Cerco de Jericó Mater Fatima - CJMF6
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Nicaragua
Cerco de Jericó
7 días de Oración ante el
Es una oración para rezarse ante el Santísimo Sacramento. Originalmente consistía en rezar
el Santo Rosario ininterrumpidamente ante el Santísimo Sacramento durante 7 días. Se han
ido haciendo reformas y uno tiene la libertad de agregarle las oraciones que desee. Lo
importante es hacerlo con fe y desde el corazón para que sea un verdadero diálogo con el
Señor, Vivo y Presente en el Sagrario.
“El séptimo día daréis la vuelta a la ciudad siete veces, y los sacerdotes irán tocando
las trompetas (...) Cuando suene el cuerno de carnero, todo el pueblo prorrumpirá en
un gran alarido y el muro de la ciudad se vendrá abajo.”
(Josué 6, 4-5).
Origen
El 8 de diciembre de 1978, Nuestra Señora pidio por boca de una mística polaca que se
rezaran 7 días y 7 noches de Rosarios continuos, en la abadía de Czestochowa, del 1o al 7
de mayo del año siguiente (1979), pidiendo por el feliz viaje que el Papa iba a hacer a
Polonia y también para que desaparecieran todos los obstáculos que se le oponían.
Después de esta tremenda victoria, la Santísima Virgen pidio que organizaran Cercos de
Jerico cada vez que el Papa Juan Pablo II saliera en viaje apostólico. “El rosario tiene un
poder de exorcismo”, dicen nuestros amigos de Polonia, “torna impotente al demonio”. Por
ocasión del atentado contra el Papa, el 13 de mayo de 1981, los polacos lanzaron
nuevamente un formidable “ataque” de Rosarios y obtuvieron su inesperado
restablecimiento. Nuevamente, las murallas de odio de satanás se abatían ante el poder del
Ave María.
Dice el Señor Kaszczuk, presidente de la Legión de María de Polonia, que el Vicario General,
el Obispo de Varsovia y el ya desaparecido Stefan Barela, Obispo de Czestowchowa,
aprobaron esa forma de oración, lo mismo que el prior del monasterio de esa ciudad.
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Señor Jesús, tu eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada por la violencia y
dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela
el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos
gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que
somos hermanos
y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión.
Protege a las familias,
a nuestros niños, adolescentes, jóvenes y
ancianos, a nuestros pueblos y comunidades.
Que, como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que, en ti, nuestro pueblo tenga vida
digna.
Amén.
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I PREPARACION
Paso 1 Señal de la Cruz
+Por la señal de la Santa Cruz, +de nuestros enemigos, +líbranos Señor Dios
nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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Paso 3 Acto de Contrición
Yo mando que el enemigo vaya a los pies de la Cruz de Jesús, para que Él lo juzgue.
Y le prohíbo tocarme a mí y a mis hermanos, en el Nombre de Jesucristo.
Renueva en mí, Señor, todo Tu Poder, para seguir haciendo Tu Santa Voluntad y
alcanzar la Plenitud de Tu Espíritu Santo.
1. ¿Crees que Jesús es el Hijo de Dios, que murió para librarnos de nuestros
pecados y resucitó para traernos Nueva Vida? R: SI, CREO.
Ahora, en voz alta y confiados en el poder que dio Cristo a quienes creen en El, le vamos
a decir al demonio: (repitamos)
*O R A C I O N*
Señor Jesús: Hoy te pedimos el Espíritu Santo que vos prometiste enviarnos. Hemos
venido porque creemos en vos, porque confiamos en Tu palabra y porque sabemos que
nos amas. Hemos venido porque queremos ser personas nuevas. Porque queremos que,
de veras, seas nuestro Señor y Salvador. Por todo ello, Señor, te pedimos perdón por
todas nuestras faltas y pecados, y puesto que tú, no sólo perdonas, sino que, en este
mismo momento, los has olvidado todo para siempre, también nosotros queremos
olvidarlas, para que nada perturbe, el infinito gozo de experimentar Tu presencia Tu
amistad y Tu amor. Concédenos la paz perfecta, que nace del sentirse en las manos de
quien nos ama con infinito amor, y que quiere lo mejor para nosotros. En las manos de
quien ha preparado, para los que lo aman, lo que nadie se le ocurrió pensar. Que esta
confianza plena, en tu misericordia y amor, nos de la paz y por la paz, lleguemos a la
docilidad, de modo que ya no queramos, sino lo que tú quieres para nosotros. Séllanos
con el fuego de tu amor y, concédenos tus dones para la EDIFICACIÓN de tu Iglesia y
para mi propia santificación. Llénanos, Señor, de tu gozo y de tu paz, para que nuestro
corazón y nuestra boca se llene de alabanza. Bendito y alabado seas Señor.
Gloria al Señor.
Gracias, Señor.
AMEN.
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II: PROTECCIÓN
Paso 6 Sello con la Sangre del Cordero
En el Santo Nombre de Jesús y con la Divina Sangre del Cordero limpio y sello mi
mente, mi cuerpo y mi alma para que en mi no penetre ninguna insidia del mundo, de
la carne o del demonio. Junto conmigo sello a mi familia, mis parientes, mis amigos,
seres queridos, hermanos en la fe y cualquier persona que por un motivo u otro haya
tenido, tenga o tendrá cualquier tipo de relación afectiva con cualquiera de nosotros.
Así mismo sello nuestros hogares, centro de habitación, de trabajo, de estudio, de
recreo, de abastecimiento, de salud y de fe, medios de transporte y vías de
comunicación ya sean estas por agua, por tierra o por aire. Todo queda limpio y sellado
en el Santo Nombre de Jesús y con la Divina Sangre del Cordero para que no
penetre ninguna insidia del mundo, de la carne, o del demonio. Amén.
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Paso 8 Invocación a San Benito
Santísimo confesor del Señor: Padre y jefe de los monjes, intercede por nuestra
santidad, por nuestra salud de alma, cuerpo y mente. Destierra de nuestra vida, de
nuestra casa, las asechanzas del espíritu maligno. Líbranos de herejías funestas, de
las malas lenguas y de toda clase de hechicerías. Pídele al Señor que remedie
nuestras necesidades espirituales y corporales. Pídele también para que la Santa
Iglesia Católica tenga progreso; y para que mi alma no muera en pecado mortal, para
que así confiada en tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las
eternas alabanzas. Amén.
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III: PRIMER DERRUMBE DE MURO
Paso 10 Lectura: Efesios 6,10-20 (La Armadura del Cristiano)
Señor Jesucristo hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido
en mi vida, sé que me darás la fuerza para perdonar, te doy gracias porque me amas y
deseas mi felicidad más que yo mismo.
• Por no amarte Señor, sobre todas las cosas y por callar, apoyar y no actuar cuando se
te ofende, a Ti o a lo tuyo; por haber caído en creencias contrarias a Ti; por no
esforzarnos en conocer mejor la Fe Católica, vivirla mediocremente, avergonzarme o
renegar de ella.
• Por las veces que he tomado Tu Nombre en vano; por no responder debidamente a la
vocación a la que me has llamado, ni cumplir con mi deber de estado.
• Por las veces que no he asistido a Misa en domingo y días de precepto, por recibir la
Eucaristía en pecado grave o indignamente; por las ofensas a la Virgen María; por las
faltas de respeto a personas, lugares o cosas santas; por paganizar las fiestas
cristianas, y por celebrar o apoyar fiestas paganas, como el Halloween.
Por las veces que he irrespetado a mis padres, que no he amado a mi prójimo; que no he
ayudado al necesitado ni a Tu Iglesia; por las veces que he permitido injusticias, que he
sido soberbio, que he guardado rencores, usado palabras ofensivas y permitido o
impulsado la violencia.
• Por las veces que he permitido actos o pensamientos impuros conmigo mismo, y con
otras personas, por mis lujurias.
• Por las veces que he robado y codiciado bienes ajenos; que he mentido, que he
engañado, que no he defendido la verdad y he dado falso testimonio.
• Por las veces que no he visto o agradecido las cosas buenas que nos das, y por las
veces que renegamos de la cruz que permites para la salvación de mi alma.
• Y por todo lo que me faltó nombrar y te ofende, para que lo reconozca como malo, lo
confiese y reparemos; en especial, por no permitir que el Espíritu Santo me guíe.
Por tomar tu nombre sin necesidad, y por no adorarte como te mereces, me arrepiento
de mi inconstancia, de mi infidelidad a tu amor, y me perdono a mí mismo, por no tenerte
Señor en mi vida como prioridad, como centro de mi vida.
Sáname señor pasa tu mano sobre mí, y derrama tu gracia para ser sanados por tu
divino amor. Pasa tu mano amorosa por mis heridas porque sé, que tú también fuiste
herido por el abandono, la traición, la negación.
Gracias señor, Señor por tu gracia en este momento. Sáname para que me acepte a mí
mismo, así como soy.
Señor Jesús yo oro en forma especial para obtener la gracia de perdonar A LA
PERSONA QUE MÁS ME HAYA OFENDIDO. Yo te pido perdonar a quien considero mi
peor enemigo, al que me cuesta más perdonar o por al que dije que nunca le perdonaría.
Gracias SEÑOR porque tú me libras del mal y me ayudas a perdonar.
Gracias por tu amor y por tu paz, has que tu Espíritu Santo ilumine todos los rincones de
mi mente y de mi corazón.
GRACIAS
SEÑOR!!!!
"Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
Señor». María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su
servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán dichosa, porque el
Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡Su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre
aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa."
Palabra del Señor
Paso 14 Oración para romper las Murallas (1)
Oh, Padre celestial, en nombre de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo, te pido que el
poder que le diste a Josué y a sus compañeros en los muros de Jericó, me sea dado
a mí y a todos cuantos hagan esta oración. ¡Te lo ruego, Señor!
Jesús, rompe todos los muros de plagas, adquiridas por la boca o por
contaminaciones, desde mis (nuestros) antepasados y hasta nuestros días.
Jesús, rompe todos los muros de maldiciones venidas de mis antepasados hasta el
día de hoy.
Jesús, rompe todos los muros de egoísmo, de celos, de vicios, sean ellos del origen
que sean.
Jesús, rompe los muros de las peleas, contiendas, manipulaciones de otras
personas, chantajes, disoluciones de casamientos, de familias, de grupos
parroquiales, de ministerios y de todo tipo de desunión.
Jesús, rompe los muros de las dificultades financieras, falta de empleo, problemas en
el trabajo, falta de dinero y todas las dificultades del tipo que sean.
Jesús, rompe los muros de enfermedades, del tipo que sean, principalmente del
cáncer, leucemia, diabetes, sistema hepático, sistema reproductivo, y el Covid19.
Jesús, rompe los muros de la depresión, el sida, el alcoholismo, las drogas, la
prostitución y el homosexualismo.
Jesús, rompe los muros de los malos pensamientos, obsesiones, iluminaciones,
astucia de satanás, en mi (nuestra) mente.
Jesús, rompe toda acción de satanás en mi (nuestra) vida espiritual y haz que sea
totalmente renovado por tu Sangre derramada en la Cruz.
Jesús, rompe todo ocultismo, en mi(nuestro) pasado y en la actualidad, sea este de
magia, sortilegio, dependencia, pacto, entrega a entidades sean estas del origen que
sean. Consulta de cartas, el tarot, lectura de manos, numerología, constelaciones,
consulta de horóscopos, runas y cualquier creencia o poder que no sea el de Jesús.
Jesús, rompe todos los muros que impiden la obra de Dios en mi vida.
Señor te entrego (entregamos) mi vida a Ti, para que haya un nuevo Pentecostés en
mí yo creo en tu victoria que es también la mía. Amén.
SEÑAL DE LA CRUZ
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
+En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
CREDO
Amén.
Infinitas gracias te damos, soberana princesa, por los beneficios que todos los días
recibimos de tus manos. Dígnate, ahora y siempre, tomarnos bajo tu poderoso
amparo. Y para más obligarte a ello, te saludamos diciendo:
SALVE REINA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios
te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito
de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por
nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración Final
Oh Dios, cuyo único Hijo, que, por Su vida, muerte y resurrección, nos ha comprado
el regalo de la vida eterna; permite, te suplicamos, que, meditando sobre estos
Misterios del Santísimo Rosario de la siempre Bendita Virgen María, podamos imitar
lo que contienen y obtener lo que prometen, por el mismo Cristo, Nuestro Señor.
Amén.
Te rogamos, Señor Dios, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de
perpetua salud de alma y cuerpo y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
Virgen María, seamos librados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna
alegría, Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
CONSAGRACIÓN
A JESUS POR MARÍA
Jaculatoria final:
"¡Oh! Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de
misericordia para nosotros, en Vos confío
Oración final:
Oh Dios eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión
inagotable, vuelve a nosotros tu mirada y aumenta tu misericordia en nosotros, para
que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que con
gran confianza, nos sometamos a tu santa voluntad que es el amor y la misericordia
misma.
¡Se alza el Señor! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de él.
Tú los disipas como se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así
desaparecen los impíos delante del Señor.
Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor, entonen un himno a su Nombre! ¡Ábranle paso al que cabalga
sobre las nubes! Su Nombre es "el Señor": ¡griten de alegría en su presencia!
El Señor en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas:
él instala en un hogar a los solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos,
mientras los rebeldes habitan en un lugar desolado.
Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto,
tembló la tierra y el cielo dejó caer su lluvia, delante del Señor -el del Sinaí- delante
del Señor, el Dios de Israel.
Tú derramaste una lluvia generosa, Señor: tu herencia estaba exhausta y tú la
reconfortaste; allí se estableció tu familia, y tú, Señor, la afianzarás por tu
bondad para con el pobre.
El Señor pronuncia una palabra y una legión de mensajeros anuncia la noticia: "Huyen
los reyes, huyen con sus ejércitos, y te repartes como botín los adornos de un palacio.
¡No se queden recostados entre los rebaños!
Las alas de la Paloma están recubiertas de plata, y su plumaje, de oro
resplandeciente". Cuando el Todopoderoso dispersó a los reyes, caía la nieve sobre
el Monte Umbrío. ¡Montañas divinas, montañas de Basán, montañas escarpadas,
montañas de Basán!
¿Por qué miran con envidia, montañas escarpadas, a la Montaña que Dios prefirió como
Morada? ¡Allí el Señor habitará para siempre!
Los carros de guerra de Dios son dos miríadas de escuadrones relucientes: ¡el Señor
está en medio de ellos, el Sinaí está en el Santuario! Subiste a la altura llevando
cautivos, recogiste dones entre los hombres -incluso entre los rebeldes- cuando te
estableciste allí, Señor Dios.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación! Él carga con nosotros día tras
día; él es el Dios que nos salva y nos hace escapar de la muerte.
Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, el cráneo de los que se obstinan en
sus delitos.
Dice el Señor: "Los traeré de Basan, los traeré desde los abismos del mar,
para que hundas tus pies en la sangre del enemigo y la lengua de tus perros también
tenga su parte".
Ya apareció tu cortejo, Señor, el cortejo de mi Rey y mi Dios hacia el Santuario:
los cantores van al frente, los músicos, detrás; las jóvenes, en medio, van tocando el
tamboril.
¡Bendigan al Señor en medio de la asamblea!
¡Bendigan al Señor desde la fuente de Israel!
Allí Benjamín, el más pequeño, abre la marcha con los príncipes de Judá, vestidos
de brocado, con los príncipes de Zabulón y los príncipes de Neftalí.
Tu Dios ha desplegado tu poder: ¡sé fuerte, ¡Dios, tú que has actuado por nosotros!
A causa de tu Templo, que está en Jerusalén, los reyes te presentarán tributo.
Reprime a la Fiera de los juncos, al tropel de los toros y terneros: que esos pueblos
se rindan a tus pies, trayendo lingotes de oro. El Señor dispersó a los pueblos
guerreros; telas preciosas llegan de Egipto y Etiopía, con sus propias manos, presenta
sus dones a Dios. ¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, al
que cabalga por el cielo, por el cielo antiquísimo! Él hace oír su voz poderosa,
¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las
nubes. Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios. El Dios de Israel concede a su
pueblo el poder y la fuerza. ¡Bendito sea Dios!
Paso 18 Oración de liberación
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Paso 19 Oración para romper las Murallas (2)
• Que sea destruido, exterminado, neutralizado, todo poder del príncipe de las
tinieblas, que viene persiguiendo, perjudicando, esclavizando, dominando a
nosotros, a nuestras familias y sus situaciones, deseando su ruina espiritual,
material; sembrando odio, orgullo, discordia, envidia, celos y rencor.
R:/ Sea destruido y quebrado ahora.
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Parte VI: CONCLUSIÓN Y CIERRE
(*Mencionar las intenciones del grupo y las personales!)
El Señor acompañó a Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.” Palabra de Dios
“Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les
contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.
Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente:
«Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos; tú, por medio del
Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: ¿Por
qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? Los reyes de la tierra
se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido. Porque realmente
se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos
de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.
Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con
toda libertad: extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el
nombre de tu santo servidor Jesús».
Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos
del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.”
Palabra de Dios
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Paso 22 Oración de Agradecimiento y cierre
Cómo y con María, nuestra Madre Santísima, Te entregamos nuestras vidas completas para
que Tú Señor, seas eternamente, Adorado, Exaltado y Glorificado.
¡Como Uno, nos unimos en el Amor y la Paz;
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
¡AMÉN!
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Oración de San Francisco de Asís ante el Crucifijo de San Damián
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