La Epoché Como Actitud Fundamental Del Psicoterapeuta
La Epoché Como Actitud Fundamental Del Psicoterapeuta
La Epoché Como Actitud Fundamental Del Psicoterapeuta
el/la psicoterapeuta
desempeño profesional.
El logro de la tarea impuesta por la epoché le exige, en palabras de
Yontef (1993), desarrollar una confianza plena en su propia experiencia
inmediata y en la del paciente (que no puede pretender ser total).
• Etimológicamente, el concepto de "diagnóstico" deriva del griego "diagnosis", el cual
implica "distinguir o conocer a través de". El diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española define el concepto de diagnóstico como el "arte o acto de conocer
la naturaleza de una enfermedad mediante la observación de sus síntomas y signos".
Esta definición de diagnóstico hace referencia al sentido médico-psiquiátrico, el cual
es un diagnóstico dirigido a la exploración de aspectos psicopatológicos, negativos o
deficitarios del funcionamiento psicológico.
• Este último método diagnóstico sigue el esquema de la explicación científica de Hempel y Oppenheim, fundado en el
empirismo lógico del círculo de Viena y en el racionalismo crítico de Popper. Es el que se ajusta al modelo médico de
enfermedad.
• El mismo autor manifiesta que el diagnóstico fenomenológico no sólo se interesa por la valoración de los síntomas, el
curso de la enfermedad, las características biológicas y los factores genéticos, sino por la impresión holística que el
terapeuta obtiene de un paciente y su situación, considerando todos los aspectos del contexto.
• El diagnóstico fenomenológico, con ayuda de la intuición del observador, capta algo del paciente que no se puede
encontrar ni en los síntomas individuales ni en la acumulación de estos, es decir, su modo de ser y relacionarse en el
mundo. Es, por tanto, un proceso abierto en el que pueden añadirse nuevas experiencias y datos permitiendo que el
diagnóstico sea reevaluado. Los detractores del diagnóstico fenomenológico centran sus críticas en el hecho de que la
intuición no es más que un sentimiento que no puede describirse claramente, ni es susceptible de ser investigado
científicamente.
• Ricardo Capponi (1987) manifiesta que lo que diferencia el método fenomenológico
del método descriptivo tradicional de las ciencias naturales es que éste último está
preocupado de describir los hechos y acontecimientos externos del fenómeno (signos
y síntomas) sin considerar la experiencia subjetiva del que está siendo observado.
Sostiene que estas experiencias subjetivas sólo son abordables a través de dos vías: la
expresión corporal y el lenguaje. "A través del lenguaje el paciente nos autodescribe
su subjetividad, a través de su expresión corporal nos muestra con significantes lo
que sucede en su vivenciar. Para captar esta experiencia (compresión
fenomenológica), debemos haber tenido un cierto grado de experiencia similar que
nos permita sentir e imaginar con cierta familiaridad lo que el paciente nos muestra"
(Ibid, p.45).
• El mismo autor plantea algunas variables que se deben tener en cuenta en el
momento de una descripción fenomenológica.
• Dentro de las teorías del potencial humano, hubo un total rechazo hacia el
diagnóstico o todo lo que tuviera relación con caer en categorizaciones que
impidieran la libertad del ser humano, y no se escribió mayormente al
respecto (décadas del 1960 - 1970) ya que se consideraba contradictorio con
sus bases epistemológicas; en TG la construcción del vínculo remite a lo que
Martín Buber llamó "encuentro", "diálogo Yo-Tú", o "diálogo existencial"; en
este marco, teorizar al respecto del diagnóstico en psicoterapia se alejaba de
esta dinámica y se salía del encuadre epistemológico (Quitmann, 1989).
• Como consecuencia de lo anterior, los terapeutas han recibido poca
formación en evaluación psicodiagnóstica. En este enfoque, la visión
de individuo choca con el diagnóstico psicológico, ya que ve a la
persona como un individuo único, irrepetible y responsable de sus
actos. Acorde con esta línea ideológica, la TG durante años ha
privilegiado la descripción fenomenológica por sobre los rótulos,
como una forma de resaltar la idea que los individuos no pueden ser
comparados y contrastados entre si. "Ningún enfoque estadístico
puede informar al paciente o terapeuta individual que funciona con
él. Lo que ha demostrado funcionar para muchos, no siempre
funciona para un individuo" (Yontef, 1995, p.154).
• En otras palabras, en TG no se busca clasificar a los individuos dentro de una
enfermedad. "Perls se opone, como todos los psicólogos humanistas, a la
tradición de la psicología científica que, recurriendo a la exigencia de la
objetividad, divide al ser humano y al mundo en muchas unidades separadas
claramente unas de otras" (Quitmann, 1989, p.124). Desde este punto de
vista, la Gestalt trabaja con la totalidad del individuo, no con una parte
enferma.
• Héctor Salama, en 2001, concuerda con Latner y plantea que en psicoterapia Gestalt
se evita poner en el paciente etiquetas fijas de diagnóstico dado que éste siempre está
en el proceso y no en la persona, por lo que resaltan los patrones de conducta que
repite. Sin embargo, acota que el terapeuta debe formularse un mapa mnémico que le
servirá para tener un panorama general de las características de personalidad del
paciente.
El miedo al diagnóstico
• Según lo analizado para este trabajo, los prejuicios anti diagnóstico
tienen que ver con creer que se utilizará una epistemología diferente
a la gestáltica y que se deformará el modelo, transformándolo en una
especie de "Frankenstein" de la psicoterapia, con diferentes
elementos teóricos difícilmente conectables entre sí.