Las Pastillas de Frenos

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Las pastillas de frenos

¿qué pastillas son las más adecuadas para mi moto?


Lo que se pide básicamente a la pastilla es que presente un
coeficiente de fricción adecuado y estable a cualquier rango de
temperatura y presión, mantener un adecuado equilibrio entre
abrasión y resistencia al desgaste, capacidad para absorber
vibraciones e irregularidades de la superficie con la que entra en
contacto a cualquier temperatura y resistencia al choque y a la
cizalladura.
Para lograr todo esto el fabricante hace pruebas y pruebas hasta
alcanzar la fórmula más adecuada de acuerdo a sus criterios de
calidad.
La mayoría de los fabricantes emplea en mayor o menor medida
los siguientes compuestos:
Fibras
cargas minerales
componentes metálicos
modificadores de coeficiente de fricción
materiales orgánicos y abrasivos.

-Las fibras son el armazón de las pastillas de freno se


encargan de ligar y aglutinar al resto de los elementos.
Pueden ser sintéticas o minerales. Las más frecuentes la
fibra de aramida y la fibra de vidrio.
- Las cargas minerales aportarán resistencia a
la abrasión, a la cortadura y a las altas
temperaturas. Las más usuales la
barita,talco,mica...
- Los componentes metálicos se añaden en
forma de polvo o virutas para homogeneizar el
coeficiente de fricción y la transferencia de calor
a componentes del sistema. Ejemplos serían
entre otros el cobre o el bronce.
- Los modificadores empleados en forma de polvo hacen variar el
coeficiente de fricción normalmente a la baja dependiendo del
rango de temperatura, siendo usados el grafito o la antracita entre
otros.
-Los materiales orgánicos aglomeran el resto de los materiales.
Cuando alcanzan la temperatura adecuada fluyen y ligan el resto
de los elementos hasta que se polimerizan, y la pregunta de alguno
será ¿y qué es eso de la polimerización? en nuestras pastillas es un
proceso de unión de los distintos materiales por el
calor.Ejemplo:las resinas fenólicas termo endurecibles.
- Los abrasivos incrementan el coeficiente de fricción y renuevan y
limpian la superficie del disco.
Visto esto podemos pasar a clasificar las pastillas de freno.
Un primer grupo serían las orgánicas, que
tienen un buen coeficiente de fricción en un uso
moderado de los frenos, funcionan bien a bajas
temperaturas y son silenciosas...pero ante un
uso intenso no son tan buenas ya que se
desgastan rápidamente, se fatigan, se oxidan y
"caen".
Otro grupo sería el de las semimetálicas cuyos
componentes metálicos, como he descrito anteriormente,
en forma de polvo tienen la misión de estabilizar el
coeficiente de fricción a altas temperaturas. Son unas
buenas pastillas "todo uso" de calle incluso con un uso
intenso.

Conforme aumentamos el componente metálico mejoran


las propiedades a altas temperaturas pero generan más
ruidos y menos efectividad con los frenos todavía fríos.
El tercer grupo de pastillas son las completamente
metálicas a base de metal sinterizado.

Para un uso de calle estas pastillas están hechas con latón,


bronce o cobre o una mezcla de éstos y si el uso es más
intenso las pastillas deberían usar hierro e incluso se les
puede añadir polvo de cerámica para alcanzar
temperaturas mayores.

Producen un polvillo negro corrosivo así que te recomiendo


limpiar las llantas y discos con frecuencia.
Cuando hablamos de pastillas de carbono , que sería un
cuarto grupo, que quede claro que no son esas pastillas de
alta competición...,no que va ,para nosotros los de "a pie",
son pastillas semimetálicas sobre las que se ha pulverizado
carbón para mejorar las características a alta y baja
temperatura.
Estas pastillas son muy demandadas por usuarios de
superdeportivas de calle que realizan o creen realizar un
uso muy intenso y agresivo de los frenos... pero son caras,
muy caras y además dejan un polvo negro, corrosivo y
pegajoso sobre las llantas, y esto te exige limpiarlas con
mucha frecuencia
A la hora de afrontar una reparación o de
llevar a cabo el mantenimiento de nuestra
moto, tenemos diferentes opciones.
Dependiendo del tiempo, la complicación del
mantenimiento o el presupuesto del que se
disponga, se puede elegir entre los diferentes
tipos de talleres de moto que podemos
encontrar actualmente.
Servicio oficial
Como su propio nombre indica, los Servicios
Oficiales son aquellos que cuentan con el
respaldo de las marcas. Pueden gestionar las
garantías, por ello son el punto al que hay que
llevarlas en caso de tener un problema con
nuestra máquina cuando está en garantía.
Pros:
- Al ser un servicio oficial, conocen las características de
cada moto y disponen de los útiles específicos que pueden
necesitar.

- Su personal se recicla en cursos de la marca, por lo que


su nivel de formación y conocimiento de la marca es alto.

- Llevan a cabo cualquier tipo de reparación y en caso de


cierre, cualquier otro servicio oficial de la marca cubrirá
la garantía.
- Emplean siempre recambios originales.

Contras:
- Su precio es más elevado que en los otros
tipos de servicio.

- La red es limitada y puede que no tengas


ninguno cerca.
Mecánica rápida
Este tipo de talleres están inspirados en los de los coches,
con servicios de mantenimiento básicos. Se puede llegar,
dejar la moto y recogerla en un rato, aunque es aconsejable
pedir cita previa por si las moscas.

Pros:
- Cambio de aceite, de ruedas, frenos… son realizados de
manera rápida, sobre todo si se ha pedido cita previa y
tienen todo lo necesario para nuestra moto preparado.
- Precios económicos.

- Promociones de manera habitual.

Contras:
- Limitación en el tipo de reparaciones que pueden
realizar.

- Formación menos específica que los mecánicos de


cada marca.
Taller independiente
No responde a ninguna marca o red. Actualmente se
denominan “Talleres Multimarca”, toda una
declaración de intenciones. En realidad se trata de
los talleres de toda la vida, aunque por norma
general se han adaptado al mercado y ya no son
aquellos lugares sucios y llenos de motos a medio
arreglar que recordaban a un cementerio de las dos
ruedas en lugar de a un taller.
Pros:
- Suelen ofrecer un trato más cercano, adaptándose a las necesidades del
cliente.

- Son más económicos que los servicios oficiales.

- Cercanía con respecto al domicilio

Contras:
- Dependiendo del taller, no suelen hacer presupuestos.

- Al no estar especializados pueden cometer errores en el mantenimiento


más a fondo.
Taller “pirata”
Lo cierto es que no hay mucho que decir al
respecto de este tipo de talleres. En realidad no
es que sean talleres pirata, es que se trata de
talleres ilegales. No pagan impuestos, no
cumplen normas de seguridad ni
medioambientales… Aún así hemos decidido
hacerles un hueco, aunque recomendamos que
no se lleve la moto a ninguno de ellos.
Pros:
- Al no pagar ningún tipo de impuestos son mucho más económicos.

- Ofrecen un trato cercano y personal.

Contras:
- No dispones de garantía.

- No se puede reclamar.

- Herramientas muy básicas.

- Falta de especialización.
Ahora que ya conoces
los diferentes tipo de
talleres que existen,
queda en tu mano
elegir cual te conviene.
Los Elementos de Protección Personal (EPP) corresponden a
cualquier equipo, aparato o dispositivo especialmente diseñado y
fabricado para resguardar al cuerpo de cualquier daño
provocado por accidentes del trabajo o enfermedades
profesionales. En este contexto, y por ley, es el empleador quien
debe proveer los EPP a quienes lo requieran, dependiendo del
riesgo al cual se exponen.

Por sí mismos, los EPP no eliminan los riesgos y peligros en los


espacios de trabajo, pero sí protegen a las personas y pueden
llegar a disminuir la gravedad de las lesiones en caso de un
accidente. Por este motivo, su uso se enmarca dentro de un plan
preventivo que respalde su implementación.
Tipos de Elementos de Protección Personal

Los EPP que se implementen en cada


organización dependerán de las actividades
de riesgo a las que estén expuestos los
trabajadores, y se pueden categorizar de
acuerdo a la zona del cuerpo que protegen:
Cabeza: los cascos de seguridad permiten proteger la
cabeza frente a posibles impactos, choques eléctricos o
quemaduras. Deben utilizarse con sus correas ajustadas
correctamente en la quijada.

Oídos: cuando el ruido en el lugar de trabajo excede los


niveles establecidos por el Ministerio de Salud, las personas
expuestas deben utilizar protección auditiva. Existen dos
tipos: los tapones que se insertan en el conducto auditivo
externo y las orejeras que van alrededor de la cabeza,
absorbiendo el ruido ambiente.
Ojos: cuando se está en presencia de proyección de
partículas, líquidos, humos, vapores, gases y
radiaciones, se deberá utilizar protectores de ojos
(que solo cubren la zona ocular).

Rostro: los protectores faciales no solo protegen los


ojos sino también el resto del rostro, bloqueando el
paso de rayos ultravioletas o infrarrojos y de otros
cuerpos extraños como plástico transparente, cristal
templado o rejillas metálicas.
Vías respiratorias: se debe proteger al trabajador de
contaminantes presentes en el ambiente tales como polvos,
neblinas, vapores orgánicos o gases. Para esto existen distintos
tipos de respiradores con sus respectivos filtros.

Pies y piernas: el calzado de seguridad es fundamental ya que


protegen de la humedad, de sustancias calientes y de caídas o
golpes en superficies peligrosas e inestables. Además, para
proteger las piernas de salpicaduras de metales fundidos se deben
utilizar polainas de seguridad resistentes al calor.
Piel: los trabajadores que realizan labores prolongadas bajo los
rayos ultravioletas deben aplicarse protector solar cada dos horas
y utilizar vestimenta que cubra la piel expuesta a la radiación
para evitar todo tipo de quemaduras.

Cuerpo entero: para aquellos trabajos que se ejecutan en altura se


deben usar cinturones o arnés de seguridad enganchados a una
línea de vida. En tanto, los trabajadores que estén expuestos a
sustancias corrosivas, a altas temperaturas o a radiaciones deben
utilizar vestimenta con tecnología adecuada que impida el
contacto directo.

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