Estilo Internacional 2

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CURSO: HISTORIA DE LA ARQ.

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ALUMNO: INGA BARRERA JUAN C.
“Lo moderno se contrasta por oposición con lo antiguo, si es
moderno es porque lo diferenciamos de lo antiguo. La
conciencia de que algo es moderno no es algo que haya
existido siempre, implica una conciencia de época y
diferenciación de épocas anteriores”.
“El resultado de la intervención depende de la
actuación del arquitecto, se puede pasar
desapercibido o mantener un diálogo entre lo
antiguo y lo moderno. Lo antiguo no es una
entidad abstracta e intocable, es un proceso que
esta en continua evolución, es una sucesión de
tiempos, estilos y espacios”.
ESTILO INTERNACIONAL
(STYLE INTERNATIONAL)

ORIGEN DEL “ESTILO INTERNACIONAL”

Esta vertiente profesional coincide con la fiebre desarrollista


de los años 60, 70 y principios de los 80 y con el auge de
una producción seriada al servicio de los intereses de un
colectivo empresarial con mando en plaza y justificada por
una demanda incesante.
Entre 1927, año en que se construye la
Weissenhofsiedlung de Stuttgart (con obras
de Mies van der Rohe, Le Corbusier,
Gropius, Oud y otros) considerada como el
paradigma de la arquitectura internacional y
1935 fecha de la III Reunión Internacional
de Arquitectos en Centro Europa, bajo los
auspicios de la revista "L'Architecture
d'Aujourd'hui" con el significativo tema: De
la evolución actual de las arquitecturas
nacionales, pasando por la exposición del
MOMA de 1932 montada por Philip
Johnson y Henry-Russell Hitchcock titulada
El Estilo Internacional: Arquitectura desde
1922, el debate entre lo nacional y lo
internacional en la arquitectura moderna va
a tener uno de sus momentos más álgidos.
Plantear el problema de la arquitectura en
términos formales y estilísticos y pretender
encontrar un estilo internacional común en
todos los países, supone situarse en el
contexto de un enfoque histórico de la
arquitectura, y, de hecho, todo el escrito de
Johnson y Hitchcock esta orientado en esta
dirección. Sus elementos de comparación
serán, en consecuencia, los estilos
internacionales que han existido con
anterioridad: el gótico y el clasicismo. El
nuevo estilo internacional es equiparable a
ellos: plantea las estructuras como el gótico,
y los repertorios formales como el
clasicismo. Además, aporta la preocupación
por los programas funcionales. Estructura
(firmitas), formas (venustas), funciones
(utilitas): la versión actualizada de la tríada
vitruviana queda así restablecida.
Si la arquitectura moderna
parece definirse
predominantemente por el
internacionalismo, con
frecuencia esto es más un
deseo que una realidad. Pero
por otra parte, sería un error
creer que lo opuesto a este
internacionalismo significa
también oposición frontal a la
arquitectura moderna.
Muchas interpretaciones
contradictorias se entrecruzan
en torno a estas dos
posturas: LO NACIONAL Y
LO INTERNACIONAL.
En definitiva, esta arquitectura internacionalista se
interpreta así como la última versión, por ahora, de la
larga historia de la arquitectura colonial europea en
América.
Situando este escrito en su momento, el problema que plantea Domènech
es la necesidad de salir del eclecticismo dando origen a una nueva
arquitectura. Una arquitectura moderna que, desde su origen, se cuestiona
la posibilidad de que pueda ser nacional. Una posibilidad que resulta fuera
de lugar si se considera el carácter supranacional de la cultura moderna,
especialmente de las técnicas que afectan a la construcción. Cualquier
avance en este sentido sería siempre internacional. Sería por lo tanto una
“arquitectura moderna pero no nacional”. Pero la cuestión no se puede
resolver de un modo tan simple. El carácter de un pueblo, sus tradiciones o
su clima cultural, introducen distorsiones que tiñen con matices nacionales
esa técnica internacional.

“El estilo internacional sólo ha llegado a ser evidente y definible a medida que
por todo el mundo diversos innovadores han ido realizando con éxito varias
experiencias paralelas.
Y es que el estilo internacional ya existe en el momento presente; no es
simplemente algo que el futuro quizás nos depare: la arquitectura siempre es un
conjunto de monumentos reales. No es un cuerpo teórico impreciso”
Domènech i Montaner .
ARQUITECTOS DEL ESTILO INTERNACIONAL

FRANCISCO MUÑOZ LLORENS

Al iniciar a diseñar, lo primero que establece son los moldes y quizá


el más superficial es el que asocia su figura a una arquitectura de
consumo alimentada por aportes del estilo internacional pero alejado
en sus metas de los fundamentos del movimiento moderno.
En los albores del desarrollismo sin cuartel, Muñoz firmó un pequeño
edificio en la Albufereta, conocido como apartamentos Adoc 21, que
constituye uno de los ejemplos más significativos de la aplicación del
estilo internacional en la provincia de Alicante. Se trata de un bloque
prismático con un esqueleto estructural prolongado sobre unos
delgados pilotes que evocan la Ville Savoye de Le Corbusier y
confieren al edificio de Muñoz un aire de elegancia y esbeltez.
Su volumetría y su escala son, probablemente, el secreto de la
grandeza de este pequeño edificio y, al mismo tiempo, su sentencia.
Las posteriores edificaciones en altura realizadas en primerísimo
línea condenaron al proyecto de Muñoz a permanecer eternamente
ciego al mar.
CARLOS MANZANO

Los arquitectos españoles


están en una buena posición
y participan del nuevo "estilo
internacional", entendido
como método proyectivo y no
como resultado.
VAN DER ROHE

Un arquitecto de referencia
El legado arquitectónico y la labor académica y organizativa de Ludwig Mies van
der Rohe le han asegurado una gran reputación en el mundo de la arquitectura.
Según los expertos, gracias a la influencia de sus edificios europeos más
relevantes -el Pabellón Alemán para la Exposición Universal de Barcelona de 1929
y la Villa Tugendhat de Brno de 1930- la arquitectura moderna dejó de ser
meramente experimental para alcanzar su verdadera madurez.
Desde 1932, cuando Philip Johnson y Henry-Russell Hitchcock acuñaron la
expresión "estilo internacional" para agrupar los distintos objetivos arquitectónicos
de la vanguardia europea, el término se ha asociado a los elegantes edificios de
vidrio y acero impulsados por Mies van der Rohe. Este estilo arquitectónico se
afianzó en todo el mundo hasta la década de los sesenta.
Diseñador de la primera silla en suspensión

La silla diseñada por Ludwig van der Rohe. (EFE)


ARQUITECTOS EN CONTRA DEL ESTILO INTERNACIONAL

En primer lugar cabe destacar que están hablando de


“estilo” y no de “arquitectura”. De aquí el rechazo que
provocaba esta postura en arquitectos como Gropius
que sólo querían hablar de arquitectura internacional,
pero nunca de estilo internacional.

Hablar de arquitectura significaba plantear la cuestión en


términos de programa de necesidades, de técnicas y
producción, de usos, de economía, del papel profesional del
arquitecto en la sociedad industrial moderna. Por el contrario,
hablar de estilo suponía reducirlo todo a problemas de formas y
lenguajes. Y la forma, para el funcionalismo estricto,
Sachlichkeit, predominante en el pensamiento arquitectónico de
aquellos momentos, es sólo el resultado de las funciones. Nada
más.
En la arquitectura de la llamada " tercera generación "
renace el interés perdido por la arquitectura vernácula,
al tiempo que se revaloriza la sensibilidad por el " lugar
". Que es distinto al concepto de " sitio " o a la
tradicional concepción de espacio propia del Movimiento
Moderno en su primera generación.

Nils Carlson: " El actual internacionalismo no es de


estilo sino de actitud, la naturaleza es la única
influencia estable, y la arquitectura debe acercarla
al hombre "
Se ha perdido el viejo arte de crear lugares que se
beneficien del lugar, del paisaje y del clima, reemplazados
por una confianza ciega en los sistemas tecnológicos.
La arquitectura debe volver a revisar la naturaleza del
clima urbano. Y al explorar cómo puede el exterior
contribuir al habitat urbano y a un mejor y más racional
uso de la energía, debe implicarse el clima local como
protagonista natural del diseño.

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