Lucy R. Historiales Clínicos
Lucy R. Historiales Clínicos
Lucy R. Historiales Clínicos
o Edad: 30 años.
o Mujer inglesa.
o De constitución delgada.
o Blanca.
o Vive a los alrededores de Viena.
o Trabaja como gobernanta en la casa de un
director de fábrica.
o Cuida a dos niñas huérfanas de madre.
o Vive lejos de su madre, la cual se halla
delicada de salud.
Antecedentes
“…Si por una cuestión tan pequeña, y en la que Devela el acontecimiento penoso que le generaba la
además yo soy por entero inocente, puede angustia. A consecuencia de esto se desata una
desatarse contra mí de ese modo, puede decirme decepción, la decepción en cuanto al “padre ideal” es
tales amenazas, yo me he equivocado, nunca ha la condición necesaria de la histeria, un goce de un
tenido un sentimiento más cálido hacia mi…” deseo insatisfecho llevó a Lucy a deshacerse de aquel
síntoma.
Resumen
Los síntomas que tenia Lucy eran a consecuencia de sucesos que no recordaba o no quería darles importancia.
Al no lograr entrar a estado hipnótico Freud obsto por la asociación libre.
Al comenzar a entender la enfermedad reducían los síntomas a sensaciones olfatorias subjetivas, a alucinaciones recurrentes, síntomas
histéricos permanentes. Que fueron provocados a raíz de un trauma a una vivencia, donde esos olores que en primer momento eran
subjetivos se vuelven objetivos. Este trauma provocó que las sensaciones olfatorias se repitieran como un símbolo de el en el recuerdo.
El olor que percibía contantemente era de pastelitos quemados, la cual pudo ser la que intervino durante su trauma.
El olor a los pastelillos quemados comenzó dos días antes de su cumpleaños, cuando las niñas trajeron una carta que mando la madre de
Lucy, y no dejaron que ella la lea porque afirmaban que era para el día de su cumpleaños, Lucy estaba conmovida por la ternura de las
niñas. Durante ese acto las niñas dejaron de ver los pastelitos y estos se quemaron.
Ella tenia planeado visitar a su madre pero le causaba pesar abandonar a las niñas. Ella quería ir con su madre porque la situación en la
casa se volvía incomoda, la ama de llaves y la cocinera armaron una intriga en su contra, y ella al hablarlo con los patrones no recibió la
respuesta que esperaba.
Ella no quería abandonar a las niñas a pesar de los problemas porque prometió a su madre en su lecho de muerte cuidarlas y no
abandonarlas, irse de la casa representaría que rompe esa promesa.
La sensación olfatoria se asocia íntimamente con una vivencia, donde entran en juego afectos, la lástima de dejar a las niñas y las peleas
con la ama de llaves y la cocinera. Al recibir la carta de la madre posiblemente hizo que recordara esa decisión. El conflicto de los
afectos elevó ese factor a la condición de trauma. Y como símbolo permaneció la sensación olfatoria. también mencionó que durante ese
tiempo estaba muy enferma y apenas conservaba el olfato, pero en el momento del trauma logró percibir el olor a pastelillos quemados,
que se impuso sobre la anosmia orgánica.
Resumen
Esa histeria la adquirió como consecuencia de esa pequeña historia de padecimiento.
Pero no todo se reducía a los síntomas histéricos que presentaba por el cariño que tenía a las niñas, sino que ella estaba enamorada de su
patrón, y esperaba ocupar el puesto de la madre de las niñas. Lucy afirmo que sí era así, pero no lo sabía o intento no saberlo.
Comenzó después de una charla que tuvieron sobre los cuidados de las niñas, y el la vio de una manera peculiar, pero no volvió a pasar,
lo cual hizo que se quite esa idea. Al descubrir eso, el olor de los pastelillos disminuyó. En navidad todos le dieron regalos, tratando de
apaciguar los problemas, el olor de pastelillos quemados desapareció por completo, pero apareció el olor del humo de cigarros, que
estuvo desde antes pero camuflado por el olor de los pastelillos quemados.
El olor a cigarros comenzó cuando en un almuerzo de la casa, con todos presentes y los señores fumando, uno de ellos beso a una de las
niñas, el padre gritó “No se besa a las niñas”, haciendo recuerdo que antes otra mujer besó a las niñas en la boca, esto molestó al patrón
que condicionó su trabajo a que nunca mas vuelva a pasar algo así o buscaría otra niñera. Eso pasó cuando Lucy estaba ilusionada con el
patrón, y esto derrumbo sus esperanzas.
Dos días después Lucy volvió feliz, sabiendo que ama a su patrón pero no le interesa, una mejora en la sensibilidad de la nariz al dolor y
reflejos, también distinguía pero de manera insegura los olores.
Meses después volvió a verla y los síntomas habían desaparecido.