01 (1) - Historia de La Farmacia
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Elaborado por:
Tiene confiado el cuidado de dos aspectos de mxima importancia para el ser humano: la salud y la vida.
Un profesional que sabe recoger, almacenar, preparar y dispensar distintas drogas. Especialista en la elaboracin y conservacin de los medicamentos.
Medicamento
Frmaco presentado como forma farmacutica, constituida por uno o varios principios activos y excipientes, aprobado oficialmente para su comercializacin, tras superar una serie de controles analticos, farmacolgicos y toxicolgicos.
Dr. Patricio Huenchuir Gmez Pontificia Universidad Catlica de Chile
Con algunas hierbas, el ciervo del fuego sabe defenderse, Con hierbas se cura la golondrina los ojos, Para curarse, el perro sabe qu debe hacer, Numerosos pjaros tambin, lindando los cielos, Con hierba purgados, se encuentran mucho mejor, Y el ibis sabe administrarse un enema. Plinio
El paciente exhala un estertor espasmdico, medio ahogado, y luego se pone rgido. Entonces el curandero, con habilidad maravillosa, abre con su gran cuchillo el vientre en una longitud de 15 centmetros; la sangre chorrea, vierte manteca hirviente sobre la herida para contener la hemorragia. Sujetando su djembia entre los dientes, introduce profundamente su mano que chorrea manteca en el hueco ventral. Coge un tejido blancuzco y lo trae hasta el nivel de la incisin. Un ayudante lo sujeta con los dedos. Es el estmago cortado por la punta de lanza. El ayudante mantiene unidos los labios de la herida. Con toda calma, el operador hace una seal a otro ayudante, el cual, de una botella de largo cuello, saca termitas por medio de una pajuela hueca. Son hormigas grandes de la especie guerrera, gruesas como un grano de trigo, con mandbulas que se abren amenazadoras como tenazas, ante cualquier resistencia que se les presente.
Delicadamente, con las puntas de los dedos, el curandero toma las termitas que el ayudante le pasa una a una. En sus dedos empapados de sangre veo la mandbula inferior del insecto, curvada, abierta, presta a morder. A estas pinzas naturales acerca los bordes de la herida que se trata de cerrar. El insecto las clava y en el mismo instante, el operador le arranca su tronco. La cabeza con los dientes queda fijada. Esta es la primera puntada de la sutura; coloca unas veinte de ellas a lo largo de la pared del estmago. Durante esta operacin el rostro del herido se haba vuelto del color de la ceniza. Respira con breves y violentos estertores. Pero ahora no se queja; es de suponer que el infortunado yace en estado de hipnosis. El curandero cierra tambin la herida exterior con espinas de mimosa, que introduce a travs de la piel Las cabezas de termita, que han servido para la sutura interna sern absorbidas, exactamente como hoy en da es absorbido el catgut.