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Juan El Bautista
Juan el Bautista nació de padres ancianos e infértiles, Zacarías y Elisabet, según fue profetizado por el ángel Gabriel. Fue escogido por Dios desde el vientre de su madre para preparar el camino para Jesucristo, predicando arrepentimiento y bautizando a aquellos que se arrepentían como símbolo de purificación. Juan el Bautista fue un mensajero fiel de Dios que llamó a la gente a volverse de sus pecados y reconciliarse con Dios a través de Jesucristo
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Juan el Bautista nació de padres ancianos e infértiles, Zacarías y Elisabet, según fue profetizado por el ángel Gabriel. Fue escogido por Dios desde el vientre de su madre para preparar el camino para Jesucristo, predicando arrepentimiento y bautizando a aquellos que se arrepentían como símbolo de purificación. Juan el Bautista fue un mensajero fiel de Dios que llamó a la gente a volverse de sus pecados y reconciliarse con Dios a través de Jesucristo
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Juan El Bautista.
¿Cómo fue el Nacimiento de Juan el Bautista?
El Nacimiento de Juan el Bautista lo encontramos en el
primer capítulo del evangelio de Lucas. Cuando el ángel Gabriel se le apareció a su padre Zacarías mientras este servía en el Templo (Lc 1:8-11). Su nacimiento fue un hecho relevante debido que su madre Elisabet era una mujer estéril, y tanto ella, como Zacarías eran muy ancianos (Lc 1:7).
Desde antes de su nacimiento, Dios había escogido a Juan
como instrumento para llevar acabo su voluntad (Lc 1:15-17). Incluso hasta su nombre fue escogido por Dios (Lc 1:13), el cual significa «El Señor es bondadoso». Mostrando de esta manera la bondad de Dios con Zacarías y Elisabet, quienes andaban irreprensibles en las ordenanzas de Dios (Lc 1:6).
Juan el Bautista fue lleno del Espíritu Santo aun desde
el vientre de su madre (Lc 1:15). ¿Quién Fue Juan el Bautista? Juan el Bautista fue un hombre escogido y apartado por Dios para un propósito. El cual era, preparar el pueblo de Israel para la venida de Jesucristo (Lc 1:15-17; Jn 1:6-7). Aquel Salvador que anunciaban las Santas Escrituras, quien por medio de Él, Dios ofrecería perdón y reconciliación a todas las naciones de la tierra (Is 53:5-6, 11). Por lo tanto, Dios usó a este profeta para dar conocimiento de salvación y perdón de pecados por medio de Jesucristo (Lc 1:77). Características de Juan el Bautista Puntos Fuertes y Logros *Fue un mensajero escogido por Dios para anunciar la venida de Jesucristo. *Era un predicador cuyo tema central fue el arrepentimiento. *Su mensaje era confrontador. *Fue un hombre inflexible e íntegro para Dios. El tema principal de su predicación era «Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mt 3:1-2). En otras palabras, lo que quería decir era «Arrepiéntanse de sus pecados y vuélvanse a Dios». Arrepentirse significa dar un giro a nuestras vidas, donde el que miente, deje de mentir, quien roba, deje de robar, quien comete actos sexuales inmorales, deje de hacerlo. La otra parte de su llamado consistía en el bautismo para perdón de pecados (Mr 1:4-5; Lc 3:3), donde aquel que escuchaba el mensaje se arrepentía de aquellos actos de rebeldía que habían ofendiendo a Dios. Por lo tanto, aquella persona arrepentida iba a Juan para ser Bautizada como señal de arrepentimiento (Mt 3:6).
Juan Bautizaba en el Rio Jordán sumergiéndolos en agua como
símbolo de lavamiento y purificación. Su significado era la muerte de la antigua manera de vivir, llena de vicios y pecados, resucitando de la misma forma a una nueva vida en Cristo (Ro 6:4). La vida y misión de Juan el Bautista nos deja como enseñanza, el dejarnos usar por Dios para llevar a los pecadores al arrepentimiento. De la misma manera que este predicador audaz fue llamado para reconciliar al pueblo de Israel con Dios por medio de Jesucristo, nosotros hoy en día tenemos la misma misión, llevar muchas almas perdidas a Dios por medio de la predicación del Evangelio. Quizás en el camino nos hallemos con oposiciones familiares, dificultades e incluso personas que nos odien por servir a Dios, pero no debemos sentirnos frustrados si vemos que nadie se convierte a Cristo. Pues el Espíritu Santo, es el único quien convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio