Estudio Bíblico 1.7

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COMUNIDAD PUNTO DE GRACIA

Estudios Bíblicos. Discipulado 1.7


Creciendo en Cristo
La oración: el poder para nuestra vida
Texto para aprender: Mateo 6:9-13
Texto bíblico para el estudio: Lucas 11:5-13; 18:1-8.
¿Qué es la oración, por qué es importante y cómo orar eficazmente?

La oración no es un monólogo, sino una conversación


con Dios en la cual nos dirigimos a Él y Él, de forma
silenciosa nos responde. La oración nos ayuda a
recordar que nuestros esfuerzos fracasarán, y que solo
podemos encontrar avance en nuestra vida, cuando
dependemos de Dios.
La oración incluye cuatro aspectos, o bien, podemos decir
que hay cuatro formas de oración:
 Adoración: reconocer a Dios por lo que Él es, aparte de lo
que ha hecho por nosotros.
 Confesión: reconocer delante de Dios nuestros pecados y
aceptar su perdón.
 Gratitud: reconocer los beneficios que recibimos de Dios.
 Intercesión: por nosotros mismos y por otros según la
voluntad de Dios.
introducción
 ¿Qué aspectos de la declaración anterior resultan
importantes para ti y por qué?
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Hacia el estudio bíblico. Contexto
Muchos se ha escrito sobre la disciplina de la oración. Pero la mejor
enseñanza hacia la oración la tenemos cuando estudiamos la enseñanza
de Jesús a sus discípulos, cuando al verle en oración, ellos le dijeron:
“Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1).

En Mateo 6, Jesús enseña esta oración después de hacer una clara


diferencia entre la forma correcta de mostrar una devoción a Dios, y la
forma incorrecta de hacerlo.

• Los versículos para memorizar son Mateo 6:9-13. Repítelos en voz


alta.
 La primera petición es que el nombre del Padre sea
santificado. ¿Por qué piensas que empieza así?

 ¿Qué temas cubre el Padre Nuestro?

 De acuerdo a los tipos de oración que enumeramos, ¿falta


alguno de ellos?

 ¿Por qué podemos decir que esta oración es un buen modelo?


Para compartir en casa, el estudio personal o en grupo

Profundizando un poco más


A fin de comprender mejor estos dos pasajes sobre Lucas, vamos a
compararlos uno al otro. Veremos cómo Lucas 11 nos ayuda a
entender la extraña comparación que Jesús hace entre Dios y el juez
injusto en Lucas 18. 

1.Lee Lucas 11:5-13; 18:1-8. ¿Por qué piensas que Jesús usó estas
historias para hablarnos de la oración? ¿Qué quería enseñarnos
con ellas?
2.¿En qué forma, la viuda en el (cap. 18) y el amigo (cap. 11) y el
amigo ilustran la enseñanza de Jesús?
1. ¿Qué posición ocupan la viuda y el amigo en relación con sus
“benefactores”? ¿Qué nos enseña eso sobre nuestra actitud en la
oración?
2. ¿Qué nos enseñan estos pasajes sobre el carácter de Dios?
3. En 11:9 y 18:1, 8 Jesús nos llama a orar con una actitud
concreta. ¿Cuál es esa actitud?
4. ¿Por qué Dios quiere que le pidamos cosas si Él ya sabe lo que
necesitamos?
5. ¿Pueden nuestras oraciones influir en la acción de Dios? ¿Por
qué sí o por qué no? 
La oración es el lugar de mayor seguridad que podemos encontrar. Al
acudir, debemos presentarnos tal como somos, pues a través de ella
podemos abrir nuestros corazones sin miedo a ser rechazados, parecido
a lo que haríamos con un amigo que nos acepta tal como somos, con
todas nuestras imperfecciones y debilidades.

“El Señor nos invita a volver al hogar, a volver al hogar al que


pertenecemos, a volver al hogar para el que fuimos creados.. esperando
con los brazos abiertos… Él anhela de todo corazón que volvamos. Él
nos da la bienvenida para que volvamos a nuestro hogar: un hogar de
serenidad, paz y gozo, un hogar de amistad, comunión y sinceridad, un
hogar de intimidad, aceptación y afirmación.” Richard Foster
 ¿De qué deberíamos hablar cuando oramos?
Podemos hablar con Dios sobre temas tan distintos, así como lo hacemos con
aquellos cercanos a nosotros. Veamos diferentes formas en que podemos conversar con
Dios:

Adoración
Es importante distinguir entre la adoración y la gratitud. La adoración consiste en
reconocer quién es Dios, mientras que la gratitud es reconocer lo que Dios ha
hecho por nosotros. La adoración nos eleva más allá de nosotros mismos para que
podamos admirar la grandeza y la belleza de Dios. Una forma de practicar la
adoración es seleccionar un atributo de Dios y escribir en tu diario el fruto de tu
imaginación. Ej: Dios es Soberano, lo que significa que no hay ni  una molécula
en todo el Universo que Dios no controle. Dios es Omnisciente, por tanto, nunca
tendrá un despiste que le lleve a exclamar: “¡Ah, me he olvidado de eso!”.
 ¿No es un poco egocéntrico que el Señor quiera que llenemos
nuestro corazón y nuestras mentes con pensamientos acerca
de Él? Necesitamos reconocer que la alabanza va más allá de
dar cumplidos a Dios. La alabanza expresa nuestro gozo y lo
completa. Es así que Dios desea que le alabemos. No solo
porque Él lo merece, sino porque al hacerlo, ganamos más de
Él para nuestra vida. !Qué gran estímulo¡ “La alabanza es el
dulce eco de su propia excelencia en los corazones de su
pueblo”.
Confesión

Cuando llenamos nuestros corazones con la gloria de Dios y oramos como


Jesús nos enseñó, “Santificado sea tu nombre”, la reacción natural de
nuestros corazones es ver la oscuridad de nuestras vidas a la luz de su
resplandor. Al medir nuestras vidas a la luz de la perfección moral de Dios,
empezamos a ver lo contaminados que están nuestros corazones.
Confesar significa “estar de acuerdo con”. Significa decirle a Dios que
estamos de acuerdo con Él en cuanto a lo que Él ve, significa decirle:
“Señor, déjame verme como tú me ves”. Significa admitir que hemos
violado la ley santa de Dios y que necesitamos desesperadamente su
perdón.
Pero, ¿cómo distinguir cuándo Satanás nos está acusando y cuándo Dios
nos está convenciendo de pecado?
Debemos recordar que Satanás es nuestro enemigo y su propósito es
desanimarnos y destruir todo progreso en nuestra relación con Cristo. En
su afán, lanzará mensajes tales como: “Así que te crees un cristiano,
cuándo todavía sigues haciendo tal o cual cosa… Eres un mentiroso. ¿A
quién pretendes engañar?” Entonces, pensamos: -No soy digno...-,
produciendo así, desánimo en nosotros.

Sin embargo, el Espíritu Santo, es incisivo y penetrante. Desenmascara


nuestros pecados, y nos lleva a contristarnos a causa de haber violado
nuestra relación con el Dios, quién ha comprado nuestro corazón. Nos
conduce al arrepentimiento, un cambio de conducta o comportamiento, y
finalmente –y de inmediato– el Señor limpia nuestro espíritu para
limpiarnos y renovarnos.
 Gratitud

La motivación fundamental para vivir la vida cristiana es la


gratitud. La presencia del Espíritu Santo en nosotros, según Pablo,
produce dar gracias a Dios el Padre, por todo, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo (Efesios 5:20).

Con frecuencia, y con demasiada facilidad, olvidamos ser


agradecidos y olvidamos las cosas buenas que el Señor ha hecho
por nosotros. La gratitud es el cultivo de una memoria. Es hacer un
lista en oración de todo lo bueno que hay en nuestra vida.
 Intercesión
Significa pedir con intensidad, seriedad y perseverancia. Jesús dijo “Pedid, y
se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9). La súplica
recoge la intercesión por los demás, y las peticiones por nosotros mismos.
Interceder es quizá, la muestra de amor más desinteresada hacia otros, porque
la persona que recibe la bendición de Dios no suele saber quién ha estado
orando por ella. Es un privilegio poner a otras personas delante de Dios,
orando. Quien no pide a Dios, es que no le ha conocido, o se ha olvidado de
quién es Él.

“Un cristiano que no ora es como un con- ductor de autobús que trata el solo
de empujar el autobús para sacar la rueda de un bache porque no sabe que
Clark Kent (Supermán) va en el autobús. Si conociéramos esa información, si
lo hubiéramos sabido, le habríamos pedido ayuda.” -John Piper
Así que volvemos a la idea con la que empezábamos. La oración es una
invitación a adentrarnos en el corazón del Padre. Jesús dice que incluso
los padres malos dan cosas buenas a sus hijos cuando éstos las piden.
Pero:
¿Acaso dará un padre un escorpión a su hijo si éste le pide un huevo?
¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?” (Lucas 11:13).

No necesitamos un lenguaje “religioso” para orar. Solo necesitamos


acceder a la invitación de una conversación transparente con Él, con
Aquel que nos acepta tal como somos y desea nuestra transformación y
bendición. Permite pues, que tu conversación se caracterice por la
adoración, la confesión, la gratitud y la intercesión. 
¿Qué versículo o versículos te han impactado de una
forma especial?

¿Con quién puedes compartir lo que has aprendido hoy?

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