Magnicidio
El magnicidio es la muerte violenta dada a una persona poderosa o con un cargo importante,[1] usualmente una figura política. El magnicida suele tener una motivación ideológica o política, y la intención de provocar una crisis política o eliminar un adversario o contrario, que considera un obstáculo para llevar a cabo sus planes.
La figura del magnicidio ha sido históricamente la más penada en los diferentes Estados a lo largo de la historia penal. Puede estar tratado como agravante del asesinato, o como un tipo propio. En general, exige que se produzca la muerte de una o más personas determinadas en función de su cargo y se reúnan los tipos de asesinato u homicidio en la comisión del delito.
En algunos Estados la figura queda reducida a la muerte del jefe de Estado. En otros es más amplia, pues incluye al presidente del Gobierno o primer ministro, a los presidentes del Parlamento o Congreso y a la familia de los jefes de Estado, cuando el sistema es una monarquía. En este último caso, se incluye la muerte de los sucesores o herederos directos de la Corona.
El término se ha utilizado también para nombrar los asesinatos de renombrados dirigentes políticos, como por ejemplo al asesinato de presidentes, expresidentes, vicepresidentes, candidatos presidenciales, fundadores de Estados, primer ministros y ex primer ministros.
Los asesinos
[editar]El victimario o magnicida no tiene un único perfil. El asesino de los archiduques de Austria en Sarajevo era un nacionalista serbio. El asesino de Trotski era un agente entrenado para matar que cumplía órdenes de Stalin. Los asesinos de Rabin y de Sadat eran fanáticos religiosos.
"El único rasgo común a todos ellos es el hecho de que están seguros de que cumplen con una misión cuyos beneficios justifican el sacrificio".[2] Estudiando cada caso, podremos encontrar desde el que actúa en solitario o en pequeño grupo, hasta el complot en el que se coaligan intereses de diferentes grupos de poder, grupos terroristas separatistas o de ideología extremista. Desde el punto de vista psicoanalítico se relaciona el magnicidio con el complejo de Edipo, a cumpliendo el rey o presidente el papel del padre.[cita requerida]
Gandhi, que tenía una percepción realista del peligro de morir violentamente, aporta una reflexión sobre la naturaleza del asesino:
Es fácil disparar, lanzar una bomba contra un hombre en la oscuridad, pero es difícil ponerse frente a frente de día y desafiarlo. Uno puede estar dispuesto a usar secretamente la violencia contra un hombre que tiene poder, pero acobardarse en su presencia. La violencia puede exigir cierto valor físico, pero no tiene valor moral. Y puede implicar que uno puede temer a su adversario, pero no a la muerte misma. Para mí la no violencia, en cambio, requiere mucho más valor que el manejo de la espada.Gandhi
Tipos de magnicidios
[editar]- Los más conocidos y mediáticos: Antonio José de Sucre, Pedro Eugenio Aramburu, Patrice Lumumba, Francisco Fernando de Austria, Abraham Lincoln, Francisco I. Madero, Gabriel García Moreno, Eloy Alfaro, Manuel Enrique Araujo, Martin Luther King, Álvaro Obregón, Miguel Ángel Blanco, Luis Donaldo Colosio, John F. Kennedy, José Santos Guardiola, Juan Idiarte Borda, Venustiano Carranza, Juan Prim, Humberto I, Eduardo Dato, León Trotski, José Canalejas, Anwar el-Sadat, Isabel de Baviera, Aldo Moro, Mahatma Gandhi, Rafael Leónidas Trujillo, José Antonio Remón Cantera, Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara Bonilla Luis María Argaña, Shinzo Abe, Jaime Guzmán, Jovenel Moïse, el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Por otro lado, se podrían agrupar alrededor del contexto histórico en el que se producen, aunque se presentan algunas dificultades para establecer una clara distinción de períodos. Si se puede señalar el origen, en la segunda parte del siglo XIX, del ascenso de la acción directa, como forma de la vía revolucionaria, en el anarquismo violento y de corte nihilista.
- Mundo antiguo, moderno y los inicios de la era contemporánea, como el de: Julio César, los regicidios de Sancho II de Castilla, Sancho Garcés IV de Pamplona el de Peñalen, Pedro I de Castilla, Enrique III de Francia, Enrique IV de Francia, Duncan I de Escocia, Guillermo de Orange, María de Lamballe, Jacobo Estuardo, Francisco Pizarro, Atahualpa, Isabel de Francia , Jean-Paul Marat, Bernardo de Monteagudo, el fusilamiento de Manuel Dorrego, el asesinato del caudillo Facundo Quiroga, Luis XVI de Francia y su esposa María Antonieta de Austria, entre otros.
- Anarquismo y movimiento revolucionario entre 1850 y 1918, como los de: Stolypin, James Garfield, Humberto I, Jorge I de Grecia, Marie François Sadi Carnot, Antonio Cánovas del Castillo, José Canalejas, William McKinley o el Archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer Sofía Chotek.
- Violencia fascista, revolucionaria, antirrevolucionaria y totalitaria, en el período de entreguerras, como los de: Matteotti, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Rosa Luxemburgo y Trotski.
- Conflictos político-civiles internos, vinculados a la democratización o la descolonización, la identidad religiosa y nacional o aversión política o étnica, como: Augusto Arango, Muamar el Gadafi, Juvénal Habyarimana, Agathe Uwilingiyimana, Rosalie Gicanda, Mohammad Najibullah, Burhanuddin Rabbani, Patrice Lumumba, Melchior Ndadaye, Anastasio Somoza García, Benazir Bhutto, Itō Hirobumi, Anastasio Somoza Debayle, Orlando Letelier, Isaac Rabin, Alí Abdalá Salé.
Quizá la más común sea según la naturaleza pública de la víctima:
- Reyes, presidentes y jefes de Gobierno en funciones (e.g. José Canalejas, Luis XVI de Francia, Eduardo Dato, Hendrik Verwoerd, Indira Gandhi y su hijo Rajiv Gandhi, Gabriel García Moreno, Nicolás II de Rusia, Rafik Hariri, Thomas Sankara, Alejandro II de Rusia, Humberto I, Carlos I de Portugal y su hijo Luis Felipe de Braganza, Abraham Lincoln, Olof Palme, Benito Mussolini, Carlos Delgado Chalbaud, Luis Miguel Sánchez Cerro, Manuel Pardo y Lavalle, Rafael Leónidas Trujillo, Francisco Macías Nguema, José Antonio Remón Cantera, Juvénal Habyarimana, Marien Ngouabi, Salim Rubai Ali, Luis Carrero Blanco, Alejandro I de Yugoslavia, Muamar el Gadafi, Jovenel Moïse, João Bernardo Vieira, Samuel Kanyon Doe y su predecesor William R. Tolbert.)
- Diputados, parlamentarios, candidatos a elecciones (e.g.: Gregorio Ordóñez, Inejiro Asanuma, Giacomo Matteotti, Robert F. Kennedy, Enzo Bordabehere, Fernando Buesa, Luis Donaldo Colosio, Jorge Eliécer Gaitán, José Calvo Sotelo, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Jaime Guzmán, Pim Fortuyn, Luis Carlos Galán, Fernando Villavicencio, Jaime Hurtado, Rodolfo Torre Cantú, Jo Cox, Manuel Cepeda, Carlos Pizarro, etc).
- Líderes de movimientos sociales, políticos y religiosos (e.g.: Antonio José de Sucre, Eloy Alfaro, Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Malcolm X, Rubén Jaramillo, José Antequera, Óscar Arnulfo Romero)
- Altos representantes de las instituciones del estado (presidentes de Tribunal Supremo, gobernadores civiles, presidentes regionales, alto estado mayor, Consejo de Estado, etc.). Por ejemplo:Aldo Moro, Antonio Cánovas del Castillo, Luis Carrero Blanco, Luis Mountbatten, Rodrigo Lara Bonilla, Anna Lindh, Óscar Bonilla, Lluís Companys, José Francisco Ruiz Massieu, Alberto García Granados, Alberto Nisman, Francisco Tomás y Valiente o Qasem Soleimani )
- Intelectuales y artistas significados políticamente o que representan un icono de un movimiento social (e.g.: John Lennon, Theo van Gogh, Álvaro Gómez Hurtado, Jaime Garzón, Berta Cáceres, Christian Poveda, Víctor Jara)
Los asesinatos o intentos sobre famosos de la cultura mediática (artistas, músicos, comunicadores, deportistas, economistas, médicos, científicos etc.) no entrarían en esta categoría, al no representar ninguno nada o escasamente relacionado en el Gobierno y la vida política.
Ficción y recreaciones sobre magnicidios
[editar]Existe un significativo número de recreaciones en la ficción narrativa literaria y cinematográfica basadas en asesinatos históricos de grandes dirigentes políticos y figuras de relevancia pública. Algunas ofrecen el suficiente rigor histórico para ser una fuente interesante para conocer los hechos y el contexto, mientras que también encontramos otras que inventan magnicidios o intentos para personajes ficticios o históricos.
En primer lugar podríamos destacar el cine y la televisión, que sigue o reconstruye con voluntad de fidelidad y sentido de lo verosímil, algunos magnicidios destacados:
- JFK, dirigida por Oliver Stone en 1991, sobre el asesinato de John F. Kennedy.
- Operación Ogro, dirigida por Gillo Pontecorvo en 1980, sobre el almirante Carrero Blanco.
- El asesinato de John Lennon, dirigida por J.P. Schaefer en 2007 (cine), sobre Lennon.
- Lorca, muerte de un poeta, serie de televisión dirigida por Juan Antonio Bardem en 1987.
- Lorca, dirigida por Iñaki Elizalde en 1998.
- El atentado, película mexicana de Jorge Fons.
- Colosio: El asesinato, película mexicana de Carlos Bolado.
- El paciente interno, documental mexicano acerca del intento de asesinato del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
- Roa, película colombiana sobre el presunto asesino del candidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán.
Por otra parte, la libertad de la ficción se usa libremente alrededor de un hecho real concreto o construyendo un magnicidio hipotético o, sin reparos, totalmente fantástico. Por ejemplo las novelas El caso Kurílov, de Irène Némirovsky, El agente secreto de Joseph Conrad, El día del chacal de Frederick Forsyth, El hombre de San Petersburgo de Ken Follett y Doctor Guillotina, de Lom Herbert (Novela), o la obra de teatro de Peter Weiss Marat/Sade.
Véase también
[editar]- Magnicidios y atentados que cambiaron la historia
- Tiranicidio
- Regicidio
- Anarquismo y violencia
- Terrorismo
Referencias
[editar]- ↑ Diccionario de la lengua española (Real Academia Española),
- ↑ [Grandes asesinatos del Siglo XX Julio Sierra]
Bibliografía
[editar]- Romero Maura, Joaquín (2000). La romana del diablo: ensayos sobre la violencia política en España, 1900-1950 (Google Books). Marcial Pons. ISBN 978-84-95379-17-7.
- Donnelley, Paul (2008). Assassins and Assassinations: History's Most Famous Plots. New Holland Publishers. ISBN 978-1-84537-940-7.
- Narbona, Francisco; De la Vega, Enrique (1982). De Prim a Carrero Blanco: cien años de magnicidios en España, 1870-1973. Barcelona: Planeta. ISBN.
- Sierra, Julio A.: Grandes asesinatos del siglo XX, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2003
- Mang Palacios, José Luis (1994). El poder y la muerte: magnicidios mexicanos del siglo XX. Editorial Diana. ISBN 978-968-13-2690-6.
- Avilés Farré, Juan; Herrerín López, Ángel (2007). El nacimiento del terrorismo en Occidente: anarquía, nihilismo y violencia revolucionaria (Enclave Biblioteca Digital BNE). Siglo XXI. ISBN 978-84-323-1310-3. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).