El Proceso de Amparo D. Constitucional - Grupo 03

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UNIVERSIDAD ANDINA “NESTOR CACERES VELASQUEZ”

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


CARRERA ACADEMICA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA: EL PROCESO DE AMPARO VIII SEM. “A”

CURSO: GARANTIAS CONSTITUCIONALES Y PROCESAL CONSTITUCIONAL

DOCENTE: DR. NIETO PORTOCARRERO WALTHER

 
INTEGRANTES:

- ARIAS TISNADO, RIGOBERTO RAUL

- CCERHUAYO FERIA, MARCOS GUILLERMO

- PACHECO QUISPE, JULIO CESAR

- QUISPE PAJA, YANET MADELEINE

- ROJAS CONDORI, EDWIN GERMAN


EL PROCESO
CONSTITUCIONAL DE
AMPARO EN EL PERÚ
ANÁLISIS DESDE LA TEORÍA GENERAL DEL PROCESO
I. INTRODUCCIÓN

 El amparo, se introduce en el ordenamiento jurídico peruano en la constitución de 1979 (artículo 295)


 Se mantiene en la carta vigente de 1993 (artículo 200, inciso 2).
 Ha sido concebido como una "garantía constitucional" destinada a proteger los derechos constitucionales distintos a la libertad
individual, vulnerado o amenazado por cualquier autoridad, funcionario o persona.
 Un aspecto crucial para iniciar esta empresa reformadora, consiste en entender algo que todavía no penetra profundamente en un
sector de la doctrina.
1. Nos referimos a la consideración del AMPARO como un proceso constitucional y la consiguiente inspiración en los
lineamientos que brinda la teoría general del proceso para regular y suplir los vacíos que la legislación de amparo presenta.
2. El objeto de este ensayo es contribuir a aclarar los aspectos procesales del amparo peruano, como paso previo para su
indispensable reforma legislativa.
II. AMPARO Y TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

 Esta teoría "tiene su punto de partida en la unidad del derecho procesal" y por ella "ha de entenderse, en sentido
amplio, el estudio y exposición de los conceptos, instituciones y principios comunes a las distintas ramas
procesales, es decir, los componentes del tronco de que todas ellas arrancan".
 Se trata de "llegar en la unidad científica hasta allí a donde sea posible, sin forzar la esencia de los conceptos".
 Las distintas disciplinas procesales tienen elementos comunes que pueden agruparse sintéticamente y ser de
aplicación a todas ellas.
 No estamos pues ante materias alejadas entre sí y totalmente desvinculadas.
 Existe entre ellas un tronco común que las identifica.
 Esta unidad de principios comunes aceptada cuando hablamos del derecho procesal civil y penal, no ha sido tan
desarrolladas cuando nos referimos al derecho procesal constitucional, y en concreto a una de sus figuras más
conocidas, EL AMPARO.
 El AMPARO nace en una época en la que el procesalismo científico aún no se había consolidado, es decir, cuando
imperaba en el ambiente el procedimentalismo.
 El procesalismo científico se inicia con la teoría de las excepciones procesales y los presupuestos procesales.
 El juicio de amparo ha nacido desprovisto del arsenal de categorías e instituciones que viene desarrollando el
procesalismo científico y en concreto, la teoría general del proceso.
 Así, por ejemplo, la llamada "fórmula Otero" no es más que el principio de relatividad de las sentencias; la
suspensión del acto reclamado no es otra cosa que una medida cautelar; el quejoso y la autoridad responsable en
rigor son las partes del proceso (demandante y demandado), entre otros aspectos.
 Esto puede resultar excusable en el momento en que aparece el amparo, hoy no puede ser
aceptado pues significaría desconocer la existencia de una teoría general del proceso y la
naturaleza procesal del amparo.
 En tal sentido, "es necesario encuadrar el amparo [...], dentro del marco del derecho procesal y
hacer que la institución se nutra y beneficie de los principios de [...] la disciplina que se ha
denominado teoría general del proceso".
 La naturaleza del amparo con la teoría general del proceso establece "los lineamientos de
nuestra institución que hasta muy recientemente sólo era examinada desde el punto de vista
sustantivo o constitucional".
 En la naturaleza, concepto, alcances y características fundamentales del AMPARO es
preciso acudir a una metodología que necesariamente vincule al amparo con la teoría
general del proceso.
 Hay pues que reivindicar la naturaleza procesal del amparo.
 Esto no significa desconocer la influencia del derecho constitucional en el estudio del
amparo
 Por ejemplo, para ir acomodando los principios procesales a la defensa de los derechos
constitucionales de la persona, sino tan sólo destacar la autonomía del amparo, en tanto
figura procesal, de la disciplina sustantiva o derecho constitucional.
III. NATURALEZA PROCESAL DEL AMPARO
1. ¿Acción, juicio o recurso?

 La "acción", cuya definición ha variado conforme se han ido consolidando los estudios de derecho procesal y de acuerdo con las diversas teorías que sobre
ella se han elaborado,11 podemos entenderla como "el derecho de acudir a los órganos jurisdiccionales para ejercitar pretensiones o para oponerse a
ellas".12 Hoy se reconoce su carácter unitario que niega la posibilidad de clasificar las acciones en civiles, penales o constitucionales, pues como lo explica
Fix-Zamudio se trata de una única figura desligada del derecho material que con ella puede discutirse.13
 Por otro lado, conforme lo ha señalado Alcalá Zamora, la expresión "juicio" históricamente ha sido concebida como sinónimo de sentencia, aunque
posteriormente en hispanoamérica se ha seguido un concepto más amplio que lo identifica con el término proceso.14 En verdad, creemos siguiendo a
Véscovi, que aquella expresión "se refiere más bien al trabajo del juez que pone fin al proceso [...], enfatiza más la actividad intelectual (del magistrado) que
el desarrollo de los actos".15
 Finalmente, el término "recurso" constituye un medio de impugnación de los actos procesales destinado a promover su revisión y eventual modificación.16
 Ahora bien, si examinamos el amparo a la luz de tales categorías podemos afirmar que de ser calificado como acción, juicio o recurso estaríamos aplicando
una terminología inadecuada. En efecto, mientras por un lado no existe "una multiplicidad de acciones",17 por otro tampoco es coherente denominarlo
juicio pues de hacerlo sólo estaríamos incidiendo en aquella actividad del juez que pone fin al proceso, salvo que emplemos dicha expresión como sinónimo
de proceso,18 y finalmente no resulta apropiado llamarlo recurso pues aquél se restringe a la fase impugnativa del proceso,19 y el amparo peruano cuenta
con un alcance mucho mayor. Por ello, no estamos de acuerdo cuando la constitución de 1979 y la de 1993 optan por denominarlo "acción de amparo".
2. El amparo como proceso constitucional

 Para nosotros, el amparo destinado a la defensa de derechos constitucionales es un proceso cuya peculiaridad descansa en su naturaleza constitucional,20 por ello preferimos calificarlo de ésa manera.
Este proceso es objeto de estudio de una disciplina que paulatinamente viene consolidando su autonomía respecto del derecho sustantivo, nos referimos al derecho procesal constitucional.21
 En consecuencia resultará lógico y necesario acudir a la teoría general del proceso. Su particularidad estará dada porque se encuentra inspirado por el valor y especialidad propios de las normas
constitucionales que debe instrumentar. De esta manera, sólo en un sentido "amplio" -no estrictamente procesal-, se sigue empleando una terminología distinta para identificarlo -acción, juicio y
recurso-, aunque no sean las expresiones más adecuadas.
 En este sentido, debemos acudir a esta teoría para determinar la clase de pretensión manifestada en el amparo. De acuerdo con ello, descubriremos algunas de las características fundamentales de este
proceso.22 Antes, debe recordarse que con frecuencia se ha confundido la acción con la pretensión. La primera, explica Fairén, es un derecho de naturaleza constitucional de acudir a los tribunales
para "ponerlos en movimiento, aunque no se determine claramente su dirección". La pretensión, en cambio, "es una petición fundada que se dirige a un órgano jurisdiccional, frente a otra persona,
sobre un bien de cualquier clase que fuere".23
 Al hilo de esta afirmación, podemos afirmar que la pretensión manifestada a través del amparo es una "declarativa de condena", es decir, persigue una declaración judicial que debe ponerse en
práctica obligando al emplazado a que haga, deshaga, no haga o entregue algo al afectado.24 De acuerdo con ello, puede caracterizarse al amparo como un proceso que combina una fase de
conocimiento (declarativa) y otra de ejecución, es decir, aquél en que el juez declara el derecho y prosigue luego con la etapa de cumplimiento de lo resuelto.
 En resumen, concebimos al amparo como un proceso de naturaleza constitucional cuya pretensión es obtener la protección jurisdiccional frente a los actos lesivos (amenazas, omisiones o actos stricto
sensu) de los derechos constitucionales distintos a la libertad individual y a los tutelados por el habeas data, cometidos por cualquier, autoridad, funcionario o persona.

 IV. PRESUPUESTOS DEL AMPARO. OBJETO DEL PROCESO


 Ni la constitución ni la ley enumeran de modo ordenado y sistemático los presupuestos del proceso constitucional de amparo. Efectivamente el texto constitucional (artículo 200, inciso 2) se limita a
señalar que el amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos reconocidos por la constitución distintos a la
libertad individual y a los derechos tutelados por el habeas data.25 Pese a ello, y fortalecidos por las herramientas que nos brinda la doctrina,26 resulta posible hilvanar los distintos presupuestos del
proceso de amparo que a lo largo de los textos normativos subyacen.
PRESUPUESTOS
DEL AMPARO
OBJETO DEL
PROCESO
1. DERECHOS CONSTITUCIONALES OBJETO
DE PROTECCION

La tesis intermedia, a la cual se afilia el


ordenamiento peruano, habilita el amparo en
resguardo de todos los derechos
fundamentales. Esta perspectiva, excluye a
aquellos derechos que no gozan de raíz
constitucional, e incluye a los derechos de
naturaleza patrimonial.
2. ACTO LESIVO A LOS DERECHOS
CONSTITUCIONALES

A. EN FUNCION DEL TIEMPO DE SU REALIZACION


B. EN FUNCION DEL MODO DE AFECTACION
C. DE ACUERDO CON SU REPARABILIDAD
D. DE ACUERDO CON LA SUBSISTENCIA DE LA LESION
E. SEGÚN LA EVIDENCIA DE LA LESION
F. DE ACUERDO CON SU CONSENTIMIENTO
3. AUSENCIA DE VIAS ADMINISTRATIVAS PARA LA
TUTELA DEL DERECHO. OPCION ENTRE EL AMPARO O
LA VIA JUDICIAL PARALELA

A. LA NECESIDAD DE AGOTAR LA VIA ADMINISTRATIVA


B. LA OPCION POR LA VIA PARALELA
4. EXCLUSIONES

Al disponerse que el amparo no procede contra resoluciones judiciales emanadas de un


procedimiento regular reitera lo señalado por el artículo 6 inciso 2 de la ley 23506
SUJETOS EN EL PROCESO DE AMPARO
 1. LAS PARTES DEL AMPARO: Cuando ingresamos al examen de las partes en el proceso de amparo
no podemos dejar de abordar la concepción que sobre ellas utiliza el derecho procesal, se trata de un
concepto básicamente procesal alejado de un sustrato material o sustantivo pues "lo que da la condición
de parte (procesalmente hablando) es la posición en el proceso, independientemente de la calidad del
sujeto del derecho (sustancial) o de la acción (pretensión)".
- Parte (procesal)
- Sujetos del derecho (en la relación sustancial)
- Legitimados para pretender (legitimación en la causa)
 2. LEGITIMACIÓN ACTIVA: El artículo 26 de la ley 23506, con la adición (párrafo final) dispuesta
por el decreto legislativo 611, dispone: Tienen derecho a ejercer la acción de amparo el afectado, su
representante, o el representante de la entidad afectada.
De acuerdo con la norma citada, se encuentran legitimados para iniciar el proceso de amparo:
- El afectado
- La entidad afectada
- Un tercero sin representación sólo en caso de imposibilidad física del afectado
- Cualquier persona, así como las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro tratándose de
atentados a derechos de naturaleza ambiental (párrafo agregado por el decreto legislativo 611).
- Asimismo, la reciente ley orgánica de la Defensoría del Pueblo concede legitimación al defensor para
interponer el amparo.
 3. LEGITIMACION PASIVA: En general, como reconoce Oliver Araujo, la legitimación pasiva en el amparo, es decir
"la determinación de la entidad frente a la que ha de deducirse la pretensión, no suscita problemas de especial
interés", pues la constitución es muy clara al permitir su procedencia frente a cualquier autoridad, funcionario o persona
que vulnere o amenace un derecho fundamental.
 4. INTERVENCION DE TERCEROS EN EL PROCESO:
1. Terceros: Derecho procesal y amparo: Hemos visto que, en el amparo, como en todo proceso, existe una parte
demandante y otra demandada. Sin embargo, podría suceder que otros sujetos, conocidos en doctrina como
terceros, también estén en condiciones de ingresar al proceso por contar con legítimo interés para ello.
2. Su falta de regulación por la ley 23506. La jurisprudencia: La norma original (ley 23506) no contemplaba la
posible intervención de terceros en el amparo. Ello permitió que en varias ocasiones se presenten situaciones de
indefensión, pues sujetos con legítimo interés para intervenir -por ejemplo, si se impugnaba una resolución
administrativa que les favorecía-, no lo podían hacer.
3. Su regulación por la ley 25398: La nueva ley, complementaria de la LHCA, incluye una norma mediante la cual se
permite la intervención de terceros. En efecto, el artículo 25 dispone que "El juez está obligado a admitir el
apersonamiento de terceros que tengan legítimo interés en la resolución del amparo".
 5. ÓRGANO JURISDICCIONAL COMPETENTE: Señala Fairén Guillén, "de un lado, la complejidad
de los trabajos jurisdiccionales (civiles, laborales, sobre la Administración, penales) y de otro, la
extensión geográfica y la gran población de casi todos los Estados, impone una distribución de la
jurisdicción entre diversos tribunales". Conforme a ello, la competencia "supone un examen de la
distribución jurisdiccional entre los diferentes órganos de la misma, dentro de cada orden jurisdiccional,
habida cuenta de su pluralidad.
A. La competencia según la Ley 23506: La LHCA, en su versión original, distinguió dos supuestos al
respecto: En primer lugar, la regla aplicable a todo tipo de casos, excepción hecha de lesiones
originadas en una orden judicial, En segundo lugar, si la afectación se hubiera originado en una
orden judicial el órgano competente sería la Sala Civil de la Corte Superior respectiva la cual debería
encargar a otro juez su trámite.
B. La reforma dispuesta por la Ley 25011: La referida norma, como consecuencia de la experiencia
judicial precedente que olvidaba la exigencia de respetar el turno para determinar la competencia,
introdujo expresamente algo que bien pudo por resuelto por la jurisprudencia.
La norma exigía el respeto al turno en el amparo ("se ejercerá ante el juez de Primera Instancia en lo
Civil de turno en la fecha del acto violatorio del derecho constitucional"), y aún más creaba un turno
especial, distinto al ordinario, para el caso de este proceso constitucional. Aquel debía ser establecido por
la Sala Plena de la Corte Superior del Distrito Judicial respectivo. De esta manera, ya era posible evitar
la existencia de posibles maniobras de las partes para escoger al juez que creyeran que iba a satisfacer
mejor sus pretensiones.
C. La reforma establecida por la Ley 25398: El artículo 29 de la LHCA, conforme a la modificación
prevista por la ley 25398, es la siguiente: Son competentes para conocer de la acción de amparo los
Jueces de Primera Instancia en lo Civil del lugar donde se afectó el derecho o donde se cierne la
amenaza, o donde tiene su domicilio el afectado o amenazado, o donde tiene su domicilio el autor de la
infracción o amenaza, a elección del demandante.
La acción de amparo se interpone, indistintamente:
a) Ante el Juez de turno al momento de producirse la amenaza o el acto violatorio del derecho
constitucional; o,
b) Ante cualquiera de los Jueces cuyo turno esté programado para los treinta días siguientes a la
fecha antes señalada
D. La competencia según la cuarta disposición transitoria de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional:
La Constitución de 1993 dispone que el Tribunal Constitucional conocerá en última y definitiva instancia
las resoluciones denegatorias de las acciones de habeas corpus, amparo, habeas data y acción de
cumplimiento (artículo 202, inciso 2). Esto significa que no conocerá en casación conforme disponía la
carta de 1979. De ahí que haya sido necesario establecer transitoriamente las instancias en las que se
tramitará el proceso de amparo en tanto no se apruebe la nueva ley de garantías o procesos
constitucionales; de lo contrario, podría pensarse que el tribunal se convertiría en una cuarta instancia.
 6. EL MINISTERIO PUBLICO: El Ministerio Público, cuya intervención ha sido cuestionada por
retardar la tramitación del amparo, participa en el proceso de amparo en dos momentos distintos:
 Durante el trámite para conceder una medida cautelar. El decreto ley 25433 (artículo 3), regula el
procedimiento para conceder una medida cautelar.
 Dispone que de la solicitud se corre traslado por el término de un día, tramitando el pedido como
incidente en cuerda separada, con intervención del Ministerio Público.
Cabe finalmente anotar que la intervención del Ministerio Público en ninguno de los casos anteriores se produce
en calidad de parte.
PROCEDIMIENTO DE
AMPARO
LA DEMANDA DE AMPARO

 Entendemos por demanda el acto procesal que proviene del actor e inicia el proceso de amparo.
 En virtud de ella se ejercita el derecho (abstracto) de acción a través de una pretensión (concreta)
de tutela de un derecho constitucional vulnerado o amenazado por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, para que el juez competente resuelva conforme a derecho.
2. PLAZO PARA INTERPONER LA DEMANDA

 60 DIAS
 30 DIAS
3. IMPROCEDENCIAS

 ART. 5 CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL


4. MEDIDA CAUTELAR

 Para su expedición se exigirá apariencia del derecho, peligro en la demora y que el pedido cautelar sea
adecuado o razonable para garantizar la eficacia de la pretensión.
5. EXCEPCIONES AL AGOTAMIENTO DE
LAS VIAS PREVIAS

 SON AQUELLOS REQUISITOS QUE SE TIENEN QUE CUMPLIR PREVIANTE ANTES DE ACUDIR
ALA VIA DE AMPARO, SON 4 UBICADOS EN EL CP CONSTITUCIONAL
LA SENTENCIA DE AMPARO
RECURSOS Y EJECUCIÓN
 La sentencia es una resolución judicial que pone fin al proceso, o a un estadio del
mismo (instancia o casación). En tal sentido, es indiscutible que la resolución con
la que culmina el amparo constituye una sentencia y no un auto, como algunos
han señalado.
 El juez al momento de dictarla debe efectuar un doble análisis de la pretensión.
En primer lugar, ha de examinar si aquélla cumple con los requisitos de
procedibilidad que le exige el ordenamiento procesal
RECURSOS IMPUGNATIVOS

 De acuerdo con la constitución, la ley 23506 y la cuarta disposición transitoria de


la constitución, la demanda de amparo se presentará ante el juez civil (primera
instancia), pudiendo acudirse en recurso de apelación (segunda instancia) a la
Corte Superior (Sala Civil). Si la resolución es denegatoria procede interponer
recurso extraordinario ante el Tribunal Constitucional que actuará como última
instancia
COSA JUZGADA

 La cosa juzgada (del latín res iudicata) es el efecto impeditivo que, en un proceso


judicial, ocasiona la preexistencia de una sentencia judicial firme dictada sobre el
mismo objeto. Es firme una sentencia judicial cuando en derecho no caben contra
ella medios de impugnación que permitan modificarla.
REFLEXIONES FINALES

 Al momento de diseñar el modo como deberá reformarse el amparo peruano, cuya vigencia
en términos generales no ha sido plenamente satisfactoria, debe partirse de considerar que
se trata de un verdadero proceso constitucional. En tal sentido, habrá que acudir a la
disciplina procesal para acoger los instrumentos conceptuales que ella nos brinda en
procura de contribuir a dotar de eficacia a este instrumento. Y es que para aproximarnos a
determinar la naturaleza, concepto, alcances y características fundamentales del amparo.

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