Asesinos Seriales de México y Usa
Asesinos Seriales de México y Usa
Asesinos Seriales de México y Usa
MÉXICO Y USA
Materia: Metodología de la investigación criminal
Lic: carolina Lizzete Lazcano Aguilar
Alumna: Maria del Rosario Reyes Soto
Grupo: 7 A
MÉXICO
JUANA BARRAZA SAMPERIO
“ LA MATA VIEJITAS”
Juana Dayanara Barraza Samperio nació el 27 de diciembre de 1957 en
Hidalgo (México) es una deportista de lucha libre y asesina en serie en
México, conocida popularmente como La Mata viejitas, Cometió entre 42
y 48 homicidios a mujeres de edad avanzada en el área metropolitana de
la ciudad de México desde los años 90 hasta principios del año 2006, por
los que fue sentenciada a 759 años de prisión.
INFANCIA Y VIDA COTIDIANA
o La vida de Juana estuvo marcada por la humillación y el maltrato. Nacida
de un padre al que nunca conoció y de una madre prostituta, se crio en un
ambiente desestructurado y conflictivo, producto de la relación con una
progenitora sin escrúpulos.
o Con solo 12 años su madre la ofreció a un grupo de conocidos para ser
violada a cambio de 3 cervezas. Poco tiempo después, la vendió a un
hombre que la esclavizaría y forzaría sexualmente durante 4 años.
o Esta tortuosa infancia fue el germen de un trauma marcado por:
– El odio hacia su madre y, probablemente debido a su psicopatía, hacia el
resto de mujeres de avanzada edad.
– Resentimiento y desprecio hacia la sociedad que la llevó a una vida de
delitos menores para subsistir.
– Relaciones con hombres alcohólicos que la maltrataban y matrimonios de
corta duración.
– Un amor desmedido y dependencia emocional de sus hijos
o La violencia y su físico imponente la llevaron al circuito de
lucha libre de la capital, donde se hizo un nombre y fue
conocida como la “dama del silencio”. Esta profesión le
permitió liberarse de su rabia y ganarse la vida y mantener a
sus hijos, hasta que una lesión de espalda le obligó a
retirarse.
o Sin recursos y con una familia que mantener, la inactividad,
la frustración y la desesperación se sumaron a su trauma de
la infancia y a la violenta muerte de su primogénito en una
pelea callejera. Juana Barraza volvió a descender en una
espiral de delincuencia y violencia.
COMIENZO EN UNA VIDA DELICTUOSA
o Así fue que desde el año 1995 comenzó a conseguir dinero a través de
numerosos asaltos callejeros y en domicilios a punta de pistola de
juguete. Poco tiempo después daría el paso definitivo, con el
desvalijamiento de casas y el asesinato de sus propietarias. Todas sus
víctimas eran ancianas.
o Bajo el amparo de la muerte, de la que era fiel adoradora y fetichista de
su iconografía, inicia un recorrido por los hogares de sus indefensas
presas. Poseída por una compulsión asesina comienza a asesinar con
frialdad y engaños. El modus operandi era siempre el mismo. Se
acercaba a sus víctimas ofreciéndoles ayuda para conseguir un dinero
proveniente del gobierno o simulaba ser una enfermera dispuesta a
calmar los dolores propios de la vejez.
MODUS OPERANDI
o El modus operandi era siempre el mismo. Se acercaba a sus víctimas
ofreciéndoles ayuda para conseguir un dinero proveniente del gobierno
o simulaba ser una enfermera dispuesta a calmar los dolores propios de
la vejez.
o Durante los años 2002 y 2006 golpeó y estranguló a 17 ancianas para
asaltar sus hogares. Adoptando falsamente una personalidad altruista y
carismática, propia de su perfil psicológico enfermo, conseguía entrar en
el domicilio de las ancianas, se ganaba su confianza y, cuando estaban
descuidadas, las golpeaba y estrangulaba hasta matarlas. Después
saqueaba toda la casa en busca de dinero y objetos que vender en el
mercado negro. Esta obsesión por el saqueo, aparte de por motivos
económicos, posiblemente tenga que ver con una infancia privada de
juguetes y objetos.
o Juana Barraza asesinaba a voluntad, movida por un impulso emocional
y material, sin tomar precauciones de no dejar evidencias. Sus hechos
estaban justificados; mataba a las ancianas que para ella
representaban a la figura de su madre, a quien culpaba de todas sus
desgracias y, al mismo tiempo, proveía para su familia.
o La asesina gozaba de cierta libertad para seguir con su negocio
criminal, ya que la policía se encontraba perdida creyendo que el
asesino era un hombre disfrazado de mujer, posiblemente un
homosexual. La comunidad gay y de travestidos de D.F. se encontraba
en el punto de mira lo que llevó a numerosas detenciones y protestas
por abusos de la autoridad. En medio de las convulsiones sociales, la
verdadera asesina estaba fuera de toda sospecha por ser mujer, pese a
que en varias ocasiones había dejado sus huellas dactilares en la escena
del crimen
DETENCIÓN
o La última víctima supuso el fin de su carrera criminal. A la salida del
asesinato de una de las ancianas se encontró con un inquilino que vivía
con la víctima. Al descubrir el homicidio salió en su busca pidiendo
ayuda a las patrullas que hacían la ronda por la zona.
o En 2006 Juana Barraza fue detenida, encarcelada y sentenciada a 759
años de prisión por el asesinato a 17 ancianas y 12 robos. Durante el
juicio no mostró ningún tipo de arrepentimiento. Su frialdad y falta de
escrúpulos llamó la atención de psicólogos y psiquiatras que la utilizaron
para tratar de encontrar una explicación a su psicopatía. La mata
viejitas llegó a confesar que sentía odio por las ancianas, quizás
producto de su malograda infancia en el hogar materno.
EL CANIBAL DE LA GUERRERO
o José Luis Calva Zepeda (20 de junio de 1969 - 11 de
diciembre de 2007) fue un escritor mexicano y un
posible asesino en serie. Fue acusado de asesinar y comerse
a su novia en 2007, a lo que confesó antes de suicidarse
antes del juicio, y fue sospechoso en otros dos a otros ocho
asesinatos.
MODUS OPERANDI
o No quería que se fuera. Cogió una barra, lo golpeo en la cabeza y lo mató. Sabiendo
que había cometido un asesinato, comenzó a ocultar la evidencia. Desmembró el
cuerpo con un cuchillo, una habilidad que había practicado con los animales. Puso
las partes en bolsas de basura y las cargó en el coche durante la noche.
o Se dirigía hacia un basurero cuando la policía lo detuvo por conducir sobre la línea
divisoria. Cuando los oficiales le preguntaron qué había en las bolsas y que hacía a
esa hora en la calle, Jeffrey dijo que era basura que debía llevar al vertedero. El
oficial no abrió las bolsas. Dijo que había tensión en casa y un viaje al vertedero le
servía para aclarar la mente, así que la policía lo dejo ir con una multa.
o Jeff volvió a casa atormentado por el recuerdo del asesinato. Ocultó los huesos bajo
la casa durante dos semanas. Luego, los destruyó con un mazo. Detrás de la casa,
Jeff caminó en círculo dejando caer los fragmentos entre las hojas y la maleza. El
chico de 19 años que todos vean como un buen joven, desapareció de la faz de la
tierra.
SEGUNDA VICTIMA
o En noviembre de 1987, Dahmer conoció a Steve Toumi, de 25 años, en
un club del centro llamado 219. Después de unas bebidas fueron a pasar
la noche en el hotel Ambassador. Dahmer empleó un viejo truco para
que Toumi estuviera en el estado sumiso que deseaba.
o Puso algunas píldoras para dormir en su bebida para dejarlo
inconsciente y pasar la noche con él. Cuando despertó a la mañana
siguiente, Jeff tenia moretones en los brazos, el chico también los tenía
en el pecho, le salía sangre de la boca y su cuerpo colgaba del lado de
la cama.
o “No recuerdo haberlo matado a golpes, pero seguro lo hice”. Dahmer
no entró en pánico. Salió y compró la maleta más grande que encontró.
En el hotel, metió el cuerpo en la maleta y llamó a un taxi. Cuando bajó
la maleta, el taxista bromeando le comentó que seguro tenía un muerto
dentro, y claro que lo tenía. Dahmer regresó a casa de su abuela y
desmembró a Toumi en el sótano. Entonces su obsesión se desbordó.
o Después de la segunda muerte, decidió que no iba a controlar más sus
deseos, sino a dejar que estos lo controlaran a él. Iba a ceder
completamente a ellos. Después de esto su vida se convirtió en la búsqueda
absoluta del placer sexual. Regresó a los clubes con la intención de asesinar
y masacrar a los hombres que recogiese.
o Decía que nunca quería herir a nadie en ningún modo. Por eso los mataba
estrangulándolos. Para él era el modo más humano. Con este chico,
Dahmer exploró sus oscuras fantasías más a fondo. Ocultó el cuerpo en el
sótano durante una semana y siguió teniendo sexo con él. La mayoría de los
asesinos en serie tienen trastornos sexuales, pero Dahmer era distinto.