que es venenosa. Aunque la intención delictiva
está presente, la consumación del delito es objetivamente imposible.

El tratamiento del delito imposible en el derecho penal dominicano puede


variar. Algunos sistemas legales consideran que el autor debe ser sancionado
por la peligrosidad de su intención, mientras que otros pueden eximir de
responsabilidad penal por la imposibilidad objetiva de causar daño. En
cualquier caso, el análisis del delito imposible requiere una evaluación
cuidadosa de la peligrosidad del autor y las circunstancias específicas del caso.

Influencia de la Edad en la Responsabilidad Penal de los Menores

La responsabilidad penal de los menores en la República Dominicana está


regulada por el Código de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y
Adolescentes (Ley No. 136-03), que establece un régimen especial para los
menores de 18 años. Esta ley reconoce la necesidad de un enfoque
diferenciado y más rehabilitador en el tratamiento de los menores que cometen
infracciones penales, buscando su reintegración social y educativa.

El sistema de justicia juvenil dominicano se basa en principios de justicia


restaurativa, enfocándose en la educación, la rehabilitación y la reintegración
del menor. Las medidas aplicables a los menores incluyen la libertad asistida,
la prestación de servicios a la comunidad, la orientación y el tratamiento
psicológico, entre otras. Estas medidas buscan evitar el encarcelamiento y
promover el desarrollo integral del menor.

El régimen especial establece que los menores no pueden ser sometidos a las
mismas penas que los adultos y que su tratamiento debe respetar sus
derechos fundamentales. La detención preventiva de menores es una medida
de último recurso y debe ser aplicada por el menor tiempo posible. Además, las
decisiones judiciales en materia de menores deben considerar el interés
superior del niño, garantizando su bienestar y desarrollo.

Legítima Defensa y Estado de Necesidad


Legítima Defensa

La legítima defensa es la reacción proporcional y necesaria frente a una


agresión ilegítima, contemplada en el Código Penal dominicano. Este principio
permite a una persona defenderse a sí misma o a otros de una amenaza
inminente, sin que tal acción sea considerada delictiva. Para que la legítima
defensa sea reconocida, deben cumplirse ciertos requisitos: la existencia de
una agresión ilegítima, la necesidad de la defensa y la proporcionalidad entre la
agresión y la defensa.

La legítima defensa se justifica por la necesidad de proteger bienes jurídicos


esenciales, como la vida, la integridad física y la propiedad. Este derecho se
extiende también a la defensa de terceros, permitiendo que una persona actúe
en defensa de otros que se encuentran en peligro inminente. La
proporcionalidad es clave para determinar la licitud de la defensa; la respuesta
defensiva debe ser adecuada y no exceder lo necesario para repeler la
agresión.

Estado de Necesidad

El estado de necesidad justifica la comisión de un delito para evitar un mal


mayor e inminente, también regulado en el Código Penal dominicano. Este
principio reconoce que en situaciones extremas, donde no existe otra
alternativa viable, una acción normalmente delictiva puede estar justificada si
se realiza para salvar un bien jurídico de mayor valor o evitar un daño
significativo.

Para que el estado de necesidad sea aplicable, deben concurrir ciertas


condiciones: la existencia de un peligro actual o inminente, la imposibilidad de
evitar el daño por otros medios y que el mal causado no sea desproporcionado
en relación con el mal que se pretende evitar. Este principio se basa en la
lógica de que, en circunstancias excepcionales, el derecho penal debe
flexibilizarse para permitir la protección de bienes jurídicos superiores.

Análisis personal
En el desarrollo de esta investigación sobre el Derecho Penal, he explorado
una variedad de aspectos clave que componen el marco jurídico de la
República Dominicana. Este análisis ha revelado la complejidad del sistema
penal y su función fundamental en la regulación de conductas y la
administración de justicia. Al examinar cómo se define el delito y se aplica la ley
penal, se ha puesto de manifiesto la necesidad de un equilibrio entre la justicia
retributiva y la protección de los derechos de los individuos.
Uno de los hallazgos más significativos de la investigación es cómo el Derecho
Penal se adapta a las particularidades del contexto dominicano, en términos
tanto de la definición de delito como de la imposición de penas. La
investigación ha mostrado que el sistema penal no solo se basa en principios
teóricos, sino que también debe considerar las realidades sociales y culturales
del país. La aplicación de la ley y la interpretación de sus normas están
influenciadas por estos contextos, lo que puede afectar la forma en que se
administran y ejecutan las penas.
Asimismo, el análisis ha puesto de relieve la importancia de la proporcionalidad
en la sanción de delitos. La justicia penal debe buscar un equilibrio entre la
severidad de las penas y el objetivo de prevenir futuros delitos y rehabilitar a
los infractores. La investigación muestra cómo el sistema penal dominicano
intenta cumplir con estos objetivos, a pesar de los desafíos inherentes en la
aplicación de la ley y la gestión de casos complejos. La capacidad del sistema
para adaptarse y responder a estas situaciones es crucial para su efectividad y
legitimidad.
Otro aspecto relevante que emerge de la investigación es el papel de los
conceptos jurídicos en la determinación de la responsabilidad penal. La
investigación ha demostrado que los conceptos como la tentativa, el delito
imposible y la responsabilidad penal de los menores son fundamentales para
comprender cómo se maneja la criminalidad en el país. La aplicación de estos
conceptos requiere una interpretación cuidadosa y una aplicación consistente
para garantizar que la justicia se administre de manera equitativa.

Conclusión

El Derecho Penal en la República Dominicana es una disciplina compleja que


aborda el fenómeno del delito desde múltiples perspectivas. Este análisis
proporciona una comprensión integral de los fundamentos, clasificaciones y
circunstancias que rodean al delito y su sanción en el contexto dominicano. El
estudio detallado de cada uno de estos temas permite entender mejor el
propósito y la aplicación del derecho penal en la sociedad.
La comprensión de los elementos constitutivos del delito, las fuentes del
derecho penal, y los principios que rigen la ley penal en el tiempo y el espacio
es esencial para la correcta aplicación de la justicia. Además, el análisis de
conceptos específicos como la tentativa, el delito imposible, la responsabilidad
penal de los menores, la legítima defensa y el estado de necesidad,
proporciona un marco completo para abordar las distintas situaciones que
pueden surgir en el ámbito penal.
Finalmente, este estudio destaca la importancia de una aplicación justa y
equitativa de la ley penal, que respete los derechos fundamentales y promueva
la rehabilitación y reintegración de los infractores. El Derecho Penal debe ser
una herramienta para mantener el orden social y proteger los bienes jurídicos
esenciales, siempre con un enfoque de justicia y humanidad.

Bibliografía

1. Código Penal de la República Dominicana.


2. "Derecho Penal Dominicano: Parte General" de Ricardo Rojas León.
3. "Tratado de Derecho Penal Dominicano" de Manuel Sierra.
4. "Fundamentos del Derecho Penal" de José María Manresa Alfonseca.
5. "Comentarios al Código Penal Dominicano" de Fabio Castillo.

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