Trailer oficial reestreno 50 aniversario (INGLÉS)
Ver 3 más- Sinopsis
- Harry Caul, un detective de reconocido prestigio como especialista en vigilancia y sistemas de seguridad, es contratado por un magnate para investigar a su joven esposa, que mantiene una relación con uno de sus empleados. La misión, para un experto de su categoría, resulta a primera vista inexplicable, ya que la pareja no ofrece ningún interés. Sin embargo, cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta tras la banalidad del caso, ya que su cliente se niega a identificarse, utilizando siempre intermediarios. (FILMAFFINITY)
- Género
- Intriga Thriller Espionaje Thriller psicológico Drama psicológico Crimen
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1974 / Estados Unidos
- Título original:
- The Conversation
- Duración
- 113 min.
- Guion
- Música
Premios
1974: 3 nominaciones al Oscar: Mejor película, sonido, guión original
1974: Globos de Oro: 4 nominaciones, incluyendo Mejor película - Drama
1974: Premios BAFTA: Mejor montaje y Mejor banda sonora. 5 nominaciones
1974: Festival de Cannes: Palma de Oro (mejor película)
1974: National Board of Review: Mejor película
Hablan los efectos de sonido (un homenaje a Walter Murch y Francis Ford Coppola)
22 de septiembre de 2007
1) Cine y espacio
Señala José Manuel García Roig, en su libro ‘Mirada en off (Espacio y Tiempo en Cine y Arquitectura)’ la distinción que hace Manny Farber de los tres tipos básicos de espacio que encontramos en el cine, a saber:
- El campo de la pantalla
- El espacio psicológico del actor
- El área de experiencia y geografía que abarca la obra cinematográfica
Pues bien, a mi entender, ‘La conversación’ es uno de los más acabados y cumplidos ejemplos de buen uso del segundo tipo de espacio. No podemos evitar la sensación de que continuamente hay algo o alguien que vigila, dentro y fuera del encuadre.
Desde el zoom inicial hasta los planos de la casa desollada, sentimos en la piel la claustrofobia.
===
2) Diálogos vs. Efectos de sonido
Todo sucede a través de los oídos de Harry Caul (Gene Hackman). Los sonidos nos ayudan a reconstruir la realidad subjetiva del personaje, cuyo punto de vista nunca se abandona, tanto si lo que vemos queda al alcance de sus ojos como si no. Ahí está el milagro de la cinta.
Mediado el metraje, “la película se vuelve muy parca en el uso de los diálogos. Creo que eso induce al espectador a escuchar los sonidos como si se tratara de palabras. Es decir, empieza a buscar significado en la banda sonora porque no hay palabras «en primer plano» que le distraigan. No hay gran diferencia entre los efectos de sonido de la primera mitad y los de la segunda. Lo que sí es diferente es la evaporación gradual del diálogo, que al final queda reducida a «la conversación» en sí y a los efectos de sonido.”
Esa manera magistral de concebir los aspectos sonoros de la historia, recuerda vagamente a lo mejor del dúo Lynch-Badalamenti.
===
[No desvelo nada de la trama en el spoiler]
Señala José Manuel García Roig, en su libro ‘Mirada en off (Espacio y Tiempo en Cine y Arquitectura)’ la distinción que hace Manny Farber de los tres tipos básicos de espacio que encontramos en el cine, a saber:
- El campo de la pantalla
- El espacio psicológico del actor
- El área de experiencia y geografía que abarca la obra cinematográfica
Pues bien, a mi entender, ‘La conversación’ es uno de los más acabados y cumplidos ejemplos de buen uso del segundo tipo de espacio. No podemos evitar la sensación de que continuamente hay algo o alguien que vigila, dentro y fuera del encuadre.
Desde el zoom inicial hasta los planos de la casa desollada, sentimos en la piel la claustrofobia.
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2) Diálogos vs. Efectos de sonido
Todo sucede a través de los oídos de Harry Caul (Gene Hackman). Los sonidos nos ayudan a reconstruir la realidad subjetiva del personaje, cuyo punto de vista nunca se abandona, tanto si lo que vemos queda al alcance de sus ojos como si no. Ahí está el milagro de la cinta.
Mediado el metraje, “la película se vuelve muy parca en el uso de los diálogos. Creo que eso induce al espectador a escuchar los sonidos como si se tratara de palabras. Es decir, empieza a buscar significado en la banda sonora porque no hay palabras «en primer plano» que le distraigan. No hay gran diferencia entre los efectos de sonido de la primera mitad y los de la segunda. Lo que sí es diferente es la evaporación gradual del diálogo, que al final queda reducida a «la conversación» en sí y a los efectos de sonido.”
Esa manera magistral de concebir los aspectos sonoros de la historia, recuerda vagamente a lo mejor del dúo Lynch-Badalamenti.
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[No desvelo nada de la trama en el spoiler]
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236 de 264 usuarios han encontrado esta crítica útil
«DE LAS AGUAS MANSAS ME LIBRE DIOS QUE DE LAS BRAVAS YA ME LIBRO YO»
28 de julio de 2008
«Cuando veo a uno de esos pobres viejos, siempre pienso lo mismo: pienso que una vez fue un niño pequeño, que tendría un padre y una madre que le querrían mucho. Y ahora, mírale derrumbado en un banco callejero. ¿Dónde está ahora su padre, su madre, su familia?»
Este comentario es el centro, la enjundia, la esencia y lo crucial del presente filme. Se repite una y otra vez por medio de una voz muy dulce, dulcísima, de la protagonista femenina de la película. Con esa dulzura se va embadurnando melifluamente al espectador-oyente hasta embaucarlo, infantilizarlo, hipnotizarlo, dejarlo listo para arrojarle sobre el rostro, cuando menos se lo espera, la realidad sorprendente e imposible de imaginar. También el citado comentario es toda una descripción indirecta del personaje principal Harry Caul, interpretado por un magnífico Gene Hackman, un hombre cuya vida aparentemente es de éxito, de ser el mejor en su profesión concreta, pero que en el fondo resulta un clamoroso fracasado en el amor, en las relaciones sociales, un tipo sin familia, arrumbado triste y amargamente en un rincón de la vida, cuya inteligencia y existencia no está siendo vivida al servicio de la satisfacción, el bien o la felicidad sino al servicio del mal, los cabrones y la negativa infelicidad que ronda por doquier en este mundo. He aquí el quid de la cuestión, el quid de esta película.
Excelente trama, excelente ejecución de filme intrigante y anidador de enorme intriga. Por algo es considerada con toda lógica, "La conversación", como una de esas películas magistrales que ningún aficionado al cine debería perderse entre todas las produciones que pueda ver a lo largo de su vida.
Sorprendente es también el papel secundario y corto del entonces un desconocido Harrison Ford, haciendo de gran ejecutivo empresarial cuya imagen a exhibir es una mezcla de belleza y de misterio.
Fej Delvahe
Este comentario es el centro, la enjundia, la esencia y lo crucial del presente filme. Se repite una y otra vez por medio de una voz muy dulce, dulcísima, de la protagonista femenina de la película. Con esa dulzura se va embadurnando melifluamente al espectador-oyente hasta embaucarlo, infantilizarlo, hipnotizarlo, dejarlo listo para arrojarle sobre el rostro, cuando menos se lo espera, la realidad sorprendente e imposible de imaginar. También el citado comentario es toda una descripción indirecta del personaje principal Harry Caul, interpretado por un magnífico Gene Hackman, un hombre cuya vida aparentemente es de éxito, de ser el mejor en su profesión concreta, pero que en el fondo resulta un clamoroso fracasado en el amor, en las relaciones sociales, un tipo sin familia, arrumbado triste y amargamente en un rincón de la vida, cuya inteligencia y existencia no está siendo vivida al servicio de la satisfacción, el bien o la felicidad sino al servicio del mal, los cabrones y la negativa infelicidad que ronda por doquier en este mundo. He aquí el quid de la cuestión, el quid de esta película.
Excelente trama, excelente ejecución de filme intrigante y anidador de enorme intriga. Por algo es considerada con toda lógica, "La conversación", como una de esas películas magistrales que ningún aficionado al cine debería perderse entre todas las produciones que pueda ver a lo largo de su vida.
Sorprendente es también el papel secundario y corto del entonces un desconocido Harrison Ford, haciendo de gran ejecutivo empresarial cuya imagen a exhibir es una mezcla de belleza y de misterio.
Fej Delvahe
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