Uncion Del Predicador

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Ministerio de Educación Cristiana

Instituto Bíblico “Alfa y Omega”


Cátedra: Oratoria y Homilética I
Trimestre: IX

LA UNCIÓN DEL PREDICADOR

Realizado por:
Alba León
Profesor: Darwin Rivas Gregori Vargas
Richard Narváez
La unción del predicador:
es la cuarta de las cuatro partes de la predicación
En 1S. 16:13, vemos que
Samuel vertió aceite sobre la
cabeza de un joven pastor de
ovejas llamado David y esta
unción fue una señal de que
Dios aprobaba su vida. Por
medio de esta unción, Dios
capacitó a David para servir
como el líder del pueblo.

En Ex 34:29-30, los israelitas pudieron ver


como Moisés había estado con Dios. Asimismo
la Iglesia sabrá cuando su pastor pasa tiempo
con Dios. Quizás no haya resplandor en la
cabeza, pero no se puede esconder la ausencia o
la presencia de la unción, porque ésta se siente.
Lo que la unción NO es
 Los antiguos griegos eran famosos por sus grandes oradores. Pero ellos
ignoraban la unción.
 También los maestros modernos seculares de oratoria no dicen nada acerca de
la unción. Enseñan a los conferencistas a depender de ellos mismos.
 Pero la unción del Espíritu Santo es lo que hace al hombre de Dios diferente
del hombre común.

a) La unción no es la habilidad del hombre: Lo mejor que el hombre ofrece es


inferior a la unción. NO! la unción no es la habilidad del hombre. “Pero tenemos este
tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros” (2 Co 4:7).

b) La unción no es un escape del duro trabajo: La unción no es una licencia para ser
holgazán. No es un sustituto del duro trabajo.
Aunque el Espíritu dirigió a Felipe sobrenaturalmente hacia el carruaje, del Etíope,
Felipe tuvo que caminar, y quizás correr para llegar.
 El Espíritu Santo le dio a Pablo la visión de un hombre que decía: “Pasa a
Macedonia y ayúdanos” (Hch 16:6-10). Pero, Pablo ya estaba ocupado haciendo la
obra del Señor.
c) La unción no es un substituto para el instituto bíblico: no debemos
creer que los espirituales aprenden del Espíritu en el desierto y los carnales
van al instituto bíblico. Vemos a Daniel que era un hombre de visiones pero
también era un hombre de libros. La unción del Espíritu Santo lleva a los
predicadores al instituto bíblico, no los aleja de él.

d. La unción no es un maestro substituto: muchos toman 1Jun. 2:27, para


afirmar que la unción que permanece en nosotros nos enseñará todo, pero
olvidan que Juan declara eso por los gnósticos, los maestros de error.
¡Dios dio maestros! Los maestros no están en oposición al Espíritu. Son parte de
los dones de Dios para la Iglesia, para preparar al pueblo para obras de servicio,
y llevarlo a la unidad y a la madurez (Ef 4:12-13).

e) La unción no es una invitación a la independencia: la unción no es un


camino que nos aleja de los demás. Pablo fue dirigido por revelación divina a
relacionarse con otros líderes de la iglesia, a menos que su obra fuera en vano
(Gá 2:1-2). Cuando un hombre no se relaciona debidamente con otros, la obra
que hace no perdurará.
Lo que es la unción:
a). En el Antiguo Testamento, la unción es una señal
de que las personas o las cosas son santas, apartadas
para Dios con un propósito especial.

En Éx 30:22-33, Dios dio instrucciones a Moisés


De cómo preparar el aceite de la unción.

 El aceite de la unción se hacía de cinco ingredientes. Desde arriba en el


sentido de las agujas del reloj: Aceitunas (aceite de olivo), caña
aromática, canela, casia, mirra [centro] (mirra líquida).
 Debemos vivir una vida de santidad para que el Señor nos dé su unción.

b) En el Nuevo Testamento, la unción está relacionada con Jesús de una manera única.
La palabra Mesías es una palabra hebrea que significa “Ungido” o “el Ungido”.
La palabra griega para ungido es Christos, de donde se deriva la palabra Cristo.
La palabra Cristo ha perdido mucho de su significado para los creyentes por no hablar
hebreo ni griego pero debemos recordarnos su significado y es “ungido” y que Jesús es
nuestro ejemplo de ser ungidos por el Espíritu de Dios.
c) En el Nuevo Testamento, la unción es el
Espíritu Santo.

 Así como en la antiguada, en el nuevo testamente, los


ancianos ungen a los creyentes enfermos con Aceite.
 En el antiguo y nuevo testamente, el aceite es
un símbolo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la
unción.
 La unción es la presencia del Espíritu sobre el
Creyente.

 La unción no es el fruto ni los dones. Más bien, la unción es el Espíritu Santo


quien produce el fruto y los dones.

Cuando pasamos tiempo en la Palabra de Dios y en su presencia,


nuestra relación con Él se fortalece. Y entre más fuerte sea nuestra
relación con Él, más de su presencia y de su unción se reflejarán en
nuestra vida.
d) La unción del Espíritu es un don de gracia que resulta en poder
para cumplir con el llamado de Dios.
El ministerio que recibimos de Dios es por gracia, no merecemos
predicar su palabra ni su presencia en nosotros. Toda gracia, dones y
poder nos vienen de Dios. La unción del Espíritu Santo es un acto de
Dios solamente. David dijo: “Unges mi cabeza con aceite” (Sal 23:5).

e) La unción tiene diferentes propósitos en cada creyente.


La unción del Espíritu difiere según la persona y la necesidad.
Hay veces en que la unción resulta en señales y maravillas y otras
veces en la escritura, ilustración o una pregunta.
 El pastor no debe envidiar la unción de un apóstol.
 La unción de Pablo es diferente a la de Timoteo.
 La unción siempre estará de acuerdo al llamado de la persona. Es
la voluntad del Espíritu Santo. Nuestra parte es andar con Dios y
desear seriamente los dones espirituales (1 Co 12:31).
La unción relacionada con el carácter, el mensaje y
la pasión del predicador
A. La unción y el carácter del predicador (ethos): Estudiamos cinco cosas malas que el
pastor no debe ser. En contraste, el pastor debe ser respetado por siete características
buenas.
Cuando nos entregamos al Espíritu de Cristo, Él produce el buen fruto del carácter en
nosotros.

¿Qué podría faltar en el ethos, o carácter, de un hombre


con del fruto del Espíritu?
El carácter incluye más que el fruto del Espíritu. Por ejemplo, el
carácter incluye cosas como: la fidelidad, la rectitud, la honestidad, la
integridad, la lealtad y la santidad.
¡Pero dependemos del Espíritu Santo para estas cualidades también!
Necesitamos al Espíritu para producir toda clase de buen fruto en
nosotros.
B. La unción y el mensaje (logos) del predicador
 Los sermones nacen de la devoción y alabanza del predicador.
 El propósito de los devocionales es buscar a Dios. Si buscamos a Dios por la mañana
entonces la unción estará con nosotros en el púlpito.
 No busquemos al Espíritu Santo en público cuando no lo hemos hallado en secreto.

 Oswald J. Smith era un pastor con fuego en los huesos. El fuego que
tenía
en el púlpito era encendido durante sus devocionales en privado.
 Watchman Nee (un autor y líder cristiano chino, 1903-1972),
experimentaba la presencia diaria de Dios.
 Spurgeon dijo que cuando estaba despierto, no pasaba un cuarto de
hora sin estar consciente de la presencia de Dios. Su unción pública
era la misma que su unción privada.
 John Wesley comenzaba cada día con 2 horas de oración.
 Lutero comenzaba cada día con 4 horas de oración y estudio de la
Biblia.
 David Yonggi Cho dirige una iglesia de cerca de un millón de
personas. Este pastor no se reúne con nadie sin antes reunirse con
Dios por lo menos durante 3 horas.
C. La unción y la pasión (pathos) del predicador

 La gente se persuade cuando el pastor predica la verdad


directamente del corazón. La gente siempre sigue al líder con
convicciones. Nos emocionamos cuando escuchamos a alguien
con sentimientos profundos sobre su tema.

 El predicador ungido tiene una ventaja doble sobre el orador público. Por un lado, el
Espíritu Santo hace nacer en el predicador un mensaje de Dios para el hombre. Esto
capacita hasta al predicador joven para elevarse sobre sus propios temores personales.
Su alma está encendida. ¡Su pasión no puede dejar de notarse en su predicación!

La unción es la clave para el éxito del predicador en su carácter, en el


mensaje y en una presentación apasionada y poderosa.
Que siempre vivamos por el principio: “No con ejército, ni con fuerza,
sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac 4:6).
DIOS LES
BENDIGA

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