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Aloparentalidad

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La aloparentalidad es un término utilizado en biología y antropología que describe el cuidado y protección de crías por parte de individuos que no son sus padres biológicos. Este comportamiento implica que miembros de una especie atiendan y protejan a las crías de otros, y es común en diversas especies animales, incluyendo mamíferos, aves e insectos sociales.

Definición

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El término proviene del griego “allo”, que significa “otro”, y se refiere a cualquier forma de cuidado parental realizado por individuos distintos de los progenitores biológicos. La aloparentalidad puede incluir actividades como alimentar, proteger, transportar y enseñar a las crías.

Ejemplos en animales

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Mamíferos

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En los elefantes africanos (Loxodonta africana), las hembras adultas, como tías y hermanas, participan activamente en el cuidado de las crías dentro de la manada. Este comportamiento aumenta la supervivencia de las crías y fortalece los vínculos sociales del grupo.[1]

En los lobos grises (Canis lupus), los miembros de la manada que no están reproduciéndose ayudan a cuidar y alimentar a las crías de los alfas, lo que se conoce como cuidado cooperativo.[2]

Aves

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Las urracas australianas (Cracticus tibicen) muestran comportamientos aloparentales donde los individuos no reproductivos ayudan en la alimentación y protección de los polluelos.[3]

En los arrendajos de Florida (Aphelocoma coerulescens), los individuos jóvenes permanecen con sus padres para ayudar a criar a las siguientes generaciones, un comportamiento que mejora el éxito reproductivo del grupo.[4]

Aloparentalidad en humanos

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En las sociedades humanas, la aloparentalidad es común y se manifiesta a través del cuidado de los niños por parte de familiares como abuelos, tíos, hermanos mayores y miembros de la comunidad. Este sistema de cuidado compartido ha sido fundamental en la evolución humana, permitiendo a las madres tener más hijos y promoviendo la cooperación social. [5]

La antropóloga Sarah Blaffer Hrdy ha investigado extensamente este tema, argumentando que la aloparentalidad ha sido clave en el desarrollo de las habilidades cognitivas y emocionales humanas.[6]

Beneficios evolutivos

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La aloparentalidad ofrece ventajas tanto para las crías como para los cuidadores:

  • Para las crías: Aumenta las posibilidades de supervivencia al recibir cuidados adicionales y protección.
  • Para los cuidadores: Los aloparientes ganan experiencia en el cuidado de crías, fortalecen relaciones sociales y, si están emparentados, ayudan a propagar genes compartidos, tal como explica la teoría de selección de parentesco.[7]

Referencias

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  1. Moss, C.J. (1988). Elephant Memories: Thirteen Years in the Life of an Elephant Family. University of Chicago Press. 
  2. Mech, L. D. (1999). Alpha status, dominance, and division of labor in wolf packs. Canadian Journal of Zoology, 77(8), 1196-1203.
  3. Brown, J. L., & Veltman, C. J. (1986). Delay of dispersal in birds and mammals: have cooperative breeding and eusociality been selected for?. The American Naturalist, 127(4), 444-460.
  4. Woolfenden, G. E., & Fitzpatrick, J. W. (1984). The Florida Scrub Jay: Demography of a Cooperative-Breeding Bird. Princeton University Press.
  5. Kramer, K. L. (2010). Cooperative breeding and its significance to the demographic success of humans. Annual Review of Anthropology, 39, 417-436.
  6. Hrdy, S. B. (2009). Mothers and Others: The Evolutionary Origins of Mutual Understanding. Harvard University Press.
  7. Hamilton, W. D. (1964). The genetical evolution of social behaviour. I & II. Journal of Theoretical Biology, 7(1), 1-52.