El Sol en Géminis nos habla de una personalidad comunicativa, inquieta, más intelectual que

emocional, adaptable y sociable, a veces superficial, inconstante en sus rutinas e incluso en sus
opiniones ya que se interesa por conocer nuevos puntos de vista y acceder a toda la
información que pueda llegar. Sugiere a un padre aniñado, inconstante, emocionalmente poco
predispuesto, pero con dones intelectuales, curioso y sociable.

En el opuesto encontramos a una Luna en Sagitario que activa como refugio emocional los
viajes y los libros. Es una Luna generosa, optimista, salvaje, viajera, interesada en el
aprendizaje académico y la religión, inteligente mentalmente pero emocionalmente poco
conectada, que puede caer en la fanfarronería, el fanatismo, y la negación. Puede tratarse de
una infancia con viajes, exigente académicamente, profesionales, sistemas familiares que
pueden ser negadores del conflicto, o incluso muy religiosos. Nos sugiere una madre que es
vista como guía, viajera, espiritual, idealista, permisiva, muy directa y con poco tacto.

El ascendente se ubica en Leo, por lo que la presentación hacia el mundo y el modo de encarar
la vida no es tímido ni dócil. Teniendo al Sol como regente, es un signo que se destaca por su
energía, lealtad, orgullo y liderazgo. Puede ser muy generosa al compartir su brillo, o volverse
egoísta y superficial si su ego se encuentra herido. La apariencia de un ascendente en Leo es
llamativa, felina, con rasgos fuertes en el rostro, carismática, magnética y dramática.

La casa 2 nos habla del autoestima, los valores, nuestra relación con el dinero y cómo
monetizamos. La cúspide se encuentra en Libra, por lo que la belleza, el balance entre el
dinero y el placer, y la justicia serán los puntos fuertes así como las asociaciones y
colaboraciones. Tienen el don de la palabra en los negocios, y con Venus de su lado el dinero
fluye en armonía trabajando el amor propio (el dinero es energía materializada, y la energía
que se atrae es la que uno cree merecer).

La casa 3 es la casa de los hermanos, la comunicación y el intelecto y se encuentra en Escorpio,

por lo que nos habla de una energía de pensamiento profundo, analítico, intuitivo y
transformador, de expresión intensa y apasionada, directa y magnética aunque reservada y
desconfiada. Son buenos investigadores, sin miedo de escarbar hasta la médula, pero requiere
balance para no caer en la obsesión. Sus intereses incluyen los temas esotéricos, tabú y
misterios. Al encontrarse Plutón en su casa, no solo exalta sus dones, sino que también
provoca que la relación con hermanos/primos/vecinos puede ser tensa por falta de
comunicación, su ironía y prejuicios.

Sagitario se sitúa en casa 4, la casa del hogar, las raíces y los padres. Este signo nos habla de un
hogar muy religioso o con viajes constantes. Con la Luna emplazada en la casa, el linaje
materno se encuentra muy arraigado, y la necesidad de anclar profundamente las propias
raíces se vuelve necesario pero manteniendo contacto estrecho con su referente materno. En
la adolescencia, es posible que surja el conflicto con la madre para buscar la libertad personal
que Sagitario necesita, pero nunca deja de ser su linaje femenino quienes se vean como guías.

También tenemos a Sagitario en casa 5, siendo la fuente de creatividad, donde tenemos

hobbies y se desarrollan los deportes, nuestra energía de placer, las vacaciones, el azar, el
inicio de los romances, los hijos propios y nosotros como hijos. En esta casa, Sagitario brinda el
gusto por los viajes y las distancias, la naturaleza salvaje y agreste, la lectura y la enseñanza
como placer, los romances aventureros y con personas que provoquen mental y
espiritualmente. Como hijos, son arriesgados y libres, inteligentes y leales; y sus hijos pueden
disfrutar de una compañía en la aventura y la educación aunque se tiene que trabajar en las
emociones para no sobreprotegerlos. En la misma casa vemos a Urano y Neptuno, pero con
tintes capricornianos. Por su lado, Urano en Capricornio en esta casa nos pide una revisión de
los sistemas y estructuras, que puede llevar a un apego hacia grupos y colectivos políticos,
ideas del amor no convencional o inconstantes, hijos extramatrimoniales, abortos o problemas
de salud en los niños. Con Neptuno podemos ver vínculos emocionales secretos o con
problemas para expresarlos libremente, hijos sensibles e intuitivos, desilusiones e infidelidad.
Al estar ambos planetas en Capricornio, la estructura capricorniana puede ser un soporte para
los cambios y necesidades espirituales de los planetas que intervienen en esta casa, que juntos
pueden ser los mejores guías para

La casa 6 representa el trabajo en relación de dependencia y la salud. Al encontrarse en

Capricornio, nos hace proclives a ser muy responsables, estrictos, estructurados y serios en el
ambiente laboral. Al tomarse el trabajo tan a pecho, hay que trabajar en los límites para no ser
workaholics ni llegar al burnout o problemas de salud relacionados con lo laboral. Al
encontrarse Saturno en esta casa, el objetivo es aprender nuestros límites físicos y mentales
para con nuestro trabajo y el estrés para que no se vuelva un aspecto negativo.

Acuario se encuentra en la casa 7, la cual nos habla de las relaciones íntimas (pareja y amigos),
las sociedades, divorcios, contratos, enemigos declarados, la pareja que deseamos. Al
encontrarse en un signo como Acuario, las relaciones estructuradas, sentimentales y
convencionales no resultan atrayentes o prioritarias, aunque sí gustan de generar vínculos
románticos si la persona les resulta admirable. Acuario en esta casa disfruta de conocer gente
en lugares alternativos y que tengan que ver con sus intereses, personas intelectuales con
intereses artísticos y humanitarios. Son personas sociables, que disfrutan más de contribuir en
planear que en llevar a cabo, y tener protagonismo social.

La casa 8 son los dominios de Escorpio, por lo que se encarga de las transformaciones
profundas a través de las crisis, la muerte y la liberación, el dinero que heredamos o proviene
de otros (herencia, juicios, seguros), bienes en común, cuotas alimentarias y cuestiones
bancarias o impuestos, el sexo, la magia y el ocultismo, incluso las obsesiones. Al posicionarse
en Aries y estar acompañada de Marte, la energía se torna sexual, directa, guerrera, sangrienta
y activa. Los cambios, las crisis, y las enfermedades suelen ser repentinos y agresivos, pero
Aries no tiene miedo a dar la cara y ser la persona que lleve el mando aún en los momentos
más tensos. En cuanto a las herencias y el dinero, debe ser precavido y no gastar toda su
energía material sin antes pensar. También las energías que se mueven nos hablan de
problemas con el control y la ira, de traumas graves sufridos principalmente en la infancia, de
una sexualidad intensa con tintes de dominación o prácticas bdsm. El tantra, la magia sexual o
del caos, los trabajos de protección o dominación, pueden ser temas que se le den bien en el
plano esotérico.

En casa 9, encontramos el establo de Tauro hablando sobre el propósito de vida, los viajes
largos, el extranjero, la filosofía y religión, la espiritualidad, incluso de los libros. Tauro se
aproxima a la espiritualidad desde un lugar práctico y conservador, poniendo en duda cada
palabra pero también aceptando solemnemente las ideas que resuenen con su búsqueda de
estabilidad, seguridad y armonía. Es un practicante que prefiere experimentar por si mismo
antes que creer ciegamente en lo que le profesan, encontrando a su Dios en la naturaleza. En
cuanto a los viajes, busca espacios naturales antes que ciudades y la noche. Al tener Mercurio
en su casa, la comunicación se torna estable y firme, pausada, enfocada. Con Venus, una vez
que pasa el filtro Acuariano de casa 7, a este Tauro le agrada formar un hogar cálido y bello,
estable, lleno de placer y armonía.
La casa 10 se encuentra en Géminis, el hogar de las ambiciones, el éxito y la vocación donde
con placer se desplaza mediante el juego, la información y la comunicación abriéndose paso en
el éxito adaptándose fácilmente a las circunstancias y con el brillo único que le brinda el Sol en
esta casa.

Géminis también se encuentra en la acuariana casa 11, hablándonos sobre amistades

pasajeras, grupos heterogéneos de gente creativa y artística. Júpiter se sitúa en esta casa en
Cáncer, lo cual nos revela una posición maternal con nuestras amistades, quienes pueden
hacernos sentir traicionados por su desapego emocional acuariano pero a quienes siempre
intentaremos hacer sentir lo más confortables y seguros.

Casa 12 en Cáncer, la energía pisciana oculta, nuestra vida en útero. Busca encontrar un hogar
para su energía intuitiva, protectora, excelente para canalizar, pero con una herida emocional
intensa desde la maternidad.