Baralo Cap01
Baralo Cap01
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CMO SE ADQUIERE LA LENGUA MATERNA?
Mientras usted lee estas palabras, est tomando parte en una de las maravillas del mundo natural. Usted y yo pertenecemos a una especie dotada de una admirable capacidad, la de formar ideas en el cerebro de los dems con exquisita precisin... Esa capacidad es el lenguaje. (Pinker, S.; 1995: 15)
Cuando empezamos a reflexionar sobre lo que significa aprender una lengua, es decir, sobre qu necesitamos saber para poder comunicarnos en una lengua y cmo llegamos a adquirir ese cono-; cimiento, empezamos a darnos cuenta de la gran complejidad del saber lingstico, y de lo variado y abstracto que es. Ayudados por la teora lingstica podramos ir desgajando todos los componentes de lo que sabemos cuando sabemos hablar espaol, por ejemplo, pero sera demasiado largo si quisiramos ser exhaustivos. Pongamos slo algunas muestras de ese conocimiento. Para empezar, si nos ponemos en el lugar del hablante, siguiendo un proceso onomasiolgico, vemos que somos capaces de controlar las variables que intervienen en todo acto de comunicacin y decidir si vamos a utilizar una forma de tratamiento de confianza o de respeto para dirigirnos a nuestro interlocutor. Tambin medimos la cantidad de informacin que damos para ser relevantes, y decir justamente lo que queremos decir y no ms cosas. No es lo mismo contestar a alguien que pregunta por sus llaves -No las he visto, que decirle -Ya te he dicho que no las he visto. Conocemos las palabras que refieren a la realidad y tambin las relaciones que hay entre ellas y entre los elementos que las forman. As, podremos interpretar inclusive palabras que nunca; hemos odo y relacionaramos, con facilidad, algo congelable con enfriable, o con comible, en la medida en que todas estas palabras las consideramos cualidades atribuibles a objetos que pueden ser congelados, enfriados o comidos. Siguiendo una etapa ms en el proceso de producir un enunciado, una vez que hemos elegido las palabras, las tenemos que combinar en un determinado orden y basndonos en determinadas reglas sintcticas. Nunca hemos escuchado a un nio que diga -*Me da baln el, en vez de -Dame el baln. Existen unas reglas muy abstractas que nos permiten organizar las palabras en sintagmas, es decir, en grupos de palabras que desempean una funcin con respecto a otros elementos rectores. Por ejemplo, es fcil interpretar en la oracin -A Pedro golpe la piedra que la piedra es el agente que provoca el golpe y que Pedro es el que recibe el golpe, o dicho en trminos sintcticos, que la piedra es el sujeto del verbo golpear y que Pedro es el tema u objeto directo del verbo. Bajo esta interpretacin subyace un conocimiento muy abstracto que establece relaciones de dependencia estructural diferentes de cada sintagma con el verbo. En el nivel de los sonidos, tambin el conocimiento es muy complejo y abstracto, a tal punto que podemos dejar de pronunciar, o pronunciar con distintas variantes, ciertos fonemas consonnticos, y no causar ningn problema de comprensin a nuestro interlocutor; si decimos -*He comprau en el mercau, podrn entender que he comprado en el mercado. Qu patrones de rasgos fnicos constituyen el conocimiento de los fonemas y de sus combinatorias posibles? Por qu podemos procesar un fonema que no hemos pronunciado o escuchado? Por qu podemos reconocer una palabra como perteneciente a una lengua, aunque no conozcamos su significado, y podemos rechazar otra combinatoria de sonidos como ajena a esa lengua? Hemos intentado ejemplificar, aunque de manera muy superficial, los aspectos pragmticos, semnticos, lxicos, sintcticos, morfolgicos y fonolgicos de la competencia lingstica, es decir, del conocimiento de una lengua; estos conocimientos son adquiridos por todos los seres humanos, en condiciones fsicas, psicolgicas y sociales normales.
Todos los nios del mundo empiezan a comunicarse, desde muy pequeos, en la lengua de la comunidad que les ha tocado en suerte, de forma natural, sin ningn esfuerzo especial, sin proponrselo deliberadamente. Un nio1 ingls articula los primeros sonidos, ms o menos al mismo tiempo que empieza a mantenerse sentado; tambin el nio chino, o el turco o el argentino disfrutan con sus balbuceos lingsticos y se preparan para adquirir el sistema de sonidos propio de una lengua, ms o menos a la misma edad, hacia el sptimo mes de vida. Si analizamos las secuencias en la adquisicin de la lengua materna de todos ellos, podremos comprobar que existen numerosas coincidencias que podemos recordar brevemente aqu. A los cuatro aos, estos nios podrn expresar todo lo que quieran en su lengua, dominarn prcticamente las estructuras sintcticas, las reglas morfolgicas, el sistema completo de los fonemas voclicos y consonnticos y otros aspectos formales y abstractos, sin darse cuenta de que poseen todo ese conocimiento lingstico. Sencillamente, habrn aprendido a hablar su lengua materna (LM), cualquiera que ella sea. No importa que el nio nazca en una familia pobre o rica, que est siempre con su madre o en una guardera, que le hablen constantemente o que est solo muchas horas al da. Tampoco importa que sea muy inteligente o no, que el ambiente sea culto o vulgar, el nio pasar por las mismas etapas en su experiencia de adquisicin y llegar a los mismos resultados. No estamos diciendo que todos los nios hablarn de la misma manera, habr diferencias en el vocabulario que utilicen, algunos habrn aprendido un mayor nmero de palabras que otros; algunos hablarn con mayor soltura y claridad, otros usarn expresiones consideradas vulgares; todos pronunciarn determinados fonemas con su variante dialectal, por ejemplo, dejando de lado la distincin entre /s/ y //, con pronunciacin seseante. Pero s podemos reconocer que la adquisicin de la lengua materna es un proceso cognitivo universal, inherente a la condicin humana. La capacidad del lenguaje, materializada en la adquisicin de la LM, es una habilidad compleja y especializada, que se desarrolla de forma espontnea en el nio, sin esfuerzo consciente y sin instruccin formal, y que es cualitativamente igual a todos los individuos. Por estas caractersticas, algunos investigadores lo consideran un instinto, palabra que transmite la idea de que las personas saben hablar en el mismo sentido en que las araas saben tejer sus telas o que las abejas saben danzar para encontrar y llevar el polen a su colmena. El desarrollo de las ciencias cognitivas en los ltimos treinta aos nos ha aportado una gran cantidad de informacin nueva sobre esta capacidad y la adquisicin de una lengua. Lo que conocemos como ciencia cognitiva es un mbito de investigacin multidisciplinar, que combina procedimientos tomados de la psicologa, la computacin, la lingstica, la filosofa y la neurobiologa, para explicar el funcionamiento de la inteligencia humana. Estas investigaciones han venido a cambiar las creencias ms tradicionales sobre la capacidad lingstica y su adquisicin. Estbamos acostumbrados a creer que las diferentes lenguas moldean el pensamiento de forma diferente en cada comunidad idiomtica, y tambin a creer que la lengua se adquiere por imitacin. Pero en las ltimas dcadas el conocimiento sobre la capacidad lingstica y su desarrollo ha avanzado de tal manera que ahora podemos ver hasta mapas cerebrales que muestran en qu partes del cerebro tiene lugar la actividad neuronal en el momento de comunicarnos en la lengua materna o en una lengua extranjera.
En todo el libro utilizaremos slo la forma masculina, con valor genrico, para referirnos tanto a hombres como a mujeres, como se ha hecho siempre en la lengua espaola.
en formar un hbito, la manera de aprender es repetir y repetir, hasta que el hbito se arraigue, es decir, hasta que la respuesta condicionada est automatizada. Todo nio es una tabula rasa, que no aporta nada al proceso, y que depende para aprender de los estmulos que reciba del exterior, del medio en el que est inmerso. Segn esta teora, la cantidad y la calidad de input2 lingstico, esto es, de las muestras de lengua que escucha, por un lado, y la fuerza del refuerzo que reciba de los adultos, por otro, sern dos factores de gran efecto y consecuencia en el xito que cada nio consiga en el aprendizaje de su lengua. Tambin los animales tienen capacidad de imitacin y de repeticin, en particular los primates superiores, pero nunca se ha podido conseguir, a pesar de grandes esfuerzos y programas sistemticos, que una chimpanc adquiera una lengua natural, ni con sonidos articulados ni con signos propios de los sordomudos. En el mejor de los casos podemos encontrarnos con Washoe, una chimpanc educada como un beb sordo y que alcanz los mejores resultados desde el punto vista lingstico, de todos los experimentos reseados en esta rea cientfica (Mehler y Dupoux, 1992: 157). Washoe aprendi a utilizar y reconocer un importante nmero de gestos, e incluso a realizar ciertas combinaciones con ellos -T yo banana yo t. Pero estas estructuras no manifiestan el conocimiento sintctico que subyace a las producciones de todo nio, una vez que supera la etapa holstica en cualquier lengua. Washoe asociaba ciertos signos con ciertos objetos de su entorno cuando se le reforzaba la conducta. Pero, ms que adquirir la lengua inglesa, lo que se haba conseguido era iniciar a Washoe en los principios generales de la comunicacin. Ella comprendi que los experimentadores valoraban muy bien el uso de los signos, que eso tena un efecto positivo, independientemente de cul fuera el sentido de esas combinaciones de signos. Este tipo de investigaciones han demostrado que los chimpancs son inteligentes y que tienen una buena aptitud para socializarse y comunicarse, pero no poseen un verdadero lenguaje, ni tienen inters por pedir o hacer preguntas o por ensayar combinaciones nuevas. El punto de vista conductista tiene un cierto atractivo porque da una visin muy intuitiva de cmo se adquiere una lengua. Indudablemente puede ofrecernos una explicacin parcial de las primeras etapas de la adquisicin. Sin embargo, si examinamos en profundidad los datos aportados por investigaciones ms recientes y sofisticadas, vemos que el modelo conductista es incapaz de explicar algunos aspectos ms complejos y abstractos del conocimiento lingstico. Si analizamos interacciones entre nios y adultos, en cualquier lengua, grabadas desde que aparecen las primeras palabras hasta los cuatro o cinco aos, en que los nios ya han completado la adquisicin del sistema de su LM, podemos comprobar fcilmente que ningn nio repite textualmente lo que dice el adulto con el que se comunica. Sus producciones contienen algunas palabras o partes de palabras que han escuchado de los adultos y las imitan; pero son siempre diferentes, simplificadas, aunque el nio use, por supuesto, los mismos elementos lxicos que el adulto. Imitar significa repetir palabra por palabra toda una expresin o una parte de ella. Practicar significa usar repetidamente una forma. Veamos un ejemplo real, tomado de interacciones autnticas de una nia, Mara, con su madre y su padre: a) Mara (1,07 aos) de Lpez Ornat (1994: 166): Mara: -Aqu, nene. (En la baera)
Madre: Aqu el nene est muy bien. A que s? Un poquito, de jabn para mi nena. Uy, jabn! Dame las manitas.
Mara: -Aah, maa [= mano(s)]! Madre: -Manitas, jabon. Mara: -Ay, uy! Eh, e [=el] tete [=ombligo], e tete (Mirndose el ombligo) b) Mara (2,02 aos) de Lpez Ornat (1994: 369):
Padre: -Me voy a comer un bocata. Mara: -Eh? Padre: -Yo me voy a comer un bocata. Mara: -Yo tambin... una bocata. Padre: -T qu quieres? Mara: -Una bocata... Yo, yo, jamn con shorizo, con bocata...
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Input se ha traducido en la bibliografa especializada como aducto y output, como educto. Debido a que en el campo de la lingstica aplicada se ha generalizado el uso de la palabra inglesa input, aqu nos hemos decidido por la forma ms conocida y ms ilustrativa.
En estos dos ejemplos de habla infantil autntica, separados por siete meses en el proceso de desarrollo de la adquisicin del habla de Mara, podemos encontrar algunos elementos que son repeticin de lo que dice el adulto, pero el porcentaje es muy bajo. Adems lo que imita no es aleatorio, slo imita alguna palabra nueva. La repeticin de los nios no tiene nada que ver con la de los chimpancs o la de los periquitos; es decir, la seleccin de lo que imitan se basa en algo que el nio ya conoce y no simplemente en lo que tenga disponible en el contexto. Mara dice UNA bocata, aunque su padre acaba de referirse a UN bocata. Esta expresin es una muestra clara de que, en el proceso de adquisicin de las reglas de concordancia y de asignacin de gnero del sustantivo, mediante las marcas de la flexin, Mara ha sobregeneralizado la regla del gnero, haciendo la hiptesis de que bocata es femenino porque termina en -a. El modelo conductista no tiene ninguna explicacin para este tipo de conocimiento lingstico, que obviamente no est en el ambiente, ni lo ensean los padres a los hijos.
social en su lengua, puesto que los adultos cuidadores suelen responder de algn modo a ese balbuceo infantil. Ese carcter ldico del balbuceo hace que se retroalimente de forma muy positiva, de manera que, en condiciones normales, todo nio est preparado, con una extraordinaria plasticidad, para empezar a fijar el sistema fonolgico de su lengua materna, cualquiera que sea la dificultad de la misma. Al comenzar el segundo ao de vida ya empieza a dar muestras de que se est construyendo el andamiaje del conocimiento lingstico; aparecen las palabras holofrsticas, unidades simples reconocibles, que tienen todo un valor oracional. Cuando un nio de catorce meses dice galleta o leche puede estar intentando comunicar que quiere comer o beber algo que expresa la frase holstica. A medida que el nio crece, tambin va creciendo su dominio de la lengua. Construye frases con dos o tres palabras que producen un valor semntico diferente segn sus combinaciones; expresiones del tipo mam nene pueden interpretarse como La mam del nene o Mam, coge al nene, entre otras varias. Lo llamativo del proceso es que las combinaciones de palabras que produce no pertenecen al habla de los adultos, pero manifiestan siempre un orden sintctico que permite su interpretacin semntica; no son cadenas de palabras ordenadas de forma lineal, sino que corresponden a un orden de dependencia estructural, como hemos visto en el ejemplo de un acto de habla en (2). Cuando el nio construye una frase interrogativa del tipo Dnde est mi coche'?, pone en evidencia que ha producido un complejo movimiento de constituyentes, subiendo a la primera posicin de la oracin el elemento circunstancial por el que pregunta, y adems, invirtiendo el orden del sujeto y del verbo propio de la oracin bsica cannica-S(ujeto) V(erbo) O(bjeto) C(omplemento)-. Por estas propiedades del habla infantil es difcil pensar que el nio adquiere la lengua limitndose a imitar o a repetir lo que escucha. A partir de los tres aos, el conocimiento lingstico crece de forma espectacular; los nios adquieren gradualmente cientos de palabras, que usan combinndolas de manera creativa, siguiendo unas etapas comunes y universales, aunque las muestras de lengua a las que estn expuestos varen segn el contexto y el nivel social en el que estn inmersos. Aparecen las formas regulares de la flexin, sujetas a reglas, y todos los nios hablantes de espaol pasarn por una etapa en la que dirn expresiones del tipo -No me pono estas botas, antes de usar la forma irregular pongo; o -Ha escribido eso. Este uso no depender de lo que haya escuchado de los adultos, y no influir nada el hecho de que sus padres le corrijan la expresin regular o no se la corrijan. l solo, en algn momento, aprender la forma irregular, como una entrada lxica especial y dejar de usar la forma generada a partir de la regla. Esto significa que la adquisicin de la lengua materna no se produce por la simple repeticin de una forma hasta transformarla en hbito lingstico, gracias a la automatizacin, tal como postulaban los psiclogos y los lingistas conductistas. Por el contrario, lo que parece existir es una capacidad generativa que lleva a la posibilidad de construir mensajes diferentes, de una gran variedad no finita, a partir de unos elementos mnimos, fonolgicos, morfolgicos, lxicos, y unas reglas para combinarlos. La adquisicin es un proceso de construccin creativa de la lengua. Como hemos dicho antes, los nios de todo el mundo aprenden su LM a la misma edad, pasando por los mismos esta dios de adquisicin, construyendo las mismas estructuras, y haciendo los mismos tipos de errores. Por supuesto que tambin hay variantes individuales, pero nadie duda de que hay un calendario gentico para el desarrollo de la motricidad y que todos los nios pasan por las mismas etapas de sentarse, gatear, ponerse de pie y caminar, aunque algunos lo hagan unos pocos meses antes o despus que otros. Del mismo modo, es evidente que hay nios que son ms locuaces que otros, o que construyen frases antes de los dos aos, mientras otros esperan unos meses ms. Sin embargo, cualitativamente, todos adquieren las mismas estructuras lingsticas bsicas ms o menos a la misma edad. Esta universalidad de la adquisicin de la LM ha sido muy bien explica da por Chomsky (en especial 1981, 1986, aunque est presente en toda su obra lingstica), al plantear la existencia de esa dotacin biolgica especificada para el lenguaje, llamada gramtica universal. Este mdulo de la mente es una especie de mecanismo, o de programa computacional, o caja negra, que le permitira al nio, guindolo en su tarea, distinguir aquellos aspectos del input, es decir, de los datos y los estmulos lingsticos a los que est expuesto, que sean relevantes para construir el conocimiento de su lengua. Ese programa gentico contiene todos y slo los principios que son universales a todas las lenguas. El nio se limita a aprender el modo en que su propia lengua hace uso de esos principios y las variaciones sobre esos principios que pueden existir en su lengua particular. La teora lingstica investiga cules pueden ser esos principios y esos parmetros de variacin posible que regulan y guan al nio en su proceso de apropiacin de la lengua.
La teora innatista ha servido durante los ltimos veinte aos de soporte a una buena parte de las investigaciones de la adquisicin de la lengua materna y de las lenguas segundas y extranjeras. Tambin ha tenido y tiene muchos crticos y detractores, pero hay ciertas evidencias de universalidad del proceso que se pueden explicar e investigar mejor dentro de un marco innatista. Esta posicin ha estado relacionada tambin con la idea del bilogo Lenneberg (1966), quien sostena que la dotacin gentica especificada para el lenguaje no est disponible de manera indefinida, sino que existe un perodo crtico. Es decir, la capacidad funcionar de manera ptima si recibe los estmulos necesarios en el tiempo adecuado, mientras que se atrofiar si la adquisicin no se realiza antes de la pubertad. Este tema ha sido muy discutido e inclusive llevado al cine y a la literatura, a propsito del descubrimiento de nios aislados en condiciones extremas, que una vez descubiertos no fueron capaces de llegar a dominar su lengua materna. Los casos reseados tradicionalmente por los psiclogos no presentan todos los datos requeridos como para considerarlos definitivos. Volveremos sobre este tema al analizar las diferencias entre el proceso de adquisicin de la LM y de una LE.
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Un nio que aprende ingls o espaol, que son lenguas configuracionales, puede entender a los tres aos, una oracin formada por varias palabras, del mismo modo que un nio esquimal puede comprender una palabra compleja, formada por siete morfemas, al tratarse de una lengua aglutinante.
Podemos concluir con la idea de que la enorme complejidad del lenguaje ha sido estudiada desde diferentes teoras que han intentado dar cuenta de diferentes aspectos de esta capacidad. Por ello, es intil pretender reconciliar las tres teoras que hemos presentado para explicar la adquisicin, ni descalificar una desde la perspectiva y los objetivos de investigacin de las otras. Para el profesor de lenguas extranjeras, es interesante familiarizarse con las teoras conductistas, innatistas e interaccionistas puesto que cada una le puede ayudar a explicar un aspecto diferente del proceso de adquisicin del lenguaje: los aspectos rutinarios y habituales, la complejidad de la gramtica abstracta, y la relacin forma y significado, respectivamente.