Fichamento Capítulo I
Fichamento Capítulo I
Fichamento Capítulo I
Ahora bien, entre los masones que radicaban en Santiago de Cuba existían un 37,5% de
hacendados y el 19% de negociantes, el 9,5% de artesanos contra el 4,5% en la colonia
francesa y el 25% de profesionales (los oficiales de gobierno o de justicia, los médicos,
los profesores) contra el 14% en Saint-Domingue. Se destaca también la importancia de
los corsarios (9,5%), al mismo tiempo que son muy pocos los militares, estos últimos
representaban el 11% de los masones en Saint-Domingue.18 Esta comparación entre
Saint-Domingue y Santiago de Cuba sugiere que los masones que se quedaron en Cuba
pertenecían más a una clase media que a la élite tradicional. Respecto al porcentaje de
hacendados y negociantes, debemos precisar que se impedía el oficio de negociante a
los franceses, es por eso que eran menos. Se puede citar al hermano Jean François
Crevon, negociante en Saint-Domingue, quien era profesor de inglés en Santiago. (p.62
– 63)
“Es muy difícil de saber del pensamiento y las ideas de estos masones.66 Integrado a la
colonia española, debían respetar sus principios, la religión católica y la monarquía. No
expresaban sus idearios.” (p.71)
“¿Cual fue finalmente el impacto de esta masonería francesa en Cuba? Por supuesto,
hay que destacar el papel de Antoine Bideaud para la evolución del rito escocés. Como
miembro del Sublime et Souverain Grand Conseil des Grands Inspecteurs Généraux,
hizo la vuelta de las Grandes Antillas para “fortificar la institución fraternal”,
distribuyendo los altos grados. Pero sobre todo, trabajó en Santiago en la trascripción en
francés de los Estatus y Reglamentos Generales de diversas ordenes y grados masónicos
de los ritos Antiguos y Modernos, el más antiguo de los documentos relativos al Rito
Escocés Antiguo y Aceptado realizado en Cuba.” P. 72
“El segundo aporte se relaciona con la presencia de Antoine Mathieu-Dupotet quien
recibió a Joseph Cerneau en Baracoa, que fundó, antes de su expulsión de Cuba, Le
Temple des Vertus Théologales en La Habana,72 el único taller que se mantuvo después
de 1809, según Eduardo Torres-Cuevas, siguiendo sus trabajos bajo el nombre de
Templo de las Virtudes Teologales, y que había tenido un papel esencial para la lucha
independista de la isla.73 Además, la masonería francesa no desapareció
definitivamente de Santiago en 1809. Efectivamente los inmigrantes franceses fundaron
la logia Humanité74 en 1821 en Santiago de Cuba. Esta creación demuestra la fuerza de
la organización fraternal francesa en esta provincia. Pero lo más importante es de
observar que, en esta época, había ya hermanos criollos cubanos y españoles inscritos.
Esta logia participó así en la iniciación de la población local a la masonería.” (p.72)
“Por último, hay que destacar a Andrés Cassard, nieto de dos refugiados franceses,
quien ha tenido un papel esencial para la masonería cubana, “fundador de los altos
cuerpos del Rito Escocés de la masonería regular cubana”.75 Así, los primeros masones
franceses, que guardan todavía sus misterios, han tenido un impacto a largo plazo en el
desarrollo de la masonería cubana y sobre todo en la de la parte oriental de la isla”.
(p.72)
“Al igual que ocurriría en España con la ocupación inglesa de Gibraltar y las sucesivas
invasiones de la isla de Menorca en el siglo XVIII por parte del ejército inglés que
rápidamente implantó logias militares tanto en el Peñón de Gibraltar como en la isla de
Menorca,5 la masonería se introdujo por primera vez en Cuba cuando Gran Bretaña se
apoderó de esta isla en 1762. Durante el tiempo de ocupación por los británicos
funcionó la logia militar nº 218, que según el registro irlandés, estaba constituida en el
regimiento número 48 de tropas irlandesas que había participado en el sitio de La
Habana y permaneció en Cuba hasta la evacuación inglesa el 6 de julio de 1763” (p.6)
“Luego, en el 1862 Vicente Antonio de Castro crea una nueva institución masónica,
diferente de la ya existente (Gran Logia de Colón que aglutinaba logias de corte
conservador, apegadas a los postulados colonialistas). En ella militaron la mayoría de
los iniciadores de la gesta independentista. “La escuela inicial, política y ética; patriótica
y ciudadana, de muchos de los hombres de la Revolución del 68, lo fueron las logias del
cuerpo del Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA)”. (Torres Cueva, 2012, p.28)”.
p.2