IV. Pensamiento Crítico, Qué Es y Cómo Desarrollarlo II

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pensamiento critico ii

Pensamiento crítico,
la, habilidad del Siglo xxi
El pensamiento crítico se refiere a la capacidad de
identificar, analizar, evaluar, clasificar e interpretar lo
que está a nuestro alrededor. Es un modo de pensar que
promueve la autorregulación y ayuda a identificar
soluciones más fácilmente, una habilidad del siglo XXI,
que aporta todo tipo de beneficios a los alumnos e
impacta en su vida académica y profesional, entre los
que destacan:

1. Claridad y precisión en la formulación de problemas.


2. Comprensión y análisis más eficiente.
3. Mejor planificación y administración de actividades.
4. Influye directamente en el desarrollo de habilidades
blandas como la creatividad, la resolución de
conflictos, la empatía, la autonomía, la autocrítica y
la adaptación.
Las fake news, surgidas al albor de las nuevas tecnologías y de
las redes sociales (que amplifican su impacto) están,
desafortunadamente, de moda. La mejor manera de hacer
frente a los argumentos falsos, es desarrollar el pensamiento
crítico para analizar lo que leemos, escuchamos o vemos, antes
de darlo como verdadero.
Francis Bacon (1561-1626)

El pensamiento crítico es tener el deseo de buscar, la paciencia para dudar,


la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para
considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de
impostura

Las fake news, de hecho, tienen


mucho que ver con lo que se
conoce como efecto bandwagon y
este, a su vez, con el análisis crítico
de la realidad, o mejor dicho, con la
ausencia de él. El término se refiere
a una teoría psicológica según la
cual los individuos adoptan
conductas e ideas por el mero
hecho de que una gran mayoría de
personas lo hacen sin cuestionar ni
analizar nada previamente. El
mejor antídoto contra esta
tendencia es el fomento y
desarrollo del pensamiento crítico.
Ventajas de ser un
Pensador Crítico
El sentido crítico nos ayuda a discernir entre argumentos mediocres y
brillantes, a distinguir la información de valor de la prescindible, a
desmontar prejuicios, a hallar conclusiones bien fundamentadas, a
generar alternativas, a mejorar la comunicación y, en definitiva, a ser
dueños de nuestro pensamiento y actuar en consecuencia.

Capacidades de un
Pensador Crítico
Reconocen, analizan Identifican errores e
y construyen inconsistencias en los
argumentos sólidos. razonamientos.

Determinan la mayor o Abordan los problemas de


menor relevancia de los una manera consiente y
argumentos. sistemática.

Desarrollan la intuición y Reflexionan acerca de la


establecen conexiones justificación de sus propias
entre ideas. creencias.
SIETE FACTORES CLAVE DEL
PENSAMIENTO CRÍTICO
Los doctores Richard Paul y Linda Elder, investigadores de The
Critical Thinking Organization, han determinado siete
estándares intelectuales universales que deben aplicarse al
pensamiento cada vez que se quiera evaluar la calidad de un
razonamiento. Son los siguientes y cada uno guarda relación
con su antecesor:

CLARIDAD.- Si un razonamiento no es claro, quien


lo recibe tampoco puede valorar si la idea es cierta o
relevante, ni lanzar contraargumentos. En este caso
conviene realizar preguntas como "¿podrías
ponerme un ejemplo?" que ayuden a comprender, e
incluso, visualizar la idea.
VERACIDAD.- Una proposición puede ser clara,
pero no exacta. Las vaguedades y las
ambigüedades con enemigas de un mensaje sólido.
Lanzando preguntas como "¿cuál es la fuente?" nos
aseguramos de que la proposición, si procede de
fuentes fiables, sea veraz.

PRECISIÓN.- Una proposición como, por ejemplo,


"esa chica es bastante alta" puede ser cierta y
veraz, pero adolece de precisión. Ante una
afirmación de estas características hay que solicitar
más detalles: "¿cuánto crees que pueda medir?“.
PERTINENCIA.- Una proposición puede ser clara,
veraz y precisa, pero no pertinente. Con esto nos
referimos a si guarda relación directa con, por
ejemplo, el tema a debate. Para asegurarnos de su
pertinencia podemos cuestionar al interlocutor
sobre cómo conecta con el tema.

PROFUNDIDAD.- Una proposición puede ser


clara, veraz, precisa y pertinente, pero carecer de
profundidad. Por ejemplo, la frase "No a las
drogas", utilizada para disuadir de su consumo,
aborda un problema muy complejo de forma
superficial. "¿Podrías darme argumentos?" es la
pregunta a realizar en este caso.
AMPLITUD.- Una proposición puede ser clara,
veraz, precisa, pertinente y profunda, pero no ser
lo suficientemente amplia, al no tener en cuenta
otros puntos de vista. Preguntas como "¿hay otra
manera de abordar este problema?" ayudan a
determinar otra perspectiva.

LÓGICA.- Una proposición puede ser clara,


veraz, precisa, pertinente, profunda y amplia,
pero no tener lógica. Cuando argumentamos
ponemos diferentes pensamientos en orden. Si
dichos pensamientos se apoyan mutuamente, el
pensamiento es lógico. Si por el contrario no se
respaldan o son contradictorios, entonces la
combinación no es lógica.
EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y CÓMO
APLICARLO EN EL TRABAJO
A nivel laboral, el pensamiento crítico desarrolla en los
GESTORES DE SEGURIDAD, mayor criterio para analizar y
enfrentar cada situación, nos ayuda e encontrar soluciones
creativas y eficientes, lo que se traduce en enormes
beneficios para las 2 partes.

Lo siguientes ejemplos de pensamiento crítico, vienen


acompañados de recomendaciones prácticas, que podrán
emplear en el trabajo y en, cualquier situación que
requiera una mirada analítica y objetiva.
1 Identificar los
SESGOS COGNITIVOS
Imagine que en un puesto de servicio haya 2 Agentes de Seguridad: han
recibido un documento y uno de ellos afirma que, no es original porque el color
del papel con el que se encuentra impreso no es el habitual, el otro Agente
dice que no es cierto, porque el documento lo entregó el chofer que es de
confianza de la empresa. La labor del pensador crítico no es darle la razón a
uno o a otro, sino llamar a quien originó el documento y verificar su
autenticidad.

En el trabajo, cuando estamos ante dos propuestas y la situación nos exige


tomar una decisión, estamos ante un caso típico en donde no importa que
decisión tomemos, tendremos la impresión de que una de las dos personas se
verá afectada.

¿Qué haría un pensador crítico? Ser imparcial, indagar a


profundidad en la calidad de las propuestas y los objetivos a
alcanzar. Romper con la idea de que hay una propuesta
ganadora y otra perdedora, es decir, educar a las dos partes de
que, el objetivo es alcanzar una propuesta que satisfaga la
meta y no los intereses personales.
2
Fomentar el Espíritu Crítico, no la
Conducta del Criticón
Hacer de la crítica constante nuestra forma habitual de comunicarnos es uno de
los errores más comunes en la vida diaria. Con frecuencia, confundimos ser
criticón con tener un aparato crítico, pero ¿cuál es la diferencia?.

Si un Agente de Seguridad llega uniformado a una reunión en la empresa y se


lo hacemos notar, eso es ser criticón. Si un Agente de Seguridad se encuentra
mal uniformado en su puesto de servicio y le señalamos, la imagen que está
proyectando de la empresa y del cliente, eso es ser crítico.

Cuando decimos: “Me parece que su trabajo no es bueno, creo que necesita
mejorar” no estamos siendo críticos, en cambio cuando decimos, “He
encontrado algunas deficiencias en su trabajo y tengo, algunas alternativas
para que mejore”, entonces estamos siendo críticos. La diferencia está en que
el crítico se expresa para alertar de una necesidad o problema, el criticón se
expresa porque considera importante su opinión.

En el trabajo, es muy frecuente que durante una lluvia de ideas, una


evaluación o retroalimentación sobre nuestro trabajo, confundamos los
señalamientos y nos sintamos señalados, e incluso ofendidos. ¿Qué hace el
pensador crítico en este tipo de situaciones?, sigue la norma: identifica si
la crítica proviene de una necesidad o un problema que se debe resolver, o es
una opinión personal.
3 Concentrarse en las Soluciones y no
en los Problemas
Sabemos, lo difícil que resulta analizar un problema cuando estamos tan
enfrascados en él, que no vemos alguna solución a la mano.

Por ejemplo: cuando estamos ante un conflicto y la primera reacción es


identificar a los causantes y no las causas; cuando nos concentramos en los
riesgos o pérdidas, en lugar de considerar las soluciones potenciales.

¿Qué hace un pensador crítico? Analiza de forma sistemática, separando


las causas posibles hasta dar con el origen del problema, antes de tomar una
decisión.

En el trabajo, al enfrentarnos a un problema potencial o inminente, debemos


evitar esa zona de pánico donde predomina la
búsqueda de culpables y el desfile de justificaciones,
recordemos que los problemas no son espontáneos ni
ocurren por obra del azar, son una cadena de malas
decisiones que debemos analizar, detectando sus causas y
su origen para prevenir su recurrencia.
4 Mantener la mente ABIERTA

La curiosidad intelectual nos da una mayor versatilidad para explorar otras


posibilidades y tomar mejores decisiones. Como ejemplo podemos recordar
la popular historia de la NASA, que invirtió un millón de dólares en
desarrollar un bolígrafo que permitiera a los astronautas escribir en el
espacio sin derramar la tinta; cuando los rusos tuvieron el mismo problema
decidieron llevar lápices.

Ahora se sabe que esta historia es falsa, pero no deja de ser un buen
ejemplo de la importancia de mantenernos creativos y abiertos a explorar
todas las alternativas antes de tomar decisiones riesgosas.

En el trabajo, aplicar el pensamiento crítico implica estar


abiertos a escuchar otras propuestas sin importar que sean
poco convencionales o distintas a nuestras creencias. Hoy
más que nunca, “salirse de la caja” resulta una herramienta
cognitiva (conocimiento) fundamental para la vida personal
y profesional, y uno de los mejores ejemplos de pensamiento
crítico que permitirá explorar alternativas que no teníamos
contempladas.
5 Ejercitar la humildad intelectual
Todos hemos escuchado la frase “si eres la persona más inteligente de la
habitación, estás en la habitación equivocada”. Paradójicamente, las
personas con mayor intelecto suelen estar seguros de que no son tan
inteligentes como los demás creen.
Por el contrario, es común que las personas con bajo intelecto padezcan del
efecto Dunning-Kruger, una extraña relación entre la ignorancia y la vanidad
que genera una ilusoria idea de superioridad intelectual.

Para ejemplificarlo, bastará recordar aquella anécdota del sujeto que


escucha por la radio de su auto que “hay un loco manejando en sentido
contrario por la avenida principal”, el sujeto mira por la ventanilla y
exclama: “¿Un loco? ¡Pero si todos van en sentido contrario!”.

En el trabajo, antes de entrar en conflicto durante una discusión


de trabajo, descarta el impulso de imponer tu razón y regálate
la posibilidad de cambiar de opinión. Asume la posibilidad de
estar equivocado y considéralo una oportunidad para
mejorar tu aparato crítico. Esto no implica que aceptes de
inmediato las razones de los demás, sino que estás
ejerciendo una empatía intelectual para identificar tus
limitaciones cognitivas.
6
Pensar críticamente debe darle
sentido a lo que hacemos
El pensamiento crítico es dinámico, por lo tanto, todo razonamiento tiene
que llevarnos a una meta y contener un fin específico. Cuando no tenemos
claro por qué hacemos lo que hacemos, corremos el riesgo de entrar en un
ambiente de incertidumbre sobre nuestros propósitos.

Es muy conocida la anécdota de los tres albañiles que trabajaban en la


construcción de Notre Dame.

Cuando el arquitecto supervisaba la obra, el primer albañil le dijo que


estaba pegando ladrillos, el segundo dijo que estaba levantando un muro,
pero el tercero dijo con entusiasmo, que
estaba construyendo la catedral más
hermosa del mundo.

Un pensador crítico aprovecharía la


perspectiva de los tres albañiles para
tener claro cuál es el propósito de sus
acciones.
En el trabajo, Cuando estés involucrado en un proyecto de grandes
dimensiones, comienza por visualizar todo el panorama y establecer
tres objetivos:

1. Qué estamos haciendo: qué motivos impulsan este proyecto.


2. Cómo lo estamos haciendo: de qué modo lo vamos a ejecutar.
3. Por qué lo estamos haciendo: cuál es la razón que da sentido a lo
que estamos haciendo.

Cuando un equipo de trabajo no tiene claros


los objetivos del por qué se realiza un proyecto
resulta muy fácil confundir los objetivos y
gradualmente perder la motivación.

Los expertos en capital humano, consideran al


pensamiento crítico como la habilidad
imprescindible para quienes aspiran a
puestos directivos y gerenciales, donde se
requiere una desarrollada capacidad de
liderazgo y trabajo colaborativo.