Apples Never Fall (2024) Miniserie

Después de ver esta serie americana-australiana localizada en el sur de Florida, me queda una sensación de desperdicio de una buena historia en un producto demasiado estructurado, hecho para que el espectador se involucre, pero adoleciendo de unos diálogos absolutamente ficticios.

Aprovechando que Annette Bening es una buena actriz a la que no le duelen prendas en lucir sus arrugas naturales, nos habla de las frustaciones de una mujer dedicada a su casa, su marido y sus cuatro hijos, en una situación límite que hace saltar por los aíres su paraiso familiar.

Tras esa premisa, se van sucediendo tramas dedicadas a cada uno de los miembros familiares que sirven para intentar conocer sus condicionamientos personales y las circunstancias que los llevan a tomar decisiones a veces equivocadas.

Aunque el desenlace es bastante previsible, está bien dirigida e interpretada y si no le doy un notable, es por la baja calidad de los diálogos, que queriendo ser literarios, parecen más bien de culebrón.

La base de la historia es una familia muy vinculada al mundo del tenis, donde los padres fueron jugadores profesionales de éxito, aunque los hijos no terminan dedicándose a ello por diferentes motivos.

Aunque la trama principal se centra en la desaparición de la madre, el tema del tenis está siempre presente y es muy relevante.

Lo mejor es el reparto y el guion. La historia y el ritmo impiden que la serie alcance una calificación notable.

Sam Neill y Alison Brie cumplen con las expectativas y lo hacen muy bien. Sin embargo, la mejor es Georgia Flood, una actriz que no conocía, en el papel de "villana". Es cierto que es el papel con más potencial, pero ella lo aprovecha al máximo.