El Psicoanalisis de Niños
El Psicoanalisis de Niños
El Psicoanalisis de Niños
-Melanie Klein
Alumnas:
• Mireya Lara Mujica
• Ivonne Alexandra Cervantes Ramos.
4°”A”
DESCRIPCIÓN
Posición esquizo-paranoide.
Esta posición aparece siendo el primer tipo de relación objetal, iniciada con el nacimiento y que tiende a durar
hasta los seis meses de edad. En esta etapa inicial del desarrollo, el niño aún no es capaz de identificar qué
es el yo y que no, teniendo un pensamiento concreto y no siendo capaz de distinguir elementos holísticos.
Al no ser capaz de distinguir el yo del no yo el niño no puede integrar la existencia conjunta de aspectos
gratificantes y aversivos en un mismo objeto, con lo que reacciona identificando los objetos de forma parcial
haciendo que considera la existencia de uno bueno que le cuida y otro malo que le daña o frustra
(denominándose escisión a este mecanismo de defensa), proyectando en ellos sus impulsos e intentos.
El ejemplo más importante y que más marcará al infante es el del pecho materno, que en ocasiones le
amamanta y en otras le frustra. Si el niño consigue introyectar el aspecto bueno de los objetos (esencialmente
el pecho bueno de la madre) a través de la vivencia de más o mejores experiencias positivas que negativas,
conseguirá formar un yo sano que le permita pasar a la siguiente posición
Posición depresiva
Según el niño va madurando, empieza a tener un mayor desarrollo del yo y una mejor
capacidad de discernimiento de lo que es el yo de lo que no, siendo ahora capaz de
observar que los objetos son independientes de sí mismos. Esta etapa surge
alrededor de los seis meses después del nacimiento.
Se incorpora e introyecta el aspecto bueno de los objetos, concretamente del pecho
materno, y el niño es capaz de integrar los aspectos agradables y desagradables de
los objetos. Poco a poco se ha pasado a poder ver los objetos como un solo elemento
que en ocasiones puede ser bueno y en otras malo.
Disminuyen las pulsiones agresivas, y al observar que el objeto es un ente
independiente nace el miedo y la ansiedad ante la posibilidad de su pérdida.
Así pues, en esta posición o etapa aparecen angustias de tipo depresivo, que se
añaden a las propias de la posición anterior. Nacen los sentimientos de culpa y
gratitud hacia los objetos, y empiezan a aplicarse mecanismos de defensa como la
represión de instintos y el desplazamiento.
•El complejo de Edipo
Klein considera que existe un complejo de edipo desde el momento en
que el niño es capaz de discernir que sus progenitores son individuos
ajenos a él, observando que existe un vínculo entre ellos del que él no
forma parte. El niño proyecta sus deseos en dicho vínculo,
generandose envidia y provocando sentimientos ambivalentes al
respecto
•El juego simbólico y la fantasía inconsciente
Para la teoría psicoanalítica de melanie klein, si bien en la infancia
dichos elementos pueden no ser conscientes pueden encontrarse
simbolizadas en la generación de fantasías. De este modo, las fantasías
inconscientes actúan como método de expresión de los instintos
básicos y las angustias, proyectándose éstos en el juego y dirigiendo
en gran medida la actitud y la conducta infantil.
•En este aspecto, una de las contribuciones más valoradas por parte de
la teoría psicoanalítica de melanie klein es la introducción del juego
simbólico como método de evaluación y trabajo con menores. Para
klein, el juego es un método de comunicación en el que el infante
exterioriza sus inquietudes y deseos primigenios de forma indirecta. De
este modo, analizando el simbolismo encerrado en el proceso de juego
es posible observar las fantasías inconscientes que rigen la conducta
del niño de un modo análogo al empleado en los métodos de asociación
libre aplicados en adultos.
OTRAS TEORIAS
Aplicó una técnica consistente en la utilización de juguetes, armando una caja con juguetes que
sólo serían utilizados por ese niño durante sus sesiones de análisis ofrecía al niño una variedad de
juguetes de tipo “primitivo”, ya sea pequeños muñecos y muñecas, automóviles, trenes, animales
como así también plastilina, papel, tijeras y lápices.
Entre estos materiales el niño elige con cuales armar su caja. Ni los juguetes ni el analista deben
determinar la temática del juego. En general, klein atribuye importancia a todo el ambiente del
consultorio, incluso al uso del mobiliario y es crucial que se disponga del baño para facilitar los
juegos con agua.
Para ella estos juegos con agua nos aportan una profunda visión de las fundamentales fijaciones
pregenitales del niño y son un medio para ilustrar sus teorías sexuales. En este ambiente particular
el niño ira proyectando su mundo interno. En este sentido, siguiendo su analogía con el análisis
del adulto, se establece la relación transferencial. El niño repite en la situación analítica todas las
vicisitudes de su relación con sus objetos internos que se plasma en la producción de fantasías.