Impetigore (2019; también traducida al español como la Mujer del infierno) se trata de una película de origen indonesio que ha tenido cierto revuelo en Occidente a pesar de lo exótico de su origen. La película, dirigida por Joko Anwar fue preseleccionada por su país para luchar por los Oscars en la categoría de mejor película de habla no inglesa, algo bastante curioso si tenemos en cuenta que se trata de una cinta de terror, género poco propicio para competir en este tipo de galardones. La película se encuentra disponible en el servicio de Amazon Prime.

Joko Anwar no es nuevo en el género de terror, ni mucho menos. De hecho, la práctica totalidad de sus películas se entroncan con el fantástico. Sin embargo, y rechazando lo que podríamos pensar a priori, lo cierto es que se trata de un terror que en parte recibe muchísima influencia de las películas de terror más taquilleras de Hollywood, cuyo mayor exponente podría ser James Wan. Puedo anticipar que si uno es fan de esa saga, disfrutará enormemente con esta película.

Lo que hace Joko Anwar es realizar una síntesis entre las temáticas propias del folclore indonesio y mezclarlas con una puesta en escena y recursos propios del cine sobrenatural americano. Lo que provoca que sus películas sean muy accesibles para el público occidental, que no tiene que hacer demasiados esfuerzos para "consumir" este tipo de películas. Esto explicaría el relativo éxito que ha tenido esta película y como ha sido recibida por el público americano. 

Impetigore pues, nos presenta un argumento que no descoloca demasiado. Una mujer tiene que volver de la ciudad al pueblo por un tema relacionado con una herencia, y en la que por supuesto se encuentran relacionados una maldición sobrenatural con fantasmas incluidos. Como decíamos, el desarrollo argumental del filme no pilla desprovisto al espectador, que quitando algunas puntualizaciones, ha visto como le han contado esta misma historia en otras ocasiones.

Donde sí destaca Anwar es en aprovecharse de estos argumentos manidos para desplegar su propia visión del terror y puesta en escena. Como mera atracción de feria (podríamos decir un tren de la bruja), de la que es totalmente consciente, se nos presentan escenas de un interesante valor cinematográfico.

Podemos enumerar los hallazgos de la película. Citando a los mejores slashers, que siempre colocan una escena inicial rompedora para poner en tensión al espectador desde el minuto cero, aquí sucede lo mismo, con una escena que mezcla la aparente cotidianeidad con ese terror que puede detonarse en cualquier momento. La unión de los diversos factores que domina el director son más que correctos: El tempo, la mezcolanza de géneros, la ambientación y en definitiva el desarrollo mismo de la secuencia. 

Podemos enumerar los hallazgos de la película. Citando a los mejores slashers, que siempre colocan una escena inicial rompedora para poner en tensión al espectador desde el minuto cero, aquí sucede lo mismo, con una escena que mezcla la aparente cotidianeidad con ese terror visceral que puede detonarse en cualquier momento. La unión de los diversos factores que domina el director son más que correctos: El tempo, la mezcolanza de géneros, la ambientación y en definitiva el desarrollo mismo de la secuencia. Recuerda a la misma posmodernidad que encontrábamos en la primera Scream de Wes Craven.

También la puesta en escena tiene momentos que interpelan al espectador, con una cámara que se mueve lo suficiente como para entrar en una catarsis similar a la que sufre nuestra personaje protagonista. Esos giros de cámara tan característicos de una escena en concreto son una expresión directa de la subjetividad de las emociones del personaje protagonista.

Y aún con todo, la sensación general después de haber terminado la película es la misma que nos producen otras tantas producciones que podemos encontrar en Netflix. Todo parece demasiado artificioso, pensado no desde la mente de un artista, sino teniendo en cuenta ante todo el mercado generalista al que debe enfocarse. ¿Cómo si no puede explicarse el hecho de que el propio uso de la violencia que emplea la película sea incluso más suave que el qué encontramos en producciones norteamericanas?

No hay momento para la sorpresa. Todo está calculado, desde el diseño de producción (ciertamente destacable en los momentos relacionados con la leyenda a la que se recurre mediante flashback) hasta la fotografía. Si me dijeran que se trata de una producción Netflix, me lo creería sin problemas. Pero claro, cuando veo cine indonesio quiero ver algo que sea diferente, no algo que pueda encontrar fácilmente en un cátalogo de VOD.

Conclusión

Si eres fan del género de terror, Impetigore es una película obligatoria. Quizá demasiado simple para lo que se ha venido vendiendo desde algunos fans, pero indudablemente adrenalítica. Una producción "Netflix" desde Indonesia que se disfruta tanto como se olvida.

Crítica escrita para Cinemagavia.es

"Exótico" no siempre implica "mejor". Es lo que podríamos decir de esta película indonesia de fantasmas y maldiciones. Un par de chicas viajan a una aldea remota para reclamar una propiedad. Allí se encuentran con que los habitantes viven presos del miedo que les infunde una vieja maldición que, al parecer, tiene que ver con una de mozas en cuestión.

Se menciona el toque local como virtud de "Impetigore" pero creo que la eficacia en el cine de horror no se mide por el apego al folklore de un área específica. Si no hay sentido del ritmo, ni crescendo terrorífico, ni clima de tensión ni escenas que lleven al sobresalto no estamos ante un producto destacable. Y aquí no tenemos nada de eso. Si le añadimos algunos momentos no cómicos, pero sí distendidos, quien sabe si deliberados o no, lo que nos queda en una cinta del montón que solo al final coge algo de suspense, navegando durante demasiados minutos entre la indiferencia y el aburrimiento.

Es una pena porque el comienzo es muy prometedor, curiosamente cuando se sitúa en un entorno urbano. Una vez en zona rural la cosa decae y ya no se levanta, y solo un poco, hasta el tramo final. La sucesión de flashbacks en donde la protagonista conoce el origen de la maldición es forzadísima, la música se hace grosera y exageradamente estruendosa sin necesidad y escenas como los autodegollamientos se acercan a lo risible. El colofón al dislate es la cancioncilla de restaurante chino que suena durante los créditos finales. What the fuck!

Descubrí a Joko Anwar con Satan’s Slaves y gracias a esto me asomé a una filmografía de terror, la indonesa, que oculta muchas sorpresas. ¿Podrá Anwar volver a sorprenderme o pillaré sus tics?

Tras el extraño ataque de un campesino, Maya decide viajar a un remoto pueblo en busca de su pasado. Acompañada por su amiga íntima, Dini, las preguntas se acumularán cuando se encuentre inmersa en un lugar repleto de peligros donde su cabeza se convertirá en un objeto valioso.

Joko Anwar, autor del guion además de director, muestra ya en los primeros minutos de Impetigore que lo suyo es un aprendizaje continuo. Su forma de meternos en la historia de Maya y Dini, el modo en que nos las presenta en un plano/contraplano aunque no compartan el mismo espacio, no solo es ágil sino que utiliza un lugar común, muy vulgar – el peaje de una gasolinera – y lo transforma en un sitio terrorífico.

El tono pausado y lúgubre de Satan’s Slave aquí se deja de lado ya que Impetigore es un carrusel en movimiento continuo. El espectador acompañará a estas dos jóvenes impulsivas desde el peaje de autopista a un autobús, luego nos montamos en un coche y nos metemos de lleno en esos parajes verdes y repletos de humedad que ocultan el terror. Sin detener la historia un solo momento, ya que apenas ocupa dos días, Anwar se atreve a generar terror a plena luz del día, apoyado por el trabajo de Ical Tanjung, el director de fotografía que le acompaña en sus locuras, y ambos salen airosos.

En esta historia de maldiciones, herencias terribles, marionetas y pasiones humanas, encontramos los rostros agradables de Tara Basro como Maya, la sufrida heredera, aunque la roba escenas es su contrapunto cómico, Marissa Anita como la impertinente Dini, que aporta todo ese humor, estúpido pero efectivo, que faltaba en Satan´s Slaves. Ario Bayu cumple como el mandamás del pueblo, imponente su frialdad ante la maldición que acecha el pueblo, mientras su abnegada madre es Christine Hakim, a quien no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones.

Imposible terminar sin achacar a Joko Anwar esas piedras de molino que mete en el guion para dar respuestas – como el encuentro en el autobús, imposible ser más oportuno – pero el trasfondo final es una mezcla de tantos elementos como el terror, el drama y el amor, que todo se perdona. ¡Ah, y además nos enseña los entresijos del Wayang Kulit, el arte de las marionetas apoyadas en la sombra!

Si disfrutaste Satan’s Slaves, si como yo has descubierto que el terror de Indonesia es todo un filón, atrévete con Impetigore y confirmarás que Joko Anwar es un valor seguro.

https://www.terrorweekend.com/2020/09/impetigore-review.html

Película de terror cuyo único atractivo es ser indonesa. No es malísima, y si estás acostumbrado a tragarte mierdones de terror, está da el pego, pero buena tampoco es.

Tiene algunos destellos de buen cine, pero acaba cayendo en los típicos recursos manidos del cine de terror.

Que si se acerca una sombra con música siniestra con pasos cortos a las 3 de la mañana con pelo largo y camisón que al final resulta ser tu vecina. Que si alguien se acerca por detrás con una hacha. ¡Oh, Dios mío! ¿Será un asesino? No, es el pollero que te viene a preguntar que si te lo pone en piezas. Y así una tras otra.

Lo bueno: Al ser de un país que, al menos yo, no lo tengo muy trillado, se pueden ver cosas curiosas y que llaman la atención.

Lo malo: A pesar de lo anterior, las influencias del terror americano y japonés eclipsan casi cualquier tipo de originalidad.

Interesante película de Indonesia donde dos chicas van al lugar de origen de una de ellas buscando una herencia y se encuentran con un pueblo con un secreto oscuro y una población poco hospitalaria.

Buena interpretación por parte de las dos chicas, desconocidas por mi parte.

Recomiendo esta película porque tiene su parte justa de terror, mucha intriga y una historia oscura bien llevada sin más.

Algún sustito tiene, le falta acción pero se deja ver hasta el final.

Algunas escenas son fuertes no válidas para todo tipo de estómagos, muy bien conseguidas. Parece una película de Hollywood.